Arrriesgate sin importa lo que diga o como reaccione la otra persona :D
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Y entonces me encontré aquí mi 48 completamente pero que dejando un audio donde decía con toda naturalidad mi amor inmediatamente lo borré porque no podía creer que me haya salido esas palabras de mi boca ni siquiera llevamos meses de hecho ni uno ya salió eso de mí qué extraño bonito pero muy entiendo Pero me gusta este hombre de verdad me gustó
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Realmente me siento un poco cansada porque afortunada y tal vez desafortunadamente han pasado muchas cosas en mi vida últimamente Y eso ha hecho de que haya un cambio mi comportamiento tú incluso está en mi personalidad por así decirlo Y ese es un tema un poco tedioso a tratar Y a quién ha sido lo suficientemente franca conmigo y a pesar de que me haya tomado un tiempo por así decirlo realmente no lo hago ya que eso pues demuestra que sí quiero cambiar pero más no me tomo el tiempo de hacerlo correctamente y bueno lo que pasa es de que pasan muchas cosas hay muchos cambios que se han venido a mi vida y no he tenido la fortuna de poder cambiar para bien o tan siquiera pensar si es para bien o para mal a simple distancia parece ser que si fuera todo bonito bueno porque realmente así lo parece ya pero después ya te das cuenta que evidentemente pues no es así me siento tan cargada tal vez con el trabajo con tantas emociones no expresadas que me da cosita también no está administrando bien mi dinero el hecho de que ahora también no me estén pagando son muchas cosas que se suman a la situación y eso es definitivamente un poco cargado empezando por mi trabajo
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Creo que es él. Y ahora viene el porqué.
Porque le gusta desvelarse y hemos pasado noches hablando hasta las tres de la mañana, sin que el sueño nos gane, sin que el silencio nos incomode.
Porque nuestras músicas se tocan en el aire—Rawayana, Jerry Di—como si ya hubiéramos bailado juntos antes, en otra vida, en otro tiempo.
Porque no me deja dudar. Porque con él no hay espacio para la incertidumbre, solo para la certeza de que lo que siente por mí es real.
Creo que es él porque es artista. Porque entiende lo que hago, porque me apoya sin miedo, porque sus detalles son pequeñas constelaciones que iluminan mi día.
Porque le gusta bailar y en su ritmo encuentro el mío.
Porque hace de lo cotidiano algo extraordinario. Porque cada instante con él es nuevo, aunque ya haya vivido cosas parecidas antes, pero no con él. Con él es distinto. Con él es más.
Creo que es él porque ama a papá.
Porque cuando borré mi frase favorita de la pizarra, al día siguiente me sorprendió con un diseño, con esa misma frase impresa, decorada con pequeñas palomitas de papel, diciéndome: *"Para que la tengas en tu estudio. Sé que borraste la otra."*
Porque es tímido. Porque han pasado muchas cosas en mi casa y aun así sigue aquí.
Porque a mamá y a papá les cae bien, aunque ellos no sepan todavía lo que él siente por mí.
Creo que es él porque tiene un corazón hermoso.
Porque cuando le leí, en videollamada, el texto que escribí sobre la primera vez que lo vi, lloró.
Porque la segunda vez que nos vimos, me trajo chocolate, un llavero de su gatito, y yo, sin planearlo, tenía para él una pulsera y un llavero de llama que traje de Cusco.
Porque el 8 de marzo me envió un arreglo de comida para que lo compartiera con mi mamá, y no solo eso, también me dibujó. Y escribió algo para mí, con su propia letra. Y además le pidió a mi amiga que escribiera unas palabras para mí, y fueron las palabras justas, las que necesitaba.
Creo que es él porque desde que apareció, ya no quiero ver a nadie más.
Porque me escucha, *realmente* me escucha.
Porque es tranquilo, porque no se enoja, porque me aconseja y me acompaña.
Porque cuando le pedí tiempo, me lo dio. Y no solo eso, sino que me dijo que lo llamara cuando lo necesitara, a cualquier hora.
Porque cuando me regaló algo el 8 de marzo del 2025, pidió que me dieran una porción extra de mango, porque sabe que es mi fruta favorita.
Y porque entre más lo conozco, más sigo pensando que es él.
