Angelica; Veintiseis años y francesa. Graduada en Beaux Arts pero por el momento dueña de una filmoteca.
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send me ⊙ for a 6 song soundtrack to describe our muses together.
@levesquea
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Our muses have gotten drunk together, send me "☢" for my muse to deeply kiss yours.
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Well, Jesus Christ, I’m alone again
So what did you do those three days you were dead?
Cause this problem’s gonna last more than the weekend
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lutvakstheo:
Entrecerró los ojos al escuchar la palabra espíritu escapar de los delicados labios femeninos, verdadera curiosidad bailó en sus ojos verdosos, oscurecidos esa tarde nuevamente por una dosis de insomnio y mutilación del espíritu— ¿Crees en eso? —inquirió entonces. Se quedó por unos segundos mirando las líneas en la vieja madera, parecían arrugas grabadas, pensando en qué creía, dudaba en que la condena siguiera más allá de la vida y que haya algo más que pudrirse y ser alimento de gusanos en algún cajón, recibiendo flores de ser abandonados, las almas eternas sólo eran reliquias de los escritores, artistas, que persistían en los años con sus obras, sus musas que rompían ilusiones, nadie más perduraba en el tiempo. Se puso de pie lentamente al escuchar el estruendo, echando una mirada por arriba del hombro para que la muchacha lo siguiera, pensando con lógica todavía viva, aseguraba que debía ser algún otro habitante del pueblo con manos inquietas. Observó los libros caídos en el suelo, la curiosidad le ganó y tomó uno, con la yema del índice limpió la tapa de tal modo que las letras doradas podían leerse— Hamlet—terminó por decir, jugando por unos segundos con el clásico histórico entre sus dedos, por algún motivo desconocido se sentía incómodo con él entre las manos, y jamás se había sentido de aquel modo con ningún cuerpo de hojas— Se habrá caído solo, supongo—pausó, elevando las orbes en dirección al rostro de la francesa, dedicándose a un silencioso estudio— No te tortures por adelantado, Angélica.
Tragó en seco, sintiendo un malestar conocido pero a la vez desconociendo de donde nacía. La vida le había enseñado que los humanos eran muchísimo peores que los fantasmas, incluso si estos no existían podía afirmar aquello sin dudar de sus palabras; ─¿Jamás escuchaste de Bruno Amadio?─ Leyenda vieja y un tanto estúpida para muchos pero el viaje ofrecido a Madrid le permitió admirar en persona aquello que muchos creían que estaban malditos. Por su parte angélica dudaba que la desgracia pudiera ser entregada a través de una pintura.─Sí, creo en esas cosas.─Termino por afirmar, no estaba avergonzada ni mucho menos creía que pudiera utilizarse en su contra. Sus brazos cruzados, con manos que se frotaban con la intención de darse calor, las largas horas sin dormir y el estomagó vacío la tenían más débil de lo normal pero gracias a su pinta descuidada nunca nadie le preguntó por aquello. Sus ojos vacilaron entre las portadas, libros con hojas amarillentas, algunas podía jurar que estaban despegadas y con una tinta casi invisible.─ Hasta sus gustos eran trágicos.─Murmuro, haciendo referencia a aquella historia que más de una vez tuvo que leer en clase de literatura.Las conclusiones que le daba no eran lo más razonables pero tampoco podía dar deducciones cuando sólo escucho aquél estruendo que logró asustarla.─Para alguien como yo es un tanto…inevitable.─ Una mueca adornaba su gélido rostro, los malos pensamientos siempre trascendían en su mente como si los recuerdos no fueran suficiente.─Lo siento.
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hmpsixns:
Ladeando suavemente el rostro a la derecha, una ceja se enarcó con suavidad— ¿El que no sabía tocar bajo? —poco conocimiento sobre la cultura de las décadas pasadas, pero cierta pista en la memoria visual. Sonrió, como si tomara aquellas palabras como un cumplido— Espero que no tengas algo de valor ahí—de algún modo parecía estar diciendo todo lo contrario, observando con cierto deje de superioridad como si creyera que con esas pintas la muchacha no podría tener nada importante entre sus pertenencias.
─Sí, aquél imbécil.─ Su fuerte pronunciación sólo dio más énfasis a lo que quería decir. La concentración de la francesa ahora estaba en sus pertenencias, siendo meticulosa y perfeccionista como siempre, tomando el silencio como un empuje a su hábito que más de una vez fue maligno.─ Como sea…─Entonó con un suspiro terminando la oración, la mochila ahora estaba en sus brazos y se encontraba de pie observando con disgusto a la persona que tenía en frente para luego seguir su camino.
