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Las escritoras del Boom Latinoamericano

De manera automática, cuando nos mencionan el Boom Latinoamericano pensamos en el colombiano Gabriel García Márquez, el peruano Mario Vargas Llosa, el mexicano Carlos Fuentes y el argentino Julio Cortázar. Casi naturalmente, nuestra memoria revive a estos cuatro grandes escritores como los representantes de todo un continente y el cambio de paradigma literario que entró con fuerza a la historia de la literatura universal. Los cuatro, todos hombres, son portavoces de toda una historia naciente en el realismo mágico. Pero, ¿y las mujeres?
Cuando era niña y me sumergía en la literatura con un placer indescriptible, acepté tácitamente que no habían mujeres escritoras o peor, que su escritura no era muy buena y por tanto no eran tan reconocidas durante el Boom. ¡Más equivocada no podía estar! Por fortuna, la semilla feminista crecía dentro de mí de manera instintiva, cansada de leer siempre a hombres busqué o traté de buscar e indagar el legado de cuentos, novelas, poemas e historias que sabía que habían escrito las mujeres durante esa época. Era ilógico pensar que ellas no habían dejado huella.
Descubrí que no sólo habían existido grandes escritoras latinoamericanas, sino que sus obras anteceden a los libros más insignias de este período. La sombra a la que fueron condenadas poco a poco recibe luz y sus nombres, sus obras y la importancia de ellas comienzan a formar parte del Boom. Los estudios de género cada día van desempolvando a más escritoras ignoradas por una sociedad machista que solo las veía como madres o, en el caso de Lispector que se mantenía a gracias a una columna sobre trucos de maquillaje y limpieza, como si fuesen los únicos temas que podrían dominar.
Y es que su valor debe ser aún más grande que el de ellos, pues fueron unas rebeldes que desafiaron el statuo quo de la sociedad eternamente machista, entregaron todo de sí en sus escritos siendo a la vez esposas, madres, y en muchos casos ayudantes de sus esposos. Esta nota es un reconocimiento a esas mujeres que merecen ser valoradas por los aportes de sus obras al Boom Latinoamericano, así como ser analizadas y estudiadas a profundidad, así como lo han sido las obras de los cuatro escritores mencionados anteriormente.
Los hechos que giraron entorno de estas mujeres son igual de insólitos como sus obras, su valentía y rebeldía para escribir, a pesar de todo y todos, buscar ser publicadas y tratar de ganar un espacio entre los círculos cerrados de escritores que las simplificaban a mujeres musas-esposas, es más que suficiente para volcar la mirada a ellas, desenterrar sus nombres y sus historias, recuperar su voz y hacerla más fuerte.
Elena Garro

Cuando la mujer escribe, muere. Es una sentencia de muerte.
Guionista, periodista, dramaturga y novelista mexicana, considerada como “La madre maldita del realismo mágico” aún cuando consideraba la etiqueta demasiado mercantilista y rechazaba ser encasillada bajo este término. Su obra “Los recuerdos del porvenir” que fue rescatada de las cenizas de una chimenea por su hija, es considerada como la obra piloto de lo que se conocería posteriormente como realismo mágico. Se casó joven con Octavio Paz, y terminó por convertirse en su sombra. Sus últimos días los pasó viviendo en pobreza junto a su hija y 15 gatos, después de una serie de desafortunados inconvenientes políticos.
La editorial Drácena promocionó su última reedición de su obra “Reencuentro de personajes” de la siguiente manera: “Mujer de Octavio Paz, amante de Bioy Casares, inspiradora de García Márquez y admirada por Borges”.
Clarice Lispector

Lo indecible me será dado solamente a través del lenguaje.
Fue una cuentista, poeta y periodista ucrania-brasileña, que además de ser madre y esposa, se ganaba la vida escribiendo para diversos medios en Brasil, uno de ellos, en una columna donde daba consejos sobre belleza y cocina, mientras escribía los cuentos que las irmontalizarían. Clarice Lispector es considerada como una de las mejores escritoras de Brasil y Latinoamérica del siglo XX. Fue una precursora que utilizó el flujo de conciencia en sus primeros escritos, impregnándolos de una realidad paralizante.
(Si deseas leer sus cuentos, puedes enviarnos un mensaje con tu correo electrócino y con gusto te pasaremos sus cuentos en PDF.)
María Luisa Bombal

¿Por qué, por qué la naturaleza de la mujer ha de ser tal que tenga que ser siempre un hombre el eje de su vida?
La obra de esta chilena fue, en extensión, breve pero llena de una fuerza inquisidora y cuestionadora. El tema central de sus escritos radica en la soledad de la mujer en una sociedad donde prevalecen los hombres. Sus obras más notables son “La amortajada” (escrita 16 años antes que Pedro Páramo de Juan Rulfo, se considera que tienen varios puntos en común) y “La última niebla”.
Aún cuando ganó premios y su prosa es de un carácter estremecedor, es mayormente recordada por su alcoholismo, sus intentos de suicidio y las relaciones tormentosas que mantuvo a lo largo de su vida. Recibió el Premio Ricardo Latcham en 1974, con el Premio Academia Chilena de la Lengua en 1976 y el Premio Joaquín Edwards Bello en 1978.
Rosario Castellanos

Algún día lo sabré. Este cuerpo que ha sido mi albergue, mi prisión, mi hospital, es mi tumba.
Poeta, novelista, promotora cultural y diplomática mexicana, Rosario Castellanos se caracterizó por una obra llena de temas políticos abordados desde la belleza de la cotidianidad. Entre sus obras encontramos títulos como "El eterno femenino", "Balún Canán", "Ciudad real", "El rescate del mundo", "Trayectoria del polvo", o "Apuntes para una declaración de fe", con una gran variedad temática.
Rosario, sin embargo, se negó a ser identificada en su obra como indigenista y feminista, puesto que se consideraba no apegabada a las propuestas ideológicas.
Silvina Ocampo

Prisionera, perdida, siempre esclava de tu felicidad.
Cuentista, poeta y escritora argentina. A pesar de ser una gran cuentista, fue mayormente conocida por ser la esposa de Adolfo Bioy Cáseres y amiga de Borges. Por fortuna, sus obras han venido tomando fuerza en los últimos años y su figura se ha reinvidicado como un ser individual, y no como la esposa de o la amiga de.
Sus cuentos más notables son, “Viaje olvidado” y “Las repeticiones” publicado póstumamente en el 2006.
Albalucía Ángel

Puesto que mi literatura fue siempre una toma de conciencia y al ser mujer tuve que hacer de esa toma de conciencia una posición definitiva, en el momento en que realmente se iluminó se alivió esa gran puerta de la denuncia. De la vida y la mujer.
Es una escritora colombiana, que como las anteriores, al inicio de sus primeros años no contó con el apoyo editorial ni publicitario como sí lo tuvieron los escritores. Su obra, sentada en la realidad desmesurada de la Colombia violenta acompaña la literatura nacida bajo el cobijo del Boom Latinoaméricano.
“Estaba la pájara pinta sentada en el verde limón” es su novela más notable, más violenta y más realista. Si bien es un referente en el país, sigue siendo una novela vetada por el público lector.
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Gloria Anzaldúa, resistencia desde La Frontera

Piensen en mí como Shiva, un cuerpo de muchos brazos y muchas piernas, con un pie en el suelo moreno, otro en el blanco, uno en la sociedad heterosexual, otro en el mundo homosexual, el mundo del hombre, de las mujeres, una pierna en el mundo literario, otro en la clase trabajadora socialista y el mundo del ocultismo. Una especie de mujer araña colgando de la telaraña por una hebra delgada. ¿Quién soy yo, confundida, ambivalente? No, sólo tus etiquetas me dividen.
La prietita, 1981
Chicana. Feminista. Queer. Lesbiana. Mexicana. Activista. Escritora. Poeta. Nacida en Texas, Estados Unidos en 1942. Una mujer multifacética, como ella misma se define, con muchos brazos y piernas. Una voz inconforme y rechazada por su etnia y por los estadounidenses, una mujer híbrida compuesta de sólidos fragmentos de sus raíces, sentires y emociones, con los que forjó críticas y una poesía sentida, pensada en el cuerpo, su nacimiento y deconstrucción. Una resistencia a ser lo establecido, una resistencia a la identidad compuesta, una resistencia a la sociedad heteronormativa que buscó la forma de silenciarla y negarle el reconocimiento y estudio que merece su obra.
Si bien es más conocida por su activismo, crítica literaria y teóría feminista decolonial, su poesía transciende igualmente en cuanto es el reflejo de todo esto. Una poesía sentida y bilingue, donde el spanglish y el náhuatl se unen para darle énfasis a los significados compuestos por culturas diferentes. Vivir y sentir en la frontera, esa línea que divide y etiqueta, confunde y estigmatiza a todos aquellos que vive aquí, o allá.
Cuando vives en la frontera la gente camina a través de ti, el viento te roba la voz, eres una burra, un buey, un chivo expiatorio, precursora de una nueva raza, mitad y mitad -tanto mujer como hombre, ninguno de los dos- un nuevo género.
Vivir en la frontera significa poner chile en el borscht, comer tortillas de maíz enteras, hablar mexicano de Texas con acento de Brooklyn ser detenida por la policía de Migraciones en los puestos de la frontera.
Su libro “Borderlands/ La Frontera” constituye un grito de libertad, es un manifiesto a su identidad de múltiples raíces, y su dolor. Cualidad que convierte su obra en algo de todas, su voz es la de muchas, la de pocas, la voz de las que no pueden hablar, la voz de los dioses, de las indígenas.
Estudiar la obra de Anzaldúa como una nueva forma de hacer poesía es mantener viva su memoria y su lucha, una lucha de resistencia desde la frontera.
En el nombre de todas las madres que han perdido sus hijos en la guerra
(Fragmento)
Le cubro su cabecita, mi criatura con sus piecesitos fríos. Aquí lo tendré acurrucado en mis brazos hasta que me muera. Parece años desde que estoy sentada aquí en este charco de sangre. Esto pasó esta mañana.
Cuando oí ese tiroteo se me paró la sangre. Con el niño dormido en mis brazos corrí pa’ fuera. Trozos de tierra se levantaban, volaban por todos rumbos. Pedazos de ramas caían como lluvia, una lluvia mohosa. Vi a mis vecinos caer heridos, la sangre chirispitiando en mis brazos, cayendo en su carita.
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Carta abierta a una amiga
Aceptar que una está en una relación tóxica, con una pareja maltratadora no es fácil. Muchas veces, ni siquiera la víctima es capaz de reconocer lo que le sucede, cree que lo merece y lo asume como pagando una manda. En el mejor de los casos, la víctima reconoce la relación de abuso pero, la pareja se convierte en un manipulador mental y físico que deja a la víctima sin mayores opciones. Supongo, que en todas las relaciones tóxicas de maltrato y abuso, la víctima, la mujer, cree que puede haber un atisbo de esperanza, un milagro, un hechizo mágico que hará recapacitar a sus verdugos.
Como sea que fuese, si no somos nosotras quienes vivimos en carne y hueso esas relaciones, muy poco podemos entender sin juzgar, pues, cuando no es la vida de una la que está en juego podemos hacer y decir mil cosas. La realidad, la realidad es diferente, así como la perspectiva en que asumimos, toleramos o aceptamos ciertos comportamientos que son, claramente a la vista de los demás, señales de violencia de género.
Este es un tema que me ha llamado mucho la atención, y aunque por fortuna nunca he compartido una relación con un abusador, tengo amigas que sí. Conozco historias de mujeres que estuvieron condenadas a una mala vida al lado de un hombre que les juraba amor y cambios, para luego seguir igual; o peor. Por tanto, he sido espectadora de casos ocurridos en el pasado y narrados como historias de lucha y supervivencia (que lo son) y de casos vigentes, donde mi papel externo no ha podido hacer mayor cosa, salvo dejar en evidencia la historia que acá les traigo.
Es una situación real y que está pasando ahora mismo, la víctima es una amiga que conocí cuando estudiaba en la universidad, una mujer alegre y con una energía que llenaba los espacios donde llegaba, inteligente, independiente y con mucho amor para ofrecer. Por cuestiones de ética, respeto y quizás hasta legales me abstengo de dar detalles y sólo escrbir algunas palabras que deseo lea. Necesito que su historia le llegue, que pueda encontrarse en estas palabras, así saberse amada por muchas personas que estamos a su alrededor, en la distancia, y con amigas que nunca la juzgarían y al contrario, están para ella en cualquier momento.
Ella es una mujer joven, madre de una criatura de 4 años, vive con este hombre hace unos 5-6 años aproximadamente. Vive en una ciudad diferente a donde nació, su familia no vive cerca. Convive con “su esposo” y los padres de este. Su maltratador comenzó a mostrar señales de alarma desde el noviazgo, lo que ella atribuyó a que él era un tanto celoso y la cuidaba. De a poco, alejó a todos los amigos de ella, después a sus amigas. Le maneja las redes sociales, sus interacciones con los demás. Él le pega, la insulta, y la ha drogado contra su voluntad. Ella ha estado recientemente internada en una clínica y aún cuando estaba prohibida cualquier comunicación con el tipo, este logró hacerlo y mantener conversaciones por teléfono con ella. Usando a su hije, supongo. Al salir de la clínica ella volvió a la casa con este tipo y su hije, la razón probable por la que no lo deja. Ella no es la de antes, no mira a los ojos, su voz es diferente, su autoestima la abandona por momentos, pero el amor que tiene por su hije crece a cada segundo, eso lo sé.
Quiero ser enfática en que nadie puede juzgarla. Sus decisiones, como dije anteriormente, son productos de sus vivencias, desde su niñez y su vida como adulta. Sólo deseo, que se arme de valor y haga lo necesario. Temo por ella y por su hije. Legalmente se ha hecho lo posible, con los fallos en la justicia y en las medidas, y ahora con una cuarentena que ha frenado todo, hasta las garantías.
Querida amiga:
Llevo días pensando en ti, en lo que estás viviendo, tratando de entender, realmente entender la razón por la que aún sigues ahí. Después de los golpes, las humillaciones, de haber sido drogada y haber pasado un tiempo en la clínica aún sigues ahí, a su lado. No te juzgo, descuida. Sólo quiero que sepas que aunque este tipo te haya distanciado de quienes nos preocupamos por ti, estoy a tu lado, a la espera de alguna llamada que me diga que ya eres libre, tú y tu hije.
Sé que puede incomodarte, dolerte, quizás llores un poco al reconocerte en estas líneas y te preguntarás por qué existen personas que se interesen por ti, cuando pareces que lo tienes todo controlado. Son días los que me ha tomado reunir las palabras que acá condenso, y dolor, al ver en noticias que una mujer más ha sido asesinada por un hombre, un feminicidio más, cuando dijimos, en voz unida y clara que nos estaban matando.
No puedo dejar de pensar en ti y en lo que vives, el temor de que seas la siguiente, con el temor de que dejes de existir como individuo, como mujer, y pases a ser la sombra de un hombre maltratador, que no te ama sino que te mira como si fueses un objeto de su propiedad. Amiga, querida amiga, eres alguien, no algo. Eres fuerte y valiente, pero aún no concibo entender por una vez cómo ha sucedido todo, simplemente pasó.
Tu historia es la historia de muchas, y a la vez única. Las particularidades que han convergido en las decisiones que has tomado y las opciones que te ha dado el destino son propias de una sociedad machista, de familias disfuncionales, de falta de garantías y de una seguridad estatal que no sirve para cuidarte.
Pero recuerda, no estás sola. Te lo dije muchas veces hace años, te lo repito ahora, aquí estoy. Tú mereces una vida distinta, nada de lo que te ha dicho este tipo es cierto. Eres grande, fuerte, demasiado fuerte y capaz de hacer lo que te propones. Piensa en ti, piensa en tu hije. Confía en que hallaremos la manera de salir adelante. Me niego a creer que prefieres esa vida.
Para cualquier mujer que esté siendo víctima de abuso, denuncia. Utiliza las líneas que han habilitado en las ciudades del país y llama. Sé que aunque lo creas, no estás sola. Les dejo las líneas a las que pueden acudir en caso de violencia de género. Son 24/7.
Policía Nacional: 123
Orientación a mujeres víctimas de violencia (Barranquilla): 155
Línea púrpura (Bogotá): 018000112137
Línea púrpura whatsapp: 300 755 18 46
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Historias desde la maternidad

