divagacionesdesoliloquios
divagacionesdesoliloquios
Divagaciones de soliloquios
165 posts
Y todo sigue igual de desigual.
Don't wanna be here? Send us removal request.
divagacionesdesoliloquios · 29 days ago
Text
La niña que hablaba con la luna
Erase una vez, una niña que alrededor sólo sentía ruido. Una niña que sentía que no encajaba, que su voz era distinta, y que nadie parecía terminar de comprenderla. Sólo la miraban cuando era una niña bonita y calladita, una niña que sonríe y escucha. Una niña que no sabía quien era ni dónde estaba, no comprendía el mundo ni sus habitantes.
Esa niña, vivía en otros mundos. Era creativa, su realidad era distinta. Ella deseaba poder volver a conectar con esos mundos, le hacía sentir bien. La realidad sólo era real si le otorgaba ese poder, pero para ella, no lo tenía. La realidad sólo era otra de las muchas historias en las que vivía.
Le encantaba la noche, porque ahí había quietud, calma, silencio. Sólo entonces ella se podía escuchar, sólo entonces ella se podía mostrar. Pero nadie la miraba entonces, por eso elegía que la mirasen como ella quería que lo hicieran, en aquellos bonitos mundos, en los que ella brillaba, era admirada, tenía superpoderes… y también mucho enfado. ¿Por qué los demás la trataban así, si ella era buena? ¿Si ella siempre se dejaba a un lado para complacer a los demás? ¿Por qué siempre buscaba la mirada de un adulto que la pudiera mirar como ella quería que lo hicieran?
Aprendió a actuar. Necesitaba ser brillante, lista, dulce, amable, y muy inteligente. Pero no a todos les gustaba escuchar a alguien que sólo intentaba parecer siempre más, siempre mejor, siempre muy bien.
Los demás dejaron de querer mirarla. Y ella volvía a estar sola, otra vez. A solas con sus pensamientos, a solas con la noche. Y un día, entre bullicio, ella se asomó por la ventana y vio la luna. Grande, redonda, brillante. La miró ensimismada, hipnotizada. No podía dejar de mirarla. Y entonces lo sintió, esa conexión. Se dió cuenta de que ella también estaba sola, brillando allí a lo lejos, sin que nadie se percatara. Pero para ella, la luna no sólo era fondo, era protagonista. Dejó de sentirse fondo, para sentirse protagonista. Y le habló, le habló como si la conociera desde siempre, como si siempre hubiera estado ahí, mirándola, dándose cuenta de quién era ella en realidad. Conversaron, aunque la luna no respondía, la escuchaba. Y qué intenso lo sintió, esa conexión.
Desde entonces la niña pensó que podía hablar con la luna, y que ella la entendía.
Y ahora, la adulta mira la luna y recuerda esa conexión que sintió aquel día, anhelando volver a sentirla, con algo o con alguien. "Qué maravilla sentirla de nuevo" pensaba. Y buscó y buscó, y no halló. Hasta que en algún momento creyó encontrarlos, y se volvió adicta a ellos. Ya no quería volver otra vez a la realidad, sólo quería sentir y no pensar. Callar y no hacer. Parar. Frenar. Porque siente que la vida se le escapa de entre los dedos como un soplo de aire. Demasiado rápido.
Esa niña nunca desapareció, siguió habitando su cuerpo adulto, siguió gritando y reclamando que alguien la escuchara. Pero su yo adulta tampoco quería escucharla. Tenía miedo de hacerlo, porque sabía que si lo hacía, iba a sentir todo ese sufrimiento que tenía, toda esa angustia que llevaba cargada a la espalda. Le había enjaulado y tapado la boca. Tenía que quedarse quietita y calladita.
Pero aunque no quisiera, la adulta sí sentía igual ese sufrimiento, sólo que lo intentaba tapar, como quién intenta tapar un río con una tapa. Por muy grande que sea, el río es más fuerte, y el agua moja. Antes o después, el agua llega y el agua siempre moja.
Por eso tenía que escucharla, sino, iba a seguir sufriendo sin saber por qué. Y entonces, la escuchó. Y todo lo que le dijo, todo lo que le hizo sentir, le asustó un poco y le conmovió otro poco. Pero la niña se calmó, porque se sintió mirada, se sintió escuchada. La niña pudo entonces respirar, sabiendo que esa conexión que sintió con la luna, la podía volver a sentir con la adulta. No siempre, a veces discutirían, a veces no sé querrían mirar. Pero otras, se hablarían y se abrazarían. Y eso consolaría y aliviaría a ambas.
