Tumgik
sunxsunflower · 5 years
Text
11:11 Mi deseo siempre serás tú y tu felicidad.
park baekhyun.
8 notes · View notes
sunxsunflower · 5 years
Text
Hands.
La unión de sus manos desde que eran novios significaba un mundo para Baekhyun y podía interpretarse de muchas maneras. Además de plena confianza para acercarse al otro, mostraba cuanto apoyo había en su relación.
Se tomaban las manos cuando se querían cerca, cuando tenían miedo, cuando se sentían tristes o cuando se regalaban una sonrisa pícara para susurrarle a las paredes lo mucho que se amaban.
Tomarse las manos era como una promesa silenciosa de que siempre estarían ahí; y cuando un par se unió a su familia, no dudaron en acurrucar a ese pequeño cuerpo contra sus pechos, jugando con sus pequeños deditos que frecuentemente se aferraban a su dedo índice.
Las pequeñas manos de Haneul significaban más de lo que alguna vez Baekhyun pueda explicar con palabras o letras; esas pequeñas manos sostenían su corazón, eran su vida entera. Y a la par, ChanYeol parecía la persona más indefensa cuando Haneul tomaba sus dedos y jugaba sin cesar con ellos. Ella parecía una muñeca contra el cuerpo grande de su esposo, pero aquella sonrisa tierna junto a ese brillo especial en ChanYeol dejaba claro, lo débil que los volvía su pequeña con tan solo sonreír.
Tumblr media
2 notes · View notes
sunxsunflower · 5 years
Text
Hannie's first day with daddy. (pbh)
Sin duda alguna, además de ChanYeol y su innegable ser carismático y llenó de vida, Baekhyun había hecho un mismísimo escándalo con todos sus conocidos, con sus amigos y con sus padres. Ambos.
Sí bien, la relación con su padre nunca había sido así de estrecha, no se perdió la gran oportunidad de mostrarle cuanto ganaba con una relación llena de amor, felicidad y sobre todo, fidelidad. Por supuesto el hombre mostró interés en conocer a Hannie, pero se negó a toda costa y aunque ChanYeol había intervenido, su posición fue firme. Frunció el ceño al acomodar todo en la pañalera; era absurdo el solo pensar que su pequeña conociera a alguien que apagó su luz durante tanto tiempo.
—¿Amor? ¿estás listo?
La voz de ChanYeol lo sacó de sus pensamientos e inevitablemente sonrió. Ese hombre era todo lo que necesitaba para estar feliz y la niña entre sus brazos, intentado alcanzar su mentón solo aseguraba una eternidad. Era hermosa.
La amaba.
—Estoy más que listo, espere una semana.—murmuró, contando los pañales y asegurándose de llevar sonajas, suficiente comida y una foto de ChanYeol.— Incluso mis compañeros quieren conocerla.
Sí, se había encargado de difundir la información.
La risa de ChanYeol no se hizo esperar y besó su cabeza con tanta dulzura que Baekhyun solo pensó en acurrucarse en sus brazos.—Entonces van a enamorarse. Qué no lo hagan mucho, es m...nuestra.
Ambos rieron; sí, eran padres celosos y no era ningún problema admitirlo. Haneul era hermosa, robaba miradas y ella sonreía aún si no conocía bien el gesto.
—Llamame si necesitan algo, ¿de acuerdo?
—Ya lo dijiste, Channie. Estaremos bien.
—Pero en serio, estaré al pendiente del teléfono. No importa qué clase de emergencia es.
—Te llamaré...si estamos en problemas y para decirte que te amamos. ¿Estás bien con eso?
El asentimiento casi forzado lo hizo reír y como siempre, se despidieron con un beso y ChanYeol más renuente a dejarlos ir, besó repetidas veces a Hannie. 'Cuida a papá'.
Entró al edificio, ajustando la pañalera, cargando la silla e indispuesto a dejar de cargar a su hija. Sus medias aparecieron en cuanto los halagos comenzaron.
—Baekhyun-ah, debes presentarmela pronto.
Negó rápidamente mientras entraba a su propia sala de práctica.
—Tengo trabajo, quizá luego.
Divertido.
Por supuesto Baekhyun se encargaba de la grabación de algunos demos, aprendía cada día a componer (con ayuda especial de ChanYeol) y proporcionaba ideas para algunas letras en proceso.
Hoy él iba a cantar.
Y entonces un par de balbuceos le hicieron quitarse los audífonos para voltear a su lado.
—Hannie-ah, ¿qué pasa?
Nadie podía culparlo por darle toda su atención a aquella pequeña sonrisa, que brillaba más que un universo.
—Papi debe trabajar, ¿quieres ayudarlo?
Como si entendiera, se limitó a jugar con sus dedos largos y Baekhyun volvió a colocarse los audífonos, primero acostumbrándose al ritmo y luego tarareando.
Un balbuceó más.
—Ven aquí.
La sostuvo cerca de su pecho, dándole besos en la cabeza mientras continuaba tarareando. Era una hermosa balada y con trozos significativos, comenzó a cantar para Haneul.
Se balanceo y su suave respiración le hizo quedarse tranquilo. Ah.
Había aprendido la canción de memoria sin notarlo. Dejó a su bebé en un lugar más cómodo y volvió a comenzar, con el mismo tono que uso para cantarle a su hija.
Ella era simplemente una gran luz.
Tumblr media
2 notes · View notes
sunxsunflower · 5 years
Text
Hannie's first day with daddy. (pcy)
La llegada de Haneul a la vida de casados entre él y Baekhyun solo podía verlo como un obsequio más, como una recompensa después de una época desastrosa. Verla era como tener a una auténtica estrella habitando con ellos, una que solo lograba darle más brillo a un amor latente con el que había hecho decenas de promesas con su pequeño girasol, el padre de su hija.
—Buenos días, Yeollie.—la suave voz de Baekhyun por las mañanas era la señal de que todo saldrá bien sin importar qué. Era como aquel grito de guerra para enfrentarse con valentía a lo que sería su nuevo vida.
Después de un mes de rutina en donde aprendían ambos a qué hora tomaba Hannie su alimento, cuando era tiempo de un cambio de pañal, cuando es que necesitaba un poco más que palabras lindas e ir a mimarla; aprendieron todo tipo de señales, como que abría sus brazos cuando quería ser mimada y si eso no funcionaba, era el pañal. Ella boqueaba mucho cuando tenía hambre o simplemente era indistinto con comer sus dedos.
Era una bebé muy lista, dándole a sus padres primerizos señales fáciles para que los dos ganaran.
Pero ahora era tiempo de volver a involucrarse a su área laboral y aquello se dificultó nada más al pensarlo.
—¿Deberíamos llevarla con sus abuelas? ¡Mamá tiene dos días libres!
—¿No crees que desee hacer algo más? Después de todo...ya...ya sale con alguien.—ChanYeol susurró aquello con suavidad antes de que Baekhyun frunciera el ceño.
Era un tema algo delicado para el pequeño y no porque el hombre no fuera de su agrado, simplemente tenía un miedo más grande que el de su madre a que sus sentimientos no fueran apreciados lo suficiente. ChanYeol lo entendía, su madre era como una invaluable joya y siempre desearía lo mejor para ella, pero definitivamente no podría interferir en sus decisiones, solo aceptarlas.
