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espejito rebotín
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Guada -la última es un bonus track-
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Nestor vive en el pueblo ISO 100 f/9.0 1/25 s
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en Usina del Arte
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en Plaza de Mayo
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y tu alma acarició cada poro y ahora es parte de mí
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Ni olvido ni perdón. (en Plaza de Mayo)
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wide eyes shut 👁
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Otro poco de buenas intenciones
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Como decía el último artículo, uno puede tener buenas intenciones pero igual mandarse mocos.
Constantemente estoy tratando de hacer las cosas bien, constantemente trato de ser alguien positivo para el otro, pero no siempre se puede.
Hay que ponerse en el lugar del otro, pero ponerse en el lugar del otro de verdad. No digo eso de “como me tomaría yo X cosa si fuese al revés”
Con solo eso no basta. Hay que hacer memoria, pensar en los puntos débiles que alguna vez la otra persona te contó. Si te dice que le da terror que la / lo dejes, y se pelearon por cualquier gilada, que vos sabes que tiene solución, cueste un poco más o un poco menos, pero dentro tuyo sentís que se arregla, no juegues con eso, no le digas que vas a tirar todo por la borda, aunque estén podridos de pelearse todo el tiempo y creas que va a ser lo mejor para los dos. 
Con las buenas intenciones únicamente no basta. Y contextualizando la vida del otro tampoco, muchas veces creemos que de verdad entendemos al otro, y que haciendo esto o aquello estamos yendo por el camino correcto, pero no.
Antes de querer tener una buena intención, hay que pensar realmente si lo que estamos por hacer va a tener un efecto positivo. 
Creo que este pequeño texto lo estoy haciendo más a modo de recordatorio, cada vez que tenga una pelea con alguien voy a entrar a leerlo, a ver si logro pegarme un rescate, o voy a seguir lastimando gente sin siquiera quererlo.
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vengo a descargar.
Mi viejo fue un padre excepcional. Se hizo cargo de un pibe que no era suyo, y lo amó como si hubiese salido de sus huevos, un acto que demuestra valentía y amor a más no poder. Se hizo cargo a los 18 años, cuando se está en edad de escabiar, drogarse, salir, tener sexo con desconocidos. A esa edad se fue a vivir con mi vieja, se hizo cargo del nene que ella tenía, le dió su apellido, y dos años después tuvieron una segunda hija.
Durante mi infancia, si bien tengo un montón de recuerdos positivos, como la primera vez que me llevó a la cancha, tardes / noches de fútbol con sus amigos, cumpleaños donde hacía de mago / cocinero / showman / limpieza, también tengo recuerdos feos, donde se dirigía a los demás con malos tratos y formas de mierda. Estoy seguro que todas, o casi todas ellas, sin quererlo. Por ser pendejo, y disparar palabras, como hacemos los pendejos, o por hacerse el gracioso al lado de otros pendejos, como hacemos los pendejos. Razón por la que sea, hoy no es momento de reprochar, al menos no eso, muchas de sus frases hacia mi me quedaron retumbando en la cabeza. Toda mi adolescencia, e incluso hoy, que estoy entrando en la adultez. Hoy solo las recuerdo y no generan ningún ruido en mi cabeza, o tal vez sí, y me quiero convencer de que sí.
En fin, sea como fuere, mi viejo es un tipo excepcional, de hecho una o dos veces escribí textos sobre él, siempre positivos, cuando estudiaba periodismo deportivo. Qué se yo, textos donde contaba cuáles eran las cábalas que nos acompañaron toda la vida al mirar los partidos de nuestro querido equipo de fútbol, o experiencias vividas con él yendo a la cancha (somos una familia muy futbolera, por si no se dieron cuenta)
Pero también puede ser una mierda de persona, cosa que me dí cuenta con el correr de los años.
En mi adolescencia, los problemas empezaron porque, como todo adolescente, me escapaba de inglés para ver a una minita, o escondía los boletines para que no me castiguen y así poder ir a tal o cual fiesta / boliche / juntada del fin de semana. Y también, porque me había agarrado la locura flogger. Me vestía como tal, me peinaba como tal, bailaba como tal, hablaba como tal, y eso a mi viejo lo enfermaba. Creía que “el machito le iba a salir puto” -sí, es homofóbico, y bastante arcaico-  por usar pantalones de colores. Valga aclarar, en gran parte me metí en esa movida porque a las pibitas, al menos con las que me relacionaba, les gustaban bastante, dí una buena cantidad de besos gracias a saber tal o cual pasito, o porque mi fotolog demostraba que era un pibe “popular”
Ya a partir de esta época hubo un quiebre. De tener muchas charlas cuando era pibe, sobre la familia, sexo, fútbol, o lo que sea (de verdad, tuvimos MUCHAS charlas, muy profundas y a la vez muy estúpidas) pasamos a abrirnos cada vez más. Y el quiebre definitivo fue cuando mi vieja cayó enferma de una enfermedad mental.
