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☆ 𝐚𝐥𝐛𝐮𝐬.

efímera sonrisa dicta sosiego. la mayor de sus inquietudes resuelta frente a sus ojos, dormiría en paz sabiendo que el rubio se encuentra a salvo de peligro; pero melancolía no tarda en arrebatar destello de fortuna. enredosas cuestiones proclaman suave mohín en sus labios. demasiado tarde se percata de las lagrimas que corren por sus mejillas, un hilo de ahogadas conmociones que terminan estallado por sí solas. respiración es contenida por un par de segundos, buscando entre aflicción algún rastro de claridad. nada. la más remota capacidad de contención se ve completamente entumecida por el deseo de lanzarse a brazos opuestos. caprichoso impulso que le lleva a atravesar marco, cerrando la puerta detrás. ‘ hola. ’ a pesar del tumulto de emociones arraigadas en su garganta, logra articular bienvenida en forma de murmullo. ‘ y-yo, uh, te he estado buscando. ’  ansiosos pasos recorren perímetro de la habitación, hasta quedar frente a silueta ajena. no espera por invitación. evidente descortesía reclama un lugar a lado del mayor, procurando que el espacio entre ambos cuerpos sea el mínimo posible. ‘ estaba tan preocupado. ’ le toma un intercambio de miradas romper en sollozos, buscando consuelo al envolver sus brazos alrededor del contrario. 

En cuanto reparó en la humedad en los ojos de Albus, Scorpius se vio obligado a deslizar su mirada lejos y rápido de su persona. Si lo veía llorar, iba a quebrarse, y era deber suyo no romper su promesa consigo mismo, la de apartarse del contrario. La distancia sería lo más adecuado para el de cabello oscuro; no podía permitir a su egoísmo, a su necesidad por Albus, porque lo necesitaba más que a nada en esta vida, lo traicionaran y terminara cediendo a la urgencia, permaneciendo en el mismo patrón de dolor que infligía en el joven. Escuchó la tenue voz proveniente del muchacho, su vista aún desviada de la figura opuesta. Podía oír cientos de emociones en el habla de Albus y detestaba ser el creador de las mismas. Nunca deseó ser detonante de tan terribles aflicciones, más se dejó llevar, sin buscar lógica, sin pensarlo dos veces. Y ahora todo estaba arruinado, hecho un desorden, y no había forma de volver atrás. Sus ojos terminaron por situarse sobre su libro nuevamente cuando Albus se dio a la tarea de andar por la habitación. Scorpius intentó ocultar la mueca de culpa formándose en sus facciones, apretando la mandíbula y los labios, cuando el muchacho se situó frente a él. De un momento a otro notó la calidez cercana, que le incitaba a romper su determinación y acudir al anhelo desorbitado que sentía por su mejor amigo (o más bien, ex mejor amigo). Albus se acercó tanto que Scorpius se vio reducido a inspirar profundamente, tratando de controlarse, pestañeando varias veces con nerviosismo, e intentando evadir contacto a toda costa. Pero entonces su esfuerzo resultó en vano, pues por un segundo alzó la cabeza por error y, al siguiente, Albus lo estaba abrazando... Y llorando. Inmediatamente su cuerpo abandonó toda tensión posible, mientras se sentía desmoronarse por el sonido de los sollozos ajenos y una expresión de profunda angustia se dibujaba en las líneas de su rostro. Sus hombros cayeron mientras la fuerza lo abandonaba. Aún así Scorpius intentó resistirse, incluso al sentir los brazos impropios rodeándolo y escuchar el desahogo proveniente del otro slytherin. Su resolución duró sólo unos segundos más, porque francamente era capaz de todo por Albus, él era siempre la excepción a la regla, su debilidad, su talón de Aquiles, y escuchar tal angustia de parte contraria, de la persona más importante en el mundo para él, consiguió que por fin su fachada arisca e indiferente se rompiera en pedacitos. Con todo el impulso del mundo, todo el ímpetu guardando en interior, respondió el abrazo, sintiendo un alivio inmediato al estar entre los de Albus. Por Merlín, lo había extrañado muchísimo. Era como volver a respirar luego de mucho tiempo. Lo necesitaba; posiblemente si era adicto a él, probablemente su presencia era indispensable en su vida. Inhaló profundamente el aroma de Potter y escondió su rostro en el cuello del muchacho. “Albus” susurró contra su piel. “Te quiero” confesó, pensaba que quizá esta vez las palabras pose��an otro carácter, más no lo pensó mucho, sólo salieron de su boca con entera honestidad. “Muchísimo” agregó, apretándose más contra el contrario, experimentando una mezcla de culpabilidad y consuelo al dejarse llevar. Esos días no deseó nada más que estar cerca de él, volver a abrazarlo, dormir en su compañía como hacían cada noche, tomar su mano, acariciar su cabello, y besarlo... Ansiaba tanto besarlo. “Lo siento, lo siento mucho” y se soltó a llorar entonces, dejando que toda la angustia que oprimía su pecho desde aquella noche se liberara. 

