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No invites zombies a tu fiesta

Hoy tengo 35 años y no hasta hace mucho (unos 6 años), me ganaba la vida trabajando como dj, lo que me permitió ejercer como residente de algunos clubes comerciales de SCL y de la V región, como dueño de locales nocturnos y como productor de mis propios eventos por todo el país.

En ese tiempo aprendí  como no quedar atrás  dentro de este mundo que se caracteriza por tener más rivalidades que negocio de peluquer@ y ser más solitario que Cristian Rosselot

En la foto Cristian Rosselot, uno de los 50 mejores abogados de Chile.

De lo anterior tengo experiencias muy variadas. Como trabajador nocturno conocí muchas realidades, tipos de personas e historias que servirían para alimentar un blog completo por mucho tiempo, pero sobre lo que hoy quiero escribir tiene que ver con que lo pasó ,y que comencé a vivir, en el mundo de los eventos privados una vez que dejé la vida de clubber.

Como DJ y productor de eventos, es muy difícil dejar de lado por completo adicción por la música, el baile y la entretención,  por lo que al cabo de unos años sin acción me dispuse a armar una pequeña productora. Es así es como llegue también al mundo de los matrimonios. La verdad en un principio, me costaba creer que existiesen fiestas de este tipo en las que la gente quisiera bailar los estilos que pincho  (yo no mezclo habitualmente reggaeton, cumbia o pachanga a no ser que me lo pida alguien cercano o clientes muy queridos), y debido a mi historial en matrimonios de amigos, pensaba que no encontraría acá un nicho de mercado interesante por el que pelear, y claro que me equivoqué. Increíblemente el mundo de las fiestas a domicilio para adultos, está plagado de gente ansiosa por DJs especializados que no lleguen con una carpeta de temas refritos y esto también se extendía al mundo de los matrimonios y todas las celebraciones en general.

Terrazas de clientes que amo

Vampiros versus Zombies

Sin embargo, este mundo sí tenía secretos desagradables por mostrar, los que muchas veces me han hecho cuestionar las ganas de ser parte de una fiesta de este estilo y en la que como profesional pongo todo y más aún de mi parte, mientras a mi pesar, los dueños de casa o celebrados toman decisiones sin sentido perjudicando todo.

En un club de baile de club siempre hay vampiros energéticos, verdaderos enemigos de la pista que se paran alrededor de ella con sus rostros aburridos y evitan que la gente que lo está pasando bien se sumerja en la música. Afortunadamente controlar a estos personajes es muy fácil,  ya que el oficio te enseña que algunos discos son verdaderos rifles de asalto para sacar del camino a estos indeseables, ya sea lanzándolos lejos o arrastrándolos muy dentro de la pista contra su propia voluntad. Pero este personaje tiene un símil incontrolable en las fiestas privadas que no se puede manejar del mismo modo y que es capaz de arruinar hasta la ceremonia más emotiva.

Consejos para el éxito

- Cuando te vas a casar o celebrar tienes dos opciones muy importantes entre las que optar, que son hacer una fiesta íntima y genuinamente emotiva o hacer una gran fiesta en la que posiblemente muchas cosas se te puedan salir de control, por ejemplo, los invitados.

Un Zombie es por definición una persona que fuera de la fiesta o celebración es o pudo ser: un enemigo del celebrado, el amante de uno de los dos novios, un primo abusador o en el mejor de los casos una persona a la que no le importa nada la celebración, pero con el que como diría Nicanor Parra, se mantienen relaciones de estricta cortesía. Ese Zombie nunca debió ser considerado como invitado y solo será un lastre de energías para el ritual que está por venir.

Generalmente los Zombies son familiares lejanos, colegas o jefes del trabajo, vecinos inoportunos o ex compañeros del colegio que jamás quisiste y que por una misteriosa razón, permanecen en nuestros Facebook, listos para volver a arruinarnos el día, 20 años después. El Zombie es un cabrón, él sabe que no te tiene aprecio pero que sí le tiene ganas a tu novi@, sabe además que nunca compartieron gustos musicales por lo que odiará tu playlist y también sabe que irá a tu fiesta solo a beber y comer, pero eso no es lo peor, lo peor es que quién lo invita a la fiesta también sabe todo lo anterior, y no le importa con tal de ver más a 150 personas en la ceremonia en la que debiesen haber sólo 20 personas.

El comportamiento del Zombie

 1. Llegará tarde, no saludará a nadie salvo a la persona que quiere jotearse y no le importará que sea el novio o la esposa del padrino.

