cuenta perteneciente al tgyverse. 𝑒𝑠𝑐𝑟𝑖𝑡𝑎 𝑝𝑜𝑟 𝑙𝑜𝑙𝑎.
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˚₊‧꒰ა ₍ᐢ. ̫.ᐢ₎ ໒꒱ ‧₊˚
holis, mis preciosis. <3 solo vengo a decir que no creo abrir los buzones de mis pjs, pero sí voy a estar enviándoles a todes. si alguien quiere con alguno de mis niños en particular, puede decirme y le envío con ese.
estoy en una temporada intensa en mi trabajo y no quiero saturarme de pendientes que estanquen el desarrollo, así que voy a ir despacito para poder manejar los threads. les quiero mucho, gracias por su paciencia.
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respuesta afirmativa llega con mirada que se pone en blanco de manera fugaz, revelando con gesto y expresión corporal afirmación. “muy.” se permitió agregar, dejando que pequeño suspiro tomara su caudal mientras dejaba que atención se quedara un momento más sobre movimientos del joven. ladeó la cabeza con una sonrisa pequeña, casi imperceptible, dejando que su mirada recorriera la expresión de aether con calma y algo de satisfacción al escuchar percepción ajena. “me alegra que lo veas así.” murmuró, su voz grave y suave a la vez. mantiene mirada clara sobre el rostro de él cuando sus dedos rozan su barbilla, no retrocedió; en cambio, dejó que la cercanía se sintiera, con un parpadeo lento y una sonrisa apenas más pronunciada, mientras recorría facciones que conocía de memoria. “tú siempre tan eficiente.” dejó caer, cada palabra impregnada de una diversión casi peligrosa, como si fuera un secreto solo para él, manteniendo la conexión visual sin romper el hilo, la tensión entre ambos creciendo como una corriente invisible que ya sabía que disfrutaban. “¿tendré que impacientarme?” preguntó sin vergüenza, consciente de que no había nadie más al rededor, aunque tampoco es que le importara. mirada bailando entre sus ojos y sus labios, como si midiera con precisión el instante exacto en el que podría reclamar lo que quisiera más dejándolo ahora a él hacer el siguiente movimiento.
Terminó por soltar una risa ante el comentario de Adora. Comenzó a situar uno encima del otro cada libro que había escogido, dispuesto a regresarlos a su lugar correspondiente. Los sujetó entre sus brazos y se encaminó hacia la hilera de libreros. "Puede ser que tengas razón" le concedió. Al menos para él, la existencia de Adora hacía todo más ameno. Era una persona con la que conseguía sentirse sumamente relajado, sin necesidad de actuar de un determinado modo. Lo agradecía, porque en ocasiones sólo deseaba bajar sus defensas y actuar con mayor normalidad de la usual. "No lo es" concordó respecto a su visión de Voldemort. "Además, algunas personas que le rodean son un poco, ¿cómo se dice?... Ineptas" y se refería a varios de sus compañeros, podía nombrar unos cuantos si no fuera completo secreto sus identidades. "Yo intento ayudarle en cuanto puedo" y dado su conocimiento extenso de las artes oscuras, de hecho le era de mucha utilidad. "Gracias" le dedicó una pequeña y sutil sonrisa en labios tras escuchar su oferta. Aether dejó un par de libros en sus respectivos lugares y después se encaminó para dejar el resto. "Me encantaría revelarte qué es, pero se me impide" en realidad no, porque ni siquiera estaba buscando algo para el Señor Tenebroso, pero de ninguna forma estaba por decirle a Adora: 'Hey, ¿qué crees? Estoy ayudando a quien solía ser mi mejor amiga para que deje de ser mitad veela'. Ni loco. "¿Fue un día pesado?" Le preguntó, acomodando los últimos ejemplares. Él sabía que el entrenamiento como inefable podía ser agotador. "El inútil toque de queda" se burló, resoplando por lo bajo a modo de burla. "No sirve en absolutamente nada" sentenció. No era muy útil tampoco para los planes de Voldemort. Le costaba salir en la noche encubierto, siempre debía hacerlo con la máscara. Regresó a su lugar y suspiró, escuchando la propuesta de Adora. Con la mirada sobre el escritorio y sus pertenencias, sonrió. "Me fascina lo directa que eres" y era real. Le gustaba que se anduviese sin rodeos. No iba a negar que no le resultaba atractivo. Alzó la mirada y la observó por un momento, antes de acercarse y capturar suavemente entre sus dedos su barbilla. "Por supuesto que voy contigo" declaró con firmeza, una curva coqueta alzó las comisuras de sus labios mientras inspeccionaba el rostro ajeno, pasando de los ojos de Adora a su boca. "Se me ocurren algunas formas de ayudarte a despejarte" agregó.