—Supongo, que es verdad.—Baekhyun mordió sus labios como una señal de retener algunas cosas y enseguida volvió a aparecer esa mirada brillante.— Llevemosla con nosotros. Es decir, puedes llevártela hoy y esta semana y puedo hacerlo yo la semana siguiente.
No parecía una mala idea en realidad.
ChanYeol estaba ansioso por mostrar a su pequeño retoño con el mundo entero, que todos pudieran apreciar los elegantes rasgos de Baekhyun en su pequeña y también los suyos. Sonrió de solo imaginarse cargándola mientras le cuestionaban acerca de qué se sentía ser padre de un ser tan hermoso.
—Intentemos así.
Así fue como Baekhyun condujo de forma prudente al trabajo de ChanYeol como una prueba de que estaba aprendiendo bien y de paso, hacerlo más sencillo para todos. Se aseguraría de que estaban a salvo principalmente.
—¿Pañales?
—Listo.
—¿Su fórmula?
—Esta lista.
—¿Trajiste su biberón rosa? Es su favorito y...
—Baek, está todo bien. Mi amor, no te preocupes ¿bien? Yo nací para este momento.
La sonrisa en la cara de su pequeño esposo le hizo ver que confiaba plenamente y el asentimiento solo lo reafirmó. Se dieron un pequeño beso después de ello.
—Ten suerte, te amo.
Rieron al decirlo al mismo tiempo y ChanYeol con sus prendas cómodas, una pañalera morada, el pensamiento de sí lo haría bien y una bebé preciosa, se adentraron al trabajo.
El primer día de trabajo.
Usualmente sus melodías estaban rondando su cabeza sin parar, las letras tomaban un poco más de esfuerzo y encontrar una voz adecuada siempre era difícil. Sonrió con diversión; el problema era Baekhyun y ese timbre tan dulce que robaba su aliento.
—Mh, ¡po! Ahñ.
Volteó de inmediato al oír los pequeños balbuceos y dejó la computadora para tomar a Hannie quien estiraba sus brazos hacia él.
—¿Qué necesita mi pequeña princesa?
Inevitablemente todo dejó de existir para ChanYeol cuando aquellos ojos tan dulces parecían sonreírle. Justo como lo haría Baekhyun. Atacó con pequeños besos sus mejillas y suaves 'Eres tan preciosa, ¿sabes que eres la hija de un ángel? Debes saberlo. Yo sólo lo amé tanto, lo amo tanto y creo que tienes todos los genes de papá Baekkie, amor.'
'¡También es tu hija! ¿cómo no podría tener tus hermosos genes, Park ChanYeol?'
La voz de Baekhyun rondó por su cabeza y rió mientras negaba.
—Hoy no está ese pequeño terco para replicar. Eres hermosa, y tienes todo de papá Baekkie. Ojos oscuros como los míos, pero mira estas mejillas.
Ella balbuceó, levantando su mano para no soltar su dedo y comenzó a tararear. Era algo nuevo y la letra apareció tan pronto como Haneul sonrió.
—Dios, acabas de salvar a papá de un despido.
Haneul no era más que inspiración, infinita inspiración para ChanYeol. Y valió cada segunda de esa semana; el pequeño accidente en el baño de hombres al no saber dónde cambiarla de pañal, tener una pequeña crisis con respecto a darle de comer porque creyó olvidar la temperatura ideal y finalmente, pequeños episodios de llanto porque Hannie no dejaba de ser una bebé algo especial con los cariños.
Pero valió la pena cuando pudo entregar 3 canciones en dos meses. Más eficiente que cualquiera y con letras que nadie imaginaria.
Tumblr media
2 notes · View notes
sunxsunflower · 5 years
Text
Hannie; ChanBaek's angel.
24 de Febrero.
Aquella era la fecha más importante para ChanYeol y para Baekhyun; era la fecha por la que habían esperado por poco más de ocho meses.
La llegada de su pequeño angelito al mundo.
Toda una sorpresa fue para Baekhyun descubrir que estaba creando vida en su interior mientras estaban de luna de miel. Los recuerdos teñían sus mejillas mientras inagotables noches llenas caricias dulces y promesas hechas con voces agitadas llegaban a su memoria. Bora Bora fue el principal testigo de la consumación de su amor y un buen día, despertó con el escozor en su garganta, siendo lo suficientemente silencioso para que ChanYeol no notara que había devuelto la cena, se preguntó porqué.
No le dió más importancia hasta que continuó por dos semanas más como un secreto para que la sonrisa de ChanYeol no fuese cambiada por una expresión de preocupación.
—¿Fresas y café, Baekhyun?
Frunció sus labios al escuchar la extraña combinación, pero asintió rápidamente para que no quedará duda de que eso quería.
—Realmente quiero comerlo. Las fresas son muy dulces aquí y hace mucho no bebo café.
—¿No es un poco...
—ChanYeol.
Su voz lo sentenció de forma amable y sus labios de inmediato se volvieron un puchero que no se resistió a besar.
Llegado el viernes de la segunda semana con náuseas, salió de la habitación de madrugada, buscando a alguien que lo ayudara con una duda que no abandonaba su cabeza. Podría ser siempre una posibilidad.
—Buenos días.
—Buenos días.—se mostró tímido ante la sonrisa del recepcionista ayudando con su vago coreano y mordió sus labios.— ¿Podría ayudarme?
—Por supuesto, ¿qué puedo hacer por usted?
Sus manos se dirigieron a su vientre y sus mejillas tomaron color mientras se acercaba al mostrador.
—Necesito una prueba de embarazo que sea confiable.—susurró de forma vergonzosa mientas sonreía a la posibilidad.
'Positivo'
Sus ojos se abrieron ampliamente mientras estaba encerrado en el baño de su habitación, aún con ChanYeol durmiendo. Cubrió su boca mientras las lágrimas bajaban por sus mejillas con emoción y un sollozo silencioso quedará contra su palma.
Serían padres.
Tendrían una familia.
Era simplemente asombroso que su amor tomará forma en un pequeño cuerpo que llegaría a ellos en nueve meses. Salió después de lavar su rostro y mostrarse tan sonriente que ver a ChanYeol medio despierto no le hizo titubear.
—¿Pasa algo, Baekkie?
—Mh, no. Está todo bien. Está más que bien en realidad.—se acurrucó contra su pecho y sin pedirlo comenzó a ser mimado.
'Si tan solo supieras que ahora mimas a dos.'
Se lo diría de una manera asombrosa.
Tumblr media
3 notes · View notes
sunxsunflower · 5 years
Text
ChanBaek; Prince Life.
Siendo la era de principes, princesas, guerras con caballos y espadas brillantes, tanto como las armaduras de miles de soldados buscando la paz entre muertes inocentes, Baekhyun vivía muy feliz.
Siendo un simple y nada destacable pueblerino, tenía una vida feliz entre grandes sembradíos de maíz, trigo y su favorito; fresas. Teniendo una tierra fértil, días soleados y padres siempre sonrientes, la vida de un niño de 12 años no puede ser más perfecta. Hasta caer en cuenta de lo solo que está.
Más de una vez se cuestionó el porque no podía ir más allá de la puerta principal. Claro, Baekhyun podía ir a la parte de atrás, donde estaban algunos cientos de hectáreas de cultivo y podía recostarse a ver el cielo azul, pero jamás podía ver más allá de la parte frontal, solo esas pequeñas oportunidades en que su madre hacia las entregas y le era necesario abrir la puerta eran cuando podía ver. Personas.
