Writer, traveller. Data-driven Comms & Marketing Specialist.
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Te ¿te?
Que estarás haciendo ahora?
Aún encuentro en mi memoria
Tu mirada
Tu sonrisa
Nuestras noches,
Las más lindas.
Cómo te molestaba que te despertara...
- interrumpirte
- interrumpirme
— interrrumpirnos —
Hasta rompernos!
Y en una nube de
Recuerdos
Inspiración
Y olvido
— me aburro de escribirte, mi amor
¿Me puedo permitir llamarte mi amor?
¿Me leés?
// te pido una señal //
Soñé con vos,
me rechazabas
Ya no te gustaba
Yo todavía te buscaba
La cerveza en ese bar
Tu remera en mi placard
Tus fotos (ya las borré de mi celular)
Te encontraré de este lado del mar
Sin buscarte
Sin arreglarme
Sin maquillaje
¿Te gustaré?
¿Te conquistaré?
¿Seré suficiente?
No tengo ninguna respuesta,
Aunque una sola propuesta
Dame el valor
Para pensar que soy mucho para vos
Para dejar de preguntarme si soy poco
Bastante
O demasiado
Que si te alcanzo
Si te basto
O si te sobro
— juntos nunca fuimos 2 —
Siempre impares
Interrumpidos
Corrompidos
Dos estupidos
Niños
Igualitos en todo
Hasta en las fotos
Y el orgullo
Fino in fondo
Se lleva lo mejor que tuvimos
Nos come
Nos consume
Se gasta lo poco que quedó
El amor que sobró
Los recuerdos lindos que dejó
Yo no puedo atravesarlo de nuevo
Te pido, por una vez,
Solo por esta vez:
Veni vos
Hacelo vos
Merecete mi amor, el mio y la etiqueta
Mis palabras y este post
Buscame en el Mediterráneo
No me dejes escapar
Si te ame de lejos
Me merezco que te quieras acercar
/ fi n /
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historia de papel
"quedate hasta el alba",
muchacho ¿a dónde estás?
te encontraré y te miraré
como lo hice ayer
me esfuerzo en no pensarte
y sólo me salen palabras que reflejan que
- no puedo parar de extrañarte -
la prosa ya no funciona
"probemos con la poesía"
a ver si así me liberaría
si frases cortas te acercan a mí
¿por qué nunca entendí que mi amor
no lo logaría?
tengo muchas preguntas para hacerte
¿todavía pensás que fuimos buena suerte?
y así
podría pasar toda la vida a cuestionar
por qué
si todavía
si aún
si ya
me detengo
algunos recuerdos
- más actuales que los nuestros -
me susurran
que algunas preguntas no tienen respuestas
algunos por qué son simplemente porque sí
algunos todavía son cambios
algunos aún son capítulos cerrados
algunos ya son el aquí y ahora
vos en donde siempre
(mucho más acá dentro que donde puedas encontrarte geográficamente)
yo en mi rutina matutina
- nada ha cambiado -
Drexler, estudio, algunas novedades
pensarte
hablarme
desearte
y cambio ese "se" por tu inicial
para despedirme
con el misterio de mis mil preguntas
mis por qué
mis todavía
mis aún
mis ya
que nunca fueron tuyos, que siempre esquivaste
¿por qué sigo escribiendo?
¿todavía te amo?
¿aún te extraño?
¿ya te fuiste?
y una última...
- que de algún modo me responderías -
¿visitas esta página en tus noches de flaquezas,
de debilidades,
o por qué no, de alegría?
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Hoy, distintos
Empecé escribiendo una poesía pero no encontré las rimas. Seguí por agarrar otra hoja en blanco y empezar “da capo”.
Hoy supe que Google Fotos no tiene mas espacio. Si supiera la nube lo que tardaron mi corazón y mi cabeza en hacerse espacio.
Si, obvio, reconoce las caras, las personas, los rasgos. Tal como yo reconocía nuestras miradas, nuestras manos, y abrazos.
Si cuesta cliquear un tachito y borrar un simple conjunto de pixels...imaginen cuanto cuesta borrar recuerdos.
Esta vida entrelazada, una historia conectada, un capítulo retratado, y un sello que dejamos marcados.
