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Sol Parnofiello
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¡Llegaste! Te estaba esperando. Soy licenciada en Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Buenos Aires. Este es parte de mi archivo periodístico. Hoy lidero www.intuitivaux.com
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solparnofiello · 7 years ago
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Una fantasía medieval: “Game of Thrones”, segunda temporada
La creación de otro mundo. Los actores británicos Kit Harington y Emilia Clarke, y los realizadores de la serie, cuentan detalles de esta superproducción que se estrena mañana a las 22, por HBO. Todo el fin de semana se podrá ver por el abono básico del cable.
30.03.2012 | Por Marisol Parnofiello, enviada especial a Londres
—Un hombre puede ser valiente cuando tiene miedo?— preguntó Bran después de meditar un instante.
��Es el único momento en el que puede ser valiente- dijo su padre.
“Juego de tronos”.
Una vena azul recorre el antebrazo de Kit Harington, entrenado para blandir espadas. Afuera hace frío y el cielo en Londres se alza ceniciento. En la habitación del Soho Hotel, Kit lleva una camisa negra de mangas cortas y una sonrisa jovial dibujada en su piel de bebé. Aunque en Game of Thrones interpreta a un hijo bastardo y marginado, todo en él, como esa sangre azul, es nobleza y estoicismo.
Quizás los 12 grados que marca el termómetro en la capital inglesa no son nada para el muchacho de 25 años. Al menos no después de haber rodado semanas con temperaturas bajo cero en el invierno de Islandia, con la nieve hasta las rodillas y cubierto de frazadas entre toma y toma. Bajo un cielo eterno y profundamente helado, allí la luz del día duraba apenas cuatro horas y media, desde la entrada de la mañana hasta el mediodía.
Kit es uno de los protagonistas de Game of Thrones , la superproducción basada en Canción de hielo y fuego , saga del estadounidense George R. R. Martin (que tiene en su haber guiones de series como Dimensión desconocida y La Bella y la Bestia ). Tras el éxito de los primeros 10 episodios transmitidos en 2011, la segunda temporada (inspirada en la segunda entrega del libro Choque de reyes ) se estrena mañana a las 22 por las señales HBO, HBO HD y HBO Signature, en forma simultánea en Latinoamérica y los Estados Unidos. En la Argentina estas señales premium se podrán ver todo el fin de semana en el abono básico de todos los cables.
Esta historia de fantasía medieval para adultos se sitúa en Westeros, tierra de los Siete Reinos. Allí, familias de nobles luchan por apoderarse del Trono de Hierro en una época indefinida en la que los veranos y los inviernos pueden durar vidas enteras. Croacia, Belfast (Irlanda del Norte) y Malta se suman a los fastuosos espacios elegidos para grabar la continuación de la serie millonaria que convocó locaciones naturales, castillos y animación gráfica digital.
Kit Harington sonríe frente a un vaso con gaseosa y corre la mirada cuando le recuerdan que es considerado una de las estrellas más atractivas de la pantalla. “Soy difícilmente reconocible -explica- especialmente si me afeito la barba. Un día estaba en el subte y alguien me comentó: ‘¿Has visto Game of Thrones ? Te pareces muchísimo a Jon Snow (su personaje)’. ‘¿En serio? ¡Nunca vi la serie!’, le respondí”. Kit es delgado sin las capas de pieles de su querido Jon, y más aniñado aún tras haberse afeitado.
Egresado de una escuela de drama dependiente de la Universidad de Londres, Harington probó las mieles del West End antes de sumergirse en Game...
Pero el pasaje del teatro a la TV no fue sencillo. “Aprendí que actuar frente a las cámaras es algo muy técnico –comenta-. Yo pensaba que uno se paraba, actuaba, la cámara tomaba los movimientos y ya. Luego entendí qué tan buenos actores son esos que lo hacen bien en la pantalla”.
Kit quiere, pero no puede, dar detalles de las nuevas aventuras de Jon, ese muchacho que consagra su vida a la Guardia de la Noche sometiéndose a celibato bajo juramento. “El conocerá a una chica... ¡Al fin!”, asegura. Jon es el hijo bastardo de Ned Stark, personaje medular que muere en la primera temporada y que fue interpretado por Sean Bean, con quien Kit rodó Silent Hill: Revelation 3D , secuela del filme de terror que aguarda su estreno.
Aunque el libro original es estadounidense, la serie se grabó en el viejo continente con un elenco británico que en esta segunda temporada contará nuevamente con Lena Headey (Cersei Lannister), Michelle Fairley (Catelyn Stark), Nikolaj Coster-Waldau (Jaime Lannister), Richard Madden (Robb Stark), Sophie Turner (Sansa Stark), Maisie Williams (Arya Stark), Isaac Hempstead-Wright (Bran Stark), Jack Gleeson (Joffrey Baratheon), Charles Dance (Tywin Lannister) y Iain Glenn (Jorah Mormont). Se sumarán, además: Stephen Dillane (Stannis Baratheon), Carice van Houten (Melisandre) y Liam Cunningham (Davos Seaworth). Tras la muerte del personaje de Sean Bean, el crédito principal es para el estadounidense Peter Dinklage (Tyrion Lannister), ganador del Globo de Oro y del Emmy por su desempeño en los primeros diez capítulos.
Emilia Clarke se sienta con elegancia inglesa. No se parece en nada a la reina de los dragones. Tiene cabello castaño por debajo de los hombros, pero algo de su personaje trasciende: eso que se da en llamar aura. “Es la nueva Natalie Portman”, arriesgan. Su primera escena en Game...
incluyó un desnudo tan natural como sus uñas pintadas con esmalte transparente.
“Cuando vi el papel por primera vez, tenía claro que iba a haber un desnudo. Estaba aterrorizada, pero sabía que era necesario para que la audiencia entendiera el proceso de transformación por el que pasa Daenerys. Ella es una mujer sola en un mundo de hombres, que está destinada a ser reina”, explica la muchacha de 24 años. La princesa (que en el libro tiene apenas 13 años) es vendida por su hermano a un guerrero para obtener hombres y recuperar el trono. Daenerys se enamora de él, su “cielo y estrellas”, quien finalmente muere. De ese dolor nacen pequeños dragones, en una escena indeleble que marcó a fuego el final de la primera temporada. “Fue difícil porque no tenía nada cuando miraba a los dragones. Pero cuando vi la escena pensé que había quedado como la imaginaba, maravillosa”, relata. Para su labor, Clarke tuvo que aprender el dothraki, un lenguaje de 2500 palabras diseñado especialmente para la ficción por David J. Peterson, miembro de la Sociedad para la Creación de Idiomas.
Aunque aún no hay contrato firmado, se espera que HBO desarrolle toda la saga de Martin, a quien la actriz describe como un escritor maravilloso. “Uno puede discutir con él sobre los guiones. Mandarle un mail en cualquier momento, consultarle. Es un hombre encantador”. Adjetivo que desciende del latín “incantari”, cantar una canción, la Canción de hielo y fuego .
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solparnofiello · 7 years ago
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Tony Bennett: “Para mí, el Cielo es estar vivo”
A los 86 años, el cantante grabó “Viva Duets”, un CD con latinos, de Arjona a Vicentico. Antes de cantar aquí en diciembre, Clarín lo entrevistó en exclusiva en los EE. UU. Habló del secreto de su voz y de su eterna juventud.
