Don't mind me, I'm trying to remember my dreams
Last active 4 hours ago
Don't wanna be here? Send us removal request.
Text
63K notes
·
View notes
Text
It's very endearing to me how many people are willing to keep an eye on a video feed so they can push a button and let a fish in the Netherlands get to the other side of a dam.
51K notes
·
View notes
Text
ok so a wild rat just spit poison at me
32K notes
·
View notes
Text
No recuerdo cuando cuando soñé esto, no había tenido oportunidad de escribirlo.
Estamos en una farmacia, muy parecida a una farmacia del ahorro. Me acompañan otras personas (aprox 4) pero no recuerdo quienes son. Debemos recolectar ciertos objetos, uno de ellos es un cultivo de bacterias y es por eso que fuimos a la farmacia. No venden los cultivos, pero venden kits para prepararlos. Compramos un par. El kit incluye una caja petri y un polvo que tiene tanto el agar como el medio de cultivo.
Las bacterias tienes que conseguirlas por tu cuenta. El empaque viene con un indicador que cambia de color según la bacteria que este presente. Es probable que parte de las indicaciones sugirieran soplar sobre el empaque y después sobre el polvito.
Así que sople sobre el indicador y se tiñó de rosa, indicando que tenía una infección por neumococo (u otra bacteria igual de peligrosa). No me lo podía creer, no tenía ningún síntoma ni ningún otro motivo para sospechar. Eso me impactó de sobremanera, me aturdió el pensamiento de que pude haber estado contagiando a otras personas sin saberlo.
Teoría: ese sueño fue el reflejo de mi reacción si me entera que tengo/tuve Covid-19 asintomático
0 notes
Text
Diciembre 28, 2020
(Mi internet ha estado dlv todo el día y casi olvidó registrar los sueños de hoy)
Nos encontrábamos en lo que parecía ser una escuela rural. Era un edificio sencillo, con un sólo salón amplio, hecho de madera gris y desgastada. Los muros tenían ventanas muy amplias, empezaban a la mitad de la altura de la pared, pero prácticamente cubrían todo el perímetro. Tenía varias columnas cuadradas que soportaban el techo de tejas negras, en el centro del edificio había una torrecilla con un reloj. A la izquierda del gran salón habían varios pupitres igual de desgastados, un escritorio, y un pizarrón negro.
Antes de que empezara la clase había la agitación juvenil usual. Niños corriendo por ahí lanzándose cosas, pupitres fuera de lugar. Me acerqué a la zona de los pupitres y me senté cerca del escritorio. En ese momento, la chica de al lado, de mejillas rosas y cabello rubio y rizado, se voltea con una sonrisa que no cabía de emoción. Con una voz chillona me dice "ah que eso chico es guapo, ¿verdad? Tiene unas manos preciosas". Seguí su mirada y me encontré con que se refería a mi último novio, tan abstraído en sus propios pensamientos como siempre. Sin notarlo se me escapó una sonrisa y me volví hacia la chica, que seguía con su sonrisa congelada esperando mi veredicto. "Sí, y te lo digo por experiencia, es mi ex novio". Fue un comentario sincero, reconozco que es un chico maravilloso y me gustaría verlo continuar con su vida. Aunque por otro lado, la última frase de mi comentario fue mi intento desesperado por disuadirla presumiendo posesión sobre el chico, a la entusiasta de los chinos no pareció importarle en lo más mínimo, volvió a lo suyo con sus pequeños chillidos de emoción.
Eventualmente la maestra llegó y el orden reino en el salón. Para el final del salón la maestra nos mostró una sorpresa en la que había estado trabajando. Ella y un par de chicas procedieron a entonar lo que parecía un villancico navideño en una lengua extranjera. En ese momento pensé "hey, yo también sé un villancico en una lengua extranjera, también podría compartirlo". Y recordé que había alguien presente que también estaba en mi clase de japonés, entonces recordé que ese alguien era nada más y nada menos que mi ex. El simple hecho de pensar en que tendría que pedirle como favor que me acompañara cantando la canción fue suficiente para olvidarme por completo de mi posible aportación.
Eventualmente se terminó la clase, y mis compañeros se quedaron jugando en la parte del salón que estaba despejada y entonces me tope frente a frente con el chico. No recuerdo que pasó, es probable que alguna pequeña interacción, algo me dice que un baile o algo similar.
