Tumgik
#Donde Está Mi Pollo
belvedia02 · 5 months
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Eskimo Kiss
Fandom: Wednesday Tv 2022
Relationship: Wednesday Addams & Enid Sinclair
Words: 1000
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La estación invernal estaba teniendo temperaturas más bajas y Wednesday Addams amaba el frío, porque nunca se resfrió ni tuvo fiebre durante su niñez o la mayor parte de su estadía en la academia de Nevermore, solo sufrió algunas heridas y casi su muerte en su primer año. Sin embargo, ahora mientras caminaba por los pasillos del edificio donde tenía su primera clase de la mañana, le dolía su cuerpo y no de una forma agradable. 
— ¿Estás bien? — Preguntó Enid mientras la alcanzaba. Salió un par de minutos después de su habitación, no encontraba su lapicera favorita. Wednesday no la esperó, incluso ante la insistencia de Enid que caminaran juntas. 
—Perfectamente — Respondió brevemente por el dolor que sentía en su garganta. 
—¿Estás segura? — Enid insistió. Su postura habitual al caminar era ligeramente distinta. 
Wednesday se detuvo antes de ingresar a su clase. — Enid agradezco tu preocupación por mi estado de salud, pero debo repetir mi respuesta anterior. Estoy bien. — No esperó a que Enid le diera alguna respuesta e ingresó al salón. Enid se encogió de hombros y movió la cabeza de izquierda a derecha varias veces. Wednesday la mayoría de las veces podría ser muy testaruda. 
Enid vio la hora en su reloj, sus clases empezarían pronto y no la vería hasta la hora de almuerzo.  Veremos quién tiene razón Wends. Pensó mientras caminaba apresuradamente para su clase de aritmética. 
Durante sus clases de la mañana, los síntomas de Wednesday fueron empeorando, pero exteriormente se veía igual de siempre, incluso participó en todas las clases. Cuando fue la hora de almuerzo, esperaba que Enid también creyera que estaba bien de salud, sin embargo suspiró, porque eso era imposible, Enid la conocía demasiado bien. 
Wednesday fue la primera en llegar a la cafetería y de inmediato se sentó en la mesa que compartía solamente con su compañera de habitación. Debido a que Enid era la encargada de traer las bandejas con el almuerzo durante esta semana. 
—Pedí una sopa de pollo, te hará bien— Enid dijo mientras dejaba el almuerzo frente a Wednesday.
—Gracias. Desearía que fuera una preparación de la abuela— Inmediatamente agarró la cuchara y bebió la sopa bajo la atenta mirada de Enid.
Los minutos en que ambas compartieron el almuerzo pasaron mayormente en silencio porque Wednesday se sentía mucho peor que cuando despertó y Enid solo estaba esperando que Wednesday fuera sincera y le dijera que estaba enferma. 
—¿Hasta cuando vas a mentir acerca de cómo te sientes realmente? —Enid le preguntó mientras apoyaba su mejilla derecha en su mano y miraba fijamente a Wednesday.
— Todavía no entiendo tu insistencia. 
—Es porque me preocupo por ti, además no es fácil esconder tus mejillas sonrojadas — Wednesday se sobresaltó por ese detalle, ella casi nunca se sonrojaba, solo en contadas ocasiones. 
—Yo… tienes razón — Al fin admitió lo mal que se sentía.
Enid no dijo la típica frase de “te lo dije” sino más bien le preguntó — ¿Qué clases tienes por la tarde?
—Solo la clase de botánica y después práctica de esgrima, ¿por qué lo preguntas? — Wednesday comenzaba a sentirse mareada. 
—Porque no podrás asistir a ninguna de ellas. Ahora te acompañaré hasta nuestra habitación y descansarás. Escribir también está prohibido — Enid le dijo sin esperar la respuesta de Wednesday y menos haría caso a la queja de que una de sus actividades favoritas se vería interrumpida ese día.
Ambas caminaron en silencio, todo estaba dicho. Wednesday también aceptó que Enid llevara su mochila, incluso Enid bromeó si también debería cargarla entre sus brazos. La respuesta de Wednesday fue salir rápidamente de la cafetería. 
—¿Quieres darte una ducha? Eso te ayudaría a dormir, sé que pasaste una mala noche. — Wednesday se sorprendió.
—¿Cómo lo sabes? — Wednesday creyó que sus varios intentos de encontrar una mejor posición para dormir pasarían inadvertidos para Enid. 
—Habilidades de hombre-lobo — Sonrió y se cambió el uniforme. Tampoco asistiría a sus clases de la tarde. 
Wednesday estaba preparando su cama para dormir, pero se detuvo cuando Enid gentilmente apoyó su mano en el hombro derecho de su roomie.
—¿Ahora qué Enid? — Dio la media vuelta para mirarla fijamente.
—¿No crees que sería más práctico si tomas tu siesta en mi cama? 
—¿Práctico para quién? creo que es más conveniente para ti que para mí — Wednesday se cruzó de brazos. 
—Vamos, Wends, no sería la primera vez que durmamos juntas — Enid acarició uno de los brazos de Wednesday, quien solo suspiró cómo respuesta. 
Enid agarró la mano de Wednesday para caminar juntas los pocos pasos que separan ambas camas. Enid fue la primera en acostarse y le dejó un espacio a Wednesday para que se acomodara entre sus brazos. Wednesday antes de acostarse vio que en el escritorio había un vaso de agua y algunos medicamentos para apaciguar sus malestares. Al parecer la fiebre bajó después de su ducha.  
Antes que Wednesday se durmiera, Enid le susurró. —Creo que olvidas algo. 
Wednesday enarcó su ceja derecha — ¿Estás segura?, no deseo contagiarte
— Te aseguro que no, conozco una manera — Wednesday no necesito preguntar, vio que Enid se acercaba para besarla, pero en vez de unir sus labios, fueron sus narices las que se juntaron en un gesto gentil y varias veces, incluso en esos momentos ambas cerraron sus ojos. Al separarse unos centímetros, Wednesday le preguntó.
—¿Eso fue un beso? — Wednesday segura que Enid la besaría. 
—Sí, fue un beso esquimal. — Enid apoyó su cabeza en la almohada y atrajo la cabeza de su novia hacia su pecho, para que escuchara sus latidos. Una vez le dijo que era una de las mejores melodías que podía oír.  
Wednesday estuvo unos minutos así, pero quiso intentar ese nuevo tipo de beso. Esta vez el roce de las puntas de las narices fueron más lentas y Wednesday apreció más ese momento y también las diferentes temperaturas que poseían ambas narices. Sin decir nada más, Wednesday volvió a apoyarse en el pecho de su novia, quien le dio un beso en la cabeza y se durmió de inmediato. 
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Desafío diario de historias con máximo de 1000 palabras hasta el 30 de abril delmgrupo Es de Fanfics (Facebook, Twitter)
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belencha77 · 2 months
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CAPITULO 13 - RED DE INTRIGAS
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<<Punto de vista de Drake>>
|| Ese es el plan, amigo... Ve con las chicas y diles que estamos listos para actuar || exclama Maxwell mientras disfruta de una brocheta de pollo.
|| Entendido, iré por ellas || respondo rápidamente.
|| Perfecto, nos vemos en los jardines || me da una palmada y se aleja. Comienzo a buscar a Riley y Hana, hasta que las diviso al otro lado del jardín. Mientras me acerco, no puedo evitar pensar en cómo aquel noble estaba coqueteando con Riley. Tenía la tentación de intervenir y alejarla de él, pero no tengo derecho alguno. Así que, Drake, cálmate.
Al llegar donde ellas, me sonríen ampliamente. Me acerco suavemente y susurro.
|| Hola chicas, Maxwell me acaba de explicar el plan. Es el momento perfecto para escabullirnos ||
|| ¡Perfecto, Drake! || exclama Hana, arreglándose el vestido || Deséame suerte, chicos. Tengo algo que debo hablar con Madeleine ||
|| Por favor, ten cuidado, amiga || le dice Riley con preocupación, mientras Hana le guiña un ojo antes de dirigirse hacia Madeleine y Liam. Riley estaba a punto de salir del área de la fiesta cuando delicadamente tomo su brazo y le hago la pregunta que no debería haber hecho.
|| Brown, ¿cómo se llama el noble con el que estabas hablando hace rato? || le pregunto sin titubear, provocando que ella me mire con curiosidad.
|| Supongo que te refieres a Rashad Montgomery... ¿Por qué lo preguntas? || responde intrigada ante mi pregunta.
|| No es que sea de mi incumbencia, pero noté que estaba coqueteando contigo... ¿Fue mi idea o te dio un beso? || pregunto sin darme cuenta de que mis celos me estaban llevando a decir cosas que no debería.
|| No me dio un beso, Drake, aunque fue casi cerca de los labios. Pero todo fue parte de una actuación. Madeleine está empeñada en que consiga un pretendiente para quitarme de su camino. Así que tuve que seguir su juego... Nada más. Necesito que todos crean que superé a Liam y que estoy feliz por su compromiso. No quiero que sepan que estoy buscando al culpable || responde, mirándome fijamente y sin vacilar para después hacerme una pregunta curiosa || ¿Estás celoso? ||
|| ¿Celoso yo? No... || respondo, ocultando mis intenciones, pero ella me mira fijamente, haciendo que sienta un poco de resignación. Antes de poder contestar, afortunadamente, aparece Kiara.
|| ¡Drake!... ¡Hola, qué sorpresa verte aquí! Te ves muy apuesto || exclamó Kiara, llena de sobresalto y emoción. ¡Santo cielo! Ahora estoy seguro de que ella está secretamente enamorada de mí. Trato de mantenerme neutral, ya que no tengo deseos de darle ningún tipo de ilusión.
|| Gracias, Kiara... Pero me veo igual que siempre. Si estoy aquí es porque trato de apoyar a Liam tanto como puedo || respondo con calma.
|| Siempre has sido el amigo leal de Liam. Eso es lo que me gusta de ti... Digo... Lo que me parece fantástico de ti... || se corrigió de inmediato, lo que me hace soltar un pequeño suspiro contenido || Es una pena lo que le pasó a tu hermana || Y de repente esto llamó mi atención.
|| ¿Qué sabes de Savannah? || pregunté intrigado.
|| No sé mucho, la verdad. Solo sé que tenía mucha curiosidad por el mundo y siempre quiso saber sobre los lugares a los que yo había viajado. De hecho, le iba muy bien en sus lecciones de francés, y realmente me sorprendió que--- || Pero antes de que Kiara continuara, la interrumpí sin temor.
|| Espera, ¿qué lecciones de francés? ¿Por qué Savannah querría aprender francés? || pregunté desconcertado, sin comprender cómo Kiara sabía algo que yo nunca me enteré.
|| No lo sé, Drake. Ella me lo pidió justo un mes antes de que se fuera... Yo sinceramente pensé que--- || Pero Kiara fue interrumpida nuevamente cuando una música fuerte comenzó a sonar por el aire. Todos miramos hacia la pista, donde muchas personas se reunían alrededor de Hana y Madeleine. A lo lejos, vi cómo Hana hablaba con ella y ella le daba una sonrisa a medias. De repente, Hana sonrió y, casi de inmediato, Madeleine frunció el ceño, sin entender qué estaba pasando. Hana guiñó un ojo a Riley y luego comenzó una serie de giros alrededor de Madeleine.
|| Drake, esa es nuestra señal || me susurró Riley mientras Kiara estaba entretenida en el espectáculo || Debemos irnos ||
|| Brown, necesito hablar con Ki--- || intenté decir, pero Riley no me dejó terminar la frase, mirándome con desesperación.
|| ¡Es que no hay tiempo, Drake! Lo siento, pero tenemos que irnos ahora, mientras nadie está mirando || me dijo con certeza y lamentablemente tiene razón. La miré y asentí con la cabeza.
|| Ok, vamos || contesté, y rápidamente nos alejamos de Kiara para dirigirnos en dirección opuesta a la fiesta.