Desde niñas, la sociedad nos hace creer que existimos para ser madres, que el papel máximo de la mujer es tener descendencia, dedicarse a los hijos, ser buena madre y sacrificarnos siempre y sin importar qué por mantener esa maternidad rosa. Es el deber ser de nosotras las mujeres. ¡Qué horror ser diferente!
Que duele, que te sangrarán los senos, que es mejor la cesárea, que mejor darle fórmula, que debes creer lo que dicen las mujeres a tu alrededor, que todo el mundo opina, que si no es parto vaginal no eres madre, que le cargues, pero no demasiado para no malacostumbrar, que no dejes que llore, que te cuides y no engordes mucho, que está bien que eres mamá pero que te arregles un poquito, que el bebé te manipula, que eres mala madre por querer dormir un rato, que sonrías porque debes estar feliz, que te juzgan por no seguir tus sueños, que si fue un bebé buscado o no, que por qué ahora, que por qué no después. Esto y más es lo que recibe a diario las mujeres que deciden (o no) ser mamás.
La decisión de maternar es algo que nos han impuesto, negado, culpado, parece ser una decisión y una acción que pertenece a todos, siempre hacia afuera, dejando a la propia mujer que asume su estado a un lado, como si fuese simplemente el vehículo, ignorando las realidades diversas y el contexto que marca significativamente cada nacimiento de mamá. En La Literal, hemos invitado a una mamá a que nos relate su historia desde su vivencia, desde su sentir y su posición. Queremos compartir con ustedes la maternidad real, y los contrastes con los que nos enfrentamos a la hora de asumir ser madres, no todo es color rosa, ni todo es tan caótico. Ella es Flor, una joven guajira que hace una reflexión valiosa y sincera desde su experiencia en la maternidad.
La maternidad para mí nunca ha sido rosa, decidí no idealizarla. Tal vez por eso no quería ser madre, era consciente de todo lo que demandaba, y antes no estaba dispuesta a darlo. Cuando fui madre me tomó tiempo aceptarlo, acoplar todo lo que no funcionaba de mi personalidad con el papel de mamá, confieso que eran muchas cosas, pero eso se convirtió en mi deber ser.
Lo primero que debía hacer para tener una maternidad exitosa era no exigirme estándares inalcanzables. Represento una maternidad flexible de acuerdo a mis necesidades y las de mi hijo y expreso con sinceridad y sin vergüenza mis dudas y miedos. Lo segundo y muy importante que tuve que hacer fue reconciliarme con mi niña del pasado, todas las fallas que hubo en mi crianza, superar estos estigmas.
Adopté por una crianza consciente. Después de casi dos años de ser mamá sigo diciéndolo, es bastante difícil tener un bebé, es negarse a sí misma muchas veces, es pasar a segundo plano, trato de establecer límites. Tampoco puedo descuidar mi yo femenina. Sigo siendo una mujer, sigo teniendo pareja, sigo intentando no romper mi individualidad, al menos no completamente, es difícil no fusionarse con el hijo cuando es como una extensión más de tu cuerpo. No me mal entiendan, es bonito la compañía (aunque yo no tuve a mi hijo por eso) pero, es necesario ser sincera con una misma, aveces es bueno alejarse solo un poco y volver renovada por lo menos unos minutos.
En mi experiencia también debo incluir que todas las voces críticas y opiniones las hice a un lado, tuve mucho filtro mental de los consejos de las abuelitas y tías. Me informé mucho sobre los diferentes temas que debía conocer; desde cero, con mi criterio creé la imagen de la madre que para mí debería ser ideal, pero un ideal sin pretender perfección. Para mí, la Maternidad consiste en un conocimiento de tus raíces, las históricas, las biológicas, las sociales y los descubrimientos de nuevos conceptos que se aglomeran para que funcionen, es algo serio que se debe hacer diariamente a pesar de todo. Para mí, asegurarme de ejercer bien la maternidad se ha convertido en una meta indefinida que debo cumplir sin flaquear, porque nunca se deja de ser madre, aunque a veces se quiera, por eso si una mujer me pregunta cómo es ser mamá yo diría:
Es la imagen que tú creas que te sirve, que te funciona y que se aleje de representaciones que muchas veces no son empáticas y carecen de veracidad, que seas como te dé la gana pero que seas feliz y que tu hijo también lo sea.
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15 Libros para aprender sobre Feminismo

Podríamos decir que el feminismo está en todas partes, lo vemos a diario, en lo cotidiano, las pequeñas grandes victorias que ha logrado a lo largo de los años las estamos viviendo, poder elegir y ser elegidas, poder estudiar, poder decidir, la vida profesional y laboral; con mayor o menor intensidad y limitaciones en algunas sociedades. Hemos alzado la voz y estamos haciendo ruido.
El feminismo lo vemos y lo vivimos. Sin embargo, teóricamente lo distorsionamos, pocos son los términos que conocemos (acertadamente) y mucho lo que se especula y mal dice. Por ello, queremos dejarte una pequeña pero práctica bibliografía sobre feminismo que te ayudará a navegar por las olas del feminismo, los conceptos, teorías y autoras que han aportado para la consolidación del movimiento de mujeres más grande y más fuerte de la historia. El presente listado corresponden a libros que conocemos desde La Literal, que nos parece útil y de gran ayuda para todas y todos aquellos que quieran aprender y conocer sobre qué es el feminismo.
-El segundo sexo, de Simone de Beauvoir

No se nace mujer: se llega a serlo.
Es un clásico. Desde la filosofía existencialista, Simone escribe en 1949 este ensayo donde cuestiona la construcción social del significado de ser mujer, de los ámbitos en que se mueve y lo privado y lo público en el entendimiento social.
-Una habitación propia, de Virginia Woolf

No hay barrera, cerradura, ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente.
La escritora Virginia Woolf, una mujer que se atrevió siempre a desafiar las imposiciones masculinas a la hora de la producción literaria narra en esta obra la situación de las mujeres y las escritoras frente a la sociedad, la literatura y la independencia de la mujer.
-Mujeres que corren con los lobos, de Clarissa Pinkola Estés

Cuando una mujer intenta formar parte de una asociación, organización o familia que desdeña examinarla por dentro para ver de qué está hecha, que no pregunta “¿Qué induce a esta persona a correr?” y que no se esfuerza en absoluto en plantearle retos o en animarla en toda la medida de sus posibilidades, su capacidad de prosperar y crear disminuye considerablemente.
Clarissa nos regaló una obra preciosa, densa y llena de conocimientos. En ella encontraremos un análisis de los arquetipos femeninos, del poder interno que todas tenemos y nos invita y motiva a empoderarnos desde dentro, desde el autoconocimiento.
-Mujeres, raza y clase, de Angela Davis

Ser mujer es ya una desventaja en esta sociedad siempre machista, imaginen ser mujer y ser negra. Ahora, hagan un esfuerzo mayor, cierren los ojos y piensen, ser mujer, ser negra y ser comunista, ¡vaya aberración!
Este es un libro clave para entender que incluso las desigualdades han sido desiguales en las mujeres, una mujer negra peca por mujer y por negra en la sociedad. Incluso hoy día desconocemos que existe la discriminación y que la falta de oportunidades aumentan para las mujeres negras. Conocerlos nos hará sentir y tomar conciencia de la necesidad de un feminismo antirracial y multiétnico.
-Feminismo para principiantes, de Nuria Varela y Antonia Santolaya

El feminismo es un discurso político que se basa en la justicia. El feminismo es una teoría y una práctica política articulada por mujeres que tras analizar la realidad en la que viven toman conciencia de la discriminaciones que sufren por la única razón de ser mujeres y deciden organizarse para acabar con ellas, para cambiar la sociedad. Partiendo de esa realidad, el feminismo se articula como filosofía política y, al mismo tiempo, como movimiento social.
Es sin duda el libro que recomiendo a ojo cerrado para toda aquella persona que desee conocer más y entender qué es el feminismo. Es un libro práctico que recuenta la historia del feminismo, además tiene una bibliografía enorme que nos servirá para profundizar en lo que queramos.
- Feminismo 4.0, de Nuria Varela

Si no tenemos leyes es muy difícil producir avances, pero las leyes en sí mismas no cambian la realidad.
Después de 15 años de la publicación de Feminismo para principiantes, llega Feminismo 4.0 podríamos decir que es una actualización que nos sitúa en el momento en el que estamos viviendo, recoge las voces a favor y en contra de la denominada cuarta ola y expone de manera precisa las discusiones que están sobre la mesa.
-Política sexual de Kate Millet

El dominio sexual es tal vez la ideología más profundamente arraigada en nuestra cultura, por cristalizar en ella el concepto más elemental de poder.
Lo sexual es político, concluiría Millet después de realizar una reflexión de cómo la sexualidad ha sido utilizada como herramienta de sumisión y opresión contra la mujer, determinando la conducta política y social de hombres y mujeres.
Al llegar al feminismo es importante notar que hasta lo que vemos como algo privado no se queda ahí exactamente, sino que transciende a lo público y a lo político y afrontar y decidir y asumir una posición sexual y sobretodo, una independencia sexual es clave en el camino del empoderamiento femenino.
-Teoría King Kong de Virginie Despentes

Escribo desde la fealdad, y para las feas, las viejas, las camioneras, las frígidas, las malfolladas, las infollables, las histéricas, las taradas, todas las excluidas del gran mercado de la buena chica. Y empiezo por aquí para que las cosas queden claras: no me disculpo de nada, ni vengo a quejarme. No cambiaría mi lugar por ningún otro, porque ser Virginie Despentes me parece un asunto más interesante que ningún otro.
Teoría King Kong es eso. La experiencia de vida de Despentes analizada y reconstruída para sustentar a la mujer king kong, aquella que sale de los parámetros estipulados por el machismo social. Es un libro crudo, real, que narra su violación y la forma cómo lo afrontó, su vida punk y su posición como feminista pero no femenina.
-Tsunami miradas feministas, de autoras varias

En un momento histórico de visibilización de las distintas formas de violencia ejercida sobre las mujeres –#MeToo, #TimesUp–, diez autoras de generaciones distintas, con ideas y vivencias distintas, reflexionan en clave autobiográfica y a través de distintos géneros textuales –relato, ensayo, viñeta, memoria…– sobre el impacto sentimental, social, político y cultural del feminismo.
Tsunami, más que ola, porque viene con fuerza, con variantes, con fuerza y con un análisis empoderante que nos dejará con muchas reflexiones sobre cómo asumimos y vivimos el feminismo. Sin duda, un gran libro para conocer el abanico tan amplio y diverso del feminismo.
-Claves Ecofeministas, de Alicia H. Puleo

Desde el ecofeminismo, ha de recordarse que esta búsqueda del equilibrio medioambiental de la soberanía alimentaria debe incluir y empoderar a las mujeres.
Cuando hablamos de feminismo somos conscientes que dentro podemos encontrar ramas y ramas, entre ellas, el ecofeminismo. Últimamente está tomando fuerza y los conceptos que maneja se vuelven importantes a la hora de hablar de la mujer.
-Monólogos de la vagina, de Eve Ensler

Da miedo decir la palabra. "Vagina". Al principio tienes la sensación de estar atravesando violentamente una barrera invisible. "Vagina". Te sientes culpable e incómoda, como si alguien fuese a derribarte de un golpe. Entonces, después de haber dicho la palabra cien o mil veces, se te ocurre que es tu palabra, tu cuerpo, tu lugar más esencial. De repente te das cuenta de que toda la vergüenza y la incomodidad que has sentido hasta entonces al decir la palabra ha sido una forma de silenciar tu deseo, de minar tu ambición.
Es una obra teatral que ha sido traducida a 46 idiomas y representada en más de un centenar de países. Más allá de ser cómica, es realista. Muchas hemos pasado por una etapa de ceguera frente a nuestro cuerpo, descubrirlo es todo un hito. Con Los monólogos de la vagina descubrirás, te reirás y encontrarás que no eres la única, muchas hemos pasado y pensado lo mismo. ¡Además, el prólogo es de Gloria Steinem!
-Mamá desobediente, de Esther Vivas