26.10.2012 | Por Marisol Parnofiello, desde Ft. Lauderdale
El fugaz recuerdo que Tony Bennett tiene sobre la Argentina es malo. “La primera vez que estuve en Buenos Aires –comparte–, el presentador dijo muy entusiasmado: ‘Señoras y señores, con ustedes… ¡Chuck Benny!’ Me dio tanta gracia que me reí durante todo el show”. El hombre que está sentado ahí, en ese estudio de grabación de Fort Lauderdale suma 86 años y tiene la piel de un bebé. Se siente al tacto cuando extiende su mano y saluda con un cordial “Es un placer conocerla”. Debió haber sido así toda su vida, porque por ahí, por esa frontera finísima entre el adentro y el afuera, a Bennett se le coló el mundo entero. Él, que es considerado por la crítica especializada uno de los crooners más importantes del planeta, grabó con Vicentico, apenas minutos antes de la entrevista. Fue una versión de Cold, Cold Heart , la pieza de Hank Williams con la que triunfó en 1951, cuando aún faltaban 13 años para que el ex Cadillacs naciera. Para Vicentico el encuentro tiene el aura de los cuentos de hadas. Se le nota en los ojos enjugados y en la mirada dirigida a la nada cuando las tomas terminan y Bennett, que le regaló un papelito, lo felicita respetuoso. ¿El mensaje? “Sos un gran cantante. De los mejores que he conocido últimamente. Espero que puedas cantar conmigo en Nueva York”. Tony se mueve con humildad avasallante. Desenvaina un pañuelo de tela para cubrir un atisbo de resfrío y comienza a andar por los pasillos con sus enormes anteojos de vidrio verdoso, mientras repite con voz suave y pausada: “Gracias”, “El gusto es mío, “Encantado de verlo”.  ¿Cuál es el secreto para mantener su voz fresca? No trabajé ni un solo día en mi vida. Canto, pinto. Esa es mi pasión, y aún tengo mucho por aprender. Conservo muy buena salud, por eso espero seguir andando todo el tiempo que pueda y, si mi voz en algún momento se deteriora, dejaré de hacerlo. Pero, por ahora, los conciertos se llenan. Criado en los EE. UU., en la ternura de una familia de humildes inmigrantes italianos, el estadounidense perdió a su papá a los 14 años y fue reclutado a los 18 para combatir en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial. Cuenta uno de sus biógrafos, David Evanier, que entre sus tareas, Tony debía desenterrar a los soldados caídos que, por las continuas batallas, habían ido a parar a fosas comunes, para luego dejarlos en tumbas individuales. Fue por entonces cuando el horror tomó sus ojos azulados: se juró que haría del pacifismo su bandera y que cantaría para sacar a su madre modista de la pobreza. La perseverancia hizo que lo cumpliera, pero tras veinte años de éxitos en la discográfica Columbia, asistió al cambio de paradigma que traería la llegada del rock, se negó a ponerle la voz a cualquier letra que tuviera una sola línea negativa y, en medio de años de depresión, conoció las drogas, los divorcios y una inminente quiebra. Resurgió de las cenizas como el ave fénix y quizás por ese motivo, que confundan su nombre en un show de un lejano país no hiere ningún ego. Sabe que no por nada Benedetto, su apellido real, significa “bendito” y le hace honor a eso. Tony no está solo, con él trabajan dos de sus cuatro hijos, Danny (su mánager) y Antonia, y de él no se despega su tercera esposa (cuarenta años más joven), Susan, ni su nueva heredera, Happy (“feliz”), una caniche blanca de cinco años que corre y revolotea entre sus piernas. ¿Qué diferencia encuentra entre los músicos latinoamericanos y los angloparlantes? Me gustan los cantantes hispanos de México, Sudamérica y España. Me gusta más su música que la norteamericana, la británica y la europea. Tiene más melodía y armonía, y se la puede entender mejor. La música moderna del resto del mundo es muy complicada y sin la armonía adecuada. ¿Le resulta difícil cantar en español? Lo hago por fonética. Todavía tengo que aprender más de ese idioma y quiero hacerlo porque es muy bello. Bésame mucho es mi canción favorita en español.  ¿Qué opina del tango? Carlos Gardel era un excelente cantante. Me gusta mucho ver a los argentinos bailar tango. Han ido grandes bailarines a Nueva York y fui a verlos. Viva Duets, el nuevo álbum para el que Vicentico grabó Cold, Cold Heart , continúa la línea que Tony emprendió con Duets, An American Classic (de 2006, donde participaron, Stevie Wonder y Bono ) y más tarde con Duets II (de 2011, junto a Lady Gaga, Amy Winehouse y Michael Bublé, entre otras jóvenes potencias). Bennett navegó desde chico entre las aguas de la música y las artes plásticas. Sus pinturas fueron expuestas en destacados museos mundiales y llegó a fundar una escuela secundaria de arte en su ciudad de residencia, Nueva York, que permite a jóvenes de bajos recursos potenciar sus destrezas.  Usted twittea, ¿cuál es su tecnología preferida? ¡Es algo muy nuevo para mí y me resulta increíble! Me gusta mucho el iPod. ¿Y qué música almacena ahí? La de muchos intérpretes, como ser Sinatra, Ella Fitzgerald, Louis Armstrong. También música clásica: Ravel, Debussy. Y de los nuevos, Adele me parece excelente. ¿Por qué cree que los jóvenes lo aprecian tanto? Quizás porque canto con todos los artistas. Con Lady Gaga, por ejemplo. Y tal vez digan: “¡Mirá, Tony Bennett canta con intérpretes que nos gustan!”. Canto para todos: padres, hermanos, hijos, abuelos. Amo la buena música. Toscanini, el gran director, decía: “La música es buena o no es buena. No es una cuestión de opinión”. Su escuela de arte se llama Frank Sinatra, ¿por qué? Frank era mi ídolo. Era diez años mayor que yo y siempre fue muy bueno conmigo. Lo extraño. Fue una gran pérdida: él era el rey del mundo, el más grande en los EE. UU.  ¿Y a quién más extraña en la actualidad? A mis padres. Los extraño muchísimo y, aún a mi edad, siempre los recuerdo. Recuerdo lo geniales que fueron. Tuve una hermosa familia. Nos queríamos y nos ayudábamos y eso es algo que nunca, nunca se olvida. ¿Qué es lo más importante que aprendió? Aprendí que la vida es un regalo, que hay que disfrutarla, porque es un milagro que estemos acá. Entonces, más allá de lo que nos pase, tenemos que ser conscientes de que estamos vivos. Todo en la naturaleza está vivo y nosotros formamos parte de ella. La naturaleza es Dios. Hablando de Dios, ¿usted cree en el Cielo? Para mí, el Cielo es estar vivo.
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solparnofiello · 7 years ago
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Historia de coraje y solidaridad en el maratón porteño (Clarín > Ciudad)
Marisol Parnofiello
El que se alza a lo lejos, entre el cielo ceniciento de la Costanera, es Oscar el Indio Cortínez. El que avanza con él, desde su silla especial, es Roberto Cárcamo. Más que correr, vuelan. Hay que apurarse para sumarse a ellos, darles eso que en el maratonismo se llama “apoyo”. No es fácil inflar el pecho y seguirles el ritmo. Llevan dos horas al galope y están decididos a terminar la carrera con méritos, porque a esta competencia de Buenos Aires vinieron a cumplir su sueño y el de otros que apenas pueden imaginarlo.
“Un hombre solo no puede. Ningún hombre solo. Un hombre solo, haga lo que haga, no puede conseguir nada”. Correr al lado de Oscar Cortínez y Roberto Cárcamo, argentino de 50 años con parálisis cerebral, alcanza para redoblar esa frase de Hemingway y aclarar que, de a dos, algunos hombres no conocen el límite de nada. Ayer a las 10.54 Roberto se convirtió en el primer deportista asistido en completar un maratón.
Lo hizo junto con un atleta de la talla de Cortínez, ocho veces campeón argentino y atleta olímpico.
Juntos alcanzaron la meta en 3 horas y 22 minutos. El Indio fue el encargado de correr los 42 kilómetros del circuito impulsando una silla especial, con asiento ergométrico y ruedas de ciclismo. Se trató del puntapié para un movimiento pionero en Latinoamérica, el de laFundación para el Atletismo Asistido.
Se trata de una organización que hoy cuenta con 23 atletas que, como Roberto, poseen alguna discapacidad. En el caso de Cárcamo, una lesión que afecta el aparato locomotor. “Para mí este es un desafío. Uno más”, le aseguró Roberto a Clarín un día antes del maratón.
No es un improvisado. Para llegar en las mejores condiciones, Cárcamo practicó con el Indio y se dedicó con el alma a sus clases de psicomotricidad y equinoterapia en compañía de Mariel Lezcano, su psicomotricista desde hace 20 años. Fue ella, amante del running, quien hace dos años le propuso a Robbie (así lo llama) correr juntos en el marco de la Fundación.
Hubo dos aliadas más: Emma y Pampa, dos labradoras que ayudan a Roberto a través de la terapia con animales. Feliz, Pampa fue una de las primeras en recibir al deportista asistido: se abalanzó sobre él para saludarlo a escasos metros de la llegada.
En su casa de Palermo, Roberto usa una computadora con una precisión matemática. Responde preguntas largas (no le gustan nada los errores de ortografía), muestra el Facebook de las asociaciones en las que participa (pone énfasis en La Casita de Emma) y busca videos de sus competencias a caballo. Es que su discapacidad motriz no le impidió montar decenas de caballos en su vida. “Más de 80”, precisa entre risas. Si ese logro parece grande, hay que ver este: es el primer bachiller argentino con discapacidad en realizar el secundario a domicilio. Lo hizo en apenas dos años.
Roberto ya había participado el mes pasado de un medio maratón. Cuentan quienes lo acompañaron que, cuando el cansancio se apoderaba de una de las corredoras, arengó con humor: “¡Dale! Tenemos que ganar, ¿querés que me baje y empuje yo?”.
Parecida a esa frase fue la consigna de la movida solidaria de ayer “¿Quién impulsa a quién?”. La Fundación para el Atletismo Asistido buscó recaudar fondos a partir de un mecanismo sencillo: cada persona voluntaria podía sumarse como “apoyo” en alguna de las postas del recorrido y donar 100 pesos por cada kilómetro que acompañara a Roberto y al Indio. Así, estos dos atletas fueron acompañados con un objetivo claro: recaudar fondos para que los 23 integrantes de la fundación tengan su silla, ya que solo contaban con dos. Es que el elevado precio (cada una cuesta mil dólares) es la verdadera causa por la que no pudieron participar más atletas asistidos del maratón. Hubo, sin embargo, otro participante que corrió con una nena con discapacidad en un asiento especial propio.