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las cejas se alzan con una elegancia medida, apenas un destello de diversión en su mirada mientras observa la entrada de la taberna; la puerta tallada con delicadeza, el interior cálido, discreto y exclusivo, exactamente su estilo. “¿te sorprende?” inquiere con voz suave pero cargada de intención, avanzando primero con paso seguro, el taconeo suave marcando territorio sin necesidad de alzar la voz. sus ojos recorren el lugar casi vacío, reconociendo de inmediato la mesa que siempre reclama en cada visita, y hacia allí se dirige sin pausa. “bien, me parece que es un buen comienzo.” acepta propuesta con gracia, sonrisa sutil curvando sus labios en lo que fija la mirada en el moreno. “infinitamente mejor que esa salida gris y atiborrada de magos del ministerio, ¿no crees?” comenta dejando que atención recaiga en su acompañante, con una ligera risa en sus carmines.
Por supuesto, su mente fue directamente a una paga monetaria, pero sabía que Adora tampoco lo necesitaba. Por tanto, podía guardar sus galeones y usarlos de diferente manera. —Bueno, eso dependerá del sitio al que me has traído —indicó, fingiéndose interesante, mientras echaba un vistazo a su alrededor. Por supuesto, era un lugar enteramente mágico, como imaginaba—. Ah, elegiste bien, por ahora, yo invito —instó. Por supuesto, la creatividad fluía luego de un buen whisky.
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♡ JESSICA ALEXANDER charles & keith
#muy greengrass de su parte#(*ᴗ͈ˬᴗ͈)ꕤ*.゚#la adora está 🤕 pero si alguien quiere algo con ella en san mungo; me chifla#💎 adora greengrass.
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"inútil..." repitió ellie como si la palabra le supiera amarga, echando una mirada breve a la calle llena de gente que celebraba como si el mundo se hubiera arreglado solo. ciertamente consideraba que no había sido de ayuda el toque de queda, pero la idea de aquel renovado alboroto no dejaba de ponerla nerviosa. "igual desconfío un poco de lo que las personas son capaces de hacer cuando creen estar a salvo."
"Vaya, al fin quitaron el inútil toque de queda" exhaló el humo del cigarro entre sus labios. Ahora podía salir con completa libertad en la noche. Los bares y centros nocturnos estaban llenos, parecía que todo el mundo quería celebrar que habían vuelto. Le dio una calada a su cigarro mientras continuaba reparando aquella cámara. "De todas formas no les importa el horario. Asesinan gente a plena luz del día."
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la vio a unos metros, reconociendo ese andar nervioso casi en sí misma y queriendo ignorarlo aunque su naturaleza no se lo permitiera. se mantuvo quieta, observando cómo la mentira se le escapaba entre los labios sin convicción. "se te cayó esto." dijo ellie, lo bastante bajo para que solo ella la oyera, sin querer ir mucho más allá.
No lo podía evitar. Scarlett Travers estaba asustada. Había escuchado y leído los rumores acerca de los ataques a puristas y, aunque ella nunca había utilizado la violencia física en contra de nadie, sabía que sería un objetivo fácil. ¿A quién quería engañar? ¡Todo el mundo la odiaba! Pero después de haberse saltado un par de entrenamientos, no pudo evitar salir del refugio que su habitación otorgaba. Las ganas de seguir siendo la golpeadora titular y apreciada por las masas del mundo del Quidditch podían a su miedo. Así que ahora caminaba intentando pasar desapercibida, algo que nunca había hecho. No estaba acostumbrada a no querer llamar la atención. "No, no soy yo. Te equivocas." Mintió cuando alguien dijo su nombre, prosiguiendo su camino.