Una vez las mujeres hemos acabado con la maternidad como destino, toca poder decidir cómo queremos vivirla.
La maternidad es un gran tema en la lucha de independencia y búsqueda de igualdad de las mujeres. Sin embargo, por un tiempo se quedó silenciada dentro del feminismo. Algunas asumían que la maternidad es algo impuesto y no siempre es así. Hablar de ella, del embarazo, la lactancia, la violencia obstétrica es también empoderarse. Decidir sobre nuestro cuerpo es decidir si queremos ser madres y cómo queremos serlo.
-Mi vida en la carretera, de Gloria Steinem

Tal vez el acto más revolucionario para una mujer sea emprender un viaje por iniciativa propia y ser bien recibida cuando vuelva a casa.
Es un libro autobigráfico, en él Steinem nos cuenta su decisión de viajar sola, las circunstancias que la impulsaron a la búsqueda de la igualdad y proyectos emprendidos en la India. Su viaje nos muestra un reflejo de las sociedades y el papel que desempeña la mujer, siempre tan al margen y tan desigual; sobretodo, a la hora de decidir y escoger viajar sola, sin ser tildada de puta, ni asesinada, ni violada, ni maltratada.
-Los hombres me explican cosas, de Rebecca Solnit

Aún a día de hoy, cuando una mujer dice algo incómodo acerca del comportamiento impropio de algún hombre, habitualmente se la retrata como si estuviese loca, como si delirase, estuviese conspirando maliciosamente, fuese una mentirosa patológica, una llorona que no se da cuenta de que son solo bromas o todo esto a la vez.
Podríamos decir que Rebecca es la que acuñó el término de mansplaining, y nos lo relata en este libro de ensayos que cuestionan la mirada de la sociedad machista frente a la mujer y su intelectualidad.
El poder hablar, con seguridad y empoderamiento sigue siendo algo que intimida e incomoda a los hombres, por ello, tener consciencia de que muchas intervenciones son con la intención de hacernos creer menos no debe ser motivo de creerlo.
-La mística de la feminidad, de Betty Friedan

¿Qué es feminidad ? Es ser mujer; es sentirse bien como mujer; es ser fuerte unas veces y no tanto otras; es ser receptiva, estar abierta a los cambios y saber hablar desde dentro con todos los sentimientos y palabras para ser comprendida; es ser suave y a la vez un tigre […] En nuestra larga marcha, encontramos varias definiciones de feminidad
La feminidad es un concepto muy cuestionado dentro del feminismo, existen diversas definiciones y conceptos y vivencias. Betty, una feminista pionera en el movimiento nos hace una reflexión sobre el tema, con la que podemos comparar y compartir nuestra percepción sobre su significado.
Algunos de estos textos los puedes conseguir de manera gratuita en la internet. Algunas páginas lo ofrecen en PDF o lo puedes conseguir de segunda en tu librería preferida. Si te interesa alguno, házmelo saber y con gusto te comparto el PDF.
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¿Plus size?

Inclusión con limitaciones, así parece ser el requisito de la nueva ola de marketing incluyente. Se abren las puertas a una diversidad selecta. Los estereotipos permanecen, sólo se amplían el espectro y, de fondo la discriminación y los modelos alterados siguen mermando las redes sociales e influenciando negativamente a la sociedad.
Una mirada al pasado
Haciendo un barrido del pasado, encontramos que desde la pasarela de Jean-Paul Gaultier y John Galliano en 2006, se ha aumentado la inclusión de modelos de tallas grandes en la alta moda, creando la denominación de plus size. Modelos por encima de la talla 40 han ido ganando, con paso firme, terreno en el cuestionado y prejuicioso mundo de lo fashion. Han protagonizado campañas de modas tiendas internacionales como H&M, hasta ganar la décima edición de America’s Next Top Model, demostrando que el estereotipado cuerpo de modelo talla 4 no es el único posible, que existe un abanico amplio de formas y figuras. ¿O eso nos hacen creer?
Desde tiempos atrás, los hombres y la sociedad en general, han considerado que el cuerpo de las mujeres es de dominio público, pues sobre él creen poder opinar, criticar, juzgar, humillar, disfrutar, hacer y decir lo que se venga en gana, dejando a las mujeres a merced de la presión social y afrontando, con dolores y baja autoestima, un cuerpo que no termina de convencernos, ni de pertenecernos.
Decisiones no sólo en el uso de ciertas vestimentas, sino en la contextura y fisionomía de la mujer, cómo si esta fuese única y estándar. Y aunque parezca, para algunas, algo superficial la lucha feminista se ha visto asociada a cosas tan elementales como el vestir, desde Mary Quant y las primeras minifaldas, hasta decisiones tan complejas como el aborto.
La tan afamada independencia del poder decidir sobre nosotras mismas ha sido y es una de las banderas del feminismo. Derrocar los estereotipos sobre belleza, los ideales corpóreos de lo femenino, pero sobretodo, la aceptación y autoaceptación de la diversidad de medidas (y combinaciones). Sin embargo, la industria de la moda de lo femenino sigue creando y afianzando modelos imposibles para niñas y mujeres reales, pero claro, reconocemos que son estereotipos que han cambiado con los años, que difieren entre las culturas; y aún así, en Occidente han sido tan fuertes, tan interiorizados y normalizados que han hecho sucumbir a las niñas, mujeres jóvenes y mayores, en la presunción de que debemos ser o estar como aparentan en los anuncios publicitarios.
La llegada del Plus Size
Mucho se ha dicho del mundo del modelaje,los problemas alimenticios que han sufrido modelos y aspirantes a modelo a la hora de querer pertenecer a una agencia, o aparecer en la pasarela. Pues se estimaba que el cuerpo perfecto debía (o debe) ser alto, delgado, pocas tetas y poco culo, ser un maniquí, que sirva para mostrar unos diseños prohibidos para la gran mayoría de las mujeres corrientes. La presión por ser delgada, como las modelos, traspasó su esfera de farándula y aterrizó, con fuerza y presión en las niñas y adolescentes en crecimiento, que consumieron un imaginario de mujer bastante alejado de la realidad, imaginario que fue alimentado por muñecas y productos que propiciaban la delgadez soñada de las modelos.
Pero como el mundo cambia, las medidas y los gustos también, sobretodo a la hora de cosas tan consumibles como la moda, entre ello, la aparición (y aceptación) de modelos curvy o plus size, mujeres que salen del estereotipo tradicional de modelo y entran en el mundo de la moda con talla superior a la 40, ¿y menor a la talla 50?. Y es aquí donde llega la gran encrucijada de la plus size, esa diminuta línea que reconfigura el ser gorda y lo convierte en una etiqueta consumible, ser gorda está bien, pero sólo si eres “curvy”, es decir, si tu cuerpo gordo mantiene la silueta de “cuerpo de guitarra”.
Muchas de las mujeres que representan a las modelos plus size son chicas que si viéramos en la calle no catalogaríamos como gordas y mucho menos que sean plus size, pero como hasta la liberación del cuerpo gordo femenino (porque el cuerpo gordo masculino tiene todo un trasfondo también) debe seguir unas medidas que encajen en una visión estética del consumo, la representación debe ser acorde a esos estereotipos. Así, se crea una nueva forma de discriminación hacia la gordura, asumiendo que sólo es aceptable socialmente a las gordas voluptuosas, creando el ideal falso de que el cuerpo gordo es estandarizado.
Con esto, queremos desde La Literal crear la reflexión sobre la gordura aceptada y la que no, sobre la obesidad vista como estético y vista como enfermedad, y cómo las marcas utilizan los cuerpos gordos para vender ideales estandarizados, desconociendo la variedad de cuerpos, y que cada mujer es libre de verse y sentirse como guste, no todas las gordas somos iguales ni todas presentamos problemas de salud referentes al peso. Mostrar el cuerpo gordo real, tal cual, sigue siendo un acto rebelde que molesta e incomoda las miradas de lo demás. Y así es como la inclusión presenta límites y termina creando círculos más cerrados de exclusión y estereotipos imaginarios.
A continuación, te dejamos algunas modelos plus size que se han ganado un renombre en el mundo de la moda.
Tess Holliday

Tess es una modelo estadounidense que ha sido portada de revistas como Cosmopolitan pero que a la vez las redes sociales han sentenciado y juzgado porque asumen que sus fotos y apariciones en públicos son adulaciones a la obesidad.
Ashley Graham

Ashley es la modelo curvy de mayor renombre y fama actualmente, ha logrado ser la primera modelo de talla grande en ocupar portadas de revistas y la presentación del Miss Universo, concurso que idolatra el tradicional estereotipo del cuerpo femenino.
Beth Ditto

Además de ser cantante, feminista y vocera de la población LGBTI, Beth ha conquistado la pasarela de grandes de la moda como Jean Paul Gaultier.
Iskra Lawrence

Iskra es una modelo plus size y fundadora de la plataforma digital Runaway Riot encargada de moda para mujeres de todas las tallas. A través de sus redes sociales cuenta su experiencia como modelo tradicional y el conflicto para aceptar su cuerpo de manera saludable.
¿Crees que las modelos plus size deberían tener unas medidas predeterminadas? ¿Cualquier cuerpo gordo es bien visto ante la opinión pública?
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Escritoras y resistencia afrocolombiana

La historia, en general, ha ocultado o disfrazado las victorias femeninas, las creaciones, obras o inventos de las mujeres han sido descartados o no tomados en serio; todo porque cuyas creadoras y autoras eran mujeres; y, sigue pasando hoy día en diversos campos, (mejor camuflado, claro) y más difícil fue y es para las mujeres negras, pues no sólo contaban con la características de ser mujeres sino negras, como si fuese una doble maldición que las sentenciaba a las sombras.
Tras años de esclavitud, sangre, torturas y desaires, los afrodescendientes han ido recuperando el espacio y la visibilidad que les fue negada injustament. Desde Ruby Bridge, hasta Angela Davis y Audre Lorde o Chimamanda Ngozi Adichie, las afrodescendientes han alzado su voz, sus letras y reclamado lo que les corresponde; pero aún así, son muchas las que siguen en las sombras, las que el reconocimiento no les ha llegado como debería, especialmente a las mujeres afrocolombianas.
En Colombia, se abolió la esclavitud el 21 de mayo del año 1851 bajo una ley promulgada por el entonces presidente, José Hilario López, y a partir del 2002 se escogió la fecha para conmemorar el Día de la Afrocolombianidad. Una fecha que se ha tomado como una festividad en la que, como cosa rara, se olvida la razón de ser y se convierte en una fiesta, que muchas veces termina en actos discriminatorios, de apropiación cultural o ridículos performance de blackface.
La historia negra va más allá, y no se reduce a la danza de mapalé, al uso del turbante, las trenzas del cabello o usar telas coloridas (sin restarles importancia, sino reconociendo todo lo que hay detrás). Es una historia de lucha y resistencia, resiliencia y progreso que nos debe enorgullecer a toda la población colombiana, pues sus acciones son el ejemplo de toda una consciencia colectiva que no muere. Sin embargo, somos conscientes que en Colombia las oportunidades no son equitativas, y mucho menos las condiciones o herramientas para el progreso, tenemos zonas olvidadas y con carencias profundas, doblemente marginadas y hacemos un llamado a la ceguera selectiva que muchas usamos cuando hablamos de desigualdad.

Por ello, y a manera de reivindicación, desde La Literal nos hemos dado a la tarea de buscar escritoras afrocolombianas, teniendo en cuenta que sobrevivir como escritora es difícil, el ser una escritora negra es un atenuante en el grado de dificultad. A continuación queremos darte a conocer algunas escritoras afrocolombianas que te encantaría leer.
-Bertulia Mina Díaz,
Nació en San Esteban de Caloto. Desde niña tuvo sueños premonitorios, sueños que la salvaron a ella y a su familia de la violencia bipartidista que sucumbía al páis entre 1948 y 1953, y por la que se trasladó junto a su familia al municipio de Santander de Quilichao. Fue poeta, escritora de cuentos infantiles, de memorias ancestrales y de sucesos políticos, de profesión fue modista.
Te recomendamos su libro inédito de poesía, Conjeturas de paz.
La piedra de Andafiá
La piedra de Andafiá
se encuentra en Caloto,
vereda San Nicolás,
vereda negra de parientes
y quienes sabemos la historia.
Veneración le rendimos,
es grande como una casa
parada en cuatro piedritas
que parecen sus hijitas.
Cuando veo una piedra
tan grande como esta
recuerdo con alegría
a mamá Pola, mi abuela.
Ella sabía tambar
como sus antepasados
y con amor nos contaba
cada historia al recordar.
Los tambadores guardaban
con sigilo especial
debajo de piedras grandes
que nadie pudo encontrar.
Ellos tambaron, señor,
después de la esclavitud,
y sus remesas compraban
y el vuelto que les quedaba
los hizo buenos tahúres.
Jugaban cada semana
hasta que se hicieron hombres
y cada uno formó su nuevo hogar.
Piedra de recuerdos gratos
la piedra de Andá Fiá
vestida con los harapos del tiempo
aún impetuosa te yergues
en medio de matorrales y arbustos.
-Lucrecia Panchano

Nació en Guapi, Cauca. Actualmente vive en Cali. Ejerció como maestra de escuela y operadora de comunicaciones. Su primer libro lo publicó en 2004 “Poemas y crónicas, resonancias de un churo”, y obtiene la Mención de Honor de la Contraloría Municipal de Cali y de la Universidad del Valle, sede Pacífico. En 2007, publica el libro “Ecos de mi litoral”, y recibe de la Fundación Colonia Bonaverence la Medalla al Mérito en Poesía, Helcías Martán Góngora. En 2008, recibe de la Fundación Ancestros, la Palma de Oro al Mérito Herencia Ancestral. Fue invitada a España por intermedio de la fundación África siglo xxi en 2005, por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero.
Afrodescendencia
Afrodescendencia, inevitable consanguinidad
que atravesó, distancias y fronteras…
que desafió, pigmentación e identidad,
que superó, escollos y barreras.
Sangre que quema, corazón que aprieta.
Es África que grita entre las venas,
ancestro que aprisiona, que sujeta,
que exige libertad y no cadenas.
Madre África distante y latente,
grito sin eco, rabias contenidas…
siempre y por siempre estarás presente,
eres parte vital de nuestras vidas.
Madre África, somos tu descendencia
y en la sangre llevamos tu presencia.
-Amalia Lu Posso Figueroa