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Lucky Blue Smith for Nylon Español | ph. Esteban Calderon

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☆ 𝐚𝐥𝐛𝐮𝐬.

frenesí de desdicha nubla sensatez. a juzgar por las curiosas miradas que recibe, desosiego es evidente; demasiado quizá. tenues cardenales plasmados bajo sus ojos delatan su falta de sueño. exhausto, angustiado, irritado… carece de conmociones que logren precisar su estado anímico. inquietud termina por detonar aflicción. si en su mente existiera un rincón libre del pesar que le ha atormentado los últimos días, habría ignorado alerta. un incierto comentario de tercero proclama encontraría al rubio descansando en su dormitorio. agobio que le lleva a recorrer pasillos, hasta finalmente quedar frente a la puerta de su habitación. no se detiene ni a consolar su falta de aire. impacientes manos se aferran a la manija, provocando que la misma se abra con más fuerza de la intencionada. ‘ scorpius. ’ apenas su mirada se topa con silueta masculina, aliviado suspiro es lo primero que perfora sus labios. 

Pretendía proceder con su lectura, hasta escuchar su nombre pronunciando por una conocida voz. Su vista se detuvo inmediatamente, a la par que su cuerpo se tensó de pies a cabeza. Reconocía que el momento llegaría tarde o temprano, más no se encontraba listo. Aún no tenía ninguna respuesta para Albus. Sus ojos se dirigieron por un instante hacia el frente y después, por obligación, al recién arribado. Le contempló sin mover ni un músculo. Ojalá hubiese mantenido la cabeza baja, porque la visión de Potter con ojeras, angustia y tristeza, sólo consiguió que su ya quebrado corazón se rompiera más. Tratando de actuar tan neutral cómo podía, a pesar de tratarse de Albus, replicó: “Hola” fue su emisión. Logró contener toda la marea de emociones que le conmocionaban por dentro. Las ansias de abrazar a Albus y apaciguar su sufrimiento con caricias y besos, de suplicar perdón por horas, o de simplemente buscar cualquier forma de aliviar su desasosiego, fueron aplazadas hacia lo más recóndito de su ser con toda su fuerza. Debía mantener una relación lejana con Potter, era lo mejor para el contrario. 

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just friends don’t kiss like this.

six word story

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☆ 𝐣𝐨𝐚𝐧𝐧𝐞.

la escena casi podía trasladarla a la infancia, la que pudieron compartir gracias a los esfuerzos de theodore y draco por mantener a daphne a raya. la escena era eso, eran ellos, era la calma que lograban sentir cuándo estaban juntos, aunque muchas cosas fueran mal para ambos. gira el rostro para encontrar la mirada clara de su primo y labios se aprientan al sentir punzada suave sobre su estómago. no estaba bien, pero sí estaba siendo un buen día, deseaba que también lo fuera para scorpius, cuyo dolor era lo que le importaba en aquel momento. carmines se alzan sutil y fugazmente para asentir una vez. “lo sé” dice en voz baja. “tú…¿hoy es un buen día o un mal día?”