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pies se apresuran hasta la puerta para abrirla a medias, antes de que el sonido despertara a autumn. creyó que había sido clara al pedirle al mayor que mantuviera la distancia. "te pedí que no vinieras, baptiste." dice entre dientes, voz baja como si no quisiera que ningún vecino de aquel pequeño y viejo departamento lo escuchara. claro que petición le había dolido, ellie siempre soñó con que su hija conociera a su padre y también creía que él tenía un poco de ese derecho, sin embargo, después de que no llegara a la feria meses atrás, no quería que autumn se encariñara demasiado porque sabía que, tarde o temprano, también le rompería el corazón. "¿qué quieres?"
Llamó a la puerta incesante mirando a todos lados para que nadie lo viera por ahí - Por favor, Ellie. Necesito hablar contigo - sentía los nervios a flor de piel. - Será sólo un momento - esperaba poder hablar con ella y ver que Autumn estuviera bien. @snitchdorvda
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los dedos apenas se tensan alrededor del periódico ajeno, como si la mención de los aurores hubiera sido suficiente para que todo su cuerpo se pusiera en alerta, aunque no lo demostrara demasiado. mirada oscura se mantiene fija en hestia por unos segundos, sin urgencia por responder. "sí, es ilegal." asiente, como si no hubiese contradicción alguna. "pero parece que eso ya no les importa demasiado." la voz no sube, no tiembla. ni siquiera suena indignada, solo arrastrada por una resignación peligrosa. sus ojos recorren la portada doblada, luego la calle, y finalmente se clavan de nuevo en ella. "no vine por el profeta." aclara, encogiéndose de hombros como si no fuera tan importante. "la verdad no estoy muy segura a qué vine, solo llegué." admite, no muy segura de cuál había sido su objetivo principal al comenzar a caminar, señal clara de que estaba desorientada, sin nada bajo control, y eso no era para nada común en ella.
"¿A qué te refieres con que hay aurores entrando en casas sin permiso a buscar muggles?" Preguntó alterada a su compañero de clase, luciendo consternada al respecto. Pensó que no llegarían a irrumpir en hogares de manera abrupta, eso era horrible. Hestia se sentía más asqueada con cada cosa que escuchaba en torno a la situación actual. Por Merlín, ¿qué estaba ocurriendo? "No pueden hacer eso, es... Es ilegal..." Comentó y se dio cuenta de lo idiota que sonaba. Pero claro que ya no era ilícito, no ahora. Parpadeó varias veces, tratando de asimilar todo, mientras doblaba su edición del Profeta. Notó una presencia cercana y entonces alzó la cabeza, reconociendo el rostro. "Wendy, hola" saludó a su compañera. ¿Llevaba mucho ahí? "Ah, ¿vas a comprar uno?" Preguntó, refiriendo al periódico.
― para wendy con @snitchdorvda
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true confessions with jenna ortega and catherine o'hara
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asiente una sola vez, sin mirarlo, cuando él dice que no le molesta el silencio. es extraño. casi nadie se queda cuando no hay nada que decir. la mención a su infancia la hace ladear apenas el rostro, sin sonreír, pero con una mirada que se suaviza un poco. cuando le devuelve la pregunta, no contesta enseguida. casi como si recitar la respuesta le resultara difícil, pero finalmente lo hace. "vivía." dice volviendo a despegar mirada, como si la sola idea le generara incomodidad. "se fueron hace un tiempo." revela sin creer realmente que hubiera algo que cuidar de aquella relación distante y casi inexistente que mantenía con sus progenitores. "no hablamos hace mucho, estoy segura de que ni siquiera lo notaran." levanta la vista un poco, lo suficiente para mirarlo de reojo. con resignación tranquila que aparece cuando ya no queda mucho más. "creo que es lo mejor." agrega, como si se lo estuviera recordando a sí misma. "así al menos están seguros." eso, por ahora, era suficiente.
