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lovrencv:

—Mira, —llamó la atención de la primera persona que se cruzó por el camino, enseñándole una caja de tamaño medio color rojizo, aparentemente eran bombones de chocolate. —Es tu día de suerte. Me regalaron estos chocolates, exquisitos, por cierto, quien sea que haya hecho el regalo tiene un gusto fantástico. Pero, —puntualizó, con el cigarrillo en mano, en tanto su mirada estudiaba el objeto en cuestión, frunciendo ligeramente sus labios antes de llevarse la nicotina a la boca. —Tienen mazapán y yo soy alérgico al mazapán. ¿Aceptas el regalo o te harás de rogar? —preguntó, ahora fijando su mirada en su nueva compañía. 

El silencio se adueña por completo de su boca carmesí, una frialdad irrefutable, casi pétrea mientras sigue los detalles del rostro del monarca con atención. “¿Le han hecho tal regalo y no tienen en consideración sus alergias?” indaga entonces, parece curiosa, sorprendida e incrédula cual niña, pero se puede leer atrás de la fachada la ironía tajante que descombina con la sonrisa que surca lentamente sus facciones. “No me gustan los dulces” termina por responder, directo al grano, no es amante de los azúcares y carece de la misma en la sangre y la personalidad misma, un suave suspiro escapa de sus labios mientras aparta la mirada de la caja escarlata para llevarla directamente a la mirada ajena. “¿Se está haciendo usted rogar, como dice? Digo, bombones, ¿siguen las flores o ya han usado dicho cliché?” 

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advldietrich:

Tal y como lo hacía en Alemania el rubio se dirigió a su rutina diaria de inspeccionar si no había ninguna anomalía en el palacio real, no era su responsabilidad hacerlo en ese lugar pero quería que fuera un lugar seguro para el linaje de su nación, no se permitía ser descuidado y menos cuando tenía una gran responsabilidad en un lugar lejos de casa. Llegó al jardín donde sería su última parada y se quedo unos minutos inmóvil dejándose bañar por los rayos solares, dejándose abrazar por el gélido clima de Dinamarca. Buscó en automático entre los bolsillos de su pantalón en busca de un poco de tabaco para luego desilusionarse por la inexistencia de aquello. “¿Alguna persona que me pueda ofrecer un cigarrillo?” Su voz no se elevó tanto pero era audible para las personas que se encontraban alrededor. 

Como es usual, las facciones se mantienen al borde de la frialdad, carentes de un tinte claro de emoción, gélidas como el invierno que sacude la ciudad, hecha y forjada al fuego azul, pese a que se trata de un tono familiar y de una persona reconocible para sus sentidos, no hay cambios “¿Y el por favor?” pide, golpeteando la lengua contra el paladar, mueve lentamente la mano derecha hacia el bolsillo del vestido que llega unos centímetros más allá de sus rodillas. Son pocas las veces donde llega a la necesidad de nicotina, pero es ley sagrada el hacerlo en absoluta soledad y víctima de nervios que no desea sean descubiertos. Juega un poco con la caja metálica donde guarda los puros, dedicándole una mirada a su acompañante. “Pelear con un príncipe norteamericano, no estoy segura de que sea merecedor de mi piedad o amabilidad.”

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rpmusings-galore:

                                            ┎   ι’ve ғallen oυт oғ ғavoυr  ┒

                                           ┖   and ι’ve ғallen ғroм grace  ┛

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mpelaezxx:

No había dormido nada la noche anterior, por lo que al verel sillón en la sala parecía que este le estaba llamando. No sabía cuántotiempo estaba dormido hasta que un fuerte sonido lo despertó,  el cual provoco un susto en el mexicano. Lo primeroque hizo fue patear a algo…o específicamente a alguien. Rápidamente se sentó,aun con la niebla del sueño, pero comenzó a hablar rápidamente. “Lo siento, lo siento ¡No quería patearte!”

Maldición en idioma natal brota de sus carmines, en un inicio una posible disculpa se prepara para salir por la caída de aquel vaso vacío que de milagro no se rompe, fue lo que había interrumpido el encuentro con Morfeo ajeno. Pero se arrepiente el perdón en la punta de la lengua viperina. “Si quisiera hacerlo tendría un problema serio ahora mismo, Bello Durmiente” pronuncia con la frialdad usual, llevándose la mano derecha al tobillo mismo, parte lastimada por el impulso masculino. 

