ddiarymena
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oh shit, here we go again..
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un diario no tan diario porque no lo escribo diario. escribo cuando me siento triste, sola, triste, triste y aveces cuando estoy feliz. ¿quieres conocerme? todo esta aquí. ¿algún día alguien encontrara este blog? lo dudo. ¿escribiré mi username en mi carta de suicidio? solo si encuentro los ovarios para intentar matarme. (por 3era vez). 
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ddiarymena · 4 years ago
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Todos ganamos.
¿No les pasa que aveces desearían cambiar algo de su vida pero que saben perfectamente que se arrepentirían sí lo cambian? Así me siento.
Siento que sí me revelo contra mi padre todo sería un caos y terminaría peor de lo que puedo imaginar.
Pero, ¿como no pensar en una rebelión familiar cuando todo lo que siento de su parte es negativo? Cada palabra que sale de su boca, me hace cuestionarme, no solo como hija, sí no como ser humano también.
"Am I really that unloveable?" dijo Fallon Carrington de Dynasty.
Al principio, cuando escuché esa frase, no sabía todo lo que la acompañaba hasta hoy.
Soy una persona que se deja influenciar mucho por las palabras, sobre todo las palabras hirientes. Lo sé, debo trabajar en eso. Lo chistoso es que no hay quien me lleve a terapia pues mi papá jamas creería en eso.
¿Por qué? ¿Por qué mi papá no puede cambiar un poco su manera de ser? Con tan solo tan poco todo sería diferente. Con tan solo tan poco te amaría y respetaría de la manera que tu quieres sin sentirme obligada.
¿Y sí en vez de decirme "Te ves gorda" me dices "Todos los cuerpos son hermosos·"?
¿Y sí en vez de prohibirme las salidas con amigos, me dices "Confío en ti, cuídate"?
¿Y sí en vez de ser tan mierda conmigo, te pones en mi posición y sientes el dolor que yo siento?
Que risa, se que es mucho pedirte. Es mucho pedirte a ti y a tu burbuja de pensamientos antiguos.
Por todo esto y más es por lo que nunca saldré del closet contigo, nunca te platicare el significado de mi primer tatuaje, ni mucho menos te contare que problemas pasan en mi vida.
No te lo has ganado y dudo mucho que te lo ganes.
Mientras tu sientes que ganas poder derrotándome e hiriendome, yo gano lecciones.
Gano la leccion de no confiar en nadie, mucho menos en los hombres porque me demuestras que a si a ti no te importo, ¿a que hombre le importaría? Triste pero cierto, pura realidad.
Gano sabiduría mientras tu ganas mi desprecio. Todos ganamos, solo que nuestros premios son diferentes.
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ddiarymena · 4 years ago
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El día que todo cambio.
Han pasado aproximadamente 12 años. Casi 13.
Se perfectamente que son 12 años porque unos días antes de tu muerte nació mi mi hermano, el que tiene tu nombre.
Recuerdo como fue cuando me entere que falleciste... Lo recuerdo como se hubiera sido ayer.
Me encontraba en la escuela, tenía 8 años, probablemente estaba en segundo o en tercero de primaria... Estaba en uno de los salones donde nos juntábamos para practicar las obras de teatro de Navidad. Recién empezaban los ensayos y yo estaba extremadamente emocionada; el inicio de esos ensayos singificaba que me sacarían de clases al menos 3 horas para poder poner una coreografía de baile... Pero ese día no fue así.
Ese día llego la maestra Ana, la coordinadora de ingles y de las obras de Navidad, se acercó hacía mí y recuerdo que pensé "Seré la principal de la obra..." pero no, no dijo eso.
"Ve por tus cosas, Fer. Tu mami vino por ti." dijo ella.
¿Una sorpresa? ¿Un día de comida grasosa y helado? ¿Una ida a la Ciudad de los Niños?
Eso pasaba por mi mente mientras iba caminando por el pasillo para recoger mis cosas.
Al bajar las escaleras y abrir la puerta de la oficina de la escuela vi a mi madre. Vi sus ojos hinchados y su cara como sí hubiera visto un fantasma...
"Todo esta bien." pensé.
Pero nada lo estaba.
Mi madre agradeció en la oficina mientras tomaba mi mano.
"¿Qué paso mami?" pregunté y no respondió.
Todo el camino hacia la camioneta fue silencio. Total silencio.
Recuerdo que esa camioneta era mi favorita, era una Jeep de color rojo que tenía una pantalla para poner todas las películas que quisiera.
Al subir a la camioneta, vi que no estaba sola. Mi Tita, la madre de mi madre venia en el asiento del copiloto.
Aún recuerdo su cara llena de asombro, pálida como la nieve y con los ojos rojizos.
"¿A dónde vamos?" pregunté.
"Te voy a llevar a la casa." contestó mi madre con seriedad.
Y eso fue lo único que dijo. Lo único que hablo. Lo único que menciono en todo el camino.
Llegue a casa, me baje de la camioneta y nadie estaba más que la chica que nos hacia la limpieza, mi nana July.
"Dale algo de comer y que suba a ver una película." le dijo mi madre a July y yo seguía sin entender nada.