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dvntex:
“ sí, por favor ” advirtió, dejándose caer al momento en una de las sillas que componían el tétrico mobiliario de la no tan pintoresca cocina. sabia que había sido mala idea, pero desconocía si el dolor de cabeza era tan imaginario como creía. “ este lugar parece hecho para ti ”
La bebida fue servida, encontrando aquél olor a cafeína reconfortante, tranquilizando la tensión que llevaba en esos momentos. Los recuerdos hogareños aparecían para su suerte. Giro en torno al Italiano, agradecida de encontrar un rostro familiar entre los entes desconocidos. “¿Por lo lúgubre y deprimente?” Dijo con cierta diversión mientras tomaba asiento.
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lutvakstheo:
El cigarro al borde de la muerte fue totalmente consumido de una rápida calada, apretado contra el último escalón de aquella escalera de peligrosa madera húmeda y después arrojado en un movimiento entre dedo índice y pulgar al rincón de cadáveres de nicotina que descansaban contra los bordes de las paredes. Por lo visto, no era el primero en sentir una insoportable necesidad de tabaco cuando aquellas paredes sucias y desgastadas te rodeaban en un espectral abrazo— Hay un… poema de Gruntal Nathan—mencionó en vocablos distraídos, soslayando con las olivas el perfil pálido de la fémina. La interrogante lo dejó ligeramente tambaleante— No—respuesta sincera, consideraba que los eventos sucedidos en aquel inicio de año eran responsabilidad de poseedores de alguna enfermedad mental de gravedad preocupante, parte de él se había dedicado a negar los sucesos, enterrarlos bajo capas de olvido, la negación era un arma que manejaba cual profesional, peligrosa al momento de chocar de lleno con la realidad— Este lugar me da mala espina, eso sí—se confesó con ligera duda, carraspeando con suavidad— Como si alguien… estuviera observando, ¿sabes? Siento que no somos bienvenidos, no sé—los hombros se elevaron con suavidad, puede que hablara por influencia de las fábulas que se estaban relatando al momento de encaminarse por los pasillos, puede que fuese algún efecto secundario de la deserción de lo que usualmente lo mantenía al equilibrio intacto— ¿Lo sientes tú también? —había un ápice de urgencia en su tono, un comportamiento semejante a quienes deliraban y deseaban oír que alguien más sufría de su mismo malestar.
Su cabeza no tardó en recordar aquello, la escuela a la que iba repetía la historia de su ciudad y datos externos, sabiendo de memoria cada detalle de aquél suceso que permanecía en las casas agrietadas y barcos oxidados.─Sí, lo conozco.─Soltó mientras sus ojos no paraban de contemplar el panorama, no estaba asustada pero si ligeramente nerviosa. Los rechinidos de la madera astillada provocaban erizar su piel, el polvo y la soledad del lugar no le daban un ambiente acogedor, era completamente lo contrario pero sólo esperaba que los días pasaran rápido y volver a la rutina de todos los días. La negación del castaño era una simplemente la búsqueda de la tranquilidad, no podía convencerse a si misma de eso pero podía empezar a creer en lo que pensaban los demás sobre ese tema. Aquel suceso solo abrió ideas siniestras, temores que aparecían en las penumbras de su apartamento y parecían estar cobrando vida en ese momento.─Siento lo mismo, sean espíritus o lo que se que haya aquí...no parece ser bueno.─No era creyente de aquellas cosas pero el dicho dice “ver para creer” y Angélica estaba siendo testigo de unas vibraciones pesadas, un aire que no sólo era molesto por la humedad, la paranoia parecía nacer pero mientras más lo disimulaba más parecía mostrar lo contrario. ─A fin de cuentas estamos invadiendo un lugar que no es nues─Las palabras fueron interrumpidas ante un estruendo que parecía estar cercano. Sus orbes no tardaron en buscar de donde había venido el sonido hasta que pudo notar que los libros de aquella estantería habían caído al suelo, el polvo levantado sólo era una señal obvia de aquello que parecía ser accidental. Sus labios se mordieron por inercia, reacción que buscaba el sosiego sólo para verificar que ellos solamente estaban en ese lugar.─¿Qué fue eso?─Musitó, observando al muchacho, tenía la necesidad de saber si pensaba lo mismo que ella.
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rcawoods:
Una leve sonrisa se apoderó de sus labios, con cierta languidez, tras escuchar a su contraria. Sus pasos la habían llevado en dirección a la cocina, atraída por el inconfundible olor a cafeína que penetraba los alrededores. “¿Hay suficiente para las dos?” Inquirió, acercándose con calma hasta el sitio donde la otra fémina se hallaba.
“Sí, traje demasiado café.” Afirmó mientras reposaba las tazas en la mesada. Sabía que no era la única que iba a necesitar de la cafeína en ese lugar, aunque sabía que permanecer despierto sólo jugaría en contra ya que el miedo muchas veces te cegaba de la realidad. “Estando en un lugar donde toda la comida está vencida... el egoísmo no es la mejor opción.”