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**Coincidencias**
Tú, tan chiquito y sonriente, aunque en realidad no es tu tamaño lo que miro, sino esa ternura que emanas sin esfuerzo. La primera vez que te vi, mis ojos no se atrevieron a encontrarse con los tuyos. No por desinterés, sino porque la vergüenza me jugaba en contra. Recuerdo que te acercaste, a una cuadra exacta, y desde lejos, con mi vista defectuosa, apenas eras un borrón en el paisaje. Me reí de mí misma, de mi torpeza, de la absurda timidez que me hacía desviarme en palabras con mis amigos, cuando en realidad lo único que quería era mirarte.
Y entonces llegaste. Saludaste como si la distancia nunca hubiera existido. Intenté responderte, pero no sé si lo logré del todo. Hasta que dijimos *vamos a almorzar*. Y fuimos. Nos atendieron con la calma de quien sabe que el tiempo es un invento inútil, y yo no me quejé, porque la demora me regaló minutos para descubrirte, verte entre mis amigos, notar cómo encajabas en la conversación, cómo te desenvolvías. No eras una versión distinta a la de los mensajes, no eras un disfraz. Eras tú, el mismo, y eso me gustó.
Después me llevaste a tu espacio, el que no es solo tuyo, sino también de tu familia, de tu abuelo, de sus manos que levantaron cada rincón de aquel molino. Lo miré todo con la curiosidad de quien quiere atrapar la historia en un instante, en una imagen que no se borre.
Cosmo, tu gato negro, se acurrucó entre mis piernas como si me conociera de siempre. Fue extraño, hermoso. Me sorprendí de la ternura inesperada, de cómo mi mano se movía por su lomo sin pensar en nada más. Y tú, en silencio, capturaste el momento, lo guardaste en una imagen sin que yo lo supiera.
Al final del recorrido, sentí ese nudo extraño en el pecho, ese que no se nombra pero que se entiende. Quería decirte *quiero quedarme un rato más*, pero no lo hice. Solo me quedé con la sensación de una despedida que no quería ser despedida.
Volví con mis amigos, hablando de ti. Todos coincidimos en lo mismo: *es increíble*. Y entre las cosas que me llevé de aquel día estaban la ramita de trigo, la flor de jazmín, su aroma atrapado en las páginas de un poemario escondido en mi cartera. También la riquísima naranja que me regalaste, que comí con gusto, sin saber si me supo más a fruta o a recuerdo.
Y mientras el paisaje se desplegaba en el camino de regreso, un arcoíris apareció en tu tierra. Fue una despedida sin palabras, una promesa sin prometerse. Supe que tal vez nunca volvería de la misma forma, ni con las mismas personas, pero sí con la misma emoción de haber coincidido en un lugar que, por un instante, fue también mío.
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Voy a hacer algo que nunca he hecho por nadie y es que creo que esta vez lo amerita
Que es básicamente escribir lo que me hace sentir esta persona todo lo bueno malo y dudoso y convertirlo en algo que Mario Benedetti diría
Obviamente con inteligencia artificial
Y aquí vale el primer paso o cuando el primer intento para ver qué onda
Tú tú tan chiquito y sonriente o al menos así es como te ven mis ojos y no me refiero a tu altura si no a la ternura que emanas ante mis ojos la primera vez que te vi no podía verte los ojos y es que se me hacía algo difícil porque me moría de vergüenza recuerdo cuando te acercaste a exactamente una cuadra de donde estábamos y solamente te logré ver de lejos totalmente desenfocado por la hermosa vista que tengo y ya tiene hablarle a mis amigos porque no podía contenerte la mirada y llegaste y aún así nos saludaste pero era muy extraño recuerdo no podía hablarte hasta que dijimos vamos a almorzar y fuimos el lugar al que más me han demorado en atenderme definitivamente es ese pero no me quejo me dio tiempo de saber de ti de verte con mis amigos como te desarrollabas si estabas en la misma onda que nosotros o si de repente todo lo que hablábamos por mensaje era simplemente una máscara y no definitivamente no fue así caíste súper bien a todos y eso me encantó me mostraste tu espacio aquí el que no solo es tuyo y que amas sino que también le perteneció a tu familia y sobre todo a tu abuelo quién construye absolutamente toda esa genialidad de aquel molino usualmente nunca me pasa esto pero tu gato negro cosmo se acurruco tan bonito entre mis piernas y yo no lo podía creer ni siquiera sabía qué hacer simplemente quería acariciarlo y acariciarlo una y otra vez fue lo más bello y luego me entero que me tomaste una captura de aquí al bello momento que estaba viviendo cuando terminamos todo el tour realmente como que algo mi