Probablemente debería marcharse, sin embargo no era capaz de dejar a Wendy ahí, a solas. Por alguna razón sentía temor de que resultara contraproducente, particularmente porque los hijos de muggles eran blancos ahora mismo (más de lo usual). Ollie asintió y se quedó sentado, muy quieto, a lado de ella, esperando a que hablara. "Está bien. No me molesta el silencio" reconoció con una pequeña sonrisa afable. "Cuando yo era más pequeño, era muy tímido... Así que estoy un poco acostumbrado a él" entonces era un niño callado y que guardaba todo para sí mismo. Había crecido y con ello había encontrado su confianza. "Mmm..." Rodeó sus piernas con sus brazos y giró la vista hacia la acera contraria, pensando tras la cuestión ajena. Era una respuesta compleja. "Si yo estuviera en tu lugar, bueno... Creo que hablaría con mis familiares. Les explicaría lo que ocurre, los peligros, las consecuencias" inició. "Y después... Depende. ¿Vives con ellos?" Porque si sí, ahí el problema se agrandaba.
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escucha en silencio, los dedos aún distraídos entre hebras de grama que sobresalen del pavimento agrietado. siempre un poco afuera, como si su cuerpo estuviera presente pero su mente midiera con cuidado cada paso. wendy rara vez recibía confidencias, y aunque decía que no le importaba, en el fondo siempre creyó que había algo en ella demasiado frío, demasiado errático, demasiado poco, que impedía que los demás confiaran, además claro, de su evidente historial. por eso no interrumpe. no comenta nada sobre su infancia. no pregunta más de lo que le ofrecen. solo asiente cuando el relato vira hacia ella porque eso sí lo puede manejar. "al principio no me gustaba." admite, "pero ya me acostumbré." dice antes de dar otra calada al cigarrillo, y permitiéndose volver a sonreír con la mirada sobre la banca al escucharlo. "quizás haya que hacerle algunos arreglos, pero podría funcionar." dice con gracia, no reparando demasiado en lo que sus palabras ofrecían porque estaba muy ensimismada en lo que la plaza podía ofrecerles en medio de aquel contexto, al menos hasta que lo expresa con claridad. respiración se contuvo apenas unos segundos, y entonces vuelve a mirarlo. expresión tranquila buscando en sus facciones algún rastro de burla. le costaba confiar, no creía que aquel fuera un ofrecimiento que alguien pudiera hacerle a ella y no sabe qué hacer con esa posibilidad cuando aparece sin advertencia. "¿por qué?" pregunta en voz baja, cuidando no sonar dura. "estoy segura de que tienes algún amigo que lo necesitará." y no porque wendy no quisiera identificarse a sí misma como su amiga, ni siquiera sabía si lo era. lo dice porque le cuesta creer que alguien pudiera pensar en ella con ese tipo de generosidad sin que hubiera un 'pero' escondido, aparentemente incapaz de no cuestionar motivos externos que le involucraran. "estaré bien, comenzaba a gustarme la idea de la banca."
Asintió tras escucharla, francamente sorprendido, más comprendiendo completamente el origen de sus acciones. "Yo empecé a fumar muy joven" reveló antes de dar otra calada a su cigarro. "Como a los... Trece, creo" aunque de niño sus hermanos le habían pasado un cigarrillo una vez por juego. En esa ocasión tosió por varios minutos y creyó se ahogaría con el humo. "Y desde entonces no pude dejarlo. Es... Relajante" antes fumaba mucho más, ahora... Lo había dejado un poco. "Tú empezaste hace poco, entonces" al menos eso conjeturó. O no estaba seguro. Sus ojos se guiaron hacia el espacio que Wendy señalaba e inevitablemente una pequeña risa se escuchó de su parte. "Yo creo que ambos cabemos ahí" se le ocurrió de sólo ver la banca. "Si nos hacemos muy pequeños, se puede lograr" aunque bromeaba, sinceramente empezó a preocuparse por donde se quedaría su acompañante. Él había comprado un apartamento hace algunos años, por si algún día deseaba marcharse de casa de su madre, pero ella... Ella era una solitaria. Ni siquiera tenía idea si tendría alguien que pudiera ayudarla. "Podríamos... Bueno, no lo sé, mientras todo se acomoda, puedes quedarte conmigo" encogió un hombro, esperando no incomodarla. "Tengo un apartamento que compré hace tiempo. A veces me quedo ahí o lo rento a conocidos... Pero ahora mismo no hay nadie" desconocía si le sería de utilidad a la contraria, más no era capaz de dejarla a su suerte. No sabía si eran amigos o simplemente conocidos, pero no le agradaba la idea de que estuviera sola en esto.