2 Llegó tarde es cierto, pero se las arreglará para ser siempre el primero cuándo se sirva la cena y se abra el bar

3 En el momento de la ceremonia estará en cualquier lugar menos en la celebración, probablemente lo veremos rondando la piscina o aprovechando las cervezas frías antes que la familia y si llega a estar en la el lugar importante de seguro le sonará el celular, porque ponerlo en silencio ¿para que? “Si el pelao era un nerd”

4 Si los novios o la familia definió una playlist especial, él será el primero en pedir cambiar la música, y cuidado, si está bebido es capaz de atacar al DJ.

5 El Zombie será inoportuno, tanto en sus comentarios como en su comportamiento, él será  capaz de hablar de tus secretos de niño o de familia frente a un desconocido o de vomitar sobre la torta de novios si es que su piscola está cabezona.

6 Pero por sobre todo, el Zombie no estará realmente acompañando a la familia o los celebrados, para el, tú matrimonio es una noche más en Sala Gente, tú y tus invitados serán tan joteables como en cualquier antro y cuando se aburra simplemente se retirará sin haber dejado nada (no hablo materialmente) sino más que haber robado energía.

¿Por qué entonces quieres invitar a alguien así a tu fiesta?

Si quieres hacer una fiesta o celebración única, deberías pensar en que sea realmente junto a quienes realmente te hacen sentir bien y oyendo la playlist que ha marcado tu vida.

Escríbeme a hola@nage.dance y hablamos de música o fiesta, en estos días tengo tiempo y mucha energía para ayudarte a usar un gran momento

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El Punk y el Pop son hermanos mellizos

El Club CBGB Fue para Nueva York, el Punk y el New Wave en los 70s el equivalente al 100 Club de Londres o Haçienda en Manchester para los británicos en los 80s y 90s. Antes de eso el rey era la psicodelia, los conciertos al aire libre y las épicas de 7 a 30 minutos (por lo bajo),  y fue precisamente en CBGB, un club para chaquetas de cuero, pantalones rasgados y Whiskey de la botella, que se sentaron las bases para el Pop actual, la moda Chic, los Manhattan y el Photoshop de la Vesta Lug.

¿Pero cómo pasó esto?

A finales de los 60s y principios de los 70s los músicos de rock ya habían probado cada droga y proveedor de acido de su ciudad, habían escrito canciones tan largas como una relación de Tinder actualmente y habían complejizado tanto los sonidos y técnicas que “Hacer música no era para cualquiera”, y como siempre cuando unos pocos se apoderan de una cultura, otros tantos deciden golpear la mesa, y en este caso esos fueron los Punks, que decidieron en 2 minutos decir, provocar y hacer bailar todo lo que en 20 la generación anterior no estaba haciendo.

Hay mucha información sobre las bandas e historia de esta época, pero lo que no se ha dicho con la fuerza necesaria, es que estos Punks en Heroína sentaron las bases del Pop, y que tal como hoy lo hace Dua Lipa, que con sus productores recoge y refina lo mejor del Underground, en ese entonces lo hicieron proyectos como Bee Gees, Boney M, Lipps INC o Stevie Wonder que vieron que con 2 cucharadas y a la papa podían decir lo mismo y lo que es más importante; a más personas.

¿Eres Muy Underground?

Quizá las letras y el relato no se pueden super poner uno sobre otro (cuidado ah), pero que hoy en día el legado del Punk (más allá de uno que otro nostálgico con un caja de vino en la Alameda) sea su timming y estructura, dice mucho sobre ambos estilos, dice que a Punks y a Poperos nos gustan las cosas al grano, que nos gusta que nos hablen claro y por sobre todo nos dice que a todos nos gusta bailar.

Escríbeme hoy a hola@nage.dance y hablemos de música o cuéntame de qué fiesta tienes en mente.

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La música disco no ha muerto

La música disco no ha muerto: Para muchos la música disco murió con Donna Summer,  ella junto a Moroder lograron dar a luz la colección de hits bailables más robusta hasta la fecha (que me perdonen los fans de los 40 principales) y probablemente muchos vieron con Donna, nacer y morir un tipo de música, estilo de baile y hasta un modo de vestir y enfrentar la vida nocturna. Pero la música disco, ¿fue solo un montón de arpegios y bolas de disco? o ¿había algo más allá de la moda detrás de todo y que aún golpea la pista de baile?.

Legado

El legado de la música disco tiene mucho que ver con el funk y la sexualidad más cadenciosa del RNB que con el House y su liberación abiertamente homosexual y contribuyó fuertemente a que este estilo no fuera solo declarativo sino también melódico y vocal. Está claro, hoy en día no podríamos concebir la música French House y todo el aporte que este subgénero ha sido para la industria comercial sin las cuerdas de la onda disco y el infinito catálogo de muestras que provee, pero a mediados delos 70 existían mundos tan diversos como el Punk Rock o el Rock Progresivo lo que hizo que en un inicio pasara con la música disco lo mismo que hoy pasa con el Reggaeton y los Indie Rockers, es decir, una dicotomía cultural sin ningún rastro de fusión más allá de los pioneros que van quedando golpeados en el camino.