Compartió una sonrisa tenue con Joanne tras verle realizar el mismo gesto. Incluso si se trató de una curva pequeña y veloz, mejoró el ánimo de Scorpius. Mirarle sonreír era señal de que todo iba un poquito mejor para su prima, eso quería creer. En cuanto la rubia cambió de tema, Malfoy suspiró pesadamente. Retornó su vista hacia el firmamento, perdiéndose en los suaves rayos del sol que iluminaban aquel día de febrero. Casi le inspiraban esperanza, y por alguna razón recordó el rostro de Albus dormido a su lado, mientras la luz que se filtraba por las ventanas de la habitación iluminaba su rostro pacífico y calmado cómo escasas veces era capaz de atisbar en sus facciones. Precioso. “Ayer me escondí todo el día de Albus” reveló a la mayor. “Hoy no lo hice, pero no le he hablado” y era excesivamente arduo. Por suerte sus libros le acompañaban y distraían. “Extrañamente cuando dejas de hablarle un día a la persona a la que le hablas diario, es muy difícil hacerlo” comentó con su debido sarcasmo; sin contar lo doloroso que era, por supuesto.

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☆ 𝐣𝐨𝐚𝐧𝐧𝐞.

la noche anterior había transcurrido bastante tranquila para ella, más allá de las ganas de salir de allí corriendo cada cinco minutos. tuvo suerte, al ir al encuentro de arthur, que él también quisiera salir de allí antes de que la celebración se descontrolara. no regresó a su habitación, se quedó dormida junto al capitán en la sala, sin programar la alarma para las clases del día siguiente, razón por la que debió correr a su habitación para alistarse, y con algo de suerte convencer al profesor longbottom para aceptar su reporte de herbologia. una vez dio por terminado el encuentro con el mayor, con quién no tenía la mejor relación desde la excursión navideña, salió por una de las puertas laterales con la excusa de tener que ir a la cabaña de hagrid con tal de no tener que hacer el camino de regreso en su compañía. no hizo falta demasiado para encontrar la figura de scorpius contra uno de los pilares externos que daban a los jardines. punzada de preocupación encogió su estómago al ver el semblante de su primo. “scor…” respondió con suavidad antes de notar el cuadernito privado entre las piernas del platino, podía estar escribiendo cualquier cosa, pero las sombras debajo de sus ojos y su lenguaje corporal lo delataban. lo conocía demasiado, algo debía andar mal. acortó la distancia y se puso de cuclillas frente a él. “¿estás bien? ¿qué pasa?” cuestiona sin rodeos. no los tenía cuando sabía que algo perturbada al menor.

Examinó entre sus pesados párpados a su prima. A causa de la falta de sueño le costaba abrir los ojos, además de ser producto del llanto que protagonizó sus horas de supuesto sueño. Nott se arrodilló frente a él, notándose preocupada (lo cual irrió a Malfoy, pues si algo no deseaba era fastidiar a otro de sus seres queridos, pero aparentemente era su única capacidad). Scorpius tardó un rato en responder, sus ojos viajaron en las cercanías mientras buscaba las palabras. No se molestó en cerrar su diario; de todas formas Joanne ya sabía que escribía a su madre cuando las cosas iban mal. El aire se internó en sus pulmones y fue exhalado por sus labios en largos segundos. “Soy una horrible persona” declaró en voz alta, en un timbre inexpresivo y cansado, tan distinto del usual que rebosaba de ánimo. “Herí a Albus... Lo lastimé.” Incluso cuando se prometió que haría todo por jamás verle sufrir otra vez. Incluso entonces se equivocó. Se odiaba, se odiaba muchísimo ahora mismo. Probablemente más que a nadie en el planeta. “Lo vi besar a alguien más... Yo besé a alguien más...” La declaración sólo provocó una puñalada más a su corazón ya agujereado. Scorpius mantuvo la expresión vacía en sus facciones. “No sé que me pasa...” era lo más sincero que saldría de él ahora mismo. No tenía ni la menor idea de la naturaleza de sus sentimientos. “Pero soy una horrible persona... Así que... Ya no me acercaré a Albus...” pausó. “Incluso si eso rompe mi corazón” murmuró, su mirada descendió y sintió sus ojos humedecerse otra vez. Sus labios se presionaron entre sí. “No soy bueno para Albus, Joanne... Sólo lo lastimo. Merece algo mejor que yo.” Y por eso entendía porque le vio besando a aquella chica, seguramente Albus ya se habría dado cuenta también, de la porquería de persona que era Scorpius. Sin poder evitarlo volvió a romper en llanto, e inmediatamente escondió su rostro en sus piernas flexionadas.

