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Mientras hago el amor...
En el cielo existe un fuego que jamás se podrá apagar, las estrellas duermen, y duerme también el sol, pasarán años antes de que mis recuerdos se mueran y si todos los silencios acompañan a mi voz, me dormiré tranquilo entre tus labios y solo cuando tú quieras, querré yo, ¿sabes? Algunas frases vuelan al aire libre, el eco de palabras que calan el corazón , suena desmedido desde la garganta de algún Dios, y entre las montañas , los poemas que algún día ha recitado la conciencia tranquila del mejor ladrón, duerme a los truhanes que sin razón, razonan la falta de sentido común de un enamorado que pierde el tiempo que no le importa gastar, solo por amor.
Hoy me he teñido los labios, con un beso, me he sentado bajo la luna y solo he pensado en ti, entre los manuscritos que el tiempo me ha permitido escribir, existe un laberinto hacia tu corazón, donde a cada paso de mi memoria, entro yo. Solo quiero verte dormir, saber si sueñas conmigo y si también sueñas si mí, solo querría acurrucarte entre mis brazos y decirte cuantas noches quiero sin ti, ninguna.
Y ahora, sabiendo que todos mis secretos están a salvo en el rincón donde tu mirada se lee esta canción, solo quiero decirte cuantas estrellas le he robado al cielo para solamente inventarme un millón de te quieros para ti, y susurrarte los, mientras te hago el amor.
Adriano López Vázquez
Lunes, 1 de Agosto de 2016
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Queda mucho por escribir...
Este es nuestro tiempo, nuestra historia, nuestros puntos suspensivos al final de cada beso, nuestro dime que sí, que te quedaras para siempre, nuestro no me olvides por favor....este es el cuadro de todos los ecos de tu voz . Este es nuestro tiempo, el que nos gasta las frases, el que agota las horas que paso junto a ti, el que pinto con te quieros en el espejo imaginándote sonreír, esta es nuestra historia, todos nuestros me alegro de verte y acércate a mí. Aquí sentado frente al periódico , desobedeciendo a la razón y mirando de reojo mi café frío , que no me gusta sin ti, solo veo tus ojos, de mi color preferido , ese que tanto te gusta en mí. Este es nuestro tiempo, el momento de decir basta de echarte de menos y romper las reglas del juego , tirar con todas las fichas , darle la vuelta al tablero y dejar de jugar, porque este es nuestro tiempo, nuestra realidad. Aquí, sentado en la austera madera de este suelo, con los brazos colgando alrededor de tu recuerdo, susurrándote al oído que no estás, mirando de reojo la puerta de la entrada , soñándote a través del cristal. Este es nuestro tiempo, las horas son nuestras , escribamos pues esta canción, nuestros son los te quiero , sácalos del corazón y sóplamelos, que sea el viento quién se encargue de hacerme saber que no vives sin mí. Suenan estas notas, algunas en clave de sol, algunas no, pero todas suena en ese idioma que solo entendemos los dos, así que, háblame al oído o grítaselo al mundo, solo yo sabré que significa lo que yo a ti te quisiera también decir. No soples la llama de esta vela, pues no existe remedio, las cenizas caerían en el suelo, y ardería el mundo , si fuese necesario porque los latido de este corazón, son ya imposibles combatir. Así que, yo les digo a todos los escollos del camino, únanse a mi ejército , o renieguen existir, depongan las armas y no vacilen , pues en esta historia, queda mucho que escribir.
Adriano López Vázquez
Lunes, 20 de Junio de 2016
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¿Qué sera de mi?
¿Sabes? Te miré de lejos, verdes eran tus sonrisas, esas que no me sonreías a mí, en el fragor de la batalla con las rosas tan rojas y tan negro mi traje , te vi venir, surcabas el tiempo para besarme en los labios y así, como se escapan los silencios con el viento, nadie vería que nuestro recuerdo siempre estuvo ahí.
¿Sabes? Me callaba los te quiero a propósito de ti, hasta que te vi a lo lejos hilvanando las letras que describían tus pasos hacia mis besos, esos que envueltos en clave de sol, escriben esa canción que ambos jamás querremos dejar de besar. Me siento en el desván de mi silencio, cruzo las piernas y te observo al pasar, paseas tus sonrisas elegantes, tu desinhibida tentación, el verde de tus ojos pasajeros , y en tu pequeño bolso guardas los ecos de este pequeño mundo que nos hemos inventado los dos. Sabes? No sé si te quise siempre solo sé que te quiero hoy, no sé si es para siempre , solo sé que te quiero hoy, y en el rojo de tus labios pierdo toda la cordura que sé que debería tener. Y es que , me pregunto, que sería de mi contigo? Qué será de mi sin ti?
Adriano López Vázquez
Martes, 14 de Junio de 2016
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Ayer no supe...