Nunca prometí que sería para siempre y aseguré que duraría dos días. Me sacaste años de diferencia y me dejaste boquiabierta, seríamos infinitos, eternos, irremplazables...
Seríamos distintos.
Hoy somos distintos. Somos otros. Somos diversidad: somos sur y norte, somos distintos idiomas, somos cerveza y vino, blanco y negro, nieve y mar, vorágine y calma...
“Después de la tormenta siempre llega la calma pero se que después de ti, despues de ti no hay nada”.
Después y como vos no hubo nada. (Des)Afortunadamente. No sos reemplazable ni te busco en todas partes. Te recuerdo. Te cuestiono. Te entiendo. Te abrazo - porque a tu sornisa frágil siempre le faltaron abrazos. Te busco, te encuentro en mis recuerdos, me se todas tus respuestas y eso me aleja. Me calla. Me llena.
Estoy llena de mí. Acá, espacio ya no hay. La nube me quiere ayudar... pero yo ya aprendí: no hay que borrar, sino solamente recordar sin amar, y así, olvidar.
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Lo que si y lo que ¿no?
Que si me engancho
Que si no me engancho
Que si soy chica
O soy muy grande
Que si quiero tener hijos
Que si no quiero una familia
Que si estoy muy encima
O que si soy desinteresada
Que sos obsesiva
O no porque sos desorganizada
Que sos linda
Y flaca
E inteligente
Que cómo podes adaptarte tan fácilmente
Que sos fifí
Y difícil
E intensa
Que sos cara de culo
Aburrida
E inexpresiva
Que sos fácil porque tocan la puerta y dejas pasar
Que sos difícil porque “ni que fuera Pampita”...
Que sabe lo que quiere y eso te aterra
Que es muy madura y se la juega
Que te mira dos minutos y te desvela
Que te rompe el corazón, cuando se da vuelta
¿Cuándo se va a dar vuelta nuestro rol? El poder decidir sobre nosotras, actuar siguiendo nuestros sentimientos, sin ser etiquetadas, desmerecidas, defenestradas. El poder ser como somos, sin tener que cuidarnos, protegernos, censurarnos.
El poder decir lo que pensamos sin pensar en lo que viene después, el tomar todo con pinzas, el correr riesgos, el mirar al futuro y donde uno quiere estar y no tanto al presente. Siempre hay miedos, y hay inseguridades, opiniones y sentimientos dañinos que nos autodestruyen. Quizás en vez de etiquetas debamos poner post-its sobre ellas, recordatorios, que digan:
- segui a tu corazon
- lo vas a lograr
- vaffanculo a todo lo demás
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Arruinemonos
Las cosas pasan cuando las dejas de buscar
O cuando menos las esperas
Mirar desde la ventana para salir a jugar
Siempre fue triste y nostálgico ese lugar.
Nunca llegué,
Por pandemia, por destino,
Por escuchar esa canción y quererte de más
Te esperé.
Las pruebas, los dos obstinados
y sin embargo ningún camino.
Y cuando nos dejamos andar,
Llueve, truene, pandemia, y canción,
Te acercás y de repente... me doy cuenta que el camino soy yo.
La calle qué me construí,
La canción que me canté,
El lemon pie que me cociné.
Pero en la oscuridad
algo me hace volverte a buscar.
Y te pregunto...
Por mi lasagna.
Por tu untarme mis tostadas.
Por nuestros semasforos.
Y no los de la calle, sino los del diario.
Que preguntas tan poco poéticas, pienso.
Si a juzgar por nuestra poesía debiéramos medir el amor,
(Qué poco amor)
De hecho nunca bast��.
Actos accesorios
Poca inspiración
Las pequeñas cosas, cantan “una dirección”.
Nunca hubo una sola manera de hacer las cosas.
Siempre la hormiguita fui yo.
Siempre me seguiste a donde estoy.
Vi tus ojos tristes,
Los encontré en un rincón.
En ese mismo lugar, en ese mismo momento,
La lluvia paró.
Me invitaste a jugar,
Como un niño que se arrepiente y vuelve al mismo lugar.
Desde la ventana acepté.
Siempre me divirtió embarrarme con vos.
Siempre,
Arruinarme,
Con vos.