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☆ 𝐫𝐨𝐱𝐚𝐧𝐧𝐞. / flashback.

El ambiente dentro del castillo no dejaba de ser extraño, varios de sus compañeros habían cosas que no se esperaban o actuando de maneras que sin magia, de ninguna manera se atreverían. Roxanne se había sentido extraña gran parte de la tarde, no podía explicarlo, así que intentó ignorarlo lo más que pudo. Mientras estaba en el Gran Comedor, se topó con varios rostros conocidos pero el efecto no generaba nada relacionado con ninguno, luego de un rato, Scorpius se acercó a ella. Sin alcanzar a decir nada, Roxanne se quedó con las palabras en la punta de la lengua, de manera inesperada, el rubio se había acercado a ella sin ninguna explicación previa y la estaba besando. Sin el efecto, probablemente la castaña no hubiese sabido que hacer, los nervios la hubiesen matado. Sin embargo, se sentía confiada, era una manera extraña para dar su primer beso pero no tenía dudas que Scorpius podía ser la persona correcta para ello. Sin darse más vueltas, le tomó la cara para seguir besándolo. 

Por alguna razón que resultaba tan inexplicable como los sucesos a su alrededor, Roxanne le correspondió. Aquello sólo provocó que sus manos bajaran y sus brazos le rodearan, acercando el cuerpo de la contraria al suyo, pegándose hacia ella cuanto podía. Hacia años que ansiaba y soñaba con hacer esto, y ahora que la oportunidad se presentaba frente a él, no podía desperdiciarla. No identificaba de dónde nacía esta confianza, sin embargo no se cuestionó más, porque estaba besando a Roxanne, a Roxanne Weasley, la chica de la cual estuvo enamorado por dos años. No había dejado de ser bellísima, y Scorpius continuaba admirándola, porque era imposible ignorarla. No podía negar que una parte de él seguía embelesado por ella, y por lo mismo le costaba actuar normalmente en su presencia. Sus brazos ciñeron fuerte pero delicadamente a la muchacha mientras sus labios se movían con todo el deseo que había guardado por Roxanne por años. Se despegó momentáneamente, y sujetando con suavidad el rostro ajeno, le confesó con la vista fija en los ojos de la gryffindor: “Eres la mujer más hermosa que he visto en mi vida” No halló mentiras en su declaración. Su respiración agitada pasó a un segundo plano, porque nuevamente unió sus labios a los de Roxanne, esta vez con mayor ímpetu. 

☆ efecto oesed.

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☆ 𝐫𝐢𝐥𝐞𝐲. / flashback.

¿Cuántas veces tenía que explicarle que podía cuidarse ella solita? Le irritaría si fuera otra persona. Sin embargo, conocía cómo era Scorpius y solo una ligera sonrisa abordó su rostro. “¿Eh? De eso nada.” Al parecer era su puerta. Si algo peligroso se encontraba tras ella, la tejona deseaba enfrentarse primero. No pondría a su amigo en esa situación. “Yo iré primera-” Sentenció tal vez demasiado tarde, observando cómo el rubio entraba por la puerta. Rápidamente corrió para adentrarse también, enfado desvaneciéndose al ver lo que había allí. “¿Estamos en la playa?” Al menos parecía una… Se adelantó ligeramente, caminando por allí sin perder de vista la puerta que les había traído. Solo se estaba asegurando de que no iba a desvanecerse. “¡Estamos en la playa!” 

