rulasdesordenadas

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Seguis siendo ola tira palafito

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Se podria decir que esto es lo que lograste, pero solo sos la historia de un corazon roto. Una historia de amor que no fue feliz sino que termino trunca. Un principe que no encontro su corcel blanco. Una cenicienta sin su zapato.

Sos la historia que no fue. El corazón que rompiste cuando ilusinates en verano, que lloron en otoño y se suicido en primavera.

El invierno más largo, el agosto más lluvioso y las tardes sin mate. Los poemas eternos, las cartas sin destinatarios.

El amor se traduce en construir palafitos en Aguas Dulces a las olas gigantes que cada verano son mas gigantes, que envuelven y se llevan las costas sin tener en cuentas las ilusiones de los niños que cada enero sueñan con regresar el proximo vereano a jugar en ese escenario de madera con aplausos de mar.

Tu amor baño mis sueños y rego las ilusiones de construir posibilidades en donde las flores no crecian, tiro girnladas para hacer llegar las mariposas y permitió que llegaran nuevas oleadas de aves.

Tus vientos de libertad permitieron pensar en otros mundos posibles para pensar que más allá de vos es posible pensar que las personas son capaces de hacer sentir. Que las plenas se gozan sin tantas estructruras.

Baila plena, pensame en otro besos, los labios tienen memoria.

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Incredulo al mundo que te rodea me haces preguntas, como si tuvieras respuestas porque sabes que me animo sin tapujos a responder eso que otros no se animan.

Ahi, en la sombra, gritas.

Sali. Pero sali en serio. Serio frente a quienes no se animan a decirlo todo. Te prometo que yo me quedo aca, aunque la respuesta no incomode.

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Te veo de lejos y no puedo creer que vos soñe un futuro,

que hoy somos desconocidos.

Tu beso a distancia me dice que no reconozco el recocoveco de tu cuello que te da placer,

sin embargo,

aunque,

ni vos yo queramos reconocer,

en la laguna oscura te gusta iluminarte por la luna y decirle que te amen sin miedos.

Ojala un dia lo experimentes.

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Bicicleteamos por la ciudad, anduvimos perdidos por noches oscuras y caminos de toscas que nos hacían perdernos. Las bicis colgadas, pinchadas, desgastadas sin manubrio.

Vos sin salir del cuarto, invisible al espejo, de ojos ciegos al mundo.

Yo bajo las sábanas perdida al encuentro con otros, sin ganas de verme.

Llame, cuando el cuerpo no aguanto más, cuando la mirada quedó en penumbras y las manos no reaccionaron, solo agarraron el teléfono y marcaron tu número.

Atendiste.

Viniste.

Y las bicicletas se inflaron, y los ojos brillaron.

Los abrazos como resguardo y hogar seguro.

Tu mirada como el escape necesario donde quedarse.

Y pedealar por la noche montevideana que tanto amamos y que tanto nos ama.

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Musa insipradora

ritual en mi

sacrificadora de mi grito

afónica de mi aullido

sácame este albrerido

déjame en paz.

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La gente de mi pueblo:

-tiene familia y con ello todo lo que significa (casamiento, hijos, ir a los actos de fin de cursos, casas, salir a la Placita, y un gran etc)

-arreglan sus casas navideñas con luces como las películas de disney, si, como si fueran a salir, para alguien más, como si fuese importante que alguien las viera.

-tienen hijos y se casan. Realmente me pregunto si se cuestionan estas cosas

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Saque esta foto para cuando me tenga ganas de morir,

pero hoy no me quiero morir.

Esta planta me representa,

tiene unas hojas verdes con ganas de vivir en el fondo;

en mi fondo hay una cueva

que es oscura y tiene el plan,

pero en el frente tiene una enredadera verde brillante por la primavera.

No tengo el tronco reseco,

soy reverdeciendo.

Revivo, renazco, respiro y soy.

Estoy acá.

Sigo teniendo ganas.

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Me salió decirte la verdad

sin tanto tapujos

y sin tanta palabra rimbombante;

en donde estoy

y para que te espero,

si,

te espero.

Te espero porque creo,

creo en tu cuidado descuidado

cuidado descreído de un mundo perdido.

Creo en tu salida precoz

y tu desayuno preocupado,

creo en tu boca de dado.

