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Margot Robbie By Matthias Vriens-McGrath

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robivxc.

“Tengo que leer esto para el lunes,” señaló el libro, frunciendo sus labios en una mueca de disgusto pues estaba seguro que ella tenía razón y el día era estupendo para disfrutar en la playa. “Por favor hazlo,” aprobó riendo un poco, “amo el arte, pero llevo leyendo esto tres días y… ugh”

     “Léelo el domingo en la noche y termínalo el lunes en la mañana.” sonrió ladeando su cabeza. Oh, sus días escolares, comprendía el estrés que causa estudiar pero también logró tener sus desventajas para obtener lo que buscaba. En esos momentos, era donde finalmente podía vivir en el momento y no preocuparse en el futuro ya que lo estaba viviendo. “Tú lo pediste.” río antes de tomar su mano y llevarlo hacia afuera de la cabaña, frente a la playa. “De eso te pierdes.”

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pandoxra.

    “Esa… No es una mala idea.” ¿Cómo no lo pensó antes? La traviesa chiquilla saboreó sus labios y miró a su vecino con una chispa venenosa cubriendo sus ojos. Minutos después, el par de calzoncillos voló hasta la costa y se perdió entre una ola. El hombre no se mostró muy contento y farfulló un par de amenazas, unas que Pandora ignoró gustosamente mientras lo veía correr cual desquiciado hasta el mar.

         Alzó una ceja hacia la menor, soltó una carcajada al verle obedecerle. El vecino enfadado fulminó con su mirada a Emilia antes de irse por su ropa interior que se encontraba en el mar. “Oops, ¿lo dije o lo pensé?” se dijo a sí misma mientras en cierta parte felicitaba a Pandora con la mirada. La menor era todo lo contrario a ella cuando era joven, ahora terminó siendo lo contrario, será interesante ver a la ojiverde en unos años.

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harleyys.

“No, no pienso entrar más, de verdad” le dijo a la persona que insistía en que le hiciera compañía, pero la rubia no era muy fan del agua salada, prefería las piscinas. “tendrás que meterme por la fuerza y déjame decirte que eso no será fácil”

   “¡A-BU-RRI-DA!” le gritó con cierta diversión mirándole mientras nadaba. Se quedó unos segundos mirándole esperando conseguir alguna forma de lograr convencerle. “No le voy a obligar nada, es sólo que no puedo encontrar el top de mi traje de baño..” comentó en un suspiro, quizás de esa manera tendría cierta inclinación en la decisión de la rubia.

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dicderik.

                              ❝ no me digas que te da miedo un poco de arena en el trasero. ❞ comentó tratando de eliminar el agua salada de su rostro, queriendo convencer a aquella persona que le acompañara a la orilla de la playa. ❝ pero si eso es parte de la experiencia completa, vamos. ❞ bufó.

                 ❝ no, no, no, baby, puedo ver tu lindo traserito desde aquí, así que estoy bien.. ❞ respondió negando con su cabeza varias veces. aunque se encontraba en traje de baño que demostraba su tonificado cuerpo, no tenía intención de meterse al agua a menos que le hayan obligado o sea necesario. ❝ tendrás que arrastrarme al agua si quieres que tenga la experiencia completa. ❞ remarcó las últimas palabras refiriéndose a lo anteriormente dicho.

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pandoxra.

“Ah, pero que bonita ropa interior, ¿la quieres de regreso?” Pandora había indagado, con fines más humorísticos que maliciosos, entre las pertenencias de uno de sus vecinos y decidió tomar nada más ni nada menos que un bonito par de calzones. Ahora corría por el exterior de la cabaña izándola como bandera, gritando, además: “¡Ven por ella!”

     Se había encargado de estacionar su auto para que fuera mejor el espacio usado en la zona de su cabaña. Escuchó una risa conocida que causó una sonrisa en ella. Miró a la menor que parecía estar molestando al mismo tiempo que jugaba con otro vecino. Empezó a caminar en dirección a la entrada, acercándose a la rubia. “Deberías tirarla en el agua, así tendrá que nadar por ellas.” guiñó con diversión.

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robivxc.

“Espera un segundo…” ordenó, sin molestarse en levantar la vista del libro de texto en sus manos. La idea de sonar un poco mal educado no le cruzo la mente, pues el ensayo sobre la historia del arte del siglo diecinueve que tenía como tarea le era más importante. “Ahora si, ¿que decías?” preguntó un par de minutos después, finalmente dirigiendo su mirada hacia la persona.