Feliz y entusiasta, Roberto es atento y amable: deja pasar a las damas primero y envía mails de agradecimiento a quienes se interesan por su historia. Está lleno de sueños: el primero, jugar al fútbol, pero le falta la silla automática. El segundo, tener su propio caballo. “Cuando empezamos con Roberto, él no caminaba. Hoy puede pasarse de una silla a otra. No hay techo, no se sabe nunca dónde se puede llegar”, explica su psicomotricista, la misma que lo abrazó con fuerza en la llegada.
“Amo el maratón, a mí el deporte me dio todo”, le confesó Cortínez a Clarín tras la carrera. Hizo una pausa. El sol salió por primera vez en la mañana. Como pudo, con un llanto que le cortaba la voz, el Indio siguió: “Para mí esto fue un sueño, una forma de devolver al menos algo”.
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solparnofiello · 7 years ago
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La ola
El "Sí" a la salida del Reino Unido de la Unión Europea cambió el escenario político global. Desde Londres, una crónica sobre los que votaron por quedarse.
Por Marisol Parnofiello, para Revista Anfibia.
Hay un policía en cuclillas en la puerta del Palacio de Buckingham. Sonríe mientras saca varias selfies con una señora en silla de ruedas. Desde donde están se puede ver St. James’s Park, el más cuidado de los jardines de la ciudad, con 23 hectáreas y una variedad de amistosos patos que conviven, sin problema, con ardillas y turistas. Esto es Londres, Inglaterra, y el diario que regalan en el subte dice que hoy es 12 de septiembre de 2015.
Diez días atrás, la imagen de Aylan, un bebé muerto en la costa de Bodrum, Turquía, conmovió al mundo. El nene de 3 años no llegó, como sus padres intentaban, a la isla griega de Kos. Murió ahogado. Como una ola, esa muerte salpica, congela y alcanza a Londres. A solo algunas cuadras de donde este instagrameable policía sonríe, cientos de otros compañeros de su fuerza contienen una manifestación. Ahí está el Big Ben. Se alza con la misma fuerza con la que esta adolescente inglesa levanta una pancarta. Lleva el dibujo del planeta tierra y una frase: “El mundo está ahí para ser compartido”.
No está sola. Las calles del epicentro político de Londres, que rodean el Palacio de Westminter, están llenas de jóvenes que, como ella, gritan en un sábado de sol a los pies del Parlamento: “¡Abran las fronteras!”. Hay parejas, hay familias, hay nenes que se miran las manitos que el bebé sirio ya no podrá mirar jamás. La marcha se mezcla con una multitud de gente que aplaude. ¿Qué aplauden, señora? Aplauden a Jeremy Corbyn que también está ahí, a su vez, para celebrar que desde este 12 de septiembre es líder del Partido Laborista inglés.
Más que pedalear, Corbyn suele nadar el aire húmedo de Londres con su bicicleta. Cuesta arriba, encabeza a ese grupo de personas que se oponen al actual Primer Ministro del Reino Unido, David Cameron, líder del Partido Conservador.
El otoño desviste a los árboles, el invierno se acerca en Europa y la cuestión inmigratoria no deja de golpear las orillas. Parece que el mismísimo Cameron cumplirá con lo prometido. Llamará a un referéndum acerca de la permanencia en la Unión Europea (UE), con la certeza de que los miembros de Reino Unido votarán la continuidad. Mientras tanto, el ala derecha del Partido Conservador se afianza. Volverá su primavera y será pronto.
Otros países de Europa van haciendo lo suyo, de a poco. Recelosos, cierran las puertas de las casas. “Acá no”, dicen. En tiempos de recesión, el pasado vuelve, avasallante, como lo hace el mar mismo y revuelve el fondo.
Jueves 23 de junio de 2016. Las boletas preguntan: “¿Debe Reino Unido seguir siendo parte o no de la Unión Europea?”. Lo que para Cameron era una pregunta retórica se convirtió en su epitafio. El 52 % de los británicos votaron a favor de abandonar la UE. El Brexit (‘British Exit’ o salida británica) es un baldazo de agua fría y Cameron se aventura a dar un paso al costado. “No creo —declara— que sea el capitán adecuado para dirigir nuestro país hacia su siguiente destino”. Y así se baja del barco.
La nave que es Reino Unido tiene cuatro pisos. Dos votaron por salir: Inglaterra (con 53.2% de votos separatistas) y Gales (51.7%); y dos por quedarse: Escocia (con 62% de votos para permanecer) e Irlanda del Norte (55.7%). En el territorio de Gibraltar la intención de seguir como están fue absoluto: 95,9% a favor.
Hay quienes sufren el vértigo de esta tormenta marina: son los jóvenes. Según la consultora de investigación YouGov, el 64% de los británicos de entre 18 y 24 años preferirían quedarse en la UE. Sí, ellos, que no vieron ninguna guerra mundial, pero las aprendieron en las escuelas, sentados en las mismas aulas que sus amigos con rasgos de todas las razas imaginables. Según los primeros análisis sobre los votantes, la tendencia es: cuanto más joven y mayor nivel de educación, mayor fue el deseo de permanecer en la UE.
Eso quería Angus, 22 años, nacido en Brixton. Un chico sonriente que adora vestir con tiradores y pantalones negros. Que estudió en Central Saint Martins, una de las mejores escuelas de arte Londres, ergo del mundo. Que trabaja como mesero en dos restaurantes de la capital inglesa. Que coquetísimo, peina su flequillo rubio y usa base en la cara. Como este mismísimo Angus que no puede creer el referéndum y escribe a sus amigos:
“Estoy decepcionado. Parece que no aprendemos de nuestros errores. Parece que nos gusta ubicarnos más alto que el resto en lugar de unir fuerzas, juntarnos y enfrentar los problemas juntos. Parece que, como nación, somos todavía tan egoístas como nunca antes lo fuimos y vivimos la vida como si fuera un juego. No dejemos que esto nos afecte ni nos divida. Tenemos que estar juntos. Inglaterra no fue nunca grande por sí sola. Sólo porque usó y explotó otros bellos países es lo que es ahora. Recordémoslo. Todos somos iguales”.
Angus es de esos que abrazan fuerte para saludar. Angus no pregunta de qué nacionalidad sos —no se lo preguntó nunca a quien escribe durante el año que ella misma vivió en Inglaterra, en lo que otros podrían considerar “su” isla—.
Angus no había nacido cuando la Guerra de Malvinas pasó. Angus lo dice claro: somos todos iguales. Olas dentro de olas en una época en la que los vientos de derecha soplan con fuerza y retiran el agua medio metro para volver, feroz, a arrasar con todo lo que está en las orillas. Angus, en su juventud, es de los que dijo “No” a salir de la UE y cerró su reflexión con un fragmento del poema del inglés John Donne que inspiró una novela en Hemingway:
Ningún hombre es una isla entera por sí mismo.
Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo.
Si el mar se lleva una porción de tierra,
toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio,
o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia.
Ninguna persona es una isla;
la muerte de cualquiera me afecta,
porque me encuentro unido a toda la humanidad;
por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas;
doblan por ti.
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solparnofiello · 11 years ago
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No paran los arrebatos en los semáforos de la 9 de Julio
Por Marisol Parnofiello, para Clarín
Rojo se enciende el semáforo. Son las cuatro de la tarde en la esquina de 9 de Julio y Córdoba. Una mujer al volante se detiene. Tiene el vidrio bajo. Un muchacho con una vieja botellita de plástico se acerca al vidrio.
“Una monedita”, le dice y la chica lo mira.
“No tengo”, responde ella.
“Dale, linda, dame ésa”, insiste él. La mujer gira el cuello en dirección a la seña cuando siente las uñas rasgando la piel. Otro hombre en una camioneta grita. Pero el muchacho desapareció como un fantasma y ya no quedan rastros de nada.
Hasta que alguien lo comenta y un vecino desliza “a mí también me pasó”, “yo vi un caso igual”. Todos coinciden: sienten que la 9 de Julio es “zona liberada”. Se trata de delitos menores y excarcelables. Van desde los clásicos pungas y motochorros hasta los que simulan limpiar parabrisas o ser vendedores ambulantes y asaltan automovilistas. Aunque la mayoría de los robados no hace la denuncia, en la Policía Metropolitana afirman que sólo durante el primer semestre de 2013 hubo 67 detenidos por robo, hurto y sus tentativas.
Hace unas semanas la ex mujer del senador kirchnerista Aníbal Fernández, María del Carmen Barreiro, fue asaltada al volante un sábado a la noche cuando paró en el semáforo de 9 de Julio y Santa Fe, y dejó que le limpiaran los vidrios mientras hablaba por el celular que segundos después le quitaron. “La 9 de Julio es tierra de nadie, en especial en esta esquina de Santa Fe y en la de Córdoba y la de Corrientes”, asegura Ana Marchy, una comerciante brasileña de 37 años con local a la calle. “Van detrás de los turistas.
