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27.06.25
“Toda noite eu te encontro nas estrelas pra dançar nossa canção”.
Si perdiera la memoria, ¿qué sería lo primero que me dirías de nosotros? Me encantaría saber tu respuesta, aunque si enserio pasara, preferiría que me dejaras en el olvido, ahí no dolerías; más o menos como lo hizo Elena Gilbert allá por la sexta temporada de TVD (disculpa mis referencias de niña).
Te extraño. Ya no he visto a Pau, no he podido preguntarle por su lorito. Yo comienzo a vivir con los pies en la tierra, le pido a Dios que me ayude a dejar de soñar.
Tengo demasiado sueño. Picos pues.
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21.06.25
Es de mañana. La lluvia no ha dejado de caer desde ayer en la noche. No me quiero levantar de la cama, en cambio me puse a escuchar tu playlist. Justo ahora suena “Dust to Dust” de The Civil Wars. Mientras la escucho sólo puedo vernos en ese café, comiendo pastel de zanahoria. Curioso cómo la música te transporta a momentos que han dejado de ser.
Hace unos días una niña se puso a llorar en mi clase, mientras sus compañeros trabajaban le pedí que me contara qué pasaba. Me dijo que estaba muy triste porque el día anterior su lorito se había escapado y cuando quiso regresar, pasó el camión de la basura, asustándolo y llevándolo por otro camino. La abracé y traté de consolarla diciéndole que aún podía regresar a casa.
Dos días después se me volvió a acercar, me dijo, aún triste, que su lorito seguía sin volver, pero que tenía esperanza porque le había pedido a Dios que lo trajera de vuelta a casa con su magia. No supe qué decirle.
Horas después me imaginé respondiéndole que Dios no es mago y que a veces su voluntad duele, que a veces nada pasa con esperar, pero cómo decirle eso a una niña de siete años.
Por cierto, se llama Paulina. Curioso, aunque quizás no tanto. En fin, aunque probablemente ya esté muerto, he estado orando por ese mendigo loro, por ella, por ti…porque una parte de mí, la más ilusa, también espera tu regreso, que el camino se abra en el desierto.
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16.05.25
Hola, vaquero. Hace un día que te caes de felicidad. Amaneció nublado y empezó a llover hace como dos horas. La escuela se respira más tranquila, como si el agua apaciguara, de algún modo, a mis pequeñas bestias. Todo me parecía muy hermoso, hasta que me acordé de ti y de tus palabras del día de ayer.
Me dijiste que ya sólo era cuestión de un fin de semana para desalojar tu cuarto, para irte. Esta vez, sin próximo regreso.
No soy tonta, sabía que ese día llegaría, si te soy completamente honesta, le pedí a Dios por su arribo. Le pedí que te llevara lejos, muy lejos, a donde no pudiera seguirte; le pedí que la esperanza de un milagro por fin pereciera.
Quién sabe, a lo mejor me escuchó, aunque sé que, aunque te lleve a esa lejanía, seguiré buscando tu rostro en esa esquina, afuera de mi casa, en la iglesia, en el cine y en ese cafetería donde nos indigestamos de risas. Te seguiré necesitando mientras vago sin sentido en Tibia o en cada partida perdida en Chess. Te seguiré viendo en cada estrella, en cada lluvia y en todos los dientes de león que se crucen por mi camino.
Saberte sin retorno me rompe el corazón. Creí que ya no podría romperse más… pero heme aquí. Tratando de cargar con los pedazos, tragándome el nudo de la garganta para decirte que antes de pedirle a Dios que te llevara lejos, le pedí que te diera trabajo y su voluntad se cumpliera en tu vida. Antes de entristecerme quiero alegrarme por ti, porque sé que esperabas este momento. Sé que una parte de ti lo anhelaba, quizás no así, vaya, creo que ninguno de los dos lo imaginó de este modo, pero si así lo diseñó Dios, que sepas que estoy aquí, que me enorgullezco de ti.
Prefiero al Gon soñador que conocí hace dos años, probablemente porque va más con mi personalidad también soñadora e ilusa, pero hoy te acompaño en esta faceta más realista. Te acompaño de la forma que sea, ya sea aquí o a kilómetros de distancia. Me quedo con ese Gon y con todos los habidos y por haber, aunque no esté ahí para conocerlos.
En fin, me gustaría ofrecerme para seguir pagando la renta de tu cuarto, podría hacerlo mi oficina/estudio/escape del mundo, podría guardar lo último que queda de ti aquí, pero no quiero verme mal de la cabeza, así que me quedaré con las ganas. Como siempre...
Pd. Si algún día puedes adquirir el libro Correspondencia de Camus y Casares, hazlo. Sé que no eres de leer, solo sería para que supieras que, una vez en la vida, alguien con mucha más elocuencia y clase sintió por alguien lo que yo hoy siento por ti.
