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Orfeo entre píxeles
La relación entre el juego Persona 3 y el mito de Orfeo se puede explorar a través de varios aspectos clave, tanto en términos narrativos como simbólicos. El mito de Orfeo, como se sabe, relata la historia de un músico que desciende al inframundo para rescatar a su esposa, Eurídice, pero la pierde al mirar atrás, desobedeciendo las instrucciones de no hacerlo hasta llegar a la superficie. Persona 3, un juego de rol desarrollado por Atlus, presenta temas de vida, muerte, sacrificio y el desafío de enfrentar lo imposible, que resuenan profundamente con el mito de Orfeo. A modo de desglose de las conexiones y paralelismos más significativos se puede señalar:
La lucha contra la muerte y el sacrificio En Persona 3, el protagonista y sus amigos luchan contra los “Sombras”, criaturas que representan los aspectos oscuros y desconocidos de la psique humana. El juego tiene una fuerte carga existencial y enfrenta al protagonista con su inevitable destino: la muerte. La historia de Orfeo también gira en torno a la muerte, ya que Orfeo intenta traer de vuelta a Eurídice, pero no puede evitar mirarla, lo que simboliza el fracaso de desafiar el destino y la muerte misma. En Persona 3, el sacrificio y la aceptación de la muerte son temas clave. El protagonista (en muchos casos conocido como "Makoto Yuki" o "Minato Arisato") también se enfrenta a una realidad irreversible en el que la muerte es un destino a aceptar, un tema que se refleja al final del juego, cuando el sacrificio del protagonista es necesario para salvar al mundo. Este acto de sacrificio recuerda la tragedia de Orfeo, quien, a pesar de su esfuerzo y sacrificio, no puede cambiar lo que el destino le tiene reservado.
La relación con un ser querido (Eurídice en el mito, los amigos en Persona 3) En el mito, Orfeo no puede rescatar a Eurídice debido a su error de mirarla. En Persona 3, el protagonista también enfrenta situaciones donde sus amigos y compañeros, en particular las personas cercanas a él, son fundamentales para su misión. La relación entre el protagonista y sus compañeros, que incluye el desarrollo de vínculos significativos, puede ser vista como una forma de "rescate" emocional. Sin embargo, similar al mito de Orfeo, existe un límite en lo que pueden lograr para salvar a los demás. El sacrificio personal y la tristeza de no poder salvar a todos, como se refleja en la conclusión del juego, resuenan con la historia de Orfeo y su incapacidad para salvar a Eurídice.
El descenso al inframundo y el enfrentamiento con lo desconocido El descenso al inframundo es un aspecto central del mito de Orfeo, quien viaja a este lugar sombrío con la esperanza de recuperar a su amada. En Persona 3, los personajes también "descienden" al Tartarus, una estructura oscura que representa lo desconocido y lo oculto, enfrentándose a las Sombras y confrontando sus propios miedos y deseos más profundos. El Tartarus actúa como un inframundo donde los personajes deben desafiar sus propios límites, muy similar al viaje de Orfeo, que debe superar su propia naturaleza humana y sus emociones para tener éxito en su misión.
El poder de la música (Orfeo y la persona del protagonista) En el mito, Orfeo tiene la habilidad de calmar a los seres más peligrosos y a las fuerzas del inframundo con su música. La música se convierte en un símbolo de la conexión profunda con lo divino, lo trascendental y lo emocional. En Persona 3, aunque la música no juega el mismo papel literal que en el mito, hay una conexión simbólica en el sentido de que el protagonista tiene una "persona" especial: una manifestación de su alma que le permite luchar contra las sombras. La "persona" del protagonista es su propia música, por decirlo metafóricamente, una extensión de su ser interior que le da poder para enfrentar lo que parece insuperable. En ambos casos, la música y la conexión interna se utilizan para enfrentar la oscuridad y lo desconocido.
El concepto de mirar atrás (la inevitabilidad del destino) El mito de Orfeo trata sobre la trágica consecuencia de mirar atrás: Orfeo, incapaz de resistir la tentación de ver a Eurídice, pierde su oportunidad de traerla de vuelta. Este acto se interpreta como una alegoría sobre la incapacidad de escapar del destino y las consecuencias de las decisiones humanas. En Persona 3, los personajes también se enfrentan al dilema de mirar atrás a sus propios pasados y los sacrificios que han hecho. El protagonista, en particular, debe tomar decisiones difíciles relacionadas con su propia muerte, y de alguna manera, no puede "mirar atrás" para cambiar lo que ya está predestinado, similar a cómo Orfeo no puede recuperar a Eurídice debido a su mirada hacia el pasado.
