Tumgik
#gracias por mandar mi reina
lukahng · 1 year
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' bienvenida al mejor rincón ' señala la sala de instrumentos con su brazo extendido. al menos él no la estaba pasando para nada mal en el encierro. ' tenemos por delante un concierto personalizado y... ' arranca las flores de decoración, extendiendóla con el aire pintoresco que lo rodea siempre. ' flores para la invitada más especial ' ojo diestro se cierra en un guiñe juguetón. @eunyuin
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imaven · 23 days
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🎨 para un starter en el museo de bellas artes. con @dawsri
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‘ ¿me vas a matar si te digo que no entiendo los cuadros abstractos? ’ se detuvo a un lado de ella, su voz sonó cargada de una entonación jocosa. fue de golpe y por sorpresa, esperaba al menos provocar un respingo que lo hiciera reir. una última vez, al menos. ‘ ¿por alguna razón en especial son colores primarios o es al azar? ’ recordaba que estudió diseño, algo de esto debía saber, ¿no era así? podría encontrar una par de chistes sobre eso. ‘ ¿te vas a ir a londres o a tailandia? ’ acomodó el borde de su chaqueta, recordando la pequeña marca que tenía en su cuello.
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chvvnels · 2 years
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*     escenario desbloqueado  :  INICIO  .   @jigokvs​
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     ‘ no de nuevo ... ’ se traduce frustración, también cansancio en declaración que escapa cual susurro a regañadientes. ver la sala donde iniciaron una vez más deshace por completo los avances que creía haber hecho, y con desgano se acerca a dispencer de agua, viendo que no ha sido la única con misma suerte. ‘ me estoy hartando, te juro ’ suelta lo que cree será sentimiento compartido. ‘ ¿quieres agua antes de empezar de nuevo? ugh, ahora a recordar dónde es que fui ... ’ revolea orbes mientras sirve vasitos.
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dabna · 10 months
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ᰋ ( escuela ) @briidies dice ' gery nunca me pareció de fiar. ¿no fue él quién los secuestró? '
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decidió encontrar un lugar para descansar cerca de un rincón del salón, trasero sobre pupitre y mano sostiene su mentón, tras apoyar su codo sobre muslo de su pierna. suspira pesado, hasta que escucha pregunta femenina e intenta recordar. aún imágenes son borrosas, concentrando su atención en cerrar herida de su brazo, que molesta mucho más que aquella en su cuello. escondida tras cabellera, apenas como un rasguño. ' te mentiría si te dijese que sí ' se encoge de hombros, no lo vio, cree. ' pero lo haría aún más patético para los anarquistas, ¿no crees? ' canturrea con superioridad, acomodando su mentón e irguiendo su espalda. con un orgullo que no debería cargar con tanta facilidad. ' imagina ahora rendirle honor al perro de la traidora ' y suspira pesado, como quien encuentra trágico el final. no puede importarle menos.
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cjosvn · 10 months
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Necesito encontrar a yeri urgente. [@hyecngyu]
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"¿Quién diablos es--?" detiene pregunta cuando escucha a Hyeongyu con más atención, preocupación en voz que le hace detenerse y, entonces, es cuando decide rebuscar en propia memoria, nombre al que es incapaz de otorgar alguna clase de emoción y, por consiguiente, ha decidido enterrar en lo más profundo de pensares. Pero supone que la conoce, si es que puede otorgar aquel significado tan a la ligera. "¿Cuándo fue la última vez que la viste? Vamos, te ayudaré..."
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rubimoon45 · 4 months
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Mildrith of Wealas (1/3)
Pairing: Sihtric Kjartansson x fam!reader
Sinopsis: la pacífica vida de Mildrith se ve interrumpida cuando un grupo de guerreros daneses llegan a la finca merciana donde reside con la pequeña princesa y la hija de uno de ellos.
Warnings: sangre, contenido adulto,
You can traslate the story and read it!
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-¿Por qué vuelan y nosotros no?
-Dicen que es por la gracia de Dios, porque los hizo así para sobrevivir.
La niña rubia y pálida frente a ella pareció pensárselo. Tenía los brazos sobre la mesa, y miraba a la jaula dorada donde estaba encerrado un pequeño pájaro que piaba como si se tratase de una canción. Las ventanas estaban cerradas, pero por los huecos que decoraban las contraventanas en forma del símbolo de Mercia entraba luz suficiente como para ver. Las puertas estaban cerradas a sus espaldas, obra de Stiorra, la única hija del segundo hombre de confianza de la reina Aethelflaed. Aquella mañana se había despertado de mal humor y lo había dejado claro golpeando las puertas, gruñendo respuestas y burlándose de los comentarios inocentes que hacía Aelfwynn.
Consciente de esa tensión, se había encerrado con la pequeña princesa en el comedor donde la tres comían a la espera de que la reina regresara. Había sido una semana larga, calurosa para la zona en la que estaban, y en la que el mar humor pagaba factura a los más jóvenes.
-Vuestro Dios es demasiado divertido -se había burlado.
-Stiorra -regañó, pero no dijo más.
Ella levantó los brazos en señal de rendición. La vio marcharse a la estancia central, la que daba directamente con la puerta del hogar. Se trataba de un edificio alto y de madera, con algunas secciones de piedra, pero que era relativamente nuevo por deseos de Lady Aethelflaed para ella y su hija. Había sido el primer edifico donde se había alojado como invitada de los reyes de Mercia, y al que hubo regresado tras lo ocurrido en el monasterio cuando huían del rey y sus planes para con la reina. Pero eso ya era pasado, y se había esforzado en perdonar aquel atentado y en olvidar las muertes que tantas noches la persiguieron. La ayuda de Dios la había sanado, consciente de que necesitaba descansar.
Su padre apenas había respondido a las cartas. Wealas estaba lejos, pero no tanto de la villa como para mandar a un mensajero que informara sobre los cambios de decisiones. La última había sido una advertencia a la reina sobre la seguridad de Mildrith, acompañada de una pequeña guarnición de guerreros galeses, todos vestidos de rojo y con el emblema de su Casa, y una amenaza con romper las relaciones con Mercia si volvía a cometerse un error estratégico como ese; se refería a lo sucedido en el monasterio, a raiz de las malas relaciones entre la reina y el rey. Ahora esos guerreros cuidaban de ellas, siempre apostados a las afueras de la residencia, en el interior de la muralla. Como solo hablaban galés, era difícil para los pocos soldados mercios comunicarse con ellos.
-No me gusta estar sola.
-No estás sola. Estás con nosotras -le indició, pero la duda aún reflejaba en los ojos claros de la niña. Casi le recordaron a los ojos de su madre, la reina, pero estos eran más inocentes y aún no conocían maldad.
-Pero no está mi madre.
Mildrith se apiadó de ella.
Semanas sin ver a su madre y encerrada todo el rato en aquella residencia volvería loco a todo el mundo. Su único consuelo había sido ese pájaro, y el niño que la reina había traído de Wessex que nunca se relacionaba con ellas. Hablaba unas pocas veces con ellas, sí, pero en general se escondía para leer en el piso de arriba o en los huecos más pequeños del edificio. Cuando Aelfwynn lo invitó una vez a jugar, este le había respondido que no se lo merecía y había vuelto los ojos hacia la estantería con los manuscritos religiosos que habían rodeado su vida temprana.
De repente, escuchó a Stiorra reír al otro lado de la puerta. Seguido de varias voces que ni eran las suyas por obvios motivos ni las de Aethelstan. La última vez lo había visto en el piso de arriba sentado en la cama con el libro abierto por la mitad, con el desayuno al lado.
-¿Aelfwynn? Tu madre está aquí.
La niña levantó la cabeza a la velocidad de una flecha, y una sonrisa apareció rápidamente en su rostro. Dudaba que fuera una broma porque ni siquiera Stiorra era tan cruel como para hacerle eso a una niña. Aelfwynn se levantó, abrió las pesadas puertas de la estancia y salió corriendo llamando a su madre. Hubo más voces que llegaban hacia donde estaba.
Mildrith observó un poco más al pequeño pájaro. Piaba y piaba encima del palo que la niña le había puesto para que tuviera un entretenimiento ahí dentro. Al final, Mildrith cogió la jaula y salió con ella entre los brazos para ponerla al sol; era una forma de que a Aelfwynn le diera el sol después de tanto tiempo dentro. En la estancia principal, Aelfwynn abrazaba con fuerza a su madre, la reina, que vestía un jubón de cuero por encima de la ropa formal; una imagen a la que ya estaba acostumbrada. Llevaba el pelo trenzado y visiblemente sucio, pero sonreía al tener en brazos a su hija... No supo cómo sentirse al respecto, dado que el único afecto que había recibido de su madre cuando era pequeña había sido una sonrisa y algunas palmaditas en la cabeza antes de entregársela a las monjas para sus clases religiosas. Entre ellas era tan diferente que costaba verlo sin sentirse inferior, pero le alegraba ver a la reina que la hospedaba en el reino a salvo.
Lo que sí le sorprendió no fue ver a su consejero, Aldelmo, con ella, sino a un hombre alto y fornido que imaginaba al otro lado del país o al servicio del rey de Wessex. La espada con el ámbar deslumbrante en la empuñadura le dijo todo.
-Está un poco lejos de su hogar, señor -dijo, en su dirección.
El hombre se dio la vuelta, como si no hubiera caído en su presencia, demasiado preocupado en atender los reclamos de su hija. Stiorra sonreía aún en brazos de su padre. Los ojos abiertos y las cejas arqueadas sobrepasaron su estoicidad.
-Debería sorprenderme de verla en Mercia, dama, pero no voy a actuar como si no supiera de su presencia cuando durante todo el viaje he soportado las quejas de mis hombres con verla.
-¿Han enfrentado a los daneses, señor? -quiso saber.
-Y visto la rabia de los galeses en campo abierto -respondió, cosa que la pilló por sorpresa. ¿Galeses?-. Los demás también están aquí.
-Y mi hermano monje también -añadió Stiorra, que recibió una palmada en la cabeza, señal para que marchase
Mildrith asintió, y apretó la jaula más contra su pecho. El pájaro aleteó, pero no salió volando en el pequeño espacio. Con un gesto, ya estaba camino al patio delantero donde varias figuras vestidas de negro y otras de rojo, que distinguió como sus guerreros, caminaban de un lado a otro. Al primero que distinguió fue al joven que trabajaba con un chico más pequeño y delgado, portador de un hacha afilada a su costado, con una cicatriz en la mejilla. Osferth y el que debía ser el hermano de Stiorra, en parte similar a ella por la forma de los ojos y de la nariz. Pero Stiorra se parecía más a su padre sin necesidad de un arma que el chico. Cuando la vio, hizo un gesto con la cabeza para mostrarle respeto, acompañado de un tierno sonrojo que sacó una risa en ella.
-¿La bruja viene con vosotros, guerrero?
Osferth se dio la vuelta. Su expresión se había suavizado, pero sus rasgos vuelto más adultos y curtidos en batalla. Seguía siendo alto y delgado, pero había ganado algo de masa.
-Dios nos hizo un favor con ella, señora -fue lo único que dijo, pero sonriendo y como una buena acción. Mildrith le devolvió la sonrisa, bajando los altos escalones con cuidado de no tropezar.
El siguiente al que vio fue al irlandés que se había reído de las respuestas que hubo lanzado a la bruja rubia cuando esta la atacaba con su lengua bífida. Le había caído bien, y en su momento la protegió con fiereza para que los daneses no se la llevaran. Guardaba buenos recuerdos con él, y parece que la vida le sonreía si continuaba vivo. El último estaba de espadas, concentrado atando a los caballos y en cerrar las puertas de la muralla. Los guerreros galeses ayudaban en la tarea, seguramente por instinto al ver que los guerreros mercianos lo hacían. El pájaro aleteó más fuerte, golpeando esta vez las barras de la jaula, y casi fue como sus sentimientos saliendo a flote solo con verlo. La había salvado hacía unos años, después de que ella le dijera que si llegaban a capturarla le cortase el cuello para proteger el honor de su padre. Y nunca había llegado a disculparse por dejarle esa carga a un hombre que no conocía...y que había cuidado de ella la noche de antes.
-Finan -saludó, y él le devolvió la sonrisa y un gesto con la cabeza a modo de saludo. No dijo nada, pues siguió trabajando en las cuerdas que rodeaban sus manos y las de los caballos. El metal en forma de cruz centelleó en su pecho. Su compañero fue más reacio en responder, pero aún así supo que la había escuchado por la tensión en sus hombros y el casi invisible movimiento de sus orejas-. También es un placer verte, Sihtric. ¡Aethelstan, sal! Ven a saludar.
Bajó la cabeza, rodeando el hogar principal y dirigiéndose hacia la mesa improvisada con un tronco donde dejaba que Aelfwynn tomase el sol unos minutos cada día, tarde y noche. Fue ahí donde dejó la jaula, con el pájaro de nuevo relajado -un pequeño traidor- y espero pacientemente a que cierto niño moreno asomara la cabeza del libro. Obedientemente, no tardó en aparecer arrastrando los pies por la entrada y siguiendo la voz. Cuando vio a los guerreros desconocidos para él, recorrió a sus brazos sin expresión alguna en el rostro. Mildrith lo rode��.