¡Y más niños como él!
—No, Baekhyun.
No esperaba esa respuesta. Dentro de su cabeza, no era descabellado pedir salir y hacer amigos, jugar, compartir pensamientos o simplemente explorar. Pero no le dejaron. No entendía.
—Pero yo de verdad, mamá, quiero…
—¡No! No, Baekhyun.
Algunas de las cosas que también se cuestionaba, era su aspecto físico. No era alguien feo e incluso podría decir que tenía rasgos finos y elegantes; su piel pese a disfrutar de jugar en el sol, se mantenía clara y los lunares en su rostro como en sus brazos eran como destellos lindos. Era alguien peculiar. Y quizá por eso sus padres se negaron a dejarle salir.
El reino en el que habitaba era uno pequeño pero fuerte. Cálido y amable con sus padres, encargados de la mayoría de cosechas para surtir al pueblo e incluso a la familia real; siempre había una persona con las prendas más finas que hubiera visto jamás, que llegaba cada tercer día para recoger una canasta de las cosechas que su madre escogía con delicadeza e incluso un poco de nervios. Esa era la entrega de la realeza.
Y un buen día, miró a quien sería su primer amigo.
—Señora, buenos días, vengo por los frutos y verduras de su alteza.—Baekhyun se mantuvo cerca sin que su madre se diera cuenta y con ojos rebosantes de curiosidad, su vista se enfocó en una figura más pequeña pero sin duda, más grande que él.— Salude, príncipe.
Los ojos de su madre se abrieron y de inmediato se inclinó con respeto, Baekhyun delató su ubicación al también hacer una reverencia completa, llevando sus rodillas al suelo e inclinándose.
—Baekhyun…
—¿Quién es él?
Sus ojos reflejaron preocupación al llamado de su madre pero se levantó en cuanto la voz del más joven llegó a sus oídos. Volvió a inclinarse con respeto y sonrió ampliamente.
—¡Soy Byun Baekhyun, su alteza!
Detalló el rostro sorprendido y quizá dubitativo del joven mientras asentía, como si asimilara que acababa de sentirse más que curioso por ese chico de piel clara y lunares como estrellas. Incluso podría formar constelaciones si los unía.
—Soy Park ChanYeol, príncipe quinto del reino en el que vives.
Baekhyun no entendió una sola palabra, pero grabó mentalmente en su memoria que él era Park ChanYeol, un niño elegante, con ojos grandes al igual que sus orejas y una sonrisa que formó un bonito hoyuelo en su mejilla. Compartieron una sonrisa al mismo tiempo y de pronto, ChanYeol iba cada tercer día por los frutos y Baekhyun le mostraba los grandes sembradíos de sus padres, sintiéndose de la realeza a su lado, sin saber que hacía olvidar a ChanYeol su puesto en la jerarquía con la que gobernaban. Un hecho que trajo problemas en cuanto pequeños detalles eran notados por su madre.
ChanYeol se interesaba en la agricultura, aprendía cada día con ayuda de Baekhyun, quien le repetía lo importante que significaba la vida de la tierra. Para un príncipe, según su madre, eso no debía tener ninguna importancia porque siempre habría un pueblerino encargado de una tarea tan 'sencilla' como esa.
ChanYeol mostraba su desinterés en las clases de modales, de pelea, lectura y escritura, mientras insistía en querer acompañar a su sirviente por los frutos, jugaba cada vez más en los jardines y sus prendas eran botadas a causa de la tierra.
ChanYeol simplemente se volvía más sencillo cuando las actitudes apropiadas debían ser más extravagantes, más serias y duras.
Por otro lado, Baekhyun era constantemente reprendido por sus padres al tomarse tantas libertades con el príncipe; bromeaba, le gritaba e incluso más de una vez le escucharon decirle 'ChanYeollie'. Él estaba cruzando todo tipo de barreras pero nadie detuvo a la joven amistad.
Pasaron su infancia juntos entre bromas, batallas de quién podría comer más fresas, regando los sembradíos, cosechando, momentos en lo que ChanYeol era castigado o Baekhyun vigilado con la advertencia de que no le dejarían hablar con el príncipe otra vez.
En su adolescencia ChanYeol comenzó a burlar a los guardias, Baekhyun se mostraba reacio a dejar de hablarle a ChanYeol y todo aquel consciente de su sólida amistad debía guardar el secreto. Sus padres se mostraban en contra por las represalias de un futuro, pero el sirviente de ChanYeol no podía cuestionar las decisiones tomadas por su joven príncipe.
Los inicios de su adultez comenzaron varios estragos en sus corazones siempre de niños; Baekhyun tenía la misma costumbre de sonreír ampliamente para ChanYeol y ChanYeol tenía la misma costumbre de ver los lunares de Baekhyun como estrellas y con sus conocimientos vagos de astronomía, siempre estaba diciéndole que era como un cielo estrellado.
Quizá todo habría estado bien si sus palabras hubieran sido en tono de burla, pero no.
Para Baekhyun fue todo un terremoto de emociones.
—Baekhyunnie.
Acostados en la hierba, Baekhyun prestó atención a la voz grave de su amigo, moviendo la cabeza para que continuara.
—Eres como mi cielo estrellado.
Parpadeó un par de veces mientras sus mejillas se pintaban de rosa y le golpeó el hombro, escuchando su risa. Sonrió de la forma más disimulada al contrario de sus latidos fuertes.
Entonces Park ChanYeol comenzó a gustarle.
Y no es que comenzara a agradarle, porque eso lo hacía desde el primer día. ChanYeol le gustaba a Baekhyun como para tomarle la mano y buscar la forma de llevarlo al cielo, le gustaba para regalarle todos los besos que el mismo príncipe le contaba de todos los libros que había leído. ChanYeol le gustaba para regalarle cada fresa, cada sonrisa, cada palabra romántica que estuviera a su alcance.
—Me gustas.
—También me gustas.
Baekhyun frunció el ceño, confundido y molesto de que no entendiera sus palabras. Se cruzó de brazos y sentó de forma correcta bajo un cielo oscuro.
ChanYeol había escapado otra vez.
—Me gustas de verdad.
—Lo sé, también me gustas de verdad.
—¿Es que eres bobo?
ChanYeol mostraba inicios de molestia.
—No soy bobo, Baekhyun. Estoy diciéndote que también me gustas.
—¡Entonces! Entonces…
El alto rodó los ojos.
Baekhyun siempre se ponía tartamudear cuando las palabras eran insuficientes para explicar su sentir. Se sentó y tomó sus manos para brindarle la confianza que esos ojos de cachorro bajo la lluvia pedían.
—¿Qué es? Sólo dilo.
—¿Por qué no me besas?
Se miraron fijamente. ChanYeol cayó en la realidad y Baekhyun comenzaba a mostrase dudoso. Mordió sus labios y entonces ChanYeol supo que debía actuar o el comienzo de algo que también sentía se arruinaría.
Tomó su mejilla, sonrió y ambos vieron estrellas fugaces mientras compartían el primer beso.
ChanYeol jamás había recurrido a un libro o a todos sus maestros para algo como saber qué era ese palpitar alocado cuando tomaba su mano, ese instinto de protección hacia su pequeño amigo, esa forma de pensar que nada valía lo suficiente ni nada era demasiado ostentoso para provocar en Baekhyun una sonrisa. Era curioso.