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Islas | Don’t worry, be happy
Me dijeron esa frase como si yo no pudiera. Como si me preocupara. A veces me siento incomprendida. Me gustaría que la gente concibiera la diferencia entre preocuparse y ocuparse como la concibo yo. Considero discutir y no quedarse callado sinónimo de ocuparse. Preocuparse para mí va por otro lado.
Que no cuentes nada hasta que se cumpla.
Que no lo cuentes mucho porque la gente es mala onda.
Que no lo compartas, porque la gente tira malas vibras.
Que no te muestres tan feliz porque a la gente no le gusta.
Que no digas nada.
No digas nada.
Quedate en silencio.
Callate.
No cuentes.
No cuentes con los dedos de las manos ni con los de los pies. No cuentes si conociste al amor de tu vida, si te brillan los ojos y sonreis hasta estando de rodillas.No compartas que es mejor quedarselo para uno, que la gente es mala, que la gente solo se alegra de las desgracias.
No compartas los exitos porque nadie brinda con vos y no las desgracias porque la gente "se alegra".
Que mirada apocaliptica de las relaciones, de las amistades, de las ganas de compartir, de los secretos, de los momentos mas lindos. Despues esa marca famoasa dice que la felicidad es compartida.
A veces no estoy tan segura, ¿sabes?
Cuando te ven bien es cuando más mal te quieren hacer. Pocos realmente saben lo que dejaste para llegar a donde estas. Los esfuerzos que hiciste, lo que te costo, lo que tuviste que dejar
atras.
Una vez lei en un libro que no hay que ser islas. Y saben que creo que es cierto, no hay que aislarse, estar solo en el medio del oceano.
Quizas haya que ser peninsulas, parte del territorio pero rodeado al descubierto, para poder justamente descubrir: navegar sus propios mares, zarpar y anclar todas las veces que sean necesarias, mirar mil y un horizontes, caminar mundos, recorrer desiertos, admirar lunas y estrellas, conectar con mil viajantes y dar la mano a otros mil mas. Pero a veces tambien creo que ser islas ayuda mucho: en algun punto siento que siendo islas uno tiene las playas mas limpias. No hay nadie que contamine, no hay nadie que camine y pise fuerte. Si, quizas sea egoista. Pero a veces el egoismo es lo que nos salva ¿no lo creen?
No se si esta sea una idea compartida, pero de verdad siento que algunas veces los demas no nos pueden dar nada que no pueda salir de nosotros mismos. Si nosotros no estamos preparados, por que el de al lado nos prepararia?
Hasta ahora, la idea de ser peninsula es lo que mas me convence.
Tenes solo algunos paises limitrofes, solo algunos poquisisimos, que con los años te das cuenta que no llegan ni a completar los dedos de las manos, por los que realmente vale la pena no ser islas.
Hay otros tantos, muchisimos, la mayoria podria decir, que siempre van a tener algo que decir, algo que acotar, algo que te haga "preocupar". ¿Y que mejor que irse a una isla desierta a desconectar y descansar?
#isla#island#summer#isladesierta#writing#amistad#friendship#friends#dontworry#dontworrybehappy#narrativa
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Más allá
Mas allá de nuestras manos.
Más allá de nuestras charlas.
Más allá de nuestros facetimes.
Más allá. Mucho más allá de nuestras fotos. De nuestros chats. De nuestras redes.
Estaban tus lunares
Y
Tus hongos de la espalda
Y... shhhh (mis pelitos encarnados)
Y más allá también mis calambres.
Vos abrazado a la almohada.
y tu sonrisa de feliz cumpleaños al despertarte
¿Y por qué me dormi antes de las 12 ese día que cumplía años?
¿Y cuando llegué antes de las 12 de sorpresa a tu casa? Creo que cumplías 23. Y yo después cumplí 23 y me mandaste un poster, no una carta, diciendo que me recordabas todo lo mucho que me amabas.
Incluso más allá de las cartas.
Y más allá de los recuerdos.
Quizás
Nada se olvide
Y todo este más allá
Incluso vos, que cada vez estás más allá.
Y yo, que o estoy más allá o ... quizás cada vwz esté más acá.
Tal vez, nuestra historia no este en nuestras manos. Y si, seguro esté más allá
¿Adelante, o lejos, o atrás?
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Volvemos? Que sea eterno
Me sente en la cama sin saber qué hacer.