corazón tenía ganas de decirte quiero quedarme pero lastimosamente no podía no sé qué hubiese pasado ese día viven solamente mis recuerdos o las distintas posibilidades que habitan en aquellas decisiones que no se tomaron y recuerdo que me fui con mis amigos hablando de que nos habías parecido tú sin duda alguna todos dijimos que eres una persona increíble y con la ramita de trigo y la flor de Jazmín que me regalaste con el fin de oler ese delicioso aroma y que había puesto entre un poemario que tenía en la cartera Shakira naranja que me regalaste la comí toda me gustó estaba muy deliciosa y así mientras seguía viendo el paisaje y apreciando ese bello arcoiris que salió en tu tierra me despedí de ti de tu tierra de aquel bello momento de haberte conocido y llegué a mi tierra anhelando que en algún momento se vuelva a repetir tal vez nunca las mismas personas pero sí con la misma emoción y tranquilidad de coincidir en tu bello lugar seguro
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Quería ser tu día todo y aunque ahora Los relámpagos No dejen de sonar me siento en armonía con ellos porque cada vez que recuerdo o cada vez que suena cada relámpago es como viene el sentimiento hacia mí el recuerdo de no haber sido una elección para ti y me duele
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Yo realmente lo único que quería era aferrarme contigo, abrazarte mucho, decir a los cuatro vientos que ya tengo a alguien. Aunque, he de decirlo, ya estaba utilizando esos términos y ahora me tengo que retractar. Quería compartir mis días contigo, besarte, acariciarte, hacerte detalles genuinos, amarte, abrazarte mucho, compartir contigo muchas cosas. No sé si voy a seguir en tu vida y tú en la mía porque, como te dije, te quiero. Quiero que estés en mi vida, no me imagino mi vida sin ti, y para mí eso es mucho. Nunca se lo he dicho a nadie. Incluso cuando lo dije, me sorprendí. Pero era cierto.
Y ahora me encuentro llorando en mi cuarto. Era lo que tenía que saber y era una pregunta que te tenía que hacer porque no aguantaba más la incertidumbre. Quería algo formal contigo. Tú me dijiste "espérame". Lo único que pasó por mi mente fue: ¿cuánto tiempo? ¿Y si en ese tiempo no llega a pasar? ¿Qué pasaría conmigo? ¿Todo el tiempo que te esperé sería justo? Creo que no.
Entonces, cuando llegué a casa, lo único que pensé fue lo siguiente: él realmente no me quiere en su vida, al menos no como pareja. Porque yo sé que, si no estuvieras listo y supieras que esa persona vale la pena, le dirías que sí. A todos los miedos que tengas, le dirías que sí, porque no la quisieras perder. Pero no es tu caso.
Aunque me duela aceptarlo, no tengo qué hacer. Antes, esto eran solo pensamientos. Ahora que ya son hechos, me duele horrible. Hay muy pocas lágrimas que salen de mis ojos, pero es porque antes ya lloré por el mismo motivo, solo que antes estaban solo en mi mente.
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Lo que más ofende no es el acto como tal, sino la forma en que quieren volver a hablar con uno.
No soy un p*to robot materialista, carajo.
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Te quiero,pero no quiero que me pertenezcas porque amo tu libertad... pero te quiero conmigo.
AGS
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¡Por supuesto! Aquí tienes un texto que describe a detalle cómo podría ser un día en tu vida futura, basado en lo que me has compartido sobre tus intereses y metas:
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Me despierto temprano, con la luz del amanecer filtrándose por las cortinas de mi estudio. A mi alrededor, fotografías y objetos que he recolectado durante mis proyectos me recuerdan que estoy viviendo el sueño que construí con esfuerzo y pasión. Mi café recién hecho llena la habitación con su aroma, mientras repaso el itinerario del día en mi tablet.
Primero, tengo una reunión virtual con el equipo de producción para ultimar detalles de un documental que estamos grabando. Esta vez, se trata de una pieza sobre mujeres emprendedoras en comunidades amazónicas, un tema que me emociona profundamente. Durante la reunión, comparto ideas para las tomas y sugiero elementos que resalten la autenticidad de sus historias.
Luego, salgo al set de grabación. Hoy, estamos filmando una escena crucial para un cortometraje que estoy dirigiendo. Mi equipo ya está instalado, y después de unos ajustes en el encuadre y las luces, la cámara empieza a rodar. Me apasiona cada detalle, desde la posición de los actores hasta la atmósfera que creamos con la música de fondo.