Nunca llevan armas, porque si los agarran es sólo hurto y encima muchos son menores, así que los largan rápido, en el mismo día casi siempre”, marca. Ese dato lo confirman fuentes de la Metropolitana: sin antecedentes, sin armas y siendo menores, la causa se cierra rápido. Los detenidos, en su mayoría, son argentinos, seguidos por chilenos, de la zona de Constitución y CABA. Desde la Metropolitana cuentan que “son personas con adicciones que ni piensan que hay cámaras en toda la avenida”.
Oscar, 32 años, es cadete en la zona, uno de los motoqueros que descansan en las plazoletas. “Nosotros los vemos, corren como gacelas, pero aunque cada tanto los agarramos, no podemos hacer mucho. No quiero decir que la Policía está arreglada, pero que lo sabe, lo sabe. Te roban, corren, se meten en esta entrada del subte (señala la estación 9 de Julio de la línea D) y salen por la otra donde está la salida de todas las líneas (Pellegrini y Diagonal Norte)”.
El comercio sobre las calles es ilegal en la Ciudad, pero no todos los que lavan parabrisas o venden productos se dedican a estos menesteres. Hay quienes de verdad trabajan más allá del frío y de la lluvia. Los vendedores lo enfatizan: “Hay grupitos bien distintos -confirma Ana-. Los que roban se repiten y eso a los comerciantes nos da mucha bronca. Estamos cansados”. Cansados, dice Ana y mira a alguien que duerme ahí, a un costado de la vereda. Una de las tantas personas en situación de calle que habitan la 9 de Julio, vidriera porteña para el mundo.
Esteban Figora, 52 años, encargado de edificio en Pellegrini al 700, comenta: “Actúan en grupo. El otro día vi a tres. Una chica de unos 20 años muy bien vestida y dos hombres fueron caminando detrás de un señor. La mujer simuló que se tropezaba y tiró las cosas. El señor le pidió disculpas. Se levantó a buscar sus papeles y en eso se acercó un tipo a ayudarlo. Yo le dije: ‘Maestro, le robaron la billetera y encima usted le pide perdón a uno de ellos”.
Hay también asaltos desde las motos. “Vienen dos -cuenta Esteban, el encargado-, marcan un auto, llegan al semáforo, uno distrae y el otro se baja a robar. Andá a alcanzarlos. Lo mismo con pibes en los semáforos. Salen corriendo en dirección a las plazas, en el medio del tránsito no podés agarrarlos”. ¿Los vidrios al manejar? “¡No los bajo ni loca!”, grita Ana, la vendedora.
¿Hacen la denuncia? “Los turistas, en el caso de que les roben los documentos -explica Esteban- … El resto de la gente no, ¿para qué?”. Y así el semáforo sigue en verde para los arrebatos.
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solparnofiello · 12 years ago
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11/08/13
POR MARISOL PARNOFIELLO
Especial para Clarín
El rey Luis XIV de Francia miró el jardín de su palacio y dijo: “Prohibido pisar las flores”. En su boca nacía aquello que para la especialista en diplomacia Karina Vilella fue “la primera norma de Etiqueta”. A un lado la naturaleza y al otro las reglas urbanas, las flores, poderosas flores, unían dos mundos. “El argentino ama las rosas, pero el jazmín es la flor porteña”, murmura el primer importador de rosas local, Raúl Agesta.
Que las flores en la Capital estuvieron siempre ligadas a las reglas de cortesía lo confirma Moisés Sasson. A sus 86 años, él y su esposa Elvira mantienen “la florería más antigua de la Ciudad”. Su padre, nacido en Turquía y educado en Túnez, llegó a la Argentina apenas terminó el colegio. “Consiguió trabajo en una florería –narra– y, como estaba muy bien formado, cuando la Infanta Isabel vino al país en 1910, el patrón lo mandó a entregarle el ramo en persona”.
Quizás con esa vivencia regia, el destino de Moisés, que aún no había visto el mundo, estaría marcado: hoy su familia suma 103 años de experiencia. “Este negocio, después de muchos otros, fue abierto en el año 30”, recuerda en su silla de Pueyrredón al 800.
El Mercado de las Flores de Barracas está en Olavarría 3240 y es el más grande del país. Provee a los puestos y comercios de Capital. “Lo abastecen plantaciones en La Plata, City Bell, San Pedro, Escobar, Rosario, Santa Fe y Entre Ríos”, detalla al alba Víctor Da Silva Sequira, Secretario de la Cooperativa Argentina de Floricultores.
¿La tercera variedad más elegida por los porteños? “Después de las rosas y los jazmines, son las freesias, por el perfume” (freesia se escribe con dos e, porque la flor es un homenaje al médico alemán Freese), confirma Agesta, 63 años y 42 en el rubro, dueño de Florecer, un local inmenso que nunca cierra. “¿El color de las rosas? El rojo –aclara–. En el resto se prefiere el blanco. Ahora en los ramos se suman otros tonos. Hoy se usan los liliums, los lisianthus, las gerberas, los nardos y las astromelias”.
Las orquídeas son las niñas mimadas de su espacio en Acuña de Figueroa 594. El fetiche es la Stanhopea Tigrina, una variedad blanca con pintitas amarronadas y aroma a chocolate que se consigue a $ 350. Hay, también, otro destacado: las flores impresas. Sólo dos comercios las ofrecen, mediante una impresora a inyección de tinta que imprime sobre los pétalos. Una rosa con un nombre o una frase cuesta $ 30.
En la manzana de Corrientes, Acuña de Figueroa, Gascón y Sarmiento, allí donde estuvo el viejo Mercado antes de que se alzara una iglesia evangélica, y de que se mudara brevemente a Avellaneda para instalarse en Barracas, los precios suelen ser un 50% menores al de puestos y florerías. Sin embargo, el ahorro máximo se consigue en la calle Olavarría. Pero hay que desperezar al sol: el predio está abierto los lunes, miércoles y viernes de 6 a 9, y los jueves y sábados de 8 a 11.
Los floristas cuentan que las flores suben un 20% en fechas como el Día de la Mujer, de la Novia, del Amigo, de la Primavera, de la Madre y fiestas religiosas. Por el impulso de Agesta, allá por el ‘83 se pudo empezar a disfrutar de rosas importadas todo el año. Las nacionales, en cambio, se podan en octubre y alegran hasta mayo, al igual que los jazmines y las freesias. Es la época de precios más bajos.
“Antes se vendían muchísimas flores –cuenta José, 66 años, vendedor del puesto de Callao y Santa Fe–. Tanto que una vez los dueños de este lugar, con el trabajo de un solo Día de la Primavera, fueron a un concesionario de autos. No los atendían porque estaban con el overol de trabajo. Pidieron por el gerente, sacaron el efectivo y dijeron: ‘Queremos la camioneta más cara’”. Fue en época de dictadura. Los puestos se cerraban a las 20 por ordenanza. La gente compraba a borbotones. A más represión, más rosas. Se respiraba en el aire: nadie podía pisar ni las flores ni el retoño de la democracia.
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solparnofiello · 13 years ago
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Ft. Lauderdale, con Vicentico y Tony Bennett
Al maestro con cariño
Tony Bennett y Vicentico grabaron juntos en los Estados Unidos. Fue una versión de "Cold Cold Heart".
20.05.2012 | Por Marisol Parnofiello. Fort Lauderdale. Enviada especial.
En un papel cabe todo el recuerdo. Es ese que el legendario cantante de jazz Tony Bennett le entregó en las manos a Vicentico. Fue anteayer, en Fort Lauderdale, la llamada "Venecia de América". Allí, el crooner más importante de los Estados Unidos grabó con Vicentico una nueva versión bilingüe de Cold Cold Heart.
Fue en el marco del nuevo trabajo de Bennett, Latin Duets, que saldrá a la venta en octubre de este año. Se trata del tercer álbum en el que Tony cantará acompañado de otros grandes músicos. El primero en esta línea fue Duets, An American Classic (de 2006, donde participaron, entre otros, Stevie Wonder y Bono ) y el segundo, Duets II (de 2011, junto a personalidades de la talla de Lady Gaga, Amy Winehouse y Michael Bublé). Esta vez, artistas latinos harán versiones de los grandes éxitos de Bennett que combinarán fragmentos en inglés y otros en el idioma de los acompañantes.
"Hace un mes -cuenta Vicentico tras la grabación- me llamó Afo Verde diciéndome que Tony estaba lanzando un disco de duetos y consultándome si quería grabar con él... Y yo casi me desmayo. Lo loco es que yo soy fanático de Bennett, como mucha gente, y venía escuchando todo el tiempo un disco que él hizo con Bill Evans que es hermoso". Vicentico dice "hermoso" y sus ojos se vuelven de cristal: "Para mí él es el espíritu de la música norteamericana.
Cuando hicimos las tomas se me caían las lágrimas de sólo tenerlo al lado".
Duerme una orquídea azul en un pasillo. Bennett camina despacio. Lleva en su cuerpo el peso de los casi 31.000 días vividos en sus 85 años. Vicentico imita el ritmo: él, en cambio, flota en el aura de lo que acaba de ser un sueño. Bennett asegura que, aunque no entiende español, se emociona cuando ve a Vicentico cantar desde el corazón. "Me dio un papel que ahora guardo como un tesoro, en el que puso otra mentira gigante: 'Sos un gran cantante, de los mejores que escuché últimamente, ojalá puedas cantar conmigo en Nueva York'". Vicentico sonríe. Afuera llueve, pero hay sol, como si la naturaleza también llorara de felicidad.