Nació en Quibdó, Chocó. Vive en Bogotá. Es psicóloga de la Universidad Nacional de Colombia. Se ha desempeñado como psicoterapeuta, directora y psicóloga del Centro de Atención Integral al Preescolar, y como coordinadora de excelencia académica de la Universidad Nacional de Colombia. Ha sido profesora catedrática en las universidades: Pontificia Bolivariana de Medellín, Jorge Tadeo Lozano y Los Andes, de Bogotá.
Con su espectáculo Cuentos eróticos del Pacífico colombiano, se ha presentado en escenarios de Colombia, España, Francia, Venezuela, Argentina, México, Brasil, Ecuador y Estados Unidos. Ha sido distinguida con el Decreto 0010 del 11 de mayo 2007, de la Gobernación del Chocó: «Exaltar la vida y obra de la escritora y poeta chocoana, Amalia Lú Posso Figueroa».
O mejor
Es el calor, calor sofocante y pegajoso del Chocó, de Saigón, de
[Cholén
Es el calor
El calor donde el viento se detiene ante la densidad y se quiebra
[en mil pedazos, minúsculos pedazos que se convierten en
[lágrimas de aguacero;
golpea los techos de paja, o mejor, se desliza por ellos, aguijonea como alfileres, los cuerpos exultantes de sudor, de
cadencia, de hambre al roce; rueda electrizante sobre la piel que
expele olor a flor de pacó.
La humedad se expande y sube;
o mejor, baja y penetra;
o mejor, sale a flote, rueda en zigzag;
o mejor, en línea recta, produciendo la necesidad de ser restregada
[con ternura;
o mejor, con violencia para apaciguar;
o mejor, precipitar prolongando el estertor tan parecido a la
[muerte;
o mejor, a la vida que brota envolviendo;
o mejor, liberando el deseo de salir;
o mejor, de entrar con amor o sin él,
desbaratando la sensación de aguacero, de calor, de sal, de
[vendaval reprimido, de girar alrededor de sí mismo;
o mejor, alrededor del otro, que libera la desazón y se reduce;
o mejor, se amplía a un solo significado: el de amante.
A los trece años, cuando los adultos piensan que todavía jugamos a las muñecas, conocí, o mejor, empecé a conocer a través del calor del clima, todo el calor del cuerpo, con un hombre mayor que guió sus manos certeramente, posesivamente, o mejor, pausadamente, como corresponde a quién sabe culminar bien una faena. Comparto con Marguerite Duras el amor por la vida y la vehemente necesidad de contar historias, ¡pero lo que Marguerite Duras nunca supo, fue cómo compartimos el mismo amante!
-Nila del Socorro Castillo

Nació en Barbacoas, Nariño. Trabajadora Social de la Universidad Externado de Colombia. Especialista en Planeación y Gestión del Desarrollo Regional, y especialista en Orientación Educativa y Desarrollo Humano de la Universidad de Nariño. Su libro publicado es Reencuentro con mis ancestros. Poemas y narraciones. El Palenque de Nila. San Andrés de Tumaco, 2004.
Currulao para Whanda
Nací a la orilla del mar,
mi casa fue una palmera,
mis juegos fueron cununos
y mi colchón una estera.
Coro
Hay bogá, canoa, bogá, bogá,
que la madrugada
ya va a llegar (bis).
Veníamos de Salahonda,
pasando por mama Joba
y allá afuera en la pasada,
me salió una tintorera.
Coro
Hay bogá, canoa, bogá, bogá,
que la madrugada
ya va a llegar.
Llegamos aquí a Tumaco,
isla de gran resplandor
y me quedé enamorado
de su gente y su folclor.
Coro
Hay bogá, canoa, bogá, bogá,
que la madrugada
ya va llegar.
Nos fuimos a Bocagrande,
tierra de gracia y de amor,
donde todita las tardes
se ve cuando muere el sol.
Coro
Hay bogá, canoa, bogá, bogá,
que la madrugada
ya va a llegar.
Me llamo Whandita Gómez,
esta bella melodía
de allá de mi litoral,
esta bella melodía
que compuso mi mamá.
Coro
Hay bogá, canoa, bogá, bogá,
que la madrugada
ya va a llegar.
Referencia:
http://babel.banrepcultural.org/cdm/ref/collection/p17054coll7/id/15
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Sobre el reconocimiento del otro (o la otra)

Lo difícil como humanos es sin duda reconocernos; saber que como individuos existimos más allá de cualquier etiqueta o rótulo.
Desde que nacemos caemos en encasillamientos de género, religiosos, regionales, políticos y hasta sexuales, crecemos con ellos a cuestas y nuestras acciones y formas de ver son a través de ellos, lo que predispone, en cierta medida nuestra relación con la sociedad y los demás. En palabras de Jonathan Haidt, las intuiciones vienen primero, el pensamiento estratégico después.
Precisamente es el pensamiento estratégico y el razonamiento el que nos aleja de la capacidad de reconocer(nos) en el otro. Vemos en el otro, en los demás, las cosas que solemos obviar en nosotros mismos, lo que crea una barrera invisible que nos separaría de ellos. Y ojo, una barrera que aunque invisible, marca nuestro actuar. Otra cosa sería si tuviésemos el anillo de Giges, y quizás con él puesto podríamos reconocernos mejor en el demás, pues no hay normas que nos estén vigilando lo que podamos pensar o hacer. Despojados de toda superficialidad (normas, reglas, costumbres, tradiciones), desnudos ante nosotros mismos, sin miradas punitivas, podríamos bajar la guardia y comenzar a ver que el otro no es tan diferente como pensábamos, o nos creían hacer creer.
Biológicamente hemos pasado procesos (como el mutualismo) que desarrollaron o afianzaron en nuestra naturaleza, la mezcla de egoísmo y altruismo. Volviendo a Haidt, este altruismo, cooperación o imparcialidad podrían explicarse como sutiles formas de interés propio. Aún así, esas alianzas que inicialmente las hacíamos por sobrevivir y hoy día por cosas más sencillas, como escoger un equipo para jugar voleibol, son los que nos han llevado al punto social en el que nos encontramos hoy día. Necesitamos al otro para avanzar, para evolucionar.
Y he ahí el punto más sencillo y más complicado al tiempo. Si bien necesitamos, biológicamente incluso, del otro para vivir, es difícil romper esas barreras invisibles (que mencioné anteriormente) para unirnos en la búsqueda de un bienestar común, lo más básico. Tristemente, somos más propensos a reflejar y después empatizar con los demás cuando se han amoldado a nuestra matriz moral que cuando la han vulnerado (Haidt, 2019), en otras palabras, sólo reconocemos a aquellos con quienes compartimos principios morales. Las personas que no comparten nuestra percepción del mundo solemos sacarlas de nuestro panorama, excluyéndolas inmediatamente de nuestra empatía. Quizá así podríamos explicar mucho la falta de empatía con el otro.
Es un tema que podemos afrontar y dar respuestas desde distintos campos, la biología, la ciencia, la psicología, la educación, la política, la astrología si se quiere y en todos siempre resonará un ruido. Algo falta. Por ello, la importancia de saber, entender y comprender que somos seres no imperfectos, sino humanos complejos, y ser conscientes de cómo funcionamos, saber que nuestros razonamientos van más allá de un simple porque sí podría funcionar para lograr este reconocimiento del otro tan necesario en estos días.

Para finalizar, desde La Literal queremos dejar unos pasos que podrían ayudarnos no sólo a reconocernos en los demás, sino a pensar mejor, estar en el presente y avanzar:
Contemplar: la contemplación es una acción que requiere de una observación con detenimiento, de escuchar, de poner atención lo que ocurre alrededor. Hoy día pasamos las cosas tan rápido que poco es lo que observamos, simplemente vemos, sin mayor profundidad. Contemplar nos hará estar en el presente, estar conscientes de lo que sucede. La respiración es una clave en este primer paso.
Reconocer: después de la contemplación reconocemos lo que sucede, una vez que hayamos dispuesto nuestros sentidos atentamente a lo que sucede, podemos reconocer qué pasa, quiénes interactúan, cómo lo hacen, si puedo o no intervenir y cómo lo haría. El reconocer lo que sucede o reconocer a los demás nos permite experimentar o compartir experiencias de crecimiento, sean negativas o positivas.
Empatizar: una vez hemos reconocido la situación o al otro, nace la empatía, entendemos el por qué, y entender el por qué es el paso que nos conecta con los demás seres vivos.
Reflexionar: cuando hemos realizado una conexión con el otro o con la situación podemos reflexionar sobre lo que sucede, ya hemos pasado por una serie de pasos que permiten o nos ofrecen una base de reflexión.
Actuar: y después de la reflexión, la acción. Actuamos no por impulso o emoción o instinto, sino después de todo un proceso de análisis. Procurando siempre un buen actuar, conciso y justificado.
¡Esperamos que te hayan quedado muchas dudas y comiences a investigar, preguntar y buscar respuestas que satisfagan tu interés!
Glosario:
Anillo de Giges: es una metáfora utilizada por Glaucón para hacer referencia de su teoría sobre la naturaleza injusta de las personas. Las personas son justas por miedo a un castigo de la ley o por recompensa por su actuar, pero, si tuviésemos el anillo de Giges, que nos concede la invisibilidad ante cualquier ley, seríamos naturalmente injustos.
La leyenda reza así, Giges, un pastor que tras una tormenta y un terremoto encontró, en el fondo de un abismo, un caballo de bronce con un cuerpo sin vida en su interior. Este cuerpo tenía un anillo de oro y el pastor decidió quedarse con él. Lo que no sabía Giges es que era un anillo mágico, que cuando le daba la vuelta, le volvía invisible. En cuanto hubo comprobado estas propiedades del anillo, Giges lo usó para seducir a la reina y, con ayuda de ella, matar al rey, para apoderarse de su reino.
Mutualismo: El mutualismo se define en biología como la relación estrecha entre individuos (o grupos de individuos) de dos especies diferentes en la que ambos individuos obtienen un beneficio.
Referencia:
Haidt, J. (2019), La mente de los justos, Barceloa, España. Editorial Planeta
Fotografías de Paz Errázuriz
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Literatura y feminismo, Marvel Moreno

Crecí, me criaron y estudié en Barranquilla, eso significa que más allá de saberme los himnos, estaba al tanto de lo que ofrece la ciudad (y sus alrededores). La cultura siempre me apasionó y me impulsó a querer conocer más de lo que Barranquilla tiene para dar, especialmente en las letras. Sin embargo, cuando era niña, pensaba que en Barranquilla no existía una escritora diferente a la poetisa Meira Delmar, cuya memoria se honra con una biblioteca pública en el centro de la ciudad; y, aunque busqué en varias bibliotecas no encontré ninguna otra mujer escritora barranquillera, no busqué más. Solo años después, mientras terminaba mi carrera universitaria fue que escuché de una escritora barranquillera, bohemia, perteneciente a la élite barranquillera, cercana al Grupo de Barranquilla, tertuliadero que frecuentaban diversas personalidades intelectuales de la cultura costeña, hombres en su mayoría, claramente; pero ahí estaba ella, quien fuese Reina del Carnaval en 1959: Marvel Moreno. Sinceramente me avergoncé por no conocerla, ¿cómo era posible que su obra no tuviese la trascendencia que ameritaba semejante trabajo literario?
Hay una cantidad de factores que intervienen en el amor, de las que los hombres son completamente ignorantes, no saben nada. Yo siempre he dicho que los escritores no saben contar a las mujeres.”
Marvel Moreno
¿Pero, qué tiene la escritura de Marvel de especial?
Leer a Marvel Moreno es entrar en la realidad de las mujeres barranquilleras de la clase alta y hacerse una idea de lo que vivían el resto de las mujeres en la ciudad entre los años 50 y 80. Los estereotipos y patrones tóxicos que se replicaban en las familias y los callejones sin salida para mujeres que atrapadas entre paredes de cristal deciden mantener intacta la tradición, por más que les pese para sus vidas. Y descubrir, en medio de ese mundo de adolescentes convirtiéndose en mujeres y de mujeres y madres y abuelas, que existe la resistencia femenina. Que siempre habrá una mujer capaz de saltar cualquier opresión, por más presentada que esté en tradición, respeto o apariencias, y resurgir, responsable de sus decisiones y de su vida. Por esto es que la escritura de Marvel es tan necesaria para todas. Y es que entre las páginas de sus cuentos, de sus novelas, encontramos a una Marvel pionera en el feminismo del Caribe, capaz de ponerse de pie después de caer y edificar su vida, su sexualidad, sus deseos y su ser como mujer libre.
Los hombres no aceptan la sexualidad femenina, por eso mismo yo en mis narraciones parto de esa base.
Marvel Moreno
Por todo lo que significa Marvel Moreno y su obra es que considero necesario la reivindicación de su papel como una de las escritoras más importantes de Barranquilla y del Caribe. En La Literal te traemos una breve reseña de su obra publicada para que te animes a conocerla si aún no la conoces y a leerla más si ya las has leído. Darle valor e interpretar a través de sus letras, el proceso de crecimiento y empoderamiento de la mujer.
Si bien los cuentos de Moreno fueron publicados a lo largo de su vida y reunidos en dos libros, “Algo tan feo para una señora de bien” en 1980 y “El encuentro y otros relatos” en 1992, en 2001 la editorial Alfaguara publica una compilación de todos sus cuentos.
Cuentos completos, 2001