Duermo? Es temprano. Leo? Más tarde.
Lo extraño. “Lo extraño”, pensé. Le escribo? Me metí 3 veces a su chat en lo que va del día. Desde las 15.08, 3 veces. Quizás antes de eso también, pero las 15.08 se quedaron en mí.
¿Para qué escribirle si no tiene internet? ¿Para qué acercarme, si le gusto inalcanzable?
“Le escribo un mail”, la última vez fueron cartas de amor. La última vez, fue revivir todo. Como nuestra verdadera última vez.
¿Qué verdadera última vez?
Me miento. Te miento. Me mentis. Te mentis. Nunca tuvimos última vez. Ni hoy estamos hechos. Si estuvieramos juntos, sería la primera. La primera de miles. Como en 2011. Como en 2012. Como en 2013. Como todos los años desde que nos conocimos. Que nos vimos. Nos gustamos. Nos elegimos.
Y todavía no tenemos una última vez, porque nos queremos y nos seguimos eligiendo. Y entonces elegimos revivirlo. Elegimos también mentirnos.
Pero Cata me pregunto si volvemos.. “Volveria a ser como antes con todo lo bueno y todo lo malo?”.
Volvería a ser yo, haciéndote el Lemon Pie y vos dejándome sin porción. Volverías a dormirte primero en mi cama, con todo lo que me molestaba. Volvería a despertarte tocandote los cachetes y siendo tu sábana. Volverías a hacerme las tostadas, a llevarme a casa. Volvería a mirarte fijo durante todo el camino, con el sol en mi cara, a las 9 de la mañana.
Volveríamos. Volveríamos una y mil veces. Como en 2011. Y doce. Y trece. Y catorce. Y así hasta llegar hasta 20. Lo único que siempre en junio, julio, agosto. Y recién vamos por enero. Pero volvamos. Que lo nuestro sea eterno.
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Mes diez
Hace días que te escribo. Te escribo en mi cabeza, en mi cuaderno, mirándote a los ojos, agarrados de la mano. Te escribo cantando y te escribo escribiendo, te escribo relatando y te escribo abrazando. Te escribo. Te escribo sin parar un whatsapp que no envio. Te escribo por todos lados una postal que ya no tiene espacio en blanco. Tres fechas, una estampilla - un avión como todas nuestras cartas - y tres intentos de envío. Te escribo y lo borro. Te amo y te desamo. Me armo y me desarmo. Me acerco al buzón y no me animo. Me hago la que me olvido la postal en algún lugar de este cuarto vacío. Y al final del día me la olvido en serio. Al final del día cada vez es más escasa tu presencia en mi mente... y hasta eso duele. ¿Cómo abrazar al olvido? ¿Cómo abrazar al tiempo que pasa y se lleva lo último que vivimos? ¿Cómo amigarme con la idea de que estás por allá y no sos mío? ¿Cómo amigarme con la idea de que también me extrañas pero que hoy el mundo nos tiene en lugares distintos? Como siempre. Siempre estuvimos en lugares distintos, hasta cuando más cerca estuvimos. Hasta cuando tuve mi cabeza en tu pecho y tu respiración fuerte en mi oído. Hasta cuando te pedía que te saques el swatch porque no podía dormir con ese tic-toc que hacía ruido. Ese tic-toc que hoy extraño. Y cuando digo que lo extraño es en serio. Hace 3 días que dormís conmigo - en mis sueños. Pareciera que te olvido despierta pero que te tengo conmigo dormida. Pareciera que no se cómo cerrar este poema, mientras escucho la lluvia caer, las hojas moverse, el otoño alcanzarme, el amor inundarme. Pareciera que lo cierro con lo más sincero, lo más fácil. Volver al principio. Así se cierran los libros, retomando la misma idea del inicio. Hace días que te escribo. Hace días que te extraño. Hace meses que no me aguanto. Hace años que te amo. Mes 10 sin vos: Un 1 de octubre que me robó el corazón. Un aniversario más sin vos. Una postal que esta señorita todavía no mandó. Un principito que ya la reemplazó y no lee los poemas que le escribo con todo mi corazón.