Hoy por hoy, gracias a *inserte dios predilecto aquí* mi vieja está bien. Es una enfermedad que no tiene cura, pero si se puede estabilizar mediante medicamentos. Lo que no está bien es la familia.
Llegado un punto enfermizo de la relación entre mamá y papá, con sus razones o no, mi viejo se fue a vivir un tiempo lejos, como a 500 km de casa. Habrá durado un año con suerte este proceso, que se sintió como un millón de años. No me voy a olvidar nunca como en mi cumpleaños de 16, o 17, no recuerdo bien ya, volvió de su refugio ubicado 500 km de casa, y lo único que hicieron fue discutir, y por consecuente, cagarme el cumpleaños. O cuando no estuvo en mi cena de gala del colegio, cuando nos recibíamos y dejábamos de lado la secundaria. Cuando dijimos de ir a ver Batman: The Dark Knight Rises (mi héroe favorito en el mundo, mi saga favorita del mundo) y esperé su mensaje por semanas, para ver si le nacía o no ir juntos al cine como padre e hijo, algo que no pasaba hacía mucho, y no pasó. Terminé yendo el último día con mi mejor amigo, a un Hoyts en Quilmes, porque era el único que seguía dando la película con subtítulos, y para colmo, cuando volvíamos del cine un taxista borracho nos chocó y terminamos llegando a casa a las 8 de la mañana. O como no, la cantidad de veces, que ya perdí la cuenta, que me dijo que me iba a enseñar a manejar, una actividad tan padre e hijo que resulta raro cuando te enseñó alguien más que no sea tu viejo. Hoy con casi 23 años, lo poco que sé manejar fue gracias a mi mejor amigo y mi ex novia. Recuerdos así, muchos más, que me los acuerdo, y los muchos que deben haber que mi mente borró, espero, como mecanismo de defensa. Hoy por hoy, bah, hace como cuatro años, la relación está en un parate. No nos vemos nunca, cuando nos vemos es para discutir, ya no podemos ni compartir un partido de nuestro club juntos, que a él le gusta un jugador, a mí otro, y por eso peleamos.
Lamentablemente, más allá de que creo él se buscó que esto esté así, y yo lo seguí en su juego, veo que la relación cada día se rompe más. Cada día que lo escucho hablar me doy cuenta lo distintos que somos, lo muchos que me fastidia verlo, escucharlo, tanto hablándome a mí, como hablando con otras personas fuera del seno familiar –donde es la persona más adorable, graciosa y compañera del mundo- o a mi vieja y hermana, con quienes tiene una agresividad tan marcada que se vuelve casi tácita.
Es muy difícil, él es de derecha, yo soy de izquierda, a él le gusta el asado, a mí la pasta, para él fumar porro es de hippie sucio roñoso, para mí es algo bastante habitual, y todos estos contrastes, desde el que puede sonar súper tonto, al más bien serio, son motivos de discusión. 
Hoy por hoy no tengo ganas siquiera de tener relación con papá. Hasta hace un tiempo todavía quería y buscaba su aprobación –y cuando digo tiempo, hablo de menos de seis meses-, hoy estoy rendido, no tengo ganas ni de escucharlo. Y para colmo, como si no estuviese todo ya lo bastante podrido, la relación entre mi vieja y viejo nunca se terminó. Después de ese momento donde se fue lejos muy lejos, volvió, y la relación nunca se terminó. No están juntos, pero duermen juntos. No están juntos, pero mi vieja usa la alianza de casada. No están juntos, pero se van de vacaciones juntos. Ah, y para cerrar a todo trapo, mi hermana tiene cierto Edipo con él. Esto se traduce en que: todavía buscan tener charlas de familia, cuando esto no es una familia hace años.