A mediodía, tomo un breve descanso. Estoy en un café acogedor, donde reviso los mensajes de mis redes sociales. Mi última publicación sobre un proyecto reciente está generando mucho interés, y aprovecho para responder comentarios de personas que han seguido mi carrera desde sus inicios. Es gratificante ver cómo mi trabajo inspira a otros.
Por la tarde, tengo una sesión de fotos para un restaurante local. Me encanta combinar mi experiencia audiovisual con las historias únicas de cada lugar al que trabajo. Mientras capturo imágenes de los platillos, pienso en las frases divertidas que usaré para los posts promocionales. También grabo algunos clips para TikTok, sabiendo que la audiencia de hoy valora contenido dinámico y auténtico.
Más tarde, asisto a un ensayo de una obra de teatro que estoy produciendo. El teatro sigue siendo mi gran amor, y ver cómo las palabras en el guion cobran vida en el escenario es un regalo diario. Me reúno con el elenco y compartimos ideas sobre cómo perfeccionar cada escena.
Al final del día, regreso a casa con una sensación de logro. Me siento frente a mi computadora para revisar algunos guiones pendientes, pero antes de cerrar mi jornada, dedico unos minutos a escribir en mi diario de gratitud. Pienso en cómo cada proyecto, cada colaboración y cada reto me han llevado a este punto.
Apago las luces, sabiendo que mañana será igual de emocionante. En mi futuro, cada día es una mezcla de creatividad, conexión y propósito, y no cambiaría nada de eso.
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¿Te gustaría ajustar algún detalle o enfocarlo en una actividad específica?
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Serrtx
No sé si escribirte una carta como tal o simplemente desahogarme. Pero quiero dejar algo claro: esto no es un simple desfogue, porque mis palabras son importantes y relevantes. Muy relevantes.
Quiero decirte algo: me molesta tu actitud, me molesta mucho. No pensé que llegarías a convertirte en este tipo de persona. Pero ahora me doy cuenta de que nunca terminamos de conocer a nadie.
De cierta manera, puedo entender que sientas celos, tal vez porque creas que te "quitaron" a tu amiga. Podrías pensar eso, pero no es así. Yo siempre he estado aquí. Quizá ya no como antes, porque tengo cosas que hacer, o porque a veces simplemente no quiero hablar con nadie. Pero siempre he estado.
Es cierto, me cerré un poco en mí misma. Dejé de contarte las cosas porque no era fácil. Muchas de las personas con las que trabajaba o hacía proyectos no te caían bien, o tenías un mal concepto de ellas. Entonces, ¿cómo crees que podía invitarte a esas reuniones o incluirte en ese grupo? Si cada vez que hablábamos de esas personas solo decías cosas negativas sobre ellas, no tenía sentido.
Sé que tu último comentario me afectó, aunque hasta ahora no lo entiendo del todo. Pareció una indirecta hacia algo, pero no estoy segura. Si ya no quieres hablarme, lo entiendo. Extrañamente lo entiendo. Supongo que, en algún momento, tu orgullo bajará y me volverás a hablar.
De todo corazón, quiero que sepas que no te hice nada. No me he alejado de ti porque quisiera, sino porque llegó un punto en el que me era difícil compartir algo contigo. Sentía que siempre sacabas algo negativo de lo que te contaba, algo que yo nunca hice contigo.
Cuando hice mi cortometraje y lo proyectaron tantas veces, nunca fuiste a verlo. Nunca fuiste, y eso me dolió. Cuando te pedí prestado dinero, después de haber sido yo quien te había ayudado antes, me hiciste problemas. Me pusiste trabas, y aunque lo entiendo porque quizás lo necesitabas, me dolió. Porque confiaba en ti y pensé que tú confiabas en mí.
Me he decepcionado de tu comportamiento. No sé si son tus propios demonios internos alimentando esta situación, pero me ha afectado.
A pesar de todo, siempre te he deseado lo mejor, y lo sigo haciendo. Si esta es tu forma de decirme que me aleje, lo respeto. Yo te dije que no me apartaría de tu vida hasta que me lo pidieras, y siento que esto es una manera de pedírmelo.
Por eso, me estoy alejando.
Cuídate mucho. Si decides no hablarme más, incluso en mi cumpleaños, lo aceptaré. No pierdo nada con esto, porque afortunadamente tengo a Dios de mi lado y eso me sostiene.
