chadbluefield

[chadbluefield]

things that will happen to you:

you will find a new song that you can play on repeat when you can’t sleep

new people will come into your life unexpectedly and make everything better

you will get good grades, graduate and find a job that you like

your heart will heal and you’ll slowly learn to manage the pain

good things that will make you v happy to be alive

[chadbluefield]

"Nosotros tres..."

Camino a Starfell, Canadá 11:40pm Viernes Otra vez iban de regreso a casa de Sam, Starfell no estaba muy lejos de Melwood, pero Marx queria llevarla a su casa para que no tomara un taxi o el autobus. Chad siempre se sentaba detras del asiento del copiloto, y desde la prinera vez que fueron a dear a Sam pudo notar que Sam y Marx siempre se tomaban de las manos y se recargaban en la palanca de cambios. Conectó su teléfono al auxiliar del auto y dejó que el celular decidiera que escucharian... Después de varias vueltas entre las casas de la colonia, Marx se detuvo enfrente del parque que estaba atras de la casa de Sam. No habian dicho absolutamente nada los anteriores 15 min de camino, Marx apago el coche y se quedó viendo el parabrisas, Chad continuó recargado de espaldas en la puerta sin decir nada y parecía que no tenía ánimos de nada, Sam se quitó el cinturón y le dio un beso en la mejilla a Marx. –Gracias... Volvere— Marx salio de auto y se fue a parar al parque debajo de una de las lámparas que iluminaba el lugar. Hacía un poco de frío asi que tenía las manos en las bolsas de su chaqueta. Sam lo vió un momento y luego se volteó para ver a Chad. —¿Estas bien?— le preguntó con un tono de notada preocupación. Chad nisiquiera la volteó a ver, se quedo viendo a la nada. —Para este punto... Ya no lo se...— Sam salió del auto y se pasó al lado opuesto de Chad en el asiento de atras. Se sentó viendo hacia Chad y puso una de sus manos en su pierna. —¿Que ocurre Chad?– le preguntó con un tono un tanto maternal. Chad sintió su tacto cálido y con una cierta aura de aceptación. La mano de Sam tomó totalmente la atención de los ojos del Bluefield. Estaba un poco oscuro pero se notaba lo aperlado de su piel y los detalles de los adornos blanco y negros de sus uñas. Chad movió su mano y la puso encima de la de ella. Se quedó asi unos segundos, aún no la podia ver, pero le dijo algo. —Estaba pensando... En algo... No importa mucho...— Sam usó su mano libre para tomar el rostro de Chad y hacer que la viera a los ojos. —Chad, si te preocupa, es importante— El rostro de la chica mostraba sinceridad y empatía. Chad pudo notar que, aunque estaba oscuro, su cabello recogido y sus ojos aún se podían ver con claridad. Desvió la mirada para ver lo que Marx hacia, solo estaba debajo del poste de luz, recargado en el. —No se si... No se si debería estar aqui...— dijo Chad un poco avergonzado y triste. —Siento como si... los estuviera distrayendo de ustedes... deberían salir solos, sin mi, digo son novios, se supone que los novios salen solos a lugares y todo eso, yo solo estoy estorbando aqui, solo soy el mejor amigo y primo del novio después de todo... — Chad dijo todo esto bastante rápido, como si no quisiera que se le entendiera lo que decía y tratando de sacar todo lo que tenía guardado. Se detuvo un momento y suspiro, simplemente se recostó en su costado en el asiento del auto. Había pasado ya varios días pensando en eso, sentía que era un mal tercio con Sam y con Marx, y no lo entendía, a veces sentía la necesidad de distraerse o buscar una forma de dejarlos solos un rato, pero eso solo lo frustraba más. No quería arruinar lo que había entre ellos, después de todo, no veía a Marx tan felíz y alegre desde hace mucho tienpo y eso cambio aquella noche que cantó "Sam's Town". Sam se quedó pensando unos segundos, sin importar lo rápido que había hablado Chad, Sam pudo entender lo que quería decir. Después de que el chico se acomodó en el asiento rendido por la descarga emocional que había experimentado, Sam se sentó bien en el asiento y tomó la mano de Chad. —No eres un estorbo y mucho menos un mal tercio, no sería lo mismo si tu no estas...