Me siento, miro alrededor, suplo tus silencio con todas las sumas y restas que sabe hacer mi corazón, bajo la mirada y empuño tu voz, de reojo miro a la acera, donde no está la guitarra que siempre quise tocar, y en tono jocoso, me susurras al oído que me has querido, que no me quieres ya, obsoleto y cansado, triste y enojado con la vida, bebo un trago más de la botella que jamás estuvo pero hoy si está, rompo las olas afanadas a mis pies que alcanzo a imaginar y en clave de sol creo tocar nuestra última canción. Sentado, en las alcantarillas de mi soledad, miro todos los espejos de esta desidia que bate las palmas de mi autoestima y se deja pisar, la botella, casi vacía ya, describe nuestra pequeña historia de amor, esa que nunca hubo, que solo quizás existió, que jamás terminara porque siempre estuvo a punto de comenzar, fuiste mis horas muertas, mis te quiero olvidados en el bolsillo de atrás, fuiste algo que yo solo no habría sido jamás y las cuerdas de esta guitarra que siempre quise tener me lo recuerdan sesgándome la razón y sazonándome las tristes canciones que hoy escribo , con tintes de amor. Si hoy te escribo, es porque ayer no supe, si hoy te canto es porque ayer no pude,si lo que un día han sido silencios, en el tiempo me han vuelto simplemente loco, loco y vagabundo, contemporáneo traicionero de mi triste corazón, y hoy, aquí sentado, no hago sino fingir, que no te he querido jamás, pero esta esquina, vallada con todas tus sonrisas, esas que ya no está, las que nunca han estado, me desquician la ilusión y me clavan su mirada entre tanto yo, de un último sorbo, me sigo ahogando en este ron.
Adriano López Vázquez
Martes, 29 de Marzo de 2016
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No te dejaré marchar...
Todo en su momento, el adecuado, todo en ese mismo lugar, el exacto, y de esa misma forma, la precisa, las cosas ocurren cuando tienen que ocurrir, ni mas ni menos, un día te levantas y todo es poco menos que perfecto, la ventana, mirándote desde al lado de la esquina deja entrever que fuera va hacer sol, es esa mañana perfecta donde al salir tener encontrarás con la brisa del viento que te sopla las palabras justas que no se tienen siquiera que pronunciar, es el sol, dándote los buenos días el que te dice que todo cambió. Ese libro que te leías cuando anoche te quedaste dormido, ha perdido la página y...que mas da, la canción que sonaba todavía se repite en el reproductor, retumba en tus oídos los gritos de la doncella de la novela negra de ese libro que se había quedado dormido junto a ti, el mayordomo sigue muerto desde anoche pero a ti ya te es igual, el zumo de naranja natural con tus tostadas, eso es lo que te importa, y el aroma a café contigo, esos buenos días que jamás serán sin ti, y te giras en la cama, sabiendo que a pocos días más y a unos cuantos cientos de Kilómetros, se encuentra despertándose también la primavera, peregrinando sus flores hasta encontrarse contigo.
La música de Richard Marx te espera en el salón, desayunaras no solo y será el mejor de muchos otros donde las conversaciones interminables solo terminan por la premura del reloj, cuyas agujas empujan las horas a pasar en la dirección que cada día considerarás inadecuada, pues mi día sería perfecto a tu lado, sonriendo como un tonto que lee Tombuctú de Paul Auster o que escucha sentado junto a su chimenea en invierno a Bruce Springsteen, pues bailaría con mi mano en tu cintura toda la mañana y dormiría el tiempo para volver a acostarme junto a ti, y el aroma del café , el sabor a papel de periódico, la falte de sentido del resto de mañanas de mi vida sin recordar como anoche, desinhibirnos de la vida , habíamos hecho el amor....el rumor del tiempo se hace eco en mis oídos y ahora sí, se acerca el beso que me despide todo el día de tu voz, tu tacto, esa sonrisa que me recuerda a cada cuarto de hora que piense en ti, ese echarte de menos de nuevo 10 horas más... ese hasta luego cariño que nos despide, ese beso que nos deja el sabor de no te alejes demasiado, ese abrazo que me abraza todo el día... ese guiño mientras me muerdes el labio haciéndome saber que siempre, siempre, siempre, cuando vuelva, abrirás la puerta para volverme abrazar.
Hoy sé que existes, no sé como pero lo sé… Y tendré la paciencia suficiente hasta que llegues...y cuando llegues... no te dejaré marchar.
Adriano López Vázquez
Jueves, 17 de Marzo de 2016
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A veces...
A veces, bailo con tus besos en mis noches, es mi secreto, contado a voces por mis ojos cuando te miran pasar, le cuento cuentos de amor a mi nostalgia dejando que los minutos se me escapen a ritmo de claves de sol, y como cada mañana , la de hoy, te miro contemplando tu pelo darme la espalda al pasar, no sabes cuánto te miro, no sabes cuánto te querría mirar, y a veces, tumbado en mi ausencia bebiéndome despacio los tic tac de mi reloj me acuesto a tu lado en mi cama, te arropo con mi aliento y te observo dormir, tu no lo sabes , pero yo sí, a veces me basta, y otras no me llega, quien entiende este juego del amor, donde tú me quisiste y yo no , donde yo te quiero y tú ya no estas, quien entiende las reglas que se anulan entre sí, los secretos de una partida que quizás nunca tenga final si haber tenido algún principio.