-¿Otro galés al que la reina de Mercia acoge? -preguntó burlándose Finan, a lo lejos.
-Algo como eso -respondió, entrelazando los dedos con la pequeña mano del niño-. Se llama Aethelstan y vive con nosotras desde hace un tiempo. Le vendrá bien relacionarse con hombres en vez de tener las narices metidas en los libros siempre.
Aethelstan alzó la cabeza para mirarla, como si le hubiera ofendido ese comentario. No dijo nada, sin embargo, más que pestañear un par de veces y bufar por lo bajo. Mildrith le revolvió el pelo.
-¿No le valen los valientes hombres de Wealas, señora? Los he visto luchar y son fieros como cabrones.
-A veces las lenguas son un impedimento, Finan, y Aethelstan es muy pequeño para aprender todo lo que dicen, y más si suena como trabalenguas.
Solo se encogió de hombros, pero dejó claro con ello que estaba de acuerdo con la decisión. Tampoco le quedaba otra opción. Eso, o enfrentarse a los doce galeses bien entrenados él solo. Finan volvió a su trabajo, acercándose a Osferth y al hijo de Uthred. Mildrith le dio un golpecito en el hombro a Aethelstan, quien obedientemente se marchó corriendo de nuevo al interior del hogar, de nuevo arrastrando los pies.
Sihtric también miraba hacia ellos. Había cambiado mucho, y ahora llevaba el pelo echado hacia un lado, rizado y desordenado, exponiendo la mitad de la cabeza que no llevaba el tatuaje. Los rizos le caían por la otra mitad, cubriendo las sombras del tatuaje de su cuello. También estaba muy cambiado.
Fue la primera vez que Sihtric la había mirado.
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-Tengo un mensaje de tu tío, nos lo encontramos en la batalla -anunció Lady Aethelflaed. Eso la sorprendió, en parte. Porque los britanos de Wealas y los sajones del oeste nunca se relacionaban y menos -. El rey Hywel vela por tu seguridad y ha mandado que llegado el momento regreses a Wealas, pero cuando las tensiones con los daneses hagan seguros los caminos.
Mildrith asintió, pero tuvo ganas de burlarse. Los caminos nunca eran seguros, pero aún así se habían arriesgado. Y la guerra solo había hecho que Mercia se enfrentase a las invasiones que llegaban de la costa oeste, o tenía entendido algo así. Wealas era capaz de repeler los ataques por su cuenta, pero Mercia... Al menos Lady Aethelflaed estaba sana y salva, y había regresado de la guerra más viva que nunca para asegurar a su hija y a ella en su residencia. Mildrith solo podía estar agradecida.
-Rezaré para que se cumpla, dama.
No hubo respuesta, puesto que la reina merciana decidió que debía resolver otros asuntos en el interior del hogar. Mildrith observó a Aethelstan a lo lejos buscando un juguete que había escondido ahí aposta para entretenerlo. Sentada en los escalones, escuchaba de fondo las voces de los daneses discutiendo con la reina, acompañado del suave tono de Stiorra. El sol ese día pegaba fuerte, más que en los días nublados y lluviosos de atrás, y a los niños les vendría bien salir y relacionarse aunque fuera entre ellos. Los hombres del interior no estaban ahí para entretenerlos, sino para discutir lo que pasaría. Según parecía, era un asunto serio.
-¿Cuándo vas a soltarlo? -le preguntó a Aelfwynn, que sentada de rodillas en la tierra silbaba intentando imitar a su pajarito. Había llevado la jaula con ella a donde estaban y ahora intentaba comunicarse con el animal.
Una brisa sacudió su pelo rubio echándolo a sus espaldas. Lo mismo pasó con la melena pelirroja de ella, que se sacudió y metió en los ojos. Mildrith se lo apartó como pudo, recogiéndoselo detrás de las orejas. La niña se mordía el interior de la mejilla.
-¿Tengo que hacerlo?
-Habrá -razonó. Los ojos de Aelfwynn bailaron entre ella y el pajarito- si queremos que pueda volar.
Aelfwynn se lo pensó. Miró la jaula como si fuera una encrucijada, y luego regresó los ojos a ella y se quedó mirándola con sus grandes ojos claros llenos de curiosidad, miedo e inocencia. Le recordaron a lo joven que había sido cuando su madre decidió abandonar el castillo y residir en una residencia aparte habiendo cumplido sus deberes como tal, pero Aelfwynn tenía la suerte de estar en contacto y vivir con su madre.
-Pero ya vuela, ¿no?
A veces se preguntaba si una niña de tan temprana edad podía ser consciente de lo que pasaba a su alrededor. De que, al igual que ese pájaro, viviría encarcelada por su seguridad y sin poder moverse libremente. La veía mirar divertida a los guerreros, pero temía acercarse a ellos y preguntar si podían jugar con ella; lo sabía porque la cogía de la mano, la apretaba, y seguido iba a abrazarla. Una niña sensible que no había heredado la confianza de su madre. Le recordaba tanto a ella... Mildrith la abrazaba con fuerza y dejaba que durmiera con ella si alguna pesadilla la atormentaba, la cogía de la mano y protegía.
-¿No quieres jugar con Aethelstan?
-Es un chico -respondió con un tono indignado-. No me gustan los chicos.
-Es guapo -afirmó. Aunque fuese un niño. Seguramente fuese un muchacho guapo solo por quién era su padre. ¿Por qué lo sabía? Lady Aelswith no era sigilosa hablando.
Finan pasó entonces por delante de ellas mordiendo una manzana y abrochándose los pantalones. Al verlas, le hizo un guiño a la niña que consiguió hacerla reír. Osferth apareció más tarde gritándole a Aethelstan que buscase césped más adentro. Se preguntó dónde estaría Sihtric, pero conociendo su actitud distante estaría escondido en algún lugar observando y vigilando si los otros estaban tan relajados. Mildrith se miró las puntas de los pies.
-¿Te gustan los chicos? -dejó de atender al canto del pajarito y la miró a los ojos.
-Algunos, sí.
Se encogió de hombros.
-Son tontos.
-No conoces a ninguno de tu edad -señaló al niño, que se había adentrado entre la maleza obedientemente-. Cuando lo hagas cambiarás de opinión.
No parecía muy convencida.
-¿Los chicos de tu reino son todos pelirrojos como tú?
Mildrith se rió suavemente.
-No todos, pero sí algunos. Al norte, en Escocia, dicen que también lo son -recordó los comentarios de los monjes que llegaban del norte buscando alianzas con un reino vecino de Wessex-. También dicen que son unos cerdos porque no se lavan.
La niña arrugó el ceño, visiblemente asqueada de que hicieran algo como eso. Tampoco es que ellos fueran los más limpios, claro, pero sí tenían más higiene que en el frío norte. Los deditos de Aelfwynn cogieron uno de los mechones pelirrojos de su melena.
-Me gusta mucho tu pelo.
-Y a mí el tuyo -lo cual era cierto.
Aelfwynn miró de nuevo a la jaula, manteniendo un ligero silencio antes de volver a abrir la boca.
-A él también le gusta.
Tampoco dijo a qué se refería con ello.
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Lady Aethelflaed y Aldelmo marcharon galopando tan rápido como lo anunciaron. Noticias desde la capital de Mercia, decían, donde se amenazaba la sucesión del reino. La asistencia de la reina era obligatoria en esos asuntos. Desde ese momento, Aelfwynn sollozaba y se limpiaba las lágrimas con las mangas del pequeño vestido con flores bordadas. Ella intentaba consolarla como podía, pero apenas podía sola. Stiorra prefería encerrarse en el ala de arriba y juzgar a todo aquel que subiera a hablarle, incluso a los niños. Su hermano, que se llamaba igual que su padre, fue al único que dejó entrar.
Los demás estaban en la planta de abajo. Uthred había marchado con la reina y su consejero, pero antes había ordenado que sus guerreros protegieran la residencia merciana de Saltwic. Se habían llevado a los guerreros con ellos, por lo que tendrían que haberse quedado los doce guerreros galeses a su servicio. Pero estos se habían dividido en dos bandos: uno volvería a informar al rey Hywel de lo que sucedía y otro marcharía con Aethelflaed como refuerzo. Les había parecido mal puesto que solo eran fieles a una persona de entre todos ellos, pero al final habían marchado con todos ellos.
Aelfwynn silbaba con lástima a su pájaro, mirándolo con ojos llorosos y mirada ausente. Parecía un fantasma en vida. Alejarse de su madre en tan poco tiempo le suponía un gran impacto ahora que la había recuperado, pero así era la vida de una dama. Y más la de una princesa. Aethelstan se habría perdido por la residencia aprovechando que todos estaban ocupados. Cuando fue a buscarlo, descubrió que no estaba donde solía esconderse. Hasta que lo había visto practicando su escritura en pergamino al final de la sala donde Finan, Sihtric y Osferth descansaban -o hacían guardia-, la voz de Stiorra sonando de fondo a gritos.
-¿Me enseñas galés? -le había preguntado al corregirle el trazo de una "d" minúscula.
-No tienes por qué escribirlo -le respondió, un poco confundida por su repentino interés-. Y no es una lengua bonita que suela gustarle a los sajones. ¿Por qué quieres?
Solo se había encogido de hombros y mirando a la pluma.
-A mí me suena bien.
No sabía dónde había escuchado hablar más galés que a los guerreros, que normalmente se mantenía al margen de los niños. Porque ella no solía hablarlo estando a solas, solo pensaba en él. Lo habría visto escrito en las cartas intercambiadas con su padre, pero aún con esas era extraño que un niño mostrase interés por aprender una lengua como esa.
-Me gusta cuando lo cantas.
Miró a través de la ventana abierta, hacia donde la princesa silbaba entretenida con la pequeña ave. Mildrith se recogió entonces las faldas del vestido y salió de la estancia, caminando por los largos pasillos camino a su objetivo. Todavía escuchaba a Stiorra hablando en voz alta, y un cuchicheo que debía ser la de su hermano mayor. Sus pasaron resonaron por el eco del edificio.
-Osferth -llamó, entrando en la sala de descanso. Rápidamente lo vio, tumbado con un libro frente a la ventana y con una tímida sonrisa-, ¿puedes asegurarte de que Aelfwynn y Aethelstan sigan ocupados?
-Sí, señora.
Cabeceó una respuesta y caminó por la sala de descanso. La luz entraba clara por las altas ventanas, algunas cubiertas con cortinas de seda amarilla a juego con los muebles. Osferth ya estaba de pie cuando ella se fijó en el juego que Finan y Sihtric tenían entre manos. Finan movía tres vasos opacos de oro boca abajo, con tanta soltura que parecía haber nacido para aquello, el entretenimiento. Sihtric, tumbado y con los ojos fijos en ellos, bebía en silencio. Ninguno llevaba la ropa de cuero curtido, sino la ropa que iba por debajo de las armaduras de ese estilo, pero había una espada en el lado diestro de Finan que le hizo saltar las alarmas.
Estaban jugando a adivinar dónde estaba lo que fuera que tuvieran para esconder ahí abajo; su hermano le había enseñado a jugar, y siempre perdía porque su hermano hacía trampas para cabrearla. Cuando los separaron, ella siguió jugando por su cuenta con alguna de sus niñeras. Antes, de salir, se detuvo unos segundos en el umbral y miró por encima del hombro, hacia donde Finan sonreía por el malestar de Sihtric, sabiendo que iba a ganar.
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-Lo tiene en la boca -contestó. Ambos la miraron, pero lo que sucedió a continuación de eso no lo supo porque había entrado en la cocina.
La cocinera acababa de salir cuando ella entraba, cerrando las puertas tras de sí. No era un espacio muy iluminado, sino lo justo como para trabajar y no tener un accidente. Algunas velas estaban ya por la mitad en las zonas más oscura. Se dirigió a los armarios, consciente de que al otro lado de la cocina había movimiento y la risa de Finan atravesaba incluso la madera más dura. Mildrith abrió uno de ellos, cuyas provisiones se acumulaban en los estantes. Pero no estaba lo que buscaba. Así fue en los armarios siguientes, y en los posteriores.
Mildrith se dio la vuelta, y se encontró en la entrada a un Aethelstan algo desorientado, una mano sujetándose el hábito de pequeño monje, porque nunca había estado en esa parte del hogar y Sihtric. Este último llevaba un ramo de flores recién cogidas en una de las manos, puesto que la otra agarraba por instinto la empuñadura de una cuchilla a un costado. En otra ocasión, se habría sorprendido de encontrarse a solas con un hombre, más un pagano, pero con un niño la cosa cambiaba. Le daba en parte más seguridad, y más si se trataba del hombre que la había protegido esa noche en el monasterio y ahora estaba ahí para, sorprendentemente, lo mismo. Los ojos de Mildrith no se separaron de las flores ni un segundos.