Yo ya no soy la misma Jamilley de hace cuatro meses. Ahora estoy trabajando, enfocándome en mí y ayudando a mi familia. Estoy en un buen lugar y, aunque me duele nuestra distancia, la respeto.
Te deseo lo mejor, siempre. .
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**Carta que probablemente nunca leas**
No sé si algún día te mostraré esto, porque no estoy segura de tener el valor suficiente. Tal vez lo leas, o tal vez no. No importa. Lo único que quiero es expresar todo lo que siento.
Aquella noche, en tu auto blanco, te hablé de mis sentimientos. Tal vez no te diste cuenta porque tenías demasiadas cosas en mente, pero me abrí. No completamente, ni con demasiada intensidad, pero lo hice. Te dije que había pensado en hablar contigo sobre la posibilidad de tener una relación. No de “regresar”, porque no somos las mismas personas que éramos hace cuatro años. Entonces éramos jóvenes, especialmente yo. Me sentía inmadura, tímida y con miedos, aunque contigo nunca fui tímida. Hoy soy diferente.
Recuerdo el viaje que hicimos con tu familia. Te observé todo el tiempo: cómo conducías, cómo hablabas, cómo tratabas a tu mamá, a tu hermana y a tu sobrino. Me conmovió la manera en que cuidaste a tu mamá en Pomacochas, asegurándote de que estuviera bien. Fue uno de los momentos en los que te vi como el ser humano más tierno del mundo.
Sin embargo, lo que más me ha confundido ocurrió hace poco, hace unos días. Me di cuenta de que ya no te veo solo como un amigo, y eso me está afectando. Soy una persona que necesita claridad, y aunque acepté esta “libertad” sin títulos entre nosotros, hoy me doy cuenta de que quiero más. Te estoy empezando a querer de una forma distinta.
Lo sé, no es justo para ti que yo sienta esto. No quiero que te sientas presionado ni que pienses que espero algo de ti. Este es mi sentir, y lo comparto contigo porque no quiero guardarlo más. Me gusta la persona en la que te has convertido: un profesional dedicado y soñador, alguien que lucha por lo que quiere. Eso me parece admirable y, en el mejor sentido de la palabra, atractivo.
También quiero ser honesta contigo respecto a mis inseguridades. Siento, aunque puede ser solo mi percepción, que tu mamá no me quiere lo suficiente, tal vez porque aún no me conoce bien. Es algo que me preocupa, pero también entiendo que no puedo controlar lo que otros sienten.
Por otro lado, no quiero seguir ocultando lo que siento. Uno de mis sueños más simples y profundos es caminar de la mano con alguien que quiero y que me quiere, sin tener que esconderme. Pero al mismo tiempo, temo que mis sentimientos me hagan daño si esto no llega a funcionar. No quiero pasar por lo que ya viví con alguien más, cuando dejé que me rompieran el corazón.
Sé que esta carta puede parecer una declaración, pero también es un desfogue. Si llegas a leerla, quiero que sepas que no tiene ninguna intención oculta. Es simplemente mi forma de pintar lo que siento.
Si alguna vez intentáramos algo y no funcionara, quiero prometerte que no repetiría lo que hice hace cuatro años. No te ignoraría, porque más allá de cualquier cosa, eres mi amigo. Pero, siendo sincera, necesitaría tiempo antes de poder escuchar cómo te va con alguien más.
Eso es todo. Si estás leyendo esto:
Espero que esta versión te ayude a transmitir tus emociones de una forma más clara y estructurada.
1. Qué vergüenza.
2. Qué sorpresa.
3. Te estoy abriendo una parte de mi corazón, y espero que al menos entiendas todo lo que siento.
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Claro, continúo con la corrección:
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Por otro lado, esta puede ser idea mía, pero igual la quiero decir porque tú sabes que no sé callar cosas, o no me gusta más bien. Es que presiento que a tu mami no le caigo bien, al menos no lo suficiente. No sé, es una corazonada mía. Puede que sea por el hecho de que aún no me conoce del todo. Pero sí, eso pasa.
