Tumgik
#me estan esperando en un coche en la puerta y yo les estoy haciendo esperar para escribir estos tags??????
meetmeatmidnai · 7 months
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¿todo el mundo anda despacio o yo siempre estoy corriendo?
miércoles, 19:04, mi última clase termino a las 18:25 y el bus acaba de llegar a mi parada, ya no tengo nada mas que hacer en todo el día; bueno, tengo que hacer compras y adelantar trabajo de clase, pero si quisiera podría cenar una tortilla francesa y hacer el trabajo mañana a la mañana. No tengo prisa. Bajo del bus y me dirijo a a repetir la misma rutina de siempre que ya casi se ha convertido en un juego: esperar y cruzar los 4 semáforos que hay en fila justo antes de llegar a mi piso. La verdad es que normalmente tengo suerte, siempre me encuentro mínimo dos de ellos en verde y en un mal día tengo que esperar dos minutos a que se pongan en verde los siguientes. Dos minutos, no es ni un canción entera pero ya empiezo a zapatear contra el suelo, comprobar la hora en el móvil y mirar a los alrededores. Pero no tengo prisa. El semáforo se pone en verde y adelanto a todos los demás peatones que están cruzando el paso de cebra junto a mi. Llego al final del paso y de aquí en adelante todo es recto sin pausas, el camino esta junto a una escuela de secundaria y otra de grados profesionales, por lo que, no importa la hora del dia, siempre esta infestado de adolescentes y de jovenes. Hay una cancha de baloncesto donde unos chicos estan jugando, estan haciendo tiros libres, desvío mi mirada con frecuencia a la cancha, con el miedo de que alguna de las pelotas salga del recinto y me de a mi, o tenga que ir a devolvérsela. Sigo con el paso firme, varios grupos de adolescentes estan a mi derecha, sentados en los bancos del pequeño parque que hay delante de las escuelas, llevo los cascos puestos pero aun asi puedo escuchar unos murmullos que provienen de las conversaciones que tienen. Algunos se rien, tan alto que lo llego a escuchar; son las 19:09, los alumnos del turno de tarde tendrán un descanso de menos de 25 minutos, por unos segundos me acuerdo de que hace un año yo también estaba en el recreo del instituto; bueno, a estas horas no, pero a la mañana si. Mis amigas y yo no solíamos salir a la calle, nos quedábamos sentadas en los bancos dentro del edificio, con la calefacción al lado. Tengo que esquivar a varios alumnos que se disponen a entrar a clase y que se cruzan conmigo, noto que mas personas se dirigen a las escaleras del edificio, por donde estoy pasando yo ahora mismo, acelero el paso para ahorrarme mas tropiezos. Solo me queda un paso de cebra mas, este sin semáforo, pero aun así espero un poco para que el coche se detenga, esperando en el paso de cebra hay una mujer con dos niños pequeños que apenas caminan, el paso es pequeño asique ellos van delante y yo atrás. Tengo que ir pausándome cada dos pasos por la lentitud de la familia, intento esquivarles por la izquierda para seguir caminando a mi ritmo pero el niño que va agarrado de esa mano se mueve y no puedo pasar. Me quedan tres pasos para llegar al otro extremo pero puedo sentir como la respiración se me acelera, no entiendo como la gente puede ir tan lenta por la vía publica. Por fin me deshago de la madre y sus dos hijos. Esta calle suele estar bastante vacía, pero hoy hay partido de fútbol, y cuando eso pasa siempre se llena de gente; cada persona camina a su ritmo pero todos muy lentos. Hoy no tengo prisa, normalmente nunca la tengo a estas horas, por un memento me pregunto si es que ¿todos andan lento o si soy yo que siempre voy corriendo? que pensamiento mas extraño. Llego al portal de mi casa, por el monta cargas baja una vecina anciana con su andador, le sujeto la puerta. Me he encontrado en muchas ocasiones con ella, la he visto intentar abrir la puerta ella misma y la pobre siempre tarda demasiado, es muy mayor, lo se por que cada vez que la ayudo me responde con una sonrisa y con un "askarri asko" mal dicho, pero siempre me hace ilusión escucharlo. La mujer sale del edificio y yo cojo el ascensor. Piso 7. Este ascensor es muy rápido, pero se para en el piso cuatro para recoger a una vecina, la saludo y me despido cuando se para en mi piso. 19:15, hace casi una hora que termino mi clase.
