Tumgik
#quien seré
teenageeaglerebel · 2 years
Text
Yo no era así ¿O sí?
Considero que soy bosque de coníferas, pinos azulados y fríos. También soy tardes cálidas y secas, desérticas. Estos últimos años me he vuelto lluvia, frío y soledad. Es increíble cómo los hombres nos toman de la cintura y nos transforman, unos nos hacen arte y otros nos rompen la madre. ¿Quién soy? Soy carretera, viento, montañas, pero con más filtros, ahora con más experiencia y dolor. Aromas deliciosos, frescos, sexys... SÍ. SOY ENTONCES... ADRENALINA.
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
¿Quién era? ¿Quién fui? ¿Quién soy?
He trabajado tanto en este mundo terrenal, siendo un ser espiritual, he sufrido tanto, aún me falta más por sufrir, aún necesito volver a caerme más y volver a levantarme, pero el nivel de dificultad va subiendo cada vez más, cuando me encuentre completamente sola es cuando dudaré por mi piedad. Soy un ser, que ha venido a chambear más espiritual y mentalmente, pero es hora de comenzar a chambear físicamente... comenzó con el control de mi mente, ha escalado al desequilibrio emocional, hormonal, sentimental. Hay noches de pesadillas que duran años, no hay día del mes que falten sueños lúcidos, transbordo por el mapa de los sueños como viajera experta, cabalgo montes, enamoro corazones, catadora de sábanas de camas, los abrazos son mis favoritos. Soy el descubrimiento de un buen catador... soy la gloria que todo el mundo busca. Soy una con el universo lleno de estrellas, infinito, frío, oscuro, colorido.
Espera, ¿Han pasado 7 años?
1 note · View note
pensat-i-fet · 1 year
Text
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
13 notes · View notes
myillicitaffair · 7 months
Text
You are in love | Esteban Kukuriczka.
Tumblr media
sumario: noches de pizza con tu amigo… claro, amigo.
advertencias: sexo explícito (+18) , penetración, sexo sin protección, consumo de alcohol.
créditos: las fotos del collage fueron extraídas de pinterest, más las edite yo. la canción cuya letra utilice es You Are In love (Taylor’s Version) de Taylor Swift.
notas: honestamente, no estoy muy contenta con el resultado final pero espero que puedan disfrutarlo de todas maneras xx.
No hay pruebas, no fue demasiado, pero yo vi suficiente.
Paciente, fuera de su recibidor, me encuentro parada, esperándolo con una botella de vino bajo la axila. Aliso los pliegues de mi falda varias veces con las manos, un hábito al que recurro para evitar sucumbir a la ansiedad que me atormenta. Con la cámara de mi celular, observo mi reflejo, comprobando que mi maquillaje permanezca en su lugar, que mi cabello siga viéndose inmaculado.
No recuerdo un tiempo en el que Kuku haya sido simplemente un amigo, siempre fue más; mi confidente, el protagonista de mis fantasías, quien roba mis suspiros y miradas, de quien terminé enamorándome.
Las pisadas sobre las baldosas delatan su presencia apropincuándose, luego el traqueteo de las llaves en la cerradura, las bisagras girando en su eje para revelarlo frente a mí.
La alegría tiñe su rostro al verme, redondeando sus angulosos pómulos y centrando mi atención en la mueca en sus labios. Condenadamente cerca de mí y a la vez tan inalcanzables.
Su voz dándome la bienvenida me sacude de mi subrepticia quimera, trayéndome de un zarpazo de vuelta a la realidad. Me estrecha contra su torso, con las muñecas serpenteándose por mi cintura para atraerme más cerca.
“Traje vino, Kuku”- pronuncio, a modo de saludo, mientras lo abrazo estrechamente.
“¡Gracias, ángel! Entrá que está por llegar la comida”- informa, de manera tan casual y ligera que siento mi corazón escurrirse hasta tocar el suelo.
“Ángel” me dijo, jodiéndome para siempre. ¿Cómo seré alguna vez capaz de recuperarme de tal agravio a mi integridad? Decido asentir y adentrarme a su hogar.
Me recibe una sala de estar cálidamente iluminada, las paredes blancas cubiertas de cuadros y fotos, un aterciopelado sofá rojo situado en medio de la habitación.