¿Y sabes por qué realmente no te pido "pasta" así como tal? Pues porque no quiero ocultar más cosas en mi vida, no me gusta. Tal vez así era antes, pero hoy por hoy quiero vivir libremente lo que sea que tenga que vivir. Uno de los sueños que tanto quiero es caminar por las calles agarrada de la mano o del brazo de alguien. Alguien que quiero y alguien que me quiere. Nunca lo he hecho. Es por eso que ya no quiero estar ocultando cosas ni sentir que es algo a medias, o tal vez que solo yo esté sintiendo todo esto. Y tal vez dar un paso al costado para ya no involucrar más mis sentimientos y que me duela menos que estar súper involucrada y que solamente venga por mi lado. ¿Me entiendes?
Es tan complejo todo esto que me da cosa. Pero simplemente te quiero decir que no quiero ocultar nada, que quiero gritar a los cuatro vientos que estoy sintiendo todo lo que estoy sintiendo. Pero, por un lado, está el hecho de que tú a nuestro círculo fuiste con una chica. Y desafortunadamente para mí, el hecho de yo entablar una relación contigo me deja, de cierta manera, en un mal lugar. Porque puede ser que por mí hayan terminado, o no sé. Desafortunadamente, en la actualidad se piensa que es culpa de la mujer que se involucró o que fue parte de la ruptura. Y eso no quiero para mí. Porque siento que no es así. Sentía esto mucho antes de que regresaras con ella, de hecho, incluso desde que empezaran a salir. Simplemente lo oculté por miedo. Miedo a sufrir de nuevo.
La persona anterior con la que estaba saliendo... si bien es cierto, a esa relación que estaba creciendo con aquella persona entré con demasiado miedo. Demasiado miedo. Pero me abrí, y me dejé tan expuesta que permití que me hiciera daño hasta tal punto de romperme el corazón. Y realmente no quiero volver a sentir eso.
Aparte de ello, soy una persona que disfruta sobremanera de tener a alguien en su vida, y que quiere tener a alguien en su vida para siempre, o hasta donde Dios nos permita estar. Ya no quiero estar buscando. Bueno, nunca he buscado, sino esperando a que alguien más venga. Pero quiero ir construyendo ya una relación de a pocos e ir viendo en el camino qué tal nos va, cuyo amor y respeto sea mutuo.
Más allá de una declaración, esto es un desfogue que estoy haciendo, que, como te digo y reitero, no creo que lo vayas a ver. Son varias emociones que suelto en esto. Y si lo llegas a ver, quiero que sepas que no lo hago con malicia ni con una intención de por medio. Es simplemente mi ser pintando todo lo que siente y lo que piensa en el orden en el que lo hace.
También ese "me estás empezando a gustar" es por eso. También te apoyo en tus proyectos. Y aparte porque eres una persona buena. De lo contrario, no te apoyaría en lo más mínimo. Mentira, sí lo haría, pero de lejitos. No estaría tan involucrada como estoy.
Y también quería decir que, pucha, sí estuvo... De cierta manera, no sé. Si se llega a dar, bien, pues. Y si no se da, y no funciona, quiero que sepas que esa actitud que tuve hace 4 años no va a volver a pasar. En el sentido de que no voy a hacer contacto cero, o mejor dicho, que te voy a ignorar así a lo brutal. No, porque siento que ya maduré en ese sentido. Y también es aceptar que una persona no siente lo mismo que tú. Es parte de la vida.
Pero bueno, a lo que seguía. Si esto no se llega a dar, o sí, pero termina por X motivos, ya no haría eso de ignorarte. Porque, muy aparte de tener una relación más que amical, es justamente el hecho de que somos amigos. Lo que sí es que no quisiera, por un buen tiempo, escuchar cómo te va con otras chicas. Porque no lo toleraría. Al menos, hasta que pase un buen tiempo.
Y ya, creo que es todo. Algo último que tenía que contarte... Pues pasa que el otro día, no sé si recuerdas, fue cuando te ayudé a limpiar. La cuestión es que actuamos como si fuésemos pareja. Y ese día, yo me sentí en casa. En cada momento era tras besitos. Luego dormida, y nuevamente me dabas besitos en mis cachetitos. Y luego nos despedimos cuando me dejaste en mi casa con un beso en la boca. Fue lo más. Ya, me volví loca.
Es que pasa eso, ¿me entiendes? Que ando muy confundida. O no. O sea, sí te quiero en mi vida. Pero lo bueno es que, si no se da, como te dije... Y si no es mutuo, o tal vez no quieres lo mismo que yo, dejarla ahí. Simplemente amigos, y nada más.