**
Momentos después, logramos evadir a los guardias de seguridad gracias a los encantos de Riley y nos dirigimos hacia el borde de la mansión. Afortunadamente, nos encontrábamos fuera de la vista de cualquier asistente a la fiesta y finalmente más cerca de los hermosos jardines que adornaban la propiedad.
|| Lamento tener que traerte tan rápido, Drake. Sé que querías hablar con Kiara || dijo Riley con pesar.
|| Tranquila, Brown. Ya tendré otra oportunidad. Lo importante ahora es encontrar una pista || respondí con calma. Riley me mostró una gran sonrisa llena de agradecimiento. Antes de poder decirle algo más, Maxwell comenzó a gritarnos desde lejos, llamando nuestra atención.
|| ¡Amigos, por acá! || exclamó emocionado mientras nos acercábamos a la parte posterior de la ventana de Riley || Mi flor, apúrate. Ya hablé con Bertrand para que te sustituyera en tu habitación. Le conté cómo sucedió todo y sabe dónde colocarse ||
|| ¿Y Bertrand va a reemplazarme así de fácil? || preguntó Riley, asombrada.
|| Claro que sí, él hará cualquier cosa para limpiar tu nombre || respondió Maxwell sin vacilar. Riley se veía asombrada, pero a la vez feliz. No puedo negarlo, veo que Bertrand está haciendo todo lo posible por salvar a su casa y, sobre todo, porque quiere a Riley como a una hermana.
|| Drake, ¿por dónde crees que deberíamos empezar? || me preguntó sacándome de mis pensamientos.
|| Creo que deberíamos buscar el lugar exacto donde fueron tomadas las fotos, así veríamos desde qué ángulo se hicieron || sugerí. Ambos sonrieron y comenzamos a caminar hacia los jardines ubicados afuera de la ventana de Riley. Una vez allí, Maxwell señaló hacia la habitación y vimos a Bertrand haciéndonos señas con las manos.
|| Miren, Bertrand está listo || exclamó Maxwell. Rápidamente saqué mi celular y comencé a tomar varias fotos para compararlas con la copia que estuvo rondando por internet.
|| Estas fotos no se ven igual. Creo que tendríamos que estar parados por ahí arriba para obtener la vista correcta || exclamé señalando unos arbustos cerca de la ventana de Riley. Ella comenzó a inclinarse de un lado cuando de repente exclamó llena de emoción.
|| ¡Chicos! Puedo ver directamente mi habitación desde aquí… Drake, préstame tu teléfono || dijo con ansiedad. Tomó mi celular y comenzó a hacer algunas tomas para luego compararlas con la foto || Es el ángulo, pero está demasiado bajo. Incluso alguien de dos metros de altura no podría haber tomado esto ||
|| ¡Entonces deben haber trepado a ese árbol! || le dije señalando hacia el árbol que estaba encima de los arbustos. Ella lo miró, analizándolo, y luego me miró con determinación.
|| Tienes razón... Supongo que tendré que treparlo || exclamó y comenzó a quitarse los tacones, guardando el teléfono en un costado de su vestido. Maxwell y yo nos miramos y nos abalanzamos hacia ella para detenerla. Riley ya tenía un pie en el árbol.
|| Espera, espera, Brown || le dije agarrándola suavemente del brazo || Deja que yo trepe por ti || le dije con preocupación.
|| Mi Flor, sé que eres arriesgada, pero eso es demasiado || dijo Maxwell.
|| No chicos, quiero y necesito hacerlo por mí misma. Tengo que asegurarme de que sea la toma precisa… Tranquilos, yo puedo || nos dijo con mucha seguridad. No puedo negarlo, me preocupa que se pueda lastimar, pero sé que ella es terca y hará lo que dice. Poco a poco comenzó a escalar el árbol. Las primeras ramas parecían fáciles de escalar. De pronto, la veo agarrando una rama y de la nada esta se cae, haciéndole perder el equilibrio. Estoy listo para agarrarla si cae, pero sus reflejos son tan rápidos que se las arregla para sostenerse.
|| Wow, eres fantástica, mi Flor-araña. ¡Tú puedes! || Maxwell la anima desde abajo y ella le guiña un ojo, mientras yo niego con la cabeza. Una vez acomodada en la posición que parece precisa, comienza a tomar varias fotos, comparándolas con la copia. De repente, comienza a gritar de emoción.
|| ¡CHICOS! Lo logramos… Conseguí la toma. Es perfecta… es exacta… Lo que significa que esto fue tomado aquí dentro de la mansión. ¿No les parece? ||
|| Entonces, quien quiera que lo hizo, debe haber estado en la fiesta || dije, completamente perplejo ante el descubrimiento || Por lo tanto, quien lo hizo tenía que haber estado esperando el momento preciso para tomar la foto. Quiero decir... estás literalmente subida a un árbol, así que quien tomó esas fotos no solo estaba aquí por casualidad y vio lo que pasaba... sino que estaba esperando a que Tariq entrara ||
|| Entonces, si sabían que Tariq estaría en tu habitación, definitivamente estaba planeado y el fotógrafo está involucrado || exclamó Maxwell, molesto y apretando los puños || Y quienquiera que contrató al fotógrafo debe haber conocido bastante bien la mansión para saber el lugar preciso donde debía colocarse y obviamente le dieron el acceso sin que los guardias lo vieran ||
|| ¡Maldición! Todo esto parece demasiado malo para ser verdad || exclamó Riley con preocupación || Max, ¿recuerdas que me contaste que un reportero se coló en la fiesta esa noche? || Preguntó a Maxwell, y ante esto, él abrió grandemente los ojos, sorprendido.
|| ¡Rayos! Tienes razón... No lo recordaba. Sinceramente fue un movimiento audaz, considerando que era un evento privado || respondió él.
|| Entonces, necesitamos confirmar si el reportero que se coló ese día es el mismo que se subió al árbol y tomó la foto || exclamé con rabia.
|| Consultaré a los guardias; espero que ellos tengan la información. Ahora iré a buscar a Bertrand y nos reuniremos todos aquí. Ya regreso || Maxwell nos dice esto y sale corriendo a buscar a Bertrand, mientras Riley sigue mirando hacia la ventana. Me apresuro a llamar su atención, ya que no quiero que se haga daño.
|| Y bueno, Brown, ¿vas a bajar? || pregunto con curiosidad.
|| Sí, ya voy... Es sólo que me pregunto por qué alguien haría todo lo posible para incriminarme. ¿Acaso me odian tanto? || exclama con frustración.
|| Vamos, Brown. Quienquiera que haya hecho esto no lo hizo porque te odia; simplemente se siente amenazado por ti. ¿Y sabes por qué? Porque serías una mejor reina o tal vez porque Liam se preocupa demasiado por ti. El punto es que no importa la razón, lo único que debes recordar es que este es su problema y no tu culpa. Tú no hiciste nada malo... Ahora bájate de ahí antes de que te lastimes || le respondo para que baje rápidamente.
|| Ok, ok, mi Marshmello || exclama riendo. No puedo evitar sonreír, ya que su apodo es ridículo, pero viniendo de ella me encanta || Pero no veas hacia arriba ||
|| Lo lamento, señorita, pero no me arriesgaré a que te lastimes al bajar || le digo, tratando de evitar mirarla, pero preparado para sostenerla. De repente, ella se detiene y comienza a jalar algo de una de las ramas || ¿Qué rayos haces, Brown? || le pregunto.
|| Espera, encontré algo importante || dice, mostrándome una tarjeta que tiene en la mano || Drake, encontré una placa que dice 'Mansingh'... Creo que es del fotógrafo || exclama con emoción.
Comienza a descender más rápido, llena de alegría, pero cuando coloca un pie en una rama, resbala y cae directamente en mis brazos. Ambos nos miramos fijamente mientras la sostengo. No puedo negarlo, me siento nervioso al tenerla tan cerca. De pronto, siento que ella también se pone nerviosa. Suavemente la bajo y la coloco en el suelo. Rápidamente, ideo algo que decirle para evitar el momento tan incómodo.
|| ¿Ves? Sabía que necesitarías de mí || le digo, sonriendo suavemente.
|| Gracias, Drake... || me responde sonriéndome cálidamente, algo que me calienta el corazón en gran manera. Luego me mira y coloca su mano en mi pecho || Gracias por rescatarme de cualquier situación, como aquella noche con Tariq... Si no hubiera sido por ti, no sé qué habría pasado || Sus palabras me llenan de emoción y de amor por ella, pero debo parar. No puedo sentir lo que estoy sintiendo.
|| No lo creo, Brown. Más bien tú fuiste la que me rescató. ¿O no recuerdas cómo curaste mis heridas? || digo riendo, mientras ella levanta un poco los hombros.
|| Ok, tal vez yo también te ayudé. Pero solo quería decirte otra vez gracias ||
|| De verdad, no fue nada Brown. || le respondo con calma, tratando de contener mis sentimientos, pero de repente ella toma mi mano.
|| No es que no haya sido nada, al menos para mí, no lo fue... || y con estas palabras fija su mirada directamente en mí. Esto me pone demasiado nervioso y puedo sentir cómo mis manos tiemblan. Pero de repente, y afortunadamente, se oyen a lo lejos las voces de Maxwell y Bertrand, haciendo que ambos soltáramos nuestras manos.
|| ¡Hemos llegado, muchachos! || exclama Bertrand || ¿Encontraron algo nuevo? ||
|| ¡Miren! || dice Riley emocionada, mostrando una placa en sus manos. Maxwell la toma para examinarla.
|| ¿Mansingh? || pregunta con curiosidad, mientras Bertrand frunce el ceño || Esta fue la empresa que utilizaron para la seguridad en la fiesta esa noche. Tienen tecnología de punta || Levanta la placa para que el sol la ilumine. Al girarla, nota que el otro lado está cubierto de suciedad y trata de limpiarla con la manga de su camisa.
|| ¡MAXWELL! ¡Te estás ensuciando! ¿Qué diría papá? || lo regaña Bertrand.
|| Bertrand, el gran Bartolomeo Beaumont siempre tuvo algo que decir sobre mí. Pero como él no está... sinceramente, no me importa || responde Maxwell con un toque de melancolía.
|| Para ser sincera, Bertrand, creo que a tu padre al menos le complacería que estemos avanzando hacia la limpieza del nombre de su casa, ¿no crees? || le dice Riley con certeza, colocando su mano en su hombro. Bertrand parece relajarse un poco.
|| Tal vez tengas razón || responde Bertrand más calmado, pero abre los ojos de sorpresa cuando Maxwell, al limpiar la suciedad, revela una fotografía de una mujer en la placa. Bertrand arranca la placa de las manos de Maxwell || ¡Espera! ¡Ese debe ser el reportero! Pero, ¿cómo consiguió una placa de seguridad Mansingh? ||
|| Lo más probable es que alguien desde dentro la ayudó. Alguien con suficiente poder para autorizar el ingreso de un reportero a una fiesta privada || dice Riley, llena de ira mientras cierra los puños. Sé que su corazón se llena de frustración. ¿Quién quiso hacerle tanto daño? Pero, sobre todo, ¿por qué?
|| Esa persona con poder debe ser quien la contrató || digo con certeza || Esta placa debió darles acceso a los terrenos, pero cuando la vieron tomando fotos en un evento cerrado y... ||
|| Y su artimaña fue descubierta... Es por eso que fue expulsada || interrumpe Bertrand.
|| Exacto, ella pudo haber perdido la placa en las ramas o tal vez intentó tirarla para que nadie supiera cuán profunda es esta conspiración || exclamé mientras arrebataba de las manos de Bertrand la placa || Miren, hay algo escrito debajo de su foto || dije, comenzando a analizar la placa. Sin embargo, por más que intentaba distinguir las palabras, estaban demasiado ilegibles || ¡Rayos! Está demasiado dañado, no puedo leerlo ||
|| ¡Maldición! Cuánta impotencia siento. Siempre que estoy cerca de alguna pista, algo se interpone y me deja sin respuestas, regresándome al inicio de todo. Cada vez me siento más lejos de saber quién está detrás de todo esto || exclamó Riley, llena de dolor. Bertrand la miró y, suavemente, tocó su hombro.
|| Tranquila, Riley. Al menos tenemos una pista real. Solo debemos investigar más. Buen trabajo... || le dijo, esbozando una pequeña sonrisa || Cuando el picnic llegue a su fin, será mejor hacer las maletas para nuestra salida a la gira de compromiso mañana… Vayamos a compartir un poco más con los invitados ||
Con esto, Bertrand y Maxwell se dirigieron hacia la mansión, pero cuando Riley procedía a seguirlos, la detuve suavemente.
|| Brown, espera. Pensé en algo importante ||
|| Claro, ¿qué es? || preguntó curiosa.
|| Si lo piensas, esta no es la primera serie de fotos que alguien ha intentado usar en tu contra || exclamé con un poco de ira contenida.
|| Hablas de las fotos de la despedida de soltero de Liam, ¿verdad? Las mismas que tú y Sebastián no permitieron que se imprimieran || me preguntó, y yo asentí con la cabeza.
|| Así es, y no creo que esto sea una coincidencia ||
|| ¿Y lograste dar con la persona que lo hizo? ||
|| Solo tengo corazonadas, pero nada certero ||
|| ¿Sabes? Una muchacha de la mansión me confesó que una noble disfrazada le dijo que nos hiciera una broma a Tariq y a mí la noche en que se tomaron las fotos ||
|| Mmmm... Puede haber una conexión entre la noble, las fotos de la fiesta de soltero y este fotógrafo. De cualquier manera, la conspiración es más profunda de lo que pensábamos, Brown || la miré con preocupación fijamente ¿Será que alguien quiere hacerte más daño del que pensamos? || Por favor, solo... ten cuidado, ¿ok? ||
Ella acentuó con su cabeza y con esto, ambos seguimos a los dos hermanos hacia la fiesta.
