Text
En la penumbra, donde el alma se retuerce, camino entre sombras, donde el dolor se sumerge.
Soy la empatĂa en un mundo de espinas, mientras las palabras cortan, como dagas divinas.
Las miradas son cuchillos, los gestos, un festĂn, y en cada interacciĂłn, siento el hambre, el ruin.
Ellos devoran sueños, desgarran la esperanza, y yo, espectadora, en esta cruel danza.
El canibalismo de emociones, un festĂn de heridas, donde el amor se desgarra, dejando solo vidas, sangrantes y vacĂas, en la vorágine del ser, siempre ahĂ, buscando motivos para comprender.
Buscando excusas en el caos desatado, cuerpo y alma heridos, un sacrificio forzado.
Soy la carne expuesta en este banquete insano, nutriendo su desesperanza, un juego tirano.
Y mientras me devoran, yo sigo aquĂ, recolectando fragmentos de lo que solĂa ser yo, con cada lágrima, una historia se desata, la empatĂa es mi armadura, aunque el corazĂłn se desata.
La sangre fluye, el eco de un grito, entre la voracidad, encuentro lo infinito.
Soy la vĂctima y la testigo, en esta espiral, en un festĂn de emociones, donde el dolor es ritual.
AsĂ sigo, con la carne desgarrada, destruyendo mi esencia, en esta danza malvada.
Empática y rota, en el ciclo perverso, siempre tratando de entender, este mundo inmerso.
- sara
0 notes
Text
Me encuentro en sintonĂa con la idea planteada en este párrafo.
A veces vuelvo a Tumblr, escribo mientras lloro y me voy.
349 notes
·
View notes
Text
Mi alma es un cadáver putrefacto, donde la nostalgia se alimenta con voracidad.
Desgarra mis entrañas, devora mi corazĂłn, y bebe el lĂquido espeso de mi memoria.
Sus dientes afilados desgarran recuerdos, y su lengua lame las heridas del pasado.
Me consume la infancia, la juventud y el amor, y me deja con un vacĂo sangrante y hediondo.
La nostalgia es un canĂbal sanguinario, que se baña en el rĂo de mis lágrimas.
Me arranca la piel, me desuella el alma, y se alimenta de mi dolor y mi miedo.
Sus ojos brillan con un hambre insaciable, mientras se deleita con mi agonĂa.
Me desmiembra, me despedaza, me devora, y me deja como un esqueleto vacĂo y desnudo.
Pero aĂşn asĂ, sigo llamándola, sigo invitándola a mi banquete de dolor.
Porque en su voracidad, encuentro un placer, un placer macabro y enfermizo.
- sara
0 notes
Text
Te sentĂ llegar con ese brillo, una presa temblando en mis manos, mi boca abierta, ansiosa, esperando devorarte despacio.
Tus labios, carne tierna, se deshicieron en mi lengua como ceniza, y cada beso fue un mordisco al borde de la locura, la prisa.
Te abrĂ en dos con mis dedos, piel desgarrada bajo el fervor, arranquĂ© tus suspiros más hondos como arrancarĂa una flor.
BebĂ de tu cuello, la sangre ardiente que fluĂa, y el amor, ese monstruo hambriento, nos devoraba a nosotros en cada caricia.
RompĂ tu cuerpo contra el mĂo, huesos que crujen entre jadeos, y en el festĂn de tus gemidos fui lobo feroz, presa y deseo.
Te despojé de todo lo humano, dejando solo carne y latidos, y cuando ya no quedaba nada te bebà hasta el último grito.
Ahora yaces en mi pecho, consumido, devorado en nuestro incendio, y yo, lleno de ti hasta el borde, vuelvo a sentir hambre en tu silencio.
- sara
1 note
·
View note
Text
He dado mi cuerpo más veces de las que me han dado flores.
Cada vez que me entrego, es como dejar caer las hojas de un árbol que nunca verá la primavera.
Me han arrancado pedazo a pedazo, no con hambre, sino con el ansia ciega de quien no sabe apreciar el sabor.
Y yo, callada, he dejado que mis restos llenen sus vacĂos, esperando que alguna vez me ofrezcan algo más que hambre.
Pero nunca me han dado flores.
Ni una sola vez.
Solo el eco de mis manos vacĂas, el frĂo de ser consumida sin ser amada, sin que nadie vea lo que realmente soy, más que un cuerpo, más que un festĂn.
Y mientras me deshago en sus bocas, sigo esperando, sigo anhelando una flor que nunca llega.