Ya no estaban solas, y nunca más lo estarían.
0 notes
divagacionesdesoliloquios · 2 years ago
Text
Hubo en algún momento, en el que estabas haciendo algo que no recuerdo, pero yo te observaba... Cuando de repente, salí de ese presente, mi conciencia quedó alejada, como en un segundo plano, como si mi alma se saliera de mi cuerpo y pensara desde allí. Fue en ese mismo momento en el que te imaginé viejito, arrugadito... Y pensé: "sí, me veo envejeciendo con él, estando felices y tranquilos, sintiéndome igual de bien al observarle, y gustándome tanto estar con él como cuando le conocí".
2 notes · View notes
divagacionesdesoliloquios · 2 years ago
Text
Creo que tu pene y mi vagina hacen buena pareja. Son muy diferentes, sí, pero es que encajan perfectamente el uno con el otro. Como si la naturaleza, Dios o los extraterrestres nos hubiesen creado para encajar a medida, soltándonos en continentes distintos, a sabiendas de que al final acabaríamos encontrándonos. Cómo imanes que se atraen inevitablemente.
Fdo. La portadora de la vagina que encaja perfectamente con tu pene... AKA Tu Rubia
2 notes · View notes
divagacionesdesoliloquios · 2 years ago
Text
Estoy contenta de estar contigo. De que existas, de haber tenido la oportunidad de conocerte, y de poder estar teniendo una relación contigo.
0 notes
divagacionesdesoliloquios · 2 years ago
Text
La fuerza de Atlas al sostener su mundo.
Es increíble todo lo que aprendo sólo con tu simple existencia. Siempre he tendido a ser una persona que se ahogaba en un vaso de agua, miraba cualquier obstáculo como un muro infranqueable, y me quedaba en la frustración, la impotencia, y la angustia que me generaba pensar que yo no era dueña de mi destino, que no tenía los recursos necesarios para enfrentarme a lo que se interpusiera en mi camino. Y entonces te conocí, y no hay mejor forma de aprender que influido por la forma de vivir, de hacer, de sentir de otra persona. Ver cómo tú, golpe tras golpe te has seguido levantando, no te has rendido, has seguido luchando, has tenido el coraje de seguir tratando de dirigir tu destino... Me ha abierto los ojos a otra forma de entender la vida. Tienes esa fuerza para trabajar la dureza de las situaciones más difíciles, y eso no significa que no te caigas, que no pienses en tirar la toalla, que no llores o que no tengas miedo. Significa que aunque tus caídas te hayan magullado y hecho mucho daño, sigues teniendo las ganas de levantarte, aún con las piernas temblando y el corazón roto. Y sufres, claro que sufres, y lo veo y me doy cuenta, pero ese sufrimiento no te paraliza, sigues intentando encontrar la manera de seguir, de intentar buscar la rosa entre la basura y agradecer habértela encontrado. Ojalá yo pueda enseñarte que parar de vez en cuando no te va a hacer daño. Creo que tienes tan cogida la inercia del movimiento que piensas que si te paras te va a costar mucho volver a querer levantarte y recuperar el ritmo. Tus piernas están cansadas de caminar y tu cabeza está cansada de pensar. Ojalá no necesitaras de esa anestesia mental a la que llamas marihuana para poder sentirte estable.
No eres perfecto, porque nadie lo es, pero de esas cositas buenas y bonitas que veo en tí, esas cosas que compartimos o esas en las que no nos parecemos, las observo y las valoro, las agradezco y las aprendo. Y de tu ejemplo he podido ver de cerca cómo se puede seguir adelante a pesar de los moratones y las heridas. Ojalá no juzgaras tan duramente a las personas que no pueden hacerlo, y símplemente de una manera indirecta y compasiva les enseñaras un poco de tí, como has hecho conmigo, para que vieran que aunque piensen que no se puede, sí se puede.