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<<Punto de vista de Riley>>
Después de disfrutar un poco más en la fiesta, decidí regresar a la mansión ya que el sol empezaba a ocultarse. Necesitaba descansar y, como mencionó Bertrand, comenzar a hacer mis maletas. Lamentablemente, no tuve la oportunidad de hablar con Liam, ya que estaba ocupado con Madeleine, jugando a ser la pareja del momento.
Mientras me dirigía hacia mi habitación, me encontré con Hana, quien me recibió con una sonrisa.
|| ¡Riley! Qué alegría verte. Max me contó que encontraron una foto de la fotógrafa. Es un buen avance, ¿no crees? ||
|| Sí, definitivamente. Aunque sea solo una foto, puede ser un gran avance en nuestra investigación || respondí con un atisbo de esperanza.
|| ¡Es fantástico! Estoy segura de que pronto resolverán todo esto ||
|| Gracias, espero que así sea... ¿Y tú? ¿Cómo fue tu encuentro con Madeleine? ¿No hubo ningún problema? || pregunté, mostrando interés.
|| Estuvo bien, sin contratiempos. Madeleine estaba un poco agitada y estresada, pero logramos cumplir nuestro objetivo ||
|| Me alegra escuchar eso. ¿Pero por qué desaparecieron tú y Maxwell? Trate de buscarlos, pero no logre encontrarlos || Pregunté con curiosidad, y Hana solo soltó una risita.
|| Maxwell quiso pasar la tarde a solas conmigo, lejos de todo el bullicio || explicó con una sonrisa.
|| Son unos pequeños aventureros ustedes dos || comenté, devolviéndole la sonrisa.
|| Riley, es que me encanta pasar tiempo con Maxwell… || Exclamó con un destello de emoción y alegría en sus ojos || De hecho, estoy yendo a mi habitación para prepararme porque vamos a cenar || añadió contagiada por el entusiasmo.
|| Me alegra mucho por ustedes, Hana || respondí, pero involuntariamente solté un gran bostezo || ¡Dios mío! Disculpa, estoy un poco cansada. Esta investigación me ha dejado exhausta. Aunque deseara descansar, Bertrand me ha dicho que debo empacar ya que el tren sale temprano mañana… Será un viaje bastante largo ||
|| Tranquila, no te preocupes. Entiendo que debió haber sido agotador. Ve a empacar mejor, amiga. El viaje en verdad será largo, pero nos llevará a una hermosa ciudad. Nos vemos mañana. Que tengas una noche agradable || me dijo Hana, sonriéndome y dándome un pequeño abrazo.
|| Igualmente para ti, Hana. Y disfruta tu tiempo con Max || respondí, guiñándole un ojo, y ambas reímos mientras nos dirigíamos en direcciones opuestas.
**
Una vez en mi habitación, mi principal deseo era ponerme cómoda para empezar a empacar. Honestamente, hoy fue un día agotador. Sin darme cuenta, incluso me lastimé las manos con algunos arañazos debido a las ramas. Aunque nada de esto importa, ya que lo único que espero es encontrar a esa fotógrafa para identificar al o los culpables. Necesito limpiar mi nombre.
Justo cuando estaba por quitarme mi vestido, escuché un suave golpe en la puerta. No puedo creerlo, debe ser Bertrand que viene a presionarme para que tenga todo listo.
|| Mira Bertrand, estoy empacando, te lo prometo… No debes— || exclamé, pero al abrir la puerta, me encontré con Liam sonriéndome.
|| Hola...||
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30/05
Aún sigo siendo joven, ¿cierto?
Probablemente ya no soy esa tipo de joven primaveral pero si veranil.
Es interesante recordar todas las cosas que he experimentado... Cargando con las partes que me han marcado y que siguen siendo parte de mi presente; hablando propiamente de mis gustos, pensamientos y acciones que he realizado.
Quiero compartir una pequeña lista de cosas sobre mi:
Me gusta comer mis papitassaboe jalapeño con salsa Valentina.
Me gusta comer mi helado de limón con un toque de Chamoy.
Hace unos años solía escuchar mucho a este artista "in love with a ghost", sus canciones me relajaban y me ayudaban a estudiar.
Durante una temporada en la prepa, solía tomar seguido Boing de mango, pero hasta que empecé a sentir que mi sistema sabía a Boing de mango, dejé de consumirlo.
Cuando cocino, no puedo evitar lavarme las manos seguido. Por cada textura diferente que toco, necesito lavarme las manos.
Las chanclas crocs, no me gustaba de niña... Se me hacían odiosos (la razón por la que pensé eso fue porque los niños que utilizaban ese tipo de sandalias eran niños muy molestos, hahaha y de alguna manera alo asocié de esa manera hahaha)... Actualmente, los crocs decorados me gustan mucho.
De igual manera, cuando era niña, la moda de los inicios de los 2000's no me gustaba, pero ahora estoy obsesionada con la vestimenta de aquellos tiempos.
Me gusta mucho la vida marina. Pensar en ello me relaja.
No soporto la idea de comer ciertos alimentos con tortilla, como por ejemplo... Pollo kfc con tortilla (respeto los gustos de los demás, pero, por qué comen kfc con pollo?!)
Cuando era niña, creí que si tomaba leche "calcetose" me haría lista; por lo que le pedía a mis padres que lo compraran porque me sentía muy tonta a lado de otras niñas.
No me gusta la sensación tener puesta la ropa mojada... Me resulta incómodo.
Cuando era adolescente, en temporadas de calor, tenía la costumbre de que al despertar, me servía un vaso de leche fría, me iba a la sala (de la cual no había nadie) y mientras desayunaba, escuchaba música relajante. Se sentía muy bien.
Mi cereal favorito es el de la caja "Cheerios".
No me gusta la longaniza (hahaha), sabe fea. Wakala!
Cuando era niña, recuerdo que había una marca de leche que vendía leche con sabor a miel. Diría yo que ha sido de mis sabores favoritos, el sabor de la miel, me gusta mucho la miel.
Mi archienemigo es un gato, lol.
Adoro la combinación de salchipapas.
El aguacate me agrada, pero me produce alergia, al igual que el plátano :(
Estoy enamorada del ost de omori que recrearon en orquesta en el concierto del 3° aniversario del juego. En serio... Si yo fuera una canción, me gustaría sonar como "A home For flowers (Daisy)" ó "By your side (Always)" de dicho concierto. Suena tan bonito y triste a la vez...
Me gusta tomar fotos de los momentos lindos...
Con este día finalizo el pequeño y nada consistente "diario".
Fue divertido compartir algunas cosas con ustedes:D
Por ahora estaré ausente por lo mucho seis meses. Quiero darme el tiempo de hacer lo que más me gusta hacer y en general enfocae en vida sin visitar estos medios divertidos de comunicación... Es decir, que no tenga distracciones (⁠•⁠ ⁠▽⁠ ⁠•⁠;⁠)
Probablemente regrese cuando otoño llegue o cerca del spooky season, pero sólo será un ratico muy pequeño.
El verano está más cerca de lo que pensamos, claramente no se siente el ambiente debido a que el intenso calor no nos permite dejar brotar la vida...
En si he estado esperando a que el pasto salga de la tierra pero el mismo calor lo seca.
Me atrevo a decir que este verano será el primero donde ya no viva las inquietudes de la juventud, no más amores o amistades ocasionales, no habrá tiempo para la efervescente felicidad o la nostalgia del verano... Quién diría que ahora extrañarme esas temporada donde me la pasaba llorando por amores que surgieron en otoños o primaveras... Ahora pasaré los veranos extrañando mi juventud e infancia...
No puedo creer que ya estemos en junio... Siento como si marzo hubiera sido ayer.
Do you know my name? It's not my truly name but irl they call me Juno.
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astrvia · 1 year
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𐚁 ˚ FELIZ CUMPLEAÑOS, ASTRA EUN ! ( 21/09 )
Localización: Hospital Kangbuk Samsung.
Fecha: 21 de septiembre de 2021.
Advertencias de contenido: menciones (muy leves) de muerte y negligencia parental.
—¿No vine demasiado tarde? Parece que últimamente nunca tengo tiempo para nada ���Afirmas con un bufido, un sonidito quejumbroso que fácilmente podría confundirse con un suspiro cansado.
Cansancio.
Últimamente, parece que esa sensación no abandona tu cuerpo.
—Ya sé que piensas, así que ni te molestes —Le dices, mientras te sientas enfrente y acomodas la silla de siempre, esa que usas todo el tiempo. Esa que parece hecha para ti, aunque cambia de perspectiva a medida que la utilizas.
La altura varía. Antes veías el borde de la cama, y ahora, estás por encima de ella. 
—Esas flores son nuevas, ¿cierto? —No puedes evitarlo, fijarte en ese detalle. En los frescos tulipanes cerca de la ventana. —Supongo que mamá vino antes que yo. Pensé que podríamos encontrarnos, casi no nos vemos estos días.
¿Y no era triste? Tener que admitir todo eso. Pero bueno, no viniste a quejarte. 
—Imagino que ya te contó sobre todo. Pero no sé, quizás solo habló sobre ella y el trabajo, en lo bien que le está yendo al local de pollo que abrió cerca de Ahyeon-dong. Las señoras aman el sitio, y parece que tiene muchos clientes que le son fieles. No es algo con lo que haya soñado, pero parece muy conforme. Me alegra que tenga alguna cosa con la qué entretenerse. 
Un mensaje interrumpe tu discurso, y tienes que hacer tiempo fuera de la plática para mirarlo. Le respondes rápido al gerente, presa del fastidio por tu tiempo libre interrumpido.
—Creo que mamá está enojada —Continuas, y juegas con tus manos luego de guardarte el móvil.  —No me habla desde hace bastante. No se ha tomado a bien ninguna de las últimas decisiones que he tomado —Y tienes que admitirlo con un suspiro— Pero bueno, sigo desviándome del tema. ¿Sabes porque vine, en realidad? 
De ese modo, te recargas más en la silla.  —Hoy es mi cumpleaños, y resulta que estoy solo, así que vine a celebrarlo contigo. Es una lástima que todavía no pueda beber soju como prometimos, porque bueno, recién estoy cumpliendo los diecisiete. Pero en tres años dejará de ser ilegal, y podremos hacer lo que acordamos. ¿Cuando fue que me diste la idea? ¿Hace más de trece años?
Recordarlo te saca una risa. 
—En ese tiempo solíamos cantar toda la tarde. En el patio donde mamá tenía sus hortensias, esas raras veces en que podías volver a casa y te quedabas por muchos días. Ah, digo muchos días, pero siempre fueron como… ¿Dos, o tres? Bueno, para mí eso era bastante en su momento. Habían veces en que solo alcanzaba a verte un par de horas y entonces te ibas, siempre te ibas. Luego volvía a verte, pero no en casa. Siempre, siempre en la televisión, o en las revistas. Así que, en las inusuales ocasiones donde podías quedarte por mucho tiempo, recuerdo que siempre bailabas y cantabas conmigo. No recuerdo si eran canciones tuyas, o del grupo del momento, pero no he olvidado que tu favorita era una de S.E.S que incluso bailabas cuando tenías la energía suficiente para hacerlo. ¿Era la de Dreams come true? —Tienes que darte un golpecito en el mentón y mirarle, porque no estás seguro de haber acertado. Pero como no recibes una confirmación, asumes que es lo correcto, y sigues hablando. —Ahora que recuerdo… La canté y bailé para una evaluación mensual, pero supongo que no me sale como a ti. Me dijeron que ese tipo de energía pegaba bien conmigo, pero no creo que sea cierto. En realidad, siento que ningún estilo me queda como te quedaba a ti. 
Ríes, porque esa es definitivamente la única cosa sobre la que jamás podrás dudar. Y es que eres inseguro y desconfiado de ti mismo, y no importa cuantas veces te digan que lo haces perfecto, todavía te sientes a la sombra de la persona enfrente tuyo.
Es normal, aun así. ¿Qué niño no lo hace? 
—No espero que me cantes el cumpleaños feliz en todo caso, ni tampoco espero un regalo. En realidad, hace años que dejé de esperar eso. De esperar por ti. —Admites, y tus hombros se encogen. Te terminas inclinando hacia adelante y parpadeas, como si estuvieses dudando. No viniste solo a decirle esto. 