-Son muy bonitas -dijo, con sinceridad y una sonrisa-. ¿Para quién son?
-Son para Lady Aelfwynn -dijo él, Sihtric, rápidamente, tendiendo las flores en su dirección. Ella las recogió, dándose cuenta del gran puñado que eran y que necesitaría dos jarrones-. El niño quería dárselas pero es muy cobarde.
Mildrith se sorprendió. Los ojos de Aethelstan estaban clavados en Sihtric, agarrado al final de su camisa roída. Supuso que ni siquiera los guerreros más poderosos tenían tiempo para cuidar su aspecto, ni el más hermoso a la vista.
-¿Aethelstan? Eso es muy generoso y de ser un caballero -respondió, y le hizo una señal para que se marchase.
Aethelstan obedeció y abandonó la cocina, ahora sí dejándolos a solas. Mildrith analizó las flores, claramente recién cogidas y del patio, las mismas que Aethelstan había golpeado con un palo para buscar el juguete como si no fueran nada. Y ahora se las estaba dado a Aelfwynn. Un gesto muy generoso por su parte y que tendría en cuenta.
-¿Te ha pedido que las cojas tú?
-Sí, señora.
-Eres muy amable. Se lo diré a la princesa -informó, a lo que él asintió sin hacer contacto visual, cabeceando una respuesta-. Seguramente lo habrá hecho para disculparse con ella por no querer jugar.
Se recogió las faldas rojas del vestido y se encaminó a la estantería más cercana en busca de dos jarrones, con suerte. Encontró uno, pero lo suficientemente grande como para almacenar todas esas flores. Mildrith lo hundió con una mano en el agua de un balde, y con la otra metió las flores con cuidado de no romperlas. Al acabar, sonrió. A Aelfwynn le daría una alegría ver unas flores tan bonitas decorando el comedor.
-Quería distraer a Aelfwynn con alguno de sus postres favoritos, pero me temo que la cocinera los ha guardado y no los encuentro -habló, entonces, a Sihtric. Él permanecía en la puerta con la cabeza alta y el cuerpo tenso, los brazos a sus espaldas como si esperase alguna orden-. Verlas le inundará el corazón de alegría. Tal vez la convenza de recoger alguna para que le haga una corona a Aethelstan.
Supuso que un hombre como él no entendería el significado de esos detalles, y más en el contexto de unos niños, pero ella se esforzó en explicárselo. Le contó que cuando era pequeña las monjas que la cuidaban le habían enseñado a hacer coronas de flores para intercambiarlas con otras niñas en las festividades de su tierra, de Wealas, siguiendo la tradición del reino. En ningún momento habló del cristianismo, pero sí del cristianismo celta y las celebraciones que todavía se llevaban a cabo en sus tierras.
Sihtric no había cambiado la expresión, y en cierto momento le recordó a la estoicidad de Aethelstan cuando se rodeaba de ellas y nunca abría la boca. En cierta parte, eso le molestó.
-Es muy bonito, señora.
Asintió. No supo qué más decirle, suponiendo que no eran dos personas conocidas y tenían ideas contrarias y discutibles. Lanzó una oración silenciosa por su seguridad y paciencia. Mildrith le sonrió con cierta tensión antes de darse la vuelta y tirar unos restos de comida a la basura al lado de la puerta trasera. La cocinera fuera estaba regañando a unos soldados mercianos que se reían de algo que la habría molestado. Volvió a mirar las flores, claramente arrancadas del patio, pero bien elegidas, y luego a Sihtric. Este permanecía en el umbral de la puerta en silencio, mirando al suelo.
Entonces a Mildrith se le ocurrió preguntarle por algo.
-¿Qué significan las pulseras?
Se refería a las pulseras que lo había visto llevar tanto el día que lo conoció hacía ya tiempo atrás como aquella mañana. Joyas que decoraban tanto antebrazos, dedos y muñecas, pero esta última apenas visible. Le habían llamado la atención porque no era el tipo de accesorios que un guerreros habría llevado para enfrentarse a otros peores, pero cuando vio que sus iguales, pero de bando contrario, también los llevaban supo que era un tipo de tradición entre los daneses. De oro o plata, materiales caros y ricos, bienes de lujo.
-Son recompensas -le respondió.
-¿Recompensas?
-Por mi trabajo con el señor Uthred -añadió, haciendo un amago de enseñarle una, para darse cuenta de que se había desprendido de ellas en el momento que se quitó la armadura. Su mano cayó de nuevo sobre la empuñadura-. Es una tradición entre los daneses, más o menos. Mi señor me los da como recompensa por una victoria, y con ellas a veces pagamos... -la sonrisa le desapareció del rostro tan pronto como se dio cuenta de lo que estaba diciendo, tan libremente frente a ella.
Mildrith iba a preguntarle a qué se refería con eso último cuando un grito hizo que pegase un bote en el sitio.
-¡Están aquí! ¡Vienen hacia aquí! -gritaron desde fuera. Sihtric y ella salieron de la cocina siguiendo los gritos de Stiorra, cuyas pisadas a medida que se acercaba se hacía más pesadas.
Finan ya estaba de pie, con una mano empuñando su espada aún sin desenvainar, y Osferth entraba en la sala cogiendo la mano de Aethelstan. ¿Y Aelfwynn? Sus ojos las buscaron, nerviosos, e incluso se atrevió a acercarse a la ventana, solo para descubrir que no había nadie al otro lado. El joven Uthred llegó corriendo con una niña rubia de la mano, y casi le dieron ganas de echarse a llorar. Mildrith inspiró.
-¿Quién viene?
-Unos hombres bajando la colina vienen hacia aquí. Vienen armados.
-¿Quiénes son?
-No lo sé -respondió la joven-, pero vienen rápido.
Mildrith sintió el corazón latirle con fuerza.
La sucesión. El rey herido. Todo encajaba. Venían a por Aelfwynn por ser la única hija del rey Aethelred y su reina. La decisión de los condes dependería de todo al final por la sucesión, la razón por la que Aethelflaed había marchado para discutirlo, pero siempre facilitaba las cosas tener a los hijos del rey cerca en caso de plantearse una alternativa. Porque era una niña. Una joven capaz de heredar el trono y que necesitaría una regencia... O a un hombre.
-Aelfwynn -la niña fue corriendo a sus brazos sin decirle nada más, claramente temblando y con el rostro pálido sin comprender qué sucedía a su alrededor.
Tenía la piel fría, pero la ropa caliente. Cuando vio el hacha de Sihtric, Mildrith se alejó con la princesa entre sus brazos con temor a que por accidente le hiciera acabase golpeando a la niña. Sihtric las miró a ambas, pero sobre todo a ella; Mildrith le devolvió la mirada. No supo qué significaba o si le estaba diciendo algo con la mente. Finan ya estaba desenvainando la espada cuando Stiorra se adelantó en el acto.
-¡Esperad! Tenemos un plan.
Mildrith intentó descifrar a qué se refería Stiorra, cuando se dio cuenta de lo que estaba sucediendo. Había un plan, que ninguno de ellos conocía. Solo ella, y puede que por la sonrisa de Aethelstan él también tuviera algo que ver. Al final, él se movía por la residencia y conocía mejor que nadie dónde uno podía esconderse para no ser encontrado. El condenado niño que los salvaría a todos era el mismo que huía de la presencia de los demás. Aelfwynn tiró de la falda de su vestido llamando su atención.
-Toqué tu arco buscando mi escondite -le dijo, con ojos triste-, lo siento.
Mildrith le dio una palmadita, restándole importancia. Su atención se concentraba en los ojos astutos de la hija de Uthred, que explicaba el plan de forma comprensible y dictaminaba dónde cada uno debería estar para que funcionase correctamente. Finan se escondería en el hueco de una de las paredes, mientas que Osferth tenía la constitución perfecta para hacerlo en el arcón de la entrada, donde guardaban los juguetes y las mantas de los niños. Los niños, por otro lado, lo harían en el césped alto que crecía en el jardín aprovechando su tamaño. El joven Uthred los controlaría.
-Ella no -se refería a ella. Stiorra la detuvo cogiéndola del brazo-. Se te vería el pelo de lejos, por eso de tener el pelo rojo. Mejor en el dormitorio de arriba que hay más espacio.
-¿Y tú que harás?
-Alguien tiene que demostrar que Aelfwynn no está y que esto está vacío -respondió de forma astuta. Cada vez se demostraba más de quién era hija-. Si ven a la hija del rey de Wealas y que es mentira, intentarán también llevársela. Si no tienen órdenes de antes...
Así que así lo hicieron. Sihtric la cogió de la mano y ayudó a subir corriendo las escaleras por la dificultad de movimiento que había con vestido. Los demás se quedaron en la planta de abajo, y se escuchaba lo que estaban haciendo. Stiorra estaba diciéndole algo a Aethelstan que no atendió puesto que la madera crujía debajo de ellos. Una vez en la planta de arriba, la cama de Aelfwynn cubierta con pieles era el único mueble amplio.
-Aquí -señaló al armario empotrado en la pared, de madera y también decorado con los símbolos de Mercia-. ¿Dónde te esconderás?
Él no dijo nada, como era costumbre ya. Un hombre que vivía en su mundo y que iba por solitario como los lobos. Había dejado el hacha en el patio clavada a la mesa de madera, como algo casual, pero había cogido un cuchillo de su arsenal privado de armas.
Mildrith abrió las puertas del armario, por su parte, al mismo tiempo que él se agachaba frente a la cama y arrastraba. Sihtric desapareció debajo del mueble sin mediar palabra alguna, arrastrándose hasta que la madera crujió. ¿Qué estaba haciendo ahí abajo? Supuso que seguir el plan de esconderse como todos. A Mildrith se le calentaron las mejillas de rabia contenida, pero continuó con el plan de Stiorra porque una cosa no, pero estaba realmente bien planteado. Como si lo hubiese planeado por sí sola... Mildrith cerró las puertas del armario, y dejó que los ruidos metálicos inundaran sus oídos como si estuviera en el campo de batalla a su propia manera.
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El interior del armario era sofocante, la oscuridad apenas rota por las rendijas por las que se colaba la luz del exterior. Mildrith contenía la respiración, sus oídos atentos y despiertos a cualquier sonido que llegase de fuera. Sabía que su vida dependería del plan de Stiorra, pero jamás en su vida como princesa se habría imaginado escondida de aquella manera. Le tocaba ahora confiar en ella lo había calculado todo al milímetro, por mucho cambio que supusiera.
Los pasos resonaban entonces en el pasillo. Eran pesados y firmes, el tipo de pasos que no dejaban espacio para la duda a que buscaban algo. Solo una persona, con suerte. Cerró los ojos, tratando de calmar el frenético latido de su corazón. Las botas se detuvieron justo frente a las puertas del armario; la cota de malla deslumbraba amenazadoramente. El silencio siguió siendo ensordecedor, temiendo que la hubieran descubierto. Mildrith se mordió el labio inferior. Por un momento, el tiempo pareció detenerse.
Hasta que los pasos se alejaron, escuchándose el crujido de la madera por su peso y la señal de que estaba bajando las escaleras. Mildrith abrió entonces los ojos. La voz grave hablaba, seguida de otras y una que distinguió como la de Stiorra. Aprovechó el momento... Con un movimiento lento y cuidadoso, empujó ligeramente la puerta del armario. Esta se abrió con un leve chirrido que le heló la sangre. Pero no hubo reacción. Se deslizó fuera, sus pies cubiertos por las botas de cuero elegante apenas hicieron ruido sobre el suelo. Se movió, entonces, hacia el exterior, vacío. Mildrith salió dejando la puerta abierta, teniendo cuidado de por dónde pisaba.
Sihtric también decidió que era el momento de salir de su escondite. Al menos no había destrozado la habitación para averiguar dónde estaba la niña. La madera sonó bajo sus pies suavemente. Escuchó debajo de donde estaban los movimientos de los hombres a los que Stiorra entretenía. Sihtric se arrastró saliendo de su escondite, un pequeño cuchillo en boca y el colgante de siempre bailándole en el pecho. Mildrith se alejó de la barandilla todo lo que pudo, arrastrando los pies. A sus espaldas, escuchaba el sonido de la ropa de la otra persona para limpiarse el polvo.
Los ojos de Sihtric se lanzaron directamente hacia ella, inmóvil ahí donde el suelo crujió como una escena de terror. Ambos guardaron silencio, mirándose el uno al otro. Los ojos de Sihtric bailaron entre ella y el sitio donde había pisado. Hubo un silencio estremecedor que le congeló la sangre de tal forma que dejó de sentir a su alrededor.
-¡No, no subáis! ¡Se habrá colado un gato callejero!