El final trágico Ambos relatos comparten un final trágico. En el mito, Orfeo pierde a Eurídice para siempre por un simple error, un acto de desesperación humana que lo separa de la esperanza de un reencuentro. En Persona 3, el protagonista se enfrenta a un destino similar: aunque lucha para proteger a sus amigos y salvar el mundo, su sacrificio final es necesario, y la vida que él eligió no puede preservarse. Este sacrificio final también resuena con la tragedia de Orfeo: no importa cuánto luches, el destino a menudo es implacable.
Conclusión El juego Persona 3 y el mito de Orfeo están profundamente conectados a través de temas como la lucha contra la muerte, el sacrificio, la inevitabilidad del destino, y la relación con seres queridos. Ambos narran historias trágicas donde los protagonistas intentan desafiar lo imposible, solo para enfrentarse a la realidad de que no pueden escapar de lo que está predestinado. La música y el descenso al inframundo sirven como elementos simbólicos que refuerzan los dilemas existenciales que ambos relatos presentan, haciendo de Persona 3 un juego que, a través de su trama, invita a reflexionar sobre los mismos temas atemporales presentes en el mito de Orfeo.
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Orfeo y Eurídice por Rubens
El cuadro Orfeo y Eurídice de Peter Paul Rubens es una obra que aborda uno de los mitos más famosos de la mitología griega, el cual relata la tragedia de Orfeo, un músico excepcional que intenta rescatar a su esposa Eurídice del inframundo. La pintura fue realizada por Rubens en 1615-1616, y representa el momento culminante del mito de Orfeo, que al mirar atrás para comprobar si Eurídice lo sigue, la pierde para siempre.
Aspectos clave de la obra:
Composición y dinámica de la escena Rubens emplea una composición dinámica y teatral. La escena está llena de movimiento, con Orfeo y Eurídice en el centro, rodeados de figuras mitológicas que representan el lamento y el dolor. La posición de los personajes es clave: Orfeo está de espaldas, con su cuerpo ligeramente girado hacia la izquierda, mientras que Eurídice, ya desvaneciéndose, se aleja hacia la oscuridad del inframundo. El uso de líneas diagonales crea una sensación de inestabilidad y de movimiento que aumenta la intensidad dramática de la escena.
El uso del color y la luz Rubens utiliza una paleta de colores cálidos y ricos, dominados por tonos dorados y rojizos, que evocan tanto la belleza de los cuerpos humanos como la sensualidad del mito. La luz se centra principalmente en los cuerpos de Orfeo y Eurídice, y sugiere la conexión entre la vida y la muerte. La iluminación dramática refuerza la emocionalidad del tema, destacando el contraste entre la luz (que simboliza la vida) y la oscuridad (que simboliza la muerte).
El tratamiento del cuerpo humano Rubens es conocido por su dominio en la representación del cuerpo humano, especialmente la figura femenina, con una sensualidad exuberante. En este cuadro, los cuerpos de Orfeo y Eurídice están representados de forma idealizada y voluptuosa, algo característico del estilo barroco de Rubens. El cuerpo de Eurídice es especialmente fluido, mientras que el de Orfeo está más rígido y expresivo como muestra de miedo ante la posible pérdida de su amada.
El simbolismo y la emoción La obra transmite una gran carga emocional. El mito de Orfeo y Eurídice es trágico: Orfeo, después de haber descendido al inframundo para salvar a su esposa, pierde la oportunidad de recuperarla al ceder a la tentación de mirarla antes de llegar a la superficie. En el cuadro, Rubens enfatiza la angustia de Orfeo y la dolorosa separación de la pareja, utilizando expresiones faciales intensas y gestos dramáticos. La figura de Eurídice, parcialmente desvanecida, refleja la pérdida irremediable y el trágico destino de la pareja.
El contexto histórico y cultural Rubens, trabajando en la corte de los Habsburgo en Flandes, se inspira en las tradiciones mitológicas y clásicas, pero también inyecta en su obra una gran carga emocional y dramatismo. El Barroco se caracteriza por su énfasis en el contraste, la emoción y el movimiento, lo cual se refleja de manera clara en esta pintura.