No tengo ninguna obligación mas, no tengo prisa. ¿Por qué no siento que la carrera ha terminado?
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1. Ángel, Toni… y un tercero (Parte 3)
1.3 El viaje
Ya estaba de camino dirección a la casa de Ángel y Toni, sería un viaje corto de una hora y cuarto, pero se me haría eterno, no pararía de pensar en Ángel, y que iba estar 5 días con el, las 24 horas. Por otro lado, también estaría Toni. No paraba de pensar, en si notaría que entre Ángel y yo, hay tensión sexual, estaba rezando que no, y no quería imaginar que pasaría si se llegase a enterar.
Voy en el coche pensando, escuchando música, y tomándome el viaje de relax, prisa no tenía. De vez en cuando, mi subconsciente, me traicionaba, y empezaba a pensar guarrerías con Ángel, lo cual me empalmaba en el coche, y era bastante incómodo. Imaginaba típicas situaciones morbosas tipo, que su novio saliese al supermercado unos minutos, y nos dejase solos en casa, así que Ángel aprovecharía para hacerme una buena mamada y le daría biberón siempre que el quisiese, o cualquiera situación de esas morbosas, luego vuelvo a la realidad, y pienso que eso solo pasa en las películas y en las series.
Estoy ya llegando a su casa, dos calles mas y habré llegado, la emoción no podía mas conmigo, y aún mas después de todas las películas que me había montado durante el viaje. Estoy aparcando, y de repende veo salir a Ángel de la puerta de su casa, con su mirada picarona, y guiñándome un ojo, viene a mi coche:
Ángel: Hombre, veo que has llegado enterito, genial! Aunque nos queda 30 minutos para más para llegar al otro piso
Yo: Uff es verdad, con lo poco que me gusta conducir, y aún me haceís andar otra media hora
Ángel: Bueno luego a la noche te lo compenso (me guiña otro ojo)
En ese momento, me quedé en blanco y sin saber que decir, y me doy cuenta que aparece Toni por detrás, me saluda y me dice que salgamos ya, así tenemos mas tiempo para organizarnos allá.
Salimos, y yo voy conduciendo, Toni de copiloto, y Ángel detrás. Voy hablando con Toni, y de vez en cuando, se me va la vista al retrovisor, para poder ver bien a Ángel, que por suerte o por desgracia, siempre me estaba mirando, y cuando se daba cuenta que lo miraba, me guiñaba un ojo, o me mandaba un beso. Yo me ruborizaba, y se me venían todos los pensamientos que había tenido en el viaje, me moría de ganas poder tenerlo una noche para mi, pero pensaba en Toni, y los remordimientos se apoderaban de mi.
Llegamos al pueblo donde tenían el piso, subimos, me enseñan como es, y se percatan, que las 2 habitaciones que había libres, donde en una iba a dormir yo, estan llenas de trastos, y no había cama ni nada, así que después de pensar un rato, a Toni se le ocurre traer un colchón y ponerlo en la habitación donde iban a dormir ellos dos, y así estaríamos los 3 en la misma, en ese momento me pareció buena idea, pero pensando en Ángel sería demasiado arriesgado, pero no me quedaba otra, ya que a saber que pensará Toni. Que sea lo que Dios quiera (pensaba)
Decidimos ir al pueblo de al lado, al supermercado a comprar algo antes de que cerrasen, así que vamos, compramos, nos tomamos algo y volvemos al piso. Cuando llegamos, nos ponemos a ordenar un poco el piso y a colocar nuestras cosas. Como a mi me gusta mucho cocinar, me encomiendan que sea el cocinero, y ellos se ocuparían mas de la limpieza, acepto, y sugiero, que esa noche, haga unas alitas de pollo al horno con un adobo que hago yo, con unas patatas o algo mas para picar, aceptan y voy a la cocina a ponerme con ello. Me dispongo a coger la bolsa con las alitas, para limpiarlas y adobarlas, asique abro la nevera y me pongo a buscarla, la cojo, y al levantarme, está Ángel detrás, me doy un mini susto:
Yo: Que haces aquí? No estabas ayudando a Toni?