Aunque el intento de Stiorra era bueno de corazón, no habría convencido ni al hombre más tonto del mundo. Sihtric y ella intercambiaron una mirada cómplice. Sin pensarlo dos veces, marcharon corriendo sin importarles el ruido -aunque fue poco el que hicieron, cosa que los alivió- hacia el mismo espacio donde ella se había ocultado antes y, con un tirón firme, Sihtric los metió a ambos cerrando la puerta tras de sí.
Dentro del armario, el espacio era aún más reducido con los dos compartiéndolo. Se apretó contra la pared, su respiración entrecortada y sudando miedo. Sihtric, pegado a ella, intentaba controlar la suya propia. Estaban cara a cara, con una marca diferencia de altura que a la distancia que solían dejar entre ambos apenas se notaba. Pero era enorme comparado con ella. Sihtric tenía que levantar un brazo y agarrarse a la barra del armario para dejarle espacio en el que colocarse.
-¿Gato?
El hombre estaba ahí. Los pasos se dirigieron hacia la habitación de donde habían salido. Mildrith contuvo la respiración, sintiendo el calor del cuerpo de Sihtric a su lado, su proximidad haciendo que el momento fuera aún más intenso. Y peor. Esa cercanía podría condenarlos a ambos si se descubría por la persona inadecuada. El hombre rebuscaba en la habitación, maldiciendo entre dientes. Ahora estaba enfadado, y nervioso. Buscaría en todos lados hasta darle caza a lo que había pasado por alto.
Un crujido resonó cerca de ellos, y Mildrith sintió el pánico crecer en su interior. Las sombras se movieron frente al armario y, por un momento, pareció que todo se detendría ahí. Mildrith cerró los ojos, rogando que no los descubriera. Estaba pegada a Sihtric, lo sentía, y a su calor. También sentía su respiración entrecortada resonando en la oscuridad, si bien él intentaba controlarla haciendo ejercicios. Mildrith podía sentir el calor del cuerpo de Sihtric junto al suyo, su proximidad, provocando una mezcla de nerviosismo y una creciente corriente eléctrica entre ambos. Podía olerlo, y no se parecía en nada a lo que hubiera imaginado; sudor, un aroma varonil que le ponía los pelos de punta, mezclado con algunos elementos más como el metal y lo que temía que fuera sangre.
-Gato...Gatito... -se estaba burlando sabiendo que llevaba ventaja en ese juego. Sihtric se movió, y la madera crujió, y de repente los pasos del hombre se detuvieron. Mildrith se agarró a su brazo alzado, estirando la espalda en aquel minúsculo espacio.
Sihtric se inclinó ligeramente, intentando imitarla, solo para que la madera volviera a crujir. Lo vio cerrar los ojos con fuerza, tensar la mandíbula de forma que demostraba la incomodidad de estar ahí dentro y en esa situación. El armario, tan estrecho y opresivo, ahora se sentía como su propio universo. Un nuevo espacio. Mildrith se alejó de la puerta lo máximo que pudo, no fuera a llamar la atención sin quererlo. Para ello, tuvo que inclinarse un poco más sobre el cuerpo del hombre con el que compartía ese lugar. Su visión fue a parar sobre el amuleto que siempre colgaba de su cuello, a juego con el de su señor, y no pudo evitar contemplarlo desde cerca. Había sustituido el de madera por uno metálico oscurecido por la vida fuera de casa.
-No te muevas -susurró, lo suficientemente bajo como para que solo él la escuchara.
El sonido de los pasos continuó, la madera sonando de forma que el vellos de Mildrith se erizaba a cuanto más cerca se encontraba. Mildrith y Sihtric contuvieron la respiración como pudieron cuando la malla volvió a aparecer frente al armario. El silencio cayó sobre ellos, cargado de tensión. Mildrith inspiró como pudo, intentando calmarse y pensar con claridad. Pensó en Aelfwynn y en Aethelstan, ahí fuera ocultos con el joven Uthred, desprotegidos. Y en donde se hubieran escondido Finan y Osferth.
¿Y si los pillaban a los dos? Matarían a Sihtric. Pensarían que estaba ahí para secuestrarlas por su apariencia de danés o que obstaculizaba la tarea ordenada desde la capital, seguramente por los condes hasta el momento al cargo de la sucesión de Mercia. Y luego se la llevarían a ella por los pelos si descubrían quién era, lo cual era bastante sencillo solo con mirarla. Las lágrimas amenazaron con salir de sus ojos. Inspiró y exhaló, una y otra vez. El aire le oprimía. ¿Era así como se sentía el pájaro de Aelfwynn, sofocado por no encontrar la salida?
-Respira. No contengas el aire -el aire cálido de su aliento la golpeaba en las mejillas al hablar, pero también al intentar respirar. Mildrith sintió un tirón en el estómago, una especie de advertencia a que... No lo sabía. Pero no podía alejarse de él. De su calidez asfixiante.
-No puedo -balbuceó.
-Tienes qué hacerlo.
Pero Mildrith sacudió la cabeza. El pelo comenzaba a molestarle, así que se lo apartó del cuello echándoselo a un lado. Empezaba a sentirse mareada.
Más pasos. El sudor corría por su espalda, empapándola y enfriándole la piel como bien podía. Sihtric se removió, esta vez la madera no crujió. Ni cuando consiguió con la mano libre apartarle el pelo por completo de la cara. No supo si la estaba viendo, pues ella era incapaz de ver su rostro, pero sí imaginárselo. Se preguntó si él era capaz de eso. Otra vez los pasos. Más. La respiración de Mildrith se aceleró cuando sintió sus dedos recorrerle la piel de la nuca, la expuesta por el pelo. Mildrith se estremeció, pero no apartó. Sus ojos bailaron acostumbrados a la penumbra.
-Lo siento. Por haber pedido que me mataras en el convento. Lo siento, lo siento mucho...
-Eso es pasado -su voz sonó dura pese
-Pero importante para mí.
Apretó los labios. Con fuerza. Tanta que sintió las venas romperse contra sus labios y el sabor de la sangre en su lengua.
-¿Milli? -sonó una vocecita. Una luz en el camino. Un hueco por el que fuese capaz de arrastrarse y salir de ese espacio. Sihtric y ella respiraron finalmente.
La puerta se abrió, golpeada por ella. Primero sacó las piernas, y después el resto del cuerpo empapado en sudores fríos. Tosió, pero por el repentino aire frío de la habitación. Aethelstan esperaba fuera con los brazos a los costado y una postura relajada. Sonreía, pero no ampliamente como había visto antes. Era visible que estaba emocionado, pero se contenía de acuerdo a sus enseñanzas en el monasterio. Hubo movimiento a sus espaldas, mientras ella recuperaba el aliento.
Aethelstan salió corriendo escaleras abajo al escuchar a Stiorra llamarlo para que recogiera sus cosas. Hubo silencio entre los dos, solo roto por la voz relajada de Uthred, padre, en la planta de abajo, Debía de acabar de llegar evitando a los soldados mercianos. Una presión sobre el hombro la sorprendió.
Mildrith se alejó.
-Se han ido -anunció, y huyó como una cobarde de la escena.
Uthred ordenó que recogieran todo lo comestible y posible para abandonar la residencia. Cuando bajaron -de distintas formas: Sihtric saltando la barandilla y ella las escaleras-, ya todos estaban recogiendo y moviéndose. Al poco tiempo, habían cargado a los niños a un carro guiado por Osferth al frente y lo necesario en su interior. Uthred y Finan se posicionaron al frente, mientras que tras el carro iban los hijos de Uthred y ella atendiendo y vigilando que los niños estuvieran a salvo, con Sihtric cerrando la fila. No habían hablado más. ¿Para qué hacerlo?
Aelwynn había sacado el arco de madera del arcón de su dormitorio y puesto a su lado, abrazándolo con fuerza. No había dicho nada respecto a ello, y menos cuando Finan le había dado una mirada extraña.
Antes de marchar, Mildrith de Wealas, única hija del actual rey de Wealas, se permitió el lujo de darle un último vistazo al que había sido su residencia en los últimos años. Los altos muros de piedra, con un tejado tan bien trabajado que recordaba a las construcciones fronterizas que separaban Wealas de Mercia. El jardín donde Aelfwynn había liberado al pajarito llorando, y volado hacia su libertad, el mismo lugar donde habían jugado, hecho muñecos de nieve con ayuda de los soldados que se rendían a los pucheros de la princesa y comido con el buen tiempo. Huían de una guerra que envolvía a una extranjera con título de reina consorte, a su hija con sangre merciana con derecho propio al trono y a todo aquel que codiciaba el trono de un reino en guerra con los daneses. Y ella solo podía sentir lástima por lo que pasaría con ellos si eran capturados.
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poetailurofilica · 7 months
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RE-anímame
tal vez haya muchos sintiendo algo parecido o acaso son las siluetas que me abstraen al abismo como pistas escondidas entrelíneas de estos papiros es que me agrada y me sonroja cuando me adornan tus cumplidos es un tanto de compinche no por la facha sino los matices no es por tu boca pero qué alivio conocer mejor la impronta pues ¡eres atractivo!
sin negar las comisuras las poses los desvíos las travesuras sé quién eres aunque no te roce sé lo que quieres aunque no lo nombres aunque realmente no seas mío sólo no te confundas más bien, despéjate las dudas el sol se aprecia mejor cuando las nubes se disipan es el clímax de la razón la experiencia vs la premonición
tampoco es la condecorosa actitud que reclamo es que soy mosca para tu telaraña soy como esa vasija mágica nunca acabo doy más de lo que realmente tengo y al final, siempre me dan la espalda no es tanto por mis propios anhelos sino porque me aferro incluso, a la nada tal vez si sólo voltearan pidiendo masajes o arena sería mejor la estrategia pero jamás podremos cumplir expectativas ajenas
la vida también nos enseña que es mejor la dicha de los sueños que con tan sólo sentir entereza compartamos la misma a pleno no hace falta el resaltador ni que subraye algo concreto lo que amerita es la simpatía si puedo dibujarte un comienzo se sabe que todo quien medita encuentra su propio fallo, al juicio final me enternece porque me invitas a tu merienda casual, la cita, y aquí estoy yo con mis “té (quiero) “ y tú con tu café y silbar
extiende tu tentáculo de nuevo vacíame de promesas y vulgaridad me entrego a Cthulhu mi dueño como sirviente que enaltezca su majestad preguntaría dónde está el truco pero insisto: es tu simpleza mi tierra crea surcos a la marea para redirigir todo el manantial albergo contenta este espléndido sentir, que brota en mí tu ansiedad merecemos todo mientras lo deseemos y te aseguro que el cielo nos regalará aún mucho más
lo que le vale a un corazón herido no es ejercer castigos no es dañar ni cometer delirios no es manipular y obtener beneficios no es mandar para ordenar un suplicio no es competir pero con gracia te digo es todo un arte encariñarme contigo forjando mejores cotas por si algún que otro filo confunde el trigo con la maleza y el quejido tras cizañas de enemigos mejor escondo el laberinto mi origen no tiene más que un solo testigo
me es grato cruzarte entre sueños susurros cálidos que alivianan mi ego tu voz me trasciende cual brisa amable mi abnegación es cortejarte hasta que llegue tu carruaje incendias el iceberg que aún alberga mi lecho encendedor cuando atraes pareciera que manifiestas infierno me ardes justo en medio de la raíz cómo le explico a la Reina de copas que el Loco anda suelto que me tientan tus botas gato de paso y rodeos forjamos nuestro imperio por alimentarnos con lonjas
eres digno de la corona si hubiere anillo que quepe en tu dedo aunque es más gigante que mi derrota y tu estandarte fascinación a mi clero las amenazas no son de doma si el toro acepta pastar en el rancho darles a las vacas lo que más añoran y reproducir el ciclo sostener la historia un castillo impenetrable es más fuerte cuando el miedo se agota por alinear nuestras mentes en pos de un veredicto y a mucha honra
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hello, I just finished safe heaven and I would like to let you know my thoughts and feelings about it but my english is not good enough to express it so I'm gonna do it in my first language, hope you don't mind and get the idea of how much it made me feel TT
BUENO kjafajdfjadfj la verdad AMÉ CADA CAPÍTULO. soy muy fan de como escribes, ESPECIALMENTE LA QUÍMICA ENTRE LA REINA Y CHAN AAAAAAA siempre que estaban juntos yo gritaba internamente y para ser honesta hubieron momentos en los que me tomaba horas leer un capítulo porque cada párrafo me causaba mariposas en el estómago de la emoción adkjhaobhp. cuando la reina entró al cuarto de chan después de que él recién se había bañado??????? esa parte vive en mi mente y lo seguirá haciendo siempre porque wow, hasta yo me puse nerviosa. pero nada va a superar cuando se besaron por primera vez, te prometo que la tensión estaba por las nubes aakjbagras. y no voy a dejar de lado el smut... lo disfruté bastante, hace tiempo no leía smut tan pero tan bueno.
me encariñé con tooodos los personajes, eres muy buena escribiendo relaciones, no hablo solo de las románticas, sino de la forma en la que los personajes se relacionan entre sí... se siente muy natural y se siente el cariño que hay entre ellos.
diría que mi personaje favorito es chan, me agradó mucho su personalidad y compartir con él sus momentos de preocupación, felicidad, miedo y cuando él todavía trataba de negarse sus sentimientos hacia la reina ajdlfkasdf.
el final me pareción 10/10, la relación de la reina y chan no está escrita de una forma en la que da la sensación de que solo están escritos para amarse (no sé si me doy a entender TT) sino que son dos personas con intereses, conflictos y fortalezas que se tienen el uno al otro para crecer y apoyarse el resto de su vida.
quisiera extenderme más y hablar de otros temas que me gustaron pero no quisera abrumarte TT hope you get how much I loved it, thank you soooooo much for sharing it with the world y gracias al universo también porque me permitió encontrar tus trabajos entre el basto mundo del internet.
hope you are having a nice day, week and month. take care, and big hugs for you <3
pd: no es de safe heaven peeeero en wereroomies hay un momento en el que chan acaba sobre el cuerpo de ella y después lo lame y la besa... solo diré que me hizo darme cuenta algo sobre mí misma...