Me acerco a una repisa de madera, donde reposa un retrato recientemente seleccionado… todo el elenco de La Sociedad De La Nieve posando bajo el lente de su cámara, sonrisas reflejadas en nuestros rostros enmarcados.
“Esa la tomé el último día de rodaje”- me recuerda, apareciendo por detrás mío, con una mano en mi espalda baja.
No hay pruebas, un toque singular, pero yo sentí suficiente.
Mis vellos corporales se erizan ante el contacto, un escalofrío recorriéndome cargado de anticipación por lo que jamás sucederá. Asiento torpemente, deseosa de fundirme en el calor de su silueta.
Pienso en esos mismos dedos, acorralando mi piel a su paso, incendiando su sendero. Acariciando mis mejillas con ternura, colándose por mis labios, desvistiéndome con precisión.
El timbre retumbando en la sala me despierta, desarraigándome de mis maquinaciones pecaminosas. El hombre a mi lado da largas zancadas, con un caminar tímido y garbado, hasta alcanzar la puerta de madera y ojear la mirilla. Luego de cerciorarse de la identidad del intruso, le permite ingresar para que deposite el delivery entre sus brazos, marchándose luego de recibir su pago.
Sobre la mesa del comedor se halla mi bolso, el cual rebusco hasta toparme con la billetera y separar varios billetes para pagar una porción del importe de la cena.
“Dividamos los costos de la comida entre los dos, ¿te parece?”- debato, tendiéndole el dinero para así compensar la mitad de su perdida.
“Pero no, nena, ¡guarda eso! Te invito yo”- rechaza tajante al ignorar mi ofrenda, con juguetona indignación en sus facciones.
Más allá de mi recurrente insistencia, rechaza contundentemente todos mis intentos de devolverle la plata, escudándose en excusas absurdas. Una cálida sensación se apodera de mí ante su caballeroso gesto, traduciéndose en atontados vistazos en su dirección, mientras sigo cada uno de sus movimientos al sacar el par de copas de una alacena.
“Pedí pizza de ese bar que te gusta”- comienza a explicar, aun movilizándose para descorchar el vino- “la de pepperoni sigue siendo tu favorita, ¿verdad?”
Un solo paso, no fue demasiado, pero dijo suficiente.
Silencio. Silencio desgarrador y sepulcral a mi alrededor, petrificando el aire a su paso.
“¿Te acordaste?”- asevero con un hilo de voz, aunque suena más a una pregunta, reflejando mi propia inseguridad.
Mis extremidades tramitan un cosquilleo colectivo, despertándome de la anestesia que se había apoderado de mí.
“Si, obvio”- le resta importancia, sirviendo la bebida y entregándome mi copa.
Y yo entiendo lo tonto que debe sonar, pero, por un momento, me permito sentirme importante e incluso un tanto sustancial en su existencia. “Me escuchó” medito, atónita por la revelación, revolucionando todas mis ternuras dirigidas hacia él.
Mis ojos se obsesionan con su él, simplemente él y su aura dorada coronándolo como si de un halo se tratara. ¿Cómo logré tener tanta suerte?
“No me mires así, nena”- pide al devolver mi mirada, su entrecejo fruncido en concentración- “Vas a hacerme creer que los chicos tenían razón…”
Mi mueca se tiñe de confusión, no sabiendo con exactitud si se refiere a lo que yo supongo. Intento decodificar sus palabras, pero, tal vez por el prospecto de ver mi entusiasmo destrozado, me limito a repreguntar.
“¿De qué hablas, Kuku?”- atrapo mi labio inferior entre mis dientes para así detener los temblores que lo acosan.
“Ya sabes…”- se encoge de hombros, pero, al ver mi perplejidad se resigna a continuar- “Fran y Juani siempre nos cargaban con que… em, con que debíamos salir.”
Siento un hondazo envestirme de lleno y un deseo irremediable de que el mismo continúe hasta hacerme perder la conciencia.
“Ah, eso”- murmuro en voz baja, de repente completamente drenada de seguridad. Trato de difuminar mis conflictuadas preocupaciones con una risotada punzante, delatando la rigidez de mis hombros estáticos y la incomodidad en mi gesto.
¡Qué estúpida! ¿Cómo me permití alguna vez pensar que el podría sentir lo mismo que yo? Deseo tirarme al suelo y revolcarme en el bochorno que me arrima, lo suficiente para olvidarlo a él con sus grandes ojos fijos y perder la cordura a manos de la vergüenza.