Sé que seguir levantándote, tratando de no mirar atrás ni de mirar la sangre en tu cuerpo, te ha pasado factura. Veo el dolor, veo la angustia. Pero también veo ese brillo en tus ojos cada vez que consigues lograr objetivos que tenías, cada vez que disfrutas de los pequeños placeres y momentos que te regala la vida, cada vez que te dejas ser amado y noto cómo un escalofrío de felicidad recorre todo tu cuerpo.
Y no, esto que te he relatado ahora no es lo único positivo que he aprendido y sigo aprendiendo de tí. También a sentirme agradecida y valorar las cosas que tengo, a entender lo que es el amor incondicional, a saber qué es esa vaina de hacer equipo... Muchas cosas. Me parece bonito haberte encontrado en esta etapa del camino, y que me puedas dar una conversación interesante para amenizar el viaje, cariño cuando necesite un abrazo que calme el ruido mental, ánimos cuando tenga ganas de tirar la toalla y una mano cálida con la que sepa que puedo contar en el caso de que yo sola no me pudiera levantar.
PD: Sobra decir que tú también tienes mi conversación, cariño, ánimos y mano para acompañarte.
0 notes
divagacionesdesoliloquios · 2 years ago
Text
Un paseo por mis ojos cuando te miro
No sé qué es esto que siento, es confuso y bonito, es intenso. Muchas emociones entremezcladas girando y haciendo caos, pero siempre cruzadas por un eje transversal, que es el deseo de estar cerca tuyo. Entenderse es difícil, y entenderme yo a mí misma ni te cuento, he mejorado pero... Bueno ¿Quién se entiende siempre? Tampoco voy a hacérmelas de especialita cuando sé que es bastante normal. Son sensaciones entremezcladas sí, buenas y malas, y la que más malestar me genera es sentir que pierdo el control, que mi voz racional poco a poco va bajando el volumen hasta acabar siendo un susurro imperceptible. Ha tomado las riendas mi lado más emocional y no las quiere soltar. La verdad es que da gustito por una vez no estar constantemente pesando y pensando, y centrarme tan solo en dejarme sentir. No sé si a la larga esto que estoy haciendo, esto que me está ocurriendo, me pase factura. Bueno, y si es que sí, tengo la sensación de que incluso entonces llegaré a la conclusión de que mereció la pena.
Todas las personas que se cruzan en tu camino te dejan un aprendizaje valioso, pero tienes que saber verlo y saber entenderlo. Yo sé que el que nuestros caminos se cruzaran fue casualidad y a la vez no, creo que ambos tenemos aprendizajes bonitos que le podemos aportar al otro. De momento, me alegra confesar con un poco de vergüenza que me has enseñado a valorar, a agradecer y a luchar. Sólo con tu ejemplo, viendo cómo vives, cómo actúas, cómo piensas... Y me da vergüenza confesarlo porque yo pensaba que antes ya lo era (y puede que sí), pero ¿Sabes qué? igual no mucho. Hacía de la queja mi bandera, esperaba que las cosas se resolvieran solas o las resolvieran otros por mí, tenía en la cabeza un discurso negativo constante, una vocecilla difícil de acallar. Necesitaba sentir que siempre tenía el control de la situación o de mis emociones, poniendo muchos frenos a dejarme sentir. Y todo eso me generaba un conflicto que se hacía palpable en una inestabilidad emocional que sin querer acababa salpicándola a los otros.
Y contigo, me gusta la persona que soy. Me gusta tener largas charlas en el salón sobre cualquier cosa; a veces escucharte con atención y otras observarte mientras hablas sin entender una palabra de lo que me estás diciendo. Me gusta poder intelectualizar, racionalizar sobre temas, debatir vaya, siempre me ha gustado, y que podamos hacerlo sin enfadarnos, desde el respeto y desde el saber darle la razón al otro si creemos que la tiene o simplemente haciendo un esfuerzo por entender el otro punto de vista sin pasar por encima. Me gusta que seas tan natural, que no te dé miedo mostrarte, y me gusta poder sentirme natural contigo sin que me dé miedo mostrarme. Me gusta que me digas cosas bonitas de la nada, empujadas tan solo por el sentimiento que te produce mi presencia, y me gusta poder hacerlo yo también sin ese miedo que siempre me ha acompañado (siempre había sentido que decir y demostrar amor hacia al otro era perder, porque te hacía vulnerable) y contigo no me da miedo ser vulnerable. Me gusta que me nazca hacerte detalles y ver en tus ojos, en tus actos y en tus palabras lo mucho que lo valoras, y es que me siento vista, me siento valorada, me gusta cómo me miran tus ojos. También me superrequetemega encanta que tú también tengas esa faceta detallista, que también te guste expresar tu afecto teniéndome en cuenta o sorprendiéndome con cositas. Me gusta darte y me gusta que te guste darme, los dos disfrutamos de dar y recibir y, ostras, es maravilloso. Me gusta desearte, llenarme de líbido y ver que nos retroalimentamos, me gusta que me desees y no tengas reparos en hacérmelo saber. Me gusta el contacto de tu piel con mi piel, también me gusta que podamos sacar nuestra faceta creativa, que sepamos jugar y que nunca perdamos de vista cómo se siente el otro. Me gusta besarte, me gusta abrazarte.... me gusta cuando nos dormimos abrazados y siento tu respiración, y cómo poco a poco me va calmando la mente la calidez de sentirte.