ME MUERO CON ESTE FEEDBACK AUXILIO. YOU'RE SO CUTE (honestamente, ni siquiera sé si sabías antes de mandar esto que hablo español, pero por alguna razón leer este feedback en español me ha hecho el día, en serio sdkjhfsdkjf)
no me abrumas, bebé. para nada !!! yo podría de verdad estar hablando de SH por HORAS. Lira Le es mi propio Safe Haven, honestly skjdfhskjdfhsjkdf
muero de amor con que te parezca que trabajo bien las relaciones platónicas también. de verdad que no sé porqué pero me puso el corazón a latir rapidísimo sdkfjsjkdf intento lo más que puedo en que los personajes de mis historias sean lo más tridimensionales posibles, y creo que la forma en la que se relacionan entre ellos añade mucho a eso.
la forma en la que describes la relación de Chan y la Reina es tan... Así. es que son Así. son almas gemelas pero no son mitades, son personas completas que simplemente se apoyan el uno en el otro y AAAAAAAAAAAAAAAA AUXILIO LOS AMO.
also esa PD casi me dio whiplash KJSDHFKJSDFJHKSDF pero honestly??? you're so valid, bby, because reading that situation in a fic was how I discovered that about myself, too lmao
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resistantbees · 1 month
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marielavilleri · 2 years
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Hecho a mi medida. ¡EXACTOOOO! NADA, LÉELO Y GRÁBATELO, NADA que te quite la salud mental, emocional o física, vale la p***ta pena, créeme. Al final de todo, NADIE TE VA A RECONOCER ESAS HORAS EXTRAS, PERDERTE DE LA ALEGRÍA DE TENER A TUS HIJOS CERCA Y DEDICARLES TIEMPO POR ESTAR TERMINANDO PENDIENTES DEL TRABAJO, RARA VEZ MUY RARA VEZ, SI NO ES QUE NUNCA, ENCONTRARÁS VERDADEROS AMIGOS EN EL TRABAJO, PORQUE, EN CASO DE QUE SEAS DESPEDIDO O CONSIDEREN DESPEDIRTE, NADIE DUDARÁ NI UN SEGUNDO EN PASARTE ENCIMA Y QUEDARSE CON TU PUESTO O APUÑALARTE POR LA ESPALDA... a mí me pasó, y fue tan fuerte, tan desepcionante, tan deprimente y doloroso, que, gracias al universo, tuve que perder TODO para ganarme a mí misma, y eso que cada día es un nuevo comienzo y a veces no es tan fácil cuando ya quedan secuelas y años de pesadumbre en el alma... La vida lo cobra todo. Y aquellos que me hicieron mal, ¡buena suerte!🔥 Existe el karma y aseguro que, lo que me hicieron No será ni la cuarta parte de lo que a ellos les harán, es un simples matemáticas karmáticas. Al final, puedo confesarles que, aún estando enferma el resto de mi vida, LA MEJOR DECISIÓN QUE HE TOMADO HA SIDO LA DE MANDAR AL DEMONIO A TODO AQUEL QUE QUISO PASARME ENCIMA, UTILIZARME DE TAPETE, Y APUÑALARME POR LA ESPALDA 😁💯🙌‼️😎😉😘 Por cierto, you fucking assholes & low life bitches and bastardsss, espero que la estén pasando muy bien en estas vacaciones y disfrútenlas mucho, porque solo les quedan esas dos semanas y luego regresarán a ver esas caras que odian y por las que han sacrificado todo, amiguitos escolares extrabajatoriales jajaja jajaja jajaja. Les contaré lo que se siente sentirse mal pero teniendo el amor de mi madre todos los días y también les pondré en mis actualizaciones cómo siguen las series qué les gustaban y que ya no pueden ver porque tienen que dar sus rondas y hacer su papeleo, Wasauuussskiiiiiissss jajaja jajaja 🤣😎🙃😎🤓🖤🤟😁 PD. Si gustan otras actualizaciones de HBO, de la playa observando el atardecer con quien amo (la reina de mi vida, madre chula) o de cualquier actividad vespertina, como conocer nuevos bares y hacer nuevos amigos, etc... 🤣🤪#hoypormímañanaxMÍtambién #RavenR®🖤 https://www.instagram.com/p/Cl_ogtHOrVj/?igshid=NGJjMDIxMWI=
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femalewerewolfff · 2 years
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unchildhood(punto)tumblr(punto)com/post/172888440219/ se parece al estilo de vos por cierto felicidades por el nuevo empleooo reina
El collage esta bacano. Siento que la imagen de una señora que podria salir en un comercial antiguo (con el pelo levantado en rulos a los lados) es una buena elección porque contrasta bastante con el lobo.
aaa muchas gracias :) el museo esta justo en mi universidad entonces no es como un trabajo trabajo oficial pero igual tenia que mandar un formulario y pasar una prueba pa ver si quedaba. pero aja siempre me ha gustado la historia, hace poco di una electiva de la region antes de la llegada de los españoles y el tema me intereso bastante, desde que el profe al principio del año me contó que uno podia ser guia pues hice mi plan el lograrlo... y funciono 🥳
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archivorpg-yc · 2 years
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𝗜 𝗖 𝗘 𝗟 𝗔 𝗡 𝗗⠀⠀⠀—⠀⠀⠀𝗆 𝗎 𝗅 𝗍 𝗂 𝗆 𝗎 𝗌 𝖾 / 𝗆 𝗎 𝗅 𝗍 𝗂 𝗌 𝗍 𝗈 𝗋 𝗂 𝖾 𝗌 . ⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀ Muchas gracias por aceptar mi solicitud, o en tal caso, por haberme añadido; me dará mucho gusto estar leyéndote, así que cada que recibas alguna reacción mía, ten la certeza de que ha sido genuina. A continuación te explicaré un poco la dinámica de la cuenta: éste es un perfil principalmente 𝗺𝘂𝗹𝘁𝗶𝗺𝘂𝘀𝗲, lo que quiere decir que desarrollo y escribo sobre las vidas de distintos personajes, en su mayoría creación mía, y éstos personajes se encuentran disponibles para socializar, rolear y enlazar tramas. Pero también soy un perfil 𝗺𝘂𝗹𝘁𝗶𝘀𝘁𝗼𝗿𝗶𝗲𝘀, pues habrán escritos sobre tramas e historias que son solamente eso: historias, por lo que no estarán disponibles para socializar o rolear, pero sí para su lectura. Así que, sabiendo esto, si existe algún personaje que requieras para tu historia, sea masculino o femenino, házmelo saber y muy probablemente pueda dártelo; te esperaré en inbox. ⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀ 𝙍𝗼𝗹𝗲 𝗿𝘂𝗹𝗲𝘀. ⠀⠀⠀ 𝟭. Inbox para conversaciones casuales y/o planear roles y tramas. 𝟮. Mi modalidad de rol es de medio a extenso, adaptable a primera o tercera persona. 𝟯. La ortografía es importante. Calidad sobre cantidad. 𝟰. Roleo por grupos de chat (así conservamos el chat individual para avisos, dudas, etc.), por muro y por grupos de facebook, según sea preferencia tuya.𝟱. Consiento el drama 𝗼𝗻 𝗿𝗼𝗹𝗲. ⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀ 𝙂𝗲𝗻𝗲𝗿𝗮𝗹 𝗿𝘂𝗹𝗲𝘀. ⠀⠀⠀ 𝟭. Disponibilidad para rolear y enlazar tramas, sólo pídelo. 𝟮. En la cuenta se podrán tocar, incluir y escribir sobre temas +21, favor de abstenerte a añadir si causa incómodidad, pues no se especificará individualmente en cada relato publicado. 𝟯. En todo momento se interactúa como personaje, por lo que si requieres contactar con la persona detrás, favor de especificar refiriéndose a mí como 𝙄𝙘𝙚𝙡𝙖𝙣𝙙/𝙄𝙘𝙚, o bien, usando los símbolos establecidos: | /. ⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀ 𝙈𝘂𝘀𝗲𝘀. ⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀𝗟𝗶𝗮𝗺 𝗔. 𝗟𝗲𝗱𝗴𝗲𝗿 — . ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀𝗡𝗮𝘁𝗲 𝗙. 𝗔𝗿𝗰𝗵𝗶𝗯𝗮𝗹𝗱 —  . ⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀𝘼𝗹𝗯𝘂𝗺𝘀. ⠀⠀⠀ @——Redes sociales de los personajes. 𝗖𝗵𝗿𝗼𝗻𝗼𝗹𝗼𝗴𝗶𝗲𝘀——Orden de escritos de uno o varios personajes que pertenecen al mismo universo y sigan la misma línea de tiempo. En otras palabras, cronologías universales (todas las cronologías individuales se encuentran en el primer comentario bajo las fichas de cada personaje). 𝗢𝗳𝗳𝘀𝗶𝗱𝗲——Publicaciones out of character. ⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀ Siéntanse en la libertad de solicitar rolear con quien sea de su gusto e interés; no me molesta mandar starters. ⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀𝗶𝗰𝗲𝗹𝗮𝗻𝗱.𝘁𝘅𝘁.
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𝗛𝗘𝗜𝗡𝗥𝗜𝗖𝗛 𝗔𝗟𝗘𝗫𝗔𝗡𝗗𝗘𝗥 𝗥𝗘𝗘𝗗𝗘𝗥. Born on October 23, 1996 in Brooklyn, New York. 26 years old; Mexican-american. Enneagram Personality Type: 5w4. Single.
𝙋𝗿𝗼𝗹𝗼𝗴𝘂𝗲:With an Italian-American father and a Mexican mother, Heinrich is an American with dual nationality, the second, Mexican.He is the sixth of eight siblings.His mother, Reina, died of cancer when he was 11 years old.High school graduate.To live, Heinrich is temporarily established in California working to pay off a financial debt that could cost him his life.Playing the piano is her passion; his dream, to be a recognized pianist one day.
𝙍𝗲𝗹𝗮𝘁𝗶𝗼𝗻𝘀:
𝗶𝗰𝗲𝗹𝗮𝗻𝗱.𝘁𝘅𝘁.
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𝗧𝗘𝗥𝗥𝗘𝗡𝗖𝗘 𝗛𝗨𝗗𝗦𝗢𝗡 𝗠𝗢𝗥𝗚𝗔𝗡. 泰倫斯·摩根(#𝗍𝖾𝗋𝗋𝖾𝗇𝖼𝖾𝗆𝗈𝗋𝗀𝖺𝗇).
Born on June 25, 1997 in Manhattan, New York. 25 years old; american. Enneagram Personality Type: 3w4. Single. ᵘᶰᶤᵛᵉʳˢᵉ / 𝗗𝗢𝗠𝗜𝗡𝗢.
(×)——𝙋𝗿𝗼𝗹𝗼𝗴𝘂𝗲: Terry is an American.He is the oldest from three brothers.
(×)——𝙍𝗲𝗹𝗮𝘁𝗶𝗼𝗻𝘀:
(×)——𝙄𝗻𝘁𝗲𝗿𝗽𝗹𝗮𝘆: Character available to link roles, plots, stories.
𝗶𝗰𝗲𝗹𝗮𝗻𝗱.𝘁𝘅𝘁.