Te amo.
Picos pues.
“Pero pase lo que pase, no olvides que siempre habrá un ser en el mundo al que, en cualquier momento, puedes recurrir o venir. Una vez te di, desde el fondo de mi corazón, todo lo que poseo y todo lo que soy. Lo mantendrás hasta que deje este extraño mundo que está empezando a cansarme. Mi esperanza es que algún día veas lo mucho que te amé”.
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14.06.25
Hoy estuve leyendo esas conversaciones que fueron el principio del fin y solo puedo decir que lo siento. A veces uno no mira bien más que a la distancia. Si pudiera cambiarlo, lo haría, sin parpadear, en cambio solo puedo decirte que hoy me esforzaría en ser diferente, porque hoy sé lo que es perderte y que el amor no es perfecto, tan solo una decisión diaria que somos capaces de tomar por el de arriba.
En fin, solo era eso.
Pd. Hoy no dejó de llover.
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14.06.25
Dios me decía que eras mi “una vez en la vida” cuando te sentaba a mi lado cada domingo. Te llevaste las pruebas, pero no tengo dudas.
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13.06.25
Te extraño. Me volvieron a decir que me consiguiera un muchacho para que me invitara a salir, al café y al cine y un montón de otras cosas que ya olvidé. Lo cierto es que si no es contigo cada vez se me hace más ridículo eso de conocer a alguien “nuevo”, quizás porque, simple y sencillamente, no me apetece. Es como esa canción de Arctic Monkeys que dice “maybe I’m too busy being yours to fall for somebody new”.
Así como yo, estás a años de luz de ser medianamente perfecto, pero es que dime dónde más podría conocer a alguien como tú, alguien que, aún rompiéndome el corazón, siga teniéndolo.
Eres único, Gon. Nadie tiene tus mismos pedacitos. Nadie…
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09.06.25
Hoy en mis recuerdos fotográficos del celular venía sugerida una compilación del verano del 23. Me dolió mucho ver fotos y videos de ese tiempo, pareciera que fue ayer, pero también hace un millón de años. Todo lo que lleva tu nombre es difícil de digerir en este presente.
Después de tres años, estoy volviendo a ver Stranger Things, en la tercera temporada hay una escena con una canción que hacia tiempo no podía escuchar sin ponerme a llorar porque me recordaba a Samy. En cambio, este fin de semana la volví a escuchar viendo la serie y, dado lo cómico de la escena, la disfruté y hasta me reí. Le pregunté a Dios si lo mismo pasaría con tus canciones. Quizás dentro de unos años pueda escuchar Heaven de Niall Horan y no entristecerme con el recuerdo del chico de la iglesia. Quizás Dios me ayude a encontrar nuevas canciones.
Quizás sea cierto que algún día me dejes de doler.
https://www.instagram.com/reel/DKr5uvEuOwd/?igsh=eHByMDd6aXJsYm5p
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Primeros minutos del 03.06.25
Hey, no olvides orar por los perritos antes de dormir.
Si tuviera que decirte algo que encierre cosas invisibles, sería: “parece que va a llover”.
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02.06.25
En los últimos días han habido un par de personas que me han dicho que estoy muy delgada; la verdad, dado que llevo más de un año tratando de entrar en volumen, me parece una falta de respeto, pero bueno…
Se fue la otra maestra de francés. Alguien más que se va.
Si te soy honesta, estoy algo molesta. Te fuiste de muchos lugares, pero no de mi mente, si ya sabías que te ibas a ir, ¿por qué carajos no empezar por ahí? Estoy molesta porque te extraño, porque soy idiota al hacerlo.
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30.05.25
Soñé contigo. En mi sueño me llegaba ese mensaje tuyo que llevo tanto tiempo esperando. Te habías vuelto a ganar a mi mamá y con ella estabas confabulando algún tipo de sorpresa para tu regreso, para pedirme que fuera tu novia. No estabas físicamente, pero sí a través de la pantalla de mi celular. Estabas. Me llegaban muchísimos mensajes tuyos, todos llenos del amor que alguna vez me tuviste. En algún momento hacía conciencia del milagro y volteaba la mirada al techo de mi cuarto, le agradecía a Dios porque sabía que había sido él - debo decir que de todo mi sueño esas gracias fueron lo que más real se sintió-. Ya me estaba preparando para ir a tu encuentro cuando, en eso, me desperté.
Como por inercia vi mi celular, buscando, pero no había nada. Quise controlar mi subconsciente y continuar el sueño a voluntad, pero no pude. Sentí una especie de vacío que, gracias al cielo, se vio anestesiado con el sueño que provoca el despertarse a mitad de la madrugada y, sin darme cuenta, me volví a dormir. Sin embargo ese vacío, tan ligero como pesado, me acompañó durante todo el día.