Tuvieron que pasar años para poder tener en Colombia sus cuentos completos y conocer la maduración como escritora a través de los cuentos que escribió a lo largo de su vida. Obras que narran la vida de mujeres en sociedades machistas con situaciones cotidianas y las luchas que ejercen para sobrevivir en medio de todo.
Fotografía de: Vanessa Rosales
En diciembre llegaban las brisas

"Para tía Eloísa, ser mujer implicaba una cierta armonía con la naturaleza, una cierta integración a sus ritmos: en ellas las mujeres jamás habían visto un enemigo a quien era necesario vencer o destruir, sino un doble, una aliada, el espejo que reflejaba sus ciclos y su fecundidad."
Una novela ambientada en Barranquilla, nos lleva a recorrer la vida de mujeres de la clase alta costeña, cuyas vidas debían servir de inspiración y ejemplo para todos en la ciudad. Y es que, empezando con el nombre, las que hemos vivido en esa ciudad nos identificamos.
Marvel cuenta la vida de la mujer que debía ser sumisa, hermosa, devota, madre y santa en una ciudad llena de machismos y chismes. Tres historias de vida que fueron moldeadas con esas costumbres barranquilleras de la clase élite, tres historias de vidas, de mujeres, que muy probablemente aún hoy sigan amarradas a ese tipo de valores.
Esta obra fue publicada en 1988 y la versión en italiano del libro, gana el premio Grinzane–Cavour al mejor libro extranjero en 1989. En 2013, Alfaguara nos acerca a esta obra tan bella.
Fotografía de: Vanessa Rosales
El tiempo de las amazonas

En 1994 Moreno suspende la escritura de El tiempo de las amazonas y moriría el 5 de junio del año siguiente, sin publicarlo y sin dejar indicaciones de la novela, su familia la mantuvo guardada por 25 años. En marzo de 2020, tras presiones de grupos sociales como Las Amazonas y periodistas, la familia en cabeza de su primer esposo, Plinio Mendoza, deciden hacer el lanzamiento oficial de la novela.
Es sin duda, una novela cargada de historias, de personajes que atiborran las situaciones y experiencias de las mujeres que forman el grupo de las amazonas, amigas y conocidas cuyas vidas se ven mezcladas entre matrimonios, sueños, dependencias económicas y sexualidad y sueños de libertad.
Fotografía de: @hapilogoly
Referencias:
https://enciclopedia.banrepcultural.org/index.php/Marvel_Moreno
https://www.revistaarcadia.com/libros/articulo/entrevista-inedita-con-marvel-moreno-fabio-rodriguez-literatura-colombiana-sexualidad/69660
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Glosario Feminista

Con el feminismo se ha logrado identificar y nombrar situaciones, acciones y comportamientos que denigraban y denigran a la mujer y su quehacer, como diría George Steiner, “lo que no se nombra, no existe” y eso era lo que pasaba.
Al no tener cómo llamarlo y desconocer que eran patrones reproducidos en las diversas sociedades, muchas cosas pasamos por alto. Por suerte, cada día vamos identificando y conceptualizando para así derribar las barreras que por tanto tiempo el patriarcado ha creado alrededor de las mujeres.
A continuación, un glosario de términos que usamos las feministas para nombrar lo que antes no existía (por no tener nombre). Esperamos nutrir nuestros conocimientos de lo que significa ser feminista y todo lo que conlleva, por ello, esta nota será una hoja abierta para seguir ampliando el glosario y que juntas aprendamos y nos empoderemos con el lenguaje feminista.
A
Aliado: hace referencia a las personas que siendo parte del grupo opresor reconocen la opresión y se comprometen a terminar con ella. Sin embargo, es un término muy cuestionado y controversial en cuanto se refiere al papel de los hombres dentro de la lucha feminista.
Androcentrismo: es la visión del mundo que sitúa al hombre como centro y eje de todo lo que ocurre, imponiendo la mirada masculina y proyectándola hacia todos los campos de la humanidad como única y verdadera.
B
Brecha de género: es la diferencia entre las tasas masculina y femenina en la categoría de una variable, bien sea de recursos, acceso y poder, así como la brecha salarial que identifica la diferencia abismal en la asignación económica entre mujeres y hombres.
Body shaming: anglicismo que señala la acción de burlarse o avergonzar a alguien por la forma, talla o peso de su cuerpo. Especialmente aquellos cuerpos que no encajan dentro de los prototipos normativos de belleza. Es una acción común en las redes sociales.
Bropropriating: anglicismo que señala la acción de los hombres que se apropian de los créditos de ideas o proyectos de mujeres. Es una acción común en el ámbito laboral.
C
Cisgénero: es el nombre que recibe alguien cuyo el sexo al nacer e identidad de género coinciden. Cis tiene raíz en el prefijo latín que significa “de este lado”.
Consentimiento sexual: es el pacto verbal de dos personas adultas que deciden por voluntad propia acceder a relaciones sexuales de manera consciente y sin coacciones.
Cosificación: es la representación que se les da a las personas como si fueses objetos, carentes de sentimientos, voluntad e inteligencia. Suele presentarse en el ámbito sexual donde la persona cosificada queda relegada al uso para alcanzar placer o deleite.

Imagen de @PaulGisbrecht
Cultura de la violación: es algo que tenemos muy arraigados como sociedad, y consiste en culpar a la víctima por la violación. Es decir, aludir al tipo de ropa, hora, lugar o acompañantes en el momento de la violación y no atacar al verdadero y único culpable de las violaciones, e violador.
D
Deconstrucción: ejercicio individual de autoevaluación donde la meta consiste desaprender, identificar, aprehender y eliminar actitudes y acciones machistas. La deconstrucción también se aplica a diversas disciplinas.
Derechos reproductivos: Implica la capacidad de disfrutar de una vida sexual satisfactoria y sin riesgos, de disfrutar de la capacidad de reproducirse y de la libertad de decidir cómo, cuándo y cuántas hijas e hijos se desean tener. De esta manera, se entiende por derechos reproductivos aquellos que tienen las mujeres y los hombres para poder obtener información y libre acceso a los métodos anticonceptivos, derecho a recibir seguimiento adecuado las mujeres durante sus embarazos y a la atención personalizada durante y después del parto (Palabras para la Igualdad. Biblioteca Básica Vecinal).
E
Empoderamiento: Celia Amorós lo define como la toma de conciencia del poder que individual y colectivamente ostentan las mujeres y que tiene que ver con la recuperación de la propia dignidad de las mujeres como personas. La palabra viene del término en inglés empowerment que traduce en ganar confianza y seguridad en las mujeres.

Estereotipo de género: la ACNUDH lo define como la práctica de asignar a una persona determinada, hombre o mujer, atributos, características o funciones específicas, únicamente por su pertenencia al grupo social masculino o femenino.
F
Feminazi: término que utilizó en primera instancia el locutor radial Rush Limbaugh para hacer referencia a mujeres que defendían el derecho al aborto, asociándolo con el Holocausto. Hoy día es un término peyorativo para restar importancia a la lucha feminista.

Feminismos: Victoria Sau lo define como un movimiento social y político que se inicia formalmente a finales del siglo XVIII y que supone la toma de conciencia de las mujeres como colectivo de la opresión, dominación, y explotación de que ha sido y son objeto por parte del colectivo de los varones en el seno del patriarcado bajo sus distintas fases históricas, lo cual las mueve a la acción para la liberación de su sexo con todas las transformaciones de la sociedad que aquella requiera. Al hablar de feminismos se hace en plural, pues es un manto que reúne diversos frentes, actualmente existen feminismo ecológico, feminismo digital, feminismo radical, feminismo socialista, feminismo liberal, entre otros.
G
Gaslighting: anglicismo que identifica un tipo de abuso emocional que consiste en que el agresor manipula a su víctima de tal forma que ésta dude de su propia percepción, juicio o memoria, creando ansiedad, confusión, depresión y sumisión hacia el agresor. En español se le conoce como luz de gas.
Género: constituye un conjunto de valores cuya construcción se da de manera social y definen ciertas características emocionales, afectivas, físicas o intelectuales. El género es aprendido y se puede modificar.
H
Hembrismo: es un neologismo utilizado para señalar una superioridad de la mujer hacia el hombre. Sería el opuesto al machismo.
Heterenormatividad: sistema que normaliza la heterosexualidad y los comportamientos tradicionalmente ligados a ella mostrándolos como la única opción válida; marginando al mismo tiempo cualquier forma de relación fuera de los ideales heterosexuales, la monogamia y la conformidad de género.

I
Interseccionalidad: Kimberlé Williams Crenshaw introdujo el término para hacer referencia a que las opresiones son interdependientes, es decir, que la etnia, la clase, el género y orientación sexual son un constructo social y por ende están interconectadas.
L
Lenguaje sexista: lenguaje utilizado para discriminar a las mujeres por el hecho de serlo.
M
Machismo: es el conjunto de actitudes y comportamientos que violentan injustamente la dignidad de la mujer en comparación con el hombre.
Mansplaining: anglicismo para referirse a la actitud paternalista que adoptan algunos hombres para explicar temas que asumen manejan y conocen mejor que las mujeres.

Manspreading: anglicismo que describe la acción de los hombres en los asientos públicos donde abren las piernas incomodando a las personas sentadas junto a ellos, generalmente mujeres.

Manterrupting: anglicismo que se refiere a la acción que desarrollan los hombres para interrumpir innecesariamente a una mujer cuando habla, sea un debate, discurso o conversación, aludiendo que su intervención es necesaria para mayor entendimiento del tema.
Micromachismo: pequeñas acciones cargadas de machismos que hemos normalizado y reproducido en la cotidianidad.
Misoginia: desprecio y odio hacia la mujer y todo lo relacionado con lo femenino.
P
Patriarcado: Gerda Lerner lo define como la manifestación e institucionalización del dominio masculino sobre la mujer y niñas y niños de la familia y la ampliación de ese dominio sobre las mujeres en la sociedad en general.

Privilegio: se consideran privilegios todas aquellas ventajas de las que dispone una persona y de las cuales no suele ser consciente de poseer.
Purplewashing: este anglicismo se utiliza para denominar el proceso de instrumentalización de las luchas feministas con la finalidad de crear un marketing para legitimar algún producto.
S
Slut shaming: es el acto de humillar, ridiculizar o menospreciar a una mujer tildándola de puta por el hecho de vivir una sexualidad a su manera.

Sororidad: Marcela Lagarde lo define como una alianza entre mujeres que propicia la confianza, el reconocimiento recíproco de la autoridad y el apoyo mutuo.
T
Techo de cristal: hace referencia a una metáfora que señala las barreras invisibles que encuentra la mujer al momento de entrar en el mercado laboral y ejercer su profesionalidad.

Test de Bechdel: test creado por Alice Bechdel en 1985 para medir las brechas de género que puedan existir en los productos culturales, consta de tres pasos que se pueden identificar en películas, obras de teatro, cómic, etc., estos son: 1). Aparecen mínimo dos personajes femeninos; 2). Los personajes femeninos dialogan entre sí en algún momento; 3). El diálogo entre los personajes femeninos no gira en torno de personajes masculinos.
Transfobia: intolerancia u odio hacia personas trans por la creencia social de que la identidad de género debe corresponder con el sexo al nacer.
V
Victim blaming: va de la mano de la cultura de la violación y consiste en considerar a la víctima parcial o totalmente responsable del hecho, así como el cuestionamiento de sus acciones antes de la violación, incitando que sus acciones produjeron el hecho.
Referencias:
https://www.ohchr.org/sp/issues/women/wrgs/pages/genderstereotypes.aspx
https://www.who.int/topics/gender/es/
https://www.wikimedia.org.ar/2015/07/08/a-que-llamamos-brecha-de-genero-en-wp/
https://www.collinsdictionary.com/es/submission/17355/bropropriating
https://dictionary.cambridge.org/es/diccionario/ingles/body-shaming
http://www.psicologiayconducta.com/que-es-la-cultura-de-la-violacion
https://www.buzzfeed.com/beatrizserranomolina/vocabulario-glosario-feminista-para-principiantes
http://www.movimientosdegenero.com/articulos/que-es-elempoderamiento
https://www.nodo50.org/mujeresred/vocabulario.html
https://www.educandoenigualdad.com/2020/02/20/interseccionalidad-definicion-historia-y-guia/
https://www.gob.mx/conavim/articulos/sabes-que-es-el-machismo?idiom=es
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¿Feminista sí, sorora no?