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Un ranking de domingo
Los domingos te extraño más, mientras estoy cumpliendo sueños sin mirar. Me imagino escribiéndonos sin parar, esa idea no me excita, no me gusta, no me llama, a veces, hasta me acorrala. Lo único que me gustaría, es a veces, una llamada. Ese domingo, el domingo nunca tiene nada. Pero de repente, esconde miles de memorias. De fotos juntos, de la Teoría, y de nuestra práctica aún más linda, Esconde los viajes, tus abrazos, mis manos en las tuyas, y nuestra música tan única. Los desayunos a veces también son difíciles. Si tuviera que escribir un ranking, un podio, una lista enumerada, de lo más difícil a lo más fácil, pondría como encabezado, olvidarte y como cierre, amar(te) Pero eso quizás sea muy cliche una frase tan dicha, que ya no dice nada. Entonces, lo más difícil para mí, es no poder llamarte, y lo más fácil para mí, es creer que volveré a encontrarte
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Una carta para vos
Que todavía me se hasta tus contraseñas y si me preguntás me se de memoria tu galleta preferida. Esa que está hasta en la gelateria. Te encuentro en todos los sabores bologneses, desde la lasagna con la que te esperaba cada viernes a las 21.30, después de ese vuelo de noche, hasta en el capuccino de la mañana. Que todavía leo algunos mensajes que me dejaste, por si entre líneas se me perdieron consejos que me dabas. Que al final.. me doy cuenta que tenías muchas cosas claras. El parlante suena en casa por la mañana, y yo a veces me despierto temprano - como siempre - queriendo dormir un rato más porque estuviste conmigo sin estarlo. A veces nos separa la diferencia horaria, a veces nos separan las peleas por mensajes... pero muchas más veces son las cosas que nos acercan hasta dejar nuestras caras cerquita y las narices pegadas. Drexler suena en el parlante que me dejaste. Tu foto aparece en Facebook Memories, y tus iniciales en cada patente. ¿O será que yo no dejo de buscarte por todas partes? De repente, una oportunidad viene hacía mí, en la ciudad en donde estuviste cuando empezamos a ser esto que somos hoy. Y no hago más que pensar en preguntarte, en que me des tu consejo, en que me motives o me tires para abajo así toco tierra desde este cielo en el que estoy viviendo hace un tiempo. Empezamos siendo extraños. Terminamos siendo extraños. Pero si hay algo que tengo claro es que empezamos lejos, y terminamos lejos. Y era la misma distancia, los mismos lugares. Y qué razon tenía esa frase que dice que nos vamos para distintos lados, olvidándonos que el mundo es redondo y nos va a volver a encontrar. ¿Acaso vos no te encontras conmigo cada día desde donde estás? Se que lo hacés. Leí mi nombre en esas entradas en tus manos. Escuché mi nombre en tus auriculares que me llaman. Vi mis ojos en tu remera nueva, que compraste conmigo la última vez que me visitaste. Me vi a mí, en cada sonrisa sin dientes que posaste. Cuando yo estoy cerca mostrás tu sonrisa completa. Cuando yo estoy cerca, te brillan los ojos. Tenés esas pestañas que me gustan bien lindas. Cuando yo estoy cerca, te late el corazón a galopadas. Cuando yo estoy cerca, no sólo te doy lasagna, sino que te deleito con ese gelato de Speculoos, y quizás, te muestro algunos traps en italiano para que rapeemos juntos mientras hacemos fiaca. Y acordate, fiaca y madrugar son distintos. Uno es quedarse en la cama un rato más, y el otro, es salir de la cama corriendo tan temprano. Ahora, ahora me ne vado. Tengo que irme a dormir, porque mañana, se madruga en Ozzano. Por si te quita el sueño, estoy muy bien donde y como estoy. Y se que vos también te sabes todas mis contraseñas, pero hasta estando lejos, y hasta habiendo vivido todo lo que viví con vos, aún confío en que ninguno de los dos toca esos espacios irreales de la nube sin autorización. Quizás vivimos en algo más tangible, más verdadero, los sentimientos de los dos. Esta poesía, poema, relato, nació de ningún lado. Abrí la computadora con ganas de escribir. Todavía me queda inspiración para crear. Quizás sea yo, que fomenta un sentimiento porque alimenta lo que más lindo me sale, el momento que más disfruto del día. Un sentimiento que ya no quiero tanto, pero que lo amo por esto que me saca: palabras, relatos, cuentos... y quizás, ahí esté mi talento. En aferrarme a cuestiones que no me dan nada más que ideas, que, luego, me hacen sentir orgullosa del conjunto de palabras que creo.