Ángel: Si, pero me dijo de venir a ayudarte en lo que sea, y es lo mejor que ha podido decir en todo el día, y yo como soy obediente, aquí estoy (vuelve a guiñarme otro ojo)
Yo: Bueno... Pues si te pones a pelar unas patatas te lo agradecería.
Ángel: No prefieres que te pele otra cosa? (Me quedo en blanco) Es broma hombre, me pongo a ello (Ríe)
Cada vez que Ángel me suelta una de esas, me quedo en blanco, porque aunque no lo parezca, soy demasiado tímido, y este tipo de situaciones me pone muy nervioso, y no se ni que decir.  
Acabamos de hacer la cena, viene Toni y coge los platos para poner la mesa. Cenamos, y nos ponemos a ver un poco la tele antes de ir a dormir.  
Sería alrededor de la una de la madrugada, cuando Toni dice si vamos a dormir, que ya es algo tarde, le respondo que si. Le digo que voy yo al baño, que así aprovecho a quitarme las lentillas, que ya me estaba molestando un poco. Después de ir yo al baño, va Ángel, y me quedo unos minutos a solas con Toni en el salón, y me pregunta, que si me gusta el lugar, le comento, que nunca había estado por esta zona, que aparenta estar muy bien, que mañana la veré mejor y con mas calma. Sale Ángel del baño, y va Toni, y es el momento mas esperado y mas temido del día... Me he quedado a solas con Ángel:
Ángel: Estás nervioso o algo?
Yo: Que va! Tengo algo de sueño, así que creo que es mejor irse a la cama no?
Ángel: Claro, pero no antes sin esto
Se sienta encima mía, y empieza a besarme. En ese momento, no pienso en cuánto tardaría Toni en el baño, solo pienso en que ese momento lo llevaba esperando 5 meses. En un momento lo aparto:
Yo: Y Toni? Como salga va ser la bronca del siglo
Ángel: Toni aún va tardar un poco en el baño, lo conozco.
Yo: No se, creo que esto no está bien
Ángel: Pues a mi me encanta este momento, y tu me vuelves loco
Antes de yo poderle contestar, me interrumpe volviendo a besarme. Escuchamos a Toni tirar de la cadena del baño, y Ángel se aparta, a lo que me contesta: "Que pases buena noche cariño" y se va para la habitación.
En ese momento me llené de sentimientos de alegría y tristeza. Alegría porque lo que llevaba esperando mucho tiempo, estaba siendo realidad, y era de lejos, mucho mejor de lo que podría esperar, y tristeza, porque pensaba en Toni, y en lo que le estaba haciendo. También pensaba, que pasaría en los próximos días que estaría allí con ellos. Pensé que lo hecho, hecho está, y a ver que iba hacer con el calentón que tenía encima, lo único que podía hacer en ese momento, era ir a acostarme y descansar, porque estos días iban a ser muy largos.
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jey-chan · 8 years
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El eve sordo.
 Bueno esta es una idea que surgio despues de mi ultima clase de Psicología especial, y pues… necesitaba ponerle cuanto antes xD
Esto esta ubicado un poco despues de la pelea con tsubaki y antes de que los chicos fueran llevados a C3 luego se pone en el arco de C3 (donde me quede leyendo en el sub) disfruten y comenten.
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Kuro veía con atención la forma en que el chef ponía las cosas en el recipiente para mesclar.