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"no." responde sin más. como si no necesitara pensar mucho, o no quisiera. wendy estaba realmente segura de que a quienes estaban acabando con sus hogares no les interesaba en lo más mínimo lo que personas como ellas pensaran o hicieran. "realmente creo que ni siquiera les importa." agrega solo como si necesitara sacarlo de su sistema y poder seguir con aquel día que veía muy lejos de mejorar. escucha en silencio lo que dice, y pequeña y fugaz sonrisa alza sus carmines con cuidado, siempre encontrando algún tipo de alegría desconocida en la idea de la calidez familiar que ella muy poco había experimentado. "creo que yo siempre pienso de más." admite, encontrando mirada de la rubia. "no recuerdo algún momento de mi vida en el que no lo hiciera, así que para mi ya es normal."
Wendy tenía un punto. Todos ellos se esforzaban por mantenerse en un límite, y más que racionales, creía que era porque recordaban que eran humanos. Todavía tenían consideración por los demás. Era diferente al modo de pensar de aquel grupo. "Entonces, ¿crees que no se sienten amenazados por nada?" Preguntó, interesada en la forma de pensar de la menor. "Es decir... ¿No crees que tienen miedo?" Aunque, si lo analizaba, era mucho más seguro ser un purista que un hijo de muggles. Las agresiones que recibían eran a menor escala que cualquiera de ellos. Dawn suspiró y alzó la vista hacia el cielo. "Intento no pensar mucho en nada. Mi mamá me enseñó a no preocuparme demasiado y confiar en que puedo resolver las cosas" había vivido una infancia y adolescencia tan complicada que aprendió a creer en sus propias capacidades gracias a su progenitora. "Pero es muy complicado ahora mismo no pensar de más, ¿no te parece?" Señaló con una muy ligera sonrisa comprensiva, regresando su mirada hacia Wendy.
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los carmines se presionan en una línea tensa, sin intención de ocultar el desinterés que le atraviesa el gesto. no lo quiere escuchar, pero su nombre en esa voz le eriza la nuca igual. ese tipo de incomodidad que no es miedo, pero que arrastra memorias viejas, punzantes, avergonzantes. aun así, no se mueve, su orgullo no se lo permite. "tampoco te veo muy rodeado, aether." dice sin apuro, clavándole la mirada como quien ya no tiene nada que perder. "diría que no cambió mucho: las personas tampoco quieren estar cerca de ti". se encoge de hombros, dejando que la última estocada caiga sin dramatismo, pero con intención. "quizás sigues siendo el mismo tejón débil y patético de antes." y no lo dice con rabia, sino con esa calma dura de quien aprendió a vivir cerrando puertas por dentro, incomodando como la incomodaban a ella.
Oh, entonces quería jugar sucio. Aether no pudo más que mostrar una sonrisa ladeada, impregnada de gracia. ¿Creía que iba a humillarlo? En lo absoluto. Por que él ya no era ese niño torpe e inútil. Había logrado que su familia lo respetara, que incluso le temiera. "Ya cambié, Wendy" pronunció su nombre como si lo acariciara, como un depredador que observa a su presa. "Creo que no puedes decir lo mismo" objetó. Aunque la verdad es que no sabía mucho de su interlocutora... Tampoco le interesaba hacerlo. "No sé, te veo igual de sola que siempre. Me parece un indicador de que sigues siendo la misma insoportable a la que nadie quiere acercarse" atinó a adivinar, creyendo que era así. "¿O no? No veo a nadie aquí acompañándote..." Y caminó un par de pasos hacia ella, aguardando su defensa.
