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“LOOKING FOR THE ORIGIN.” /WITH @celaenainteractions

​[ NUEVA YORK – 04 DE AGOSTO DE 2021 ]

Las últimas semanas habían estado llenas de trabajo por Nueva York y aunque aquel detalle no era una novedad, el tener poco personal había provocado que la fatiga entre los cazadores fuera enorme, incluso con el uso de las runas que alargaban un poco más las horas de jornada de trabajo contra los demonios que parecían salir de un agujero completamente abierto desde el infierno. Había dejado de contar las veces que habían salido durante el par de días porque los casos y llamadas se habían multiplicado demasiado en las últimas horas.

Isabelle se había tomado un tiempo para recuperar energía y darse una buena ducha, el icor de demonio era realmente asqueroso y necesitaba quitarse los restos que habían quedado en su cabello. Aquella tarea le había tomado un buen rato pero se sentía orgullosa que sus cabellos estuvieran sedosos nuevamente. Fue hasta la cocina en la cuál todos compartían y sirvió tres vasos grandes de café; Jace se encontraba frente a la gran pantalla evaluando las direcciones de los últimos casos para encontrar un punto en común y Clary estaba limpiando sus dos armas favoritas que así como su cabello, estaban pegados en el filoso cuchillo.

— Tomen esto antes que nos vuelvan a llamar — Le dejó a su hermano una taza sobre el escritorio y luego se acercó a Clary para hacer lo mismo sobre el gran mesón dónde reposaba los líquidos de limpieza junto a las armas usadas. Izzie nunca se deshacía de su látigo y yacía en su cómoda muñeca, perfectamente pulida.

El sonido de su celular sonó, avisando de la llegada de un mensaje y bebiendo un poco de su café revisó a que se debía. Por la hora debía ser importante, era de madrugada y la gente que no estaba metida en esa clase de cosas estaba durmiendo. — He recibido noticias del brujo de Brooklyn — Soltó acercándose a una de las pantallas para apuntar en la sección de Lineas Ley que tenían allí bien añadido a su tecnología junto con la ciudad sobre ésta. 

— Mira Clary, los lugares que han sido atacados hoy justo están en las zonas dónde hay gran convergencia de energía. — Le decía recibiendo varias notificaciones de cuerpos llegando al Centro.

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“𝐀𝐍𝐈𝐌𝐀𝐆𝐎𝐒 𝐈𝐈.”

/WITH @celaenainteractions

Sin que notara demasiado el tiempo los tres años Ayleén había sobrevivido a un montón de experiencias nuevas que le llevaron a sentirse otra persona. A pesar que su personalidad seguía siendo un poco más introvertida y no tan abierta como lo eran muchos de Gryffindor, pudo hacerse un espacio entre las mejores cada fin de año. No solo por su capacidad de aprenderse todo de memoria como un libro mágico sino porque demostró su valentía en muchos aspectos de desafíos que tuvieron a lo largo de los meses. Sus amistades reales fueron mínimas pero la cordialidad era con la mayoría de las casas, salvo con algunos Slytherin que no le agradaba sus orígenes.

Ayleén siempre le tuvo mucho respeto a muchas clases de segundo y tercer año, pero una cosa era muy diferente cuando entró por primera vez a la clase de Transformaciones. Era algo que sus mismos compañeros hablaban y que siempre mantuvo atención de todo lo que decían. No solo era habilidad y práctica sino que debían trabajar su paciencia sobre todas las cosas. No tenía un punto de imitación más allá de sus compañeros más avanzados porque su familia era muggle, pero eso no le limitó para demostrar que merecía un lugar en el colegio como cualquier otro de sangre pura.

Se pasaba la mayor parte del tiempo en la biblioteca después de cenar, de esa manera actualizaba las clases del día y los trabajos de los días siguientes. Siempre planificadora y al día con todos sus deberes. La mayor parte del tiempo estaba sola, no era algo que le incomodaba porque muchas veces el estar rodeado de personas perdía el hilo de lo que estaba leyendo y más cuando le preguntaban cosas donde amablemente respondía para no dejarles con la duda. ¿Avanzaba? No, pero eso le ganaba puntos con sus compañeros.

A esa hora de la noche sintió unos pasos acercándose hacia ella, Ayleén levantó la cabeza y sus ojos claros reconocieron a Liv. Se sorprendió un poco porque su personalidad y astucia tenía bastantes precedentes, pero se mantuvo tranquila para no hacer notorio aquello. No le gustaba dar malas impresiones a nadie y menos con quién podría decirle algo acerca de tener padres muggles.

— Hola... Liv, ¿Cómo estás? ¿Necesitas algo?

Su pregunta no fue ataque ni nada pasivo, al contrario, podía notar en su rostro que tenía alguna duda de algo y no quería dejarla a medias o forzarla a esperar que se le ocurriese cualquier excusa para preguntar. Era algo que lo veía casi todos los días cuando tenían trabajos atrasados.

— ¿Porque no te sientas? Podemos compartir el espacio. A veces se siente enorme y muy vacío la biblioteca. Es muy solitario

Le sonrió. Vió que llevaba un libro de Transformaciones y sus ojos brillaron  por la coincidencia.

— También estoy estudiando Transformaciones, ¿Quieres estudiar conmigo? — preguntó luego de escucharla.