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solparnofiello · 13 years ago
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Hasta pronto, Flaco
FUE EN UN CLIMA DE PROFUNDO RESPETO
En su casa de Villa Urquiza, los fans lo despidieron en silencio
El cuerpo del músico fue retirado a las 21.52, para un velatorio íntimo.
09.02.2012 | Por Marisol Parnofiello [email protected]
Ironía del destino. O despedida a la altura de su poesía. Ayer, a las 21.52, en un 8 de febrero atípico, el viento cálido doblaba los árboles y en la entrada del domicilio de Luis Alberto Spinetta un puñado enorme de hojas secas se acumulaban, tristes, a sus pies, mientras sus restos abandonaban su casa.
Ninguno de los vecinos que supo la noticia a las 18.15 quería que el Flaco se alejara como lo hizo a las 17.30 rodeado de sus hijos, Dante, Catarina, Valentino y Vera.
En un clima de profundo respeto en el que los propios fans pedían que no se filmara ni se sacaran fotos, los policías cercaron la entrada de la casa. Del otro lado, cientos de personas, en su gran mayoría muy jóvenes, se reunían en silencio. Algunos vecinos contaban anécdotas sobre Luis Alberto, y en todas el rasgo que se destacaba era su humildad, su disposición para conversar o firmar un autógrafo si se lo pedían.
Las paredes externas del domicilio de Spinetta, ubicado en Iberá al 5005, en el barrio porteño de Villa Urquiza, fueron adornadas con dibujos y cartas. Una de ellas recordaba: “canta, canta, canta toda la vida/ canta con emoción y al partir sentirás una brisa inmensa de libertad”.
Los primeros en salir de la casa fueron sus hijas Vera y Catarina, acompañadas por sus parejas.
Más tarde, estacionó frente a la entrada de la casa una camioneta trafic verde, enviada por el cementerio privado Jardín de Paz, de la zona de Pilar. Fue en ese momento cuando Gustavo, el hermano de Spinetta, saltó por la terraza del estudio de música contiguo a la casa (Iberá al 5009) y deslizó una frazada roja sobre la camioneta, para evitar las fotos.
Las fuertes ráfagas de viento volaron la frazada y la propia gente que estaba en la calle pidió que volviera a acomodarla. Un aplauso largo y conmovido acompañó el momento en que el cuerpo de Spinetta fue retirado de la casa.
Unos minutos después, Gustavo se fue en su auto. Tras él salieron Dante y Valentino. La ceremonia íntima fue en el velatorio O’Higgins, del barrio de Belgrano.
Un fan de los muchos que se quedaron allí lloraba en silencio, a oscuras. No quería escuchar los otros llantos. En sus oídos llevaba puestos auriculares. Uno podía imaginarse qué estaba escuchando mientras veía, con la mirada perdida, con qué verdad todas las hojas son del viento.
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solparnofiello · 13 years ago
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Charly en Arenabeach, una crónica
Fiesta de Charly frente al mar
Por Marisol Parnofiello
Más de 45 mil personas de todas las edades disfrutaron de un gran concierto.
La historia prosigue. A los 60 años y al aire libre, García y su banda tocaron una treintena de temas, casi todos, a esta altura, himnos del rock local.
Mar Del Plata.Enviada Especial - 05/02/12
Quizás todos los aplausos por chicos perdidos que la Costa argentina registró en la última década no logren alcanzar los que ayer recibió Charly. El icono del rock nacional, que de niño ya tiene poco y que más que perdido, tiene un pasado ganado, regaló su música a más de 45 mil personas en un recital gratuito en Arenabeach en Mar del Plata.
Y no sólo a ellos. El gran destinatario de su arte no tuvo mirada cómplice ni vestimenta particular. “Mientras miro las nuevas olas/ yo ya soy parte el mar”, escribía Charly en el tema homónimo y ayer uno podía asegurar que la mímesis entre él y esas aguas saladas era perfecta.
El rum rum anunciaba que el hombre de 60 años tenía ganas de cantar. Especie de homenaje oculto, el señor del bigote bicolor repasó con ganas temas como Cerca del Revolución , Alicia en el país , Popotitos o Me siento mucho mejor , para cerrar con Hablando a tu corazón y Canción para mi muerte . Lo hizo acompañado por su banda, The Prostitution, integrada por Christine Brebes (violín), Julián Gandara (violonchelo), Alejandro Terán (viola), Negro García López y Kiuge Hayashida (guitarras), Carlos González (bajo), Rosario Ortega (voces), Fernando Samalea (bandoneón), Toño Silva (batería) y Fabián Quintiero (teclados).
Veraneantes de todas las edades disfrutaron en ojotas y sin remeras de los clásicos. La temperatura, solidaria, acompañó: había 28° a las 17 y el cielo, de un celeste clarísimo, permaneció despejado.
Para Charly, La feliz es mucho, mucho más que una playa. Es que no sólo ha confesado que el mar lo relaja, sino que aquí, en tierra de arenas doradas, el destino dio luz a una de las bandas más emblemáticas del rock nacional, Sui Generis. El de ayer fue apenas un mordisco de lo que será el plato principal de Charly para este año. Se presentará en abril en River para cerrar el Quilmes Rock. Se trata de su regreso al Monumental, el lugar en donde en 1992 Serú Girán hizo sus míticos shows. El mar estará un poco más lejos allí. Pero ayer Charly se lo llevó adentro.
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solparnofiello · 13 years ago
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Entrevista a Walter Tournier
Una de piratas latinoamericana
Entrevista. Walter Tournier. “Selkirk, el verdadero Robinson Crusoe”, que se estrena hoy, es el resultado de un proyecto con pie en el Uruguay, nuestro país y Chile. Filmada con la técnica de stop motion, habla su creador.
02.02.2012 | Por Marisol Parnofiello [email protected]
La Paz y Democracia. Sabiduría del destino, en esa intersección de la ciudad uruguaya de Montevideo se emplaza el taller en el que, con infinita paciencia, Walter Tournier y su equipo de trabajo, dieron vida, caricia a caricia, a un mundo de personajes con esqueleto de acero y piel de látex. Se trata de Selkirk, el verdadero Robinson Crusoe , un filme de animación realizado en stop motion, con fondos 3D y nacionalidad tripartita: Uruguay, Argentina y Chile.
Detrás de un portón, un pasillo. Y en las paredes cientos de viñetas de storyboard con piratas, tabernas, mares y loros. Tournier, director de la puesta (también guionista y uno de los productores), camina despacio en una tarde de calor agobiante que no le quita el buen humor. “Llegaron”, dice y sonríe, como dando la bienvenida. Invita a pasar a un mundo de ensueños. Detrás de unas cortinas negras, un enorme galeón de siete metros por tres se impone y el sonido unánime domina: “¡Wow!”. Allí todo está milimétricamente calculado. Cada pirata, cada soga, cada surco de madera recreado sobre telgopor tiene una precisión a escala perfecta.
¿Por qué un filme sobre piratas? De alguna manera, descubrimos lo que hizo Dafoe, que era contemporáneo de Selkirk. A él le cuentan la historia de este hombre y crea la novela ambientada en el Caribe. Entre 1790 y 1794, Selkirk, que era escocés, fue marinero en un galeón inglés. Cuando estaban camino al Cabo de Hornos, en busca del Manila, que era un barco lleno de oro y tesoros de la época, se pelea con el capitán, porque después de una tormenta él insiste en que hay que arreglar el barco. Entonces lo abandonan en un archipiélago, frente a Santiago de Chile. Lo dejan solo y se van.El tenía razón, porque ese barco finalmente se hunde. Selkirk vivió cuatro años en la isla, donde es rescatado por otro pirata.
La historia sucedió cerquita… Nos gustó la idea porque había pasado en esta latitud. Pero además, el detonante fue que, cuando Selkirk vuelve a Inglaterra, domestica gatos, como en la isla. El añoraba lo que había vivido. Este hombre ambicioso aprende a hacer fuego y cerámica cuando se encuentra con la naturaleza. Queríamos ver qué le pasaba al ser humano en una situación así. ¿Se deja abatir, se deja morir? No, sigue adelante, saca fuerzas de donde no sabía que las tenía. De alguna forma, él va a buscar un tesoro y descubre otro.
¿En qué consiste el stop motion? El stop motion parte de tener una cámara que capta una fotografía. Antes se hacía con cámaras de cine que sacaban fotogramas. Se necesitan 24 por segundo. Ahora, nosotros trabajamos con cámaras de fotos HD (alta definición) vinculadas a una computadora. Al tener un objeto enfrente y la cámara fija, movemos el objeto y le sacamos fotos, después las imágenes se pasan en forma continua y el objeto adquiere movimiento.