—¿Sabes? Debutaré como idol en unos días. Justo como tú.
Y sonríes, pero no recibes una sonrisa de vuelta y eso te parece triste de algún modo. Lo único que obtienes es un gesto tranquilo y apacible, neutro como la muerte misma.
Es mejor que nada, aun así. Podría ser peor.
—Mamá odia la idea, y desde el momento que empecé a entrenar jamás ha dejado de decirme lo en contra que está. Supongo que no tengo más opción que avisarle que la fecha de mi debut ya está agendada. No creo que vaya al showcase, ni a nada, pero todavía voy a invitarla. Y es que sé que no está contenta, porque ella siempre lo dice. ¿Quieres terminar como tu padre? ¿No te das cuenta de como su carrera arruinó a nuestra familia?
Te detienes, porque necesitas pasar un trago de saliva antes de continuar. Quizás de ese modo sea más sencillo deshacer el nudo en la garganta que te dificulta hablar.
—El señor Eun me acogió en su agencia, y no ha dejado de ayudarme en todos los sentidos. Y se siente incómodo, porque no debería hacer tanto por mí. Pero parece que tú eras realmente importante para él, y quiere ayudarte aunque tenga que hacerlo a través de su hijo. Él dice que nos parecemos, pero yo sigo pensando que solo son excusas... En realidad, tengo que confesarte que estoy asustado. Pararme en un escenario me da miedo. No sé si voy a hacerlo bien.
Con los dedos frotándote los ojos, crees que puedes dispersar el agotamiento, el como los párpados se te cierran, porque no es momento de dormir. —Él dice que tengo potencial, y quiero creerle. Pero me han dicho tantas veces ese tipo de cosas… Desde que era un niño y me metieron en el set de una publicidad de cereales, y entonces fui escalando hasta terminar actuando. A veces pienso que no debieron subirme tanto el ego. No debieron ilusionar a un niño. No debieron hacerme creer a una edad tan temprana que tenía futuro en eso, porque lo vi como si fuese mi mundo entero, y cuando tropecé y me caí de cara al suelo y se derrumbó todo me dolió, ¿sabes? Fue doloroso ver como me daban la espalda y ya no veían más potencial en mí. Fue doloroso ver a mi mamá triste pero también aliviada al mismo tiempo, porque podría dejar de estar ante las cámaras. Fue doloroso pensar que no podría seguir ayudándola a ganar un poco de dinero porque parte de las finanzas se le iba en los gastos del hospital. En tus gastos… Me daba miedo pensar que no habría suficiente dinero para mantenerte vivo, porque ibas a despertar, algún día ibas a despertar. 
Tienes que exhalar, porque de repente se vuelve duro hablar demasiado. Siempre te pasa, y creíste que lo habías superado, pero como todas las veces, te equivocas. Ni siquiera te sabes leer a ti mismo.
—Creo que la actuación me dejó algo bueno, aun así. No sé ser un idol, así que cuando bailo, canto o estoy en el escenario, miento. Me convierto en ti. He visto todos tus videos; tus entrevistas, tus presentaciones. He visto como sonreías y como hablabas, como encantabas a las cámaras. Al público. Si no puedo ser un idol bueno, entonces sé que al menos soy un buen actor. Un actor que interpreta el papel de un idol, un idol que fue amado por todos. Un actor que amó a todos. Y tienes tanta suerte, de que todos te amaran. que pudieses amar. Pero aun siendo como fuiste, ¿como es que ya nadie te recuerda? ¿Como te cambiaron y reemplazaron tan fácil aunque los amaste tanto, al punto de que ni siquiera priorizaste a tu familia? 
Te pones de pie, apretando los labios. Tus manos se empuñan y eso arde. —A veces pienso que tiene sentido. Vemos a las estrellas solo cuando brillan, al fin y al cabo. —Inevitablemente, ríes. Recuerdas algo que te causa gracia, y quieres decírselo. —Me pusiste Byeol porque eso significa, ¿cierto? Estrella. Cuando mamá me lo dijo, pensé que eras cruel. Se siente como si me hubieses dejado una maldición. Como si me hubieras condenado.
Tomas tu bolso, miras el móvil de nuevo, y la hora marca las siete y cuarto de la tarde. Te has excedido en el tiempo de la visita, y es posible que pronto venga alguien a sacarte. Es gracioso, porque nunca te quedas lo suficiente.
—Quería decirte que dejaré de ser Kang Byeol. El señor Eun ha decidido ser mi tutor, y ahora voy a ser un Eun, como él. Su hijo, supongo. Se siente raro pensar en él como mi padre… Pero ya dije que soy un buen actor, ¿no? No será difícil acostumbrarme a fingir que siempre fuimos familia. Mamá no dijo nada al respecto, quizás porque lo respeta, incluso si odia que me haya entrenado para seguir este camino. Siempre ha estado acompañándonos. Él acabó pagando tus gastos cuando me volví un fracaso. Y cuando le pedí que me convirtiera en idol, lo dudó, pero al final me acogió y me enseñó todo lo que necesitaba. Es un buen tipo. Agradezco cada cosa que hizo por mí, haría lo que fuera para pagarlo. Y además, no creo que importe mucho, ¿cierto? Da igual el apellido que tenga. Kang, Eun, ninguno de ellos me conecta contigo. Porque soy tu secreto. —Hay frustración en tus palabras, sin importar que las digas con una sonrisa. —Soy el secreto de Lee Inhoon. El famoso idol, Rui.
Te inclinas un poco sobre la cama, y te fijas en ese rostro. Delgado, pálido y demacrado, sin rastros del alegre hombre que brillaba sobre los escenarios, el mismo que viste en los videos que estudiaste con tanta concentración. Oculto tras un tubo que invade su boca y pasa a través de las cuerdas vocales que alguna vez entonaron dulces canciones de esperanza y amor. Con el sonido del monitor llenando tus oídos, percibes el pulso del hombre que le dio su corazón a toda una nación, ahora débil. Apagado. 
—El famoso idol, que nunca dejó su trabajo y formó una familia a escondidas de todos. 
El famoso idol que no dejó que su esposa y su hijo fuesen conocidos por nadie. Que no quiso abandonar su sueño. 
Cuando actuaste como un niño, pensaste las cosas fríamente. Siempre fuiste natural frente a las cámaras. Tenías personalidad y a las empresas les gustaba eso de ti, sabías lo comercializable que eras y cómo tus habilidades se alineaban con sus necesidades. Tu madre no estaba muy segura, pero el contrato comercial era bueno y pagaban bien; aun así, un día las cámaras se sintieron demasiado grandes, o quizás tú te hiciste más grande. Y crecer era aterrador, porque incluía pensar en cosas en las que antes no habías tenido que pensar. Y mientras más grande, más miedo sentías. 
—A decir verdad, no sé si quiero ser idol. Pero tu amabas esta vida, amabas ser uno. Amabas cantar, amabas bailar. Amabas a tus fanáticos. Y yo, yo amaba bailar y cantar contigo. Entonces si canto y bailo, ¿crees que podrás despertar? Sé que puedes oír lo que digo. Dijeron que perdiste varias funciones cerebrales, pero todavía escuchas. Es el único sentido que conservas, y por eso, voy a cantar. Todavía quiero que compartamos ese trago de soju. No es justo que cuando cumpla veinte tenga que beberlo yo solo, papá. 
En silencio, te acercas a la puerta. Sostienes la manilla, pero te detienes solo a mirar un momento hacia atrás.
—Ya no podré venir tan seguido. Esta es la última charla larga que tenemos. Solo espero que me oigas. Prometo que estaré cantando para ti. 
Luego, sales. Sabes que el señor Eun preparó algo para ti, pero no quieres ir. Tener diecisiete era tan amargo como haber tenido dieciséis, y quince, y catorce y todos los años anteriores. 
Solo esperas que cumplir dieciocho el septiembre siguiente sea mucho más sencillo. Y solo esperas que lo único amargo que degustes cuando cumplas los veinte, dos años más tarde, sea ese frío trago de soju.
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laficcioteca · 1 year
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RELATO: El Infierno de los vivos.
EL INFIERNO DE LOS VIVOS
El lunes amaneció cálido y el cielo lucía de un azul limpio, sin rastro de nubes. Doña Dorinda Estévez, viuda sin casarse y cocinera de oficio por tradición familiar, abrió su venta de empanadas puntualmente a las seis de la mañana, como era de esperar. Sacó de la nevera los recipientes que contenían los guisos y dispuso todos los ingredientes con los que iba a cocinar porque sabía que la clientela no tardaba en llegar.
Llevaba puesta la blusa estampada que Luisito, su nieto más pequeño, le había regalado el día de las madres, y encima se colocó el delantal que había comprado expresamente para estrenarlo el día que inauguró su pequeño local, al cual llamó “Las manos benditas de Dorinda”, por sugerencia de una vecina que decía que su don para cocinar era una manera exquisita de devolverle a cualquiera el alma al cuerpo.
Cuando tuvo todo dispuesto sobre el mesón, procedió a amasar y rellenar sin contemplación. Ese era su sello característico: mucho de todo y en combinación perfecta, por eso los aromas que salían de su cocina se extendían cuadra y media fuera del local.
Después de las ocho hizo una pausa  para contemplar la mañana desde la puerta de la entrada y vio a una pareja de gatos tendidos bajo el sol, en el tejado de la casa de enfrente. Entonces tomó un respiro que duró lo que tardó Roberto, el dueño del quiosco de revistas, en terminar de fumarse un cigarrillo. Antes de volver a la cocina, Luisito la sacó de sus pensamientos.
—Abuela
—Dime, hijo.
—No sé por dónde entró, pero ahí está el señor extraño que vino la otra vez.
—¿Y está preguntando por mí?
—Sí.
—Dile que no estoy.
—Dice que hoy sí va a comer.
—Pues que coma en otro lado, no lo voy a atender.
Dorinda bordeó el local y regresó a la cocina por la puerta de atrás. Se encerró de nuevo a cocinar, cuando escuchó una vez más a Luisito por la rendija de la puerta.
—Dice que sí estás porque ve mejor que tú y yo juntos.
La abuela de Luisito siguió en lo suyo. De la gaveta donde guardaba los utensilios sacó una esponja y se puso a limpiar el mesón donde había picado el pollo. En eso era muy escrupulosa y su extremo aseo también la hacía famosa.
—Abuela —susurró Luisito por la rendija nuevamente.
—Dime —contestó Dorinda en tono cortante.
—Dice que si no lo atiendes no te va a dejar tranquila y no vas a poder dormir.
Con una tranquilidad pasmosa, Dorinda dejó de hacer giros con la esponja y se dirigió hacia la puerta con la intención de abrir el cerrojo e ir a ver qué quería el impertinente visitante. Caminó hasta la mesa que se encontraba al fondo del local, allí estaba sentado aquel infierno de ser cuyo aspecto rayaba en lo repulsivo. Poco le importaba a Dorinda que una persona no fuera físicamente agraciada, tampoco juzgaba el que alguien sufriera de algún defecto, el problema era que desde pequeña sentía rechazo por la gente cuya piel era de color cenizo. Así era aquel hombre y, además, tenía los ojos hundidos como si no hubiera dormido en mil años. La cabeza la tenía notablemente más grande que el resto del cuerpo y lucía mal vestido, a pesar de llevar puesto un traje. No era necesario acercarse para saber que olía a naftalina.
—Buenos días. Dígame qué desea.
—No se moleste, Dorinda. Yo sólo quiero conversar un rato con alguien. Hace tiempo que no comparto con nadie.
—¿Y ese alguien tengo que ser yo?
—Disculpe, mi intención no es molestarla. Sucede que he visto la manera como usted lleva su negocio, como se lleva con sus clientes y he sentido algo de nostalgia.
—¿Nostalgia?
—Sí. Nostalgia por sentirme parte del entorno. Usted sabe, nostalgia por sentirme en familia. Por eso he querido venir a comer sus empanadas que dicen en el vecindario que son muy famosas.
Dorinda sintió compasión por aquel hombre, accedió a darle desayuno y, además, le dijo que no se preocupara, que esas empanadas iban por la casa. El hombre comió con gusto y, aunque la comida poco hizo por su semblante, sí le pintó una sonrisa de satisfacción en la cara, de esas que son imborrables. Dijo llamarse Fabricio Puentes y confesó no haber vuelto a su pueblo natal desde que en la ciudad había sufrido un accidente.
—Dígame, Fabricio ¿Qué es lo que más extraña de su pueblo?