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En paz
Hoy, mi mamá me regaló esta poesía.
EN PAZ - De Armando Nervo
Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.
...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
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Heart, if you have one
Si me preguntan cuanto dura reponer un corazón roto, diria que 10 meses, 240 horas, 350 minutos y 1 segundo. Si, todo ese tiempo. Pero es mentira que hay timers, deadlines, y manuales. No hay nada para reponer el corazón roto.
Y el proceso... el proceso se parece mucho a usar un microondas viejo y arruinado. Meter la comida, sacarla, fijarse si ya está, decepcionarse, y volverla a meter. Sí. Es así. Hay días que el corazón está brillante, reluciente. Ya casi le sale humito. Pero lo saco y está congelado, todavía tiene grietas y no está listo para andar por ahí solito.
Y en ese segundo, en ese un segundo, el corazón puede hacerse añicos nuevamente sin ninguna explicación, sin tener el por qué, abrazado al dolor.
¿Sabían que el corazón no es amigo de las fotos, de las cartas, ni de nada de todo eso que le hacía bien y ya no más? El corazón se va corriendo intentando alejarse y todas esas cosas lo acechan recordándole el momento en el que estaba ya tibio para comer, ya listo para abrazar, totalmente dispuesto a amar.
Si me preguntan qué disfruto de este proceso, no se qué decir. Una persona que quiero mucho dice que es lindo pasar por esto porque habla bien de lo mucho que ama y amaron a tu corazón. De lo bien que se sintió. Pero yo no estoy tan segura, ni mi cabeza ni mi corazón lo están. A veces el corazón necesita vacaciones. ¿Sabían?
¡Y casi nunca se las puede tomar!
Porque creo que es lo único en esta tierra que esta de vacaciones cuando más está en acción. Porque parece que deja de latir y se reinicia cuando más involucrado está. Y por eso es tan difícil.
¿Sabían que el corazón tiene una relación tóxica, pero hermosa, con la cabeza? ¿Sabían que son un “tira y afloje” constante? Y no saben de soltar. Están el uno al otro buscándose cuando uno parece perdido y en otro asunto, y cuando hablan los dos juntos, al mismo tiempo, y conectan, es lo mejor del ser humano en el mundo.
Entonces el corazón no sabe de despedidas. Porque no puede despedirse ni de su peor enemigo porque, es a su vez, su mejor relación, su mayor conexión, su sueño máximo. Casi nunca están de acuerdo y eso les encanta. Casi siempre se complementan cuando están conectados, y eso los asombra. La cabeza siempre sale con cosas nuevas, y el corazón no deja de latir mandando impulsos y sensaciones cada vez que algo pasa por sus venas. De repente los ojos mandan un impulso, al ver otros ojos. La cabeza dice “no, no de nuevo, no caigas”. El corazón ya cayó y la cabeza se vuelve loca de tan sólo verlo ahí abajo, pequeñito, sangrando pero brillante de emoción. Y va a buscarlo.
¿Sabían... la cabeza más quiere al corazón cuando este mejor está? Cuando vuelve a ser el que siempre fue solito, desconectándose un poco de ese cerebro tan grande que no deja de mandar.
Pero hasta roto, el corazón sigue buscando a la cabeza. Hasta roto. Porque siente algo, porque le pasa algo. Porque no deja de latir, de bailar, de amar. Y la cabeza corre. Porque no quiere a nadie roto por la mitad. Porque no es corazón, no tiene mitad. Y una mitad de cabeza y una mitad de corazón forman algo extraño, que no puede ni latir, ni pensar, ni hacer nada sin dejarlo por la mitad.
La cabeza espera una señal. El corazón espera a su vez otra señal. Y en el medio, una corazonada que silencia a la cabeza un buen rato, y en ese silencio, la cabeza cae perdidamente enamorada... y el corazón, sale victorioso sin tajos, sin grietas, sin granizos, y al rojo vivo.
- el título es así porque Tumblr sugiere “Title, if you have one” y cuando uno esta con el corazón roto cree que el otro no tiene corazón. Pero quizás este se este tomando un recreo de cabeza y de sentimientos y esté trabajando part time, sin objetivos claros ni sentimientos verdaderos.