“Era un chiste nada más, no deseaba hacerte sentir mal”- aclara cálidamente, rodeando la mesa hasta rozar nuestros hombros.
Es absurda la cantidad irremediables de terminaciones nerviosas que logra incendiar con solo oprimir su marco con el mío. ¡Debo frenar esta locura antes de que se me vaya de las manos!
“Claro…”- suspiro, forzando una sonrisa al tomar asiento en la silla que abuso bajo mis pálidos nudillos.
Tomando la copa entre mis palmas, la balanceo hasta verter el liquido más allá de mis labios, rezando para que el espirituoso proveniente de uva disipe su comentario furtivo.
El mayor, aún parado a mi lado, hinca sus rodillas para arrodillarse y así quedar a la altura de mis ojos.
“Ángel, lo siento si te ofendí. No era mi intención”- se disculpa, escurriendo sus dígitos entre mi cabello para plegarme un mechón tras mi oreja.
“Ya sé, Kuku… y lo prometo, ¡estoy bien!”- miento descaradamente en su cara, con las comisuras adheridas a mis tensas mejillas.
Por unos prolongados segundos- que se sienten como una eternidad- nos miramos firmemente, tratando de descifrar los pensamientos cabalgando en la cabeza opuesta. Con un afectado suspiro, se levanta del suelo para luego posicionarse en la silla contigua a la mía.
Una vez asentado en su sitio, levanta el rostro para enfrentarme y toma mis temblorosas manos entre las suyas. Inmediatamente noto su calor corporal, las asperezas desperdigadas por sus palmas, sus anillos colisionando con los míos.
“Ahora entiendo cómo mi comentario pudo haber sonado y te pido perdón por ello”- alega mientras me observa, pausando en cada pequeño lunar e imperfección.
Inhibida y un tanto cohibida ante su escrutinio, desvío mis ojos hacia un costado y muerdo mi labio inferior, aprisionándolo entre mis paletas.
“No quería hacerte mal…”- confiesa, con sus orbes ahora clavados en mis labios mordisqueándose- “Sos mi mejor amiga.”
una mueca extraña en su rostro. Pausa, luego dice “sos mi mejor amiga.” Y yo supe a que se refería, está enamorado.
Una fuerza gravitacional me empuja aún más cerca suyo; envalentonada gracias a su fijación por mi boca, empiezo a disparar la ajena sin dudarlo. Deslizo una mano por su cachete, acariciando la incipiente barba creciendo allí mientras le robo un breve pico.
Al separarme, escaneo al hombre que acabo de besar, desesperada por hallar una reacción. La confusión tiñe su cara, tiene la mandíbula presionada con fuerza y un furioso sonrojo trepando hasta su nariz. Sin perder un solo minuto más. Vuelve a unir nuestras figuras en un beso, uno real esta vez.
Sus labios en contacto con los míos consienten un hambre que venía cultivando hace meses, acelerando mi deseo de conseguir más. Mi corazón late con una velocidad alarmante, saltando implacablemente contra mi caja torácica, y agravando los temblores en todo mi cuerpo.
Una danza desenfrenada se desenlaza, dando rápido paso a una intrépida batalla por apropiarse de la ventaja que implica dominarnos mutuamente. Una de sus manos se enreda en mi melena, tirándola hacia atrás mientras su lengua se apresura en inmiscuirse en mi cavidad bucal, cepillando la propia y paseándose por toda su extensión.
El aire comienza a escasear y el ardor en nuestros pulmones nos fuerzan a dividirnos, aprovecho el breve impase para deslizar mis extremidades por sus piernas y así, sentarme a horcajadas sobre su regazo.
“¿Sabes hace cuánto deseo hacer esto?”- cuestiona, entrelazando sus dígitos por mis curvas y asentándome sobre la junción de su torso y piernas.
Bajo mío, noto un bulto que comienza a alzarse, punzando mi centro deliciosamente. Sin siquiera razonarlo, muelo mis caderas contra él, percibiendo un curso de placer recorrerme entera ante la fricción contra sus pantalones.
En un arrojo de valentía, me deshago de la blusa que flamea en mis costados, arrojándola lejos nuestro. Como si de un arreglo tácito se tratara, el argentino adjunta sus labios con mi pecho y comienza a succionar mi piel con fiereza, yo me limito a atraerlo contra mí mediante su cabellera.