- sara
0 notes
Text
Te encontrĂ©, carne viva, en la mesa de este amor podrido, y con hambre salvaje, me lancĂ© sobre ti, como un canĂbal que solo conoce el sabor de lo prohibido.
Tu piel era tierna, dulce al primer mordisco, y mis dientes se hundieron sin piedad en tu pecho, arrancando trozos de ti con un placer feroz, como si devorarte fuera la Ăşnica forma de amarte.
Sentà tus huesos crujir bajo mi lengua, mientras mis manos, ensangrentadas, te desmembraban, trozo a trozo, me llené de ti, tu carne saturando cada rincón de mi hambre infinita.
Tus ojos vacĂos me miraban, mientras yo desgarraba tu corazĂłn aĂşn latiendo, y con una sonrisa macabra, me lo traguĂ©, sintiendo tu Ăşltimo latido en mi garganta.
La sangre, tibia y espesa, corrĂa por mis labios, tu esencia se mezclaba con la mĂa, como si al comerte pudiera poseerte por siempre, como si desollarte fuera la Ăşnica forma de tenerte.
No hubo gritos, no hubo sĂşplicas, solo el crujido de carne arrancada, el chasquido de huesos rotos bajo mis dientes, y el silencio de tu alma mientras te extinguĂas en mi boca.
AsĂ es este amor canĂbal: devorar hasta no dejar nada, hasta que tus huesos sean polvo entre mis manos, y yo, lleno de tu muerte, me quede insaciable, esperando otra vez, a que tu carne se regenere.
- sara
0 notes
Text
En los valles de viento susurrante, donde castillos caminan y el tiempo es errante, vuelo en las alas de un halcĂłn de fuego, como howl buscando un amor eterno.
En el bosque de mononoke, me pierdo en la piel, donde los dioses antiguos hablan con la miel, y las hojas cantan un eco fugaz, del alma que busca un lugar de paz.
Soy como el rĂo de chihiro, serpenteando entre las dudas, enfrentando sombras de pasado y deudas.
Pero en cada paso, el sol se eleva, como totoro que en silencio me lleva.
La vida es un tren que cruza el espĂritu, entre cielos pintados con magia en su tĂtulo, y aunque la tormenta susurre temor, la luz de ghibli siempre trae el calor.
- sara
0 notes
Text
Amarte es devorarte en silencio, con cada recuerdo que muerdo se desgarra un pedazo de tu ausencia, y el vacĂo de mi pecho se sacia, por instantes, con tu sombra.
Me alimento de la nostalgia, de los ecos de tu risa que aĂşn resuenan, cada palabra que no dijimos es un bocado amargo, un banquete de memorias que se pudren lento.
Te extraño como quien devora su propio dolor, masticando lo que fue, tragando el abismo de lo que ya no es, porque en cada mordisco de melancolĂa te hago parte de mĂ, aunque nunca vuelvas.
El hambre que me queda es eterna, una bestia que sĂłlo conoce el sabor de lo perdido.
Y asĂ, me consumo a mĂ misma para seguir teniĂ©ndote, aunque sĂłlo sea en el borde de mi piel, en el eco de tu ausencia, devorándome para no olvidarte.
- sara
0 notes
Text
Deseo en tu boca
Mis caderas te llaman, como fruta madura, lista para caer. Tu hambre me desarma, y en tu mirada veo el festĂn que esperas, mi cuerpo, tu banquete.
Muerde mi piel con deseo urgente, no de amor, sino de carne. Desgárrame en el silencio, tómame como quien toma lo prohibido, arráncame el aliento, hazme temblar bajo el filo de tus labios.
Cada parte de mĂ te grita, mi carne arde, deseando ser devorada. Bebe de mi deseo, consume mis ganas y que mi placer se funda en tu boca, como ofrenda viva, como entrega feroz.
Que en este acto de devoración, no quede espacio para más que nosotros, tu hambre y mi piel, devorándonos en un mismo deseo carnal.
- sara
0 notes
Text
Banquete prohibido
Tus manos recorren mi piel, como quien palpa un fruto maduro, y mis labios tiemblan bajo tu boca, ansiosos de ser consumidos, deshechos en la fiebre de tu hambre.
Muerde mi cuello con deseo velado, desgárrame como carne anhelada. No hay prisa, solo el fuego lento de tu lengua, que reclama cada parte de mĂ, como quien devora lo que se le niega.
Tu cuerpo se funde en el mĂo, no como amante, sino como bestia, tomando, arrancando, hasta que ya no queda más que piel y hueso, ofrecidos en este festĂn oculto.