Me dijiste que no debería amarte, y yo te dije que es lo que siento, y como no puedo evitar lo que siento, pues lo siento. Y es que no sé si debería o no, pero el hecho es que lo hago, y sólo quería recordártelo.
Te recomiendo que de vez en cuando te des un paseo por mis ojos cuando te miro, y te verás en mis pupilas dilatadas como quizá nunca te hayas visto. Yo sólo sé, que lo que veo cuando te miro, me llena.
Firmado: Tu Rubia
8 notes · View notes
divagacionesdesoliloquios · 2 years ago
Text
COMO EL AGUA Y EL FUEGO
Pongo mi mano sobre mi corazón. Sólo puedo pensar en tí, siento la calidez de mi mano. Tú estás ahí, formas parte de mí, ya no hay vuelta atrás. Es curioso porque eres la única persona con la que me ha salido poner mi mano sobre su corazón, sabiendo que está roto, para transmitir esa energía que de alguna forma siento que te calma los latidos. Sinergia en la respiración con tu abrazo, aunque duermas, siento que conectamos como el agua que apacigua al fuego y como el fuego que calienta el agua. Soy esa tormenta llena de miedos que se acerca al peligro de quemarse pero con ganas de sentir esa calidez que emana tu ser. Tengo miedo de perder esa sensación, de que tu recuerdo se converta en una estrella fugaz en la que pienso en las noches de melancolía. No quiero aullarte como la luna que me guía, quiero que seas la persona que me acompaña mientras me lleno de dudas y las resuelvo, la persona que me dé la mano cuando no sepa qué dirección tomar. No estoy preparada para perder tus destellos de vida, tu fortaleza, tu seguir adelante aunque estés pasando entre zarzas que te hieren la piel. Esa piel endurecida que cuando toco noto cómo se ablanda, se suaviza, se siente como un hogar, como el refugio que siempre andé buscando entre bombas caídas del cielo. Tú sólo abrazame y no me dejes marchar, yo no puedo dejarte marchar todavía.
1 note · View note
divagacionesdesoliloquios · 3 years ago
Text
MALESTAR ANÓNIMO
Siento un malestar dentro, duele y no lo entiendo. ¿Qué será está vez? Contaré uno, dos y tres, y lo haré desaparecer. Tal vez, detrás de la sombra encuentre el cordel que me ata a la tristeza de cabeza a pies. Y no sé, ¿Dónde quedó mi niñez? Las risas vacías y el amor del revés. Después de seguir acechando a las jarurías, de remover la melancolía, de beber del cáliz del ayer. ¿Por qué? Me duele la cabeza de los tornados, de las pesas de lo anclado, del cariño que ansío y no hallo en el recuerdo de este estúpido manto, una calidez que se me escapa de entre las manos. Una caricia que me golpea, una película que me sabotea, un sabor a ceniza de mareas. Encuentra el objeto de esta vida, el cáliz soñado de las risas perdidas, el motivo de las lágrimas caídas. Perezco en los mundos de fantasía, ahogandome las heridas entre huesos y mugre vencidas. Caducadas las cascadas, les llegó la hora a las despedidas. Vacila, no mires atrás o estás perdida, ¿Dónde me hayo? Emboscadas de sentimientos que gritan que nunca podré vencer al malo, que los monstruos se apoderan de lo extraño y mi miedo se torna en cansancio. Me agota el runrún de la cabeza sin coherencia ni sentido. No miro a lo desconocido. Sólo quiero dormir a esa voz que me achanta las energías y me descoloca cuando me tira a los leones del anfiteatro, hambrientos de dudas y de ira. Tranquila, que acabarán rápido.