“Tantas veces fantasee con esto…”- admito, sin poder evitarlo, mientras él libera mi busto del corpiño.
Levito hacia su remera, forcejeando con ella hasta deshacerla hacia las baldosas y revelar su tórax al descubierto. Recubierto de pecas difuminándose en su blancura, dudo alguna vez haber visto una imagen más hermosa.
Sosteniéndose de mis muslos, se irgue y tropieza hasta toparse con el sillón, descargándome sobre el terciopelo con una impredecible agilidad. Allí, acostada en medio de su sala de estar, centro mi atención a sus dedos desenlazando mi falda con ternura, para luego despojarme por completo de mis confinamientos.
Imitando sus movimientos, aviento mis brazos hacia su entrepierna para desabrocharlo y librarlo de sus prendas. Aceleradamente, lo desvisto hasta que nuestras desnudeces son lo único que prevalece.
“Sos hermosa”- me halaga, recorriendo cada centímetro de mi piel con delicadeza, intentando memorizarlo para siempre.
Respondo con mi agarre volando hasta su palpitante erección y acariciándola juguetonamente, con constancia hasta donde me lo permite.
“Necesito sentirte adentro mío, Kuku…”- pido, sin sentir un ápice de vergüenza ante mi explicitación.
Un gruñido escapa su garganta ante mi directiva, deshaciéndose de mi toque para posicionar su polla entre los pliegues de mi coño y comenzar a adentrarse. Sollozos son lanzados en su dirección, animándolo a ir más allá, a continuar.
“Dios, estás tan apretada”- pronuncia cuando la cabeza de su pene logra tocar mi fondo, disfrutando los espasmos que mi canal le proporcionan.
En un frenesí ocasionado por la sensibilidad que su miembro me genera, embisto mis caderas para acercar nuestros centros aún más y luego retirarme, provocando un extasiante vaivén. Los gemidos retumban en el silencio del salón, con la danza que nuestros sexos lideran al fusionarse.
“Estoy enamorado de vos, ángel, desde la primera vez que te vi”- dice al observarme con atención, aun penetrándome hacia la culminación.
Sorprendida por lo inaudito de la situación, una lagrima se cuela por mis ojos y rueda en su sendero por mi mejilla ante su confesión, una que aguardo hace meses.
Esteban la recoge, interrumpiendo su trayecto hacia mi cuello para besarme nuevamente, con renovada emoción.
Y ahora comprendes por qué perdieron la cabeza y pelearon sus batallas, y por qué yo he pasado toda mi vida tratando de ponerlo en palabras.
315 notes · View notes
Text
Tumblr media
Ya no soy la misma mi amor, no lo seré ni hoy ni mañana...
Créditos a quien corresponda.
~samyo🐝
121 notes · View notes
black-beauty-poetry · 8 months
Text
¿Sabes? Te esperaría todo el tiempo que necesites para sanar. Te seguiría amando, incluso si mañana se acaba el mundo.
He visto las espinas en tu corazón y sé que no sólo hieren a quienes las tocan, también están haciéndote sangrar.
Por eso, te esperaré hasta que una por una sean sacadas. Te esperaré hasta que se cicatricen los agujeros y heridas que te dejarán, y, si me lo permites, seré yo quien cure y cuide cada uno de tus cortes.
Sé que le tienes miedo al compromiso por culpa de quienes, en el pasado, decían amarte, pero sólo mentían para calmar tus desasosiegos, para que creyeras en un amor falso, para que no los molestaras más con tus insistencias.
Sé que aún quieres volver a hallarte, recuperar todo lo que esos ladrones disfrazados de príncipes te despojaron.
Sé que si me aceptas ahora, no entregarías todo de ti para amarme. Y también sé que si me llevo una decepción amorosa, yo seré el que se la buscó a causa de ser perseverante aun cuando me decías que no estabas preparada para abrirte emocionalmente otra vez.
Te rompieron, te arrebataron las fuertes ganas de amar, los cuentos de hadas que leías de niña, que te hacían soñar con llegar al altar al lado del hombre correcto, quedaron devastados porque te la pasaste buscando amor en los lugares equivocados.
Pero veo que te estás esforzando, deseas fervientemente reconstruirte y si necesitas tomarte un descanso del amor para conseguirlo, yo aguardaré por ti.