     Alzó su ceja algo sorprendida al ver cómo el menor le ordenó con completa calma, haciéndose algo notorio que no conocía del todo a la rubia. Su mirada fue hacia el techo buscando entretenerse hasta que el castaño se dignara a dirigirle la palabra. “Te iba a decir que ¿por qué no estás afuera? Es un día estupendo y si no sales, te arrastraré.” sonrió.

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theprixstine.

– Yo no puedo quedarme demasiado en el mismo lugar, comienzo a aburrirme y termino marchándome sin avisarle a nadie. – se encogió de hombros, eso lo sabía porque en esos tres años ya lo había hecho dos veces y dudaba poder permanecer tanto tiempo en ese edificio. Su madre siempre decía que siempre fue muy inquieto, pero después del accidente todo había cambiado y ahora ya no quedaba demasiado de aquella persona que solía ser. Observó a la rubia con curiosidad, había algo en su rostro que le hacía despertar algo en él aunque no había recuerdos que coincidieran ni ningún nombre que  le pareciese similar al que ella había usado para presentarse; pero debía admitir que quería saber porque le parecía conocida sin que hubiese nada ahí. Sus padres no le habían hablado de nadie, de ninguna chica en su vida cuando fue el accidente ahí que no podía recurrir a ellos para saber. – Si, me enteré de la fiesta. – aseguró, bajando la mirada. – Lamento que se haya arruinado. – murmuró, frunciendo el ceño con delicadeza. La siguió hasta su apartamento, pero no se atrevió a mencionar lo raro que era que viviesen tan cerca y que no sabían nada el uno del otro. – No realmente, me basta con que sea algo caliente. – admitió, decepcionado de si mismo. 

         “Interesante..” murmuró bajo su aliento ya que recordaba los momentos en los que pasaron viajando de lugar a otro. Sintió la mirada del masculino sobre ella pero la ignoró, no era la primera vez que se le quedaban mirando de esa forma. Se recogió su cabello con rapidez que no le molestase al momento de empezar a cocinar, “No importa, karma es una perra.” guiñó mientras seguía sacando un recipiente para hacer sopa ya que eso fue lo primero que se le ocurrió a la petición obtenida. No con muchos se comportaba de esa manera, había algo diferente en él que quería ocultar por más tiempo posible. Pero los recuerdos no eran de ninguna ayuda. “Y.. Vincent.. ¿a qué te dedicas?” preguntó con intención de lograr seguir la conversación que poco a poco parecía acabarse ya que había esa extraña tensión entre sí, no dejaba que su se comportara como lo hacía usualmente.

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pandoxra.

          “Dame cinco minutos para vestirme.” No hicieron falta más explicaciones de parte de Emilia. La menor partió a zancadas a su cuarto y tomó las prendas que creyó, serían las más adecuadas para su noche: Un top negro, unos shorts del mismo color, convers muy cómodas y unos guantes sin dedos. Luego secó un poco su cabello y lo ató en una cola de caballo. Así, normalmente, vestía cuando partía a ‘trabajar’ dentro del mismo edificio. Considerándose más que lista, Pandora abandonó su cuarto y regresó a la sala, encontrándose nuevamente con la mujer. “¿Tenemos algún plan de ataque? ¿A dónde tenemos que ir exactamente? Cuéntamelo todo con lujo y detalles,” pidió mientras se acomodaba en uno de los sofás contiguos, la adrenalina ya picándole en todo el cuerpo.

        “Okeydokey..” asintió al verla ir rápidamente a donde sería su cuarto, sacó su teléfono de su costado para ponerse a contestar algunos mensajes, además de enviar unos para asegurarse que todo fuera como planeado. Sus ojos azulinos estaban pegados a la pantalla hasta después de unos minutos que la rubia contraria llegó. Guardó su teléfono donde se encontraba anteriormente para después tomar su bate de béisbol decorado y subió su mirada hacia la menor antes de sonreírle por la emoción notoria de la chica. “Sip, se llama destruye o toma lo que quieras.” contestó moviendo sus cejas antes de caminar hacia la ventana donde había entrado. Para muchos era más difícil, pero era lo contrario para la fémina, además que lograban pasar un poco más desapercibidas que si bajaran por el pasillo. “Iremos a un club que está al otro lado de la ciudad, que ha estado recolectando fama por robar ideas y mejorarlas.. así que.. debemos terminarlo.” Muchas veces tenía que tomar asuntos con sus propias manos, sumando el hecho que necesitaba causar desorden por que así era su naturaleza.  

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theprixstine.