2 notes · View notes
divagacionesdesoliloquios · 3 years ago
Text
"NO ESTOY SOLA" (PUERTO VALENCIANO)
Hoy habita un día nublado y húmedo dentro de mí, hay presión, hay ganas, parece que va a llover en cualquier momento pero no lo hace. "Si no lo piensas no existe". Ya no sé cómo gestionar está incertidumbre, no entiendo cómo estoy aguantando tanto, cómo estoy manteniendo el agua en las nubes, cómo estoy evitando su precipitación violenta contra el suelo. No quiero mojarme, demasiados inconvenientes, es incómodo y me obliga a parar en mi camino para refugiarme. "Si pienso en otras cosas no tendré tiempo de dejarme sentir el dolor guardado en esas nubes grises". Cada vez más grises, que amenazan en el cielo como una tormenta a punto de explotar su ira, como un fantasma que te persigue, te observa y te amenaza con jugártela en cuanto no mires. Tanta frustración, tanta incertidumbre, tanto enfado, tanta tristeza... Tanta contención. Y es que contener esas nubes cansa, pesa, como Atlas sosteniendo el mundo, y sostengo mi mundo porque tengo miedo a que se caiga y se rompa, pero Dios mío, cuánto pesa. Y es que últimamente me siento floja, muy floja, sin fuerzas, sin resistencia, sin más ganas que las de vivir en sueños el resto de mis días. Creo que todavía no he entendido, no he aceptado, no he asimilado, aquello que tanto miedo me da decir en voz alta, porque eso lo haría parecer más real.
Me siento como un muñeco, una marioneta a merced del Destino, que juega conmigo cruelmente mientras se ríe de mis desgracias. Me siento impotente y dependiente de otras personas que ni conozco, pero que sus decisiones van a determinar fuertemente mi futuro, comprometiendo mi salud, mis proyectos de vida, mi cuerpo, mi autonomía.
Qué fácil es negarlo a veces cuando no notas nada extraño, qué difícil es no asustarse cuando sí lo notas.
No tengo control sobre mi propia situación y eso me está matando. Estoy asustada, no confío lo suficiente en los demás como para entregarles sin recelos y con los brazos abiertos mi ser vulnerable. No soporto la idea de necesitar a otros, no soporto la idea de aceptar que mi soledad y yo no somos suficientes para enfrentar todo lo que nos venga. Aunque esté improvisando, aunque no tenga del todo claro lo que estoy haciendo, lo estoy intentando... ¡Joder si lo estoy intentando! Y sé que es difícil, no puedo pretender la perfección aunque sea el primer instinto que me salga. Siempre he pensado que de toda mala situación puedo sacar un gran aprendizaje, pero, no sé chica, hubiera preferido aprenderlo de otra manera y más despacio. Esta situación ha irrumpido mi vida cual rayo haciendo toma de tierra con un árbol bonito y en crecimiento, dejándolo carbonizado, confuso y dolorido. ¿Quién se espera que le vaya a caer un rayo de este calibre? Pues espero que nadie, porque eso sería vivir con mucha angustia. Que te venga la angustia toda de golpe cuando te caiga y confía en que tu tronco y tus raíces serán lo suficientemente fuertes para soportarlo.
Lucky me, que parece que todavía me mantengo en pie después de la quemazón inicial. Ahora tendré que aprender a seguir creciendo con limitaciones que no dependen de mí ¡Qué difícil esto que me pides vida mía! No me juzgues si a veces no puedo con todo, si a veces mis rodillas fallan y caigo al suelo, si a veces me hiero por contener tanto mi enfado que al final se torna contra mí. La vida no tiene y nunca ha tenido sentido alguno, pero hay pequeñas cosas, pequeños momentos, que hacen que merezca la pena. Por eso no me rindo en este combate, aunque tenga ganas de tirar la toalla al suelo, aunque esté sudando y sangrando, aunque esté dolorida, me miraré a mí misma entre el público, miraré a las personas que quiero, dándome ánimos, y sabré que no puedo rendirme, esa mirada de mair y apoyo me dará la fuerza que necesito para seguir en el combate sabiendo que no estoy sola.
