Buscar protección y seguridad no es exclusiva de la energía femenina, la energía masculina también busca lo mismo en una alma compañera. Pero recibir esa protección y esa seguridad va de la mano de la protección y la seguridad que el sí mismo se otorga.
La mayoría de los seres humanos buscan encontrar un amor genuino donde hay una base personal ‘ajena’, un auto concepto cuarteado e idealizado que depende narcisistamente de lo que otros piensan y creen de ellos, es decir, buscan realidad donde sólo se tejen sueños. Se busca que alguien cuide del otro, cuando no se ha aprendido a cuidar del sí mismo. Se busca que alguien resuelva la vida, la soledad, el capricho, el conflicto interno, deslindando la responsabilidad personal en la que se debe enfocar la energía.
Se culpa a otros por no habernos cuidado, por habernos abandonado, por habernos olvidado. Pero, ¿qué hay entonces de la capacidad otorgada, innata, que se lleva implícita desde el momento de nacer?
Nos castigamos inhumanamente y castigamos al otro inhumanamente con nuestras creencias irracionales derivando en conductas irracionales como la indiferencia, el silencio, la ira, la intolerancia y hasta la violencia.
¿Buscas amor? Trabaja en Ser amor.
¿Buscas paz? Trabaja en Ser paz.
¿Buscas salud? Trabaja en Ser salud.
¿Buscas lealtad? Trabaja en una auto lealtad, en una auto confianza, en un autoconcepto sano, en auto actualizarte en todos los cuerpos de existencia otorgados: físico, emocional, mental y espiritual. No puedes dar lo que no tienes… Y, mínimo, si aún careces de ello, ábrete a aceptar el amor de otros que ven lo que probablemente aún no ves en ti mismo… Nuestros semejantes, esos modelos vivos, ejemplares y conectados a la conciencia universal, están ahí para recordarte que tú también puedes tener y ser todo eso que deseas. Pero empieza por ti. Empieza labrando en tu propio terreno el sendero de la independencia emocional, mental, espiritual y física.
Nacimos para ser libres. Y sólo el amor que es libre, sólo alguien que camine en ese sendero, podrá identificar el amor que es auténtico, porque él mismo caminará en esa autenticidad.
Ya lo decía Carl Rogers, uno de los iniciadores de la Psicología Humanista: El grado en que puedo crear relaciones que facilitan el crecimiento de los demás como personas separadas, es una medida del crecimiento que he logrado en mí mismo.
Enfoquémonos en realizarnos subjetivamente, proveer nuestras necesidades de forma personal, trabajar en nuestra mente alimentándola de información sana, entonces sólo así construiremos relaciones sanas. Y nada hay más sano que aquella relación donde ya ha trascendido el narcisismo, el ego y lo mundano… Para dar paso al amor sublime: el que es meramente espiritual.
—PalomaZerimar.
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“El hombre tenía que ser como una tierra de nadie, siempre listo para recibir las semillas de la filosofía de todos lo lados”
Michel de Montaigne
Michel Eyquem fue un filósofo, escritor, humanista y moralista francés nacido en Saint Michel de Montaigne en febrero de 1553. Ha sido calificado como el más clásico de los modernos y el más moderno de los clásicos. Su obra fue escrita en la torre de su propio castillo bajo la pregunta “Qué sé yo?”
Nació cerca de Burdeos en un castillo propiedad de su familia paterna, su familia materna era de ascendencia judía española, de judeo-conversos aragoneses.
Michel recibió de su padre una educación liberal y humanista. Recién nacido fue enviado a vivir con los campesinos de una de las aldeas de su propiedad para que conociera la pobreza.
El latín fue su lengua materna, pues su padre contrató a un tutor alemán que no hablaba francés y prohibió a los empleados se dirigieran al niño en francés durante sus primeros ocho años. Posteriormente se le enseñó griego y después de dominar completamente estas dos lenguas, se le comenzó a hablar en francés.
Fe enviado a la escuela de Burdeos, graduándose en Leyes, y sus contactos familiares le permitieron ocupar el cargo de magistrado de la ciudad, pasando los siguientes doce años en lo tribunales.
Se casó a los 32 años y tuvo 6 hijos de los que solo le sobrevivió uno. En 1568 heredó la propiedad de su padre y en 1570 abandona los cargos públicos retirándose a su castillo para meditar y escribir.
Fue admirador de Lucrecio, Virgilio, Seneca, Plutarco y Sócrates, siendo un humanista que se tomó a él mismo como objeto de estudio en su principal trabajo titulado “Ensayos”.
Su proyecto era mostrarse sin máscaras develando así su yo más íntimo en su esencial desnudez.
Fue un crítico fuerte de la cultura, la ciencia y la religión de su época y su influencia fue colosal en la literatura francesa y mundial como creador del género conocido como “Ensayo”.
Los dos primeros volúmenes de sus ensayos fueron publicados en 1580 y tras su publicación y en su afán de conocer costumbres y usos de otras naciones, emprende un largo viaje por Suiza, Alemania, Austria e Italia, el cual usaría de tema para la publicación de su libro “Diario de viaje” en 1774, y del cual tuvo que interrumpir al ser elegido alcalde de Burdeos de 1581 a 1585.
En 1589 es encarcelado en la Bastilla en París en donde fue liberado por la intercesión de la reina madre.
Preparó la última versión de Ensayos en un libro de confesiones que el autor, profesando un escepticismo moderado, se revela a si mismo en todos los aspectos del alma humana, desde el detalle más ínfimo hasta elevadas cuestiones de religión, filosófica o política.
La obra de Montaigne ha pasado a ser una de las características principales del género ensayístico. No intenta aleccionar al lector, ni actúa como maestro ni pretende serlo, siendo un escritor mucho más cercano al lector, sin creerse más listo de quien lo lee.
Montaigne creía firmemente como Sócrates, que la ignorancia era la fuente de todo mal y que teníamos que luchar contra ella, así como de que era la propia reflexión, el mecanismo mas importante del hombre en la búsqueda de la verdad.
Como filósofo Montaigne se podría catalogar como escéptico, su pensamiento es del todo relativo, opina, y reconoce que muchas de sus tesis están muy influenciadas por sus emociones y por las circunstancias que le están tocando vivir. Se trata de un pensador de mente abierta, dispuesto a reconocer aciertos y errores de los demás y propios.
Dedicó el resto de su vida al pensamiento, la edición y la traducción, así como a ser uno de los primeros intelectuales pro-feministas de la historia, escribiendo “La igualdad entre y la mujer” y “Agravio de las damas” en donde analizó las causas de la desigualdad entre géneros.
Montaigne muere a la edad de 59 años en su castillo en Saint-Michel de Montaigne de un absceso periamigdalino y su sepultura se encuentra en el Museo de Aquitania situado en Burdeos.
Fuentes: biografiasyvidas.com, Wikipedia, universidad de Sevilla, filco.es
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