Que sepas que mis ojos no verán a otra persona de la misma manera que te miran a ti, ni mi corazón volverá a latir desbocado por nadie más, ni volveré a sentir la misma emoción y timidez cuando alguien se acerque a mí.
Eres tú, siempre serás tú.
Incluso si terminas rechazándome por las razones acertadas, incluso si no estás dispuesta a enamorarte.
Conservarás la dulce devoción de mi amor.
-Dark prince
175 notes · View notes
a--z--u--l · 11 months
Text
Seré de quien no me quiera perder.
287 notes · View notes
nuittouche · 11 months
Text
Si el latido de tu corazón, musita mi nombre un ciento de veces: Es porque para ti era, soy y seré siempre...
No somos quienes decimos ser: Somos lo que demostramos en el acto de hacer...
Mabel
240 notes · View notes
minipisi-is-dumb · 10 days
Text
y nadie va a hablar de Erik prince o seré yo quien haga post al respecto ? PQ me huele a estafa y me da una malísima espina todo. incluso si no es estafa la idea de una intervención militar me jode. qué pensamos tesores
cualquier cosa ya me encontré a loquitos por la mira jodiendo porque no quiero (ni PUEDO igual) donar. ya verán uds
34 notes · View notes
caostalgia · 1 year
Text
Versatilidad compleja.
Soy tan sincera que cuando conozco a alguien siempre les advierto de que yo no seré la mujer de su vida.
Y no es un pensamiento pesimista, ni exagerado. Es una certeza con la que vivo a diario, con sus pros y sus contras. Con sus sabores y texturas.
También les digo, a todos esos chicos que entran en mi vida, que a mi la constancia me sabe a mucho y que la evito para no empacharme. Que me dan miedo los cólicos de después. Que me conozco.
Después, de todas formas, me encuentro queriéndolos. Porque esas cosas no se controlan nunca y yo soy un poco corazón de pollo.
Qué cosas, ¿no? Y que complicado.
Soy tan sincera que antes de siquiera profundizar un lazo hablo de mis defectos, porque quien avisa no es traidor decía la abuela.
Y también hablo de los traumas y las heridas aún un poquito abiertas. Porque yo necesito espacio y días solitarios sin reproches. Porque tengo la terrible manía de desaparecer un par de días de la sociedad y las redes. Porque soy un poco hermitaña con los sentimientos.
Luego, aún así, me disculpo por ser así. Porque quien se disculpa no se queda con la espinita en el pecho, decía mamá.
Qué contradictorio, ¿no? Y que versátil.
Soy tan sincera que cuando empiezo a querer no me lo guardo, ni lo escondo con dobles intenciones. Solo lo suelto, aunque pueda resultar una bomba. A veces incluso soy demasiado bruta.
Y no es malo tampoco, porque hay cosas que no se pueden difuminar ni esconder. Hay cosas con las que hay que ir de frente aunque luego no te dure casi el sabor.
También soy un poco como una sucesión inagotable de impulsos. Y de cosquilleos. Porque yo me rijo por ellos, los escucho y siento, incluso con los ojos cerrados. Entonces, nunca hay un camino seguro conmigo.
Después, irremediablemente, me aferro un poco a ese cosquilleo en el corazón y a esos impulsos locos que me dan. Porque a veces también estoy un poco loca y desquiciada. Porque sentir también es de dementes.
Katastrophal
155 notes · View notes
itsescribiendocosas · 21 days
Text
mi despedida
mi despedida
Si me tengo que despedir de vos también tengo que hacerlo de todo lo que imaginé que íbamos a ser.
No seré yo la que se acueste en tu pecho a leer juntas un libro; no seré yo con la que vas a compartir un helado; no seré yo la que te dejará en tu casa después de una cita en el cine y no serán mis labios los que besarás en la despedida; no seré yo quien te ponga nerviosa; ni estaré en las fotos de tus cumpleaños; no serán míos los tirones de oreja; ni tu deseo será que estemos toda la vida juntas antes de soplar las velas.
El nombre de tu próximo perro lo elegirás con otro, ni compartiremos la misma dirección, nuestros cepillos de dientes no estarán en el mismo vaso; ni en el mismo baño.