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miskxlyskki:

           Seencontraba sentada en una de las bancas que estaban en el jardín del palacio,con su cuaderno de dibujo en las manos junto con uno de sus lápices y un café allado de ella en la banca, dibujando el paisaje frente a ella cuando sintió aalguien cerca. “Parece sacado de un cuento de hadas ¿no?” pregunto dulcemente,sin levantar la mirada del cuaderno.

Los ojos siguen atentas las filas de palabras y oraciones en la pantalla electrónica, es pasatiempo usual de su parte alimentarse en noticias de interés general en aquellas horas, le gusta estar informada, que la lengua no tema de opinar sobre ningún dilema de la actualidad. “¿Disculpe?” el too es suave, parecido a alguien que recién despierta de un letargo, la ha tomado distraída y metida en su propia vida “Hadas...” repite, humedeciendo su labio superior “Mejor romper un poco con ese paradigma, ¿no? Si se refiere al paisaje o a esta vivencia en general... creo que es más bien sacado de algún poema sobre diosas y dioses, como un Edén, ¿no cree?” nunca creyó en las criaturas de hadas o la magia, la realidad la seduce más y en aquel momento son claras las divagaciones disponibles en su gran imaginación. 

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dxkennedy:

        Asintió a las palabras de la fémina, pasándole por la mente cualquier tema a tratar, que requiriera de su total silencio, menos aquello. Su ceño se frunció cuando la joven comenzó a cantarle al oído, en primera instancia, sintiendo como una especie de corriente eléctrica le recorría de pies a cabeza. Inmóvil, se percató que de hecho conocía la canción y la interpretación que estaba haciendo era prácticamente perfecta. Sus olivas se desviaron, en la b��squeda del rostro de la alemana y alguna explicación esperaba que fuese proporcionada sin la necesidad de que la pidiese, pero no ocurrió. “Entonces—.” Comenzó, sin decir nada más, porque ninguna cosa coherente pasaba por su mente, ¿culpa del alcohol, quizás?

Hay algo que sobresale y se enreda en el aroma natural del masculino, fragancia a licor fresca en su aliento. Puede ser una señal divina, la oportunidad o chance que de continuar con la ingesta de alcohol sea olvidada la escena y sus facciones enigmáticas a tal poca distancia, sea olvidado también aquel canto sedoso que se continúa perdiendo por unos segundos más hasta la interrupción. “Entonces...” repite, inclusive todavía usando el ritmo que acompañaba le letra de la canción... “Si te gustó la canción ahora te quitas una prenda y me la das” los incisivos se mueven y clavan sobre la carne rosácea de su labio inferior, susurra aquello todavía escondida en su oreja, pero poco a poco se da el lujo de imponer distancia para fijarse en detalles del rostro ajeno con una mirada de fulgor particular. 

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josephxgaviria:

“Con tanta frialdad” la verdad es que dentro de otro contexto no le importaría la actitud de la blonda, lo tendría sin cuidado dado a que eran, pequeños, detalles que lo mantenían sin cuidado alguno.  Exceptuando que, fuese alguien de su interés, allí la historia sería completamente diferente “Eso no era lo que decías anoche” mentía con gran descaro, una típica frase que usaban en su país para molestar al otro, mas ahora él la usaba para fingir un acto que nunca paso. Relamió sus labios, sin cambiar aquel semblante de confianza desbordada “Pensé que ambos dictamos que se repetiría la ocasión, pero si no quieres, no hay problema. No debes fingir que no recuerdas lo sucedido”

“Mis disculpas por no ser un rayito de sol andante” la reverencia es corta y efímera, carga notable ironía y parece una clase de burla pese a que se trata del movimiento más respetuoso y típico que está acostumbrada a dar y recibir. Las cejas se enarcan con notoriedad al oír las palabras masculinas “Ilumíneme, ¿qué es lo que decía anoche?” el tono desafiante, álgido como el mismo latido que distingue a la princesa, da un paso más y se acerca al latino, cada mano es posicionada a los laterales de su delineada cintura  “Si no lo recuerdo debe ser porque no estuvo tan bien” pausa, ladea el rostro suavemente a la derecha y fija su atención visual en el joven de facciones marcadas. “El chiste dejará de ser gracioso si me entero que anda diciendo tantas tonterías a terceros” porque si algo ha aprendido es que jamás hay humor en la idea de ser nombre en oraciones donde las mujeres son trofeos para desfilar en una noche, el protocolo y las reglas que la han criado la tienen dispuesta a arrancarle la lengua a cualquiera que se atreva a ensuciar un poco su comportamiento.