—Él me gusta.
—¿Quién?
La pregunta sobresaltó a ChanYeol mientras una gran sonrisa adornaba su cara, completamente feliz de que la persona que lo tenía en sus finos dedos, que tenía toda su atención e incluso su corazón era nada más y nada menos que Baekhyun.
Con ambos corazones revelando su secreto, disfrutaron del comienzo de una 'relación' aunque ninguno le puso tal nombre. Se regalaban besos, los abrazos eran prolongados y las palabras de amor se volvían promesas eternas; entre colores verdes, rojos, amarillos, a veces el sol, a veces la luna y siempre frente a las estrellas disfrutaban de su enamoramiento.
—Baekhyunnie, ¿qué somos?
Sus dedos acariciándose junto al tono bajo delataba su timidez y Baekhyun sonrió, encantado de que la persona que más amaba se mostrará tan real con él.
—Somos dos personas que darían la vida por el otro, somos un amor verdadero, somos dos almas que acaban de encontrarse.
—¿También podemos ser novios?
Sus risas fueron un implícito 'sí' y sellaron aquel nuevo nombre para su relación con un beso. Un beso que se volvieron tantos como las veces que se dijeron 'te amo' esa noche, un beso que sabía a caricias inocentes llenas de deseo, un beso que se dibujó por cada centímetro de la piel de Baekhyun y que pronto pintaron la de ChanYeol.
Sin embargo, un príncipe tarde o temprano deja su cargo para tomar uno mayor. Ser el rey.
—¿De verdad tienes que hacerlo?
—Es mi familia y mi deber, no puedo solo ignorarlo como he hecho este tiempo.
Dolió.
—¡Pero no quieres!
—Y debo hacerlo.
Sus labios se fruncieron mientras retenía las lágrimas. Lo entendía, pero cómo podía replicar cuando el tiempo lo había invertido en ellos dos, en amarse. Se alejó de sus brazos y los dos por instinto dieron un paso lejos del otro.
—Baekhyun…
—Sólo dime ¿qué es lo que haremos?
—Ven conmigo.
Sus ojos se abrieron y de inmediato negó. Un secreto silencioso que los dos sabían se interponía; tanto tiempo alejado de un mundo real había generado en Baekhyun un miedo grande a salir y explorar. La simple idea de dejar su hogar le erizaba cada uno de sus vellos.
—Sabes…¡sabes que no puedo!
—¿De verdad no vale el riesgo?
—¡Estás siendo injusto!
—¿Lo estoy siendo? ¡Es por nosotros! Quiero que vengas conmigo ¡darte tu lugar como la persona que amo! ¿en dónde eso es injusto?
Enojados ambos no llegaron a una solución.
ChanYeol fue nombrado rey al día siguiente y todo empeoró. De un momento a otro Baekhyun se encontraba sentado en la puerta trasera sin compañía y ChanYeol tenía más atención. Tanta que los escapes nunca pasaron por su cabeza, pero Baekhyun sí.
Aquella parecía una prueba como las tantas en las que se habían visto envueltos, pero ahora ninguno de los dos podía ver la luz de ese oscuro camino.
Una semana separados se volvió un año entero.
Baekhyun no se molestaba en intentar salir de su casa más. El primer intento solo lo llevó un metro afuera antes de arrepentirse al llamar tanto la atención. En el segundo y tercero no fue capaz de cruzar más allá de dos pasos pequeños.
ChanYeol se ocupaba de más cosas además de sí mismo. La seguridad, los problemas del pueblo, los problemas con reinos vecinos y el más importante; Baekhyun no estaba con él.
—¿No crees que debes casarte ya?
—No, madre.
—¿Por qué no? Ha pasado un año ya. Es el tiempo adecuado para traer al mundo un descendiente.
—No quiero. No voy a hacerlo.
—No te estamos preguntando, ChanYeol. He arreglado un par de citas, deberás elegir o lo haré yo misma.
—¡No puedes hacerlo!
—Está hecho, y tienes una cena hoy. Las damas tienen listas el traje que vas a ocupar.
'El rey está comprometido.'
Esa era la principal cosa que podía oírse entre las personas del pueblo e inevitablemente sus padres le contaron. Con el corazón roto, Baekhyun asintió y fingió estar completamente bien con la idea de que el amor de su vida escapaba de sus manos. Para siempre.
—¿Y bien?
—Ya está decidido.
Se casaría.
Esa mañana resplandecía en cualquier sentido, el sol estaba en lo alto, había una brisa fresca y ninguna nube cubría el cielo azul. Un día ideal para contraer matrimonio.
—¿Estás listo?
—Solo espero que diga que sí.
...
—¡El rey va a casarse!
Baekhyun pudo oír los gritos eufóricos desde el exterior y las lágrimas bajaron por sus mejillas como una sinfonía dolorosa. No quería saberlo, no necesitaba saberlo. Aún en el interior, donde sus padres le dijeron que nada le haría daño, se sentía la persona más miserable del mundo.
—¡Pero! ¿a dónde va?
Sollozó mientras sostenía su rostro.
Alguien tocó la puerta.
—¿Podría decirle a Baekhyun que salga?
Las lágrimas cesaron.
El dolor lo hizo.
Se quedó en el marco de la puerta.
Él estaba tan guapo.
Y sonreía tal y como lo recordaba.
—¿Te casarás conmigo?
Le miró alejarse de la puerta.
Baekhyun corrió hacia él.
—¿Esperaste un año? ¿debía ser tanto?
Ambos rieron entre lágrimas de felicidad.
—Tenemos una vida para compensarlo. Una vida y muchas más.
Tumblr media
4 notes · View notes
sunxsunflower · 5 years
Text
ChanBaek ; Militar life.
ChanYeol había crecido en una familia llena de militares, su abuelo era coronel en una de las tropas más importantes de Corea del Sur y su padre había seguido su ejemplo, siendo el sucesor del mismo. Había vivido toda su vida en campo militar, pero su vida prácticamente la había hecho fuera gracias a las escuelas que le habían asignado; su madre siempre fue partidaria de que su hijo debía relacionarse con civiles, así que las escuelas a las que iba no eran parte de la milicia como a muchos jóvenes de su edad se les había inscrito. Todo eso había llevado a ChanYeol a relacionarse en muchas áreas de la ciudad, especialmente por que siempre fue extrovertido y se la pasaba haciendo amistades en todos lados, pero al cumplir los 19 se vio la oportunidad de alistarse para la milicia, y no iba a desaprovechar la oportunidad de hacer el examen y seguir los pasos de su padre y abuelo, pero no creyó que aquella decisión fuese más dolorosa que en el momento en que la había tomado.
Faltaban al rededor de 10 meses para que ChanYeol entrara a la escuela militar, el examen lo tenía en un par de meses y se estaba dando la oportunidad de aprovechar de toda la libertad que tenía. En una de esas noches largas, en las que el aburrimiento era el protagonista, uno de sus mejores amigos le había llamado para invitarle a la fiesta que había organizado de momento y simplemente aprovechó para distraerse, nunca estaba de más un poco de alcohol y música, aunque el no bailara por que era el peor en eso.