Tu suegra será otra persona y no mi madre, y yo no seré a quien llevarás a las reuniones familiares; tampoco a la que le muestres tus álbumes de cuando eras chica, no seré yo quien se ría de tus anécdotas, ni con quien bailes en tu habitación de la casa de tus padres.
No te voy a ver en tu casamiento, porque no será el nuestro. Ese día no me voy a preparar, no me voy a vestir de blanco. Mis familiares tampoco estarán, solo vos y otra persona.
Porque soñé muchas veces con vos y con compartir esos momentos, pero eso solo fue.
Una cosa más de la que me debo despedir.
-Ela 15/03/2024 00:26 am
23 notes · View notes
dariann-garcia · 8 months
Text
Las señales apuntan a un final turbulento, y en mi intuición, ya veo que seré yo quien salga perdiendo en esta historia.
62 notes · View notes
unaoverthinker · 26 days
Text
No sé quien seré mañana pero sí sé quien quiero ser hoy.
-overthinker
23 notes · View notes
softaikiria · 1 month
Text
Querido Nadie:
No, no podre olvidarte quizás jamás no.
No, no seré un suspiro hecha nombre que salga y entre incesantemente a tu boca. 
No, no podré olvidarte, quizás jamás no.
No has llamado aún y he permanecido encerrada en mi prisión hecha piel desesperada, esperando por una señal, el asomo de tus cabellos y no.
No, no hay nada, aún no. 
He aprendido que de la desesperación nacen las probabilidades insanas en mi mente de humillarme, ¿humillarme? Correría a tu puerta a suplicar una vez más que me mires aunque sea un rato, pero sé muy bien que tus ojos mirarían más no me verías como un enamorado necesita verse y es que mi rostro no atravesaría tus pupilas para instalarse en tu pecho no. 
Son millones las pecas de mi inmundo cuerpo avergonzado y con cada una de ellas pido a Dios una oportunidad de verte de nuevo, pero no, ya no será jamás ni fue más que mi imaginación. 
Querido, oh, por dios, búscame un segundo y si tienes el valor de volver a amar, yo estaré esperando para ocupar un ratito, un pequeño lugar en el abismo de tu ser 
Oh, querido, el invierno está presente amenazando con acabar y no has llamado aún, no. Ni un mensaje, ni una señal no, querido, ni el silbido más lejano, ha sido tuyo, ni los hombres que llevan tus rasgos similares ilusionándome en la calle con verte. El otoño se rompe bajo mis zapatos mientras camino sin rumbo porque mi corazón hace zumbido de desesperanza y las estaciones no esperan, y los días pasan y ayer llovió un gran diluvio y no había ahí nadie para abrazarme y anoche lloré un triste río y no había a quien llamar y te imagine abrazarme, pero jamás me abrazaste y lloré más. Cuan vacío ha sido ser acunada entre tus brazos, si quito tu deseo carnal no hay nada, no hubo y no habrá más que desesperanza. No, ya no, son mis ilusiones y penas acogiendo un amor que no existió, jamás, no, ya no, no habrá ni hoy ni ayer ni mañana.
22 notes · View notes
lx-ser · 4 months
Text
He intentado todo, cada día, cada instante, he tratado de demostrarte con incontables gestos y palabras lo profundo de mi amor por ti. No sé qué hice mal, no entiendo en qué fallé, pero ahora que te quieres ir, siento que todo lo que he hecho ha sido en vano. Mi único deseo siempre fue que notaras cuánto te amo, que sintieras en cada mirada, en cada caricia, el inmenso cariño que guardo para ti.
Cuando sientas mi ausencia, recuerda que nunca quise alejarme. Siempre quise que fueras tú, la persona con quien compartiera mi vida, mis sueños, mis anhelos. Me pregunto, con el corazón hecho pedazos, por qué de nuevo estoy aquí, sosteniendo este amor sin tener a quien entregárselo. Debería rendirme, dejar de luchar por lo que parece inevitablemente perdido?
¿Por qué todo terminó? Creí en las promesas que me hiciste, en tus palabras de querer envejecer juntos. Pensé que nuestro amor era invencible, que nada ni nadie podría separarnos. Ahora, espero que mi ausencia te brinde la paz que mi amor no pudo darte. Tal vez en otra vida, en otro tiempo, nuestras almas se encuentren y logremos lo que en esta no pudimos.
