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Es curioso como nos achacamos los logros en masa, cuando solo unos entre millares de nuestra especie lo consiguen. No, mi estimado, usted no llegó a la luna, tampoco venció a ningún contendiente de otra tierra en ningún tipo de competencia, no contribuyó a ningún avance cientifico social.

Usted y su familia, no pertenece a razas que fueron esclavizadas hace más de 500 años y tampoco se liberó de ella, porque lo único que ha hecho es adjudicarse logros ajenos para poder sentirse moralmente superior a los demás cuando, en realidad, no ha logrado nada de su vida, trascender solo unos pocos y normalmente duran unos cientos de años, a penas sabemos de un puñado de personas con historias de milenios, pero usted no pertenece a ella, así como tantos otros, que venimos de paso y luego nos vamos.

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-Antes le temía al error, a fallar y volver a intentarlo y volver a equivocarme. Vivía preocupado por el miedo al fracaso, a tal punto que prefería no hacer nada antes que intentar algo, lo que fuese...

-¿Y qué cambió?

-Yo, supongo... Al mismo tiempo sé que sigo siendo el mismo. Tengo metas, tengo sueños, incluso aún tengo miedos, sólo que ya no permito que se apoderen de mí.

-¿Y cómo pasó? ¿Un día te despertaste y el miedo al fracaso se fue?

-Siento que fue más bien algo paulatino, charlas internas conmigo, intentando convencerme de no quedarme con las ganas de nada. También el agobio de decir: "Ya tienes casi 30 años, no puedes pasar otros 30 inerte, pasmado por el miedo, tan sólo, muévete, no tienes que volverte el puto amo mañana, sólo da un paso hacia enfrente y después otro y al día siguiente un". Y eso hice.

-Tiene sentido para mí y... ¿Hoy cómo te encuentras... En tú camino?

-Caminando jeje tranquilo, en paz. Aún estoy muy lejos de la meta que busco, pero al mirar hacia atrás, también estoy muy lejos de dónde empecé y eso me mantiene satisfecho.

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Me encuentro lejos, muy distante, sin darme cuenta de mis acciones y sus frutos hoy disfruto del atributo que tiene el espacio entre mi y los demás. Entiendo bien el gose que hay en mil y un cosas, porque transité ése camino, sencillamente hoy esa vida no me llena, es más para mí cómo una pena ser parte de una condena romantizada de colmena, en la que la apariencia es más importante que la esencia. Hoy vivo por cosas que me dan sentido, como una buena canción, el rose del aire pasando atravesando mi espacio, las ganas de conocer aprisa el mundo llendo despacio...

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Llevo años con la maldición mental de no poder soportar una rutina, de desinflarme como un globo sin sentido alguno y arrastrar los pies hasta volver a ser el yo que quisiese ser todos los días, quiero hacer más, quiero ser más; tal vez porque creo que lo soy, o puede ser porque, de cierta forma crecí con esas ideas golpeándome la cabeza, familiares, profesores y amigos: "tienes mucho potencial, no lo desperdicies", "vas a llegar lejos". Hoy que veo esos comentarios a la distancia de los años me digo: "¿Esas mierdas qué significan?" No son cosas que un niño de 8-10 años pueda procesar, hoy en día tampoco sé qué es lo que eso significa.

Sólo sé que sí me siento lejos, tan lejos que no me siento parte de muchas cosas, no me identifico con los sueños mundanos de tener sobre abundancia de nada, sólo quisiera la paz eterna, pero esa llegará cuando la vida se me acabe, por ahora sólo son breves momentos en los que mi cabeza no me está volviendo loco, cuando la economía se estabiliza, cuando hay paz con el rose de la brisa o con el calor que brinda el sol cuando está por despedirse.

Hoy soy estos dos, el feliz loquito del centro y el que se carcome en sus adentros. Soy ese

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Pienso constantemente en la dificultad que existe para alcanzar la plenitud y residir ahí hasta que la vida lo permita. Quiero vivir esa utopía pacífica, dónde el caos existe sin meterse en mis cosas y yo en las suyas.