Creo.

Y te veo.

…

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En él amanecer descubrí que el lapacho de la casa de mamá está florecido, lo cual mereció una sección de fotos donde la felicidad me invadió el cuerpo; emoción que no me frecuenta tanto como me gustaría que pasara.

Ya lo dijo Papina “volverá la primavera no hay frió que dure por siempre … aunque ahora no se vea, el sol va a pegarnos de nuevo en la frente”

Estas semanas han sido bastante caóticas y la sombra que me agobia rondo mis respiros; hace bastante que la sombra no me deja de suspirar en el oído y ya no sé cómo salir, está ahí, el dolor de pecho está ahí y nadie lo ha podido sacar, arrancar de cuajo, tirarlo lejos y que me permita bailar libre.

No es mi sombra, es otra, es una sombra que vino de visita según un primer señor y la última señora dijo que capaz se quede.

Que alguien venga y la lleve, la eche de mi casa, que alguien la retire, la espante, que le explique que acá no que ya fue suficiente, que solo necesito ver lapachos florecidos a las 7:45 de la mañana cuando vuelvo de bailar cumbias de los 2000 en el pueblo que me vio nacer. Que alguien venga al rescate porque ya no puedo sola ni tampoco quiero hacerlo así.

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Me desnudaste, me amenazaste con desnudarme si seguía besándote.

Te sumergiste entre mis piernas, buceaste entre mis labios inferiores y me hiciste temblar entre penumbras.

Me desnudaste .

Me dejaste en el medio del parque desnuda con miles de vestidos con telas imaginarias y una promesa de regreso. Nunca viniste, no llegaste, no quisiste, te espere, me ilusione y te espere.

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Ciega a la ilusión del cambio de mundo, ciega como el torturado pensado que resiste sin hablar a una pregunta más, que resiste su corazón a una picana más en sus zonas más sensibles; resisto a tu indiferencia permanente frente a la búsqueda de aprobación constante.

Ingenua una vez más, como la primera vez que pedaleé sin rueditas y busqué tu mirada, o como la vez que baile en el escenario una canción de Bandanas o cuando aprobé algún parcial.

Sigo buscando tu mirada.

Necia

Necia persigo sin pistas a qué me aceptes tal cual soy sin un comentario que me juzgue que me hiera, necia a creer en el destino programado y convencida a la transformación liberadora.

Vencida

Agotada

Cansada

Destruida

Depresiva

Gritando a duras pensas que me vas y que entiendas que necesito tu aprobación aunque cuando me la des ya no no sea tan valiosa

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Te dije que no,

con el cuerpo

con la no mirada

con la no presencia

con la no existencia.

Te dije que no porque mi utero lleno de sangre expulsa el último vitiligio que generaste al asomarte entre mis pupilas.

Porque soy más fuerte que tus palabras

porque soy más fuerte que tus miradas

y porque todo,

soy más fuerte.

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El amor que está ahí,

que siempre ha estado

que no ha llegado a ser,

no se le dio el lugar,

no lo dejamos ser;

lo limítamos

lo restringimos

lo contuvimos

lo mantuvimos.

Vos y yo,

los dos mantenidos en un pacto de silencio irrompible que nadie entiende pero que todos aceptan

porque si ellos deciden esta bien.

Nos dejaron ser

pero nadie tuvo la valentía

-y mucho menos nosotros-

de decirnos que si,

que se podía,

que valía la pena,

que podía romper con cosas que no eran nuestras.

Y ahora estamos así, vos allá y yo acá.

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Le dije a mi psicóloga que siempre llego tarde, que siempre llegan tarde, que llegan tarde a mi rescate, a mi pedido de auxilio, a verme, a quererme, que la gente llega tarde cuando la necesito; me contestó que no, que mis amigas siempre están a tiempo.

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A veces te extraño y lloro

y no entiendo,

te juro que no entiendo

porque no pudimos ser,

si teníamos todo;

teníamos todo,

una casa

cinco gatas y pila pila de amor.

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Sacudiendo timideces;

ni posmo ni neoliberal

cuerpos sentidos derretidos.

Que estás pero no te quedas,

que ni estoy

y menos me quedo.

Que siento,

que no le erro,

pero tampoco acierto.

Que presiento

otro encuentro,

con más vino

y menos cuento.