El vampiro pensaba que el simple platillo que estaban mostrando en el programa de tv sería un excelente regalo de agradecimiento para su Eve.
Desde que habían regresado a casa en los autos de C3, el servamp de la pereza se había puesto a pensar en la forma de agradecerle a su humano el que no le hubiera dejado solo y que le hubiese ido a rescatar cuando le ocupo, y ahora que veía el postre que estaban pasando por la tele decidió que eso era lo que le gustaría a su amo.
Oh al menos eso pensaba… el conductor dijo un término que el flojo vampiro no tenía idea de que significaba y a pesar de que era bueno buscando información en internet, prefería escuchar la respuesta simple de su eve, por lo que pregunto de forma perezosa.
Unos minutos después el vampiro quito los ojos de la pantalla y voltio a ver al pasillo. Mahiru siempre contestaba no importaba donde estuviese. Curioso decidió ir a investigar, poniéndose de pie hehco una rápida ojeada a la cocina y luego se fue camino al cuarto que compartían.
Abriendo ligeramente la puerta pudo ver que su eve se encontraba leyendo uno de los libros escolares en el escritorio pegado a su cama.
-Mahiru…- por segunda ocasión no hubo respuesta.
Ni siquiera el “hum” que siempre hacia cuando se encontraba estudiando y alguien le llamaba, nop no hubo nada de nada.
Algo preocupado Kuro entro a la habitación e hiso su camino hasta el humano, al ver que ni aun así el chico volteaba decidió tocar el hombro del joven, pero su vista se posó en una extraña cosa en el escritorio.
El objeto en cuestión era pequeño y transparente, posiblemente de plástico, tenía la forma similar a una media luna y un extraño cable igual de transparente con una especie de tapón. Al igual que una pequeña rueda de esas que se usan para controlar el volumen en algunos audífonos.
Dejando eso de lado decidió poner una mano en el pelo de su eve logrando llamar la atención del chico, quien voltio a verle y después de rascarse un poco una de las orejas hablo.
-¿Kuro?- pregunto curioso y preocupado.
El eve quería preguntarle sobre el objeto, pero prefirió saciar la primera duda que tenía desde hace rato.
-¿Qué es ‘baño maría’?-
Mahiru se puso una mano en el mentón y luego respondió.
-es una forma de coser algunos alimentos, pones algo en un recipiente, y ese lo colocas sobre otro recipiente con agua hirviendo. ¿Por qué?-
-nada… suena demasiado problemático- al momento de inclinar la cabeza kuro volvió a ver el extraño aparato y estaba por comentar algo cuando la temperatura bajo de manera drástica.
-Brrr, ¿Qué está pasando? Tengo el aire apagado- dijo Mahiru apresurándose a buscar algo con que cubrirse y de paso levantar el extraño aparato del escritorio, antes de irse a la sala, y poco después Kuro escucho el grito de incredulidad de su eve.
Kuro intento volverle a preguntar sobre el aparato extraño, pero Lawless y Litch entraron de forma inesperada a casa y despues los extraños miembros de C3 se los llevaron, haciendo que le fuese imposible al vampiro preguntarle al humano sobre el aparato.
Aunque no paso desapercibido el hecho de que Mahiru corrió a su cuarto y tomo un estuche pequeño que luego guardo en sus bolsillos con cuidado. ¿Qué podría ser?
Por momentos Kuro detestaba la idea de que Mahiru le estuviese ocultando algo, pero luego recordaba que el no había sido muy honesto que digamos con su eve, y tras llegar al cuartel de C3 decidió hacer lo mismo que el chico había hecho con el: Esperar a que el se sintiese listo para decírselo.
Solo esperaba que no tardara tanto en contarlo.
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Sus esperanzas fueron respondidas cuando Tsurugi les encerró en esas extrañas redes negras y vio con algo de preocupación como su eve miraba con algo de terror cuando al hacer contacto con el suelo el mismo aparato extraño y un par idéntico a el salían volando de sus oídos y luego eran masacrados en el suelo tras que el mago hiriera de gravedad a su amigo.