"No estoy sola". Gracias por eso, gracias a los que estáis ahí y gracias Nerea por dejarles entrar a pesar del miedo, por dejarles acompañarte en este proceso.
1 note · View note
divagacionesdesoliloquios · 3 years ago
Text
22/11/22
Una llama tintinea a lo lejos alumbrando esta oscuridad, de ella emana un aroma dulce y genera una calidez embriagadora. Esa llama ha vivido desde hace tiempo, ha experimentado huracanes que han tratado de extinguirla pero también unas manos suaves que han tratado de sostenerla.
Esa llama por suerte sigue viva y cogiendo fuerza con el tiempo, cogiendo madurez como el vino; cuanto más viejo más sabroso. Esa llamita empezó llena de dudas y miedos, empezó siendo una llama tímida, y sin embargo, llena de esperanzas.
Pero esa llama no es la misma que entonces, ahora ha cogido fuerzas para seguir iluminando, ha aprendido a entenderse diferente, a aceptarse tal cual es y ha tenido la valentía de tratar de madurar antes de que el viento se la llevara.
Estoy orgullosa de ella, estoy feliz de poder sentirla y de poder cuidarla, y saber que puedo pasar un año más a su lado sabiendo que el abrazo es mutuo y el apoyo también.
Prometo seguir cuidándola lo mejor que sepa y que pueda, seguir protegiéndola de los huracanes y acariciándola cuando se inquiete.
0 notes
divagacionesdesoliloquios · 3 years ago
Text
LA CIMA DE LA MONTAÑA
Necesito base, necesito certeza para poder avanzar. La duda infinita paraliza. Uno va creando y moldeando sus certezas en función de sus experiencias para poder seguir dando pasitos hacia adelante. Uno necesita una cuerda firme que le sostenga de caer a la pendiente, y necesita ir clavando pequeñas picas en la dura roca para seguir subiendo la montaña. ¿Existe la cima de la montaña? ¿Seremos capaz de verla en algún momento? ¿En algún momento para este avance? No, sólo cuando morimos. Quizá por eso la gente que transiciona hacia la muerte cree ver una luz, es el amanecer que se escondía detrás de la montaña, es el nirvana, la quietud y lo inmóvil, lo estático a perpetuidad, porque esa psique ya no avanzará más, ha llegado a su cima.
Cuando morimos llegamos a nuestra cima.
Cuando empezamos el camino estamos llenos de energías, y cuando estamos cerca del final estamos cada vez más cansados y doloridos.
Cada vida es una montaña, hay algunas más altas que otras, pero no podremos saber su altura real hasta que no lleguemos a la cima.
0 notes
divagacionesdesoliloquios · 3 years ago
Text
Escribir rajándome las vestiduras y dejando al descubierto tan sólo al ser más vulnerable, a la piel marcada con heridas de guerra y a un corazón palpitante de vida. Escribir con la crudeza más honesta de la que creo ser bendecida.
Sí, así es como me gusta escribir.
0 notes
divagacionesdesoliloquios · 3 years ago
Text
CONECTAR
Conectar es poder parar contigo sin que eso perturbe mi calma, es poder decir lo que se nos pasa por la cabeza sin miedo (aunque no tenga sentido), es poder estar en silencio y respirar, es que me apetezca dar sin esperar nada a cambio y recibir sin expectativas, es mirarse a los ojos brillantes y cómplices de que estamos sintiendo lo mismo, es sentirme libre de ser como me nace ser en ese momento, es la tranquilidad que te da la confianza mutua.
Conectar es ese pequeño gran detalle que marca la diferencia.
0 notes
divagacionesdesoliloquios · 3 years ago
Text
COMO EL GATITO DEL PÓSTER
Y no estoy sola... Pero a veces me siento sola. Es una sensación que me acompaña desde niña y de la cual ya he asumido que nunca me voy a poder deshacer, sólo me queda aprender a convivir con ella. Es cierto que ahora pesa menos, duele menos, inunda menos, pero sigue ahí, cual fantasma invisible pero al que le gusta hacer jugarretas de vez en cuando para que sepas que sigue ahí.
Me cuesta dejar de fumar porque el humo llena el vacío que siento, me hace compañía y siempre está cuando lo necesito.