La influencia del Renacimiento y la mitología clásica Aunque Rubens lleva el tratamiento de la figura humana a un nivel más expresivo y dinámico, mantiene una fuerte conexión con los ideales clásicos del Renacimiento. La escena está cargada de referencias a la mitología griega, pero Rubens la aborda desde una perspectiva emocionalmente rica, alejándose de las representaciones clásicas más estáticas y frías.
En resumen, Orfeo y Eurídice de Rubens es una obra maestra que combina el drama de la mitología con la maestría técnica del Barroco, mostrando el talento de Rubens en la representación de la emoción, el movimiento y la luz. La pintura no solo narra un mito, sino que captura la universalidad de la tragedia humana: la lucha entre la vida y la muerte, la esperanza y la pérdida.
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Y era casi una niña y surgía
de esta dicha concorde, canto y lira,
y en sus velos de abril brillaba clara
y en mi oído se hizo ella un lecho.
Y en mí dormía. Y todo era su sueño.
Los árboles que admiré un día, esta
sensible lejanía, la pradera sentida
y los asombros que me conmovían.
Ella dormía el mundo. Dios cantor,
¿cómo la consumaste para que no anhelara
primero estar despierta? Mira, surgió y durmió.
¿Dónde está su muerte? ¿Inventarás aún
este motivo antes que tu canción se agote?
Cae de mí, ¿adónde?… Casi una niña.
Rilke, Los Sonetos a Orfeo
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Los sonetos a Orfeo (1923) es una de las obras más importantes de Rainer Maria Rilke. Esta colección de 55 sonetos está profundamente influenciada por la mitología griega, en particular, por la figura de Orfeo. Rilke aborda el mito desde una perspectiva filosófica y espiritual, enfocándose no solo en la pérdida de Eurídice, sino también en la capacidad del arte para trascender las barreras de la muerte y la realidad.
Una de las grandes preocupaciones de Rilke en los Sonetos a Orfeo es la relación entre la vida y la muerte. Los sonetos reflejan cómo la muerte no es solo un final, sino un proceso de transformación. También usa a Orfeo como símbolo del poeta, es una figura que trasciende su humanidad para convertirse en un canal de lo divino, fusionando lo humano con lo trascendente.
El tema de lo inalcanzable es recurrente en los sonetos. Orfeo, al no poder rescatar a Eurídice, simboliza la eterna lucha del hombre por alcanzar lo imposible. Rilke no presenta a Orfeo como una figura trágica solamente, sino como un héroe que, al intentar lo inalcanzable, revela la verdadera naturaleza de la vida y el arte: son aspiraciones que, aunque nunca se logren por completo, son precisamente lo que da sentido a la existencia. Destaca la idea de que el arte puede darle sentido a la existencia humana.
En los Sonetos a Orfeo Rilke se refiere de manera profunda al rol del poeta y del artista en la sociedad. El poeta no solo transmite belleza, sino que tiene la misión de interpretar y transformar la realidad. Orfeo es capaz de encontrar en lo más profundo de la existencia un sentido que trascienda lo cotidiano.
En definitiva, los Sonetos a Orfeo son una exploración lírica de los misterios de la vida, la muerte, la creación y la transformación, haciendo una meditación filosófica sobre la trascendencia, el poder del arte y la conexión entre lo humano y lo divino, donde lo inalcanzable se convierte en el motor que da sentido al proceso creativo y a la existencia misma.
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Representaciones pictóricas en el siglo XXI.

Orfeo ed Euridice (2019), Francesco Calipari. Acrílico y masilla sobre lienzo.
Ubicación: Gallery of State Opera Stara Zagora, Bulgaria.
Orfeo e Euridice (2012), Vasile Mutu. Témpera sobre lienzo.
Ubicación: Galería de arte Artmajeur, Montpellier, Francia.
Orfeo e Euridice (2002), Margherita Fascione. Óleo sobre lienzo.
Ubicación: Galería de arte Artmajeur, Montpellier, Francia.
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Retrato de una mujer en llamas es una película de Céline Sciamma que está inspirada en la Francia del siglo XVIII. Narra la historia de Marianne, una pintora que recibe el encargo de retratar a Héloïse, retrato que será enviado a su futuro marido como muestra de que esta ha aceptado su propuesta de matrimonio. Sin embargo, tras conocerse, Héloïse y Marianne comienzan a desarrollar sentimientos más profundos entre ellas, lo que las lleva a comenzar una relación al margen de la sociedad francesa. Tras unas semanas, se ven obligadas a terminar con su historia de amor, pues Héloïse está obligada a comprometerse con el hombre que le propuso matrimonio al inicio de la película, y, además, Marianne deberá llevar a cabo la labor para la que la habían contratado, pintar el retrato de boda de Héloïse.