(×)—————————𝘾𝗵𝗿𝗼𝗻𝗼𝗹𝗼𝗴𝘆:
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ㅤ ⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀ 𝓖𝑶𝑳𝑫𝑬𝑵 𝐶𝐻𝑅𝑂𝑁𝑂𝐿𝑂𝐺𝑌. ⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀𝖣𝗂𝗇𝖺𝗌𝗍𝗒. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀𝖥𝗋𝗂𝖾𝗇𝖽𝗌. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀𝖦𝗈𝗌𝗌𝗂𝗉 𝗀𝗂𝗋𝗅. ⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀ 𝕠⠀𝖬𝖠𝖱𝖢𝖧 𝟣𝟨, 𝟤𝟢𝟢𝟪. 𝖭𝖺𝗍𝖾 𝖠𝗋𝖼𝗁𝗂𝖻𝖺𝗅𝖽. ⠀⠀—⠀⠀𝑴𝒐𝒔𝒔 𝒈𝒓𝒆𝒆𝒏 𝒄𝒂𝒔𝒉𝒎𝒆𝒓𝒆 𝒔𝒘𝒆𝒂𝒕𝒆𝒓. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀(06-12-22). ⠀⠀⠀ 𝕠⠀𝖮𝖢𝖳𝖮𝖡𝖤𝖱 𝟤𝟥, 𝟤𝟢𝟢𝟪. 𝖭𝖺𝗍𝖾 𝖠𝗋𝖼𝗁𝗂𝖻𝖺𝗅𝖽. ⠀⠀—⠀⠀𝑴𝒆𝒆𝒕𝒊𝒏𝒈 𝑪𝒚𝒓𝒖𝒔 𝑹𝒐𝒔𝒆. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀(06-12-22). ⠀⠀⠀ ㅤ
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imaven · 1 month
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se dio cuenta que era incapaz de expresar una gota de felicidad cuando ve el rostro adormilado de khai y ese cabello desastroso y no siente nada. absolutamente nada. era como si de pronto y de golpe se hubiese transformado en un sol de invierno, incapaz de darle calor. aún así, intenta sonreírle de lado; pero falla. ‘ ¿estás muy cansado? ’ existía interés real tras su pregunta, bajó su libro y acomodó el marcapáginas para recordar dónde había quedado, aunque no estaba entendiendo nada. ‘ ¿en qué exámenes estás anotado? ’ quiso llenar el vacío del silencio.
🧷 @khvis 𓂃 salón de recreación. me acabo de pegar una siesta que ¡dios!
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nvsrin · 4 years
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Realmente una noche memorable, ¿no? @zagllow​​
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‘ imagínate lo que hubiera sido si todes estábamos presentes ahí, cuando lo encontraron ‘ más que memorable, un pequeño apocalipsis. las reacciones de furia y miedo juntas no hacen la mejor combinación. ‘ fue impredecible ¿no? ¿no lo viste venir? ’ 
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kattegvat · 4 years
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              * 𝑲𝑨𝑻𝑻𝑬𝑮𝑽𝑨𝑻'𝑺 𝑭𝑶𝑳𝑳𝑶𝑾 𝑭𝑶𝑹𝑬𝑽𝑬𝑹 *
otro añito más por estos lugares y creo que es un buen momento para recordarles algunas cosas a quienes han estado desde siempre y a los que llegaron hace muy poco. fue un año bastante loco ¿no? tuvimos que cambiar muchas cosas de nosotres para adaptarnos, tuvimos un montón de cambios de humores, buenos y malos momentos, pero lo que puedo asegurar es que no lo habría enfrentado tan bien sin ustedes. desde estar publicando cosas por acá, hacerme reír, rolear, charlar un poco, todo ayudó a que fuera un año más ameno dentro de lo que se pudo, así que les agradezco un montón por haber estado ahí. voy a mencionar a varias personas y espero no olvidarme porque mi memoria es bastante fail :/ pero acá vamos.
𝑷𝑬𝑹𝑺𝑶𝑵𝑨𝑺 𝑬𝑺𝑷𝑬𝑪𝑰𝑨𝑳𝑬𝑺.
@lovclyy ¿cómo no empezar con vos? sos el orgullo de escorpio, para los que dicen que es un signo lo...*pasa un camión* representas muchas cosas bonitas de el. me siento comprendida totalmente contigo, siempre estás sacándome una sonrisa de maneras que no te imaginas, creo que decirte te quiero queda muy pequeñito, pero recuerda que para mi todo lo que haces es hermoso, divertido, oro ♥ sos una persona digna de la cual aprender actitudes y superarse. ok? y ya deja de tirarle agua de calzón a mis personajes porque es la única teoría que tengo al respecto, siempre me los quiero estar robando. 
@morrigcns aunque no hayamos hablado tanto este año, mi corazón es tuyo. sos mi persona, espero que este año haya sido increíble a pesar de todo, porque te lo mereces. sos un angelito en mi vida. tengo un montón de hermosos recuerdos contigo que me voy a llevar siempre, y espero que este nuevo año que entra volvamos a la misma rutina de hablar un montón, plotear, shipear y por supuesto, voy a seguir siendo fan de todos tus recursos. te extraño un montón y espero que sepas y no tengas dudas de que estoy ahí para vos. 
@zombics mi tocaya hermosa, me haces muy feliz desde siempre, pero creo que este año nos unimos muchísimo más y me encanta pasar el tiempo chismeando contigo, riéndonos o ayudándonos en muchas cosas. quiero que estés bien porque te lo mereces, nunca pienses lo contrario. verte a vos es como verme a mi en muchos aspectos, porque nos gustan muchas cosas similares y me sigue dando risa. adoro tenerte en mi vida y espero que sigamos así muchos años más. 
@thewolfieprincexrp mi emo rey de las tinieblas, te extraño mucho. este fue un año en el que me perdí un montón pero siempre estás en mi cora, u know? con tus memes ideales en todo momentoo, tus personajes darks y todo lo que tenemos. te quiero muchísimo y espero que siempre lo sepas. nuestros recuerditos siempre me hacen sonreír.
@teen4gedre4mers plaga... sos una genia. otra de mis escorpios favoritas. me da risa recordar nuestro comienzo fail, porque ahora somos unas poetas en nuestros asks y en privado :$ ah, me encanta hablar con vos aunque sea un fail de la comunicación, me hace muy feliz aunque no siempre lo diga. amo que vengas con tantos hcs y te tomes el tiempo de buscar cositas, siempre estamos buscando la manera de cagar nuestros ships pero todo para bien.. *decian* me gustaría abrazarte mucho y estoy segura que si nos viéramos hablaríamos hasta por los codos de todo en la vida. bueno, todo el año bendiciendome con asmr, que mas puedo pedir? love u.
𝑹𝑨𝑻𝑨𝑺 𝑬𝑺𝑷𝑬𝑪𝑰𝑨𝑳𝑬𝑺 ( y promiscuas)
@unvgi @awsteen eEeeEEe vieron que estuvieron ahí desde hace años?? bueno siempre me parecieron dos personas muy lindas pero no teníamos tanta confianza,  este año creo que nos contamos hasta de que color de los calzones de remy y huevón. me encanta este cambio, embeses me intimida la gente... pero quiero que sepan que me parecen dos personas muy divertidas y preciosas, me sacan sonrisas todo el tiempo, y hasta me tiento de risa mas de una vez al día y en casa??? no me comprenden. por muchos stickers de calidad y años de hablarnos ♥ las quiero muchísimo, nunca se les ocurra cambiar, con ustedes es muy cómodo expresarse.
𝑴𝑨́𝑺 𝑷𝑬𝑹𝑺𝑶𝑵𝑨𝑺 𝑬𝑺𝑷𝑬𝑪𝑰𝑨𝑳𝑬𝑺
@lostxinstereo dannie sos de las personas más hermosas que conocí en este lugar. me alegro que hayamos encontrado la manera de tirarnos 20 ships y friendships en menos de un año, como hicimos? idk. ajsajsjasj me encanta hablar contigo, eres de esas personas que parpadeas y te tienen un detallito para hacerte feliz. amo tus consejitos, tus mensajes de la nada y TUS AUDIOS EBRIA, mira que me río un montón, no veo la hora de que cantemos de madrugada las dos juntas. gracias por tanto, quiero que recuerdes lo especial que eres ♥ estoy muy agradecida de tenerte. 
@xlittleprinccss siempre vas a ser mi reina vikinga ok? fuiste la persona que me impulsó a rolear personajes canon y me saqué el meido gracias a vos. me encanta todo lo que tenemos, poder gritar por nuestra serie favorita en todo momento y que tengamos gustos tan similares. ya te lo dije, pero admiro mucho tu forma de adaptarte a muchos personajes distintos sin fallar. escribes precioso, quiero hacerme bolita a tu lado y leer a nuestros ships. tkm 
@priscnvr , @equatium las nombro juntas porque son dos personas que conozco desde hace muchísimo tiempo (si no me equivoco fueron mis primeras partners) y amo tenerlas todavía a esta altura de mi vida. nos hemos encontrado en algunos rp a lo largo del año y sus personajes le dieron mucha vida a los míos. amo leerlas, espero que tengan un año hermoso para este que entra porque se lo merecen y muchas gracias por acompañarme desde que escribía espantoso en primera persona SJAJSAJS.
@unicornics creo que hubo un antes y un después de muchas cosas, pero me alegra haber arreglado las cosas porque, si miras para atrás, hay un montón de cositas lindas que vivimos a lo largo de los años y no es justo olvidarlas. te agradezco por todos esos momentos y espero que consigamos algo mucho mejor c:  te aseguro que me siento mucho mejor ahora que dejamos esas cosas detrás. en fin, ¿lista para un par de asks asquerosos? ajsajssj
@tacltadete te llevas el premio a las más divertida.  todo lo que me comentas es divertido, como haces?? espero que al ser una jubilada en unos años no sea tan amargada y recuerde tus chistesitos. ajsajs andy, gracias por existir y mandar tus cosas random, coincidimos en muchos rps desde hace tiempo y siempre me llevo una linda experiencia tuya. nunca cambies tu modo de ser :’)
𝑳𝑼𝑪𝑬𝑺 𝑫𝑬𝑳 𝟐𝟎𝟐𝟎
estoy segura que no conocía a la mayoría de ustedes y con algunas no tenía tanta confianza y este año se metieron a mi vida y ahora no quiero soltarlas. debo admitir que no soy muy de unirme a rps porque soy muy perezosa en la vida y me da miedito, pero aseguro que unirme a 7m fue la mejor decisión que tomé este año. así que, como no hay reglas para un ff, quiero empezar nombrando a esta buena administración :
@sietemaravillas administradoras queridas, seguramente me moriría de verguenza en otras circunstancias pero hoy tengo que nombrarlas. han hecho (y siguen haciendo) un trabajo hermoso con el rp. desde el primer día me sentí bienvenida ahí, han puesto mucha confianza en nosotres y me encanta que nos tomen en cuenta para todo. espero que el proyecto continúe por mucho tiempo más. casi 4 meses, i’m proud. las quiero mucho  y sepan que son muy talentosas en todo lo que hacen y unas personas muy agradables de conocer.
aber, ahora voy a nombrarlas sin querer olvidarme de ninguna. u-u @cannibalgl0w  ya te dije que amo leerte? escribes hermoso, enseñame. tengo un amor prohibido por bruno :$ me lo voy a robar, digo que. asjasj gracias por ser tan linda conmigo y con mis personajes.  @kaizokuous como te explico que sigo enojada por michel. mentira, ya me lo ofreciste acá así que estoy contenta. asjasj, otra personita hermosa que conocí en el rp, tus personajes son oro puro. @strcwberrv me gustaría saber porque nos intimidamos tanto mutuamente ... aber tira teorias :$ dude, gracias por tanto. desde el primer día me sentí intimidada y a la vez emocionada por lo que haríamos, más allá de que en ese momento no sabíamos que terminaríamos teniendo un ship, me divertía la dinámica. ahora estoy cries in val y demian, los amo mucho y tienen un altarsito mis cursis. sos un amorsito, nunca lo olvides. @faceitxtiger tengo que confesarte que yo te envié algunos asks de cuando nos vamos a casar y si podiamos casarnos todos con gus, ajsajsj gracias por seguirme los juegos, sos muy divertida, roleas hermoso y siempre me sentí bienvenida contigo. @stolenlullxbies girl, me emocioné cuando supe que nos conocíamos de otro rp. me encantan las dinámicas que tuvimos en ellos, tus personajes siempre dejan a los míos de heart eyes ya te dis te cuenta?? y fuera de esto, sos una persona muy divertida. @onmy0ne sorpresa......... te fui a acosar. asjajs siempre me sentí muy cómoda hablando con vos, sigo riéndome de nuestro fail que terminó siendo algo precioso. sos una personita muy agradable ¿lo sabes? espero que coincidamos muchas veces más. @queenexcelsior creo que coincidimos en muchos rps pero en este te conocí mucho mejor y siempre lo dije, pero sos muy talentosa y me encanta lo que escribes. tus niñas son un gusto de leerlas, admiro mucho tu rapidez y responsabilidad.
bueno por acá me faltan algunas personas de ahí pero no se sus urls u-u  :// me da verguenza ir a acosarlos pero sepan que escriben precioso y hacen que el dash en ese lugar sea muy bonito. ♥ 
𝑶𝑭𝑬𝑹𝑻𝑶𝑵𝑬𝑺 𝑬𝑵 𝑬𝑳 𝑫𝑨𝑺𝑯
ustedes siempre están ahí desde hace años o desde hace poco, así que muchas gracias. con algunas he llegado a rolear y con otras aún no, sepan que son bienvenidas y que me gustaría hacer algo desde siempre.