A veces, a la sombra de una puesta de sol, te canto y bailo , otras veces te pienso, y otras te siento, te huelo y te observo, a veces te quiero y otras, otras veces simplemente me callo todo lo que te debería decir, y es que caminar descalzo por las llamas de este fuego, sentir las olas de este mar que me lava todos los miedos, beberme a sorbos la luz de cada estrella que ilumina mi lado vacío de la cama, no es sencillo, pero no es difícil tampoco. A veces, solo a veces, nos encontramos cerca del final de nuestro cuento, que se cuenta cada noche, aparcado en el sofá. Me compraré un quita penas, robaré el alma de cualquier protagonista y saldré de nuevo a la aventura de tu amor, entre tanto tú, cada mañana cruzaras la calle de mis sueños mostrándole a mis ojos el tacón de tus zapatos, y como cada mañana , contaré uno a uno todos tus pasos , mientras te vas...
Adriano López Vázquez
Viernes, 4 de Marzo de 2016
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Quiero ser yo...
Sentarse coger el aliento con las manos en este frío día, y dibujar en el aire un corazón, sonreír a todos los silencios que encuentras por el camino e imaginando sus besos, volver a sonreír, descalzo en la antesala de este gélido compás, esperando a que los segundos se tropiecen entre sí, queriendo que el tiempo se pare a mi lado, jugando a soñar, dormirme entre las costuras del tiempo, descansando y jugando a pintar, pinto en el aire vientos nuevos, pido a mi imaginación permiso para volver imaginar, y mimoso , abrazándome a las canciones que me emboban la razón, hago que soy marinero, pirata , capitán o embaucador, escribo en estas mis páginas blancas, palabras y palabras, describo momentos, me invento historias que vivir.
Siempre quise ser un superhéroe de los versos de amor, un poeta confuso de los que lloran versos y sonríen al amor, siempre quise ser el talismán de tus te quiero , el libro que recuerde todos los silencios, las palabras que por pocas, sepan que decir, siempre quise ser el dueño de mi infierno y el lacayo de mi propia tentación , siempre me he sentido soñador, corruptamente soñador. Quise ser la hoja eterna de un otoño sin fin, los susurros del viento, el cantautor flamenco de melena larga y pelo negro, siempre quise ser tu historia, la que nos contábamos los dos.
Sentado aquí en la esquina, desnudo, vacilante y soñador, toco mi guitarra, bailo con las manos mi canción, de apoco se me escapan los suspiros , y con dos cubitos de hielo en esta copa vacía que nunca me bebí, guardo en mis bolsillos los secretos que no te pude contar. Siempre quise ser silencio, agua de mar, recuerdos en la arena , siempre quise ser la luna de tus medias noches , de tus buenos días, el sol, horas completas a tu lado y un por favor, siempre quise vestirme de ti y desnudarme contigo , tatuarme tus besos en mis labios y hacerte el amor, jugar a ser amantes bajo las sabanas y escondidos entre las estrellas, dormirnos los dos. Sentado, con los ojos cerrados y la mente abierta, viviendo los últimos alientos de este cuento, recuerdo, recuerdo y vuelvo a recordar que el dueño de mis sueños, quiero ser yo.
Adriano López Vázquez
Domingo, 28 de Febrero de 2016
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Llámenme...
Llámenme tonto, quizá lo sea, quizás sea un escuálido soñador de mente imperfecta que no hace si desinhibir la razón, dejar que el corazón fue la historia y que todos los pétalos de la más rosa de todas las rosas escriban mis sueños sobre este cielo, un cielo donde jamás se pone el sol. Llámenme necio, quizás lo sea, un necio errante vagabundo del amor, insensato cantautor de letras perdidas de cualquier canción, romántico borracho que solo sabe vivir escribiendo palabras desnudas , aspirante a nada y dueño de un millón de errores y alguna virtud, llámenme loco, quizás lo sea, el más loco de todos los cuerdos de atar que sobreviven vacilantes ahogándose a manos de su propia historia y bajo la atenta mirada de una conciencia que tiempo ha , ya no es capaz de mirar a los ojos , llámenme extraño, quizás no se equivoquen, un extraño con principios caminando en las sombras que los principiantes del amor en este febrero que todo el mundo convierte en la parodia de lo que pudo haber sido y nunca fue, soy un pianista ciego un cantante sin voz, soy el batería que se ha olvidado las notas, el pintor que no tiene imaginación, y cuando canto, escribo , pinto, toco o amo, lo hago de verdad, con la sinceridad de todas las notas que resuenan en mi mente, con todas las alternativas invisibles y con incluso algunas más, no bien sino de verdad.