-¡Mahiru! ¿estás bien?- le pregunto urgente y preocupado, sospechando que esos objetos eran cosas importantes para su eve (no solo por la reacción que tuvo este al ver cómo eran destrozados) y por qué desde que fueron quitados de sus oídos el muchacho veía desesperadamente a todas partes como esperando a que algo saliera de la nada y no pudiese prevenir su llegada.
-¿Mahiru?- su eve no contestaba, y tenía la impresión de que estaba asustado tras haber visto como una persona era matada enfrente de él.
Finalmente los ojos de su eve se enfocaron en su cara.
-Mahiru, ¿estás bien?- el muchacho parecía enfocarse en sus labios y viendo en el estado que estaba, los movió con firmeza repitiendo la pregunta.
-Sí, no… bueno…K kuro… M mis auxiliares….- el niño cerro los ojos, tanta luz y enfoque le causaban dolores de cabeza en ocasiones.  
¿Auxiliares? ¿a qué se refería su eve? El vampiro repitió la pregunta y ladeo la cabeza de manera curiosa para dar a entender su punto.
-K kuro, esos eran mis auxiliares auditivos. Sin ellos no puedo escuchar- confeso finalmente el joven eve.
Los ojos del vampiro se abrieron de forma enorme.
¿Mahiru era sordo?
Shirota Mahiru, de dieciséis años, eve de la pereza, perfecto amo de casa. Era sordo.
Ahora todo parecía tener sentido en la cabeza del vampiro.
Aquella vez no le escucho porque no los tenía encendidos, las veces que se “rascaba” la oreja tras pedir que le repitieran alguna cosa era porque estaba ajustando el volumen de audición.
-N no siempre he sido sordo… deje de escuchar tras el accidente con mi mama…- kuro observo como Mahiru sacudía la cabeza para quitarse recuerdos dolorosos, ¿a qué se refería con eso?
-Después de que el coche nos atropellara deje de escuchar, mama murió ese día y yo perdí el oído…-
Kuro asintió.
Ahora podía entender mejor a su eve. El porqué de que en ocasiones se quejara de que algunas cosas eran demasiado ruidosas o que le causaban migraña era debido a los aparatos auditivos. El hecho de que siempre mandara mensajes de texto en vez de llamadas era otro indicador, y el porqué de que siempre viese a la cara cuando le hablaban no era tanto por ser cortes sino porque necesitaba leer los labios de ves en ves.
-perdón-
-¿hu?-
Kuro no entendía porque Mahiru estuviese pidiendo disculpas. Era él  quien debía darlas, ¿Cómo no se dio cuenta antes de que su eve necesitaba ayuda para escuchar y no haber sido lo suficientemente rápido como para proteger eso que era de vital importancia para su humano.
El vampiro se sentía mal, tras escuchar las razones de su humano. El chico estaba pidiendo perdón por no ser fuerte, por haber permitido que terminaran en esa situación y por haberle ocultado el hecho de que necesitaba de ayuda para poder escuchar y que en esos momentos no pudiese ser más que un inútil que hablaba pero que no sabía que era lo que realmente estaba diciendo.
Kuro no quería que Mahiru se sintiese tan bajo en si mismo. Deciaba gritarle y decirle de manera perezosa (como siempre) que dejara de ser un dolor en el trasero y se diera cuenta de que realmente es fuerte a su manera, que era precisamente ese el momento en que el podría brillar y que a pesar de todo el podía escuchar los gritos de ayuda de aquellos que lo necesitaban. El quería-no, el debía decirle eso pero no sabía cómo… es decir, sabia con que palabras hacerle entender a su eve lo que sucedía, pero no tenía idea de cómo hacerle entender el mensaje ahora que no podía escuchar.
El no era como Mahiru. No tenía la habilidad de habar con la mirada, como se supone que podría… por suerte no tuvo que pensar mucho, del orificio que se había creado tras el ataque aparecieron los pares de orgullo y codicia.