@balapcrdida @falsegvds  @agonizcr @rcsistirc
 𝑶𝑻𝑹𝑨 𝑴𝑬𝑵𝑪𝑰𝑶́𝑵 𝑬𝑺𝑷𝑬𝑪𝑰𝑨𝑳 
con ustedes llegué a rolear algunas veces, mucho tiempo, y siempre las voy a llevar como un recuerdo muy lindo. espero que podamos volver a rolear pronto o a conversar, gracias por estos añitos. espero que tengan un año precioso <3
@mongeaus @kiidkrcw @bubbl3corn @brcinwcsher @mclancholyhill  @sxllyscngs
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tararira2020 · 3 years
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Jugar las cartas: Freud y Lou Andreas-Salomé
Antonella Sorrentino
De las aventuras de la joven Violet Evergarden, protagonista del animé homónimo, se desprenden las preguntas que, creo, encierra toda carta: ¿qué son las palabras?; ¿cómo funcionan? Luego de sobrevivir a la guerra en la que pierde sus brazos, Violet se convierte en una automemories doll: una escritora de cartas por encargo. La deshumanizada amanuense vive la extrañeza que todos sufrimos al ser hablantes y se pregunta qué significan las palabras “te amo” que le pronuncia su enamorado antes de morir en combate.
La correspondencia encierra en su nombre mismo una paradoja: la escritura epistolar no implica exactamente comunicar. Pensar en estos términos ¿no nos llevaría acaso a creer en la correspondencia entre significado y significante? Para nada: Violet Evergarden enseña que las palabras son intermediarios molestos. Mediante el juego homofónico entre amor y amuro Lacan muestra que entre dos amantes se interpone el muro del lenguaje: “pero dos que se quieren se dicen cualquier cosa”1 canta en argentino el Indio Solari.
Las misivas no consisten en un diálogo entre personas sino entre lugares de discurso2. Kafka -dice Piglia-, en su escritura epistolar, inventa a su lectora. No se trata tanto de la señora Felice Bauer como del lugar hacia el que el autor dirige su escritura, que, como toda carta, siempre llega a destino. Destino y destinatario son dos funciones diferentes: el destinatario es el otro al que uno cree que le habla, mientras que el destino se vincula con el Otro, rompiendo la idea de comunicación.
“Una carta siempre llega a destino” insiste Lacan en su seminario sobre “La carta robada”; con pasión doctrinal Derrida le responde con su libro La tarjeta postal: de Freud a Lacan y más allá. En ese seminario Lacan señala que la carta robada es el cuarto personaje del cuento de Poe. Desde Shakespeare las cartas se convierten en personajes de las obras (¿tal vez sea eso lo que desemboca en el furor de las novelas epistolares a finales del Siglo XVIII?). Romeo envía una carta a Julieta en la que le anticipa sus planes. Julieta no recibe la carta y se cumple el destino trágico de la obra. La carta llegó a destino pero no al destinatario. El destino de la carta, como todo hecho de lenguaje, escapa a la voluntad del yo.
Oscar Wilde escribía cartas en Chelsea, les colocaba la estampilla y las arrojaba por la ventana; algunos decían que lo hacía para no perder el tiempo en dirigirse hasta el correo, confiando en que algún comedido las levantaría y despacharía. Particularmente considero que lo hacía porque entendía que: “el emisor recibe su propio mensaje bajo una forma invertida. (…) una carta siempre llega a su destino” (Lacan, pág. 35)
“¿Han pensado ustedes que una carta es precisamente una palabra que vuela?” (Jacques Lacan)
El equívoco entre Letter y Litter indica que la carta no es solamente un mensaje, sino que también es un objeto que puede intercambiarse, romperse, devolverse e incluso desecharse. En español se puede jugar con carta/descarta.
Vale aclarar que no es el mensaje de la teoría de la comunicación. El término género epistolar es incorrecto, argumenta Saer, se trata de un procedimiento que poco tiene que ver con la comunicación: “El procedimiento de la carta es un pretexto literario para encubrir formalmente un monólogo” (Saer, pág. 233). No hay en esa excusa un diálogo posible3: las cartas siempre son a uno mismo. Miller postula que el significante sirve a los fines de la comunicación de manera secundaria; su uso principal tiene que ver con un goce autoerótico que elude al Otro. Una cita del ensayo sobre el Elogio y vindicación de la correspondencia epistolar de Pedro Salinas deja en evidencia la doble función del significante: “Por lo pronto, cartearnos desinteresadamente con nuestros prójimos nos coloca en el trance de tener que entendérnoslas con el instrumento de comunicación, el lenguaje. Nos coloca frente a nuestra lengua en actitud muy otra a la del conversante” (Salinas, pág. 60)
Otra perspectiva es la de Eduardo Grüner, quien expone que hay que buscar en la correspondencia epistolar siempre una estructura de a tres4: “La carta expresa un vínculo especular en el instante de búsqueda de una Terceridad, de un salto al exterior que habría que verificar en cada caso” (Grüner, pág. 255) Elige para sus desarrollos sobre las cartas el concepto de “intercambio”, afirmando que se tratan de un “don de amor” o que se puede incluir entre las formas universales del intercambio que plantea Levi-Strauss: de objetos, de signos y de mujeres. Si se entiende que la Terceridad es el Otro del lenguaje, no por ello dejaré de señalar algunos ejemplos de esta estructura de a tres en las cartas de Freud. ¿Dónde buscar dicha estructura? Tal vez en la interpretación que realiza Anna Freud sobre la negativa de su padre a que se publicaran sus correspondencias: “desea que lo publiquen”. O el protagonismo de Marie Bonaparte en la conservación y posterior publicación de las cartas de aquél a Fliess (es conocida la afición de la princesa por los registros escritos: diarios, cartas, cuadernos, etc.). En 1936, el Sr. Stahl, un comerciante de arte le vende cartas de Freud que le había comprado a la esposa de Fliess. Freud quiere apoderarse de ellas para destruirlas, pero Bonaparte se niega: su intención es que ese importante material para la historia del psicoanálisis fuera preservado. Las cartas de Freud se editan y publican en francés en 1956 “como una bella formación de compromiso por Anna Freud, Marie Bonaparte y Ernst Kris, precedidas por un prefacio-guía de lectura de Kris que es traducido con el resto.” (Eric Laurent, Virtualia 2006).
Las cartas: escritura a uno mismo o estructura de tres elementos. Ambas definiciones ilustran la imposibilidad lógica de un diálogo en la práctica epistolar.
Resulta evidente que la carta además es un objeto. El intercambio epistolar se vuelve una práctica popular en la época de la Reina Victoria con el penny black. La oficina postal se convierte en una institución en sus primeros años de reinado; las novelas epistolares ya no constituyen el género literario predominante. La hipótesis que formula al respecto Kate Thomas es que la carta comienza a tener un protagonismo como objeto y no ya como mensaje: “La ficción epistolar, en otras palabras, le dió el paso a la trama postal, en el que el interés no recae sobre el interior de las cartas, sino sobre su exterior: la carta se invirtió”5 (Thomas, pág. 2). En Inglaterra de principios de siglo XIX se instituye en el saber popular una relación entre el sistema postal y el sexo “promiscuo”. Joyce escribe a Nora Barnacle el 2 de diciembre de 1909: “Hay algo de obsceno y lascivo en el aspecto mismo de las cartas. También su sonido es como el acto mismo, breve, brutal, irresistible y diabólico” . (Joyce, pág. 87) Al ser la carta un objeto, como desarrolla Freud en su texto Sobre las transmutaciones de los instintos y especialmente del erotismo anal, puede ser equivalente e intercambiable adquiriendo distintos valores.
La metamorfosis que sufren las cartas que han sido publicadas consiste en dejar de ser ese objeto único de papel: son impresas, editadas, anotadas, abandonan el circuito de lo privado y se convierten en un género secundario. Esos manuscritos que otrora le entregó Anna Freud a Ernest Pfeiffer se multiplican en la imprenta, y una vez más aparece una  pregunta: ¿a quién pertenecen las cartas? Creo que esto responde a una inquietud que me contagió mi amigo Oscar Montivero ¿por qué las cartas de Freud no forman parte de sus obras completas?
Cartas, textos, fotos, dinero, oro, hija…regalo
"Siempre me pareció que las cosas son hermosas, valiosas, cuando son regalos, no adquisiciones, y porque entonces traen inmediatamente consigo el segundo obsequio: el poder sentirse agradecido."(Lou Andreas-Salomé. Mirada retrospectiva. Compendio de algunos recuerdos de la vida)
A comienzos del Siglo XX las postales se volvieron populares. Son el paradigma de la carta como objeto: una foto de un paisaje con un mensaje, en la mayoría de los casos prefabricados: “wish you were here” y acompañada de un pequeño manuscrito expuesto a los ojos de cualquier curioso que se encuentre en medio del circuito postal. Con la Reina Victoria y su sello postal de un penique el correo se vuelve popular. En un principio, el sistema fue cuestionado por el hecho de pagar por adelantado6 para mandar una carta; gracias a la paradoja epistolar sobre el propietario de la carta, anteriormente los gastos de envío corrían por cuenta del destinatario. Algunos nostálgicos y apocalípticos condenaron este hecho histórico como el responsable del declive de la carta inglesa; otros lo veían como un signo de progreso. El resultado de la creación de la oficina postal fue el grandioso incremento del tráfico de cartas, que obliga en esta misma época al nacimiento del buzón de correo para uso público. Luego de la reforma de 1840, las cifras de cartas transportadas se duplicaron. Diez años después esta cifra nuevamente se duplicó. El sello postal y la inclusión de buzones en los hogares hicieron más rápido y eficaz el proceso de envío de correspondencia. Menos de cien años después, y con la práctica epistolar instalada en la vida cotidiana, Sigmund Freud y Lou Andreas-Salomé inician su correspondencia.
Lou siempre se mostró interesada por los misterios del lenguaje. Jugaba con los nombres propios. Gillot, el pastor protestante con quien estudia en secreto, la bautiza Lou al no poder pronunciar su nombre en ruso. ¿Ella adoptará ese nombre, porque como asegura Lacan “es en tanto que vehicula cierta diferencia sonora que es tomado como nombre propio” (Lacan, pág. 16)? René Maria Rilke cambia su primer nombre por Rainer, a pedido de ella porque ese nombre le sonaba más masculino. El enamorado poeta cambia su letra para que se parezca a la de ella. Un detalle en las cartas: Cuando Lou Andreas Salomé le envía a Sigmund Freud (a quien en ocasiones llamaba cómicamente Freuden) su texto “Mi agradecimiento a Freud”, éste le sugiere cambiar el título “Mi agradecimiento al psicoanálisis”. Lou, como la califica Freud, “con su agudeza habitual” no acepta sustituir el nombre propio por la palabra Psicoanálisis: “puesto que el trabajo mismo no es en realidad más que esta sola palabra: ha sido vivido con el pensamiento en la persona que así se llama; en cuanto a lo que hubiera sido como simple saber objetivo, sin esta vivencia humana ni me lo puedo imaginar. (Después de todo soy mujer)” (Freud-Salomé, pág. 262, ). Con la lucidez que la caracteriza, lee que la historia del psicoanálisis es la historia de Freud: “esta historia es la historia de quien la escribe” (Musachi, G. recuperado de http://www.revistavirtualia.com/articulos/146/psicoanalisis-y-literatura/el-acto-en-cuestion-su-objeto)
En su escrito de 1915 Sobre la transmutación de los instintos y especialmente del erotismo anal Freud cita Anal y sexual, el texto de Andreas-Salomé, y explica que hay elementos tratados en lo inconsciente como equivalentes e intercambiables. La relación de Lou y Freud no solo incluye cartas, sino también otros objetos.
En la carta que Freud escribe dos días después de su sexuagésimo cumpleaños, agradece a Lou por sus hermosas palabras. Le agradece por regalarle aquello que ella no tiene7, y que lo expresa abiertamente en varias de sus cartas: “Y ahora quisiera decir todavía muchas cosas, pero no sé cómo hacerlo” (Freud-Andreas Salomé, pág. 214); “Por desgracia es tan difícil verter esas cosas en palabras (a lo menos para mí, que lucho siempre con la expresión)” (Freud- Andreas Salomé, pág. 241) “Por el momento se trata únicamente de este “no poder contenerlo” que por desgracia no se puede exteriorizar fácilmente con palabras” (Freud - Andreas Salomé, pág. 279)...
Junto con las cartas se envían textos, libros y artículos. Freud escribe a Lou:
“Las conferencias grandes no se las envié, porque no son más que una reimpresión inalterada de aquello que usted ya posee en tres partes. Pero bastará una palabra de usted indicando que desea también esta edición en un volumen para que el ejemplar le sea inmediatamente enviado” (Freud-Andreas Salomé, pág. 119)
En esa misma carta Freud le pide que le regale su conmovedor acto fallido para incluirlo en Psicopatología de la vida cotidiana, Lou lo amplía y se lo adjunta en la siguiente carta.