Subí a la habitación con confusión pero a la vez con mucha felicidad porque había salido temprano del colegio, comería en mi habitación y vería alguna película en mi DVD más nuevo.
Silencio.
No había ni una sola voz en mi alegre casa. Todo era silencio.
July me había preparado unas albondigas y probablemente por eso las aborrezco, porque me recuerdan a ese día.
Comí mis albondigas con un poco de arroz y veía Peter Pan sin preocupación alguna, todo estaba cómodo, todo estaba bien. O al menos eso creía yo.
Tome una siesta y desperté gracias a July.
"Laurita (mi madre) me pidió que te cambiara porque iba a venir por ti."
Mi atuendo era muy diferente a los atuendos alegres que usaba. Esa ropa representaba tristeza. Una camisa blanca, mi suéter Ferrioni negro, unos jeans azules casi negros y mis tenis converse negros.
"No me gusta esto. Quiero usar mi playera de La Sirenita." repliqué molesta.
"Es lo primero que encontré pero mañana usaras esa playera, ¿te parece?" dijo July mintiéndome.
Se que me mintió porque al día siguiente y todo ese mes, lo único que use fue el uniforme y pijamas. No quería usar otra cosa.
Llegó mi madre de nuevo con mi Tita pero ahora no estaban solo ellas, estaba también la madre de mi padre, Mami Tere.
Mami Tere lloraba desconsoladamente, sus manos avejentadas temblaban y sostenía un pa��uelo por su nariz escurridiza.
"Mami Tere, ¿estas bien? ¿Te pegaste con algo?" pregunté inocente y ella solo asintió.
No recuerdo mucho del camino al lugar donde íbamos, solo recuerdo verla llorar y yo seguía sin entender una mierda.
El Hospital Español... Justo ese puto hospital que aborrezco con toda mi alma.
"Nosotras iremos a preparar todo lo de la casa, suegra. No se preocupe, Chan (el apodo de mi padre) ya esta aquí." dijo mi madre y Mami Tere bajó del vehículo.
Otra vez la camioneta se puso en marcha.
Minutos mas tarde llegamos a la casa de Mami Tere y había muchas personas ahí.
Bajaban sillas, flores, velas.
"Es una fiesta sorpresa para mí." pensé.
Que ilusa. Que ilusa e inocente fui.
De inmediato me baje de la camioneta y me mandaron a dormir al cuarto que solía ser de mi tía.
Ahí me quede unas cuantas horas, viendo caricaturas, jugando con mi Nintendo, comiendo dulces y un spaghetti que me prepararon todo se sentía extraño y yo seguía sin entender nada.
Me desesperé. Me desesperé de estar tan sola que decidí bajar de nuevo y fue cuando entendí todo.
Todos estaban de negro, mi padre estaba llorando desconsoladamente, mi madre recibía a las personas con un abrazo y lagrimas, Mami Tere estaba sentada en una silla con su rosario y siendo un mar de lagrimas.
Ahí te vi.
Te vi en esa caja marrón en medio de la sala que estaba llena de coronas de flores y velas.
Recuerdo que corrí hacia ti para asegurarme que no eras tú pero sí eras.
Estabas pálido, pálido como nunca. Estabas en un traje y estabas con tus ojos cerrados a través de un vidrio.
Grité. Grité y comence a llorar como nunca.
"¿Por qué te fuiste Pancho?" preguntaba llorando.
Mi tía Lolita, tu hermana, me quiso apartar de ti y lo único que hice fue gritar mas y esconderme debajo del ataúd.
Ahí me quede. Inmóvil, sola, con lagrimas en los ojos y pensando en por qué todos me mintieron o por que nadie dijo nada.
Nuevamente, mi tia Lolita me saco de debajo del ataúd y me abrazo con todas sus fuerzas.
"Ven, vamos a rezarle a tu abuelo. Tranquila chiquita." dijo ella con sollozos.
Y finalmente, me rompí.
Las lagrimas no paraban de salir de mis ojos y sentía que mi cuerpo se debilitaba.
El hombre de mi vida, mi abuelo Pancho, se había ido.
Se había ido para siempre.
Desde esa vez, todo cambio. Ese día todo cambio.
Hasta la fecha, casi 13 años más tarde me sigue doliendo todo esto. Me sigue doliendo cuando mencionan tu nombre y cuando cuentan cosas sobre ti.
Me sigue doliendo la manera en la que me tuve que enterar que te fuiste.
Aún no me perdono no haberte dicho "Adiós" o un "Nos veremos en otra vida".
Hoy, miércoles 21 de abril del 2021, te sigo llorando. Te sigo extrañando desde el día que todo cambio.
Nada es igual sin ti. Nada lo ha sido.
Ni mi fiesta de quince años o mi cumpleaños dieciocho...
Se que estas bien, se que estas cuidándome pero cada vez que alguien me pregunta "¿Cuál sería tu regalo perfecto?" en mi mente solo se escucha "Ver a mi abuelito Pancho de nuevo" aunque se que por más lo deseé no va a suceder.
Te extraño. Te extraño tanto que mi garganta se cierra y todo duele.
Te extraño y te amo.
Y lo haré siempre.
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