La mención de esa fecha lo hizo sentirse ligeramente nervioso, hacía un poco más de tres años que su vida había cambiado por completo. Los médicos decían que no estaban seguros de que era lo que había pasado, pero según los informes de la policía decían que había estado conduciendo su moto a toda velocidad y que había perdido el control en una curva. Todo había pasado en un instante, seis segundos que había dejado de prestar atención a la carretera y ahora estaba ahí sin saber que había hecho desde los dieciocho hasta los veintitrés. Su madre había mencionado la universidad, estudios de idiomas y muchos viajes fuera del país que ya no eran más que un sueño etéreo al que no tenía acceso. Su padre, por otro lado había dicho que aquella era la oportunidad que todos merecían de comenzar de nuevo y tuvo que aceptarlo, no podía decir nada más porque tampoco tenía nada más. Llevaba tres años odiándose a si mismo porque ese no era él, algunas veces que no recordaba a donde debía ir o que era lo que tenía que hacer comenzaba a enfurecer y tenía unas ganas enormes de mandar todo al diablo. Suspiró, dejando atrás esos pensamientos un segundo después. – Llevas bastante por aquí. – indicó, dudaba que el pudiese quedarse tanto tiempo en ese lugar. – No es tan raro, no soy la persona más sociable del mundo y tiendo a quedarme trabajando en mi apartamento. – mencionó, encogiéndose de hombros. – Aunque estoy intentando integrarme, aunque los eventos recientes no lo hacen más fácil. 

       Asintió, “Quizás mucho para mi gusto..” encogió de hombros. No le molestaba el hecho que viviera ahí aún, si no en el que a veces tendía aburrirse demasiado y era realmente peligroso. Su mente pasó como película los momentos en lo que había pasado con el contrario, que ahora parecían un sueño lleno de fantasía por la forma en la que actualmente era. Aún así, había algo que hacía que se mantuviera en ese lugar, no sabía si eran sus vecinos o el no tener alguien con quién decidirse ir. El estado de salud de la rubia tampoco era el mejor para decidir haciendo sus travesuras como era usual, necesitaba alguien que pudiera tener el control a su lado. Tal como eran hace unos cuantos años. Soltó una pequeña risa, “Hice una fiesta para aliviar un poco el ambiente y terminó empeorándolo...” comentó rodando sus ojos, teniendo el gran rencor dentro de ella. Era peligroso meterse con ella de esa forma. Mientras no supiera de quién se trataba, la rubia tampoco podía hacer mucho. Sonó el elevador indicando que ya habían llegado, asintió para salir e ir en camino a la puerta de su departamento. Sacó sus llaves para después abrirla y darle el paso, “¿Algunas sugerencias para la comida?” alzó sus cejas con diversión mientras una sonrisa también adornaba su rostro.

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pandoxra.

      Después de haberse tomado una ducha, Pandora planificó su noche a grandes rasgos: Comida chatarra y una película de terror para hacer de su velada una más llevadera, al menos hasta caer dormida. Lo que no se esperó, sin embargo, fue toparse con aquella mujer que se ganaba cada gramo de su admiración ahí, tirada en su sofá con unas pintas que le dejaron boquiabierta. No había tomado su anuncio en serio, pero ciertamente se arrepintió de haberlo hecho porque no lucía ni un cuarto de magnífica que ella, encontrándose con el cabello húmedo y vestida con su pijama de osos. “¿Emilia?” Arrugó su frente y rascó el puente de su nariz con un dedo. “Bueno, creí que bromeabas, pero—anda, ¿a qué vamos a jugar exactamente?” Por primera vez en esos cinco minutos, se atrevió a torcer una juguetona sonrisa, esa tan propia de ella.

           Las comisuras de sus labios se elevaron un poco al ver la reacción de la rubia, que a decir verdad, no esperaba menos. Causó ternura la forma en la que se encontraba, con sus pijamas y cabello remojado, lista para dormir. Probablemente haría lo mismo si no trabajara mucho por las noches. Ser una psicópata por la noche pero toda una dama por el día era mejor de ambos mundos. Ahora sonrió de oreja a oreja al escuchar su nombre, siendo aquél gesto una afirmación sobre quién se trataba. “Hay un viejo malo que planea hacerle competencia a mi banda y necesita una lección además de nosotras obtener la diversión merecida.” La sonrisa juguetona de la menor fue la forma de demostrarle que estaban juntas en aquella misión del mal. A veces era difícil saber quién estaba peor, aunque quizás terminaría siendo la mayor, podría ser una de las razones que Pandora tiene admiración por ella. Mientras ella está enferma, pero gracias a ese rostro e inteligencia logra ocultarlo. 