—La sencillez de la gente. En la ciudad cada quien parece vivir absorto en lo suyo. El egoísmo es muy notable. Lo común es estar en peligro y lo peor es que mientras unos se aprovechan otros no lo saben.
—¿Ha intentado hacer nuevos amigos?
—La verdad es que no. Me he dedicado a observar todo, en zonas por donde nadie se atreve a transitar, incluso a altas horas de la noche. He visto cómo torturan y matan gente y cómo muchos viven un verdadero suplicio mientras otros tantos duermen. Por eso sé que es verdad lo que le digo.
—Caramba, Fabricio. Es muy triste lo que me cuenta. ¿Y a usted no le da miedo estar en contacto con esa realidad?
—No. Para serle franco, miedo me daba cuando estaba vivo.
Eran las once de la mañana cuando Dorinda decidió cerrar el local y tomarse libre el resto del día. Después de aquella conversación, la abuela de Luisito nunca más volvió a ver a Fabricio.
Autora: Maria Florinda Loreto Yoris.
Este relato forma parte de la Antología El Sello del Escritor Mejores Relatos 2022, disponible en Smashwords.
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turismania · 11 months
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TEQUISQUIAPAN, LUGAR IDEAL PARA VISITAR UN FIN DE SEMANA
Querétaro cuenta con siete pueblos mágicos en la actualidad, cada uno con distintos atractivos espectaculares, pero en esta ocasión nos enfocaremos en el municipio de Tequisquiapan, el cual está ubicado a solo 45 minutos de la capital del estado.
El nombre del pueblo proviene del náhuatl teniendo como significado “lugar de aguas termales y tequesquite” el cual hace referencia ya que en la zona era muy reconocida por sus aguas termales y su belleza natural. Además de eso la ruta del arte queso y vino pasa justo por el lugar haciendo obligatoria la visita a un sitio con mucha tradición.
Para empezar un fin de semana en el pueblo tenemos varias opciones para desayunar gracias a la gran variedad de restaurantes con diferentes menús para todos los gustos o si queremos algo más tradicional se puede optar por el mercado municipal donde el comer es algo muy apegado a la gastronomía local, ahí puedes encontrar tacos de carnitas, barbacoa, bistec, chicharrón de res, tamales, gorditas, aguas frescas y comidas corridas que van desde un consomé hasta un mole con pollo y frijoles, una verdadera delicia,
Luego de terminar de desayunar tenemos la posibilidad de realizar recorridos guiados por las agencias de turismo locales, las cuales tienen puntos como lo son: las minas de ópalo donde se puede realizar la búsqueda de ópalos de manera que el visitante experimente el proceso de extracción de este mineral; Los viñedos se prestan para realizar la cata de vinos de excelente calidad; balnearios de aguas termales donde podemos relajarnos y disfrutar la estadía; vuelo en globo donde se puede observar el pueblo desde las alturas. Esto solo por mencionar los puntos principales de los recorridos con los que se cuenta.
El pueblo cuenta con museos, uno muy curioso es “México me encanta” el cual cuenta con la temática de tener figuras en miniatura que hacen referencia la vida del pueblo mexicano de forma “tradicional” como lo es el ir al mercado, visitar el circo, la manera de jugar con juegos comunes en los años 90, ir a la escuela además de que todo está hecho a mano por la dueña del lugar.
Si queremos algo más “extremo” lo recomendado es realizar un recorrido en cuatrimoto donde se visitan los puntos más “emblemáticos” de Tequisquiapan los cuales son: la estación Bernal, barrio de la magdalena (lugar donde se fundó el municipio), presa centenario y la capilla ubicada en el cerro grande donde al atardecer la vista del paisaje es maravillosa.
No hay que olvidarnos de otros lugares como la plaza principal, la capilla santa Cecilia, capilla de nuestro padre Jesús, jardín del arte, colonia hacienda grande, parque la pila, los mercados artesanales, el parador artesanal y el monumento al centro geográfico del país.
Para concluir, es una excelente opción para visitar, en familia, con amigos y en pareja. Nos ofrece un amplio catálogo de actividades, teniendo diversión para niños, jóvenes y adultos.
Ven y disfruta de Tequisquiapan, no te arrepentirás.
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Nota: fotos de mi autoría
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modaycocina · 2 years
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FOOD AND FASHION
Conocí a @Felipe Avello en mi estadía de Santiago me llevó a conocer un restaurant fino de la misma ciudad llamado Castillo Forestal. Cuya especialidad de la casa son las Hamburgers, en donde se mezcla la moda, los sabores y se come bien. Su local está ubicado en el Parque Forestal al centro de la avenida con mucha naturaleza a su alrededor, a los que aquí hay una gran profusión de plantas. Comida rica y basada en buenos productos marcada por la sencillez aunque a veces surgen destellos de gran cocina como ese estupendo Piéce du Boucher que, con toda justicia, abre el post; con los aperitivos de Mix de empanaditas con una sopa de zapallos deliciosa que abre el plato principal de un estofado de vacuno a la cacerola acompañado por unas papas fritas y una ensalada verde que combina con mi blusa. Pero nada más rico que una cazuela de pollo con “cilantro acompaño de un ají verde” (como a mi me gusta). Y, también sin desperdicio el postre de hoy un Tarte Tatín con dos copas de helado de vainilla y una exquisita tarta de manzana. Buenos vinos y estupendo servicio ósea todo lo que nos gusta en un elegante y sobrio Castillo Forestal.
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Hecho por Amanda.
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the-annoying-moth · 2 years
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Tristan 📂
Ay mi chiquillo
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🔆En la actualidad tiene 15 años,mide 1.74 y pesa unos 64 kg
🔆Es pansaxual y está en proceso de emparejamiento(@yueart osea tú :D)
🔆Sus padres solo querían dos hijos...nacieron Tristan y Elizabeth,a los 2 años después nació su hermana menor(coffcoffelrebootdefrancenecoffcoff)
🔆Tiene una cicatriz en los labios,se la hizo de pequeño tratando de usar su magia(no es visible en la imagen por que es media vieja :'>)
🔆La mayoría de veces es un shitposter,le gusta demasiado el humor absurdo y estúpido
🔆Quiere a sus dos hermanas por igual,no tiene una preferida pero la mayoría de tiempo se le ve con Elizabeth
🔆Sabe cocinar,no es muy bueno en eso pero al menos trata y la comida no le queda horrible
🔆Fisícamente es parecido a su padre pero nadie sabe de donde sacó su personalidad tan extrovertida pues Shifty es bastante introvertida y Chara es ambivertido(lo escribí bien?)
🔆Si pudieramos describir su personalidad es algo así: caótica,lidiar con Tristán conlleva muchos problemas
🔆Le va mal en la escuela ya que tiene deficit de atención y una muy mala memoria,puede recordar cosas por una hora y después las olvida. Las únicas cosas que sigue recordando son sus padres,sus hermanas y como cocinar(en el futuro añadiré a su amada u-u)
🔆Es normal verlo extraviado por algún Au,no lo vayas a buscar! El sabe volver solito a su casa y sin un rasguño(al menos la mayoría de tiempo...ajam)
🔆Es bien inteligente el chiquillo,pero se subestima mucho a si mismo y no confía en esa inteligencia
🔆Su comida favorita son las ensaladas que tienen tomates y arroz blanco con pollo,su bebida favorita es el jugo de frutilla/fresa
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putosbreves · 1 year
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No soy el primero. Soy uno de los cuatro. Junto a vos, somos muy videntes. Pero separados vemos todavía tu entonces, donde ahí no éramos los que somos. Eso vendrá, te dijiste. Obsoleto sería ocultarlo. Somos cuatro y juntarnos se nos complica. Soy #Lit, y sobre cómo es que llegamos, los cuatro, a habitarte simultáneamente no tenemos por qué darle importancia a lo que tu criterio planea. Somos tu criterio y tu amenaza no es el cansancio. Circunstancias puntuales en contra tuya no tenemos. Pero, estándosete repitiendo una y otra vez el evento de los eventos, por alguna especie de cruzada tuya, solo, has sido vos el que nos hizo un fenómeno de la misma injusta incerteza por la cual sucede, sucedemos y me sucede el hecho de ser vos la única persona que se me complica para juntar, en realidad. Soy el que está detrás tuyo. Es un desperdicio pensar y tratar de hacer algo con lo que fue y que eso que será sobre eso que fue no es o sea o fuese, sino, apenas, una purga, injusta como siempre, de no saber qué carajo hacer con una muchedumbre. -Fue desgraciadamente la Piri la que le dijo a Rudi que El pollo era de poco fiar y fue el mismo pollo el primero de una larga de lista que según Piri Rudi debía conocer. El Hori quedó afuera pero armó otra lista y se la dio al heladero, quien siempre quiso ser Perón- El número 4 somos también. Vos no sos el quinto y esto sucede porque desististe. Desistir está bajo sospecha peyorativa. Pero no es tan así. El problema básico es que somos conservadores desde el sentido más básico y primario. Pero al desistir de vos, yo, Lit, el que ahora sabés está detrás de ti, no sólo la sociedad de consumo entera se me reclasificó, sino toda mi patria sobre las voluntades propias, las tuyas o sea. No en un migrante, sino en un perito clasificador de granos me habitué aquí. Estoy detrás tuyo pero no soy mi cuerpo, sino el tuyo. Soy como una danza pendiente, soy lo que nunca verás porque atrás tuyo no hay nada más que todo aquello que no tiene pendiente hacer variar ningún proceder. Soy la mañana que no verás vestirse de gris por inmensos nubarrones que se envolverán lentos en distintas tonalidades de un gris que, a lo lejos, parece azul. Es negro y eso te bastará. El almacén tuyo soy.
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you-moveme-kurt · 2 years
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Glee «When the imaginary becomes real»
Noviembre de 2014
-Nunca entenderé porque llega tanta correspondencia a este departamento… —dijo Kurt mientras revisaba todo lo que había sacado de la casilla correspondiente al departamento número 2 en el edificio del centro de Lima. -Ni yo… —agregó Blaine mientras dejaba  la bolsa de la compra en el suelo para buscar las llaves. -¿Seguro?... —preguntó de vuelta su esposo enseñando un par de sobres y unas revistas etiquetadas con el nombre de David Karofsky. -El vivía aquí Kurt, no hay nada que pueda hacer al respecto… —contestó abriendo la puerta para él. -Claro que hay… dile que de su nueva dirección, por ejemplo… —insistió Kurt entrando de mal modo. -Se mudo hace un mes, lo más probable es que… -¿Sabes que?, no quiero saber… no quiero volver a mencionar su nombre, ni tampoco quiero escucharte a ti decirle «Dave»… tan solo arrojare esto a la basura…—agregó tomando todo lo correspondiente al anterior inquilino para tirarlas al contenedor que había en la cocina. -¿No es que botar cartas es un delito federal?… -No… creo  que estas pensando en abrir correspondencia ajena y violar los buzones de correo… la ley no dice nada sobre la correspondencia de ex novios matones y sin cejas… —dijo abriendo el basurero con el pie para arrojar todo, Blaine rió y negó con la cabeza mientras sacaba los abarrotes y los iba ordenando en lo anaqueles correspondientes— ¿te ries de mi Blaine Anderson-Hummel?… -No, por supuesto que no… además, se que solo estás molesto por lo que pasó en el auditorium con Sue…—contestó abriendo el refrigerador para guardar lo perecible. -¡Claro que no!… -Kurt…
-Ay si, es verdad… ¡uy!... ¿¡por que tenia que meterse en nuestra luna de miel!? —exclamó apuntando el sobre dorado y con corazones rotulado como «The Anderhummels» -No sé… creo que lo hizo con buenas intenciones… si lo piensas con detención claro está…—se apresuró en decir  Blaine al ver que su esposo levantaba la ceja inquisidora y abría su ojos más de lo normal— y un fin de semana en Provincetown es mejor que cualquier fin de semana… ¿o no? -Si, no puedo negar eso, pero… vamos… nosotros teníamos agendado una semana en San Francisco con un viaje al valle de Napa incluido… -Aún podemos hacerlo… ¿qué tal si hacemos ambos?, seguimos teniendo la semana completa de vacaciones… -Pero la oíste, ella canceló todas las cosas… -Tal vez deberíamos averiguar si eso es verdad… -Toda la razón… —dijo Kurt tomando su teléfono móvil— primero llamaré al teléfono que aparece en ese sobre, para saber si esas reservaciones son reales… —dijo caminando hacia la nevera donde estaba sujeto el regalo de Sue con un magneto de New York. -¿Cómo no van a ser reales?… —agregó Blaine guardando los últimos productos. -Oye, conocemos a Sue Sylvester, ¿no es así?, tuvo un súper buen gesto con todo el asunto de Santana y su Abuela, pero un gesto bueno, no borra los 5632 malos que ha hecho desde que la conocemos, asi que hare  unas cuantas llamadas partiendo por confirmar si nuestras reservaciones  a San Francisco fueron canceladas y siguiendo por lo de Provincetown, aunque creo que si me contesta Andrew Sullivan me va  a dar algo… —añadió tomando otros papeles que habían sobre la mesa de café y que correspondian al viaje de  luna de miel que Carole y Pam les habían obsequiado— hablaré en la habitación… -Como quieras… oye… ¿Rachel viene a cenar? -¿Por qué? -Porque pensé en hacer unos sandwichs para aprovechar las sobras de pollo que quedaron de ayer… y como ella al parecer no come carne… -No come… pero no, no viene, aún está molesta porque aparentemente, y aclaro de inmediato que no me acuerdo, yo me había comprometido con ella a que cuando fueran nuestras respectivas bodas, ella sería mi «padrino» y yo su «dama de honor», así es que, como eso no paso, ahora tiene depresión o algo…—Blaine arrugó la nariz y su esposo le respondió encogiéndose de hombros como diciendo en silencio «ya sabes, es Rachel»— por lo tanto… haz lo que dijiste, no hay problema… yo haré las llamadas -Ok…—dijo Blaine disponiéndose a  lo que dijera, no sin antes quedarse mirando a su esposo por casi un minuto seguido.