Llámenme loco, borracho o soñador, llámenme como quieran todos llamarme pero al amor , no se juega, a la vida no se juega, a los amigos o parejas, no se juega, soy de esos hombres invisibles que saben que la vida es la más fantástica de todas las historias y que nos hace a menudo regalos que somos necios al no ver, en forma de personas, situaciones o circunstancias no que hemos de buscar , si no que hemos de dejar aparecer, y es ahí, cuando todas las piezas de ese puzle encantan, en silencio y como de prestado, es ahí cuando debemos valorar cuanto merece la pena cuidar esas ilusiones que la vida nos da, cual es el riesgo de vender al diablo nuestra alma por que la pregunta siempre será la misma, por qué?.... A toda pregunta, le corresponde su respuesta, a toda acción le corresponde una reacción, a toda sinrazón le precede una ilusión, a todos mis te quieros les sigues tú, a todas las canciones le pongo tu nombre a todos mis latidos los viste tu corazón, y en este sinsentido de palabras, al ritmo de las notas bailadas de este saxofón, puedo descubrir todos mis errores , dejar entre puntos suspensivos los besos que te di, inventarme un millón de abrazos de verdad de los que lastima perder, puedo prestarte mi amistad, para siempre depende de ti, puedo incluso asegurarte lo que muy poca gente te va asegurar, sinceridad, esa palabra extraña en la jerga de esta maravillosa historia que es la vida, y es solo ahí, solo ahí, cuando la conciencia duerme, y entonces, como amigos , pareja, hijos o padres, como hermanos incluso, podremos llegar a ser felices de verdad. Me encanta la vida, y la voz dormida de mi conciencia me susurra que debo sentirme orgulloso de poder reírme, abrazarme, dormirme o simplemente no hacer nada con personas como tú (esos que os estáis dando por aludidos sí).
Os quiero.
Adriano López Vázquez
Miércoles, 10 de Febrero de 2016
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¿Felizmente acomodados?
Pasas mil páginas de un millón de libros, cruzas todas las aceras de las infinitas calles que llevan a ningún lugar, el saxo que se ha inventado el hombre que a oscuras , bajo la luz de aquella farola solitaria dormía bajo algún puente olvidado de la ciudad, llora su canción, a lo largo de toda una vida te disfrazas de tí mismo para sonreír a tantas y tantas personas que te devuelven la sonrisa, te sientas en cualquier banco y el árbol de siempre, siempre en la misma posición, te observa pasear, el viento sopla siempre en el mismo punto, la luna observa cada noche desde el mismo lugar, cada mañana te da unos nuevos buenos días que la noche anterior, borracha, se ha olvidado de dar, todo sin darnos cuenta es monótono, y somos también sin darnos cuenta monótonamente felices, o mejor dicho, felizmente acomodados? Hasta que un día ocurre algo diferente, le sonreímos a alguien a quien queremos un millón de veces volver a sonreír, encontramos un lugar al que deseamos volver, escuchamos la canción que ya no queremos dejar de escuchar, donde cada nota es perfecta, cada palabra es la mejor, donde incluso nosotros mismos nos hacemos diferentes, y lo mejor de todo ello, es que no tenemos que perder el tiempo buscando explicación, porque? Porque no la tiene, ocurre escasas veces....cuando ocurre, tenemos que elegir, entre ser valientes una vez y convertirlo en nuestra realidad, o ser valientes para siempre y convivir con un recuerdo.
Adriano López Vázquez
Viernes, 5 de Febrero de 2016
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Irrompible...
Hoy, igual que si mil horas hubiesen pasado de repente, te note lejos, de la misma forma que si las lágrimas del apagaran tu mirada, te vi marchar, caminando a tus espaldas y observando por la ventana trasera de este coche que me lleva a ningún lugar, te vi a lo lejos , no sonreías, solo mirabas el tiempo pasar como si urdiese mi recuerdo entre tus labios, tu mirada, vacilante, describía un ansia desmesurada que hacía que tus brazos estuviesen ávidos de los míos y notaba a lo lejos en tus labios la ausencia de mis besos de amor. Hoy, te vi marchar, sentí esta noche que te ibas, un látigo de hielo me atravesó el alma y a plena noche me desperté de nuevo sin ti, mil corazonadas no han servido para nada y todas las lanzas de esta batalla que jamás se debió librar , me atravesaron la razón, a las tres de esta mañana, al igual que a las tres de todas las mañanas, no podía abrir los ojos y sentirte ahí, aun sintiendo que tus tres de la mañana eran para mí, y en ese mismo instante, sin vacilar , el caballero oscuro que capitaneaba el ejército de todas mis penas, blandiendo su espada, quiso hacer de mi un recuerdo y de ti una ilusión. Hoy, como si no perdieses nada, te vi partir, en un barco amedrentando por la tormenta, vagabas desorientada, maldiciendo en las esquinas, bebiendo botellas de nada a la simple luz de una canción, te vi marchar y me mirabas, yo lo estaba allí pero sé que intentabas tocarme la cara mientras te ibas, como si te obligaran a marchar, o tú misma te obligaras, sentí como te imaginabas tus labios rozando los míos , el sabor de tus besos acariciándome el alma, y todos los recuerdos convertidos en secretos, los vi partir, asesinados por la contrariedad del miedo y la sinrazón. Hoy, desde el puerto, vi como tu recuerdo vagabundo a lo lejos, navegaba surcando las olas hacia tu infelicidad, quise gritarte, quise inventarme de nuevo la historia y cambiarle el final, quise hacer de mí un príncipe azul y que tú cual princesa vinieses a mi lado antes del punto y final, pero esto no es un cuento, esto es un puerto, y aquí estoy anclado, viendo como la realidad de todos nuestros secretos se come el tiempo, y cada frase que se escribe, acerca más esta historia a su final. Y… viendo como los vientos ahuyentan a mis miedos, como me desvisto de ti, sentado , de nuevo me encuentro frente al reloj, con todos los secretos perdidos guardados en mi almohada, entornando los ojos hacia tu lado del colchón, sonrío, y te beso en los labios, tumbada a mi lado e inconsciente de mí, irrompibles ante las pesadillas que me aseguras que no debo tener, tus ojitos cerrados sin saber que todas las noches a mis tres de la mañana te observo dormir, necesitando saber que estas a mi lado y que jamás te irás, necesito saber que compartiré para siempre contigo mis tres de la mañana y mucho más…
Adriano López Vázquez
Viernes, 29 de Enero de 2016
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¿Sabes?