— Sabes que debes agilizar ese par de pies izquierdos ¿Verdad? —Rió JongIn, sabía que su amigo era torpe y que jamás se volvería a atrever a sacar a bailar a alguien porque la última vez le dejó morado el dedo gordo del pie a la última persona a quien invitó, no correría el riesgo de tener que pagar una reconstrucción de dedo.— Ya me rendi, no soy bueno en ello, aunque me enseñes, no he sido hecho para bailar. —Respondió y le dio un trago a su bebida y casi se ahoga al ver algo que llamó su total atención, no sabía si había bebido demasiado o le habían puesto algo en su vaso, pero estaba seguro que lo que estaba viendo no era real. A lo lejos, la sonrisa más bonita que nunca había visto se estaba presentando ante sus ojos, y casi se le cae el vaso.
— Vaya, parece que has visto a alguien ¿Sigues pensando en lo que habías dicho antes? —Se burló el moreno viendo en la dirección en la que había visto él, ChanYeol lo miró mal y le dio su vaso, dejando a su amigo sólo para ir donde aquel precioso chico estaba, se había quedado sólo después de que su amigo se había ido a bailar con alguien más, y Park lo vio como una señal y una oportunidad para ello. Trago seco y suspiró.— Aquí voy. —Había sido un arranque de valentía y sabía que eso había pasado por que había alcohol en su sangre, por que seguramente sólo lo hubiese visto a lo lejos y se hubiera quedado con las ganas de hablarle.
— Hola... Soy Park ChanYeol, un placer... —Estiró su mano y alargó la última palabra esperando a su respuesta, quería saber su nombre y el muchacho de sonrisa bonita entendió de inmediato, sonriendo para él de manera simpática.
— Byun Baekhyun, el placer es mío, Park ChanYeol. —Respondió eso último con una sonrisa divertida, cosa que casi deja a Yeol sin aire, jamás había sido impactado por alguien tan fácilmente y con cada cosa que haga. ChanYeol rió bajo y sin soltar la mano que había estrechado, prosiguió para hablar.
— Y bien, Baekhyun ¿Gustas bailar? —Esperaba a que su respuesta fuera afirmativa y cuando el contrario se levantó mientras asiente su sonrisa se hizo más grande, sentía que estaba viendo a una de las más hermosas obras de arte, estaba cohibido en la persona que tenía enfrente y sabía que no sería fácil sacarselo de la cabeza. No fue necesario intercambiar muchas palabras, parecía que ambos sabían como moverse para encajar perfectamente con el otro, y al final del baile no volvieron a separarse, Baekhyun hablaba entusiasta de algunos temas y Yeol sabía cómo seguirlos, ambos reían por las mismas tonterías y sus bromas eran seguidas automáticamente, había sido una excelente idea haber ido a aquella fiesta después de todo.
— ¿Me darás tu número? Quisiera verte de nuevo en alguna otra ocasión. —Las mejillas de Baekhyun se habían coloreado de rojo, pero no negó, sólo sonrió. Habían salido de la fiesta después de varias horas, Yeol se había ofrecido a llevarlo a casa en el auto así que, estaban en frente de la casa del menor.
— A mi también me encantaría verte de nuevo... ¡Ya se! Mi cumpleaños es en unas semanas, haré una fiesta, si vas sería fantástico. —Exclamó mientras saca su celular y se lo da al mayor desbloqueado para intercambiar números, Yeol había obtenido más en aquella noche de lo que había pensado.— Me encantaría, estaré ahí. —Guardó el móvil, el contrario comenzó a quitarse el cinturón de seguridad y volteó su mirada donde Yeol, sonriendo.— Será aquí, tontito, así que te mandaré la fecha exacta y la hora. —Antes de abrir, se detiene un segundo y estrecha la mano con la de ChanYeol.— Fue un placer, Chan, y gracias por traerme, ve con cuidado de regreso a casa. —...
Desde ese momento, se vieron más días de los que esperaban, cita tras cita, algunas veces se encontraban sin siquiera esperarlo y terminaban horas hablando, hacían llamadas y había ocasiones en las que no dormían por hacerlo. ChanYeol le habló de todo lo que era de su vida, del examen que tomaría y lo llevó a su casa, donde le mostró lo que era vivir en un lugar lleno de militares, todo muy bien hasta que llegó el día del examen, ese día se sentía extraño, y de alguna manera no deseaba hacer el examen, menos al ver a Baekhyun fuera de la escuela donde presentaría, con una pancarta y su bonita sonrisa dándole ánimos, y no era por que no se sintiera animado, sino que, pensar en que estaría un año lejos de Baekhyun ya no era para nada bueno, se sentía peor que cuando apenas lo empezaba a conocer.
[. . .]
— No quiero quedar. —Dijo con la mirada baja, sus codos recargados en su regazo y sus manos cubriendo su rostro, estaba frustrado por ello, Baekhyun ya no salía de su cabeza y eso no lo iba a dejar tranquilo.
— ¿De qué hablas? Has esperado por esto desde que cumpliste trece ¿Tan rápido has cambiado de opinión? ¿Qué te ha hecho pensar... Oh... acaso... ¿la razón es la misma que te ha hecho dejar incluso de beber? —Preguntó JongIn, quien dejó el control de la consola a un lado, dejando su juego para ver a su amigo. ChanYeol tenía un pequeño problema por el alcohol, y Baekhyun le había dicho que beber tanto era malo... bastó con eso para dejar de ir incluso a muchas fiestas, por que era una tentación grande estar y ver a la gente ahogarse en alcohol.
ChanYeol sonrió como idiota al pensar en eso y tallo su rostro, el moreno soltó una carcajada.— Han pasado tres meses solamente, es increíble que Baek te haya atrapado tan rápido... después de todo no le hacías caso a nadie... —Yeol soltó una pequeña risa y negó, tenía razón, a nadie le hizo caso en esos años, claro que había salido antes con otras personas pero, esta vez era diferente.
¿Qué tenía Byun Baekhyun que lo tenía tan mal? Oh, la pregunta se respondía sola cuando pensaba en él, esos ojos hermosos, su sonrisa, su voz, su linda figura, su adorable risa, su forma de ser... Era especial, no pensaba como la mayoría a su edad lo hacía, era inteligente y por supuesto, un grandioso pianista, entre otras muchas cosas que veía en ese lindo muchacho.
— Si me voy, no lo veré en un año o incluso más, conociendo como es la escuela militar no se si sea el año el que me vaya, puede ser más... No quiero dejar de verlo, me va hacer mucha falta... —JongIn sonrió al escuchar a su amigo, jamás lo había visto así, y era lógico que cayera tan pronto cuando se veían casi diario, sino es que de verdad era diario. Chanyeol hizo una mueca y su amigo le dio una suave palmada en la espalda.— Creo que es momento de que tomes una decisión, Chan, es bonito estar enamorado pero no puedes cambiar tus sueños siempre, estoy seguro que si el sentimientos es mutuo, Baekhyun entenderá, lo conozco bien... sólo habla claro con él. —Alentó, sabía que el sentimiento era mutuo, había visto la forma en la que Baekhyun lo veía, y conociendo a ambos tontuelos, sabía que iban muy enserio.
Los días siguieron pasando, siendo un par de meses los que transcurrieron, ChanYeol invitó a Baekhyun a una cita, sabía que debían hablar pronto y si algo se daba, aprovechar aún más el tiempo, por que quiera o no, debía irse. Habían sido enviados los resultados días atrás, Yeol había sido de los primeros lugares con él puntaje más alto, se había sentido emocionado por eso, pero había un pequeño inconveniente...