Sin entrar en detalles gugleables, el legado de este sonido fue más bien accidental y tiene una relación directa con los productores musicales y la industrialización del concepto de “Baile y entretenimiento” que en la búsqueda de ofrecer más productos musicales y a menor costo, optaron por las cajas de ritmo, no con el sentido cultural que se les daba en la naciente música electrónica, sino más bien como un recurso para abaratar el proceso. Así sin más mezclaron dos mundos que inicialmente pudieron vivir separados pero que al juntarse con un lenguaje común y comprensible, se hicieron familiares y accesibles para muchos creativos que recién daban sus primeros golpes de bombo con una Roland o LinnDrum.

Este solo hecho, hizo que la música disco se diseminara en mentes tan diversas como los Rolling Stones, Daft Punk, Blondie o Garbage, y tampoco podemos dejar de lado que los mismos arpegios del disco, un par de escalas abajo, dieron identidad a el techno más oscuro y un par de escalas arriba al ítalo disco más alegre y hueco.

La música disco no puede morir, para lograrlo habría que matar a muchos otros, incluso a una que otra banda de industrial.

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Michael Jackson y Prince nunca se pudieron comparar

No se puede escribir de música de baile sin Michael Jackson, probablemente sería más fácil hablar de rock sin mencionar a Jimi Hendrix que olvidarnos del Rey del Pop a las 3:00 A.M en cualquier club de buen gusto. Sin embargo como buen rey, sus historias siempre debieron ser populares y dirigidas a todo el pueblo, dejando espacio a la revolución y a enemigos más oscuros y quizá hasta más interesantes de leer y oír.

¿Rivalidad o incomparables?

Mucho se ha escrito y hablado sobre la rivalidad entre Michael y Prince, la que todos hemos apuntando en algún momento como la eterna rivalidad de color en el Pop de los 80s, no obstante hoy no voy a escribir sobre el montaje y show de 1983 organizado por el genio del marketing James Brown, sino de diferencias de fondo entre ambos artistas que a la hora de bailar pueden hacer la diferencia entre una pista de baile con actitud y relato versus una llena de coreografías e historias de tv.

“¿Soy blanco o negro? ¿Soy heterosexual o gay?"

Michael Jackson y Prince tuvieron en común menos de lo que la programación de una radio para el adulto joven nos intenta hacer creer con su parrilla diaria, Michael era un hombre dócil y manipulable que probablemente hoy hubiese aceptado un dueto con Shakira en búsqueda de validación, mientras que Prince fue un artista y un hombre que no aceptaba las reglas de los sellos, de su publico y mucho menos de quién quisiera meter las manos en su estudio.

Así mientras Michael terminó contrayendo matrimonios y cayendo en manipulaciones de productores siempre en búsqueda de aprobación social y con ello rechazando su naturaleza, Prince todo el tiempo dejaba en claro que su vida era un juego con sus propias reglas.

“Men are really closed and cold together, I think. They don’t like to cry, in other words. And I think that’s wrong, because that ’s not true” Prince en Musician Septiembre de 1983

¿Un disco disco del rey del Pop puede ser más interesante que uno de Prince?

Los discos del Rey del Pop dónde él más participó como escritor y productor fueron Dangerous, Bad, Thriller y Off the Wall, que fueron precisamente los más exitosos y repletos de fantasías e storytelling de TV (salvo algunas perlas callejeras del quinto de Michael), mientras que en la nutrida discografía de Prince de más de 20 trabajos, Prince tuvo el protagonismo creativo en la totalidad de los trabajos, no dejando al azar ni siquiera las portadas de ellos, haciendo de sus trabajos una pieza provocadora integral sin importarle el éxito comercial o lo que pensara su sello. (Conocida es la dificultad increíble de encontrar material comercial audiovisual de calidad de Prince en Youtube, no así  sus discos más extraños que en Soulseek son la delicia de melómanos).

Una pista de baile perfecta debe tener actitud e historias creíbles o se convierte en una noche desechable y repetible. Un Hit de michael Jackson puede perfectamente encajar en una pista así. Pero debe ser contrapuesto y formar parte de un momento de un todo que no sea solo sonoro ni melódico. Por mi parte preferiré siempre hacer bailar con Prince.

Escríbeme hoy a hola@nage.dance y hablemos de la fiesta que tienes en mente.