Mi vieja todavía lo ama con locura, y aunque jure y perjure que no, sus palabras tienen una influencia enorme en ella –siempre fue del tipo de mujer geisha / machista, donde el hombre trabaja y la mujer lo espera con la cena en casa- y otra vez, aunque diga que no, está altamente cruzada por sus ideas. Sin ir más lejos, mi vieja es una ferviente anti marihuana, igual que mi viejo, y cuando se ha hablado del tema, si estábamos los tres, mamá tenía una postura súper rigida e inflexible. Cuando hablamos ella y yo solos, si bien nunca está a favor, ni creo que lo vaya a estar, se muestra mucho más comprensiva, pasa de “no quiero que te drogues más” a “por favor, cuidate” Mi hermana sea una pelotuda a pila. Le atrofiaron la mente, y la convirtieron en la típica princesita que TIENE que tener todo. Primero, siempre le dieron todos los gustos, porque es la hija más chica, la nena de mamá y papá, y si bien de chico me costaba entenderlo, y creía que eran unos malos padres, más de grande entendí que siempre hay un favoritismo entre un hijo y otro. Nadie lo quiere asumir, todos te dicen que “son amores distintos”, o cualquier otra frase armada que quieras, pero siempre hay un hijo predilecto. Con el tiempo entendí que para mi viejo su hijo predilecta –porque es su hija legítima o  no, no lo sé-  fue ella, y eso se traspasaba a mi vieja. Por ejemplo: ella y yo chiquitos, 3 años ella, 7 años yo. Yo queriéndome ir a jugar con mis amigos del barrio, mi hermana queriendo que me quede con ella haciéndole la merienda, o simplemente acompañándola a mirar Floricienta. Mi viejo siempre, o casi, se puso de su lado en esas situaciones, y mi vieja, como buena geisha, seguramente más de una vez quiso darme la razón, pero como el hombre de la casa habló, los súbditos callan. Ojo, no es que mi vieja fue siempre así,  recuerdo varias veces donde me cubrió por ejemplo con que el boletín no había llegado, para que mi viejo no me castigue y pueda ir a donde sea que quería ir, pero si vamos a porcentajes, podemos decir que más del 70 u 80 por ciento de las situaciones, se terminó haciendo lo que mi viejo decía, que generalmente, era estar del lado de mi hermana. Segundo y no menos importante, diciéndole que están separados, pero durmiendo juntos. Ojalá hubiese un DeLorean con el que ir al futuro unos años, y pudiesen ver el quilombo mental que le arman a la pobre piba.
Porque, uno de los motivos de pelea más fuertes, es que estoy poco en casa (o porque estoy en lo de mi novia, o laburando, o cursando, o simplemente tomando birras con los pibes). Y justamente, más allá de que soy más grande y no debería, que no significa que no pase, no me afecta el hecho de que duerman juntos, casi que no lo presencio, pero mi hermana convive con ellos todo el tiempo, como casi toda pibita/o que está en el secundario. Qué se yo, la dependencia de mi hermana llega a niveles que le cuesta entrar a un negocio a comprar por no saber relacionarse con extraño (a menos que esté ebria, claro está)
Ya como para ir cerrando, un último punto, hablando otro poco de la influencia de mi viejo en las mentes de ellas. Mi hermana es una piba copada, más allá de las cosas que enumere arriba, hemos ido a fiestas o a bailar juntos, y la hemos pasado bomba. No fueron pocas las veces que me vio consumir cannabis, por ejemplo, y jamás tuvo un solo problema. Es más, estando ebria me ha dicho que quería probar. Nunca pasó, pero mi concepto (si mis viejos saben me matan) es que prefiero que pruebe conmigo, a que lo haga con cualquier pibito que no tiene ningún tipo de consciencia o conocimiento, y puede ponerla en riesgo. De repente, de un día para otro, me pidió que no lo haga más delante de ella, y que si salí a bailar y consumí algo, no se lo cuente, ya que le hace mal. O también, me suele culpar mucho de que los problemas de casa son exclusivamente culpa mía, que mi adicción a las drogas y yo (whaaaaaaaaaaat) somos los que generamos quilombo en casa. Casualmente, ese es un concepto que mi viejo tiene.
qué se yo, calculo que las intenciones de mi viejo son buenas, pero su actuar no, y se pudre una familia.
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no fue magia, fueron lightroom y snapseed
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Las iglesias son lugares de mierda para todo, excepto sacar fotos.
Churches are shitty places for everything, except taking pictures.
Canon EOS 600D
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