— Me gustas, Baekhyun, y es difícil por que no sólo es eso... Me voy a ir a la escuela militar por un año entero y yo ya me enamoré de ti ¿Como se supone que sobreviva a esto? —Dijo de una forma apenas audible, se rasco la nuca y bajó la mirada sólo lo suficiente para ver al menor a sus bonitos ojos, estaban brillantes, y no sabía cómo interpretar eso.
— Yo también me enamoré de ti... —Respondió en un hilo de voz, su Baekhyun, el pequeño muchacho que le había robado la mirada y el corazón desde que lo conoció había correspondido a sus sentimientos, y Yeol no pudo evitar sonreír como no creyendo, nervioso, emocionado, triste y enojado por lo que se venía.
— Y me hace sentir triste que te vayas, pero no voy a detenerte... debes hacer lo que deseaste desde tan joven, la recompensa viene después ¿Recuerdas? —
Esa misma noche, ChanYeol besó a Baekhyun por primera vez.
La vida estaba acomodando las cosas a su favor, aquella noche, se había arreglado para su cita con el pequeño muchacho que lo tiene loco, finalmente haría las cosas oficiales y estaba especialmente feliz, claro, nervioso, pero sabía que Baekhyun le correspondía y que lo iba a aceptar. Pasó por el a su casa, lo saludó con un ramo de flores y una sonrisa, lo observó de pies a cabeza y se vio de nuevo que su Baekhyunnie estaba tan hermoso como siempre, solo que esa noche en especial, ese muchacho soltaba un brillo especial.
— Te vez perfecto, Baekhyun. —Dijo, besó su mejilla y tomó su mano, listos para ir al auto y arrancar de camino a su destino. Al llegar, dio a conocer que sería una cita exclusiva para ambos, bajo la luz de la luna, con la playa de fondo y velas adornando el lugar, la mesa donde reposa la cena estaba perfectamente arreglada y lista para sentarse y cenar, le agradecería después a JongIn por la ayuda que le había brindado aquella noche.
— ¿Te gusta? Pensé en lo que me habías dicho antes, que te gusta la playa, quería que recuerdes este día con cariño así que pensé que podría ser aquí, me pareció totalmente adecuado. —Estaban en la mesa, se encontraban comiendo finalmente y la platica había salido apenas, y no por qué no tuviesen nada que decir, o por qué fuese incómodo, sino por que no sabían como actuar, que hacer o que decir debido a cuán nerviosos estaban. Chanyeol terminó de comer y al ver que el precioso muchacho delante suyo también lo había hecho, sonrió y se levantó de su lugar, yendo hacia él y tomando de su mano; se había percatado antes de la energía que solía recorrer su cuerpo al tocarlo, pero esa noche era más intenso y supo que ese chico era para él.
— Estuve esperando por esto por más de un mes... y estoy nervioso. —Confesó sonriendo, soltando una pequeña risa y jalando del chico suavemente para llevarlo a caminar, la playa esa noche estaba tranquila, era extraño pero sabía que era por que el destino quería que las cosas fuesen así. En la orilla del mar, se detuvo y volteó, quedando delante del menor y tomando sus dos manos, observando su rostro que es iluminado por la hermosa luz de la luna, dejándolo ver la perfección del chico que ya era el amor más grande de su vida, pegó su frente a la suya y llevó sus manos a sus mejillas, acariciandolas.
— Estoy feliz por que estas conmigo, Baekhyun... Hace días estuve practicando un pequeño discurso para decirte hoy pero se me ha olvidado todo, así que voy a ser lo más directo posible por que ya no aguanto... Baek, sabes que me enamoré de ti, sabes que desde que te conocí mi corazón se volvió loco por amarte, por tenerte... me enamoré y no quiero ni evitarlo, sueño contigo, te veo y me imagino una vida a tu lado, es pronto para decirlo pero es lo que siento... No estoy por pedir nada complejo, pero solo quiero que seas mi amor, que me dejes amarte y llamarte amor, que me permitas decirte mi vida y que eso mismo te vuelvas, sueño con el momento en que pueda besar tus labios y presentarte como mi novio, como el amor de mi vida... ¿Serías mi novio, Baekhyun? Se que esto va a ser difícil debido a que me iré un horrible año, pero voy a volver, voy a escribirte y seré grande para poder tener el beneficio de poder verte... cuando regrese, te pido que te quedes a mi lado, y que te cases conmigo... ¡Ya sé! Es apresurado, pero ¿Crees en el amor a primera vista? Yo sé que tan hermosa será nuestra historia, Baek. Confío en ello... —
Se quedó callado y vio a los ojos hermosos de Baekhyun, estaban brillosos, se le rompió el corazón al verlo de esa forma, detestaba verlo llorar...— ¿Dije algo malo, Baekkie? —El menor negó y se limpió su carita con las manos, sonrió y se colgó de su cuello para darle el segundo beso, este sellando el noviazgo que apenas comenzaba.
— Claro que quiero, Chan... no importa si debo esperar, al final voy a recibirte con los brazos abiertos, con mi corazón en mano para dártelo como bienvenida... y quiero una casa en un lugar cerca de la playa, solo por ti, para mí y nuestra familia. —
No sabían que era lo que los tenía tan enamorados en tan poco tiempo, lo que sí, es que el tiempo es sabio así como el destino, y solo ellos saben por qué pasan las cosas.
[...]
Llevaron su relación tan bonita como podían, se besaban cada que se presentaba la oportunidad, le presumían a medio mundo su relación y se entregaban el uno al otro totalmente, noches brillantes y mañanas deslumbrantes, caricias dulces y palabras de amor, ambos eran totalmente el uno para el otro y cuando llegó el día, Chanyeol quiso renunciar, quedarse con su amor y no salir de aquella cama nunca.
— Es hora, Channie~. —La voz baja de su novio le decía que no quería que se fuera, además de que lo tenía atrapado con sus brazos y piernas bajo las cobijas, Chanyeol lo mantenía abrazado y besaba su frente, había sido una mañana tranquila después de hacer el amor la noche anterior, lo hicieron tantas veces como si eso fuese a compensar el año que no se verían. Tan rápido habían pasado cinco meses después de hacer su relación oficial.
— No quiero irme... —
Los autobuses estarían esperando por los hijos de militares que habían hecho el examen fuera de aquella unidad, la escuela estaba del otro lado de la ciudad, así que serían transportados, Chanyeol ya sentía que le estaban arrancando la mitad de su corazón.
— Pero debes hacerlo... —
Con dificultad, cabizbajos, callados y sin muchas ganas, salieron de la cama, pusieron orden y se metieron a dar una ducha juntos, todo trataron de hacerlo lo más tranquilos que podían, había tiempo aún, pero debían arreglar todo para antes de que Yeol se fuera. La maleta estaba lista, el uniforme planchado y cuando Chanyeol salió, se metió dentro del mismo, arregló su cabello que había cortado el día anterior, colocó el resto del uniforme y salió con su novio y sus padres de casa después de desayunar, el único que hablaba hasta por los codos de la emoción era su padre, Chanyeol y Baekhyun iban tomados de la mano y su madre los veía con comprensión, pues era la única que sabía lo que de verdad había en el corazón de ambos en ese momento.