Por: Gabrielle
La cultura machista que ha influenciado las artes, la política, los juegos infantiles, prácticamente todos los ámbitos sociales donde haya una representación femenina se ha encargado de crear un estereotipo de mujer, la mujer que envidia, que compite y la que no concibe a otra mujer como su amiga sino como una rival que tiene que sobrepasar. Lamentablemente, ha conseguido que el estereotipo se reproduzca tal cual y se instale en la memoria colectiva, en las niñas y mujeres que realmente consideran a la otra como una enemiga, sea por clase, etnia o gustos.
Las primeras mujeres en mi vida fueron las de mi familia, somos una familia donde predominan las mujeres; aunque trabajadoras son mujeres que tienen micromachismos añadidos en lo más profundo de sus conciencias, y así me criaron. Me enseñaron a estudiar y hacer lo que quiera, pero también a no comer mucho y no engordar para conseguir un hombre, a mantenerme arreglada para que mi novio no “busque otra”, a cocinar y servir primero a los hombres de la casa (de niña el único hombre de la casa era mi abuelo y pensaba que se le servía primero porque era el abuelo, no porque era hombre) y así muchos más.
Y aunque tengo varias primas y en mi barrio habían muchas niñas, yo solía no jugar con ellas, me consideraba diferente, odiaba las barbies y peleaba con mi prima mayor porque me parecían estúpidas, y así crecí, con cierto resentimiento al estereotipo fijo de niña y adolescente, odiaba cualquier cosa que me recordara la feminidad, y estudiando en un colegio femenino de monjas la cosa estaba un poco complicada. Se acrecentó esa repulsión.
Había escuchado y visto en las telenovelas que ama mi abuela que las mujeres no pueden ser amigas de otras mujeres, pues están llenas de envidia y malos tratos a propósito y eso me lo creí. Mis amigos fueron siempre hombres y reforzaban esas creencias. Así fue todo hasta que llegué a la universidad. Conocí mujeres valiosas, groseras, libres, inteligentes, brujas, putas, uribistas, mamertas, marihuaneras, ricas, pobres, blancas, mestizas y negras. Empecé a escucharlas, a tratarlas y comprenderlas. Ahí, por fortuna, renací como mujer. Vi reflejos de las mujeres en las vidas de las otras, la diferencia de sus caracteres me mostró lo tanto que nos parecemos. Reímos, lloramos, amamos, gritamos, marchamos, celebramos desde el sentir de la mujer.
Aprendí que no con todas estaba de acuerdo, ni compartía la opinión de otras pero también aprendí a valorar sus realidades. Claro, alejándome sanamente de la que debía alejarme y aceptando cuando se alejaban de mí. En esa época no me consideré feminista y menos sorora, no tenía idea de la palabra ni su significado. Sólo ahora, que hago una reflexión de las mujeres a lo largo de mi vida me doy cuenta que llegué por experiencia a la sororidad y luego, naturalmente, al feminismo.
Pero como no todo es mágico, existen mujeres feministas que niegan o dan la espalda a otras realidades femeninas que no las tocan o que no comparten, cuando son esas mismas realidad las que fortalecen el movimiento y se transforman en herramientas analíticas para la comprensión del papel y el rol que desempeña la mujer en las sociedades. Como ejemplo reciente, las redes sociales se inundaron con una ola que inició en 2017 con #MeToo (creado para denunciar al productor cinematográfico Harvey Weinstein) y su versión hispana #YoTeCreo que terminaron generando todo un movimiento de denuncias de acosos y agresiones sexuales más allá de Estados Unidos, y con el que miles de mujeres alrededor del mundo salieron del silencio y se pronunciaron. Un claro acto de sororidad, el creer en la palabra de la otra, que sin conocerla compartimos una carga producto de abusos y agresiones del patriarcado.
Por tanto, se hace necesario seguir haciendo énfasis en la necesidad de un feminismo sororo, que efectivamente vea a la mujer como una sujeta política pero también resaltar que no es una masa homogénea y uniformada, sino un conjunto de contradicciones (si se quiere) donde diversas identidades convergen en búsqueda de solidaridad, apoyo, crecimiento y empoderamiento femenino. Rescatar el aquelarre de brujas donde las mujeres se reunían a celebrarse libres y sabias, diferentes y cíclicas.
Sororidad, ¿qué es? ¿de dónde salió?
Como respuesta a este trato impuesto entre mujeres, el feminismo le ha dado fuerza a una palabra cuyo significado reivindica las relaciones entre las mujeres: sororidad. El término deriva del latín soror que significa hermana (monja de monasterio) y mencionado inicialmente por Miguel de Unamuno en su novela La tía Tula (publicada en 1921) donde cuestionaba la ausencia de lo sororal como paralelo de lo fraternal. En los años 60 adquiere el carácter feminista para describir la unión de mujeres por una lucha común, con el nombre de sisterhood, en inglés, y en la voz de Kate Millet (conocida por su libro Política sexual) acuñó el término para hablar de un feminismo sin distinciones de clases u orígenes étnicos que agrupara a todas las mujeres por igual, al tiempo nació sororité en Francia y posteriormente sororidad, convirtiéndose en una base del feminismo en la segunda ola y sigue vigente.
Sin embargo, sólo en 2018 es que la palabra sororidad es incluida en la RAE, definiéndolo como “relación de solidaridad entre las mujeres, especialmente en la lucha por su empoderamiento.” Y aún así es un término que va cambiando su concepto, pues no es uno cuadriculado. Muchas feministas lo han descrito de diversas maneras, por ejemplo:
Es solidaridad entre mujeres, una empatía, un acercamiento hacia otras mujeres.
-Teresa San Segundo
Una forma cómplice de actuar entre mujeres para que nos aliemos, trabajemos juntas, empujemos las agendas y los movimientos.
-Marcela Lagarde
Una hermandad de mujeres que te ayudan.
-Leslie Morgan
Comportarse con sororidad es básicamente pensar que tienes elementos de opresión en común con las mujeres que tienes a tu alrededor.
-Nerea Pérez de las Heras
Para ti, ¿qué es la sororidad? ¿cómo la vives?
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La religión en los niños, ¿cultura o imposición?

Por: Gabrielle
Mompóx, Colombia.
Media noche, el calor es insoportable, la cantidad de feligreses, turistas, locales y curiosos hace más angustiante la espera de la procesión. Todos hablan y sudan cual manda a pagar. Ropas elegantes se mezclan en las angostas calles junto a extranjeros graciosamente colorados y en pantalonetas. La espera continúa y ya se escucha la marcha tradicional que acompaña la procesión. Rezos, oraciones, rosarios y cámaras se alistan para ver el viacrucis en tamaño real cargado por personas a las que se les fue concebido un milagro, que a paso bailado van pagando sus favores. Muchos hombres, no atisbo ninguna mujer desde mi complicada ubicación, observo con curiosidad cada rostro que logro vislumbrar entre la noche y sus sombras antes de capturarlo con mi cámara. Comienzo a caminar entre la muchedumbre hasta que algo llama poderosamente mi atención, niños.
Niños no sólo de espectadores, sino niños pagando mandas, cargando figuras que inclusive superan sus estaturas, niños nazarenos encargados de devolver, con sacrificio, algún favor divino. Qué trágica vivencia han tenido que atravesar estos pequeños para desvelarse, marchar al son de una parafernalia que aún no logran comprender bien, con miradas de no saber qué hacer; ¿Acaso es el bello proceso de traspaso cultural o un capricho adulto de imponer costumbres y reglas mentales a niños que no pueden todavía tomar decisiones por sí solos?
La religión debe ser una guía espiritual que se comparte en la familia, los niños suelen adoptar la fe que profesan sus padres, o rechazarla, pero siempre es ese primer acercamiento el que definirá al adulto y su relación con la religión y la fe. La labor no recae en la sociedad sino en la familia, cómo viven esa relación y cómo involucran a los niños y niñas en ella.
En países como Colombia vivimos rodeados de religiones, de niños somos obligados a asistir a eucaristías sin entender mayor cosa, nos tapamos los oídos con los cantos desafinados de los evangélicos y los domingos nos escondemos de los testigos de Jehová para no abrirles la puerta, miramos con curiosidad a los extranjeros mormones que pasean por la cuadra con ligera timidez (sólo por poner un ejemplo de la vida en sociedad). De niños crecemos en mayor o menor medida influenciados por dogmas y textos sagrados que pocos adultos nos explican razonablemente creando confusiones, malestares o aficiones sin fondo.
Si bien como colombianos y como madres y padres de familia nos vanagloriamos de las tradiciones de nuestros pueblos, debemos respetar la infancia de la que somos responsables. Las tradiciones religiosas deben tratarse con cuidado, más cuando involucramos a niños en sus rituales. La infancia debe conocer y aprender, pero con respeto y sin cargas de nosotros, los tan devotos adultos.
Fotografía: @hapilogoly
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Después de leer Ensayo sobre la ceguera
Por: Gabrielle
Es extraño. La sensación de perder la visión, totalmente, y quedar ciega en un mar de leche. Luz absoluta, brillante, agobiante. Pasaron unos minutos, con el libro cerrado entre las manos, las manos sobre mis piernas, la cabeza agachada esperando, como si fuese real, un personaje más de la novela. Pasaron horas, mi cuerpo seguía igual quizá con miedo a moverse, como si un movimiento en vano fuese el detonador de la ceguera. Mi mente luchaba por separar la realidad de lo que se supone (colectivamente) no lo es, fue difícil.
¿Cómo podría sentir que quedaría ciega al leer un libro? El tiempo se hizo eterno, los pensamientos iban a mil, qué sucedería si pasará en la vida real, cómo lo tomaría. Poco a poco se fue desvaneciendo la sensación, quizá y muy probable no haya sido la única que ha sentido que perderá la visión después de leerlo. Me fui dando ánimos, o consolando que en últimas es igual.
Los libros son nuestra extensión, la materialización de nuestros pensamientos, nuestra mente, son magia compactada, capaces de crear o destruir, por ello, quizás es por lo que nos hacen vibrar, acelerarnos o retraernos, parar. Los pensamientos van y vienen, ignorando el tiempo, si fue pasado, presente o futuro. Podría ser un deja vú, un recuerdo, o una añoranza o un deseo.
Supongo que anocheció, ya se entraba la tarde cuando decidí dejar el libro a un lado. ¿Qué es estar ciego?, ¿y si ya lo estamos y nos hemos acostumbrado tanto a su luminosidad que hemos creado formas y detalles? Volví a sentir mi cuerpo por el calambre de una pierna, miré el libro, poco a poco iba cobrando color, brotaba de este mar de leche que mis ojos ahora deslumbran.
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La Era de la Vagina

Por: Gabrielle
Vagina. Vulva. Chocho. Cuca. Concha. Coño. Chichi. Chocha. Panocha. Pepita. Puchita. Pucha. Almeja. Pelua. Flor. Pussy. Papaya. Cosa. Cosita.
¿Conoces algún otro término con que se han referido a la vagina? Hay miles. Cada país y cada región tiene más de un apodo para llamarla. Pocas veces se le llama por su nombre: Vagina. ¿Algún problema con el nombre? Sí, que hace mención a un órgano femenino. Suficiente para crear todo un tabú y aumentar el desconocimiento de lo que es y lo que representa.
En los últimos años se ha ido quitando el velo a hablar sobre la vagina, y poco a poco va llegando la información adecuada sobre la vagina, y por fin, estamos entendiendo qué es, porque tristemente no sabemos gran cosa de ellas. De niñas sólo nos decían que teníamos que lavarlas y, en algunas ocasiones, que cuando nos convirtiéramos en mujercitas nos bajaría una sangre, que era normal, no nos explicaban mayor cosa. Manténla limpia, que no huela, que te cortes los vellos, que si tienes flujo alguna infección tendrás. Y listo. Muchas crecimos desconociendo nuestro cuerpo y a su vez con el paso del tiempo creando miles de interrogantes que nos generaron y/o generan vergüenza, como si nuestro cuerpo fuese motivo para estarlo. Pero así era y sigue siendo para muchas niñas que están creciendo, para nuestras mamás y abuelas que nunca se sintieron seguras con sus cuerpos, para nosotras las mujeres que hoy estamos descubriendo nuestra vagina, algo tan nuestro y normal como lo es el cabello o nuestros ojos, pero tan desconocido y místico que referirse a ella era incitar lo indecoroso. Las señoritas correctas no hablan de eso, sólo las mujeres de la calle.
Gracias a los terrenos ganados por el feminismo, esa conversación sobre las vaginas (sí, en plural) pasaron de ser conversaciones de mujeres de calle y putas, a ser conversaciones de todas. Al final, tanto la puta como la monja tienen vagina. Los estudios anteriormente liderados por hombres omitían o limitaban la información sobre el cuerpo de la mujer, desde las teorías psicoanalíticas hasta la medicina dejaban en segundo plano a la vagina. Un órgano que está más allá que para la función reproductiva, un órgano complejo y diverso, que sólo la autoexploración y una adecuada guía nos darán la seguridad para conocerla.
Como la información ha sido tan sesgada y limitada, las recomendaciones médicas por mucho tiempo no fueron las mejores y el conocimiento popular y ancestral de las mujeres se fue desechando. Se sustituyó la sabiduría femenina por la medicina machista y el patriarcal, condenando todo lo relacionado a la mujer, el placer, la menstruación, la ciclicidad femenina y los deseos y ambiciones. Clarissa Pinkola Estés es la autora del libro Mujeres que corren con los lobos, toda una investigación que abarca las múltiples facetas de la mujer; honrando lo sagrado y místico femenino. En el libro resalta la importancia que tiene, entre otras cosas, la menstruación, afirma que
Las mujeres de la antigüedad y las modernas aborígenes solían crear un lugar sagrado para esta clase de comunión y búsqueda. Dicen que tradicionalmente se establecía durante el período menstrual de las mujeres, pues en estos días una mujer vive mucho más cerca de su propio conocimiento que de costumbre; el espesor de la membrana que separa la mente inconsciente de la consciente se reduce considerablemente. Los sentimientos, los recuerdos, las sensaciones que normalmente están bloqueados penetran en la conciencia sin ninguna dificultad. Si una mujer se adentra en la soledad en este período tiene más material para examinar.
El conocimiento de nuestra vagina y todo lo mágico que sucede en nosotras por medio de ella nos llena de magia, somos entes creadoras y nos han ocultado nuestro poder. Poder que alcanzamos por medio del conocimiento, y del que hemos rehusado culturalmente por culpa de otros. Para conocernos debemos empezar por saber que la vagina es diversa, nuestra vagina no tiene un modelo estándar, mucho menos es la vagina virginal, carente de vellos y rosada que el porno se ha apurado en mostrar. Es un mito que hay que romper para normalizar que somos diferentes. Como dice Pabla Pérez, mi cuerpo no es el mismo que el tuyo, pero tenemos mucho en común, y esas cosas que tenemos en común son que la vagina está conformada por un clítoris, labios exteriores e interiores, uretra y la abertura de la vagina. Cada parte con su función específica, para el placer, para orinar, para la penetración, para parir. Un órgano que nos han hecho creer es sucio y poco decente.
Y no sólo el desconocimiento de nuestro cuerpo ha sido el impedimento para nuestra aceptación; también, la escasez de estudios, literatura, ginecólogas, familiares conscientes han aumentado la barrera de la ignorancia acerca de la vagina. Por fortuna, cada día son más los avances que se hacen del tema, como mencione anteriormente, vamos quitando el velo. Pabla Pérez, en su libro Manual introductorio a la ginecología natural, describe una cotidianidad que nos ha marcado por generaciones, dice
El medio social nos enseña a ocultar todo tipo de “fluidos”. Paradójicamente, las mujeres somos “seres de fluidos”: flujo vaginal, sangre menstrual, leche materna, etc. Nos enseñaron a no tener contacto con estas secreciones, a sacarlas de nosotras e higienizar lo máximo posible nuestras “zonas íntimas”. Eso nos conduce a actuar en contra de nuestra propia salud, ya que al menos la vagina se limpia a sí misma y no necesita más que agua para el mantenimiento de su higiene. Su excesiva limpieza termina dañando su sistema natural de protección.
Con todo esto, La Literal desea que nos empoderemos desde el conocimiento, que recuperemos la diosa que hay en nosotras, que sepamos lo que somos y lo que podemos dar. Para ello te dejo un listado de libros, documentales, estudios, donde podrás profundizar tus conocimientos. No olvides que la autoexploración afianza lo que leas, somos únicas y el autoconocimiento es primordial. Deja a un lado el tabú de tocarte para conocerte, ¡Tócate! ¡Conócete!
Documental:
-La luna en ti, dirigido por Diana Fabianova
-Placer femenino, dirigido por Bárbara Miller
Libros:
-Mujeres que corren con los lobos, de Clarissa Pinkola Estés
-Manual introductorio a la ginecología natural de Pabla Pérez San Martín
-The fifth vital sign: master your cycles & optimize your fertility, de Lisa Hendrickson-Jack
-Taking charge of your fertility, de Toni Weschler
-Luna Roja, de Miranda Gray
-Cuerpo de mujer, sabiduría de mujer, de Christiane Northrup
-Code red, de Lisa Lister
-Esta es mi sangre, de ��lise Thiébaut
-Cómo mejorar tu ciclo menstrual, de Lara Briden
Estudios:
-Douching and the risk for sexually transmitted disease: Tsai et al.,
-Vulvovaginal hygiene and care: Gupte P., Patil S., Pawaskar R.
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Las 9 novelas distópicas que debes leer