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Hide&Seek
¿Quién está ahí, bien adentro? Eso que se reúne con tu voz interior, que viene y va, que te busca y de a ratos te encuentra pero que no te busca cuando vos no lo pensas.
¿Quien es ese que te enciende, te liquida, te juega, te enreda y te cautiva?
¿Es realmente cuando te despertas y antes de irte a dormir?
Hay días que tenes actividades y ese se va. Lo dejas ir un rato, lo liberas de la jaula en la que lo metes todo el año - tu cuerpo, tu mente, tu corazón. ¿Quién sabe?
Le sacas las energías que le entregas y así las destinas a otra cosa, a vos te hace ser libre, y liberándolo tambien te gusta más. Porque el amor es libre, dicen por ahí.
De repente, el tiempo vuela, y hace días, tardes enteras, noches en vela, que lo llevas con vos a donde sea que vayas, que se mueve con vos que piensa con vos, que hace todo con vos. Y sin que nisiquiera lo sepa, sin, si quiera, haberlo elegido.
Sólo vos elegis qué hacer, pero ese nudo gigante viene solo, como una bola, como esas bolas de ramas de Looney Tunes rodando por el desierto, te persigue todo el tiempo sin importar si llueva, truene o nieve. Te sigue y se aloja.
Se aloja en tu cuerpo.
Se aloja en tu mente
Se aloja en tu corazón.
Aunque de nada de eso estoy segura... y son puras preguntas. ¿Dónde estás? ¿Por qué no venis vos? Pero vos vos. No tu sombra que llevo conmigo. No el que yo tengo en el bolsillo. Ni el que tengo adentro mío.
¿Dónde estás? ¿Es cabeza, es corazón, es en mi cuerpo lleno de recuerdos?
¿Por qué venís después de cada momento feliz? ¿Por qué esa necesidad de compartirte hasta lo feliz? ¿Por qué venis en cada crisis? Odio esa necesidsd de apoyo que me genera tu idea. ¿Por qué venis con tanto amor? Con tanta pasión.
¿Por qué venis tan lindo, tan mío, tan de los dos?
¿Por qué venís libre? Si te tengo acá dentro. Atrapado.
¿Por qué no puedo sacarte? ¿Por qué no puedo liberarme?
Al final, ¿Es el amor libertad?
- Relato de un amor y enamoramiento pasado. Quizás no correspondido. Quizás muy correspondido. Una historia entre barrotes de hierro que protegen a una persona que, es a la vez prisionero y policía, en tu propio cuerpo.
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No te calles
Pero ¿sabes qué?
Algun día cogeré un autobús y volveré al pueblo. Llegaré a tu casa, que está al final de todas las cosas, al borde del campo, y colaré este libro por debajo de tu puerta.
Y después me marcharé sin hacer ruido.
Como has hecho tú todos estos años.
Y no lo haré ni la mitad de bien que tú, pero estaré diciéndote gracias. Que te debía algo así. Que te quiero.
Y aunque no pueda pedirte que no te vayas nunca, espero que siempre estés de vuelta.
- Texto orginal del libro "No te Calles", seis relatos contra el odio. Benito Taibo, Fa Orozco, Javier Ruescas, Andrea Compton, Chris Puevo, Sara Fratini
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¿Qué te detiene?
Me detiene pensar en cosas feas.
Me detienen las lastimaduras que todavía no cierran.
Me detienen las personas que cambiaron y me olvidaron. Y no viceversa.
Me atan mis pensamientos, mis ansiedades, mis cuestionamientos, mis preguntas.
Me frena no tener respuestas.
No me sueltan mis ideas. No me sueltan mis sueños. Los mismos que me hacen volar e ir por todo y bien lejos.
Los amigos que no valen nada. Que te quieren convencer de que no tenés nada. Los “amigos” que olvidan, que marcan, que manchan esa palabra.
Las idas y vueltas de lugares en donde uno no es uno. Donde la especialidad de mi ser, mi unicidad, mi valor, están opacos por no poder sacar a brillar la persona que realmente soy.
Me detiene un corazón triste. Unos sueños frustrados. Ideas de mi corazón y cabeza que construyeron castillos y no dejaron hacerlos realidad y quizás, más humanos.