-Ya hable con todo el mundo… —dijo Kurt volviendo a  la sala. -¿Y?...  —preguntó de vuelta Blaine mientras disponía la mesa con toda la parafernalia necesaria y que a su esposo tanto le gustaba. -Bueno… primero, efectivamente nuestras reservaciones para San Francisco y Valle de Napa fueron canceladas, llame a la agencia y luego a nuestras respectivas madres y ya  les hicieron el reembolso y todo… —explicó Kurt balanceando los ojos, Blaine hizo una mueca como de  tristeza infantil mientras iba a por los sándwiches. -¿Y lo otro?... -Lo otro… es verdad… -¿En serio? -Si… tenemos todo para pasar un fin de semana en Provincetown, los pasajes de avión, la reserva… todo.. -¿Es algo bueno?, ¿verdad? -Obvio que si y lo mejor es que nuestras madres dijeron que cuando quisiéramos, ellas nos regalaban el viaje de nuevo… -Mejor aún…—añadió Blaine dando los últimos toques a la mesa antes de llevar los platos con los sandwiches de pollo, descorcho una botella de vino y sirvió en partes iguales en las copas dispuestas— y…  todo esta listo aqui a proposito... -Asi veo… aunque antes de comer me gustaría preguntarte dos cosas, tres en realidad.. -Ok… pregunta… -Lo primero que me gustaría saber de donde sacaste esa botella de vino, sabiendo que aun no tenemos la edad legal ni para comprarlo, ni manos beberlo, o tu al menos no la tienes… —Blaine sonrió chueco y engreído— segundo, te vi mirarme mientras hablaba por teléfono y quiero saber si eso es algo bueno o malo y tercero… desde el encuentro con Sue que tienes una mueca en la cara que es como una sonrisa, pero es más bien la de alguien que oculta un secreto… -Vaya… muchas preguntas… a ver… —dijo tomando un poco de aire mientras traía los platos con la cena— a lo primero, debo responder que algunas personas nos regalaron botellas de vino para nuestra boda improvisada.. —respondió disponiendo los platos— aunque mi teoría es que las tomaron de la recepción y pusieron nuestros nombres en un trozo de papel… —añadió señalando la silla para que Kurt procediera a sentarse— a lo segundo… —añadió haciendo lo propio en la silla de enfrente— te mire porque, y sin caer en clichés, ni frases trilladas, juro que aun no puedo creer lo afortunado que soy porque alguien como tú, decidió decir que si a pasar la vida entera con alguien como yo… —dijo mientras doblaba la servilleta, Kurt sonrió pensando que aquello sí era cursi y trillado pero le encantaba oírlo— y en relación a lo último que preguntaste, debo decir que… soy feliz… —agregó sonriendo aún más maravillosamente— y no solo por lo que dije antes, si no porque… hubo un momento… y que tal vez ni siquiera lo notaste, pero una vez que Sue nos dio los sobre y desapareció por el escenario… tú… tú me tomaste la mano… —dijo emocionándose un poco, Kurt levantó un poco su ceja hasta que recordó aquello a lo que su esposo hacía referencia— ¿lo recordaste? -Lo recordé… -Bueno… en ese momento… me sentí el hombre más importante de todos, porque tú Kurt Hummel, tomabas mi mano… y hasta entonces, siempre había sido yo el que lo había hecho primero… y no te importo nada, ni que las chicas estuvieran ahí, ni a la posibilidad que otras personas entraran, solo me tomaste la mano porque… querías… y con ello lo que hasta ese momento había sido solo imaginario, se volvió real… -¿Y eso es? -Que mi vida, mi corazón y yo… estamos en tus manos… —dijo Blaine soltando un suspiro enamorado al tiempo que tomaba algo de vino. -Por dios… —murmuró Kurt sintiendo que efectivamente esta vez si le daba algo—¿cuánto tiempo crees que se puede dejar la comida sin refrigerar?… -¿Cómo? -Eso…  —dijo Kurt levantándose— lo que acabas de decir, es lo más romántico que me has dicho desde que nos conocemos y necesito hacer algo al respecto… y sé que estoy hablando con el hombre del «me conmueves» y «sin miedo y para siempre», pero… ven… —agregó estirando una de sus manos. -¿A dónde? -¿Sabes que?... a ninguna parte… —dijo dando media vuelta para en un solo movimiento tirar al suelo  todo lo que había sobre la mesa y así, ocupar él ese espacio— ven… —repitió mientras se quitaba la sudadera con capucha y la camiseta que tenía debajo -¿¡Qué!?... —exclamó Blaine mirando con asombro y descolocado primero a él y luego a la comida ahora tirada en el piso, si bien Kurt podía ser sexy y tomar la iniciativa cuando quería aquella osadía la había visto como dos veces en todo el tiempo que su relación había durado. -¿No estás interesado acaso?... —añadió quitándose las zapatillas y desatándose el cinturón. -Más que interesado… —respondió levantándose de la silla— es solo que… ¿quién eres y dónde esta mi recatado y romántico esposo? —añadió acercándose, se paró frente a él y se hizo espacio  entre su piernas. - Aquí… —contestó ciñéndose más a él jalándolo a su cuerpo por  dos de las trabillas del pantalón— es solo que todo esto de estar casado contigo, hace surgir en mí una personalidad totalmente opuesta a la que tengo…—explicó mientras le desabrochaba el jeans y metía una de sus manos justo allí. -¿Algo así como  Mister Hyde y el  Doctor Jekyll?...  —pregunto Blaine mientras le tomaba  la cara y le daba ´pequeños besos en la línea de la quijada y el cuello -Algo así… pero mas gay y con desnudos…—respondió sonriendo con travesura -Te amo… -Lo se…
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electronica-1 · 2 years
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¡¡¡ Qué viva este médico !!! ¡¡¡Carajo!!!
*El Dr. Luis Miguel Hernández, es el Director Médico del centro reahabilitacion y rejuvenecimiento en puerto Fermín Isla Margarita.
Extracto de una entrevista en la TV local, donde le preguntaban sobre alimentación y deporte… Ahí va…
Pregunta: Los ejercicios cardiovasculares prolongan la vida… ¿Es cierto? Respuesta: Su corazón fue hecho para latir una cantidad determinada de veces y listo… No desperdicie esos latidos en ejercicios… Eventualmente, todo se gasta. Acelerar su corazón no lo hará vivir más: Eso es como decir que Ud. puede prolongar la vida de su auto conduciendo más rápido. ¿Quiere vivir más? Duerma una siesta.
P: ¿Debo dejar de comer carne roja y comer más frutas y vegetales? R: Ud. necesita entender la logística de la eficiencia. ¿Qué come la vaca? Pasto, forraje y leguminosas. ¿Qué son esas cosas? ¡Vegetales! Entonces un churrasco o un asado no es más que un mecanismo eficaz de colocar vegetales en su sistema. ¿Necesita granos? ¡Coma pollo!
P: ¿Debo reducir el consumo de alcohol? R: De ninguna manera. El vino está hecho de fruta. El brandy es un vino destilado, lo que significa que ellos sacan el agua de la fruta y así uno la aprovecha mejor. La cerveza también es hecha de granos… ¡Emborráchese tranquilo!
P: ¿Cuáles son las ventajas de un programa regular de ejercicios? R: Mi filosofía es: Si no te duele nada, quiere decir que estás bien, por lo que no tienes que hacer nada.
P: ¿Las frituras son perjudiciales? R: ¡¡USTED NO ME ESTÁ ESCUCHANDO!! Hoy en día la comida se fríe en aceite vegetal. Esas comidas quedan, literalmente, impregnadas de aceite "vegetal"… ¿Cómo puede algo vegetal ser perjudicial para su salud?
P: ¿Las flexiones ayudan a reducir la gordura? R: ¡Absolutamente NO! Ejercitar un músculo solo hace que éste aumente de tamaño.
P: ¿El chocolate hace mal? R: ¿Está loco? ¡¡Cacao, otro vegetal!! Es una comida muy buena para quedar contento.
Y RECUERDE: La vida no debe ser un viaje a la tumba, con la intención de llegar allá sano y salvo con un cuerpo atractivo y bien preservado… Mejor excederse: Cerveza en una mano, aperitivo en la otra, mucho SEXO y un cuerpo totalmente gastado, completamente usado y gritando: ¡¡¡Valió la pena!!! ¡¡¡QUÉ VIAJE!!!
Si caminar fuera saludable, el cartero sería inmortal.
La ballena nada todo el día, solo come pescado, solo toma agua… ¡¡y es gorda!!
El conejo come bien, corre, salta y vive solamente 15 años.
La tortuga no corre ni hace nada… ¡Y vive 450 años!
Si no encuentra la mitad de su naranja, no se desanime… Busque la mitad de un limón, agréguele ron, hielo, coca cola, y……salud….
Sea FELIZ...
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kazzieslovestory · 2 years
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10
https://www.youtube.com/watch?v=5BsYuSBwBCI
¿Recuerdas cuando decíamos que nunca dedicaríamos canciones de Taylor? Bueno, qué plot twist resultó ser que piense en ti con todas las canciones románticas de ella.
Te sientes como la luz del día, tan cálida, brillante y llena de amor y felicidad.
Creo que esta canción tiene más significado porque captura, casi a la perfección, lo que siempre intento decir y termino fallando o repitiéndolo todo mil veces que hasta creo que ya aburro, ah.
“No quiero ver nada más ahora que te vi,
No quiero pensar en nada más ahora que pensé en ti.”
Así te sientes. Abordas mi mente la mayor parte del día y muchas cosas me recuerdan a ti o te relaciono con ellas.
El amarte, el saber cómo se siente tener un amor como este, es como despertar de un largo sueño, de darme cuenta que tantos desamores y errores me trajeron hasta donde estoy, que entre tantos colores que buscaba, es el tuyo el único que siempre quise y ahora tengo.
Es una de las canciones más emocionales, si me pongo a pensarlo detenidamente. El encontrar a alguien que ame con tanta sinceridad, alguien que me inspira a ser mejor cada día que pasa y que se ha convertido en mi hogar.
Me gusta recordar nuestros inicios, o las veces que te decía mis piropos nerd (sé que con esos te enamoré; no te hagas) o buscaba cualquier excusa para hablar contigo; para hacerte reír.
Como te he dicho y te seguiré diciendo, me encanta hacerte reír, ver esa sonrisa brillante que alegra a mi enamorado corazón de pollo. Y trataré de hacerte reír siempre, aunque las cosas no estarán bien todos los días.
Esta clase de amor era algo con lo que sólo podía soñar, y quién diría que se haría realidad y lo tendría? Era inimaginable para mí.
Pero aquí estás, y me gustaría que te quedaras por mucho tiempo.
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sociedaddistopica · 9 days
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El frío círculo del cañón
El individuo bien equilibrado está loco (Charles Bukowski.)
Traspasó la puerta de la habitación sintiéndose un Raskólnicov; el agua al escurrirse de sus ropas dibujó un rostro sobre el piso de madera. Descargó la mochila con los libros, se quitó el pantalón, la camisa, el bibidí y, en boxers, se tumbó en la cama. Con el control remoto repasó los noticieros: ¿Sería posible que informaran lo sucedido? ¿Que alguien con este aguacero hubiera escuchado la detonación y lo vieran salir? Esa tarde, solo estuvieron Del Prado y él, de eso no había duda.