-¡Alguien llévele a una clínica!-
Tetsu dijo que lo llevaría pero Kuro estaba más atento a la forma en que su eve miraba directamente a los labios de sus amigos concentrándose en saber que eran lo que decían.
-Te lo encargo-
La voz del chico era más alta de lo normal y Kuro sospechaba que era por la desesperación de no poderse escuchar. ¿Cuánto tiempo duro su eve lidiando con ese dolor?
-¿oye Mahuru que es esto?- la voz de Lawless preguntando sobre un extraño estuche color plateado que estaba sacando del bolsillo de su eve.
Kuro reconoció enseguida el objeto, ese era el estuche por el cual su eve se había regresado a su casa cuando los habían traído a este sitio, sospechaba que era en donde guardaba los aparatos cuando le causaban molestia o algo por el estilo.
Al parecer Litch también reconoció el objeto de algun lado porque los ojos del pianista se abrieron en sorpresa e incredulidad antes de tomar el estuche y ponerse en frente del joven castaño.
Lo que hiso a continuación llamo la atención de los servamps quienes estudiaron con cuidado la escena. Pues Litch se puso a nivel de ojos del chico e hiso unas extrañas señas con las manos, Mahiru parpadeo antes de asentir.
-Si… ¿Cómo? ¡el estuche de repuesto! T tengo los de cuando estaba en el último año de primaria en el bolsillo izquierdo de mi pantalón, ¿me los puedes poner?- pegunto lo último con un leve sonrojo de pena.
Litch asintió y fue a buscar el artefacto, una vez sacado un estuche similar pero más pequeño paso a abrirlo y colocar con extremo cuidado los artículos en los oídos de Mahiru, una vez puestos y encendidos, el pianista hablo.
-¿así estan bien?-
Mahiru pareció concentrarse un poco antes de asentir.
-sí, me calan porque son algo pequeños pero estoy bien, el volumen es el correcto. ¡Gracias Litch!-
Kuro se hiso una nota mental de ver si podía aprender esos signos que el pianista había hecho, al igual de buscar la forma de reponerle a su eve los auxiliares que había perdido. Al parecer eran como los zapatos debías cambiarlos conforme crecías y esos de repuesto le podían causar mucho dolor a Mahiru si se los quedaba por mucho tiempo, sin embargo en ese momento kuro se dispuso (a con la ayuda del par codicia) a hacerle ver a Mahiru lo importante que era con o sin sus auxiliares y que era momento que dejara alguien más hiciera parte del trabajo por una vez en su vida.
Mahiru sonrió antes de asentir tras asimilar lo que sus amigos intentaban decirle, y pudiese que no le gustara mucho el silencio, el no poder escuchar nada pero sabía que sus amigos harían ruido hasta que el pudiese notarlos o que entendiese el punto que le querían hacer ver.
Kuro sonrió internamente al ver como de poco a poco su eve recobraba la confianza en sí mismo y dejaba de tener miedo, como los tormentosos recuerdos que le causaban el no poder escuchar se iban de poco a poco a lo más lejano de su mente.
El vampiro se hiso una promesa a si mismo.
El mejor regalo de agradecimiento que podía darle a su eve sería el que pudiese escuchar a pesar de no tener los auxiliares, Kuro escucharía por los dos y luego le relataría con los ojos lo que había escuchado. Kuro dejaría que cada vez que su eve  fuese consumido por los dolorosos recuerdos de ese día encontrara alivio en darle palmaditas a su pelaje en su forma gatuna, le recordaría que no estaba solo, de la misma forma en que el lo hiso cuando sus pesares se volvieron un mundo.
Sleepy Ash, el servamp de la peresa quien actualmente llevaba el nombre de kuro, y cuyo objeo importante es un cascabel, no dejaría de hacer ruido cuando su eve le necesitara. Aunque eso implicara dejar de ser flojo por unos cuantos minutos.
Bueno espero les haya gustado y vere si puedo pasarlo a ingles. 
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