En este blog quiero contar las experiencias que he tenido y lo que aprendí de ellas, tanto lo bueno como lo no tan bueno.
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Quito - Ecuador: El Panecillo


En la ciudad capital de Ecuador, existen muchos atractivos turísticos, uno de mis favoritos es el Panecillo, su nombre fue dado porque se ubica encima de una montaña que tiene forma de un pan. Históricamente era usado por los indígenas para varias ceremonias. Luego, un padre católico hizo traer desde Europa, la estatua que actualmente se encuentra en él.



Se trajo pieza por pieza, así que si se fijan por adentro pueden apreciar la numeración de los bloques. Dentro, hay un pequeño museo adornado con vitrales muy coloridos, en donde también se encuentra una pequeña tienda de recuerdos para comprar. En las afueras hay muchas tiendas de cosas típicas ecuatorianas.
En este lugar también se arma cada año en Navidad un pesebre gigante de luz, que se lo aprecia mejor en la noche.



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Costura y manualidades
Cuando era pequeña, estaba en una escuela solo para niñas, en esta época teníamos una materia en la que aprendíamos a coser, tejer y bordar. Creo que a mucha gente no le gustaba, pero a yo lo amaba muchísimo.
Mi mamá tenía una gran habilidad para las manualidades y entre estas estaban las cuestiones de costura y bordado. Así que en las tardes, en ocasiones, nos sentábamos las dos y me enseñaba. La clase de costura en la escuela, se convirtió en una de mis favoritas. Nos la impartían en la biblioteca de la escuela, que se encontraba lejos del ruido y en un lugar muy pacífico (teniendo en cuenta que mi escuela estaba justo en el centro de la ciudad).
Luego esta clase fue dividida en dos partes: media hora para costura y media hora para computación y finalmente fue reemplazada totalmente por la hora de computación. Obviamente, computación en nuestra época es más útil que bordar o tejer,y pues así terminaron las clases de costura.
Años más tarde, encontré una tienda de artículos para bordados, tejidos y costura, así que retomé los conocimientos que había dejado atrás y comencé a bordar nuevamente, aquí dejo algunos de mis bordados.
Lo que aprendí de esto es que, si bien pueden parecer cosas inútiles, hay conocimientos básicos en la costura que te servirán toda la vida, como por ejemplo, remendar alguna prenda, como medias o alguna basta de pantalón que se haya roto o alguna emergencia con un vestido. Por otra parte, toda actividad que te ayuda a quitar el estrés de encima o en la que pones tu corazón para hacer un regalo a otra persona o para tí mismo/a, creo que tiene mucha valía.




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El extraño nombre de mi perro