---
Tuve otros sueños, pero solo recuerdo fragmentos:
Estaba en casa de mi abuela y con mis primas preparábamos recuerditos para la fiesta de mi abuela. Eran algo así como cajitas que estábamos armando con aros de costura, círculos de madera pintados de rosa o azul y bisagras. La estación de trabajo era una mesa plegable en la cochera, donde había que empatar círculos con los aros del mismo tamaño, pegarlos y ponerles una bisagra. Sobre la mesa estaban extendidos las tablitas circulares y los aros, en uno de los extremos de la mesa se encontraban ya ensamblados los cajitas de mayor tamaño.
Una de mis primas tenía una máquina para crear tus propios tintes de fantasía para el cabello. Se estaba haciendo unas mechas rojas para la fiesta.
Intentaba ayudarle a mi tía a armar las cajas pero no estaba segura de por dónde empezar, así que mis acciones eran torpes por la indecisión. No sabía que hacer porque no quería parecer inútil, de verdad quería ayudar, pero entre más nerviosa me ponía más torpes eran mis manos.
#sueños#escuela#clases#pupitres#villancicos#ex novio#japones#fiesta de cumpleaños#recuerditos#manualidades#mechas de colores#cabello de colores
0 notes
Text
Diciembre 26, 2020
El mundo estaba enfrentando un momento crítico: si cierta estrategia (tipo película de superhéroes) salía mal, el apocalipsis era inminente. Naturalmente ese algo salió mal y la población enloqueció. Todos salieron a las calles, reinaba el caos y ante el terrible escenario que nos esperaba la mayoría optó por suicidarse. Encontré un pequeño cuchillo en la calle, era ancho y ligeramente curvo, en ese momento acepté que no quería presenciar el resto del apocalipsis. Lo acerque a mi cuello, pero no me atreví a cortar. Temía que no lo hiciera bien y en lugar de ser una muerte instantánea mis últimos momentos fueran traumáticos. Busqué a alguien que lo hiciera por mí, pero todo el mundo estaba ocupado con sus propios asuntos. Entonces me tope con alguien que tenía una jeringa en la mano y me la ofreció. Supuse que era una inyección de potasio y la apliqué en mi antebrazo. Sentí un ardor mientras el líquido se dispersaba por mi carne.
Comencé a deambular por la calle, esperando que la inyección surtiera efecto y de alguna forma llegué a algo que parecía una oficina de correos. Adentro se encontraban unas de las pocas personas que habían decidido seguir con sus vidas en ese próximamente mundo post apocalíptico. Trabajaban en diseñar el nuevo orden para la sociedad que surgiría tras la tragedia. Me parece que mi mamá estaba entre ellos. Tras observarlos un buen rato, acepté que mi muerte se había frustrado y que la única opción que me quedaba era seguir con mi vida. Llegué a la conclusión de que probablemente aquella inyección no era lo que creía. Me ofrecieron un trabajo y acepté, resignada a seguir viviendo.
---
Moraleja: si un desconocido te ofrece una jeringa es probable que no sea lo que esperas
0 notes
Text
Diciembre 25, 2020
Estaba en una especie de estación de metro que terminaba en un aeropuerto con un grupo de chicos japoneses. Era un lugar amplio, bien iluminado, las secciones del metro estaban pintadas de verde, al lado de las escaleras hacia el andén estaba la taquilla del aeropuerto. Al principio, converse con los chicos sin problemas, aunque estoy casi segura de que sólo fue una presentación. Después deje de entender que decían y dije que hablaba inglés (porque según mi lógica era más probable a qué hablarán español). Uno de los chico procedió a entablar una conversación en inglés, preguntándome por mis lentes torcidos. Le contesté que era porque me recostaba con los lentes puestos y que ya los necesitaba cambiar, aunque titubee un poco porque no recordaba algunas palabras.
Después de eso, llegó una chica sobre un colchón diciendo que lo había logrado (no recuerdo si dormir sobre el colchón o transportarlo) y todos en el lugar la vitorearon. Algo menciono que ahora solo le faltaba llevar el colchón a su departamento y le hice un comentario al respecto. A lo que respondió que su departamento estaba en Nueva York (o alguna otra ciudad de ese estilo) y ese dato me impactó. Le dediqué unas palabras de aliento para el resto de su trayecto y la vi alejarse sobre su colchón, mientras se despedía y me agradecía afectuosamente.
---
Notas: Me pregunto si la parte de la conversación que no entendí habrá sido algún diálogo de anime o simplemente gibberish que sonaba a Japonés. Ojalá recordara cuáles fueron las palabras exactas. ¿Cómo los conocí? ¿Fue una chica quien me introdujo al grupo?
0 notes