¿Cualquiera puede hacerlo? Cualquiera puede lograr imágenes con movimiento, pero no cualquiera puede animar. Porque animar viene de la palabra alma. Se trata de darle carácter al personaje, de conseguir que se mueva como uno quiere. Eso requiere cierta especialización.
¿Por qué decidieron hacer la película en tres países? Nosotros vivimos en un país muy pequeño y no podemos financiar ningún largometraje solos. Con una película de este tipo se necesita un presupuesto alto. Por eso suelen hacerse coproducciones.
Tournier es uno de los animadores más respetados de América latina. Asegura que éste es un trabajo en equipo, una hazaña impensable sin la ayuda de tantas almas creativas, entre las que se encuentran muchos de sus ex alumnos. Sencillo, toma los muñecos y los ofrece. “La piel es de silicona, se le dan varias capas. Y las manos son de látex. Con los años, logramos que la estructura interna de estos muñecos –explica mientras mueve un esqueleto de acero articulado- pueda flexionarse con mayor suavidad. Así los movimientos son más reales”.
Suelen decir que es el Tim Burton latinoamericano, ¿se siente así? Somos muy diferentes a pesar de trabajar con la misma técnica. No me gusta nada que me digan eso. Más cuando tengo algunos antecedentes de cositas raras con él.
¿De qué tipo? Hay una película producida por él, titulada 9 , y un trabajo mío, A pesar de todo , que fue realizado ocho años antes…. Si lo ven, cada uno sacará sus conclusiones. Sé que él anda con unos juicios en Italia. Algo similar sucedió con su filme El cadáver de la novia y otro mío, Hasta los huesos . No tengo nada contra él, salvo esas cosas. Sí lo respeto como realizador, pero que saquen ideas de esta parte del mundo...
El primer agradecimiento en los créditos es para Eduardo Galeano… Gracias a Eduardo pudimos empezar la película. Hace años, él ganó un premio que le permitía darle un dinero a tres instituciones. Una de ellas fue la nuestra. Con eso hicimos posible el inicio de la película: pudimos hacer el trailer que permitió investigar la combinación de 3D con stop motion y mostrárselo a posibles productores.
Galeano, ese hombre que célebremente ha escrito que la utopía sirve para caminar, es íntimo amigo de Tournier. Y no sorprende. “Siento que soy un privilegiado en América latina –asegura Walter-, a pesar de que no tengo un buen pasar económico, pude hacer las cosas que he hecho de acuerdo a mi pensamiento, nunca he hipotecado nada de lo que creo”.
¿Qué es para usted la animación? La posibilidad de transmitir ideas para tratar de ayudar a que el ser humano crezca.
Walter tiene 67 años y un sinfín de premios ganados. Estuvo exiliado hasta 1985 en Perú, pero regresó a su país, y dice, convencido, de que talento, en estos pagos, no falta. “Fijate vos la edad que tengo –señala- y recién ahora puedo hacer mi primer largometraje cuando deberían estar haciéndolo jóvenes”. Pero él no se cansa. Es de esa raza de artistas para los que no hay obstáculos insalvables; de ésos que, como Selkirk, descubren tesoros en cada tierra avistada.
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solparnofiello · 13 years ago
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La última sesión de Freud
CARNE DE DIVÁN SUÁREZ Y MACHÍN, EN EL ESCENARIO DEL MULTITEATRO.
Hablando se entiende la gente
Entrevista. Jorge Suárez y Luis Machín. Interpretan a Sigmund Freud, padre del psicoanálisis, y a C.S. Lewis, el escritor católico, en “La última sesión de Freud”. El enfrentamiento entre sus puntos de vista.
31.01.2012 | Por Marisol Parnofiello [email protected]
Decía el escritor argentino Héctor Libertella que, entre las mil y una lenguas del mundo, sólo el castellano da la posibilidad del yo como algo que está constituido por una letra que une -y- y otra que a continuación separa -o-. En esas aguas incesantes entre lo que acerca al otro y lo que lo expulsa de él, navega La última sesión de Freud , adaptación de la obra de Mark St. Germain, que protagonizan Jorge Suárez y Luis Machín en el Multiteatro, con dirección de Daniel Veronese.
¿Qué piensan de sus personajes? Suárez: Freud, como en su momento Galileo, Copérnico o Darwin, provocó un antes y un después en la historia de la humanidad. Es un enorme desafío hacer a este señor tan reconocible, por un lado, y tan poco conocido en profundidad, por otro. Porque si bien es muy mencionado por su nombre, no todos saben lo que hizo: develó, entre otras cosas, que tenemos un inconsciente que nos domina. Para mí es un reto interpretarlo en los últimos momentos de su vida, donde ya incluso su paciencia y su serenidad se ven afectadas por el sufrimiento de su cáncer de paladar con treinta operaciones, y con un límite de tiempo previsto por los médicos, y por él.
Machin: Lewis es menos renombrado internacionalmente. Pero sí es muy respetado en el ámbito literario: es el autor de Las crónicas de Narnia , de Cartas del diablo a su sobrino , entre muchas otras obras exitosas.
¿La visita sucedió fuera de la ficción? Machín: No se sabe, hay datos que apuntalan que sí, que es un encuentro que Freud propició en los últimos días de su vida para enfrentarse a esa contraposición de pensamientos, teniendo en cuenta que Lewis no era ningún improvisado. Se trata de alguien que, en su infancia, tuvo un acercamiento a la religión, después se volvió agnóstico y sus lecturas y distintos acontecimientos que lo sobrepasaron, hicieron que él se convirtiera al cristianismo.
Dos cosmovisiones antitéticas… Machín: Lo interesante es cómo estos discursos pueden convivir más allá de las diferencias. Cómo pueden desarrollar un diálogo de una hora y media parados de forma opuesta frente a temas trascendentales de la vida y, sin embargo, tocarse.
Suárez: El choque de ideas se torna por momentos muy gracioso. Lewis habla desde el corazón y Freud lo pone en jaque. Este es un Freud más humano, un hombre traspasado por el dolor y por una teoría que desarrolló durante muchos años y de la que, de cierta forma, está hastiado.
¿Cómo es su relación con el psicoanálisis? Suárez: Hice terapia toda la vida, desde los 19 años, con algunas pausas. Me analicé doce años con mi primera terapeuta y otros diez con otra que, lamentablemente, falleció. El psicoanálisis me ayudó a aceptarme como soy, a pensar que mi forma de ser es algo que puede funcionar. A mí personalmente no me gusta la violencia y prefiero vincularme con los otros desde otra energía. Acepté eso y entendí que la energía de uno es ésa con la que tenemos que convivir todos los días, y que no hay que desvalorizarse por ser de una forma y no de otra. Los seres humanos somos vulnerables, estamos llenos de miedos y cualquier terapia que pueda ayudar a aceptarse, a comprender y a modificarse, es valiosa.
Machin: Agarré la terapia a los 24 y no la abondoné más. Cambié una sóla vez de terapeuta. Hasta los 30 hice con el primero y ya hace trece que hago con otro. Me hizo pensar en situaciones brutales de mi existencia, me volvió más reflexivo, que es algo que uno a veces le achaca. Pero mi terapeuta, que es una persona sensible e inteligente, suele decirme: “Acá venimos y hablamos un ratito, y después nos vamos a vivir” . Me sacó del pensamiento centrípeto que me llevaba a mirarme el ombligo. Y la verdad es que es extraordinaria la posibilidad de dialogar con uno. Como dice un amigo, me gusta pensar que el psicoanálisis es pagar en cuotas un punto de vista.
Algunas personas creen que pensar tanto va en detrimento de vivir el presente...
Suárez: Hay que citar a Eladia (Blázquez): la vida está para honrarla. Uno no puede estar dudando todo el tiempo, hay que tratar de vivir la vida que uno puede dentro de las posibilidades que tenemos.
Machín: No me gusta imaginarme al pensador encerrado en su mundo, sin la posibilidad de una vida como fricción energética. Me parece una incoherencia total vivir en el puro devenir de los acontecimientos. Hay momentos brutalmente naturales, como el nacimiento, el sexo, el amor, la muerte, en donde la reflexión impone una pausa. Y otros donde el pensamiento cobra un valor importante.
¿Qué público imaginan? Machín: Creo que puede ser interesante, muy heterogéneo. Porque si bien el argentino que se precie de serlo, es psicoanalizado, también hay mucha gente católica. El lenguaje de la obra no es técnico, es bien cotidiano. Y no es una puesta meramente discursiva. Los cuerpos están atravesados por lo que dicen.
Suárez: La obra trata de poner luz sobre algo tan difícil como es la fe del hombre. Uno no siempre puede entender los motivos por los cuales llega a una conclusión y pienso que la gente se va a sentir identificada al punto de decir: “¡A mí me pasa eso!”.
Dicen que se ponen nerviosos. Que hay dolor de panza. Que salir al escenario es dar todo, abrirse. Lo describen y en ese poner en palabras parecen estar narrando los instantes previos a sentarse en un diván y hablar con el psicoanalista.