Mi perro, después de llegar a casa, no tuvo nombre por un tiempo. Lo que comenzó como una búsqueda de nombre, se convirtió en un concenso general entre mi mamá, mi hermano, y yo. Hicimos una lista de nombres gigante y fuimos descartando una a una las opciones, al final quedaron: Rufo (por la serie de Daniel el travieso) y Gokú (por la serie de Dragon Ball), a la final decidimos que ninguno nos gustaba tal como estaba, pero que prefería más Rufo porque estaba medio parecido, aunque con alguna variación...así que salió Rufino.
Normalmente, se supone que un perro con un solo nombre ya le basta. Pero conforme fue pasando el tiempo, vimos que Rufino, comenzó a querer montarse a todo (ya comenzó su época de reproducción); a raíz de esto, mi hermano lo asoció con un personaje de anime, específicamente de Ranmma 1/2, donde el maestro principal de artes marciales es un pervertido. El maestro Japosay. Puede que no se escriba así pero así lo escribimos para el nombre. Así que hasta ahí era Rufino Japosay.
No estoy segura como la gente suele hacer con los apellidos del perro, en general yo esperaba ponerle nuestro apellido, pero fue un no rotundo. En este tiempo, yo hice unos pompones para hacer barras al equipo de basquet de la escuela, eran de papel crepé. Un día llegué a la casa y mi querido perro los había destrozado y en su hocico quedaban partes del papel del que estaban hecho. Esto causó una gran risa para mi mamá y pues se quedó a modo de apellido Crepé. Asi que ahora teníamos a Rufino Japosay Crepé.
Pasó el tiempo, Rufino salía a pasear por las mañanas con mi mamá y en las tardes salíamos los 3 juntos, había en el vecindario una señora un tanto mayor, que nunca nos saludaba a mi o a mi mamá, pero siempre se le acercaba a nuestro perro así: “Hooooola bonito, hermoso, que bello que estás, lindo, lindo”. Lo acariciaba y luego se iba. Sumado a esto, aunque era pequeño, era muy peludo, entonces nos acordamos de la señora que siempre lo consentía y pues a modo de broma le dijimos a Rufino, el Bello. Luego, ese bello cambió a vello, por lo peludo, y así se quedó. Entonces el resultado final fue: Rufino Japosay Crepé Vello.
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Presentando a...Tanuki!
He tenido muy buenas experiencias con los animales, aunque nunca me habían llamado la atención los gatos. Sin embargo, me dió curiosidad sobre por qué todo el mundo estaba tan locos de amor por ellos. Esta historia ocurre siendo ya adulta, en el momento que decidí adoptar uno.
Creo que la adopción es lo mejor. Hay muchos animales en las calles que son rescatados y que necesitan un hogar. Primero ubiqué en donde iba a dormir, compré la arena, la caja de arena, su comida y plato. Posteriormente, llené la solicitud de adopción en Protección Animal Ecuador (PAE) y espere el mail de aprobación.
Cuando me aprobaron, fuí y encontré muchos gatitos hermosos, pasé como una hora y media tratando de elegir uno. Entre ellos, había un gato con rayas que se me acercó y saltó manteniéndose en sus dos patas traseras para que le rasque la cabeza y luego se movía para que mi mano pasara por su cuerpo, mientras seguía caminando esta gatita me perseguía haciendo el mismo ademán para que la rasque. Entonces, fue cuando supe que ella era la que me había elegido, y nos fuimos juntas a la casa.
La llamamos Tanuki, debido a un animal mitológico japonés, pues me pareció muy tierno.
Desde entonces han pasado ya 5 años, cuando la adopté tenía aproximadamente 2, ahora es una gata feliz y muy gorda que disfruta ser rascada y dormir en todo lado.
Lo que aprendí de esta experiencia, mi primera adopción, es que todo animal merece una segunda oportunidad, tenga la edad que tenga y que te lo retribuirá con su compañía incondicional.

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Mi primera mascota, Rufino Japosay Crepe Vello.
Como muchos niños, en cierta edad yo quise tener una mascota. En mi caso, soy la menor de 3 hermanos considerablemente mayores que mi, por lo que en la casa solo vivíamos para ese entonces mi mamá y yo. Mi mamá trabajaba hasta las 17:00 pm, mientras que yo regresaba de la escuela y me quedaba sola en la casa hasta que ella llegara. Asi que, como no me agradaba estar sola, pues comencé a pedir un perro.
Quiero aclarar que para este entonces yo era una niña y pues obviamente no entendía la responsabilidad que conllevaba, sobretodo porque vivíamos en un apartamento alquilado. Mi mamá se negó (por obvias razones, una niña que cuidar ya era bastante) pero yo, quería tener compañía en las tardes y poder jugar con alguien (como me quedaba sola, pues no tenía permitido salir), así que le pedí un hermanito!!
Y pues entonces decidió que tendríamos un perro, eso sí, yo tenía que ser la responsable de los asuntos del perrito. Una tarde, me llevó con una conocida de la familia, resulta que ella tenía una perra de raza pequinés que acababa de tener una camada de unos 8 perritos, el papá de dichos perritos había sido un coquer, así que eran mestizos, algunos amarillos y otros negros. Unas ternuritas.
Me emocioné mucho, y ahí fue donde nos encontramos por primera vez, con este pequeño, muy pequeño animal, lo cargué y nos lo llevamos a la casa. Lo primero que me dijo que haga mi mamá era que lo llevara al patio a que haga sus necesidades para que no lo hiciera dentro de la casa por todo lado. Y ahí fui yo, sin hacer caso hasta que hizo su mojón debajo de mi cama...
Bueno...busqué una caja de cartón, puse un almohadón encima de una pila de periódicos y cama lista!. En la noche puse la “cama” a lado de mi cama para dormir, me imagino que estaba asustado, así que no dudó en subirse a mi cama y acurrucarse a mi lado. A partir de ese momento dormimos juntos todo el resto de su vida. Sígueme para conocer más de esta historia!

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