Por: Gabrielle
En algunos casos, la inhumanidad del hombre para el hombre ha sido inspirada por el amor a la crueldad como crueldad, a su horrible y fascinante naturaleza.
Aldous Huxley
La distopía es un subgénero literario perteneciente a la ciencia ficción y se destaca por la descripción de una sociedad cuyo panorama es indeseable, deshumanizante y caótico. La RAE, define el término distopía como la representación ficticia de una sociedad futura de características negativas causantes de la alienación humana. Un tema muy apetecible para más de un escritor.
Si bien las primeras historias distópicas nacen a inicios del siglo XX, es con las obras de George Orwell, Aldous Huxley y Ray Bradbury que alcanzan su máximo reconocimiento. Y es que esta tripleta ha calado el tiempo y el espacio siendo un espejo de muchas situaciones en los años posteriores a sus respectivas publicaciones. Logrando una importancia esencial no sólo en la literatura sino en la política y sociología, ya que las posturas adoptadas en cada una de las sociedad distópicas de los tres autores tratan temas como el Big Data (digitalización y eliminación de la privacidad), modificación genética y automatización del ser, regulación y control del conocimiento; entre otros temas que han desatado debates morales y sociales.
Los elementos reinantes en las novelas distópicas son el miedo, la coacción y la falta de libertad, presencia de dolor o supresión del mismo, manipulación psicológica, drogas alucinógenas, alienación, adoctrinamiento, pesimismo, heroísmo y en últimas, rebeldía. Estos ingredientes han creado historias maravillosas que nos emocionan por la crueldad de la realidad, y curiosamente, la similitud a lo que vivimos a diario.
Con esto, el género distópico ha ganado con los años mayor fanaticada y nuevas distopías han conquistado a jóvenes y adultos, incluso, llegado a la pantalla grande; y aún así la tripleta distópica Huxley-Orwell-Bradbury sigue captando la atención y el sueño de nuevos lectores, dejando en el olvido a grandes historias que no merecen quedar en la sombra.
Por ello, en La Literal hemos realizado una selección de novelas distópicas que merecen ser leídas una y otra vez, pues en ellas encontraremos confortamiento, respuestas y una vasta reflexión sobre el mundo en que vivimos.
Cabe resaltar que la participación femenina en las novelas distópicas del siglo pasado es casi nula, y muy pocas escritoras han perdurado en la memoria literaria. Afortunadamente, en los últimos años la cosa ha cambiado y hemos visto con éxito nuevas autoras que han llevado sus sociedades distópicas al cine y la pantalla chica, liderando las sagas distópicas. Sin embargo, el listado a continuación obedece a un gusto particular en la calidad de la narración e historia y no recae mayor importancia por el escritor o escritora salvo la relacionada con la obra.
En orden cronológico, las novelas distópicas que deberías leer:
-1908: El talón de hierro de Jack London

Yo sí conozco la historia y por eso sé que las legiones de trabajadores han vivido en el fango desde tiempo inmemorial, y en él seguirán mientras yo, los míos y los que nos sucedan conserven el poder. Ésta es la palabra, la reina de las palabras: poder. Ni Dios, ni el becerro de oro: el poder. Mueva la palabra en su boca hasta que la lengua encuentre su áspero saber. ¡El poder!
Dos años después de publicar su novela más famosa-Colmillo blanco (1906)-, el escritor norteamericano Jack London publica una novela que se sale de su estilo habitual, una historia distópica con tintes socialistas que marcaría el inicio de un nuevo subgénero. Pero, así mismo se convertiría en una novela olvidada, quizá la menos recordad de London.
El talón de hierro cuenta la vida de un revolucionario, un líder innato que se rebela ante un capitalismo salvaje. Ambientada en la segunda mitad del siglo XX, narra la historia de Ernest Everhard, quien fuera capturado y ejecutado en 1932 tras haber sido partícipe en una fallida revolución obrera, su lucha es contada por su esposa Avis Everhard a través de un manuscrito encontrado 7 siglos después.
-1924: Nosotros de Yevgueni Zamiatin

En nombre del Bienhechor, se pone en conocimiento de todos los números del Estado único: Que todo aquel que se sienta capacitado para ello, viene obligado a redactar tratados, poemas, manifiestos y otros escritos que reflejen la hermosura y la magnificencia del Estado único. Estas obras serán las primeras misivas que llevará el Integral al Universo. ¡Estado único, salve! ¡Salve, Bienhechor! ¡Salve, números!
La obra del ruso Yevgueni Zamiatin sirvió de inspiración para la obra de Orwell, ya que fue una de las pioneras del género, tratando temas políticos y manipulación social para la instauración de un régimen autoritario y abusador, razones por las que Nosotros estuvo censurada en Rusia hasta 1988 año en que fue publicada al ruso por primera vez. La obra nace de la experiencia del propio Zamiatin al sufrir condena por el régimen zarista y posteriormente por los bolcheviques, utilizó la escritura como vía de escape y memoria de sus propias vivencias.
Nosotros gira en torno a la ciudad de cristal y acero del Estado Unido y separada por un enorme muro que la rodea, dejando fuera del muro al mundo salvaje. La autoridad la ostenta el Bienhechor ejerciéndola a toda costa e inflexiblemente, los hombres son simplificados a números y deben trabajar sometidos a horarios fijos, a la vista pública, pues no existe lo privado. Se despojan de su individualidad para formar parte de un nosotros, por tanto, nadie puede ser diferente ni pensar contrario al Estado Unido. La historia es narrada como diario íntimo de D-503 quién es el encargo de la construcción de una nave interestelar que deberá llevar a todo el universo el bienaventurado yugo de la razón. Y el proceso nace un amor por I-303, amor que funge como incentivo a la rebelión y las ansias de libertad.
-1932: Un mundo feliz de Aldous Huxley

Éste es el secreto de la felicidad y la virtud: amar lo que uno tiene que hacer. Todo condicionamiento tiende a esto: a lograr que la gente ame su inevitable destino social.
El británico Aldous Huxley logró ir más allá en las distopías, creando una obra maestra que inmortalizó su nombre. Su visión futurista ofrece un conjunto de elementos que bien pueden considerarse atemporales, ya que al leerla en cualquier momento nos sentiremos plenamente identificados. La búsqueda de la felicidad por medio de la selección y tecnología genética, el uso de drogas alucinógenas para el control de las masas, el sentimiento de unidad y fuerza crearon un nuevo mundo, ¿un mundo feliz?. El título original es Brave new world.
Un mundo feliz presenta una sociedad futurista en que los seres humanos son creados en fábricas, y conforme a las capacidades genéticas de cada uno se asignan a un grupo social diferente que deberá cumplir unas labores ya predeterminadas, sin mezclarse ni juntarse deberán portar un uniforme de un color que los identifique y cumplir con sus tareas, los grupos son Epsilon, Gamma, Beta y Alpha, estos últimos quienes deciden las acciones a seguir para el planeta entero. Las personas que actúan de manera autómata se consideran felices, puesto que hacen lo que tienen que hacer; mientras la autoridad les entrega dosis controladas de drogas que los ayudan a vivir en un mundo de ensueños. Todo esto entra en cuestionamiento cuando aparece John, un joven que fue concebido tradicionalmente y provenía de una reserva salvaje e inicia los interrogantes que atraviesan la novela para tocar temas tan sensibles como la muerte, la felicidad y la humanidad.
Fue tanto el clamor de la novela y los debates que suscitó que 27 años después Huxley publica un libro conformado por 12 ensayos donde confronta la realidad con la novela, añadiendo temas como la superpoblación, publicidad sin límites y las dictaduras de obediencia visible, el libro se titula Nueva visita a un mundo feliz. Y llevada al cine en 1998 por los directores Leslie Libman y Larry Williams.
Como dato final, Huxley publicó una novela en 1962 que podría verse como una respuesta a Un mundo feliz, ya que describe una sociedad utópica y fuertemente constituida, el libro se llama La isla.
-1948: 1984 de George Orwell

En nuestra sociedad, quienes mejor saben lo que está ocurriendo son también quienes más lejos están de ver el mundo tal como es en realidad. En general, cuanto más saben, más se engañan; cuanto más inteligentes son, menos cuerdos están.
El británico Eric Arthur Blair, mejor conocido como George Orwell es la mente creadora de la novela con mayor reconocimiento dentro del mundo distópico, a su vez, el proponente del término Big Brother concepto que abarca la vigilancia estatal con fines políticos y sociales de control de la sociedad.
Antes de escribir 1984, en el año de 1945 Orwell publicó Rebelión en la granja una novela donde cuestiona los regímenes de la época personificados en la granja y los animales, es la primera novela del autor donde hace cuestionamientos políticos y sociales; que además sirvió de abrebocas para la gran obra maestra que publicaría tres años después, 1984 se consolidó como una novela predestinada a describirnos en muchos aspectos.
El hilo de la novela se entiende como una crítica a los totalitarismo y abusos de poder, donde una sociedad inglesa es dominada por una burocracia compleja y hermética que controla el Gran Hermano. El protagonista central, Winston Smith, se alienta a rebelarse ante el sistema político controlador, difícil tarea ya que hasta el pensamiento es vigilado y castigado si infringe lo estipulado por el Gran Hermano. Smith accede a unirse a la Hermandad liderada por O’Brien para alzarse en rebelión, pero, descubre que la Hermandad no es lo que aparenta. ¿La rebelión es un objetivo inalcanzable?
1984 generó tantos debates fuera del campo literario que se considera una novela con un fuerte tinte político. Su recibimiento fue tan amplio y criticado que en 1984 fue lanzada una película basada en su historia, dirigida por Michael Radford.
-1953: Fahrenheit 451 de Ray Bradbury

Tiene que haber algo en los libros, cosas que no podemos imaginar para hacer que una mujer permanezca en una casa que arde. Ahí tiene que haber algo. Uno no se sacrifica por nada.
El norteamericano Raymond Douglas Bradbury fue un escritor del género fantástico, misterio, ciencia ficción y claro, distopía. Su fama llegó con Crónicas marcianas en 1950, un libro de cuentos cuyo fundamento es un mundo abandonado por el daño del hombre y deciden ir a Marte para poblarlo, pero como siempre, el hombre termina acabando con el nuevo planeta y su población. El buen recibimiento que tuvo este libro fue la mayor motivación de Bradbury para aventurarse a una novela distópica, diferente a las ya publicadas en su época. Ofreció un mundo caótico distinto, donde el conocimiento era negado y el arma más mortal, el libro.
El título de la obra es muy consecuente con la trama de la novela, el papel arde a 451 grados fahrenheit y la historia se destaca porque los libros son quemados ya que se consideran un arma mortal contra la estabilidad del sistema. La trama está ambientada en una sociedad hipnotizada por la publicidad abrumadora que satura todos los espacios públicos y privados, la humanidad está subvalorada y los libros, totalmente prohibidos. Tanto, que la función primordial de los bomberos es quemar libros. Y es precisamente un bombero, Montag, el protagonista de la novela.
Montag conoce a una mujer diferente a las demás, ella, va observando a su alrededor, algo totalmente anticuado, ya nadie tiene tiempo de ver más allá de la publicidad. Ella, le muestra la farsa del mundo en que viven, siembra una semilla de cuestionamiento en Montag, quien inicia la lucha por salirse del régimen, con la esperanza de un grupo de individuos que han de preservar el conocimiento de los libros. ¿Podrá lograrlo?
Al igual que las novelas de Huxley y Orwell, esta obra de Bradbury ha sido llevada al cine en dos ocasiones, la primera en 1966 dirigida por François Truffaut y la segunda en 2018 bajo la dirección de Ramin Bahrani.
-1954: El señor de las moscas de William Golding

Uno tiene miedo porque la gente siempre tiene miedo.
El británico William Golding, escritor, poeta y merecedor del Premio Nobel de Literatura en 1983 es el autor de la célebre obra El señor de las moscas. Su obra se identifica por enfrentar a los protagonistas a dilemas morales. Y aunque al inicio de su publicación no tuvo mucha acogida, sólo bastó un tiempo para convertirse en un clásico de la literatura inglesa y universal.
El argumento de El señor de las moscas se centra en un grupo de niños ingleses que quedan varados en una isla desierta después de que el avión en que se movilizaban fuese atacado durante una guerra mientras sobrevolaba el Océano Pacífico. Los niños, abandonados y sin una figura clara de autoridad desatan los instintos más salvajes de supervivencia y poderío.
Si bien la novela no plantea una sociedad total repleta de caos, la sociedad formada por los niños en la isla sí enfrentan los problemas de organización, políticos y sociales entre ellos. La situación los lleva al límite de la vida y deshumaniza sus acciones y la manera en que las enfrentan. La supervivencia se convierte en la insignia de los niños que hacen todo por mantener la vida, más no la humanidad.
La novela fue llevada a la pantalla grande por el director Harry Hook en 1990. Sin duda, una obra que toca la fibra más sensible de la humanidad.
-1985: El cuento de la criada de Margaret Atwood