¿Sabes? Te miro a los ojos y a través del tiempo recuerdo tu olor, te observo caminar y moverte, despistada siempre de mi mirada bailas en el viento tu melena negra azabache, tu sonrisa, curtida por las batallas del tiempo es como si todavía me sonriese cuando pequeño , me abrazabas si lloraba, solo un poco más agotados tus ojos por el paso de mil nubes en este cielo bajo el cual no dejo de quererte, jamás lo he hecho y jamás lo haré.
¿Sabes? Te pienso en la distancia que existe entre mi primer recuerdo y hoy, y sigues siendo lo que siempre has sido, y lo que siempre me he esperado, bajo las telas blancas que mueve el viento, se esconden un millón de palabras que me gustaría susurrarte al oído, con todas ellas jugaría a inventarme un poema jamás escrito , empaparía todos nuestros recuerdos en las olas de ese mar que jamás olvidaremos y me tumbaría en la arena a tu lado, paras siempre si fuese necesario porque siempre que ha sido preciso, en cualquier lugar o cualquier momento, tú te acostaste al mío. Hoy, esculpidos mis sentimientos por el cincel de tantos años, con la voz en un tono distinto y palabras vestidas con infinitos sentimientos, quisiera cantarte la luna, escribirte el sol y tras mil caricias besarte la mejilla , sonreír y sentir de nuevo lo que cada día siento, que estás ahí.
¿Sabes? Voy coger mi guitarra, voy a sentarme allí donde siempre nos sentábamos, y esperar al final del día para, cuando se estén cayendo los últimos rayos del sol de estos 50 veces 365 días, inventarme un mundo para ti, juntar todas mis ilusiones y con todos los te quiero del mundo que pueda juntar, componerte una canción. Jamás diré lo adecuado, ni lo suficiente, quizás queriendo decir tanto no digas nada y sin decir nada puede que lo digas todo, pero quisiera mama que supieras que cada aliento que en esta vida pueda robarle a mis pulmones lo usaría para respirar por ti. Solo quería invadir este silencio, para crear un pequeño baúl de sueño que ya se han vivido, para que vuelvas a soñar, y nada, me despido a base de recuerdos, como si se fuesen apagando las luces y la música sonara más fuerte, como si después de esto el mundo fuese mejor porque sé que contigo, siempre lo será.
Te quiero. Y recuerdo las cosquillas en la alfombra, las confidencias vagabundas , los consejos, las artimañas de amor , recuerdo los paseos en la playa y las horas buscando fotos que revelar, tu hacerme feliz con nada e incluso con nada , tu hacerme llorar, tus esfuerzos para mis sueños y el tiempo perdido que me regalaste a mí, tus sonrisas aparcadas para sufrir a mi lado y las lágrimas de ilusión que bañaban mis esfuerzos, las peleas conmigo y contra mí, las batallas ganadas al alma y a la vida, recuerdo el olor de mi infancia y el color de tu juventud, el sonido de aquellos años a los que por un momento ansío regresar, recuerdo todo, te recuerdo a tí mama, y eso sinceramente me basta. Felices 50 TE QUIERO.
Adriano López Vázquez
Martes, 26 de Enero de 2016
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(vía https://open.spotify.com/track/6FxUurvS8Ng3SH4VLUJM77)
Sigo escuchando esta canción...