La vista pronunció una arruga en el ceño del rubio. Se volteó sólo para ver la puerta ya cerrada, más cuando la abría del otro lado se topaba con el Gran Comedor. Scorpius trató de hallar un sentido a lo que presenciaba. “Sí... Estamos en la playa” corroboró con incertidumbre lo emitido por la contraria. “¿Crees que estemos drogados?” Fue la pregunta que inicialmente surgió en su mente. Porque, es decir, acababa de ver muchas cosas extrañas, y ahora estaban en una playa... Se agachó para tocar la arena, notando la textura tan real. “Sí, estamos drogados” determinó. Que si bien era una vista hermosa, Scorpius trataba de buscarle lógica al asunto.

efecto oesed

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☆ 𝐫𝐨𝐱𝐚𝐧𝐧𝐞. / flashback.

amortentia effect ♡♡♡

roxanne no bebía, las ocasiones en la vida que lo había hecho habían sido contadas. durante la noche, había rechazado vasos de gran parte de sus compañeros, hasta que le acercaron un vaso con un contenido rosa que le aseguraron, alcohol no tenía. con un poco de duda, bebió algo de su contenido y al sentir el sabor sabía de que se trataba, amortentia. dejando el vaso en la mesa intentó no mirar a nadie, mientras caminaba, chocó con scorpius. sin poder contenerse por el efecto de la poción, roxanne se acercó al contrario y lo abrazó por el cuello sin dudarlo “scorpius ¿te he dicho alguna vez que eres muy lindo?”. @scormalfius​

Estaba por disculparse con quien había chocado, cuando súbitamente un par de brazos rodearon su cuello y en segundos el rostro de Roxanne Weasley se acercó a sólo centímetros del suyo. Scorpius retrocedió por instinto, sorprendido no sólo por las acciones de la contraria, también por sus palabras. Sus mejillas enrojecieron al escucharle. “Ah... N-no” fue su reacción inicial y nerviosa. Desconocía cómo proceder. Por alguna razón el presente le recordaba a un sueño, cómo si se tratara de la repetición de un momento que creía ya haber vivido. “¿Gracias...? Tú... También eres muy linda” contestó profundamente confundido, nada certero de la forma de actuar frente al halago de Roxanne, uno tan repentino que consiguió estremecerle.

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☆ 𝐣𝐨𝐚𝐧𝐧𝐞.

no espera el acercamiento de scorpius, pero siente la tensión en sus músculos ceder una vez la envuelve entre sus brazos. cercanía de su primo siempre había sido cálida, un refugio seguro en medio de la vida que le había tocado vivir, y que theodore se aseguró siempre de proteger. carmines se curvan sutilmente aún con el rostro escondido en su pecho, y asiente cuando encuentra las irises claras del menor. le creía, él siempre había estado cuándo ella lo necesitaba, pero había algo de esa inseguridad que su madre había instalado por años en su interior que le dejaba espacios para dudar. no insiste mucho más porque sabe que palabras en torno al tema la hacen flaquear, y lo que menos quiere es perturbarlo, en su lugar solo vuelve a sonreír por confesión de cariño hacia el pelinegro. eso no era nuevo para joanne, había pasado gran parte de su tiempo en el colegio con el par de muchachos, sabía cuánto se amaban entre ellos aún y antes de que su relación tomara aquel nuevo tinte. “habría sido el mejor puesto de la feria” admite, porque cariño que guarda hacia el par es espacial. ceño se frunce ahora ante cuestión y mirada se posa sobre el contrario. “scor… ¿de verdad?” pregunta alzando las cejas con sutileza. sabe que él no jugaría con algo como eso, pero al mismo tiempo le confundía su reacción. “desde que regresé al castillo todos han estado hablando de ustedes” cuenta. porque más de un impertinente se había acercado a Joanne para hablarles de la cercanía entre ambos chicos, al principio no le pareció extraño, pero luego florecieron los detalles. “parece que alguien les ha visto más…cercanos” explica, y sabe que eso no es suficiente. “creí que era tan cercanos como siempre, pero uno no suele besarse con sus amigos, ¿no?”