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Quisiese retomar la escritura con fuerza, sin embargo tengo miedo. Huyo del papel aunque lo extraño todo el tiempo. Siento que hay algo roto entre las ganas que tengo de escribir y yo. Algo que nos hicimos en un punto de la vida, por lo que decidí alejarme lo más posible, de vez en cuando vuelvo, hojeo lo que escribí, no es tan a menudo, pero cuando pasa suelo dejarlo de leer en el momento en el que me vuelvo a identificar con aquel atolondrado y resentido con el mundo y con él mismo. He querido dejar todos esos pensamientos antaños donde están. Porque fueron puntas de espinas de rosa que me gustaban tocar de vez en vez.

Hoy en día me pregunto: ¿Era adicto al dolor? ¿Soy adicto hasta hoy? La respuesta no está, hoy soy esto, hoy soy aquello, mañana cualquier cosa, así es el transitar humano. Hay días buenos, siento amor, respeto hacia adentro y hacia afuera. Los hay malos en los que son totalmente antónimos de lo anterior y luego vuelvo a estar bien. Todo es tan cíclico y a la vez tan cambiante. Somos la rueda de una vía de tren, dando las mismas vueltas y a su vez viviendo cosas tan distintas. Sintiendo tan distinto el camino pero tan repetitivo, nosotros siendo tan cambiantes en las mismas 4-5 perspectivas que tenemos de la vida.

¿Acaso esto es todo lo que la vida es? Una serie de vueltas sobre nuestro mismo eje. Empezando en el punto de la vida y finalizando en el de su pareja eterna. Dulce, justo y apabullante. No estoy seguro de ello. Probablemente mañana piense que la vida no es para nada así, hasta que después de varios años crea en esto cuando vuelva a leerlo y luego vuelva a pasar de página.

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No logro acostumbrarme a un mundo que no quiero. Lleno de cosas vacías. Estoy más perdido que nunca, o al menos eso es lo que digo cada que me siento perdido ¿Cuál es el camino? La esclavitud actual me aterra. Tengo miedo a dedicarle 2/3 del día a algo que odio y al resto a olvidar que lo estoy haciendo. El tiempo no se detiene y sigo sin poder encontrar la paz que ya había conseguido, pero ¿Cómo me deshago de las cosas que ma hatan? Me carcome el estrés de saber que las cosas ya no serán como algún día fueron.

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Las cosas cambian su significado tan de golpe. Las formas de pensar, de vivir y ser. Es un mundo loco que va a toda velocidad, sólo que no entiendo hacia a dónde. En los medios me entero que aumentan las guerras sin sentido, esas que hacen que miles se maten entre ellos sin saber su nombre, el de su esposa o su pasatiempo favorito. Tal vez ellos tengan uno, tal vez a ambos les guste abrir una cerveza, sentarse en un sitio cómodo a disfrutar del atardecer; tal vez podrían haber disfrutado juntos de él en otra situación, pero en la realidad que ellos viven ya no viven. Muertos por causas que no tienen relación directa con lo que cada individuo quiere, al menos la mayoría, el interés es el de unos cuántos y siempre lo terminan pagando unos muchos.

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"Hago muchas cosas mal, no es una observación echa por acusar de tal sospecha a mis equivocaciones; sólo es estadística. No sé si es la atracción a cagarla o al saber qué es lo que me genera la sanción. Pero es que a penas estoy comprendiendo la diferencia entre roto y descompuesto y no puedo dejar de sentir que solo merezco lo malo, entonces en vez de huir de ello, corro hacia eso. Solo que a veces olvido que mi crecimiento emocional no fue a la par de los demás, empezó tarde a andar y lleva pasos lentos. Por eso me disculpo, porque no es excusa, pero tampoco es mi culpa y, por supuesto, mucho menos es ni será la tuya. Lo siento mucho, te prometo que me quiero seguir esforzando para ser mi mejor versión para ti y para mí. Tengo las ganas de alcanzarlo rápido porque siento que he perdido tiempo por no poder ser el buen yo, el verdadero yo; y eso quiero darnos".

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Hay cosas que me atropellan tanto la cabeza, oprimen desde dentro para que mis cuencas expulsen violentamente a mis ojos y tras de ellos salgan mis pensamientos más funestos cómo balas de cañón. Uno de ellos ha estado taladrando con más fuerza que los demás: "La monotonía es la tortura más grande que puede existir, cuando se hace lo que no se ama". Siempre lo he dicho y hasta el día de hoy me siento seguro de ello.