¿Será que ser actor es una terapia paralela? Suárez: Claro, los artistas, desde la humildad más grande y desde la omnipotencia más profunda, hacemos una entrega. El corazón de un actor, al levantarse el telón, se conmueve. Hay que ver sangre en el escenario y dejar todo. Porque, finalmente, el teatro nos cura, nos sana, nos salva.
Machín: El escenario es un campo de batalla. Están las ideas, los cuerpos, las fricciones y toda la energía de uno...
Luis se entusiasma mientras cuenta lo que siente, sentado en una sillita sobre las tablas del Multiteatro, a metros de un diván de época. “Ahora que hablamos tanto me dieron ganas de actuar”, confiesa. Como si poner en palabras, esa magia que Freud recomendó a sus pacientes, impulsara a estar bien, a vivir con la mayor fortaleza posible, a hacer lo que nace desde adentro. “Freud -señala Suárez- deja expresado que el deseo no se puede satisfacer, ni siquiera identificar. Lo importante es tenerlo. El deseo es un motor”. El motor de la vida y del encuentro entre el Yo y el Otro .
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solparnofiello · 13 years ago
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Entrevista a Maximiliano Guerra
Maximiliano Guerra: "Hay que sacar el teatro a la calle"
Entrevista. Hará “Iván el terrible” a partir del 10, en el Auditorium de Mar del Plata. Aquí cuenta por qué eligió este clásico. Y habla de su mujer, que no sabe si podrá seguir bailando.
02.01.2012 | Por Marisol Parnofiello [email protected]
Maximiliano Guerra tiene una estrella. Y no sólo esa que uno se imagina, la del talento, que también la tiene y cómo, sino otra, literal y de fuego puro. Se la regaló la NASA a principios de la década pasada junto con el Premio Constelación y así, este hombre de 44 años se convirtió en el primer latinoamericano en atesorar un lucero registrado en el firmamento.
Símbolo de pasión, Guerra brilla y en su brillar da luz a los integrantes de la compañía El Mercosur, que formó hace doce años para dar espacio a los talentos que no tenían dónde bailar. Y da luz al público que desde el 10 de enero, en el teatro Auditorium de Mar del Plata, podrá disfrutar del estreno mundial de una nueva versión de Iván el terrible , otro de esos hombres que de pasión supo y mucho.
¿Por qué este clásico? Estábamos haciendo Carmen con muchísimo éxito y como siempre llegó la pregunta: “¿Y ahora, qué hacemos?”. Pensamos miles de posibilidades y un día, en medio de una gira, terminamos de comer un asado en una escuela y Gabriela Pucci, la codirectora del ballet y mi coach, me esperó con dos papelitos. No podía elegir a ciegas. Me fijé y vi que uno era Iván el terrible . Me fascinó, porque era una asignatura pendiente. Es un personaje de la historia muy bello.
¿Qué te maravilla de él? Tiene un arco amplísimo que va desde las masacres que hizo hasta su parte heroica. Lo llamaron “el Zar de todas las Rusias”, porque logró reunirlas con la ayuda del pueblo, que le permitió recuperar su trono. Gobernó muchos años y muy bien. Bajó el analfabetismo y sufrió. Sufrió mucho, porque le mataron a sus padres y a su esposa delante de sus ojos. Ese amor intensísimo por Anastasia y su muerte es lo que lo vuelca verdaderamente a la locura. Y también está su enfermedad, la sífilis, que en ese momento se trataba con mercurio, una sustancia que produce alucinaciones. Me parece muy fascinante, quizá por la predisposición que tenía a gobernar democráticamente allá por 1500.
Su historia es colosal, ¿cómo será tu versión? Me pareció que lo mejor era contar cómo lo veo yo a Iván. La adaptación teatral la hizo Manuel Callau. Voy a hacer un ballet de 40 minutos que va a contar los hitos principales de su vida, a través del recuerdo de su última hora, cuando está por morir. Hay cosas que va a revivir en esos minutos y otras que va a preferir no recordar.
No recordar. Una frase que Maximiliano repite, esta vez para sí mismo, cuando alude a ese momento del 2011 en el que su estrella parecía apagarse. Fue en octubre, cuando en plena función de Carmen , ballet que protagonizaba con su esposa de 34 años, Patricia Baca Urquiza, ella sintió un fuerte dolor en el pecho. Maximiliano la sostuvo en el escenario hasta finalizar la función y más allá: hasta que los paramédicos le informaron que había tenido un infarto, hasta que le realizaron una angioplastía y le colocaron cuatro stents, hasta que los doctores anunciaron quizás lo más duro que un artista de su categoría puede escuchar.
¿Cómo lo viviste? Cuando te pasa algo así, se te desequilibran la casa y los sentimientos. Ella ahora está perfecta, pero le queda mucho miedo y a vos se te llenan los bolsillos de preguntas. Si ella fumaba doce cigarrillos por día, era un montón. Así que no fue por el tabaquismo. Tampoco tiene grasa en las arterias, no hay antecedentes en la familia. Nada por lo que vos puedas decir: “Fue esto”. Nada. Y sin embargo, pasó. Te tenés que reacomodar y eso cuesta. Pero todo pasa por algo, todo es experiencia, hasta lo malo es un aprendizaje para fortalecerte y para seguir con otra mirada sobre la vida. Ella me acompaña, me apoya. No puede bailar por ahora y no se sabe si va a poder volver a bailar. Patricia es mi musa inspiradora.
Estás rodeado de mujeres, por tu trabajo y por tu familia.
Sí. Mi hija mayor, Micaela (fruto de su primer matrimonio), acaba de terminar el secundario y la admitieron en la Universidad de Nueva York para estudiar comedia musical. A Azul le gusta hacer teatro y cantar, y a Zoe, bailar. Las veo crecer bien y eso me pone feliz.
A Maximiliano parecen colmarlo las cosas chiquitas. Habla del descenso de River con la misma intensidad con la que habla de sus vueltas al mundo. Y habla de consciencia social. El, que es padrino de la Fundación Garrahan y que por las sombras y sin mucha pompa está ahí, firme, en los encuentros solidarios a los que se lo convoca. “Hacer algo por el otro”, dice una y otra vez.
¿Y cómo ves la danza en la tele? Hernán Piquín ganó “Bailando por un sueño”… No miro tele. Hace unos años hice una apertura de “Bailando…” con mi mujer. Creo que es importante que la danza sea popular, pero que lo utilicemos para otras cosas, no. Hernán es un gran bailarín. Estuvo en mi compañía cuando era jovencito, estuvo con Julio (Bocca). Es un gran talentoso, lo único que digo es que para mí es una pena que esté haciendo eso y que no esté en un escenario, como corresponde, que es como se debería ver a esos bailarines. Pero cada uno elige su camino. Ya lo decía Antonio Machado: “Caminante no hay camino/ se hace camino al andar”. Y ese camino nadie sabe cómo es.
¿Cuál es tu mirada sobre la mujer? Es la mirada de lo que llamo un verdadero hombre. Con mucho respeto, con mucha admiración, porque la mujer puede dar vida. En principio, el cuerpo para los bailarines es un instrumento de trabajo. Después está la parte erógena que todos tenemos. El cuerpo de la mujer es bello, hay que admirarlo y respetarlo mucho. La mujer es un humano y su cuerpo no es un objeto disparador de morbo, ni es un objeto sexual, ni algo que puedas manipular. Es como si tuvieras una copa de cristal muy frágil a la que hay que cuidar.
¿Qué sentís cuando bailás? Siento mucha libertad. Una profunda necesidad de entrega y mucha alegría de poder hacerlo. Siento pasión. Desde chico lo comparaba y muchas veces me cargaban. Para mí es como hacer el amor. Tenés ese momento en el que todo vale, en el que todo cuenta: es el olor, la mirada, el tacto. Toda esa intensidad de los dos cuerpos. Eso es lo que pasa, o lo que debería pasar entre el artista y el público.
¿Y si falla? (Maximiliano se sonroja y ríe) Nunca me pasó. Pero supongo que hay segundas oportunidades...
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solparnofiello · 13 years ago
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La pelvis de Chayanne
MUSICA
El festival ”Pelvis Music”
Chayanne en Ferro. El puertorriqueño cantó poco y se movió mucho.
23.10.2010 | Por Marisol Parnofiello [email protected]
El jueves, a las 19.40, la luna era de agua y el público, eminentemente femenino, colapsaba los alrededores del estadio de Ferro. Pero la Argentina no tiene suerte con los shows de Chayanne. El 5 de octubre de 2007 el astro suspendió el show que estaba dando en River. Tres años después, el espectáculo fue corto, con problemas de sonido y de organización.
“Pagué $550 una vip platino y no se ve nada”, le dijo una blonda al señor de seguridad. El gran problema lo suscitó la venta de entradas laterales frente a las pantallas grandes, que imposibilitaban la vista del artista. “Chicas, no se paren”, “Despejen los pasillos”, “No fumen”, pedían los guardias. Pero nada. Las mujeres se amontonaron bloqueando todas las salidas de seguridad.