En el noticiero de las once el presentador informaba sobre la captura del Descuartizador de Los Andes: un tipo que, en sus ratos libres de vendedor de pollos en el Mercado Central, raptaba adolescentes y después de violarlas las asesinaba, descuartizaba y enterraba sus cuerpos en el patio de su vivienda. A través de la luz del reflector, la cámara enfocaba a unos efectivos tratando de rescatar el cadáver de una de las víctimas a picotazo limpio. Cambió a Cinemax, su canal de cable favorito, en el instante que la cara de Jack Nicholson, con esa risa desquiciada y cuchillo en mano, atravesaba una puerta astillada. En Cartoon Network se complació viendo al coyote perseguir infructuoso al correcaminos. Apagó el televisor y en el mini componente, para disipar la preocupación, puso un CD de Rammstein que hacía poco había comprado en una tienda de discos piratas.
El rumor de la lluvia al mezclarse con las melodías lo regresó a la noche junto a Melissa: unas piernas torneadas, la cabellera azabache y robusta, unos susurros, la cintura estrecha y fatal. En un momento, observándola quieto sobre ella, le había lanzado la estúpida pregunta que provocó el llanto. Una inolvidable velada que, paradójicamente, se había convertido en el comienzo de su tragedia y ruina. Así también debía ser la muerte, pensaba: no aparecía de improviso, sino que surgía en un momento aciago y entonces uno se iba muriendo de a pocos. Ahora intentaba contener la rabia que crecía en su interior. Casos como el que acaba de ejecutar eran necesarios y, a veces, estaban justificados, se dijo, recordando al personaje de Crimen y castigo que hacía poco había leído. 
Como un resorte se puso de pie y apagó el mini componente donde ahora sonaba un tema de Hip-hop metal. Reparó en el arma: ¿dónde la había dejado? Buscó por la habitación, en los cajones del escritorio, entre las colchas y el cesto de ropa; y, cuando vació la bolsa, la Smith and Wesson relució entre los libros recortada por las luces de colores. La tomó y contempló la empuñadura con incrustación de cedro y el brillo opaco del tambor. La apuntó hacia el tocador donde aparecían fotos suyas junto a Melissa, perfumes y algunos peluches y luego la giró hasta sentir entre sus labios el frío círculo del cañón.
Por la tarde, había visitado al doctor Alonso Del Prado. Al Doc, como lo conocían en la facultad de derecho, lo había interceptado en los pasillos de la universidad para pedirle conocer su famosa estantería. «Bueno, ya que tanto insiste, qué le parece el viernes. Nadie nos molestará y con paciencia le mostraré mi colección». «Gracias, doctor». Sentado detrás de un elegante escritorio de caoba, el profesor, exponía su bibliomanía no solo jurídica, sino también literaria y, en especial, su predilección por la norteamericana. Él intentaba mostrar interés, pero lo distraía aquel vientre inflado, la avanzada calvicie y las eternas ojeras que reflejaban costumbres licenciosas. 
Le oía contar una anécdota con una novela de William Faulkner y Vargas Llosa. Años atrás, El Doc se había obsesionado con la obra de Faulkner luego de asistir a un curso en una universidad limeña. En una tertulia del evento académico, alguien mencionó a un personaje llamado El doctor Harry de quién no había leído aún. Así que, luego del seminario, se dirigió a la librería la Casa Verde en San Isidro para comprar El Paraíso en la otra esquina y de paso preguntar en qué novela o cuento aparecía dicho personaje. Para su sorpresa, la administradora muy atenta se comunicó vía telefónica con el mismísimo Vargas Llosa. Agradecido con tan excelente servicio, Del Prado se llevó una docena de libros incluida Las palmeras salvajes donde aparecía el personaje en cuestión. Cada vez que podía, El profesor, se ufanaba de tener la mejor biblioteca: «La mía debe ser la que más títulos tiene en esta parte del país», le decía mientras le mostraba un reportaje publicado en una revista capitalina. En esta oportunidad, abogados ilustres como el conde Fernando de Trazegnies Granda hacían gala de sus imponentes estanterías. Por el lado de provincias relucía, entre el papel satinado, la suya; señalaban que era muy variada y disponía de más de veinte mil ejemplares que iban desde el derecho penal, criminología, ciencia política, filosofía e historia, hasta literatura clásica y contemporánea.
  A la verdadera biblioteca de El Doc se accede por una puerta corrediza secreta en forma de estante de libros ubicada en el cuarto de estudio; una especie de bóveda a la que solo ingresan sus ayudantes y gente de confianza. Le había confesado Melissa aquella madruga de amor desaforado. 
—¿Ha leído Santuario? —le preguntó.
—No profesor, aún no.
—Es una novela de William Faulkner, escritor norteamericano. Todo estudiante de derecho debería leerla. Bueno nunca es tarde, quizá unos de estos días se la preste.
Les costaba mirarse, como si una fuerza extraña los obligara a desviar los ojos convirtiendo la conversación en artificiosa e incómoda. Del Prado estaba acostumbrado a estas situaciones debido a su fama de déspota y malgeniado; en la facultad, los que lo visitaban en su despacho, asistían a su cátedra o se lo cruzaban en los corredores del claustro, mantenía una actitud de desconfianza, desprecio o sumisión. No obstante, era admirado por muchos discípulos y profesores pues había sabido ganarse ―por su erudición bibliográfica y jurídica― no sólo el respeto del mundo académico sino del gremio donde era conocido por defender los casos más sonados echando mano de influencias y otras estrategias no santas. En la facultad también tenía enemigos a causa de las luchas internas por el control del poder que lo miraban de reojo y lanzaban murmullos cuando pasaba junto a ellos.
Los fines de semana se queda solo, su esposa viaja a Lima para ver a sus hijos que estudian allá y él aprovecha para llevar una que otra practicante con el pretexto que le ayuden con el llenado de fichas y apuntes. 
El profesor deslizó un librero de cedro que cubría una pared lateral del estudio e ingresó a la recámara. Él, aprovechó para acomodar el revolver; acarició la empuñadura, el cañoncito, el áspero tambor y fue detrás. Hacía unos días, casualidades de la vida, había conseguido la Smith and wesson gracias a Memo, un vecino dado a las malas juntas que vivía en la primera planta y que, cada vez que podía, le invitaba unos tragos. La mujer de este al encontrarla en su dormitorio lo había amenazado con abandonarlo si no se deshacía del arma. «Es una hermosura», le dijo cuando se presentó una mañana en su puerta y le pidió que se la guardara por un tiempo. 
Al ver la pesada figura avanzar entre los libreros con la bata flanqueando el abultado vientre, primero pensó en un moscardón envanecido que repasaba un tesoro encontrado y, luego, que no tendría el valor para enfrentar a un tipo imponente y seguro de sí.
—Lo que ve por allá, en esa fila superior, son los cuarenta tomos de la Enciclopedia Omeba y el diccionario jurídico de Cabanellas; debajo los penalistas alemanes y procesalistas italianos —le dijo señalando un largo anaquel que cubría un ala de al menos cinco metros; su voz sonaba áspera pero serena—. Luego, están los tratados de colegas, muchos son regalo de ilustres juristas nacionales, españoles y argentinos. 
—Claro doctor… 
Lo tuyo no es desprecio ni envidia, sino que en el fondo, como muchos, lo odias por el poder que tiene. Es comprensible que haya gente que lo deteste, el viejo ha amasado fortuna de mala manera y hace lo que quiere en la facultad; y encima se ufana de tener muchos libros a diferencia de los pocos que tiene la nuestra.
Dejaron atrás la sección de historia y filosofía y se detuvieron en otra donde aparecía el catálogo completo de las Obras maestras del siglo XX, editada en la década de los ochenta por Seix barral, de tapa dura y letras doradas; así como colecciones de clásicos universales, literatura rusa y norteamericana. Entre la generación perdida: Hemingway, Dos Passos, Faulkner, aparecía un famoso estudio de Jorge Luis Borges; y, en la parte inferior, autores latinoamericanos. Al estirar el brazo hacia una fila superior para tomar Las Palmeras salvajes, El profesor hizo caer otros. Sobre el parquet vió las portadas de el Santuario de William Faulkner, A sangre fría de Truman Capote y El Túnel de Ernesto Sábato. Con emoción los fue recogiendo mientras percibía el olor húmedo de las hojas y el efluvio dulce de la cubierta de las tapas.
—Mire los que volaron a sus pies —dijo Del Prado con sorna—. Hay libros que pueden ser peligrosos en manos equivocadas, ja, ja. Aún es joven para estos, podrían contaminar su mente y convertirlo en un criminal, ja, ja. —Ahí estaba otra vez esa risa socarrona y estruendosa que conocía de los pasillos de la facultad—. Yo no podría defenderlo, le saldría muy caro, ja, ja.
—Después de leer a Dostoyievski creo que estoy preparado, doctor —respondió esforzándose por parecer natural.
La tarde moría y una ventisca agitaba los árboles del exterior al tiempo que oscuras nubes se agrupaban y cubrían el ocaso. Un viento helado se colaba por los resquicios de los marcos de madera en forma de silbidos e indescifrables murmullos. Pesadas gotas de lluvia empezaban a golpear los cristales y en algún lugar de la casa se oía el batir de una ventana descuidada.
—Bueno, vamos terminando, quiere —le dijo—; tengo que empezar a trabajar y no tarda en llegar una de mis voluntarias. 
Los fines de semana, entrada la noche, Del Prado citaba a sus alumnas para que lo ayuden en sus labores académicas. Las malas lenguas decían que mantenía romances de alcoba con alguna de ellas. 
Te juro que no estuve con él, por favor, créeme, crees que tengo tan mal gusto, ni loca.
Un destello brilló en el salón seguido por un estruendo que hizo temblar el edificio. Entre las sombras, el profesor avanzaba apoyándose en los estantes y se cogía el rostro como si de pronto algo lo hubieran herido. Lo vio llegar hasta el otro extremo donde había un pequeño escritorio, una máquina de escribir y una ruma de libros, y que con dificultad se acomodaba en un sillón giratorio. Entre el temor y la duda volvió a deslizar sus dedos por debajo del pantalón; palpó la empuñadura, el percutor y fue hacia él.
―Doctor, por favor, permítame... ―se ofreció.
―No se preocupe hombre, no pasa nada —le contestó mientras apoyaba la cabeza contra el respaldo del sillón para contener una inminente hemorragia nasal a la vez que extraía de uno de sus bolsillos una vieja franela.
Unas oscuras gotas de sangre se precipitaron sobre la camisa de dormir, y él buscó entre sus ropas un poco de papel higiénico y se apresuró a contenerlas.
  —Deje, deje, estoy bien. No soy una niña, hombre..., es solo un poco de sangre, ¿por qué se altera? —le dijo apartándole la mano.
Se quedaron en silencio. Él lo auscultaba con curiosidad, como un perro observa una rata moribunda, mientras el profesor no podía ocultar su incomodidad y enojo. Afuera la tormenta arreciaba y los relámpagos que rutilaban en la bóveda desfiguraban el desmejorado rostro. En eso, al ver que Del Prado se reincorporaba, lo retuvo.
—Si no fuera mucha molestia, doctor, quisiera hacerle unas preguntas.
  —Pues bien, de una vez, no me haga perder el tiempo que espero visita.
No te creo, puta, tengo amigos que aseguran haberte visto con él, mentirosa. 
  —¿A quién piensa dejar sus libros, doctor...?
  —No pregunte tonterías, por favor... Usted es un estudiante de derecho, ¿no?
—Claro profesor... Disculpe..., pero por ahí dicen las malas lenguas que muchos de estos libros deberían estar en nuestra facultad.
  —¡Cómo te atreves muchachito estúpido…!
  —No se ofenda, Doc, eso dicen..., y también dicen que usted se levanta a las graduandas… 
Del Prado, por un momento, pareció no entender lo que escuchaba. 
  —Qué dices mequetrefe... ¡Fuera...! —vociferó haciendo un ademán de querer abrir un cajón del escritorio— ¡Largo, carajo! Ya vas a ver quién soy…, te voy a enseñar… ¡Qué haces..., conchadetumadre…! 
La Smith and Wesson, sostenida con firmeza, resplandecía junto a los destellos que rasgaban la penumbra y apuntaba al blanco que se balanceaba. El rostro del Profesor, de iracundo y de sorpresa, ahora reflejaba una lividez y perplejidad que a él le resultaron patéticas, ridículas. El temor y emoción iniciales se habían ido y ahora empezaba a disfrutar ese momento.