Conforme pasan los días todos nos acercamos más y más a nuestro fin, en otras palabras: cada día que pasa morimos un poco más y al siguiente un día más; eso también es cierto y no me adjudico el dicho, sin embargo estoy de acuerdo con ello. Al adjuntar ésta sentencia universal a vivir sobreviviendo una rutina que consiste en subsistir a medias; en la que el sueldo no alcanza para llenar la barriga, que cuando se duerme no se pude descansar y cuando se intenta llorar las lágrimas no encuentran la superficie, es entonces cuando el pasar de los días se sintiesen cómo si se avanzara arrastras cuesta arriba bajo un sol poco piadoso.

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Distinto

Hay algo distinto en toda esta situación; en el tacto, contacto, pensamientos, susurros, caricias o miradas. No sé explicar con palabras qué es lo que siento y creo que eso es justamente lo que más me hace sentir, el hecho de haber dejado de vivir las palabras de otros. Alguien dijo "te amo" y otros después fueron a decir lo mismo, pero esto no es la replica de un sismo que llegó a ocurrir después de otras mil millones de réplicas, esto, dentro de mí, ya es un cataclismo por sí solo...

Normalmente he vivido sabiendo qué cosas no quiero, qué particularidades del mundo no me gustan, pero en esta ocasión es distinto, pues me es de poco interés saber qué cosas no quiero, pues tengo bien en claro que te quiero a ti. Sin posesión, sin apropiarme de tu tiempo, ni de tu personalidad, de tu brillo o de tu paz, más me acerco a ti de a poco, esperando que me puedas permear con algo que es solo tuyo y que tengo el placer de vivir cuando estoy cerca de ti.

Hoy ya no vivo encasillado en los dogmas de otros, la única doctrina que he llevado es la que yo mismo cree para mí. A partir de habernos conocido, comprendí que para ambos fue creada una condición idílica que existe a partir de lo que realmente se quiere y yo, realmente te quiero...

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Hoy en día prefiero ser un vigilante, veo gente que se adora, que se quiere. Otras que se ocultan cosas: miedos, deseos, fetiches o amantes. Solo observo, callo porque no me concierne y después olvido porque muy en el fondo espero no tener que recordar el sabor amargo de un duelo por un amor no correspondiente

Soy un sujeto enamoradizo, no sé cómo dejar de serlo. Me gusta vivir la atracción que siente un mosquito cuando va a hacia la luz. Es un camino lleno de ideas que nunca van a salir de mi cabeza. Es el vértigo al sentir al llegar a la cima de la montaña rusa, el nudo de estómago cuando estás a punto de caer

En ocasiones observo mujeres que me atraen, suelen ser atracciones simplonas. Algunas veces son sus ojos, su risa o su voz, en otras son sus piernas o un atuendo que me resulte particularmente bueno, a mis gustos,claramente. Después idealizo su vida: a dónde es que va, que hsce, que piensa, qué le guste, a qué cosas le tenga miedo... Pero solo miro, espero no con perversión, solo las veo como un escritor al apreciar el lienzo blanco pensando qué podría plasmar o el escultor contemplando el mármol antes empezar a golpearlo, si quiera antes de tocar el mazo o el cincel, solo... Observo. No quiero nada, no tengo un interés particular, solo me gusta pensar que dentro de alguna de esas personas habita un buen hogar.

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Quiero estar lejos, muy alejado del centro y de sus adeptos, tengo otros conceptos que ya no son tan concretos como que antes creía que quería, pues ya nada tengo y no hay algo que me genere anhelos o me ocasione suspiros esperanzadores. Voy de aquí a allá huyendo de los enamorados y de los que se aman y de los amantes. No puedo estar cerca de una pareja que se siente completa al complementar a otro. A mí alma no le falta una mitad, sino que con el tiempo se le han caído trozos difíciles de poder recuperar.

Es tan sencillo amar una alma virgen, virtuosa, completa y llena de dicha, pero ¿Qué hay de las otras? ¿Qué hay de nosotros? Los que no somos una sonrisa eterna, ni un abrazo cálido cada que se le requiere. No porque no se quiera, sino porque sencillamente no se puede. Sobre estimamos al ser feliz, lleno de júbilo y jubilamos a los que no son 100% eso que todos quieren, ¿En qué parte del mundo pueden existir tranquilos los aflijidos, los seres rotos? ¿En qué parte de éste plano se puede sentir en casa al que siempre le tocó sentirse ajeno?

