Mi sexo como fortuna: Mujer. Creo en la política y en la esencia humana como punto de encuentro global, naturalmente al servicio. Una BrujaLectora que ama leer en VozAlta.
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La carta que no llegó a su destino
¡Para mi cuñis! <3
DIOS MÍO, ANITA, qué susto el que nos has dado.
(Lo escribo así porque estoy segura saldremos de este momento para contarlo como algo que ya pasó).
Lunes 01 de abril del 2024
Ya estás con IOT, Anita. Una noticia que cayó como un baldado de agua fría. No lo vimos venir, todavía nos parece mentira. ¿Negación? Tal vez. Todo ha ocurrido demasiado rápido y nos parece -literalmente- INCREÍBLE. Nuestra mente no alcanza a adaptarse a estos cambios vertiginosos.
No he dejado de pensarte un solo minuto, Anita. Me has hecho volver a la oración… Pensé en escribir a Dios pero realmente creo que nunca me he ido de él ni él de mí. Sin embargo, la oración, ese conjunto de palabras poderosas y sentires han vuelto a mis labios y a mi pecho.
Emiliano guió la oración, también está deseando con todas las fuerzas que podamos volver a vernos y agradecer, esta vez juntos, que todo pasó.
Ya estás en las oraciones de mamá: la mía y la de Emiliano. Ambos creemos que nuestras mamás tienen una comunicación más estrecha, casi directa con Dios y por eso acudimos a ellas. Además, estamos también sumando esfuerzos en ello.
Anita,
sé que ahora mismo las palabras no llegan a tus oídos, por lo menos no las mías, pero quiero tenerte este diario para cuando despiertes, puedas evidenciar que siempre estuviste presente para nosotros. Incluso para este ser que está a tantos kilómetros de distancia. Vas a salir adelante, Anita. Dios está contigo y escucha nuestras plegarias, además, todavía tienes viajes por hacer con yeyo. No me lo dejes solo, Anita; por favor…
Por aquí ya casi son las 11pm, ahora resulta que tenemos 7 hrs de diferencia y no 6. ¿Desde cuándo? Desde hoy. Un asunto que no termino de entender pero ocurre. En unas fechas son 6 hrs y en otras 7hrs las que nos llevamos. Cuando lo entienda te lo cuento.
Ahora mismo sé que yeyo y tu mami han salido a verte, es hora de visitas en UCI del hospital de Duitama. Estamos deseosos de tu estabilización para el traslado y finalmente el procedimiento que te ayudaría con el riñón que se está poniendo gordito.
Vamos que vamos, Anita. Un poco más para el traslado y todo irá mejorando, no lo dudes!
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Hoy me encontré con esta carta que sería el inicio de un diario, un diario que no pudo ser porque no tuvo más que 1 día. El 2 de abril del 2024 mi hermano me llamó para contarme del fallecimiento de Anita, mi cuñada, QEPD.
Ya ha pasado un año y la familia, gracias a Dios, con el amor que nos tenemos como puente entre nuestras formas tan diferentes, hemos podido estar juntos. En manos de Dios dejamos todo -mi hermano como ejemplo y guía de ello- incluyendo el dolor para convertirlo en aceptación, en agradecimiento porque la conocimos, compartimos y tuvimos la fortuna de tenerla en la familia. Además, nos ha dejado pedacitos de ella aquí con nosotros, mis sobrinos.
La comparto como un ejercicio de catarsis, un recordatorio de que somos terrenalmente finitos y de que tenemos suerte, tenemos suerte y un montón de cosas por las cuales agradecer. La vida como regalo.
Pd: ¡Feliz día de la madre (hasta el cielo) a la mujer que me hizo tía!
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25N Día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer
Hace un par de años que intento reponerme pero la cotidianidad me recuerda que la realidad es esta. Sigo teniendo pesadillas, con días amargos, el ánimo irritable y la tristeza a cuestas.
Desde entonces, por elección, me distancié de procesos que consideraba la columna vertebral de lo que yo había sido, norte en mi quehacer diario, proyecto transversal de mi plan de vida… y todavía trato de conciliarme con esta decisión.
Hay días que creo poder seguir sin el peso del dolor y hasta considero volver a empaparme de la realidad, dejar de ignorar las noticias, las publicaciones, los perfiles que visibilizan una problemática que sigue pendiente de acciones contundentes.
Sin embargo, otros días, muchos días, la mayoría todavía, el esfuerzo me alcanza solo para ser funcional, para la rutina de lo estrictamente necesario, para pensarme la academia sin contexto.
Lamento seguir necesitando tiempo, seguir sintiéndome víctima y no haber podido sanar por completo (¿qué es sanar realmente? ¿Acaso se vuelve a ser la misma? ¿Se puede olvidar algo después de haberse desenterrado de la memoria?).
Hoy 25N lamento que nos toque ser valientes sin otra opción que serlo para poder seguir.
Gracias a quienes siguen en la lucha, gracias por aportar a la transformación de esta monstrosa realidad.