— A Chad le sorprendió escuchar eso, no creyó posible que Sam pensara de ese modo, por un momento pensó que solo lo decía para que dejara de sentirse mal, pero continuó hablando. —Yo se que muchas personas pensarían lo contrario, que una pareja debe salir a solas a todos lados y que uno se debe alejar cuando este solo con una pareja. Pero yo no creo en esas cosas.— Chad aún estaba un poco confundido. —¿Entonces, no crees que sea un mal tercio?— —Para nada, eso para mi no existe, de hecho me alegra que salgas y estes con nosotros. Creo que no tienes idea de lo felíz que me hace cuando estamos los tres juntos, incluso cuando es solo estar en el piso tirados. Hay algo especial que ustedes tienen, no solo se llevan bien, se apoyan y se complementan. Me alegra mucho ser parte de ello...— Pequeñas lagrimas empezaron a brotar de los ojos claros de Sam, pero no podía evitar sonreir. Chad notó como estaba Sam y su primer impulso fue abrazarla, la rodeo con sus brazos y los brazos de ella quedaron entre ellos dos. Se quedaron asi un rato. —Gracias... Por ser como eres...— dijo Chad mientras la sostenía. —No, gracias a ti, por estar aqui, para mi y para el... y no solo eres su mejor amigo, también eres mi mejor amigo...— Eso último que Sam articulo movió algo en el interior de los sentimientos de Chad, algo cálido y que simplemente se sentía bien. Hizo que a el tambien le brotaran las lagrimas. Se separaron y Sam se limpió las lagrimas con las mangas de su sueter. Le sonrió a Chad y le dió un beso en la frente, salió del auto y fue a donde estaba Marx. Los dos volvieron y subieron al auto. —Supongo que ya es hora de volver, espero tu madre no se enoje— Marx prendió el auto y se dió la vuelta, la casa de Sam no estaba muy lejos, pero debían rodear la cuadra para lograr llegar. Chad volvió a notar como llevaban Sam y Marx las manos juntas, volteó al frente y a un lado de la cabecera del asiento de Sam, estaba su mano, invitandolo a que la tomara. Chad acercó su mano y Sam entrelazo sus dedos con los de el. Cuando llegaron al frente de la casa de Sam, Marx se bajó rapidamente para abrirle la puerta a Sam, Chad se bajó y se recargo en la puerta. Sam al salir del auto rapidamente tomó a Marx del brazo y fue por Chad. Hizo su mayor esfuerzo por estirarse para poder poner sus brazos alrededor del cuello de ambos Bluefield para quedar ella en medio. Les dio un beso a cada uno en la mejilla y felizmente les dijo antes de irse. —Los quiero mucho bobitos— Sam se despidió de ellos y entró a su casa. Marx y Chad entraron al auto y literalmente al mismo tiempo suspiraron con un aire de alivio. —¿Ya te sientes mejor?— le preguntó Marx poniendo sus manos en el volante y prendía el coche para comenzar a moverse. —Pues... Si, ya, pero... ¿tu sabias?— —Se te notaba que traías algo, pero no sabía que era, ella insistió en que quería hablar contigo.— dijo Marx mientras daba la vuelta en la última salida de Starfell para tomar la carretera hacia Melwood. Mantuvieron silencio un rato por la carretera hasta que uno de ellos se decidió a hablar. —Ustedes dos son geniales— le dijo Chad a Marx un poco antes de llegar a la entrada a Melwood. —No, nosotros tres somos geniales— le respondió Marx dedicandole una sonrisa de lado a su primo. —Hmm, dijo que eramos unos bobitos— dijo Chad sonriendo. —Si, pero somos sus bobitos— le respondió Marx. Los dos primos rieron bastante de camino a su casa, pero sabían algo, no querían que dias y noches como estas dejaran de suceder...