Soy como una habitación como en la que una vez ocurrieron cosas pero en la que ya no sucede nada.
La canadiense Margaret Atwood es novelista, poetisa, crítica literaria y activista política publicó en 1985 El cuento de la criada, una novela que ha tenido una fama tardía, pues sólo en los últimos años se ha apreciado en su totalidad la grandiosa obra distópica de Atwood. Obra que además tiene como epicentro a la mujer, el papel orgánico de la mujer como dadora de vida y la mutilación de los derechos para las mujeres.
El cuento de la criada es una novela ambientada una sociedad que toma medidas drásticas por la baja natalidad, cuya autoridad es una dictadura religiosa ortodoxa y patriarcal que suprime a la mujer en todos sus ámbitos, dejándole un lugar como esposa trofeo y vehículo para la concepción.
Las mujeres fueron divididas por funciones, son esposas, cocineras, formadoras de criadas o criadas, éstas últimas mujeres que otrora eran libres e independientes, son despojadas de su individualidad y adoctrinadas para satisfacer a los demás, no tienen nombre, no pueden hablar, no pueden pensar por sí mismas, no pueden amar ni ser amadas, no pueden tener hijos propios, no pueden ser ciudadanas. Son criadas. La historia son las memorias de una criada que busca la manera de contar sus vivencias, recordando su vida pasada y su nueva vida. Deja constancia de la crueldad contra las mujeres, su anulación como ser social y la criada lucha por salir, esperanzada en su familia busca la manera de salir del régimen.
En el año 2018 Margaret Atwood anunció la segunda parte de la novela, titulada Los testamentos. La obra tuvo una adaptación a la pantalla, convirtiéndose en una serie de televisión ganadora de premios.
-1995: Ensayo sobre la ceguera de José Saramago

Si alguna vez vuelvo a tener los ojos, miraré verdaderamente a los ojos de los demás, como si estuviera viéndoles el alma.
La novela del portugués ganador del Premio Nobel de Literatura en 1998 tiene una historia que atrapa a la primera. La historia de una sociedad cegada por luz blanquecina, parecida a la leche. Nadie sabe qué sucede. Las normas y las prioridades cambian de un momento a otro y las autoridades buscan la manera de controlar lo incontrolable.
La obra inicia cuando un hombre que conduce un auto espera a que el semáforo cambie, súbitamente se queda ciego. Es considerado el primer caso de ceguera. Una “enfermedad” que se expande de manera abrumada, no se conocen las causas ni los detonantes, afecta a todos, sin excepción. O al menos eso parece. Una historia donde la individualidad y el egoísmo están a flor de piel. Encerrados en un manicomio, todos los ciegos deben vivir bajo nuevas reglas. ¿Somos capaces de vivir sin el otro? ¿Hasta dónde reconocemos la otredad como símbolo vital de nuestra composición social? Ensayo sobre la ceguera es una historia que termina siendo un reflejo de la sociedad dispersa, un conjunto de individuos perdidos en sus quehaceres inoficiosos de la vida diaria.
Saramago escribió una novela que sería la continuación de este, Ensayo sobre la lucidez, donde ahora se revierte la situación, ¿la única persona que no perdió la visión sería la culpable?
-2018: Voz de Christina Dalcher

El mal triunfa cuando los hombres buenos no hacen nada.
Voz es la primera novela de la estadounidense y doctora en linguística Christina Dalcher. Acostumbrada a la escritura de artículos académicos e historias cortas, Dalcher sorprende con esta historia distópica donde la voz es censurada, limitada y controlada, sólo en las mujeres.
La novela ha sido comparada con El cuento de la criada en cuanto giran en torno a la privación, alienación o mutilación de los derechos y libertades de las mujeres, obligándolas a adoptar funciones humillantes y limitantes para poder sobrevivir en una sociedad patriarcal que ignora el potencial femenino, ¿o acaso es que le teme?
La protagonista de la historia es Jean McClellan, una doctora en neurolinguistica que narra cómo se ha trastocado su realidad por los cambios drásticos en el poder y la política, que ha sido ostentada por Los puros, hombres fanáticos de la supremacía del hombre, del macho, y para imponerse deciden limitar la participación de la mujer en todas las áreas, para lograr su cometido solicitarán los avances de la doctora McClellan, quien se encontraba trabajando en la cura de la afasia de Wernicke que, sin saberlo, terminará por ayudar a crear su propio mal. 100 palabras por día, una más y una descarga eléctrica podría matarte.
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Hoy día parece que viviéramos en un mundo distópico, y leer alguna de estas novelas sin duda te sumergirá en una reflexión interesante. ¿Serán un reflejo de nuestra sociedad?
¡Felices lecturas!
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Lo que leemos hoy

Hay libros que son injustamente olvidados; ninguno es injustamente recordado
W.H. Auden
Cada día nacen más y más libros, abundan en todas sus presentaciones, físicos y digitales, brindando a los lectores más facilidades de acceso. Las editoriales apuestan a la literatura juvenil como nunca antes había sucedido y los jóvenes se han vuelto devoradores de libros de literatura contemporánea. Autores como John Green y Blue Jeans están en la boca de apasionados lectores que ansiosos viralizan su encanto por el nuevo libro.
Pero, ¿qué leen? Las novelas románticas y las sagas de competiciones apocalípticas parecen a simple vista haberse tomado la delantera. Y surge aquí, en éste preciso momento una duda que merodea en mi mente, ¿Qué sucede con los libros de antaño?, novelas de todo género de los años 80 hacía atrás. Han sido desbancados autores como el Marqués de Sade, Miguel de Cervantes, Marcel Proust, James Joyce, Fiodor Dostoievski, entre otros; han quedado libros huérfanos, sólo adoptados por listas de lecturas escolares donde se maltratan, son obligados a ser leídos y decantados (porque se imponen, obvio)..
Si bien es cierto que la literatura es amplia y casi sin restricciones, así mismo la libertad de escribir no puede ser limitada, y en últimas constituye un grito de independencia del escritor, como diría Paul Auster, escribir es un acto de supervivencia. Con esto, cualquier persona está en su capacidad y voluntad de escribir lo que desee, poesía, novela, cuento, ensayo, lo que sea. Y la tecnología ha apoyado todos los nuevos escritores o los aspirantes a escritores, las plataformas digitales que crean espacios propicios para escribir son manejadas con un buen marketing creando fórmula para tener followers y al final, publicar los escritos.
Y son precisamente los lectores quienes escogen la literatura; si salvan los buenos libros o si avivan las nuevas letras, así sean malas y solo lo hacen por likes. En resumen, los lectores, jóvenes en su mayoría, tienen la gran responsabilidad de mantener viva la buena literatura, pues sus intereses lectores orientarán los libros a publicar por las editoriales, o reediciones.
Ahora, surge otra duda, ¿qué calidad de literatura están leyendo los jóvenes?, ¿Acaso existe basura literaria?, si el arte es una expresión del yo, ¿quién dictamina qué es bueno y qué no? Y claro, reconozco que en principio los libros hoy clásicos en sus tiempos fueron desmeritados y hasta condenados, mucho de ellos vieron la luz cuando sus creadores ya habían fallecido, como en el caso de Marvel Moreno o la mayoría de poemas de Emily Dickinson. Ser “clásicos” conlleva todo un proceso que toma años, pero la calidad literaria la tienen desde el primer momento en que fueron concebidos.
Quizá muy probablemente algún día autores contemporáneos juveniles serán clásicos para el futuro, ¿o no? Es algo que no se sabrá, sin embargo, es claro que la estética, la armonía y la belleza de las palabras ha sido eliminada de los libros juveniles contemporáneos, desplazados por la rapidez de publicar, por la vacuidad de cada página que compone dichos libros. Libros que van con los tiempos modernos, acelerados. Impulsivos que nunca descansan.
La verdad que encierra el arte de escribir es que nadie sabe para quién escribe, quién lo leerá ni qué será de esa obra. Espero, que los libros que hoy solicitemos y disfrutemos sean literatura que perdure. Después de todo es un gusto particular e individual. Aún así pienso en que ojalá exista entre los jóvenes un fervor por leer, y no sólo leer sino aprender, no está demás recordar que nuestra memoria, gracias a las tecnologías, cada vez va perdiendo capacidad, y libros masticables y vacíos en nada ayudan para ejercitarnos.
Hoy parece que lo dicho por Cortázar alguna vez es una predicción, hay tantos, tantos libros que secarán los océanos, inundaran las ciudades. Somos lectores zombies, leyendo por leer. ¿O será mejor leer cualquier cosa a no leer nada?
Ilustación: @friederikeablang
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Los niños invisibles
Por: Gabrielle
Estar encerrado no es fácil. No somos seres de jaulas. Necesitamos la interacción social, el aire libre, ver, oler, observar, sentir múltiples cosas y lugares. Sentir que un ente externo pone en jaque nuestra libertad nos llena de estrés, miedo, ansiedad, depresión, resignación. Por fortuna, podemos expresarlo. La tecnología nos ha facilitado vías de escape para no estallar y poder sacar lo que queremos sacar. Y claro, tenemos la capacidad de entender y comprender el porqué de la situación, hacemos lo que podemos.
Los gobiernos, en general, han ejecutado medidas en pro de la sociedad adulta. Permitiendo salidas breves para buscar elementos básicos; ahora se ha sumado la salida de deportistas y de población mayor de 18 años y menor de 60 años para ejercitarse. Pensando en la salud mental, claro. Se ha pensado en la mayoría de la población, tratando de amenizar la cuarentena y el aislamiento.
Aún así se han invisibilizado muchos grupos humanos, entre ellos, la infancia. Se han cerrado las escuelas, jardines, parques y no se les permite salir. Las necesidades básicas de los niños y niñas se han ignorado por completo. Los niños y niñas han sido confinados en sus casas (en el mejor de los casos) con cuidadores que no estaban preparados, porque tampoco es sencillo trabajar, mantener la casa, convertirse en profesor de la noche a la mañana, mantener la cordura e idear muchas estrategias didácticas para mantener a los niños y niñas activos, alejados de la televisión y procurando dietas saludables. Tarea extenuante.
La vida en cuarentena con hijos se ha memetizado a través de hilos de Twitter, vídeos de Tik Tok, stories de Instagram y Facebook, mostrando una realidad que se ha ignorado. Los niños también son seres humanos que necesitan, más que los adultos, salir. Estar encerrados sin entender el porqué los vuelve aún más susceptibles a enfermedades y problemas psicológicos a corto y largo plazo. Lo que están viviendo ahora es algo que formará su adultez.
Tristemente no solemos tenerlos en cuenta a la hora de tomar decisiones que involucran a la familia, mucho menos el gobierno nacional los tiene en cuenta. Suponemos que ellos deben acatar las restricciones y medidas sin cuestionar. Renunciar de un día a otro a su vida, sus juegos al aire libre, dejar a un lado el colegio y notar con curiosidad y asombro cómo está cambiando todo a su alrededor. Quizás, percibir en sus padres y cuidadores la tensión por dichos cambios, problemas laborales y hasta económicos los obliga a madurar, a entender que hay algo que no se ve pero que nos amenaza.
Estudios anteriores ha confirmado que en tiempos de vacaciones los niños y niñas suelen ser más sedentarios y no mantienen hábitos alimenticios saludables, obedeciendo a múltiples factores, por supuesto. Las vacaciones no suelen coincidir con los horarios laborales de las familias, por lo que los niños pasan más horas frente a pantallas, lo que se resume en aumento en la propensión a enfermarse. Ahora bien, si sumamos eso a la cuarentena, el home office, el estrés y ansiedad de los padres y/o cuidadores tendremos una bomba potencialmente negativa para la vida y desarrollo de niños y niñas.
Para constatar si la cuarentena produjo síntomas de ansiedad y depresión en las niñas y niños que estuvieron más de un mes recluidos en sus casas la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong en Wuhan realizó una investigación, entrevistaron a un total de 1.784 participantes de los cuales el 22,6% manifestó síntomas depresivos, y el 18,9% síntomas de ansiedad, teniendo en cuenta que los niveles habituales se estiman en 17,2% y 9,3% respectivamente. El incremento de los síntomas de depresión y ansiedad son comparados a los que puede manifestar un paciente tras una experiencia traumática. La cuarentena afecta de forma traumática en algunos niños. Nada menos.
Y esto, sólo en Wuhan. Qué podríamos esperar para la salud mental de nuestros niños y niñas en Colombia donde la precariedad los inunda, el Estado los abandona y la sociedad les da la espalda. Mantenerlos en el encierro podrá exacerbar (y lo está haciendo) la violencia infantil, los abusos y violaciones. Y siguen viviendo ahí. Un país donde gracias a la cuarentena han quedado descubiertas las situaciones del diario vivir de la niñez colombiana. Niños que sólo se alimentan en los colegios, niños sin acceso a internet para las clases virtuales, niños sin casa. Niños con demasiadas carencias que no podemos tapar más.
Entendamos y pensemos en la niñez, que necesitan (por salud) interactuar fuera de las cuatro paredes del hogar, cuatro paredes que suelen ser literales en Colombia. Los niños y niñas que hoy estamos ignorando son los que mantendrán este país de pie y merecen ser tratados con dignidad.
Referencia: Mental Health Status Among Children in Home Confinement During the Coronavirus Disease 2019 Outbreak in Hubei Province, China. JAMA Pediatrics, 2020. https://doi.org/10.1001/jamapediatrics.2020.1619
Ilustración: @mirandailustracion
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