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(ooc.)

me asusté al ver la cantidad de notas lmao. gracias a todes por las sugerencias, ya me decidí mientras stalkeaba la tag de gifhunt y fueron tantas bonitas opciones que no quiero elegir...

...

traeré a este niño jeje. 

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(ooc.)

-golpea la puerta tímidamente- creo que quiero traer un niño, mas no se me ocurre un rostro en concreto (pensé en boyd holbrook en algún momento) ni mucho menos qué tipo de personaje, ¿alguien me da sugerencia de fc's y de paso si se busca algún príncipe o noble o lo que sea de algo con urgencia? si quieren un hermanito o no sé -guiños- 

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shake it out // florence and the machine

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aren-denmark:

             El reto no especificaba cuando tiempo Aren debía estar semidesnudo, pero tras haber estado un buen rato deambulando por el palacio con apenas sus boxers puestos, decidió que era buen tiempo para, al menos, colocarse unos pantalones, teniendo el mismo en manos, la rubia llamó su atención. No la había visto antes y en su mente buscó entre tantos nombre la identidad de ella, pero su cabeza estaba en todos lados y a la vez en ninguno. “Supongo que sí” Respondió, sintiéndose un tanto incómodo por estar en trapos menores. Su piel se erizó al escuchar la delicada y suave voz de la rubia en su oído, si era honesto, cantaba bastante bien, era encantadora en todos los niveles que pudiese existir, incluso cerró sus ojos inconscientemente, para luego, carraspear. “Cantas muy bien” Respondió, rascando el puente de su nariz. Pudo haber dicho otra cosa, pero podría haber olvidado todas las palabras que conocía.

Una sonrisa imperceptible surca sus labios al escuchar al monarca, fantasmal, entretenida, casi tan dulce como el canto que brota suavemente de sus carnosos, que continúa la letra de modo libre, sin respetar el orden entre estribillo y prosa, simplemente dejando que la caricia de notas llegue suave al oído masculino. “Gracias” lo pronuncia al mismo ritmo de la canción, la punta de la nariz por un momento llega a tocarle, es un roce de la suavidad de un pétalo, puede que la piel masculina ni siquiera lo sienta. La estrofa final muere en un nuevo susurro “Se supone que ahora debía sacarse una prenda...” hay un tinte irónico en sus dichos, la elección de la víctima parece haber terminado por ser errada, pues está vulnerable a las miradas dada la falta de una prenda superior y los pantalones que parecen haber sido puestos a las apuradas “¿Retos?” la distancia es, poco a poco, recuperada, la mirada recorre el cuerpo del hombre, clara referencia en la imagen que está regalando en un desfile por los pasillos, dejando en claro que ella también impulsaba su comportamiento en base a aquel maldito juego.  

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vavres:

Sus ojos estaban cerrados con fuerza, sí, aquella misma capacidad física (o de voluntad) qué tendría que tener para mencionar el reto en voz alta, y es que nunca antes había pedido algo similar y no solo se le antojaba infantil, también ridículo. “¿Has escuchado de la osteogénesis imperfecta?” Vociferó, agradecía que su voz no reflejara la duda que la carcomía de manera interna. “Los huesos son de cristal, no literalmente, solo que… Es increíblemente fácil que presenten una fractura” Finalmente se decantó por abrir los párpados y observar detalladamente la identidad de la persona con la que empezó a hablar. “Es por falta de colágeno, es… demasiado extraña” Frunció los labios, deshaciendo el vínculo visual que ella misma había provocado y es que decir mentiras de frente le parecía una tarea en extremo difícil. “Creo que presento algún síntoma, no lo sé” Y esperaba que el otro lo creyera por el desconocimiento del tema, pues era una enfermedad hereditaria y no algo que sucedía así como así, sino el fracaso de su mentira sería inminente. “¿Crees que puedas ayudarme a llegar a mi habitación?” Pidió, aunque no hizo la pregunta completa, quería en primer lugar tantear el terreno. “Mis piernas quizás puedan romperse en el camino” Advirtió. // @hellsthy @aren-denmark @slvaebrhardt

El cansancio se marca en el rostro, grácil y delineado, nunca esconde esos pequeños arcos violáceos que marcan terreno bajo sus orbes, no a menos habitualmente, ya que cree que son síntoma para que la gente no se le acerque a hablar. A veces fallan, ejemplo tangible al respecto es la fémina en cuestión. “¿Y por qué no va a un médico?” cuestiona ahí, una fina ceja enarcada en un arco que denota obviedad “Quienes carecemos de estudios medicinales gastamos mucha saliva haciendo diagnósticos sin base empírica o conocimiento, es divertido” canturrea las sílabas, parece haber ignorado la pregunta final, como si no pudiese tomarla en serio pese a que las facciones ajenas se veían creíbles e inclusive preocupadas. “¿Ayudarle cómo?” Sea un poco más clara con el pedido” ¿desea ser llevada cual diosa en la espalda o un simple apoyo del hombro? 