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Asilo para el alma
Yo que iba tan tranquilo acercándome al final
De mi vida terrenal,
de pronto dudo y vacilo
¿Es verdad que no hay asilo para el alma?
¿Que morir es dejar de existir?
¿Qué la fugaz existencia No tiene la trascendencia
Que me dejaron intuir?
¡No, eso no, por favor!
Yo con mi libre albedrío,
Me atrevo a decir Dios mío
Que debe haber un error.
Y perdóname Señor si con esto te incomodo,
Sin embargo, de algún modo
te lo tengo que decir:
¡No me vayas a salir con que aquí se acaba todo!
Autor: desconocido
Lo recita Roberto Gómez Bolaños en una entrevista.
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Venía de allí,
Donde el mejor consultorio
era una silla, la mesa y yo.
No había camilla,
Ni siquiera un espacio privado,
Eran dos pacientes,
Una silla por cada una
Y la misma mesa conmigo allí.
- Memorias de una consulta, en Caquetá
Macagica
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De nuevo aparece el mounstro
Sus manos en mi cuello
Mis gritos ahogados
No, no, no, lanzados al viento
Una pelea perdida
Un cuerpo inerte que cobra vida después de creerla perdida;
allí, debajo de ese cuerpo espantoso y sudado,
Por fin agotado,
Me descubro todavía móvil y salgo.
Una y otra vez,
La escena parece no detenerse
Mi mente sigue en bucle
¿Cuánto tiempo más?
Hay noches que no merecían mi sueño.
Noches sin descanso.
Sueños de terror.
Pesadilla, la misma;
Ahora entiendo por qué existe el olvido,
Lo necesitamos para dormir,
Para poder seguir, para vivir.
Macagica
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Ojalá ustedes no tengan que infantilizar a alguien más para proyectar todo aquello en lo que creen…
Con lo lindo que es narrarnos! 🪄
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Entre un sueño y el amor
Me detiene su vientre,
El viente que fue mi casa.
La casa de hoy,
La misma de antaño,
Personas, amores, no un lugar,
Personas que son mi lugar.
Esa casa, mi casa,
Estremece,
se estremece, me estremece
De repente sin piso,
Solo el cielo como sostén.
Macagica
- Hoy el dolor no me arrebata las palabras.

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Esa es la vida
Ese cúmulo de afanes
Que se desvanecen ante la enfermedad.
No hay cosa que trascienda
Más allá de la inclemente negrura,
El vacío, la nada
¿O la totalidad de eventos?
Una derrota de todo lo material
Y la victoria suprema del descanso eterno.
Macagica,
23 de Julio/23 - 6:54pm -Hun
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Me he topado con un escrito
Me he topado con un color
Me he topado con un escrito de color
Me he topado con una muchacha que escribe a color,
Que vive a color, que siente a color, que expresa color,
Toda ella es color, color colombiana
Colombiana no la naranja que dice que es nuestra,
Aunque el escrito se haya tratado del naranja,
No, colombiana como mi tierra,
Color colombiana de diversidad,
De biodiversidad, de amores, rincones y nostalgia.
Tiene un poco de naranja la nostalgia,
Aunque mi color favorito es el morado,
Todo tiene morado allá en mi tierra;
Por eso me enamoré de mi tierra y del morado.
Sin saber qué fue primero.
Hablo del amor, porque me enamoré
Y hoy a cientos de kilométros, le extraño.
Pienso en morado y pienso en mi tierra,
Pienso en todo aquello que estaba en mis quejas.
Pienso en cada queja que ahora me sabe solo a eso.
Una queja morada, la nostalgia morada.
Queja va y viene pero la tierra,
Mi tierra colorida, mi morada y naranja
-Naraja también porque con el naraja llegué a mi tierra,
Leyendo el naranja extrañé mi tierra,
Extrañé mi gente y me puse nostálgica
Aunque a mi la nostalgia me conecta con el morado,
La nostalgia y hablar del color me evoca el morado-
Es una tierra soñada, mi tierra soñada.
La recuerdo y pienso que me faltó amarla más.
Yo amé mi tierra, yo soñaba con salir y volver,
Siempre volver, siempre mi tierra como meta,
Mi tierra como regreso, como nicho, como origen,
Siempre como principio y fin.
¿Y el morado? El morado siempre estuvo allí.
Con el morado me declaré feminista y diversa.
Pero tuve miedo, tuve mucho miedo y no me repuse,
Tuve miedo y rabia, sentí a mi tierra desde el dolor,
Desde el dolor y la rabia y no me repuse.
¿Qué hice con la rabia?
Metí mi vida en una maleta de veintitrés kilos
Y me vine lejos, muy lejos a empezar de cero.
¿Preguntas por el dolor y el miedo?
Aquí siguen conmigo; también de morado.
Las mismas luchas y los mismos miedos.
