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[ricardoconmandil]

Blockbuster

¿Se acuerdan cuando íbamos a los videoclubs a rentar un Beta o VHS de moda pero siempre estaba ocupado?, tenías que andar cazando a que la regresaran para poder sacarla y disfrutarla en casa.

Me pasó con la de Drácula de Coppola, Evil Dead y las de Viernes 13. También rentaban mucho las de Van Damme y Stallone en mi barrio.

Toda esa escasez se acabó cuando conseguí una tarjeta de Blockbuster de mi tío Ricardo. Él se llama igual que yo: Ricardo Martínez González. Hasta con apellidos.

Es una larga historia… pero aunque era menor de edad ahora ya podía rentar películas a diestra y siniestra porque yo también era ese “Ricardo Martínez González”.

*Dicen que en otro multiverso mi tío es un adolescente y yo soy un cuarentón enojado porque no hallo mi credencial de socio. 

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Ojos

Ayer en la mañana vi a una chica caminar en sentido contrario a mí. Hablaba por teléfono. Con andar rápido de quien conoce el camino y no teme al tropiezo.

Justo antes de toparnos las miradas se cruzaron. Fue una décima de segundo. Pero incluso en esa brevedad hubo duda.

Al pasar ella dijo “hola” y yo respondí con un aleteo de manos. Ninguno detuvo el paso.

Ahora creo que la pandemia nos ha puesto un doble reto: si antes era difícil reconocer un rostro, con cubrebocas tenemos que leer los ojos.

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Quiero una voz nueva

Siempre que escucho mi voz me parece ronca y fea. Como la de un adolescente al que le está cambiando el tono pero que no llega a ser grave y acentuada.

Pero hoy fue distinto.

Asistí a una entrevista de radio con mi banda Alfa Eridano Akhernar para hablar de proyectos a futuro y música. Cosas de señores rockeros que saben cosas de señores rockeros.

Al ponerme los audífonos y hablar a través del micrófono salió y escuché una voz nítida y cálida. Dije: “ah, chingá, soy yo”. Para mi sorpresa la conversación fluyó como un lago al que le quitan la represa.

Pienso que se debe al efecto que hace el procesamiento de la consola, porque sentí que hablaba en tercera persona.

Y esa distancia me hizo retomar a vuelo mis pensamientos.

Ojalá todos tuviéramos un ingeniero de audio que nos module la voz, según la ocasión.

¿Se imaginan?

“Hoy quiero hablar como Vito Corleone”, “hoy dame la de Samuel Jackson y en la noche la de Gary Oldman”.

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Doña Gloria

Mi mamá tiene una sonrisa enorme y estruendosa. Es una metralla de alegría.

Derrocha charla con cualquiera y a las primeras de cambio ya habló de sus 2 nietos y 3 hijos.

Habla fuerte y rápido con un acento costeño que omite “eses”.

Habla fuerte con una sensualidad calurosa y soleada.

Yo la escucho hablar y me dan ganas de comerme la carne blanca de un coco tierno con una cuchara…

[ricardoconmandil]

Presentándome…

Mi nombre es Ricardo Martínez González. Aunque, la verdad, prefiero que me nombren Ricardo González, por aquello de que mi mamá es chingona y el “Martínez” siempre me ha parecido un apellido empolvado y aburrido.

Nací en un pueblo pesquero llamado Tonalá, Veracruz en México. Me mudé a una urbe petrolera a los 7 años: allí terminé la educación básica. Después vine a Xalapa donde vivo desde hace 18 años.

Qué más.

Toco la guitarra en una banda de black death metal llamada Alfa Eridano Akhernar. Aunque suena a trabalenguas sí existimos. Te reto a googlearlo. Antes tocaba el teclado pero ahora todo es más divertido.

Ah y, formalmente, trabajo como editor en un medio impreso (aún existen) y a veces me gusta “disparar” con mi cámara.

 Mood del día: Hace frío y solo se antoja tomar café con pan y escuchar Lo-fi.