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La muchedumbre vive necesitada de lo que los demás piensan y de lo que los demás diga, ya no viven para sí, viven esperando a que los demás aprueben el estilo de vida, para poder sentirse aceptados. El dolor por un desamor me resulta penoso, sobre todo si no se supera, pues me hace pensar que no pueden sentir amor propio. Todo gira en torno al amor, esa es la clave, pero lo que no se les clava en la cabeza es que su amor no gira entorno a que los demás los amen, amén.

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Lost

¿Han leído o escuchado algo con respecto a que los esquimales pueden distinguir una gran cantidad de blancos en la nieve para poder sabe cuál es el hielo más frágil? ¿o han escuchado de las personas que saben leer la marea para saber cuál es peligrosa? Hay tantas maneras de profundizar con respecto a una cosa, en mi caso siento que son temas, suelo poder delirar sobre el dolor y las tantos colores y texturas de este, “el dolor es crecimiento”, me decía a mi mismo, “hay que sufrir para crecer”, cada que me lastimaban, “sin dolor no somos nada”, decía que me lastimaba yo solito, tan bendito que era para mí el dolor y ahora que ha estado muy ausente de mi día siento que no lo necesito ni un poquito, creo que ahora sí es que estoy creciendo, dándome cuenta que solo justificaba el dolor, porque era mi situación cotidiana y, a pesar de haberme obligado a sufrir y poder distinguir entre esos duelos, entiendo que no son nada necesarios.

El hielo frágil que detecta el esquimal es para esquivarlo, el marinero al detectar la marea que lo arrastra no se mete a nadar al momento. Creo que tengo esa cualidad al poder entender esas paletas de colores grises y ahora que lo entiendo no estoy buscando adentrarme en ello, tengo la vida que quiero, puedo dormir tranquilo sabiendo que duermo entre los brazos que me aman y que despierto con ganas de hacer mil cosas, aprendí que las cosas se hacen un a la vez, aunque tenga el placer de poder hacer 5 o 6. Nunca es tarde para abrir los ojos, aunque siento que dentro de mí se anida un desierto árido, más a dentro y aun costado de mí se encuentra un par de oasis que valen la pena vivir o morir por ellos.

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Hoy traigo la energía de es escribir mil textos, pero solo me quedan escasos 10 minutos. Todos somos diminutos, nadie está por encima del otro y aún así intentan pisarse los unos a los otros.

Tengo 4 héroes, el cuarteto lleva cómo maldición "Avaricia", para ellos solo era otro rasgo del poder, tan solo una caricias. Pero cometieron el error de sentirse por encima del sentido de que nadie es invencible.

Ahí estaba el pequeño Alejandro el magno, magnánimo. Creyéndose el conquistador del imperio romano, después el fundado de ciudadanos del mundo, publicitando la unidad de todos, pero el no era parte de todo. Pareja de Cleopatra, pero la vida y el tiempo le tenían otra carta. Dios egipcio quiso ser y más ya no puedo admirar lo que con tanto esfuerzo y sangre e ingenio construyó. El grande cayó muy chico

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¿De qué vive el escritor? ¿De lo que vive? ¿De lo que piensa o de lo que imagina? Yo no sé, solo sé que quiero olvidarme de creer lo que creen los animales de las mujeres, no solo existen culos y vaginas, en mi cabeza hay más bien culpa que intenta escaparse de Mo boca pero se atora en las anginas. ¿De qué vive el escritor? ¿Es un cúmulo de lo que antes se cuestionó? Todos tienen su estilo, pero leo a lo que se dicen que escriben, pero confunden la tienda de zapatos Zara con el Sahara. Confusiones entre creer que epíteto es una secuela de una epifanía, son solo cuestiones de desconocimiento y, a pesar de que el ingenuo tiene más camino que el que cree que sabe, no avanza. No hay más, está el que vive en una eterna confusión y el que viven entre transfusiones de alcohol. Ya estoy perdido, siento que lo que escribo se acorta, no escribo pensando, escribo con el corazón en la mano, por eso en una manga tengo el as y en la otra un ramo

No estamos de fiesta, la vida es una putada, una patada justo en el vientre del ambiento u el golpe se siente como un: "¿Tú qué has hecho?" Yo estoy desecho por vivirméla en el estrecho de Bering.