“En realidad creo que habría sido un desastre. Pude distraer mucho a Albus” admitió con una corta risa. Y Albus a él. Ya no conseguía concentrarse en la presencia de su mejor amigo; excepto en clases, era un poco... Más fácil. Aunque frecuentemente sus pensamientos trataban sobre la mano que sostenía la suya por debajo de la banca que solían ocupar en cada materia, y los círculos que formaban sus pulgares sobre el dorso de la contraria. Por poco le contestó a Joanne que sí, hablaba en serio, porque últimamente todos parecían estar certeros de algo que pasaba desapercibido ante sus ojos. Precisamente por lo que su prima señalaba era que Scorpius indagaba, desconocía la razón detrás de las miradas y murmullos. No era ajeno a los aludidos; desde siempre su existencia provocó comentarios, normalmente desafortunados dado su pasado familiar. Simplemente ahora eran... diferentes. Esta vez nadie tenía la apariencia de estar planeando su asesinato. “Oh...” expresó tras escuchar la palabra ‘cercanos’. Bueno, sí, eran más cercanos físicamente que nunca, pero era normal, ¿verdad? Al menos para Scorpius lo era. Se detuvo bruscamente al oír a Joanne y su abrupta honestidad. Sus ojos se abrieron de par en par con sorpresa, viajando inmediatamente hacia su prima. Abrió la boca, nada más que balbuceos salió de la cavidad, a la par que un tono rojizo teñía sus pómulos. ¿Entonces era por eso que todos hablaban? ¿Les vieron? A decir verdad no es como que se ocultaran mucho. Después de todo, la primera vez que se besaron fue en un lugar público, que si bien nadie se encontraba alrededor, cualquiera era capaz de caminar por ahí... Scorpius bajó la cabeza, meditando las palabras de su prima. “No sé” admitió luego de unos segundos, completamente sincero. “Ven, no quiero que nadie escuche... Parece que todos se enteran de todo aquí” le murmuró, lanzando una mirada a su alrededor y asiendo la mano de la joven, con intención de llevarla a un rincón apartado. ¿Acaso las personas siempre tenían que meterse en asuntos ajenos? Su amistad sólo pertenecía a Albus y a él, a nadie más. “Uh, escucha” pasó una mano por su cabello una vez se hallaron completamente lejos de la gente. Su voz bajó unos decíbeles y se agachó unos centímetros para acercar su rostro al de Joanne con el fin de que nadie oyera. “Es... Uh... Albus no fue muy... No es de muchas palabras... Pero... Todo empezó porque se enojó porque fui con alguien más al baile y... Después... Me besó y yo... Lo besé también” encogió los hombros, incapaz de sostenerle la mirada a su pariente. “Y desde entonces... Nos besamos. No lo sé...” no hallaba explicación aparente. “Creo que... Le gusto a Albus. Ya sabes, no de la forma amistosa, si no... De la otra forma.” Era terrible aclarando la situación, ni él mismo podía darle razonamiento a lo que ocurría. 

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☆ 𝐫𝐢𝐥𝐞𝐲.

“¿que tan malo es si no estudiamos nada hoy? @scormalfius​

“¿Perdón?” Aquello hizo que Riley se incorporara rápidamente. De pronto Estar tumbada en el césped con su libro de pociones, ya no era tan interesante como antes. “¿Qué acabas de decir?” Repite con diversión, aunque lo había escuchado perfectamente. Sin embargo, que aquellas palabras hubieran salido de boca contraria no dejaba de sorprender a la tejona. No es que el muchacho nunca descansara, pero era raro verle saltándose cualquier tipo de responsabilidad. “¿Y qué propones hacer exactamente?” 

Usualmente nada lo detenía de estudiar. Incluso cuando su madre falleció, encontró cobijo en las páginas de sus libros y en prepararse para exámenes que llegarían en meses. Ahora era incapaz de concentrarse, a pesar de ser una de sus mayores habilidades. Su ánimo estaba por los suelos, su cabeza dolía de pasar la anterior noche llorando y el cansancio era demasiado. “No lo sé... Creí que nunca diría esto, pero... No tengo muchas ganas de estudiar” admitió, dándose por vencido, a la par que se dejaba caer sobre el pasto. “Ni idea” contestó a la cuestión de Riley, su vista fija hacia el cielo. “¿Mirar a la nada es una actividad?”