Te llevas mi corazón contigo, y sin él, seré simplemente un cuerpo vacío. Hasta entonces, viviré con la esperanza de que algún día, en algún lugar, mi amor por ti encontrará el camino de vuelta a tu corazón
39 notes · View notes
anaperu05 · 1 month
Text
El amor es, según lacan, dar lo que no se tiene a quien no es.
En la ilusión del amor creemos que el ser amado completa nuestras carencias, y nos suponemos plenos al percibir colmada la falta inherente a la existencia.
Lo difícil de amar genuinamente, sin embargo, es reconocer que lo que nos falta nunca está en el otro; reconocer al otro genuinamente como otro, y amarlo no por lo que le es proyectado, sino por lo que realmente es. Y eso que realmente es, en efecto, nunca se puede tener.
Reconocer al otro, también es importante cuando se supera un amor perdido, pues no es sino hasta que se acepta que lo que nos faltaba nunca estuvo ni estará en el otro, que se posibilita superar la pérdida, y que, por otro lado, se abre el camino a estar en buenos términos con quien dejamos. Lo que hay que superar, lidiar, perdonar, cambiar, tras una pérdida, no es con aquello que del otro se nos va, sino con aquello que nosotros mismos pusimos en el otro, con eso que fuimos con el otro.
Paradójicamente no es sino a través de un amor que admite la diferencia en el otro que se logra superar un duelo.
Aquí el poema de Borges:
Ya no es mágico el mundo. Te han dejado.
Ya no compartirás la clara luna ni los lentos jardines. Ya no hay una luna que no sea espejo del pasado, cristal de soledad, sol de agonías.
Adiós las mutuas manos y las sienes que acercaba el amor. Hoy sólo tienes la fiel memoria y los desiertos días.
Nadie pierde (repites vanamente) sino lo que no tiene y no ha tenido nunca, pero no basta ser valiente para aprender el arte del olvido.
Un símbolo, una rosa, te desgarra y te puede matar una guitarra.
Ya no seré feliz. Tal vez no importa.
Hay tantas otras cosas en el mundo; un instante cualquiera es más profundo y diverso que el mar. La vida es corta y aunque las horas son tan largas, una oscura maravilla nos acecha, la muerte, ese otro mar, esa otra flecha que nos libra del sol y de la luna y del amor. La dicha que me diste y me quitaste debe ser borrada;
lo que era todo tiene que ser nada.
Sólo que me queda el goce de estar triste, esa vana costumbre que me inclina al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina.
(Borges)
22 notes · View notes
black-beauty-poetry · 6 months
Text
Es inefable cuando te miro. Ante mis ojos, eres tan especial, la chica más bonita que he conocido.
Nunca fallas al enamorarme cada que sonríes o me tocas o me dedicas tu mirada cautivante.
Es como si encontrara el paraíso en esos brillantes ojos marrones, y la primavera quedara siempre joven.
Quisiera meterte en mi carro y escapar de esta ciudad, sólo para que tus ojitos permanezcan dulces y nadie los haga llorar.
Tomar tu mano e irnos de este caos, despedirnos del día y la noche antes de desaparecer con el crepúsculo matutino.
Porque mereces vivir donde todo es más claro.
Y cuando me llegue la hora de morir, partiré siendo feliz porque tuve la oportunidad de conocer tus ojos cafés.
La recompensa que la vida me dará, por haber sobrevivido a ella, será descansar en ese recuerdo estelar donde fuiste la estrella más brillante.
Por ti, dejaría todo atrás, y seré feliz de ser parte de lo que llamas tuyo.
Recuerdo cuando te conocí aquella tarde donde te invité una malteada de chocolate, sin saber que me invitarías a escribir la mágica historia del más grande amor jamás contado donde resultaríamos ser los protagonistas en un sueño del cual ninguno anhela despertar.
Y donde el corazón quedaría destrozado, sin opción a reparo, si la ilusión se desvanece.
Donde amas la suavidad de mis manos cuando hacemos el amor como si estuviésemos en una película romántica, y amo que me mires como si tuvieras claro que soy el indicado para ti.
Y amamos que cada día a lado del otro se convierta en una remembranza especial que atesoraremos hasta dar el último respiro, como quien extraña los viejos tiempos que no apreció cuando los vivió.
Somos tan felices ahora mismo que podríamos morir, con una sonrisa.
-Dark prince
62 notes · View notes