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wqnderer:
Dejó escapar el aire que no sabía, estuvo conteniendo por un buen rato. Buscó un sitio donde sentarse que estuviera más o menos cerca de la chica. – Eso suena estupendo. – Suspiró – ¿De casualidad no tendrás una aspirina?
“Bien.” Murmuró mientras llenaba la taza vacía. Agradecía el que el olor del café ahora era más fuerte que el de la humedad, el hedor parecía insoportable y parecía abarcar cada rincón del lugar. “Uhm, no, no traje aspirinas pero tal vez otra persona tenga.” El vaso se posó frente al muchacho mientras que el suyo seguía todavía en su mano. “¿dolor de cabeza?” Supuso en voz alta mientras tomaba asiento.
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cassixm:
“Por favor, Angélica. Sí.” Soltó dejándose caer en una de las sillas, un chirrido inundó la habitación al momento que su trasero impacto con la superficie. “No tienes idea de cuánto necesito uno, eres mi salvadora.” Si bien estaba exagerando un poco, el segundo día en aquella cabaña recién había empezado y el desganó ya estaba impregnado en ella. Extrañaba a Aly sobre todas las cosas. Desde que piso aquel sitio, la idea de partir había intoxicado su mente (pero sabía que sus amigos no la dejarían, el descarte a la repentina huida entonces era ejecutado).
Su cabeza asintió al pedido de la pelirroja, concentrada en no derramar nada ya que el humo que salía de ésta solamente advertía lo peligroso que seria si pasara un accidente. “De nada, Cass.” Anunció tras un pequeño silencio, apoyando la taza de su acompañante enfrente de ella. Pese a los habitantes que se encontraban en el lugar, la francesa logro encontrar un momento de privacidad allí, siendo la curiosidad la que abarcaba cada uno de sus accionares. Suspiró a la par que tomaba asiento, los siguientes días serían complicados así que necesitaría tener la mente ocupada antes de que su mente empiece a formular cosas que no son. “Es sólo café después de todo.” La humildad era fácil de percibir en ese momento. “En fin, ¿cómo estás?”
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jnpitcr:
—Oh… claro. Digo: sí. Gracias. —La muchacha murmuró, los restos del sueño haciendo presencia a través del timbre de su voz, ahora ronco. — No funciono sin café, honestamente. —Admitió, su mirada curioseando por la cocina mientras hablaba.
─De nada.─Dijo mientras terminaba de servir, su mano rápidamente sostuvo la taza ajena y la apoyó contra la mesada. ─Yo tampoco, aunque se supone que debería guardar energías para la noche.─Y eso sólo era una referencia a las cosas que se decían, Angélica por su parte sólo buscaba poder pasar esos días tranquila.
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jnpitcr:
—Oh… claro. Digo: sí. Gracias. —La muchacha murmuró, los restos del sueño haciendo presencia a través del timbre de su voz, ahora ronco. — No funciono sin café, honestamente. —Admitió, su mirada curioseando por la cocina mientras hablaba.
─De nada.─Dijo mientras terminaba de servir, su mano rápidamente sostuvo la taza ajena y la apoyó contra la mesada. ─Yo tampoco, aunque se supone que debería guardar energías para la noche.─Y eso sólo era una referencia a las cosas que se decían, Angélica por su parte sólo buscaba poder pasar esos días tranquila.
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kyffingaves:
‘ Joder sí, porfavor. ‘ Asintió un par de veces, dejando caer su cuerpo sobre una de las sillas del lugar. ‘ Dudo si quiera poder dormir dentro de los próximos días. Me estoy arrepintiendo totalmente de si quiera haber pensado en venir. ‘
“Bien.” Dijo a la par que llenaba la otra taza. Se había encargado de higienizar todo antes de servir esa bebida, pues el polvo adueñaba cada centímetro de esa cocina. “En mi opinión es mejor intentar dormir antes de formarse ideas en la cabeza.” La bebida se posó frente al moreno y tomó asiento en la silla libre. “Se dicen varias cosas de este lugar pero dudo que sean ciertas.”
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kyffingaves:
‘ Joder sí, porfavor. ‘ Asintió un par de veces, dejando caer su cuerpo sobre una de las sillas del lugar. ‘ Dudo si quiera poder dormir dentro de los próximos días. Me estoy arrepintiendo totalmente de si quiera haber pensado en venir. ‘
“Bien.” Dijo a la par que llenaba la otra taza. Se había encargado de higienizar todo antes de servir esa bebida, pues el polvo adueñaba cada centímetro de esa cocina. “En mi opinión es mejor intentar dormir antes de formarse ideas en la cabeza.” La bebida se posó frente al moreno y tomó asiento en la silla libre. “Se dicen varias cosas de este lugar pero dudo que sean ciertas.”
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