Otros objetos comienzan a circular entre ellos: Freud, en un generoso gesto de amistad le envía dinero a Lou; ella una vez más le da las gracias. Graciela Musachi en su artículo sobre las cartas de Freud/ Andreas-Salomé interpreta el dar las gracias como otorgar aquello que falta. Lou aclara a Freud que además de la felicidad del agradecimiento no siente vergüenza por el presente. En otra de sus cartas lo culpa por: “semejante despilfarro”: utilizar los 50 dólares que le envía Freud por medio de Eitington para arreglar su vieja piel con la cual podrá “pavonearse” nuevamente. “Le doy a usted de todo corazón las gracias por haberme orillado a esta tentación, porque la mujer inmoral que soy se complace siempre al máximo de sus pecados” (Freud-Andreas Salomé, pág. 187). Freud no sólo le envía dinero, sino que también la exhorta a subir los honorarios a sus pacientes.
Lou corona la cantidad de textos que se envían y comentan con su carta abierta titulada “Agradecimiento a Freud”.
Las fotos son intercambiadas también entre ellos al principio y al final de su correspondencia. En una de las últimas cartas Lou le adjunta su retrato y lo llama “mal recuerdo”; Freud en cambio, se abstiene de enviar el suyo.
Lou recibe un importante presente: uno de los anillos de oro que el Profesor obsequiaba a su círculo más íntimo. Este símbolo de lealtad hace que Freud confíe a Lou a su predilecta Anna, quien inicia un análisis con Andreas Salomé.
Las cartas son, en la relación de Freud y Lou, uno de los tantos regalos que intercambian.
“¡Por carta una se siente un poco más atrevida!”
En su carta del 15 de marzo de 1923 Lou Andreas Salomé le hace esta confesión a Freud: “¡Por carta una se siente un poco más atrevida!”
El secreto de la correspondencia se impone por derecho constitucional en el Siglo XIX. El secreto está en la etimología misma de los manuales epistolares y de aquellos que se encargan de la correspondencia: los Secretarios8. Para el psicoanálisis existe una proximidad entre las mujeres y el secreto. La correspondencia y el secreto sirven a las mujeres para generar intrigas; para escribir, como Lou, en exceso; para hacer hablar al Otro; para ser amadas; para gozar…
El secreto no es el único punto en común entre las mujeres y las cartas; también lo es la coquetería. Esto se desprende de una de las tantas paradojas epistolares: la carta es privada pero puede pasar al ámbito de lo público. Esta ambivalencia es la que toma Salinas para comparar la carta con la coquetería femenina: ”por dar algo y negarlo, por ofrecer y reservar, en un solo acto”. (Salinas, pág. 95). Más adelante agrega: “Y así carta y mujer tienen de común darse a conocer por sus rasgos, y a la vez mantenerse secretas”. (Salinas, pág. 95)
Lou Andreas-Salomé es el secreto que permanece durante toda la correspondencia con Sigmund Freud, a pesar de su parloteo él conoce muy poco acerca de ella.
Lewis Carroll en su texto ocho o nueve palabras sabias sobre la escritura de cartas percibe que las mujeres suelen excederse en las palabras, por lo cual intenta regular esto con una advertencia: “La posdata es una invención muy útil, pero no está pensada (como suponen muchas damas) para contener la auténtica esencia de la carta; más bien sirve para quitar importancia a cualquier asuntillo sobre el que no deseamos armar alboroto”. (Lewis Carroll, pág. 20)
Escribir cartas o la construcción del lector
Piglia enseña la operación que realiza Kafka al escribir sus cartas a Felice Bauer; inventa en esas innumerables cartas a su lectora. Ella forma parte de su proceso de escritura: del procedimiento estratégico del monólogo del que habla Saer. Antonio Oviedo lee que se trata de la marginalia. El margen forma parte del texto principal, son inseparables.
La hipótesis puede hacerse extensible a las misivas de Freud a Lou Andreas Salomé. Freud ganó el 28 de agosto de 1930 el premio Goethe por su estilo de escritura y le obsequió a ella parte del dinero, otro objeto de los tantos que circularon entre ellos. Más aún, escribe en la carta que considera que este gesto permite: “deshacer una parte de la injusticia que se cometió en la concesión del Premio” (Freud-Andreas Salomé, pág. 254) ¿No es acaso éste el indicio de que ella forma parte del proceso de escritura de su profesor?
Las correspondencias de Freud forman parte del cuerpo teórico y político del psicoanálisis, permiten entender de qué modo Freud va construyendo el movimiento psicoanalítico y sus conceptos. Respecto de sus cartas con Lou Andreas-Salomé, Appignanesi y Forrester escriben: “A través de estas cartas, emerge un retrato íntimo de los procedimientos intelectuales de Freud” (Appignanesi-Forrester, pág. 288). Me atrevo a decir que estos procedimientos intelectuales forman parte de su escritura misma. Freud escribe en un estilo ensayístico, argumentando cada uno de los conceptos que va escribiendo.
El recurso argumentativo que utiliza Freud es dialéctico: una tesis, una antítesis y una síntesis a la que fuerza a permanecer abierta. Con esto insiste en reiteradas oportunidades a su perspicaz interlocutora: la importancia de no apresurarse a concluir:
“Paso a paso, sin necesidad interior de conclusión, siempre bajo la presión de un problema actualmente presente y esforzándome temerosamente sin respetar los trámites. (...)
Si me es dado seguir elaborando la teoría, es posible que usted llegue a reconocer con satisfacción más de una cosa intuida o inclusive anunciada por usted desde mucho antes. Sin embargo, a pesar de mi edad, no me corre prisa alguna” (Freud-Andreas Salomé, pág. 79)
Freud juega con una constante tensión entre la tesis y la antítesis, Lou completa este proceso de argumentación con una síntesis y empuja a Freud a seguir escribiendo.
En reiteradas oportunidades, él se admira del arte de síntesis (palabra que utiliza en varias de sus cartas), del poder ir más allá de lo dicho de la “encontradora de problemas”9. Él envía sus textos y espera sus comentarios crítico-sintéticos. En 1930 Freud le escribe que la relación que cada uno mantiene con un tema no cambió: entre ambos se produce un movimiento de dialéctica acerca de un mismo punto de conversación:
“Yo toco una melodía, muy simple en la mayoría de los casos, y usted proporciona las octavas superiores; yo separo una cosa de otra, y usted reúne lo separado en una unidad superior; yo presupongo silenciosamente las condiciones de nuestra limitación subjetiva, y usted atrae deliberadamente la atención sobre ellas. En conjunto, nos hemos entendido bien y somos de la misma opinión. Sólo que yo tiendo a excluir todas las opiniones menos una, y usted, en cambio, a fundirlas todas en una sola”. (Freud-Andreas Salomé, pág. 247)
Graciela Musachi10 afirmó que: “el psicoanalista es el último lector puesto que Freud inventa una nueva manera de leer” ¿De qué lectura se trata en psicoanálisis? Se podría anticipar una respuesta: un analista lee lettres. Bouvet se sirve de Schuerewegen para reafirmar: la carta es modelo de lectura.
Desde la óptica del lector, Schuerewegen sostiene que toda lectura se realiza sobre el modelo de la lectura de la carta, es decir, de una escritura privada, siempre compleja, a descifrar por el modelo comunicacional, que necesita elegir entre interpretaciones múltiples. En este sentido, escritura privada y literaria resultan indistinguibles; la primera funda la segunda. Una obra literaria pone en escena también su propia “regla de destinación”, la forma de contacto que quiere mantener con sus lectores, cómo quiere ser leída. (Bouvet, pág. 127)
Conocer algunas de las cartas que Freud enviaba a distintos interlocutores permite realizar una lectura “no-cronológica” de la historia del movimiento psicoanalítico. Un ejercicio en el que el lector debe poner de su parte para construir el relato. Este es un modo de explicar lo que propone Lacan en la Obertura de sus Escritos: “Toca al lector dar a la carta en cuestión, más allá de aquellos a los que fue dirigida un día, aquello mismo que encontrará allí como palabra final: su destinación”. (Lacan, pág. 4). Leer las cartas de Freud es un modo de continuar con su deseo: la construcción de la historia del movimiento psicoanalítico. Las cartas son parte de esta historia, pero no solo por su valor documental, esto queda incluso en segundo plano. Con la correspondencia Freud estaba, en una operación política11, construyendo a sus lectores en el sentido de una elite12 intelectual: aquellos que puedan descifrar un mensaje. Cuando Germán García escribe sobre Kojeve, señala que el arte de escribir permitía no sólo escapar de una persecución, sino también “ejercitar la sagacidad del lector elegido” (García, pág. 28). Inventar a sus lectores es crear el movimiento psicoanalítico.
Del mismo modo que Lacan expresa en la Obertura a sus escritos sobre la carta robada, la destinación que Freud otorga a las cartas de Lou Andreas- Salomé es la de una lectura que le permite seguir argumentando. En una de las misivas que ella envía bromea que el mejor modo de escribir cartas consiste en mandar hojas en blanco al destinatario para que éste las interprete. La perspicaz Lou Andreas-Salomé sabe que las cartas siempre llegan a destino.
Bibliografía:
Appignanesi, L y Forrester, J (1996). Las mujeres de Freud. Buenos Aires: Planeta.
Andreas-Salomé, L. (1982). El narcisismo como doble dirección. Obras psicoanalíticas. Edición a cargo de G. Dessal y G. L. Koop. España: Tusquet.
Bouvet, N.E. (2006). La escritura epistolar. Buenos Aires: Eudeba.
Carroll, L. (2010) Cartas inéditas a Mabel Amy Burton. España: Nocturna ediciones
Derrida, J. (1986). La tarjeta postal de Freud a Lacan y más allá. Buenos Aires: Siglo XXI.
Freud, S. (2008). Cartas a Wilhem Fliess. Buenos Aires: Amorrortu.
Freud, S. & Andreas-Salomé, L. (1968) Correspondencia. Buenos Aires: Siglo XXI.
García, G. (2014) Derivas analíticas del siglo. Buenos Aires: UNSAM
García, G. (2018) Palabras de ocasión. Buenos Aires: Los Ríos.  
Garfield, S. (2013). Postdata: curiosa historia de la correspondencia. Buenos Aires: Taurus.
Giraud, F (2004) Lou: Historia de una mujer libre. Paidos: España.
Grüner, E. (2015) Las cartas están echadas en Un género culpable. Buenos Aires: Godot.
Joyce, J. (1992) Cartas de amor a Nora Barnacle. Buenos Aires: Leviatán.
Kojève, A. (2003) El emperador Juliano y su arte de escribir. Buenos Aires: Grama.
Lacan, J. (2005). El seminario sobre La carta robada en Escritos 1. Buenos Aires: Siglo XXI.
Lacan, J. (2005). Obertura de esta recopilación en Escritos 1. Buenos Aires: Siglo XXI.
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1 Patricio Rey y los redonditos de ricota: “La hija del fletero” Lobo suelto-Cordero atado (1993) Discográfica: Del cielito records.
2 Tomando los conceptos que utiliza Todorov al realizar una poética y una lectura de la novela epistolar de 1782: Las relaciones peligrosas de Pierre Choderlo de Laclos.
3 Alejandra Pizarnik en sus cartas a León Ostrov escribe lo siguiente: “Pero hacer los diálogos me es imposible. Yo no sé hablar como todos. Mis palabras suenan extrañas y vienen de lejos, de donde no es, de los encuentros con nadie”.
4 Oscar Masotta deduce que con la carta robada Lacan introduce el problema estructural: cómo pensar el dos en el interior de una relación de tres términos.
5 Epistolary fiction, in other words, gave way to postal plots, in which literary interest lay not in the interiors of letters, but rather their outsides: the letter became inverted. La traducción es mía.
6 El valor de envío por adelantado era de un penique, mientras que si se pagaba contrareembolso el valor era de dos peniques.
7 Germán García en una entrevista para “La voz del interior”, compilada por César Mazza bajo el nombre “Palabras de ocasión” dijo: “Quien escribe es alguien que tiene, por exceso o por defecto, un problema con el lenguaje: le sobran o le faltan palabras; el sujeto de la literatura no es diferente de aquel del psicoanálisis: es el sujeto derivado del lenguaje”. Freud se refería a Lou como “desmesuradamente modesta como escritora” (Freud- Andreas Salomé; p. 132)
8 Salinas en su ensayo sobre la carta misiva define los secretarios como un sitio intermedio entre lo público y lo privado.
9 Este es el apodo con el que Freud nombra a Lou Andreas-Salomé en la carta que le dirige el 1 de agosto de 1919.
10 En el marco del taller de lectura sobre “La cosa freudiana o sentido del retorno a Freud en psicoanálisis” del CIM-Instituto Clínico de Buenos Aires, año 2016
11 Piglia afirma que la pregunta acerca de ¿Qué es un lector? es siempre política.
12 La palabra leer viene del Latín Legere: escoger, leer.
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