Los autobuses estaban ahí y a Chanyeol le dolió el estómago, sintió que tenía que irse, tomar a su novio y escapar de lo que venía, por qué sabía que no siempre era un año, por qué de todo eran castigados y cada castigo eran días más en la escuela militar, no sabía que iba a hacer sin su dulce novio. Antes de llegar a formarse, se detuvo y pidió a sus padres que lo dejen solo con su hermoso chico, al estar solo los dos, tomó sus manos y bajó la mirada y suspiró.
— No voy a pedirte que te quedes, Chanyeol... Debes ir y cumplir con tu deber, era tu sueño ¡Está cumpliendose! Se que no me veo feliz, estoy serio por qué obvio voy a extrañarte, amor, pero estoy tan contento de que vas a hacer lo que quieras ¡Animate amor! Vamos a vernos después de eso y te voy a recibir con todo mi amor, tendremos esa casita en la playa, un perro y muchos hijos, yo te amo, y me siento orgulloso de quien eres.. y... y... yo... —Se le quebró la voz, ahora ambos estaban descargando su llanto, Chanyeol lo detuvo y besó sus deliciosos labios, los besó como si no hubiese un mañana, lo tomó de la cintura y lo pegó completamente a su cuerpo, al separar sus labios, simplemente lo abrazó con fuerza, cubriendo su cuerpo y repitiendo "Te amo" una y otra vez.
— Te amo, y voy a volver para cumplir con todo eso... prometo venir, mi amor. —
Fue difícil el haberse separado, pero al final no había hecho y cuando menos vio, estaba siendo llevado al autobús, se había registrado y tenía un número de asiento, estaba ahí, ya no había marcha atrás, y el tiempo está vez no estuvo de su parte, ni el destino, por qué él quería ver un poco más las hermosas facciones en físico del amor de su vida, pero el autobús se estaba yendo ya y solo le quedó la imagen mental de su hermosa sonrisa y ojitos llorosos de su novio.
[...]
Lo único que le acompañaba en esos días era la fotografía de su novio en un pequeño dije de corazón, donde había guardado la foto en miniatura de su novio, la cual veía cada mañana al salir a su entrenamiento y clases, en las noches después de terminar sus deberes. Los fines de semana solían hablar hasta tarde por teléfono, su novio le solía enviar cartas y obsequios, nunca faltaban los insumos y agradecía que su chico recordara ese detalle, pues no podían salir de ahí y quien se haya preparado con alimento iba a sobrevivir todas las noches al hambre que solían pasar, tenía cada carta, cada regalo y consumía cuando podía la comida enlatada o sopas instantáneas que recibía de él y su familia, respondía a cada carta y todas las mañanas salía más temprano para dejarla en el buzón así tenga que madrugar más, tenía la dicha de escuchar el canto del amor de su vida en las noches cuando los encargados de seguridad les permitían infringir las reglas de ves en cuando con la condición de recibir algún billete a cambio, pero por Baekhyun valía todos los miles de dólares que pudiese dar, solo para hablar con él.
El entrenamiento era difícil, era cansado, pero al paso de 6 meses Chanyeol había logrado una mejor condición física, se había vuelto más estricto pero seguía conservando el amor que tenía por su pequeño novio, seguía hablando con él cada que se daba la oportunidad, respondía cada carta hasta que algo ocurrió. Una de esas noches, en las que hablaba con su pequeño, fue descubierto por los de alto mando y fue castigado, prohibiendo todo contacto con el exterior hasta pagar con servicio, tenía estrictamente prohibido recibir cada carta, cada llamada y obsequios, le habían quitado todo y Chanyeol ya no sabía lo que sería de él sin el amor de su vida. Los meses habían sido aumentados y un año era lo que le faltaba de nuevo, todo su entrenamiento había sido tirado a la basura de manera injusta.
— Lo siento, Park, has estado haciendo eso desde que llegaste, no voy a dejar pasar la indisciplina, y hasta que no cumplas con el medio año sin ninguna falta te dejaré volver a lo anterior, hasta ahora se te han terminado los beneficios. —
Fue el peor medio año que jamás había tenido, tenía miedo, miedo de que su niño hermoso crea que lo había dejado, de que mal interprete su ausencia y lo odie por jamás avisar... estaba acabado y no se veía sin él.
— Por favor... solo déjeme avisar... —Ignorado, sus cosas las habían decomisado y su infierno había comenzado, por suerte, aún conservaba la foto que le recuerda el por qué debe salir adelante.
Medio año, medio año había pasado y Chanyeol había obtenido el reconocimiento necesario como para darle más libertad, y en cuanto pudo, salió corriendo del auditorio donde había recibido una más de sus medallas y llamó a Baekhyun.
— ¿Chanyeol? —Su voz, diablos, su maravillosa voz, casi se puso a llorar al escucharlo y se atragantó con sus palabras.
— Baekkie... Dios, amor... lamento tanto haberme ausentado, yo... —
— ¿Porqué dejaste de llamar? Dijiste que jamás me olvidarías ¡¿Porqué dejaste de llamar?! ¡¿No sabes que tan preocupado estaba?! ¡¿Qué diablos pasa?! ¡No tienes idea de cuando te extrañe, de cuanto te necesito, Chan! ¡Rayos! —Ahí estaba, su novio roto en llanto y el corazón del mayor estaba que explotaba de dolor, se sentó en el césped del campo militar, en medio de todo sin importar nada.
— Yo... fui arrestado, a mi y a otros más nos arrestaron por infringir las reglas... me dieron medio año sin poder comunicarme con nadie... nunca me olvidé de ti, te pensé cada día, Baek... lo siento tanto... —Hubo un silencio después de ello, aunque el llanto de Baekhyun se escuchaba del otro lado de la línea.
— Fue culpa mía ¿Verdad? —Chanyeol negó a su pregunta como si lo estuviese viendo.
— Por supuesto que no, amor... no ha sido tu culpa, no fue de nadie, solo eramos tú y yo tratando de recuperar un poco de tiempo... créeme que valió la pena, cada segundo de escuchar tu preciosa voz... Baekkie, te amo, y te extrañé tanto... —Ese día hablaron hasta que el sueño les ganó.
[...]
Una noche de fiesta, de esas que incluso los militares estaban de buenas, se había decidido darles un fin de semana libre a los estudiantes, y en cuanto supo eso, avisó a su novio y tan pronto como salieron, fue en busca del amor de su vida. Habían quedado para verse, ese día se la pasaron juntos, comieron y cenaron juntos y en la noche, en una habitación de cuatro paredes se entregaron de nuevo como no lo habían hecho en un año, un largo año, Chanyeol recorrió el cuerpo de su hermoso novio y le hizo suyo con todo el amor que le tenía; así fue toda la noche, y el tiempo después hizo de las suyas. Unos habían ido a disfrutar de su libertad a algún bar, conquistarian a hermosos muchachos o hermosas mujeres, se enbriagarian y volverían con resaca, pero Chanyeol volvería con resaca de amor, había tenido la mejor de las noches con Baekhyun, entre besos y caricias, había escuchado cantar al amor de su vida y pudo besar sus labios a su antojo, era como una película romántica, pero Chanyeol estaba feliz. Tenia que volver y la despedida había sido dolorosa como la primera vez, pero esta vez era menos tiempo, o al menos eso pensaron.