QuĂtame el aliento, hazme parte de tu carne, y que en cada mordida, nos volvamos uno, sin necesidad de más.
- sara
0 notes
Text
FestĂn de ti y de mĂ
Mis huesos te esperan, tan frágiles, para que tus manos los partan.
Que mis brazos sean festĂn en tu mesa, donde mi carne se vuelve tu alma.
Desgarra mi pecho, abre mi ser, y haz que mi pulso sea tuya la piel.
Bebe de mĂ como vino sagrado, que fluya en tus venas lo que he entregado.
Quiero ser fuego en tus entrañas, que mi cuerpo te llene, que tus dientes marquen mi alma, hasta que todo lo que soy sea un eco en tu hambre.
Y al fin, al devorarme por completo, nos volvemos uno, en este amor perfecto.
- sara
0 notes
Text
Banquete de tu piel
Te ofrezco mi cuello desnudo, para que lo desgarren tus dientes suaves, como quien saborea un manjar sagrado.
Que tu boca me reclame, y en cada mordida me sienta menos mĂa, más tuya.
Mis costillas se abren ante ti, como puertas de un banquete infinito, y mi corazĂłn late, no por vida, sino por hambre.
Tu hambre de mi carne, de todo lo que soy.
Haz de mi cuerpo tuyo, toma mis huesos, mis venas que ansĂan ser el rĂo por donde fluye tu deseo.
Devora mis labios como fruta prohibida, bebe de mi aliento y deja que tu lengua me pronuncie en cada sorbo.
Quiero que me consumas, no solo con tus ojos, sino con el hambre de quien busca hacerse uno en lo que traga, uno en lo que ama.
Que mis huesos, al fin, descansen en tu pecho, y que al devorarme, no quede más de mà que tú.
- sara

0 notes
Text
Devorándonos
Quiero que tomes mis manos, como quien arranca un fruto maduro.
Que mis dedos se fundan en los tuyos, como piel que se funde en la llama, y no haya lĂmite entre lo que soy y lo que bebes de mĂ.
Deja que mis labios sean tuyos, devora mi voz, mis secretos, que mi aliento se mezcle en tu boca, como vino que se vierte en otro vaso, hasta que no sepamos dĂłnde empiezas tĂş, dĂłnde termino yo.
TĂłmame por completo, como quien toma lo que siempre le ha pertenecido.
Mi carne, mi alma, que se vuelvan tus huesos, tu sangre, tu impulso.
Y en cada mordisco suave de tu amor, me convierto en ti, pues todo lo mĂo es tuyo, y en ti, habito eternamente.
- sara
0 notes
Text
Te devoro en silencio, pedazo a pedazo, te vuelves parte de mĂ. Tus palabras son carne, tus besos mi alimento, y en cada mordisco, te siento más adentro.
El hambre por ti nunca se sacia, tu esencia se funde con mi piel, y aunque sé que te consumo, no puedo detener este cruel placer.
Amarte es devorarte, hasta que no quede más que cenizas, tú y yo, juntos en un solo latido, en un banquete de nuestras propias vidas.
- sara

0 notes
Text
El primer contacto fue como un choque de mundos, dos almas que se cruzan, pero nunca se entienden.
Cada roce deja marcas, cicatrices profundas, y lo que fue cercanĂa, se convierte en distancia.
Intento sostener lo que se deshace entre mis manos, pero el peso del tiempo nos empuja hacia lados contrarios.
Me consume la nostalgia de lo que nunca fue, de aquello que soñé y que ahora en silencio se desvanece.
Sobrevivir este choque es cargar con su eco, un dolor que persiste, suave y eterno.
- sara
0 notes
Text
En el rincĂłn oculto de mi pecho late el secreto, una llama silenciosa que sĂłlo yo siento.
Te observo desde la penumbra, entre el humo y tus lentes, con el corazĂłn en las sombras, guardando mis sentimientos.
Cada gesto tuyo, cada risa, es un susurro en mi mente, una melodĂa que en silencio, me envuelve y me consume lentamente.
Tu presencia, entre el humo, es un faro distante e inalcanzable, y en el eco de mi amor escondido, soy el guardián invisible.
Nunca sabrás de este amor que en mà arde y persiste, de este sentimiento en silencio que por ti siempre existe.
Pero en cada mirada furtiva, en cada gesto no revelado, mi corazĂłn guarda el secreto, a tu amor siempre entregado.
- sara
1 note
·
View note