Enjaulada en mis pensamientos, mi cabeza trata de contener los deseos locos por pedir ayuda, por pedir un sostén, ese que no tuve en su día y que sigo arrastrando a cada paso del camino.
Siempre a la espera, siempre a la espera, y yo en verdad soy una puta impaciente, no sé cómo aguanto tanto, ah sí, ya sé, consumiéndome, negándome, obviando lo que necesito por no poner en jaque lo que necesitan los demás.
Qué difícil es lidiar con el miedo, el miedo a cargar, a ser un peso para otros, a que mi malestar se torne niebla espesa que no me deje ver a los otros.
Soy adulta, me siento adulta, y sin embargo no entiendo nada. Cuanto más entiendo, más cosas veo que me faltan por entender. Improvisas, a veces sigues un guión establecido, pero nunca estás segura de lo que estás haciendo, y te toca vivir con esa mierda de incertidumbre el resto de tus días.
Estoy desbordada, el vaso está a punto de derramarse, y las gotas que acaricien mis mejillas quemarán, una vez se abra el portal ya no se podrá cerrar, y joder, no lo puedo abrir, todavía no, tengo tengo tengo... el "tengo que" de la vida adulta. Soy lenta para todo, para abrirme y para cerrarme, y ahora no hay tiempo suficiente para poder hacer lo que necesito a mi ritmo. Me disocio y luego no puedo revertirlo, porque eso pondría en peligro mi día a día.
Así que aquí estamos, aguantando la caída, como el gatito del poster.
0 notes
divagacionesdesoliloquios · 3 years ago
Text
Ya fue. Y no entiendo, y le doy vueltas sin respuesta. Te echo de menos, echo de menos hablar contigo todos los días, que nos contemos qué tal el día, abrazarte. Ayer soñé que acariciaba tu cuerpo desnudo como lo he hecho tantas veces, y lloraba, porque sabía que no era real, y a la vez era tan real... Había memorizado cada parte de tu cuerpo hasta el punto de poder sentir con la yema de mis dedos cada detalle, cada puñetero detalle, y era tan potente, que odié a mi subconsciente por hacerme sentir eso otra vez. Estoy tan triste de que esto no haya funcionado, todo el tiempo, todo el esfuerzo, todos los buenos momentos, tirados a la basura, desintegrándose con la sombra del enfado que aún siento, ¿Por qué no pudiste estar? ¿Por qué me abandonaste así? Cuando más te necesitaba. ¿Por qué no has luchado por lo nuestro? ¿Por qué lo has aceptado con resignación? A veces dudo de si de verdad me veías, si de verdad me querías, o quizá sólo fue una bonita mentira que quise creer. Parecía tan sencillo y se volvió tan complicado. Nunca llegaste a entender lo que te decía, sólo escuchabas y asentías, pero no fuiste capaz de salir de esa burbuja que ensordecía los sonidos del exterior y los hacía parecer más amenazantes de lo que eran. Qué dolor desprenderse de tí, de tu cariño, de tu recuerdo, cómo duele esta separación, se siente extraña, incomprensible por parte de mi niña interior a la que ahora me toca consolar. Creí haber encontrado en tí un hogar, y resulta que la casa estaba vacía, el eco resonaba entre paredes blancas e indiferentes. No sé cómo tengo que lidiar con volver a verte, no sé cómo tengo que lidiar con no volver a verte. A veces tengo ganas de echarme a llorar y abrazarte, buscando consuelo con tu presencia; otras veces tengo ganas de gritarte y decirte de todo para finalmente sólo preguntarte ¿Por qué?
No puedo olvidarte así sin más, de la noche a la mañana teníamos una relación y de repente ya no, y no me refiero a cuando le pusimos palabras para dejarlo, sino a tu distancia emocional. Cada vez más frío, cada vez más lejos, y yo sólo quería sentirte, y no lo conseguía.
Te odio y te quiero a partes iguales, y eso me está matando. Supongo que lo que ha marcado la diferencia es que yo me quiero más de lo que me odio, por eso necesitaba soltar aquello que me estaba haciendo daño, aferrarme a un clavo ardiendo es algo que puedo hacer, con mucho sufrimiento cabe decir, pero no algo que quiera hacer.