Entre los agujeros de la persiana una diminuta gota de sol enciende el fuego de la mañana, las razones sobre vuelan la habitación en forma de mariposa y mil colores pintan el mundo, suena una canción que me susurra al oído y me acaricia el pelo , medio dormido volteo el cuerpo sobre la cama y descanso los silencios sobre la almohada, de nuevo, una segunda gota de luz inventa sobre mi pecho desnudo una historia sin final, un principio sin pausas escrito con olas del mar, cuenta como los sueños, cual si fuesen motivos se convierten en realidad, cuenta como todos los cuentos que me han podido contar, pueden cumplirse, siempre y cuando sea lo suficientemente valiente....para soñar. La canción que sonaba toma cuerpo y en mi mente resuenan las palabras de una retórica infinita que divaga con mi razón, como si fuese un mimo borracho palpo el otro lado de la cama buscando el tacto de lo que un día fue amor, huelo aquella colonia que empapaba de recuerdos mis sonrisas, y .....no estas ya, la realidad es otra, que no peor sino distinta, mientras sigo bailando notas de esta melodía en todos los frentes de esta guerra, la mejor de todas las armas, aparece en mi mano como si ambas fueran una sola, gemelas de compasión que no son sino una sin la otra, solo juntas , y me siento, con la mente en este mundo que me invento y escribiendo sonrisas en este mi papel, este mi confuso y silencioso confidente que me da los buenos días en forma de adiós, cual si fuese un mar tranquilo, donde las esperanzas bucean en busca de ilusiones que pescar, como si de un cielo que rozo con las yemas de los dedos se tratase, me voy despertando al ritmo de mis palabras, reflejos de mis sentimientos y pinto arco iris en el alma de un papel, y me detengo , giro 360 grados sobre mi propia historia y con la mirada posada sobre mis actos reflexiono a cerca de mí, robo los secretos que la vida guarda bajo barrotes de acero forjado con tiempo y me atrevo a hacer lo que asustaría al más cordial de todos los valientes, cuestionarme a mí mismo y sobre mí mismo, y a la misma velocidad a la que me hablo, me escucho y con la misma celeridad que me cuestiono, me respondo, otra gota de luz me baña de brillo el torso desnudo y mis ojos se escapan hacia ningún lugar, la vista se me pierde bajo las mantas y recuerdo que toda la noche estuve volando este mundo de sueños que me gusta vivir, porque de noche los compongo y de día los represento, partitura mojada que seco con mi aliento y que jamás , jamás de los jamases permitiré que la deje de secar. Y de nuevo, resuena la canción que le roba tiempo al tiempo y espacio a todos mis silencios, escondo la mirada en lo que un día ha sido tu lado de la cama y sonrío tímidamente, de la misma forma que me doy cuenta de todo, el significado de lo que no se ve, toca o huele, la vida es un vaivén de sensaciones que a menudo debemos relativizar y entender en la medida en que se suceden. Quizás así podamos llegar a comprender mejor. Soliviantado, soplo un suspiro que me pide prestadas las palabras y es entonces cuando relajado… Sigo escuchando esta canción.
Adriano López Vázquez
Miércoles, 20 de Enero de 2016
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Sabes que no la podrás olvidar…
Y en ese mismo momento se apagan las estrellas, brilla la sin razón, el cielo se hace pequeño y las voces se callan, alrededor, el tiempo deja de existir y se duermen las agujas del reloj, sabes que estas escuchando una canción que no dejarás de escuchar, cual si cruzas la esquina, y sus ojos te miran de frente y te penetran la vista. Bailará para ti cada noche mientras de lejos te observa, y no, sabes que no la olvidarás, no podrás dejar de cantarla, de oírla , cual si su pelo te diese la espalda y con un tierno giro de su cara, te dijera adiós con la sonrisa a��n sin apenas conocerte, cada noche te susurrará al oído y la templanza se esfumará, la razón embriagada de secretos, perderá su sensatez para volver de nuevo a aquel momento , a aquel primer lugar, donde al cruzar a la acera de enfrente la vida te rozo con sus labios y una voz templada, pálida quizás peinó tus labios al pasar, cual si fuese una canción que te resonará en el alma para siempre, una profunda mirada donde al fijarte, quizás viste demás, y por cierto, no quisiste ver, con el reloj en stand by y el tiempo en ese mismo lugar, aquella canción suena de nuevo, giras tu mente hacia atrás como quien vuelve la vista para observar con atención, y en ese mismo momento, sabes que no la podrás olvidar, que jamás la dejarás de escuchar.
Adriano López Vázquez
Domingo, 17 de Enero de 2016
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(vía https://open.spotify.com/track/0y1QJc3SJVPKJ1OvFmFqe6)
Una vez más, haremos el amor.
Y sentado , ningún concepto en la mirada y el maíz peinado por el aliento de alguna sombra que se mece en la cuna del silencio, sabedor de que todas las palabras avivan el incendio, cayéndose la luna de hoy en los brazos del sol de mañana, con el cigarro en ninguna de las manos y el dolor en el olvido, dibujo en este cielo que se marcha los sabores que ha dejado la canción que hemos sufrido, las llamas en el horizonte deciden que este día se termina y la lengua de la noche lame las caricias mojadas de una no si no mil palabras que se acurrucan en la mente de quién las habla.