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      La chica tenía gran flexibilidad y agilidad, dándole facilidad al querer entrar a algún lugar sin causar tanto ruido o simplemente entrar desapercibidamente. Aunque lo que traía puesto era técnicamente su uniforme de trabajo, podría llegar a hacer algún sonido por sus pequeños tacones o accesorios. Entró con cuidado para después sentarse sobre el sillón que le pertenecía a su rubia favorita. Lo que quizás no sabría la menor sería: el hecho que uno de los defectos que tenía la ojiazul sería algo demasiado serio pero con el dinero suficiente para ocultarlo. Muchos llegarían a llamarle psicópata, otros jefa. Esperando a que saliera de donde se encontrara para verla en su sillón, decidió acomodar su cabello hasta ver la figura ajena. “Hello, pretty.. escuché por ahí que estás dispuesta a ir a jugar conmigo.” sonrió como si estuvieran hablando de algo tan común y normal, o por lo menos, entre ellas. 

( @pandoxra ) 

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theprixstine.

No entendía porque, pero había algo en ella que le hacía sentir curiosidad; por un momento contemplo la posibilidad de que ella fuera parte de esa mancha de recuerdos en su cabeza, pero pronto la idea fue descartada porque era imposible. No tenía ningún tipo de conexión con ese edificio o con lo que hubiese pasado con él, al menos nadie se lo había dicho antes. – Nunca lo dudé, las caras bonitas están llenas de sorpresas. – era cierto y, por más egocéntrico que sonará, él era una de esas caras bonitas llenas de secretos que nadie contemplaba a primera vista. Se montó al elevador, recargándose en la parte trasera de este y se preguntó porque usaba ese tono tan particular cuando decía su nombre. – Un poco más de un año, ¿Y tú?– levantó las cejas, mirando a la chica. 

     Le era demasiado raro, no ver el chico valiente lleno de control y poder a su lado. Veía a una persona completamente diferente, tanto que no podía creerlo. Mentiría si dijera que ella tampoco tenía ningún tipo de recuerdo entre ellos, fueron uno de los mejores momentos de su vida ya que había llegado a pensar que había encontrado el amor verdadero, pero desapareció igual que los recuerdos del masculino. Una sonrisa divertida apareció en su rostro ya que le agradaba la forma en la que aún así, se soltara un poco a su alrededor. Recargó su espalda cerca de donde se encontraba él, su mirada mirando la pequeña pantalla que mostraba el número del piso por el que pasaban. Haciendo lo que pudiese por no quedarse mirando las facciones ajenas, ya que parecería más rara de lo extraño que se sentía la situación. “Mmm... unos tres años.. por ahí..” contestó. “Sigo desconcertada por el hecho de no habernos encontrado antes al vivir tan cerca..” 

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                   I’M FUCKED UP, I’M BLACK AND BLUE.      

                                                          I GOT SECRETS THAT NOBODY KNOWS.

                  ( CHEMICAL BATH about EMILIA GALVANI. )

                                                                                          LISTEN

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thequincx.

“Que bien me asienta todo esto. Callada, y sin poder verme ¿Podría ser mejor acaso? Esto debe de ser algo así cómo navidad” manifestó, tomando asiento frente a la rubia, para poder observarla mejor, con una sonrisa llena de satisfacción. “Sí es con estos beneficios, vale la pena morir”

    Bajó su mentón con una expresión molesta por lo que escuchó de la menor. Ahora mismo quizás la destruiría emocionalmente pero tenía suerte que no podía decir nada. Tomó su pizarrón y escribió ‘Te puedo ver y escuchar, estúpida’ para después mostrárselo. 

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thequincx.

Que la rubia termine posesionando su boca, no era su principal intención. Sin embargo, no se negó a ceder a aquel tenue juego labial, y sin pensarlo; enredó sus dígitos en la sedosa cabellera rubia. “¿Qué sucede contigo? no hay forma de que me niegue a esto” masculló entre sus labios.

         Siguió con el beso con la misma intensidad del principio, sentir los dedos de la contraria en su cabello era algo realmente agradable. Al separarse, abrió sus ojos llevando su atención a ella. Suspiró sacando un pequeño pizarrón para escribir ‘No puedo hablar y te ves sexy.’ para después mostrárselo, con un leve mueca en su rostro. Borrándolo después de que fuera leído.

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thequincx.

“Ahora que no puedes escucharme, puedo decirte que siempre pensé que eras un grano en el culo” musitó la castaña, con la creencia de ser invisible frente a los orbes ajenos.

       No podía hablar, eso era lo suficientemente aterrador. Ahora que se encontraba frustrada con aquello, logró ver una figura de una de sus vecinas pero no se veía con contraste, era igual que un fantasma pero eso no podía ser. Frunció el ceño mirándole sin decir nada, a lo mejor su mirada decía más que mil palabras.