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Las estrellas pasan por arriba nuestro.

“Sólo quiero ver a mis amigos bien, juntarnos una noche de verano y charlar mientras las estrellas pasan por arriba nuestro, comer y tomar algo mientras las sonrisas van de acá para allá, anécdotas de años anteriores que parecen que fueron un segundo atrás. No necesito más que esto para poder sonreír, no quiero nada más que a ellos para poder ser feliz.”

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Revertir el hechizo.

Y acá sigo por que hoy no aguanté más nada. Y no quiero aguantar más nada nunca más. No quiero aguantar tu violencia machista, ni quiero que otras la aguanten. Por ahí vos que sos hombre no lo sepas, seguramente no tengas ni idea, seguramente si una mujer te abre su alma y te cuenta con detalles todo lo que vivimos día a día hasta te sorprendas. Te voy a contar un poquito. Violencia no es sólo que nos maten por creerse dueños de nosotras. Violencia es no poder salir a la calle sin que un tipo te grite algo, no importa cuantas cuadras camines, no importa si conoces de memoria el barrio, no safas del albañil que te grita guarangadas sin piedad aunque ni lo mires, no safas del viejo que podría ser tu padre y te dice cosas sobre tu cuerpo, no safas siquiera del niño de 12 años que te grita cosas peores que los mayores y ni saben como es el cuerpo de una mujer. Violencia es que no podamos viajar solas de mochileras porque “sos mujer, te va a pasar algo”. Violencia es no poder caminar sola de noche sin tener miedo a que te secuestren, te violen, te maten, te digan cosas innecesarias. Violencia es que un flaco se crea que porque te fuiste con él vas a querer garchar y te insista aunque le dejaste claro que no querías. Violencia es que tus amigxs te pidan que les avises cuando llegues a tu casa porque por como están las cosas capaz que no llegas. Violencia es que te toquen el culo en el boliche, en la calle, en cualquier lado con total impunidad. Violencia es que nos dejen pasar gratis al boliche, porque aunque ustedes lo vean como algo bueno, el único fin de eso es que vos, machito, salgas ahí donde esta lleno de minas para encarartelas, porque a un boliche lleno de machos seguramente no irías. Violencia es que me trates de puta y me denigres por el simple hecho de que me gusta coger igual que a vos y no me lo reprimo. Violencia es morirte de miedo cuando te subís a un remis porque no sabes si vas a llegar a tu casa. Violencia es que para que te rescates cuando le pasa algo a una piba desconocida tengas que decir “uh, podría haber sido mi hermana, mi mama, una amiga”, NO, somos personas, o entonces, ¿si no es tu círculo no te importa?. Violencia es que tu novio te amenace con suicidarse si no volvés con él. Violencia es que un pibe haya intentado violarte mientras sus amigos miraban en un viaje de egresados porque “es Bariloche, ya fué”. Violencia es que la persona a cargo te diga “y bueno, bancatela, este viaje es así”. Violencia es que tu novio te amenace con que si lo dejás va a publicar ciertas fotos, y si no lo dejas igual seguro se las manda a sus amigos. Violencia es que te pegue, sin dudas, pero también que te agarre del brazo, de la pierna, de donde sea, y no te deje ir. Violencia es que caiga a tu casa cuando están peleados aunque le dijiste que no querías hablar, que no era el momento, que no querías. Violencia es que te haga la cabeza con que él es buenito e hizo todas las cosas bien y la forra sos vos que estás mal de la cabeza. Violencia es que si otro me manda un mensaje yo tenga que bardearlo y decirle básicamente que tengo dueño, pero si le mandan a él no importa. Violencia es que te censuren los pezones, cuando vos, macho, tenés mas tetas que yo. Violencia es “si andas así vestida como vas a esperar que no te violen”. Violencia es que la sociedad me mande a depilarme mientras vos podes andar libre con tus pelos asquerosos sin que te digan nada. Violencia es que me tenga que mantener flaca como los íconos que me muestran en las revistas y la tele, porque al final parezco ser un producto y si estoy gordita nadie me va a querer. Violencia es que eduques a tus hijas como princesas sumisas y benevolentes mientras a tus hijos no les permitís llorar porque sino “sos un maricón”. Violencia es que hagamos el mismo trabajo que vos y ganemos menos. Violencia es que te tengas que bancar tener un hijo que no querés porque no sos dueña de tu cuerpo, y si lo abortas en Argentina seguro te morís. Violencia es que te traten de feminazi por defender tus derechos, como si Hitler tuviese algo que ver con nosotras (en realidad, el nazi sos vos, machito). Violencia es que tuvimos el derecho a voto recién en 1952 porque según ustedes no teníamos la capacidad de decisión. Violencia es que andes por la vida diciendo que machismo y feminismo es lo mismo, porque estás hablando sin saber, repartiendo tus ideas ignorantes mientras nosotras nos morimos por buscar lo que nos merecemos, y así todos repiten cosas sin saber, y no avanzamos más. 

Yo no puedo dar cátedra de nada, soy feminista, sí, pero es un camino largo, todavía me falta. No tengo en mi vínculo cercano ningún feminista como yo, es dificíl aprender todo sola, des-construirme sola, sin alguien que me haga ver las cosas todavía un poco más allá. Soy yo sola marcandole a mi círculo que ese comentario que dijiste está mal, que las cosas no son así, que el machismo mata y no podemos ser cómplices. 