Sentado, con el maíz peinado por los susurros del cantautor de esta última batalla las acrílicas horas que se pasan y los coches que de forma impersonal vienen y se marchan, alguna estrella , que dibujada ha perdido el rumbo de las que faltan y la noche que se viene a tapar los ojos de este día que se marcha.
Me levanto en el puro centro de esta escuadra y rompo el silencio que no amenaza, con los pasos de mi último baile, aquel que jamás se baila, me quito el miedo para adormecerlo en la que nunca será su cama y agarro tu mano, esa que jamás me rechaza, entre las sombras damos los primeros pasos, bailando con la mirada , tu melena ida y mano abrazando tu cara, nuestros cuerpos rozando sus armas y el contorno de tu silueta pintándose bajo el sabor de mis palabras, al ritmo de una canción que no se acaba, quemando el suelo que nos abrasa, el calor de tu pecho avivando las cenizas de mi alma, moviéndonos al ritmo de esta música de un tiempo que pudo haber sido mas no será, al son de una canción que pudo haber sido inventada, mas, serán notas perdidas en el fragor de esta batalla.
Me quitare la armadura mientras te desnudas de tu cota de malla, sonrojaré tu piel con las caricias de mis labios y si me lo permites, intentare inventarme llave para las esposas que te apresan el alma, despacio rozaremos las mejillas deseando que nuestros besos se empiecen a besar.
Haré de este suelo nuestra alcoba y entre sueños la luna espiará como hacemos el amor, que se nos escapen las horas de esta historia que tú y yo nos inventaremos más, le robaremos a la noche todos sus momentos para abrigarnos con abrazos, y en este suelo, cual si fuésemos amantes, siempre una vez más , haremos el amor.
Adriano López Vázquez
Sábado, 26 de Diciembre de 2015
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(vía https://open.spotify.com/track/4YFRvewBPozzyXqSgHYUfi)
Shhhhhh...
Shhhh, no quiero que rompas el silencio con palabras, porque las palabras, palabras son, te invito a pasar, descálzate en la entrada y camina de puntillas, shhhh, no hagas ruido, pues es el sigilo el más elocuente de todos los señores, siéntate aquí al lado, la chimenea te prestará su aliento cálido y de espaldas al fuego simplemente te presto mi historia, esta historia por contar que tiempo ha se ahogó en la garganta de un cuenta cuentos soñador y hoy, bajo las teclas de este eterno piano, suena en clave de sol. Te invito a imaginar cómo es el cielo, shhh, cierra los ojos e imagina como es el cielo, es tu cielo, ponle tu el color, te reto a que camines en el aire creyendo que puedes volar y sostengas tus palabras a la altura del invierno, ¿el verano? El verano llegará, te incito a que te creas un soldado de cartón o pienses que sin más eres un amante pasajero, que estos vientos te roban el aliento o que los rayos del último sol te cuentan un secreto, te emplazo a pensar, a pensar de una forma diferente que jamás hayas pensado, shhhh, cierra los ojos e imagina una mano, rózala, que las yemas de los dedos se conozcan entre sí, vergonzosas de mirarse y deseosas de abrazarse ya no hay miedo, roza tu piel con una piel, y acaricia el pelo, rizo o liso me da igual, te permito incluso que imagines tu el color, esta no es mi historia, este no es mi sueño, no digas nada solo cierra los ojos y sigue escribiendo, el punto todavía no es final, imagina un beso, ¿cómo besa? Solo tú puedes saberlo, ¿y los labios cómo son? No me importa, son los labios que tu eliges, que tu has querido besar, y acaricia tras ese beso una vez besado tu cara con una cara, e imagina como es el tacto de esa piel, será el que tu desees que te abrace el alma, shhh, no digas nada, las palabras palabras son, abraza este abrazo, quizás no lo vuelvas abrazar pero en este mismo momento, es para ti, imagínate cuál es tu abrazo y aprieta fuerte, no lo dejes escapar, reposa tu tierno mentón en ese hombro, y arrímate tu cara a ese cuello que es para ti, con tu mano suave préstale una caricia a la nuca y refúgiate brevemente en el sonido de este silencio que esconde lo que tu solo puedes soñar. Shhh , te estoy contando una historia, tu historia, y no terminó, túmbate en la alfombra, deja que las llamas de este fuego te escriban en la mirada una canción , imagínate un nombre que ya varias veces has imaginado, ponle cara , cuerpo, voz, y susurra al oído un te quiero que ya has sentido, y permítete que te susurre de nuevo ese te quiero que ya has deseado, envuélvete en sus besos, desnúdate y deja que te robe la ropa una vez más, entrelaza tu cuerpo con su cuerpo desnudo y jugando a no querer que se vaya jamás este invierno hazle el amor, shhhh, esta historia no termino, es tu historia. Y solo tú sabes a quien quieres, solo tú sabes a quien besas, solo tú sabes a quien robas la mano en el camino o esos abrazos que abrazas, de quién son, shhhhh termina esta historia como quieras pero no con palabras, no rompas este silencio , solo sigue soñando este sueño, que solo un sueño sí, pero... ¿Cuantas respuestas dio a preguntas que no te atreves a hacer? Shhhhh… Buenas noches.