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Se humedece los labios de nueva cuenta, tonalidad roja cincela la boca de lobo en piel de cordero, los pasillos de pronto son lugar de batalla, de búsqueda de una presa lo suficientemente distraída como para tirar el veneno canturreado de forma rápida y ágil, en el mejor de los casos sin ser reconocida. Es una figura alta, esbelta, delineada, no hay miradas que sean testigo de la escena que está a punto de montar, los dioses están de su lado, el destino parece decirle a gritos que aquel hombre sea su víctima. Se acerca por el costado, delicada cual gorrión y mariposa escapando libre de la libélula “Necesito que sólo escuches y...” se entrecorta, la altura le pide usar las puntillas de pie, el perfume masculino ingresa a sus sentidos, se une en una batalla de poca distancia con el propio, los ojos parecen cerrados, pero están firmes en el perfil masculino al momento de abrir con suavidad la boca: “You better stop the things you do, I tell ya I ain't lyin” las letras se desbragan de modo improvisado, es la primer canción que pasa por su colectivo imaginario, a la espera de reacciones, cae el canto encadenado en suavidad, un tono frágil, hilado de modo casi angelical mas arrastrando una caricia directa a los sentidos auditivos del hombre, es un cosquilleo, un hormigueo hecho canción. @dxkennedy

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Lo mejor en esos momentos es culpar a la suerte, el destino de poner en el camino las víctimas que seguía con la mirada atenta y profunda. Es el caso, se acerca a paso lento, seguro, con una imperceptible y peligrosa sonrisa cincelando sus facciones, cuando está a una distancia cercana “¿Cree que podría decirme si canto bien?” la improvisación es notable, mas lo cuestiona con seguridad, sin esperar respuesta eleva un poco el cuello, dejando que mechones rubios caigan libremente. Mordisquea su propio labio inferior, boca apuntando en dirección al oído masculino a la espera de que él mismo acortara la distancia pendiente, pero para en ese momento las cuerdas vocales ya se están moviendo: “Baby, can't you see, i'm calling... a guy like you should wear a warning” no hay apuro alguno en el canto, es lento cual caída de gota fresca y suave, acarameladas melodías en forma de cadena, es un canto íntimo y delicado, una suave ráfaga con aroma a flores que muere en la entrada al oído del joven monarca de identidad desconocida. @aren-denmark

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Cierra los ojos, las pestañas caen candorosas, oscuras, por un momento quiere mantener los párpados así, sellados sin dejar que ningún ápice de luminosidad interrumpa la tranquilidad, la fragilidad de su burbuja. Y cuando los abre, y se llena el cuerpo con una generosa bocanada de aire, sabe que es momento de entrar al juego y tiene él la maldita suerte de ser la figura de espaldas, la presa vulnerable al ataque de una víbora de cabellos dorados, con la gracia de una bailarina sacada de la fábrica de sueños rotos, los dedos recorren los escalones de la espina dorsal masculina “No te gires” tiene que ponerse en puntillas de pie para despedir aquella orden (que sabe, sabe bien por el primer encuentro que no parecen ser algo acostumbrado u obedecido), mas espera que esas suaves caricias hechas por el índice hasta llegar a su hombro derecho derritan el orgullo álgido y prepotencia helada, caricias de hormigueo, de roces y bosquejos sin dibujos sobre el lienzo de su espalda. “Sólo...” se acortan y deshacen las letras en el escondite cálido entre su cuello y hombro, es otra, no es la heredera a la pesada corona al fuego de un árbol de sangre y victorias, es marioneta de un impulso y del cosquilleo eléctrico de cercanía, ni siquiera usa el tono acostumbrado, sus cuerdas vocales profanan un nuevo tipo de melodía “You had plenty money, 1922, you let other women make a fool of you...” las letras escarban la poca distancia, envueltas en miel, cada una carga una corriente de magnetismo absoluto, chocan contra el lóbulo masculino en compañía de una pequeña caricia de respiración y aliento, deja salir al delirio que alberga bien escondido su létargico pecho, la ayuda a tomar valentía y seducción la complicidad de no verlo directamente de frente. @reubenbuc