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wendy no asiente, pero tampoco niega. no tiene nada para decir, simplemente sintió que debía señalarlo y lo hizo. "no tienes que disculparte." aclaró, con el mismo tono distante que solía mantener. "es suficiente con que notaras tu error." y sí, realmente creía que la morena se equivocaba, y como era usual, tenía que decirlo.
Reconoció que podía sonar a justificación, así que la joven agachó la mirada por un segundo. Estaba asustada y confusa. No sabía que decir o hacer para no ofender a la gente. En realidad, la situación le quedaba grande. "No era mi intención, entonces. Lo siento." Siempre que eso pasaba, Bertha prefería pedir perdón. Siempre era la mejor solución.
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asiente, estaba de acuerdo y cree que tampoco hay demasiado qué decir. así que amiga de los silencios como era, decide solo llevar el cigarrillo a sus labios sin tener que esforzarse mucho más en hablar.
– Sí, bueno, no creo que mucho ayude realmente –reconoció. Nicholas era más bien pesimista, sobre todo en momentos como aquel. Trató de pensar si había alguna ayuda que pudiese ofrecer, pero nada venía a su mente. Decidió quedarse, en silencio, fumando su propio cigarrillo.
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era como una carrera constante contra sí misma, ¿cuánto tiempo tardaría en decir algo incorrecto? ¿cuánto tiempo mantendría aquella iniciativa de filtrar sus pensamientos para cuidar los ajenos? ¿y por qué si quiera le importaba? no es como si darcy fuese su amiga, pero tampoco como si wendy tuviera muchas. como fuese, solo negó para restar importancia. "está bien, no dijiste nada por lo que tengas que disculparte." dice con voz tranquila. "de hecho, creo que las disculpas ya no tienen lugar." admite ladeando la cabeza, quizás eran ellas (como muchos otros) quienes merecían las disculpas.
Asintió con la cabeza, con la mirada ausente. Darcy nunca había sido una persona particularmente optimista, sus miedos no lo permitían y mucho menos sus inseguridades. No quería pensar en el peor escenario, en el que esto duraba para siempre o se expandía, quizás en algún momento apartándola a ella de su hija y su esposo por ser hija de muggles. No quería pensarlo, pero ya lo hacía– Siento que van a pasar cosas terribles –se sinceró, en voz baja. Meneó la cabeza casi de forma instantánea– Lo siento. No debería decir eso –se disculpó, mirando esta vez a la contraria.
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la pregunta de mary un poco la hizo darse cuenta de lo que ella misma acaba de preguntar antes, ni siquiera ella tenía una respuesta, no una sensata...o viable. quizás debía dejar de buscar afuera las respuestas que no lograba darse a sí misma. "no parece suficiente." estuvo de acuerdo. "aunque también me hace pensar que quizás no todos somos útiles en una batalla." admite. wendy era talentosa mágicamente, lo sabía, siempre se había esforzado para serlo, sin embargo, ser parte activa del conflicto la aterraba y trataba de no pensarlo demasiado.
"¿Cómo... prevenirnos?" Cuestionó dubitativa... aunque ya estaba pensando en la respuesta. La verdad es que era algo que ni ella sabía. ¿Cómo prevenirse ante algo inesperado? ¿Ante terrores cada vez peores y más impredecibles? Dejó escapar un suspiro tembloroso. "No... no lo sé," añadió, sincera. Sus ojos se fijaban en el horizonte, la barbilla reposada en su rodilla derecha. "Diría que como lo estamos haciendo ahora... pero no creo que sea suficiente. Supongo que... tenemos que hacer más. Algo más. No sé el qué." Tenía miedo que la última solución fuera encerrarse en su hogar... o incluso huir del país a uno más sensato, más amable, más acogedor. Pero no quería recurrir a eso. No quería dejar a sus padres ni a sus amigos. Por eso no lo dijo en voz alta.
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