Adriano López Vázquez
Miercoles, 9 de Diciembre de 2015
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¿Y qué pasa si una noche, esta noche la Luna se enamora del Sol?
He conocido un cuenta cuentos, con voz rocosa cincelada con el paso del tiempo me contó la historia de esta pequeña canción, en un idioma incierto que por templado imaginé serían susurros del corazón, comenzó blandiendo palabras que yo no sabía imaginar, sentado en la luna viendo las estrellas pasar, con un gorro de duende soñador observaba los silencios que escapaban entre los cálidos vientos de esa misma noche de verano, cual aliento que alienta la razón y acaricia la tez suavemente permitiéndote cerrar los ojos y sin más imaginar. Conocí esa misma noche un ladrón de frases de amor, amigo del cielo y viajero del tiempo, cabalgando entre los miedos se detuvo a mi altura para responderme algunas preguntas que jamás he tenido la osadía de preguntar, mirándome a los ojos cual si me fuese a robar el alma me envestía con palabras que ya no alcanzo a recordar, y en esta noche , sentados sobre un recuerdo que no puedo recordar, me prestó los secretos que guardaba el Robin Hood de los te quieros, y yo , no los supe aceptar. He conocido a esta noche un bufón soñador, vestido de con hojas escritas por el tiempo con palabras cuyo significado escapa a mi razón, y bebiéndonos juntos los segundos de estos últimos diez minutos, nos emborrachamos los dos. Esta noche al cabo, me he quedado sentado en la entrada, en el mismo suelo y con las piernas cruzadas, cruzada también el alma y mirando al cielo cual si fuese cualquier otro lugar, dejando que entre las manos se me escapen los últimos segundos de esta historia que alguien me contó y que no sabré jamás quién me la pudo robar, me hallo ultimando los detalles de una canción cuyas palabras están por inventar, una sonrisa entre los labios y vestido con todo el tiempo del mundo por delante , solo puedo defenderme de mis propias palabras atacando con la frase más profunda de una simple canción.... ¿Y QUE PASÁ SI UNA NOCHE, ESTA NOCHE LA LUNA SE ENAMORA DEL SOL?
Adriano López Vázquez
Martes, 8 de Diciembre de 2015
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Hoy hablemos de Amor...
Hablemos de amor pues, sentémonos a oscuras sin vernos , y dejemos este fuego nos alcance la piel, hablemos a escondidas, con el corazón agazapado en el silencio cual soldado enamorado que alcanza a escribir infinitas cartas de amor, ven y háblame de ayer, de cuando nos miramos, de cuando nos vimos, de cuando nos tocamos, hablemos de amor con los besos, juguemos con los labios a dormirnos el alma y curarnos el deseo, hablemos de amor con nuestros cuerpos, aquí, a os curas, los dos, rozándonos la piel con el aliento y cual si fuésemos amantes pasajeros, no lo dejemos escapar, ven muérdeme el costado y y sonríeme a destiempo, vente conmigo este penúltimo ron, ajustemos el sonido de esta balada que mece la pasión de nuestros cuerpos y soñemos que soñamos con soñar, libérame de estas ganas de tenerte entre mis brazos y con los tuyos abrázame sin más, acuéstate conmigo o a mi lado, el suelo está vacío sin ti, y demasiado frío está el salón si no me rozas con tu piel, suavemente juguemos a querernos un rato más, bailemos pegados este susurro de pasión , que el aliento marque nuestra piel cual si fuésemos viajeros a ningún lugar, ven, hablemos de amor, retemos al tiempo, juguémonos la vida a una sola carta y en esta partida de dardos enfrentados, arañémonos la piel, ven, aviva el fuego mientras el vapor de tu media sonrisa escribe esta pequeña historia en el cristal, ven, arrópame con tus manos y pelea conmigo un rato más, despéjame las dudas que me quedan en los labios y responde mis preguntas una vez más, ven y siéntate conmigo, soliviántame el dolor que cada segundo que se escapa me provoca al clavarse me en la espalda, abrígame la piel desnuda con tus manos y con tu pequeña sonrisa, a la par que la mirada, enfrenta este laberinto de rosas y malvas, una vez más, ven y hagamos el amor, abrázate a mi cuerpo como si jamás pudieses abrazarme de nuevo, piensa que jamás volverás a bailar desnuda conmigo esta canción, ven túmbate a mi lado, sueña conmigo los últimos retazos de esta historia de puntos suspensivos , que haya su punto y final. Ven, túmbate a mi lado, esta canción dormirá el dolor que provoca la distancia, olvidémonos del mundo y con palabras o con nuestros cuerpos hablemos solo de amor, miremos al fuego e inventémonos la historia, ven, duérmete en mis brazos, esta canción dormirá el tiempo , y mirando este fuego, inventémonos juntos un buen final.
Adriano López Vázquez
Lunes, 7 de Diciembre de 2015
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