   —No se lo esperaba, ¿verdad? El mejor alumno de la clase, ¿no...? ¿Ve este revolver? Soy una especie de vengador, de némesis, de vindicador y justiciero; un ángel de la muerte, necesario para eliminar parásitos y lacras como usted. —Pulsó el percutor que emitió un claro chasquido—. Lo voy a mandar al descanso eterno; o quiere antes un juicio sumario. ¿Qué dice? Vamos, utilice su inteligencia y retórica, doctor. Quizá pueda persuadirme... Usted lo puede todo, ¿no es cierto? Cambie esa cara… Qué vergüenza... A ver, ¿a cuántas alumnas sedujo y se las llevó a la cama? A diez, veinte, treinta… ¿Cuántas, Doc? ¡¿Cuántas?! ¡Conteste, carajo!
Por los pequeños tragaluces horizontales se veía que el viento y el aguacero se debatían en una dura batalla.  Las copas de eucaliptos, retamas y alisos se agitaban con fuerza; extrañas voces como llantos y lamentos se escurrían por las rendijas de puertas y ventanas. Ramalazos de lluvia golpeaban los cristales y, cada vez que fulguraban los relámpagos, mostrificaban al profesor.
 —No quiere responder, ¿verdad? No se preocupe, usted también tiene derecho a guardar silencio, ja, ja. Levántese doc...                        
Del Prado, en el intento, pareció querer apoyar su abultado vientre sobre el escritorio, pero trastabilló e hizo rodar el sillón y derribó la ruma de libros.
—Con calma, no haga malabares que ya no está para eso. —El frio cañoncito, suspendido en la penumbra, reverberaba entre la penumbra de la biblioteca— ¿Sabe lo que voy a hacer después que lo despache? Me voy a llevar algunos libros. A fin de cuentas, cuando usted ya no esté, ¿a quién le va a servir todo esto? ¿A su familia…? A su familia, usted y sus libros le importan una mierda, doctor.
Hemos terminado y esta vez para siempre, imbécil. Melissa espera… 
   Sujetó el revolver con ambas manos y guiándose por la mira del cañón lo movió hasta que lo detuvo a la altura de las manchas del pecho del camisón blanco.
    —Doctor Alonso del Prado Salvatierra, ¿se acuerda de Melissa? Claro que se acuerda, ¿verdad? Cómo olvidar un culo como ese, ¿no? Yo tampoco la puedo olvidar. ¿Fue suya…?
«Fuiste suya, ramera…».
En ese instante, un gran destello que los cegó iluminó los libreros seguido de un estruendo que remeció la bóveda. En el exterior, las lámparas del alumbrado público, en forma de globos, parpadearon por unos segundos. La tormenta que se había desatado zumbaba sobre los techos e iba cubriendo la ciudad con sus abundantes aguas. Entre el rumor de la lluvia, los perros aguzaron los oídos y se echaron a ladrar, frenéticos. Por las anegadas calles, débilmente se podía escuchar unos pasos presurosos y pesados como huyendo de la lluvia.
Huancayo, 2001.
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anisenelalto · 18 days
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Día 9
Hola a tod@s, hoy ha sido un día bastante completo.
Por la mañana se celebraba el cumpleaños de Juan María La Mennais en una capilla de aquí cerca. Había muchos niños, casi más que adultos y he de decir que la misa es algo diferente a las de España, en especial el ambiente y que no es muy larga jajaja. Los niños participan mucho, el cura los implica, les pregunta, les dejan que se levanten, entren y salgan… aunque no arman alboroto, se les ve más a gusto. Al terminar cantaron el cumpleaños feliz y los hermanos soplaron las velas de una tarta. A la salida había refrescos y tarta para todos y para los peques también las bolsitas de chuches.
Allí, de casualidad, y al oír su nombre, ¡conocí a nuestro apadrinado! Qué guapo y qué mayor está. Su mamá es majísima, me pidieron hacerme una foto con él y se les notaba muy contentos. Mañana visitaré su casa y grabaremos un vídeo para todos los compañeros y estudiantes del Centro Menesiano ZamoraJoven.
Después vinimos a casa a comer, charlamos en el patio y cuando ya habíamos terminado, llamaron al timbre y una niña pequeña de unos 12 años llorando preguntaba por el hermano Natxo. Venía a pedir ayuda porque su hermano mayor había tomado (bebido) y decía que estaba pegando a su mamá y a su hermano. A pesar de que Natxo estaba enfermo hoy, enseguida se cambió de ropa mientras yo me quedaba tranquilizando a la niña y le di un té calentito. Nos dirigimos a la casa de esta familia y el joven no estaba, fuimos a buscarlo, lo encontramos, lo trajimos a la casa de los hermanos, le dimos una ducha, le lavamos la ropa, durmió un poco, tomó un café y comió sopa y pollo. Luego lo llevamos a casa; no había nadie y después llegaron dos hermanos pequeños. Tuvimos que dejarlo allí confiando en que esta noche no saliera a beber pero, personalmente, no tengo mucha fe en que no lo haga.
Son familias en las que ya hay ejemplos de alcoholismo desde los padres, en las que es algo normalizado, en las que hay alcohol en casa y varios miembros beben, con escasísimos recursos, con abandono escolar y negligencia parental.
La labor que hacen aquí los Menesianos es increíble. Cómo esa niña supo que tenía que venir a pedir ayuda, la paciencia que tienen con los jóvenes en estas situaciones, la empatía hacia ellos. Incluso buscando recursos externos donde puedan rehabilitarse o simplemente salir de ese círculo de abandono…
Aquí las licorerías están abiertas casi 24 horas, el alcohol de garrafón es muy barato y no hay una ley en condiciones que regule todo esto.
Así, pues, este ha sido mi domingo diferente e inclusivo cien por cien.
Os dejo alguna foto de esta mañana en las salida de la capilla.
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jlen19 · 23 days
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Martes 3 de septiembre del 2024 a las 8:17pm
Hace un mes o más que no escribo mm supongo que las razones son las mismas me dio flojera o no tenía ganas y la verdad creo que hubiera seguido así de no ser porque quiero escribir los días que salí que fueron desde el 22 de agosto al 28, el primer día pues nada fuero como 6 o 5 horas de viaje, cuando llegamos la verdad no recuerdo lo que comimos jaja el viernes salimos a comprar cosas para la fiesta y de paseo por el centro aa si probé un helado de nutella pero sabía más a leche con chocolate jaja, al siguiente día fue la fiesta ese día comí sopa fría con piña, gelatina marmoleada y pastel de milky way  de eso me la pase parte de la tarde y de la noche jugando ping pong hacia mucho que no jugaba algo así y por lo mismo me canse me hizo recordar a cuando jugaba básquetbol en fin al otro día fuimos a otro lugar que queda como a una media hora igual salimos a pasear y a ver tiendas al otro día fuimos a la playa y al bañario aaa si ya tenía mucho que no iba a la playa, el mar estaba un poco agitado y por lo mismo estaba trayendo a la orilla conchas, cangrejos muertos :  ( y también corales obviamente secos me traje algunos también conchas y arena cierto también una estrella de mar disecada, en el bañario pues solo me la pase metida en el agua al igual que en el mar así hasta que cerraron que fue como a las 6 o así de eso fuimos a comer a un restaurante y justo en la ventana donde me senté podía ver el mar y el atardecer me pedí mis típicos plátanos fritos, arroz y pez empanizado con limonada y todo sabía muy rico de eso nos la pasamos paseando por el puerto viendo los barcos y los puestos que se pones a vender cosas todo bien hasta que empezó a llover jaja y pues nos tuvimos que ir a pesar de que fuimos en agosto hacía calor no tanto como en verano pero lo suficiente como para quemarme jaja hasta el agua de la lluvia estaba tibia al día siguiente no hicimos nada solo ver películas o series ese día comí pollo y un paste, al día siguiente nos regresamos y pues todo tranquilo no nos tocó niebla ni nada lo que si es que había muchos accidentes y pues eso hiso que en lugar de ser un viaje de 6-5 horas fuera de 7-8 horas jaja y pues eso los días siguientes me la pase ordenando, desempacando y recuperando mis horas de sueño y bueno en cuanto a mi estado mental ha estado bien, antes de irme de viaje estaba regular pero ahora está mejor y no se siento que de alguna manera estoy mejorando mentalmente, siento que estoy sanando y mis sueños siento que me lo confirman a pesar de no haber soñado con Z he tenido sueños en donde dejo ir muchas cosa, en donde me puedo despedir de personas, donde le pude dar un cierre a las cosas y pude dejarlas ir así han sido mis sueños últimamente y me gustan eso si últimamente me he estado durmiendo temprano porque me da mucho sueño por lo mismo que aún no recupero mis horas de sueño jaja pero esto hace que cuando intento meditar no pasan ni 5 minutos y ya me quede dormida y bueno eso igual como he estado ocupada haciendo cosas no he tenido tiempo de hablar conmigo misma por así decirlo y así poder darle más significado a mis sueños pero bueno este mes estaré ocupada saliendo y así, así que no se supongo que por lo mismo escribiré más seguido.
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alealck · 23 days
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Z.
¿Haz sentido lo que es amor?
El amor para mí es una cosa maravillosa, no tiene un significado exacto de lo que es “amor” simplemente se siente; al sentirlo experimentas muchas emociones. Pero para mí el amor es muchas cosas; por ejemplo, cuando alguien te pregunta si ya comiste o cuando alguien mira algo y te comenta “vi esto y me acordé de ti”.
Son tantos sentimientos que todo se reduce a esa palabra “AMOR”.
Yo conocí a un chico hace tiempo, para ser exactos en 2014; fue la primera vez que lo vi y desde ahí aquel chico me gustó. No le hablé, ni lo saludé, a decir verdad yo le perdí rastro, lo volví a ver por ahí por el 2021, incluso puedo decir que desde antes pero no recuerdo bien.
2021 fue un año muy caótico, yo no tenía idea de que él había regresado por mi rumbo (él vive cerca de donde yo vivo), comencé a notar su presencia en octubre de ese mismo año o incluso antes; siempre me saludaba con mucha alegría al pasar por mi casa.
¿Cómo puedo explicarte que al verlo me daba más que alegría? me daba satisfacción, me ponía de buenas verlo pasar.
Para no hacerte el cuento tan largo, resultó ser que yo le gustaba.
Un día, justamente en octubre de 2021.
Él y yo por primera vez entablamos una plática, yo solo sabía su apodo “Zoner” pero no sabía cuál era su nombre, años conociéndolo de vista y por su apodo y jamás me había detenido a pensar en ¿cuál sería su nombre? Ya que, medio mundo lo conocía por su apodo.
En esa plática algo sucedió que sentí una tensión, no era una tensión fea, no sé cómo explicarlo, simplemente sentí algo; sí antes me gustaba después de esa conversación me terminó gustando aún más.
Eduardo se llama.
Él es una persona maravillosa, es tan lindo, es la persona más amable que pude haber conocido, también es muy ocurrente; tiene un sentido del humor tan roto que cualquier cosa que haga siempre te hará reír. Es una excelente persona, una persona admirable.
Eduardo y yo, ahora estamos en una relación de casi tres años.
Al inicio yo te pregunté “¿haz sentido lo que es amor? Te daré mi respuesta a esa pregunta.
La respuesta es “SI”
Eduardo me ha hecho sentir lo que es y lo que significa “amor”
¿Sabes porqué?
Porque cuando tengo frío él me da su sudadera.
Cuando tengo alergia o estoy enferma, él me cuida.
Cuando cumplimos un mes más de relación, él siempre llega con flores. Con las flores más bonitas del mundo.
Porque todos los días me dice “Te amo”
Porque siempre me abraza.
Porque incluso en los peores momentos él siempre está presente.
Porque también está en los mejores momentos.
Siempre está.
Esa es una breve respuesta, porque si continuó jamás terminaría.
Él me ha demostrado con peras y manzanas lo que es un amor bonito.
Yo admiro a Eduardo, porque es una persona muy ingeniosa, que si se cae se levanta. Quizás él no tenga idea pero él me ha enseñado muchas cosas, tantas que ya perdí la cuenta. Siempre estaré orgullosa de él, porque por cada error cometido aprende y lo corrige; no cualquiera lo hace, pero él sí.
Quisiera darle el mundo entero pero tengo cinco pesos na’mas pero ¿sabes? si es lo único que tengo y si él los necesitara, yo le daría esos cinco pesos.
Como diría Franco Escamilla “Si un día gano diez pesos, nueve son tuyos”
En resumen a todo esto.
Eduardo es mi persona, y es a quien le entregaría todo sin pedir nada a cambio.
Le tengo un cariño inexplicable y por supuesto, mi amor por él también es inexplicable. Simplemente lo amo con mi corazón de pollo.
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