— Creí que había quedado claro, pero sigues sin cumplir nuestras reglas. —
Chanyeol nunca entendió esas palabras, por qué había cumplido con todo, dormía a su hora indicada y hablaba cuando se podía con Baek, no había infringido nada y por supuesto que metió queja, queja que no fue tomada y se le había castigado de nuevo, y su tiempo en la escuela militar no solo se había extendido más, sino que ahora se trataba de un año más... Estaba cansado, pero aún así se las ingenió para hacer que el tiempo que lo tenían incomunicado disminuya solo seis meses, no el año y en cuanto pudo llamar a Baekhyun, le explicó lo que había pasado, pero la respuesta que le había dado lo había dejado en shock.
— Channie... Vamos a tener un bebé. —Su voz se quebró y cayó en llanto, a Chanyeol se le salió el corazón de su pecho ¿Decía la verdad? Por supuesto ¿Porqué no lo haría?— Tengo seis meses, habría querido decírtelo antes pero el destino parece querer apartarte de mi... ¿Channie? Dime algo... —Dijo al no haber recibido respuesta, y antes de que su corazón se rompiera, escuchó el llanto de su novio.— Chan... —
— Amor... es ¿Es enserio? Dios, no puedo creerlo... ¿Ya sabes que será? ¿Estás cuidandote? Mi amor ¡Es la mejor noticia del mundo! Vamos a tener un bebé, un hermoso bebé...Seis meses... Nacerá en tan poco... cuando yo salga de aquí tendrá tres meses... —Dijo haciendo pausas, eso era el detalle que no le gustaba, por qué lo que más desea es ver a su hijo nacer y estar a un lado del amor de su vida para ello, y quedarse toda la vida.
— No te aflijas, Channie, se que no será igual, pero te mantendré al tanto se todo ¿Sí? —
Ahí estaba, mirando los ultrasonidos por medio de fotografías y video llamadas que hacía con su dulce novio en sus tiempos libres, había programado fecha de nacimiento y Chanyeol ya lo hayaba como hacer que lo dejen salir ese día para estar con su novio, pero por desgracia, al no ser su esposo no podían hacer nada al respecto. Incluso había pedido el seguro pero aún no podían asegurar a su chico hasta que hubiera una hoja legal de matrimonio, estaba desesperado, quería darle lo mejor a su novio y su hijo pero no podía hacer mucho, sin embargo su madre estaba ayudando demasiado y agradecia que así fuera... no sabía que sería de él sin su madre.
El día del nacimiento de su hijo, justo ese día, los habían llevado a todos a entrenamiento, y en la noche por fin había recibido fotografía de su bebé una hermosa niña a quien habían decidido llamar Haneul, y estaba tan roto por no haber podido estar en ese momento, odió tanto haberse ido, pero no había marcha atrás y ahora estaba ahí, solo quedaban tres meses, solo eso. Hablaba todas las noches con Baek, hablaba para su bebé y escuchaba su llanto, llanto que lograban callar cuando ambos cantaban una canción de cuna para ella, cada noche, antes del toque de queda, por tres meses, y para cuando fue la ceremonia de graduación, tan pronto recibió sus papeles y obtuvo el permiso de irse antes, tomó el primer autobús que lo sacara de ahí y viajó hasta donde era el departamento de su novio.
El viaje fue tan largo, pero al final había llegado, y al estar ahí casi siente que estaba en un sueño, deseaba ver a su niña, a su novio, besarlo, besar a su princesa, y no alejarse de ellos por un largo tiempo.
Tocó la puerta del departamento, y cuando vio a su novio abrir, con una hermosa bebé en sus brazos, ojitos bien abiertos por la sorpresa, poneniendose poco a poco rojos así como su pequeña nariz, todo debido al llanto que soltó al ver a Chanyeol en la puerta del departamento, con su uniforme de infante lleno de insignias, finalmente había terminado ese largo tiempo sin él.
— Estás aquí... ¡Y yo en fachas! Channie~ debiste avisarme~ eres malo. —Hace un puchero que se frunce por el llanto y se hace a un lado para dejarlo pasar, se acerca a él y lo abraza con cuidado. Chanyeol no perdió la oportunidad para besar sus labios suavemente, lo había extrañado tanto. Al separarse, Baek animoso, acomodó a su hija y se la dio a Chanyeol, sonriendo y viendo el brillo de sus ojos de un padre que veía a su hija por primera vez.— Ella es nuestra Hannie, Channie... Hannie, él es papi Chanyeol. —La niña parecía entenderlo todo, pues veía a Chanyeol tan concentrada, sus manitas se elevaron al cielo y Yeol acercó su rostro a sus preciosas y pequeñas manos de bebé.
— Es hermosa, Baekkie.... hola, Hannie, soy papá. —Y por supuesto que reconoció su voz, por qué un suspiro salió de su pecho y sus ojitos se habían llenado de lágrimas, sin embargo, jamás apartó sus manitas de él.
[...]
El tiempo pasó rápido, para cuando Haneul cumplió seis meses, Chanyeol y Baekhyun se habían casado, habían tenido una vida hermosa en la playa, con toda su familia y amigos, así como los amigos que había hecho en la escuela militar, compraron esa casa en la playa que tanto habían planeado y ahora lo tenían todo... Chanyeol solía estar fuera de casa por su empleo, pero nunca faltaba para su familia, y para cuando Hannie había cumplido tres años, Yeol habia subido considerablemente de rango, dándoles más comodidades a él y su familia. El amor que ellos se habían tenido desde jóvenes nunca se extinguió con el paso de los años, y para cuando el tiempo se haya terminado, el destino se habría encargado de juntarlos en otra vida.
Tumblr media
2 notes · View notes
sunxsunflower · 5 years
Text
¡Feliz mesversario de casados, bebé!
Te preguntarás qué es esto y tú Baekhyunnie mágico está aquí para aclarar cualquier duda sobre este obsequio. Porque si, este es mi obsequio y tiene continuidad.
Tiene bastante tiempo desde que pensé en hacer algo así para ti, e incluso pensé que sería en Wattpad pero finalmente Tumblr me pareció más accesible y aesthetic para ti, para que fuese un recuerdo memorable.
Y la idea es que nuestra historia será relatada aquí. Los los momentos más importantes, los momentos tristes y felices, los de incertidumbre y molestia. Todo estará aquí para que, cuando te preguntes:
"—¿Ese pequeño me ama?"
Puedas venir aquí y comprobar que sí. Te amo con todo mi corazón. Te amo para siempre y te amo con infinita locura. Te amo, Park ChanYeol.
Hoy cumplimos un año con un primer mes que inicia el segundo. Y es increíblemente precioso que sigamos aquí, tan enamorados como hace casi, casi tres años. Cada vez falta menos y me emociona así que quise mencionarlo.
Muchas gracias por quedarte siempre a mi lado, ChanYeol. Gracias por hacer los miedos pequeños y la oscuridad más brillante.
Gracias por darme a la niña de mis ojos, y gracias por darme los besos con sabor a miel más deliciosos del mundo. Gracias por ser la maravillosa persona que eres, gracias por tus atenciones, por tus abrazos, por volverme un bebé o un cachorro emocionado por ver a su dueño.
Muchas gracias por todo este amor que crece en mi para ti. Uno que es más grande que el universo en sí, uno que pasa al tiempo, porque incluso en las vidas pasadas, las que hayan sido, yo te amé. Y te voy a amar muchísimo.
Te amo, mi amor.
Tumblr media
3 notes · View notes