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Something Like Summer (2017)

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ok but Scorpius is the type of kid that buckles up his stuffed animals

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☆ 𝐣𝐨𝐚𝐧𝐧𝐞.

“¿hoy es un buen día o un mal día?” // @scormalfius

debía vivir un día a la vez, o eso le había dicho la profesora jenkins cuando la alcanzó en el corredor para ofrecer condolencias tardías. joanne detestaba recibir ese tipo de comentarios, pero por alguna razón la frase se le había grabado en la mente y lograba mitigar de a poco la ansiedad instalada en su pecho durante el último par de meses. recostada sobre la grama de los jardines, con las manos reposando sobre su abdomen y la mirada clavada en las nubes grisáceas, carmines se estiraron en una sonrisita suave y fugaz al escuchar voz de su primo. “creo que bueno” admite, como si genuinamente lo creyera. no se había metido en problemas aún, así que podía atribuirlo a eso.

Reposando sobre el pasto, en compañía de Joanne, sus emociones negativas parecían mermar. La tranquilidad era apenas compañera, inspirada por la presencia de su prima. Los ojos de Scorpius viajaban por las formas de las nubes. Era una acción y escena completamente simple a ojos de otros, sin embargo encontrarse a un lado de Nott, conseguía apaciguar levemente la tormenta interna. “¿En verdad?” Preguntó, girando el rostro unos grados hacia la blonda, permitiendo que una pequeña sonrisa abarcara sus facciones. “No tienes que mentir. No a mí” le recordó. Podía ser enteramente sincera con él, jamás le juzgaría.

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☆ 𝐫𝐨𝐱𝐚𝐧𝐧𝐞.

la castaña llevaba unos minutos en silencio luego de lo ocurrido “¿puedes creerlo?” comentó mientras sostenía el delgado trozo de madera partido en dos partes “¿a quien se le rompe su varita?” 

No pretendía hablar con Roxanne tan pronto, requería ordenar sus pensamientos antes. La sola presencia contraria le provocaba una oleada de nervios, distinta a la que previamente solía suscitarse en su cuerpo cuando se topaban. No muy seguro de cómo responder, emitió: “¿Necesitas ayuda?” Propuso en una voz suave e indecisa.

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☆ 𝐩𝐚𝐯𝐥𝐢𝐧𝐚.

❝ 𝒚𝒂 𝒔𝒂𝒃𝒆𝒔, 𝒓𝒆𝒂𝒍𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒕𝒊𝒆𝒏𝒆𝒔 𝒖𝒏 𝒑𝒓𝒐𝒃𝒍𝒆𝒎𝒂 𝒅𝒆 𝒂𝒄𝒕𝒊𝒕𝒖𝒅. ❞

¿por qué?, ¿otra vez los prefectos de hufflepuff fueron a acusarme contigo porque me tienen miedo? —burlona trata de adivinar de donde nace sentencia ajena. pero no tarda en echar un sutil y cantarin suspiro, admirando sus uñas ahora. —sabes que no soy mala, malfoy. ellos tampoco están siendo lindos conmigo.     // @scormalfius​

“¿No crees que existe una razón por la que te tienen miedo?” Contestó con tranquilidad y sin muchos ánimos. No traía ganas de discutir con la tejona (jamás las tenía, a decir verdad, pero especialmente ahora se negaba), sólo intentaba conversar amablemente. “¿Por qué lo dices?” Indagó, realizando su trabajo de prefecto más que nada.

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☆ para @albbvvs​. / 17 de febrero.

Nada lo distraía tan bien como la lectura. Posiblemente por eso se trataba de un ávido lector desde su infancia, adjunto a su gran gusto por la literatura y el aprendizaje. Los exámenes se aproximaban, eso significaba que, a pesar de estudiar constantemente durante el curso, debía intensificar su rutina de estudios los siguientes días. Con un libro reposado sobre sus manos, leía atentamente las lineas del ejemplar, inmerso en el tema, tanto que no prestó atención cuando alguno de sus compañeros ingresó al cuarto.