Me detienen, a veces, mis manos. Que escriben, expresan, dan. Que a veces mendigan. Que casi nunca están dispuestas para recibir y siempre estan a la obra y asustan.
Me detiene mi forma de ser: encargarme. La doer, builder. Siempre haciendo y nunca deshaciendo.
Me detiene el pensamiento. Me detienen estas palabras. Me detiene el miedo. La incertidumbre. La falta de control. El mismo sueño que me ilumina la mirada y por el que lucho y daría todo. Me detiene pensar en dos. Me detiene pensar en vos. Me detiene olvidarme, de a ratos, de mí.
Me detiene la mala prensa del egoísmo. A veces esta bien solo pensar en uno mismo.
Me detiene creer que nada me detiene. Nada me detiene, dn mi mente, en mis sueños, en mi mirada. Mi corazón brilla sin parar, mis ideas vuelan sin atar, mis manos hacen sin querer ni pensar. Mi esencia es esta: dar, dar, dar... y amar!
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Corazonada Colorida
Vista al frente edificios. En perspectiva, cada vez se hacían más chiquitos hasta encontrarse con la luz del sol.
El sol medio acostado, medio encerrado, casi encrucijado entre dos besos de balcón.
Mi vista perdida en ese cielo rosado. Anaranjado. Quizás violeta. Mis ojos respirando. ¿Pero si los ojos no respiran? Después de 9 horas de tecnología y escaso aire fresco, la recorrida cercana al rio, con su brisa. Los colores del sol, el ritmo de la gente y la vida de la ciudad, te gritan “hey, estas vivo”. Y detrás de tus ojos hundidos sentis la frescura de un frío viento de invierno en la ciudad.
“Pasó medio año”, pensas. Pasó medio año desde ese día en el que no sentías nada, no querías nada, quizás no entendías nada. Y a pesar de patalear y llorar, hoy mirás para atrás y estás más allá.
Le dijiste que sería el peor año del mundo. Que no pasaría nada. ¿Cómo hago para revertirlo si ya lo arranco con el corazón roto?
Es que todo tiene que ver con tu actitud. Con el amor que te des. Con la forma en la que te miras al espejo. Si te amas, te escuchas. Y no importa que eso cueste, que te aleje de tu objetivo profesional, que te aleje del amor de tu vida. Te miraste. Te viste. Lo sentiste.
Una corazonada.
“Una corazonada con la que no puedes quedar en deuda porque no te atreviste a dar el paso necesario”, decía un libro por allá.
Y el paso necesario no fue uno, fueron miles. Fueron miles de pasos con vientos fríos y calientes en la cara, a veces haciéndote sentir vivo, otras haciéndote querer estar muerto - o bueno, quizás no muerto, pero si bien dormido. Fueron miles de pasos sin cielos coloridos, y con nubes, paraguas rotos a las afueras de retiro. Porque el viento del río puede dañarte mucho, y alegrarte mucho. Porque el año puede pegarte duro, pero puede devolverte aún mejores pronósticos y experiencias, para que no creas que es todo gris oscuro.
A veces, uno se queda cieguito. Se queda cieguito porque allá arriba, donde está, no hay viento, no hay personas llegando tarde, no hay niños gritando, jugando, ni corriendo. No hay colectivos. No hay cielos de colores. No hay balcones. No hay besos. Hay tecnología, gente, trabajo.. pero a veces, al final del día uno se olvida de qué esta hecha la vida.
Salis de la oficina. Sentis el viento frio en tu cara. Te sentis vivo. Mas vivo que nunca. Tu corazon late. La vida es eso: un constante cambio de color, con un sol bien presente que guía tu camino.
¿Y vos? A veces un balcón, besando ese sol. A veces un espectador, mirando el camino. A veces un colectivo, acelerando sin parar hacia él. A veces Libertador, la vista más privilegiada de ese atardecer.
La vida es eso: perspectiva. Mirar como algunas cosas se hacen chiquititas, con la distancia, con el tiempo. Mirarte al espejo, sentirte vivo con viento, sin viento, en tu casa, o soñando alto mirando el cielo.
La vida es eso: una corazonada, con muchos colores, a veces rosa, a veces azul, a veces violeta... hasta naranja.
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