Ahora me duelen otras cosas
Me duele estar lejos, no sentirme en casa,
Me duele no tocar a mi gente, no tener mi cama,
Ni mi lavadora ni mi nevera,
Me duele no sentirme dueña de alguna cosa,
Cualquier cosa que pueda llamar mío,
Me duele extrañar tanto después de esperar tanto,
Pensé dolería menos pero el frío y una gripe
Duelen como la soledad y las caricias ausentes
De mamá y papá que hacen falta para curar los males.
Tal vez no era tan malo, tal vez me enfoque en lo malo.
Tal vez el morado era la puerta del arcoíris
Y yo solo vi una puerta cerrada.
Una puerta morada cerrada, como yo.
Macagica,
Una tarde fría de Barcelona -desde Manresa- extrañado todo, hasta la escritora que siempre quise ser.
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Toda una montaña rusa: ¡la cotidianidad dándome vida!
¿O acabando con mis ganas?
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"Y ahora vengo a despedirme porque todo ha sido imposible"
Para tí, idealización.
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«Realmente no hay un atajo para olvidar a alguien. Sólo tienes que soportar echarle de menos cada día hasta que ya no lo hagas».
—Anónimo
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A veces amamos como mecanismo de defensa frente a la indiferencia afectiva del otro.
El otro no nos quiere.
Nos ignora.
Nos desprecia.
Nos violenta y sin embargo doblamos la apuesta:
Damos de más.
Permitimos de más.
Silenciamos de más.
Aguantamos de más.
Tanta fuerza hacemos para resistir la verdad que muchas veces el amor es una de las formas en que se disfraza la negación.
Si pudiéramos aceptar y retirarnos de donde no somos elegidos, por la razón que sea, entenderíamos que toda esa energía malgastada, malubicada, malentregada, volvería al lugar de donde salió.
A nuestro interior.
Y desde ahí, otra vez, como los tentáculos de un pulpo, podríamos abrazar nuevas realidades, nuevas historias, nuevos proyectos, nuevas versiones de nosotros mismos que aún no descubrimos.
Amar de más no cambia un vínculo que solo se sostiene de un solo lado por temor a quedarnos sin esa otra parte que nunca tuvimos.
El salto que hay que pegar no es cuantitativo. Siempre es cualitativo.
Si acá no es, será donde pueda ser.
Lo único que garantiza la reciprocidad es que la haya de manera espontánea.
Utilizar el amor como mecanismo de seducción para que el otro se dé cuenta de lo que va a perder, es una ilusión que se deshace en un solo instante, instante en el que soltamos los dos remos.
En vez de poner de más dónde no nos quieren, no pongamos más nada.
Renunciar y no como derrota.
Renunciar como un punto a favor del amor propio.
Renunciar para dar solo ahí, donde haya algo para construir.
Lorena Pronsky

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Todavía recorro la arena húmeda a la espera del sol, de los rayitos de sol que tocan y transforman. Tal vez con estos, mis pasos y los suyos dejen una huella diferente 🐾
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Ojalá te abrazaras con más fuerza a mí, a lo nuestro, a lo que somos y estamos construyendo, a este amor que insiste en querer colmarnos y se ha topado con tantos frenos.
Hoy me siento cansada, ni siquiera había podido llorar porque ni fuerzas para ello tenía.
Me cansa vivir con la incertidumbre a cuestas.
Me duele sentirme tantas veces ajena a tí, a tu realidad, a tu mundo, solo porque a veces amaneces con ganas de cerrar las ventanas y poner un letrero en la puerta que dice "no pase".
Y ahí quedo yo... Piso tu tapete de la entrada y me retiro. Me marcho cargada con las cosas que tenía para darte, con las palabras que ni siquiera pude decir, con mi amor en una cajita estropeada con el resto de cosas.
Me marcho y tengo que fingir que -de todos modos- ni siquiera quería entrar, no quería habitarte. Me marcho y debo abandonar las cosas en la vía porque, además se pesarme, cuando me veas esperas verme ligera de equipaje, lo más liviana posible.
Nada que te recuerde que estuviste mal y por ende, yo también; porque, además, ya estás cansado de darle vueltas al asunto; cansado solo porque yo he tenido que esperar por ese momento que no llega ni llegará.
Entonces, te recibo sonriendo, te abrazo, te repito cuan importante eres para mí y volvemos a empezar... Sin siquiera haber terminado cosa alguna.
Macagica, con la incertidumbre a cuestas.
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Le reconocí en la estantería.
Estaba segura del efecto que generaría en mí; justo lo que estaba buscando.
Eme aquí, recorriendo un hospital en busca de un sacapuntas; no hay sacapuntas en un Hospital. Hospital universitario.
Una pequeña, afuera de este, me salvó.
El desespero por escribir, señalar, retratar, e incluso -si se prefiere- garabatear, es (o era?) real.
Lo necesitaba.
El impulso desesperado, el sacapuntas, el lápiz funcional, el libro; este libro.
Gracias Virginia Woolf.

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