renecogitans

[renecogitans]

Un día, me harté.

En un mundo que nunca me abrazó, en un día cualquiera, sin esperarlo, me rebelé contra mí mismo. Fue mi revolución francesa: pero en lugar de matar a María Antonieta, maté a una versión de mí.

Esa versión que la vida tanto maltrató.

Hoy decido eliminarla, degollarla, anularla.

Hoy empiezo a vivir, pero desde otro lugar.

El tiempo es poco, y demasiada es la vida contenida.

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La vida es lo que es: injusta conmigo, generosa con otros. No hay envidia ni queja, solo recibimiento.

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Escribo de amor, como si lo tuviera o si lo conociera. Escribo del amor como el ciego relata su mundo, como si un inmoral escribe sobre la moral, como el pobre escribe sobre la riqueza, escribo de algo que nunca tuve y que no puedo tener… Nadie realmente me amo, y quizas yo nunca amé a alguien.

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No te escribo a vos, mi gran y último amor; le escribo al amor en general. A ese amor que nunca volví a experimentar, a ese amor único que solo sentí aquella vez. Ese amor que sé que existe, pero que hoy no habita en mí. Sé que algún día volveré a sentirlo, pero por ahora permanece en mi interior como una de esas imágenes que alguna vez vi y quedaron grabadas en mi memoria.

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Mi corazón llora. Te fuiste, nunca supiste porque estaba tan roto. Hoy, prefiero esta soledad infinita y agobiante antes que amar sin sentido. Algún día llegará.

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Mas de un año, aun no encontré tus besos ni tus abrazos. Mejoré, soy aquello que tanto me pediste, pero sin nadie para compartirlo.

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Me despido. Te amé, y sé que tú también me amaste. Ahora solo me quedan recuerdos de lo que era amar. Quizá en el futuro llegue alguien especial, pero no tengo prisa ni ansias. Si llega, será bienvenido; si no, seguiré creyendo en el amor, porque sé que existe, aunque tal vez no sea para mí.

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Y, finalmente, nunca más te encontré…

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Te perdono, y hoy que me siento profundamente solo y que todo me sale del revés, siento que cosas buenas me van a pasar. La vida me ha demostrado lo contrario pero yo sigo luchando hasta ganar o morir, que a estas alturas es lo mismo.

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¿Será que nadie es para mí, o que yo no soy para nadie?

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A veces me gustaría volver a enamorarme, extraño ese sentimiento de primavera eterna. Pero hace mucho que estoy atrapado en un frío invierno y por mucho que lo intente no logro ver el sol.

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Que desgracia la del querer amar pero no ser amado

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Si hoy fuera mi último día, ¿qué cambiaría? Si cada amanecer el latido de mi corazón se desvanece un poco más, solo me queda el consuelo de aquel recuerdo, el momento en que el amor me abrazó por primera vez.

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El día de mi muerte

Concedí todo mi amor, pero solo coseché vacío. Tus palabras al partir aún resuenan: "Aprendí el significado del amor verdadero contigo. Me enseñaste a valorarme y ahora sé lo que realmente quiero". En aquel adiós, mi alma se desgarraba, comprendí que solo fui un interludio en tu camino, que tu corazón ya no latía por mí. Reconocí mi derrota, pues te amaba aún, pero sabía que nunca me elegirías. Te ayudé, sí, pero a expensas de perderme a mí mismo.

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Cadáver sin alma, ¿dónde vas? ¿Acaso sufres por haber amado a quien no te amó? El precio del amor se paga caro, y aún más cuando fue, pero ya no es.

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Oh querida, si la vida hubiese sido un poco más justa conmigo, podría vivir contigo lo que hoy solo me queda soñar.

[renecogitans]

Aun sin buscarte, te encuentro en cada esquina, tratando en vano de enfriar este corazón que arde. Vos ya me has olvidado, mientras yo aún sigo recordándote. Y en este desequilibrio, vos ya no me amas, y yo aún no me amo.