Es en este momento donde podemos ver una similitud entre el mito de Orfeo y Eurídice y la película. El mito nos relata la historia de dos amantes incondicionales que se amaban por encima de cualquier cosa. Sin embargo, tras la muerte de Eurídice, Orfeo intenta remediar la situación descendiendo al inframundo para traer de vuelta a Eurídice. Hades se lo permite, siempre y cuando Orfeo no mire a su amada antes llegar a la superficie. Un instante antes de llegar a la superficie, Orfeo cae en la tentación y se da la vuelta para mirar a su amada, lo que provoca que esta se desvanezca, quedándose para siempre en el inframundo, esperando a que Orfeo desciende para volver a reencontrarse.
Como vemos, en el mito, el futuro de Eurídice depende de la acción de Orfeo, que hace que finalmente quede atrapada en el inframundo. De igual forma, Marianne tiene en sus manos el futuro de su amada, pues es ella quien decide si realizar o no el retrato que sentenciará para siempre la vida de Héloïse. Finalmente, la pintora firma el cuadro, que enviará a su amada a un lugar en el que no quiere estar, de igual modo que Orfeo envió a Eurídice de vuelta al inframundo.
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Orfeo surrealista
El mito de Orfeo y Eurídice también ha sido representado en el séptimo arte. Concretamente, me voy a centrar en la película Orfeo (Jean Cocteau, 1950), que reinterpreta el mito clásico en clave onírica y surrealista.
En la visión clásica del mito, Orfeo baja al inframundo a rescatar a Eurídice, su esposa. Cocteau adapta esta historia desde una perspectiva más simbólica y psicológica. En la película, Orfeo no solo va al inframundo para rescatar a Eurídice de la muerte, sino que también establece una relación con la propia muerte, quien aparece personificada como una especie de princesa y que actúa como mediadora entre el mundo de los vivos y el más allá.
La influencia del movimiento surrealista se aprecia a lo largo de toda la película, aunque es especialmente visible en los momentos en los que Orfeo se obsesiona con los misteriosos mensajes emitidos por una radio. Estos mensajes pueden ser entendidos como la representación de la voz del inconsciente, que es uno de los elementos claves del surrealismo.
En conclusión, Orfeo de Cocteau es una película que, tomando como referencia el mito clásico de Orfeo y Eurídice, trasciende el relato griego original y lo trae a la actualidad, ofreciendo además una nueva reflexión acerca del arte, la muerte y la existencia humana.
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Distintas funciones de la Ópera de Orfeo ed Euridice - Gluck
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Orfeo Ed Euridice - Gluck
¿Sabías que el mito de Orfeo y Euridice se representó en la ópera?
La obra de Christopher Wilibald Gluck volvió al Teatro Real el año pasado en Madrid. Es una de las pocas obras teatrales que han prosperado entre el público y que ha trascendido a lo largo de los siglos.
Se representó por primera vez en el siglo XVIII en Viena, concretamente en el año 1762. En el siglo XIX, varios músicos importantes formaron parte de su representación: destacan la contralto Pauline Viardot, la cual fue la primera Fidés en El Profeta; y el tenor Adolphe Nourrit, el primer Eléazar de La judía.
Orfeo se alejaba de la convencionalidad en la ópera de la época. El dramatismo y la complejidad del lenguaje musical estaba presente, lo cual hacía que destacase entre el resto de óperas. Todo esto influyó en músicos súper reconocidos como Mozart .
También es conveniente resaltar la importancia de René Jacobs. El músico belga ayudó a la comprensión de la ópera clásica y barroca.

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“Accarezzami musica scorri su di me come acqua d’argilla, scorri sulla mia bianca pietà: io sono innamorata di un aedo, sono innamorata del cosmo tutto, sono piena d’amore sono l’ape regina col ventre gonfio dei due golfi perfetti, dolcissimo chiaro preludio a una polluzione d’amore. L’uomo scorre sulle mie bianche viscere Non s’innamora mai Perch�� sono accademia di poesia.”
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