No sé si esto sea una declaración de amor porque, creo, de todo esto y nada. Simplemente que si llegas a leer esto: 1. Qué vergüenza. 2. No puede ser que estés leyendo esto. Y 3. Te estoy abriendo parte de mi corazón, y espero que estés entrando en medias.
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Listo, todo está corregido con la puntuación adecuada. Si necesitas algo más, avísame.
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Claro, aquí está el texto con la puntuación corregida para una mejor comprensión:
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Carta que probablemente nunca leas o te la lea porque no creo tener los ovarios suficientes como para mostrártela. No creo yo... igual y puede que sí lo veas, pero no quiero que se haga caso. Okay, bueno, te quiero decir algo.
Aquella noche que estábamos en tu auto blanco, te comentaba sobre mis sentimientos hacia ti. Tal vez fueron desapercibidos porque, pues, tú tenías un caos en la mente, pero aún así yo me abrí. Si bien es cierto, no del todo o masivamente como para ser escuchada, pero me abrí y te dije que había pensado en la posibilidad de hablar contigo para tener una relación, para regresar. Pero siento que ya no es regresar porque no somos las mismas personas que hace 4 años, definitivamente no.
En ese entonces éramos muy jóvenes. Me refiero más a mí, sin ánimos de ofenderte. Yo era una niña, o yo me sentía así porque era muy inmadura, muy temerosa, muy tímida. Aunque contigo nunca fui tímida, me refiero a que con el resto del mundo sí. Y hoy por hoy eso ha cambiado, definitivamente.
Pero, ¿sabes qué? Cuando fuimos de viaje con tu familia —o bueno, tu mamá, tu sobrino y tu hermana—, todo el viaje te estuve analizando. Veía cómo conducías, que es algo que realmente me parece sexy, cómo tratabas a tu mamá y a tu hermana, las cosas que hablabas, incluso cómo era tu familia. Y me gustó.
Cuando llegamos a Pomacochas y vi cómo cuidabas a tu mamá, al saber que no podía bajar esas pendientes —valga la redundancia—, me pareciste el ser humano más tierno del mundo, al igual que con tu sobrino. Luego, obviamente, llegó el caos y tuvimos que alocarnos y solucionar muchas cosas, pero se dio.
Y, obviamente, pues lo que pasó en aquel hotel, el dormir juntos... hacía mucho tiempo que no quería algo así, al menos de esa manera. Pero luego me puse a pensar y ser completamente honesta. De hecho, eso fue hace poco, muy poco tiempo, hace tres días atrás, algo así, finales de noviembre por ahí. Me pregunté o me cuestioné el hecho de que no te estoy viendo solo como un amigo, y eso me está empezando a afectar porque soy una chica a la que le gustan las cosas claras.
Y si bien es cierto acepté estar en esta... no sé qué término adjudicarle, en esta "libertad" que tenemos ambos, sin título ni nada, hoy por hoy ya me está pasando factura, por así decirlo. Ya estoy empezando a sentir más cosas de las que tal vez en un principio de esta aventura estaba sintiendo. Con decirte que extraño tu perfume, y eso es crítico. Pero lo dejo para que investigues.
Pasa que tú hiciste una vez un comentario sobre que yo antes era más cariñosa, y me dejó pensando ese comentario. Pues, no sé, simplemente me dejó pensando y analicé. Obviamente, no puedo ser tan cariñosa con alguien que no es mío. Y no hablo del sentido de pertenencia de que tú me perteneces y yo a ti, sino que ya no te veo como un amigo. Fatal.
Quiero que sepas que esto es una vaina mía. Si tú acá sientes lo mismo, eso es una cosa aparte. No quiero que por nada del mundo te sientas con la presión de sentir lo mismo que yo, porque eso es lo último que quisiera. La verdad, estoy abriendo plenamente mis emociones y tratando de ordenar todo lo que estoy sintiendo.
Ahora pasa lo siguiente: me gusta la persona en la que te has convertido. Me parece extremadamente chévere porque ya eres un profesional que quiere tener más logros en ese ámbito, y también estás llevando tus sueños a un nivel que de verdad es como el Everest. No hay nada que respete más de un ser humano que sea un soñador. Pero no solo eso, sino que también ejecute sus sueños y trabaje para ello. Y eso eres tú. Así te estoy viendo, y eso me parece supremamente excitante, en el mejor de los sentidos, obvio.
(El texto sigue, pero he corregido hasta aquí. Avísame si quieres que continúe con el resto).
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