Recuerdo la primera vez que fuimos a tomar y sonó chachachá de José long y nos pusimos a cantar. Tú estabas con ella y no te pude dejar de mirar, tenías algo especial.
Mentiría si dijera que lo nuestro surgió como amor a primera vista. Claro que desde el momento hubo atracción, eso es definitivo, hoy lo confieso. Él solía verme como una persona mamona, un tanto creída y algo especial para algunas situaciones, algo que en cierto modo es verdad, por mi parte, solía creer que era un hombre más, completamente desinteresado e inmaduro y un tanto relajado; lo cual no es nada parecido a lo que es.
El habernos cruzado fue meramente una gran casualidad. Ambos teníamos nuestros intereses, por lo cual un romance estaba descartado para ambos, pero durante nuestro camino descubrimos algo mucho más grande que eso; encontramos la amistad, fue algo tan natural y espontáneo, una conexión que le hizo creer a todo el mundo que éramos algo más, cuando en realidad quienes no querían darse cuenta de la situación éramos nosotros.
Disfrutamos demasiado de nuestra compañía que no queríamos estar separados. Yo nunca he sido alguien que le guste salir o hablar, en realidad no me gusta conversar, pero con él, con él siempre ha sido sencillo, he tenido muchos momentos de paz , de felicidad, el tiempo se detiene, me hace disfrutar de cada momento y me hace sentir que no hay prisa de nada más que de vivir.
El saber que sonríe causa mi alegría, conocer un buen hombre, educado y de buenos valores es una cosa, pero encontrar a tu mejor amigo entre un puñado de hombres con mascaras de
vulgares intensiones es sin duda algo muy diferente; es todo un regalo precioso si me lo preguntan y gracias al cielo que ambos abrimos los ojos para darnos cuenta que realmente queríamos ser más que amigos.
Hoy estoy mejorando como persona, estoy disfrutando, estoy siendo feliz, estoy viviendo, estoy siendo... Espero que él pueda acompañarme de la mismaanera por el resto de los días y ser... Juntos.
Siempre me he considerado cauteloso, con la maldición de ser un hombre curioso y ansioso a la vez. Por eso justa razón, suelo cometer errores estúpidos que si quiera un niño cometería, como el que cometí esta mañana.
Estaba caminando bajo es sol, en mi bonito vecindario, Welcome Home, sentía una brisa bastante suave golpear mi rostro sonriente mientras paseaba en busca de alguna aventura o charla, hasta notar un auto verdoso que jamás había visto anteriormente deambulando por las calles, por lo general, casi todos no teníamos automóviles, por lo que mi –impulsivo– instinto me hizo asomarme entre los árboles, intentando reconocer de quien trataba.
Allí estaba...
Era y es la persona más hermosa que habían visto mis grandes ojos hasta hora, tenía una sonrisa brillante y una mirada cansada pero llena de vida, moviendo las cajas de un lado a otro; desde el asiento trasero del auto hasta el pórtico de un pequeño hogar que estuvo a la venta mucho tiempo. Su cabello se movía al apar de la suave risa, sus pestañas largas resultaban la belleza de sus ojos y su piel se veía tan suave como si de un ángel tratara.
Torpemente quise acercarme para brindarle mi ayuda, hasta sentir como tropezaba por una caja en el suelo que no había visto al estar tan embobado, desplomandome delante de aquella bella persona. 《Tonto.》 Me dije a mi mismo mientras me levantaba débilmente y sacudía mis pantalones, para que al elevar mi mirada, estuviera frente a mí... mirándome de forma preocupada y preguntando de mi estado.
Luego de ello, simplemente hable con torpeza y me despedí lo antes posible, avergonzado que ello fuera mi primera impresión.
Solo espero que no me haya considerado un estúpido... me encantaría volver a ver sus bellos ojos.
No sé tu edad ni tu nombre. No sé cuáles son tus pasatiempos favoritos ni lo que sueles hacer cuándo estás teniendo un mal día o te sientes triste. No sé cuáles son tus miedos ni tus metas ni tus sueños. No sé el significado de tus tatuajes ni el nombre de tus mascotas y mucho menos sé cuál es tu color y comida favoritos.
Cariño no se nada de ti,
Y aunque solo te he visto un par de veces, has logrado captar mi atención por completo.
El la miro, ella distraída solo escuchaba la música de su reproductor. Mientras lo hacía soñaba con el amor, se enamoraba de alguien sin rostro, de un corazón desconocido, de un alma limpia que aún no conocía.
El observaba su rostro, sus gestos, las líneas de su cara, su sonrisa de ensueño, sus ojos del café que quita el poder dormir, embobado imaginaba bailar con ella esa música y entregarse en una canción sin fin .
De pronto ella se percató de la insistente mirada, un choque eléctrico le recorrió el cuerpo, un mismo rayo los paralizó y no hubo vuelta atrás. Cupido los flecho a ambos.