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29.05.25
Hoy me dieron a probar sandía amarilla. Me parece que tiene el mismo sabor, quizás solo un poco más dulce. Me acordé de ti.
En clase a segundo de preescolar un niño estaba parado, cuando le pedí que se sentara, me contestó: “ahí voy, miss, es que se me metió el calzón en la cola” y yo tuve que hacer uso de mi autocontrol para no partirme de risa. Te lo quise contar en el momento.
Hoy mi jornada laboral fue de doce horas, no tuve descanso entre clases, tuve la guardia de preescolar y la de primaria. Llegué a mi casa hace unos momentos y me está costando la vida mantener los ojos abiertos. No sé si hacer ejercicio, supongo que sí.
Horas después: no hice ejercicio. Me quedé dormida después de escribir lo último. Te extraño.
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27.05.25
“In a dream you appeared, for a while you were here. So I keep sleeping just to keep you with me”.
Hoy cuando me desperté, no lo recordé (quizás porque lo hice abruptamente con el sonido de la alarma), pero durante la jornada laboral, por alguna razón (quizás el clima), se me vino a la memoria el sueño que tuve contigo. Bueno, no estabas en mi sueño, pero fue sobre ti.
Soñé que te extrañaba mucho y encontraba una manera de entrar a tu cuarto sin que nadie se diera cuenta. Cuando entraba no podía evitar husmear un poquito en tu escritorio y tu ropa. Todos tus detalles me maravillaban. De repente comenzaba a llover afuera y lo único que pensaba era en meterme en tu cama. Y lo hacía. Me metía en tus cobijas, buscaba tu aroma, pero llevabas (llevas) tanto tiempo lejos que ya casi no quedaba nada de él. Aún así me abrazaba a ellas y eso era todo. Estaba en tu cama una tarde nublada cualquiera, tratando de encontrarte en un pedazo de tela mientras las gotas de lluvia que caían por tu ventana me adormilaban.
Sin ánimos de sonar mal de la cabeza, pero he de admitir que en las últimas semanas sí he tenido este pensamiento recurrente de escaparme a tu cuarto y tomarme un descanso del mundo en tu cama. Quizás se sentiría vacío sin ti, pero sería lo más cercano que tendría a un abrazo tuyo.
Bah… bobadas.
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27.05.25
Del libro que te mencioné. De mí para ti también.



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25.05.25
Sigue lloviendo… te sigo queriendo y te sigo esperando a pesar de todo.
A veces quisiera poder decirte cosas como “ojalá nunca te hubiera conocido”, a veces las siento de verdad, pero siempre me detiene el deseo de amarte diferente porque eras tú, Gon. Tú eras el hombre que Dios me había mandado para amarlo, perdonarlo, ayudarlo y acompañarlo.
He pensado en pedirte que te unas a mí en oración para que Dios te saque de mi corazón, te lo agradecería mucho. En algún versículo dicen que si dos personas se ponen de acuerdo en la oración, Él escucha y da. Nada perdemos con intentarlo, cariño.
Pd. Leí un libro donde la protagonista también tiene un afán de musicalizar cada momento de su vida y no me sentí tan rara. Si tuviese que escoger una canción ahora mismo, sería Wrecked de Imagine Dragons.
Te amo.
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20.05.25
Hace unos días me topé con este TikTok.
https://vt.tiktok.com/ZShp7HmST/
Sé que, aunque parezca increíble, voy a aumentar mi nivel de patética con lo que voy a decir, pero bueno… igual creo que ya te lo había escrito una vez.
El día que fuimos a ver La Sirenita, vimos los avances de Balada de Pájaros Cantores y Serpientes, me preguntaste si esa también la íbamos a ir a ver al cine, te contesté muy ilusionada que sí. Que ya había leído el libro y estaba esperando a que saliera la película. Meses después la película se estrenó en cines, pero tú ya no estabas y, aunque era una película que esperaba con ansias, no la fui a ver. Me quedé esperando tu regreso para verla juntos. En cambio, un día cualquiera, me contestaste que habías ido al cine a verla. Me dijiste que estaba buena.
Al día de hoy, a pesar de que aún me muero de ganas, sigo sin poder verla.
Te conté hace un par de semanas que salió el libro nuevo de la saga (el cual me muero de ganas de leer). La película ya está en pre producción. Aún no sé de qué trata por completo, pero me “ilusiona” mucho el cast que han escogido hasta el momento. Vi el TikTok y me acordé ti. Tú eras con quien podía compartir este tipo de cosas.
En fin. No es queja, sólo algo que quería compartirte. Hace mucho que te fuiste, pero sigues siendo mi diente de león.
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