Durante mucho tiempo pensé que estábamos en la misma onda, ahora compruebo que nunca lo estuvimos, y me siento una puta estúpida, una ilusa que quiso creer que existía, o que podía existir, algo que no era real. Y tú me dejaste creerlo, quizá tú también lo creíste, quizá tú también caíste. Ahora veo que lo que tú querías no es lo mismo que quería yo, ahora veo que todo lo que pensé que podríamos superar eran obstáculos demasiado grandes pero invisibles a nuestros cegados ojos enamorados.
No sé cómo hacer esta mierda, todavía estoy tratando de asimilarlo, todavía estoy tratando de aferrarme a la esperanza de que volverás a buscarme, pero sé que no lo harás, porque tú no eres así. Y yo, cansada de ir detrás durante tanto tiempo, ya no tengo fuerzas de seguir haciéndolo.
Ahora, el fantasma de la soledad y de la sensación de fracaso se asoman por la puerta y me saludan para recordarme que siguen ahí, acechando, escondidos, a la espera, para reaparecer. Quiero ignorarlos, pero no me queda otra que aceptarlos e invitarles a una copa y a charlar un rato, tratando de esquivar sus ataques, tratando de hacerles ver que no soy tan mala chica, y que si se quedan tendrán que tratarme con un poco más de cariño. Ellos dudan, no están seguros, pero desde luego están sorprendidos de mi petición de tregua, de paz. Veremos qué deciden hacer al final.
1 note · View note
divagacionesdesoliloquios · 3 years ago
Text
Te convertiste en un fantasma, en la sombra de lo que fuiste o de lo creí que eras para mí. Te alejas y desapareces entre la bruma, y da miedo, y da vértigo, porque estabas aunque no pudiera verte, cuando te necesité transitaste a mi alrededor sin que pudiera tocarte, sin poder acercarme a ti, sin poder comunicarme contigo, no podías mirarme. Yo te buscaba y me consolaba pensar que aunque fuera borroso, seguías allí, pero este vínculo ya estaba muerto, no tenía sentido seguir ligada a un fantasma, no tenía sentido retenerte en esta realidad si no podíamos estar juntos. Y ahora miro cómo te alejas, de espaldas, sin mirar atrás, un pie tras otro más lejos, y sé que ya nunca volverás. El recuerdo quedará pero tu presencia pasará, ya no te sentiré junto a mí, la persona que una vez creí mi lugar seguro, y duele renunciar, pero más me dolía retenerte sabiendo que en el fondo no podías estar.
Adiós querido. Sé feliz.
1 note · View note
divagacionesdesoliloquios · 3 years ago
Text
A veces el amor no es suficiente.
Has tirado una pelota a mi tejado y no sé qué coño quieres que haga con ella. La examino, pesa, está llena de pinchos y quema, está deshaciendo el tejado de la casa que creía que estábamos construyendo juntos. Resulta que los aglomerantes sólo los estaba poniendo yo y no me había dado ni cuenta. Y me duele cómo se deshace, se rompe y se desintegra todo el futuro, todos los sueños lúcidos que había imaginado en mi cabeza. Me duele como si fuera mi propio cuerpo, me hiere, me amorata la piel, me rompe los huesos y me derrite el alma como si nunca hubiera existido. Y ahora me pregunto si he estado siempre yo sola y tú no eras más que un fantasma, una proyección de mi mente que quise creer pero que nunca estuvo realmente a mi lado. Joder como duele sólo la idea de perderte, pero ¿es que acaso en algún momento te tuve? No quiero renunciar a mí, y si para ello tengo que renunciar a tu presencia, que así sea. Tengo ganas de pegarte muy duro con esa puta pelota, tengo ganas de hacerte mucho daño, tanto como el que estoy sintiendo yo. Siempre me quedaré con la duda de que cojones querías que hiciera con esa pelota, pero no estoy dispuesta a empezar a pelotear en un juego absurdo al que nadie quiere jugar pero nadie tiene la valentía de decir que ya vale y marcharse. No me quedaré por quedarme, no me quedaré por miedo a quedarme sola, no me quedaré por todas las cosas que voy a perder cuando deje de verte. No, no me quedaré en cualquier condición, no me quedaré por miedo, no me quedaré por evitar conflictos. Tengo claro lo que quiero, y esta pelota no la quiero, esta casa sí la quiero, pero no quiero sentir que la estoy construyendo yo sola.
Tumblr media
0 notes