Violencia es, también, que vos siendo mujer no te califiques como feminista viviendo todo lo que vivís, como si feminista fuera una mala palabra. “El opresor no sería tan fuerte si no tuviese cómplices entre los propios oprimidos”, dijo Simone de Beauvoir, una de las primeras feministas sin escrúpulos. Violencia es que vos hables de esa otra mujer que es igual a vos, defenestrarla por la foto que publicó, por la cantidad de pibes con los que estuvo, por la ropa que se puso, porque le cabe el sexo múltiple, el pluriamor, porque mirá como baila, mirá cómo muestra el culo, mirá como muestra las tetas, mirá como provoca. Violencia somos todxs nosotrxs, porque nacimos en una cultura machista...

Pero vos, ¿Querés seguir perteneciendo a esta casta del horror?

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Iluminan tus pecas, son como miles de estrellas.

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De qué hablamos cuando hablamos de amor.

De desamor diría yo. El amor está en el aire, es cierto. ¿Quién no habla de amor? Si lo escuchamos en todas las canciones, lo vemos en miles de películas, hasta hay gente que se lo tatúa, (podes creer). Yo tuve siempre una duda, ¿Alguna vez amé en serio a alguien? Mirá que he conocido gente, eh. Pero no le sé dar respuesta a eso que todos los demás parece que lo tienen claro. Obvio que amor he sentido, siempre. A la familia no tengo obligación de amarla aunque muchos creen que por compartir sangre les debes amor, pero en mi caso sí, puedo decir que siento amor por un padre que no deja pasar un simple día sin decirme “te amo”, o “mi amor”, o comiéndome a besos (si pudiera, por que yo soy medio pariente de Frozen y mucho no lo dejo), por una madre medio seca pero total pendiente de mí, por un hermano que me hizo bullyng toda su existencia como cualquier hermano pero que hoy me deja a su hijo en mis brazos como si yo fuese el ser más confiable del mundo. Por supuesto que me muero de amor también por mis amigxs, pero por los de verdad, los que no son caretas, los que no se olvidan de vos, los que no cambian los momentos de risa y joda por enchongarse con alguien que después seguro les va a romper el corazón. Por que sí, no soy ortiva, a todxs alguna o algunas veces nos han roto el corazón. Y ni hablar de los corazones rotos que rompimos nosotros mismxs. No es de mala leche, rompemos corazones por que ni nos sabemos amar a nosotros mismos, así que imagínate. Pero al final, si lo pienso, si estuve enamorada. No de la forma correcta (¿Hay una forma correcta?) Pero animate a decirme que vos sí sin ninguna duda, eh, dale. “Sólo porque alguien no te ame como tú quieres, no significa que no te ame con todo su ser.” dijo Julio. Lo comparto. Nadie te va a amar específicamente como vos querés, porque el otro tiene otras complicaciones, otras maneras de ver, le da importancia a otras cosas, y con todo eso amar “correctamente” es más dificíl que la mierda. Pero yo sí te amé, a mi forma, como pude, con todos mis problemitas en la cabeza que nunca te pude contar. A vos y a todos, por que en definitiva cómo vas a amar a una sola persona siendo todos tan distintos. A todos los aprecias por algo diferente. Lo que sentí por vos no lo voy a sentir nunca por nadie más porque la próxima persona que conozca va a ser distinta a vos y me va a hacer sentir algo diferente. Y a vos nadie te va a hacer sentir lo que sentiste por mi (tomalo como quieras). 

Y así esa cosa que llaman amor va y va. Todos en fin amamos mal; pero igual amamos, no? Amamos como podemos. Y todos hablamos de amor como si fuésemos los dueños de la verdad y la tengamos re clara, y seguro el que esta siendo correcto soy yo y no el otro... Pero no, amigxs. 

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Dejando salir el alma.

Hoy fue un día particular (si lo pensás, todos los días lo son un poquito). Tenía muchas ganas de escribir cosas. Escribir. Siempre me gustó leer, la única en mi familia que se le dió esa afición no se bien por qué. Pero escribir... eso se les da a pocos. Pero en fin, no escribo para nadie, sólo para mi, por que como me dijo una persona que quiero mucho una vez: no sé decir las cosas que me pasan, no me sale, por dentro me explotan cosas que no encuentran como salir. Así que acá estoy, en esta red, por que ya estoy grande para los diarios íntimos.

Hoy fue un día particular, como vienen siendo últimamente para mí, por que cada día que pasa me vuelvo un poco más feminista. Soy la más cambiante del mundo, puedo estar de acuerdo con una cosa y si me volvés a preguntar al ratito seguramente se me hayan dado vuelta los pensamientos. Creo que es sano, no me encierro en una opinión, escucho todas (se me da bien lo de escuchar) y de todas (o casi todas) saco algo correcto, después de todo, Borges lo dijo: “Feliz el que no insiste en tener razón, porque nadie la tiene o todos la tienen”. Todo esto viene a cuento de que si me preguntas por mi posición política no se bien a donde pertenezco (sí se bien a donde no), lo mismo con la religión (aunque la Iglesia podría prenderse fuego), pero lo que SÍ tengo claro, es que soy feminista. Bastante empedernida. No se bien en qué momento eso se me dió, creo que lo lleve adentro siempre y con el paso del tiempo y las circunstancias fue aflorando. Por suerte. Me está salvando saber que estoy del lado correcto al menos en una cosa en esta vida. Por que éste es el lado correcto, no hay dudas (En esto soy feliz teniendo la razón, Jorge Luis).