Finalmente, Chayanne salió a las 21.50 y las fanáticas olvidaron, por un rato, todo. Con su sonrisa, el puertorriqueño cantó 18 canciones: ocho lentos que incluyeron Y tú te vas , Cuidarte el alma , Atado a tu amor , Lo dejaría todo y Un siglo sin ti ; y diez clásicos movidos, entre ellos, Provócame (el elegido para la apertura), Guajira , Baila, baila , y Caprichosa .
“Gracias, mi gente querida. Gracias a esta tierra que me ha dado tanto”, le expresó el cantante al público que no paró de declararle su amor. Con coreografías precisas, sensuales y dinámicas, las chicas no podían contener la libido cuando el hombre movía la pelvis. “¡No te muevas así que me mojo!”, rogó una de las espectadoras para sorpresa de la fila 10.
Cuando parecía que los inconvenientes se habían sorteado, en el octavo tema, Tu boca , el sonido se entrecortó y desde entonces la pista estuvo por encima de la voz de Chayanne.
La anteúltima canción fue Salomé . La celebridad se despidió, pero volvió y cantó Torero . Despedida escueta. “Nah, ahora vuelve, no te preocupes”, le aseguró una amiga a la otra. Pero las luces se fueron encendiendo y los plomos, rápidamente, comenzaron a retirar los instrumentos. Un minuto, dos, cinco, diez. Las fanáticas abuchearon. “¿Pagué $500 por una hora y cuarto? La próxima vez que lo venga a ver Montoto”, se quejó una señora. Pero a la salida del recital, una mujer le consultó a otra: “¿Cómo duermo yo hoy, me querés explicar? ¿Viste la remerita blanca que tenía!”. “¿Y ese pantaloncito de jean!, -le respondió la otra-. ¡Esas piernas duras!”. Para unas y para otras, la noche fue un suspiro.
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solparnofiello · 13 years ago
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Con Roger Waters en Villa 31
Con la guitarra bajo el brazo El músico (bajista) recorre las calles en el videoclip de su tema “The Child Will Fly”.
MUSICA
Un domingo especial
Roger Waters en la Villa 31 El músico británico fue a grabar su participación en el videoclip de un tema que compuso para la Fundación Alas.
11.03.2012 | Por Marisol Parnofiello [email protected]
Doce músicos rodean al hombre de 68 años que está sentado en un banquito de madera. Lleva pantalón de jean, remera negra y unas zapatillas de lona blancas que de tantos lavados apenas dejan ver la mitad de la marca. Ese que se dobla sobre la guitarra criolla y calienta sus dedos largos con los acordes implacables de Wish You Were Here , cuando la cámara se apaga, es sólo un ser humano. Pero para muchos es una deidad. Quizás por eso los apóstoles lo miran, y lo siguen, y lo besan. Lo cierto es que este Dios que derriba muros y los levanta, noche tras noche, no descansa los domingos.
No lo hizo ayer, cuando el trabajo apremiaba. Roger Waters llegó a la Villa 31 a las 13.20 desde el hotel Faena, donde se aloja. Lo hizo acompañado de su mujer, Laurie Durning, y una troupe de acompañantes que llegaron en tres camionetas importadas y varios autos.
La de ayer fue la jornada final de un proyecto que nació hace años, cuando la Fundación América Latina en Acción Solidaria (ALAS), lo convocó para crear una canción que ayudara en la causa de la organización: fomentar el desarrollo infantil temprano, para interrumpir la transmisión intergeneracional de la pobreza.
El bajista de la mítica banda Pink Floyd aceptó gustoso y escribió The Child Will Fly . Varios artistas se sumaron. Entre ellos: Shakira, Eric Clapton, Pedro Aznar y Gustavo Cerati, que a principios de 2008 se reunió con Waters en Nueva York y grabó en el estudio Looking Glass algunos fragmentos del tema, bajo la dirección de Héctor Castillo (el ingeniero de grabación de Ahí vamos ).
Con un trabajo lento, pero incesante, que llevó más de cuatro años, ayer se rodaron las últimas escenas del videoclip de 12 minutos que, se espera, se estrene en el último recital de “The Wall Live” en River. En fechas anteriores, Roger grabó también en Ciudad Oculta y en el centro porteño. La dirección estuvo a cargo de Diego Kaplan ( Igualita a mí , ¿Sabés nadar? ), quien también participó en el guión, junto a Coraje Abalos. Entre actores y equipo técnico, 40 personas trabajaron en el corto que retrata la llegada de Waters a un asentamiento, con el estuche de su guitarra en una mano y un papelito en la otra. Roger busca a un grupo de músicos. Y lo encuentra.
“I’m from Villa 31” ( “Soy de Villa 31” ), bromea uno de los muchachos del lugar, mientras una centena de personas caminan detrás de Waters. Su casa da a un pasillo en el que un perrito se rasca las pulgas apoyado contra un lavarropas abandonado. Adentro, la tele está encendida: se ve el Chavo del 8 . “¿Te firmó la guitarra, Adrián?”, le preguntan. Alguien que no es del lugar agrega: “Esa va para Mercadolibre, eh”. Pero no hay risas. Adrián está feliz con su viola garabateada por uno de los músicos más importantes de la historia.
Tan feliz como el señor que pisa los ochenta y que cedió su casa para la más importante de las cinco escenas que se grabaron durante la tarde. Allí él y una decena de chicos rodean a Waters. Tienen instrumentos improvisados. Un nene de cinco años toca una batería de bidones de plástico. Una chica hace sonar una guitarra con cuerpo de lata de yerba. Roger sonríe. “Lo aman”, confirma Kaplan.
Afuera una nena de piel dorada y pelo afro, que apenas sabe hablar, le limpia las manos a una amiguita de ojos achinados. En el más cosmopolita de los lugares, la bajita de vestido colorado le suelta los dedos a su compañera y vuelve al juego. Una burbuja tornasolada vuela y estalla. Desaparece. La nena se queda mirando al cielo, maravillada, por lo que acaba de pasar. Como a ella, a los habitantes del lugar les queda, al menos, el recuerdo de algo hermoso.
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solparnofiello · 13 years ago
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Rod Stewart, una crónica
MUSICA
Lujosa noche rocker
La gala de Rod Stewart. Susana Giménez, Macri e infinidad de famosos, en una cena show a 5.000 pesos el cubierto.
21.10.2011 | Por Marisol Parnofiello [email protected]
La ciudad era un caos, pero no importó. No importó que todas las vías de acceso a la Capital Federal estuvieran cortadas como parte de las marchas por el primer aniversario del crimen de Mariano Ferreyra, militante del Partido Obrero. La cita, anunciada para las 20, no por difícil fue imposible y así, esos fanáticos de Rod Stewart que pudieron darse el lujo de pagar 3.000, 4.000 y 5.000 pesos, llegaron airosos para disfrutar de una cena de gala de esas que “uno sólo ve en las películas”, como decía un muchacho entre entusiasmado y confundido.
Una banda de jazz recibía a los espectadores en el salón principal. A partir de las 21.30, hombres y mujeres podían pasar al espacio en el que estaban distribuidas las mesas. La cena se extendería tan sólo una hora antes de que el escocés irrumpiera en el escenario. Todos, los que llevaban sus vestidos más lujosos, y los que se animaban a un simple pantalón de jean, comerían lo mismo, y así fue: frescura del mediterráneo, tourneados de lomo en costra de hierbas y chocotorta version café des arts .
Estuvo Susana Giménez, sí. También Ricardo Darín, Guillermo Francella, Dolores Barreiro, Nacho Viale, China Suárez, Aíto de la Rúa, y una infinidad de famosos. “¿Se puede ir a una cena de gala con muletas, Germán?”. “Y sí, yo me lo permito”, le confesaba a Clarín Paoloski. Tampoco estuvo ausente Marcela Tinayre, amiga, junto con su esposo, Marcos Gastaldi, de Stewart. Pero el verdadero star system no fueron ellos. Las damas enfundadas en los vestidos más costosos corrían, desesperadas, detrás de “Francisco”... Francisco De Narváez. “Ahora vamos y le decimos: ‘¡Vos sos el próximo gobernador!’, y le pedimos una foto, ¿eh?”, planificaban dos señoras. Mauricio Macri tuvo su audiencia: “Soy tu fan”, le aseguró otra muchacha de cincuenta y pico. Juliana Awada, eufóricamente saludada por De Narváez, se sentó a disfrutar de la gala en la mesa número uno, pegadita a Susana.
Rod, claro, brilló. Meneó caderas, se permitió carcajadas que no lo dejaban cantar, recibió rosas blancas, se cambió tres veces y cantó 18 temas. Entre ellos: Love Train , Have I Told You? , Talk About It , y el clásico Da Ya Think I´m Sexy . La cena terminó a las 12.25. Una señora de largos setenta tiró el bastón y se desplomó en su silla. Buen indicio: ella también quería más.
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solparnofiello · 13 years ago
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Entrevista a Florencia de la V
FLORENCIA DE LA V
PERSONAJE
Flor de la V: "Aprendí qué es la culpa desde que soy madre"
Entrevista. Habla de su maternidad A los 35 años, asegura haber marcado un punto de inflexión en la sociedad argentina. Confiesa que no le tiene miedo al qué dirán ni a la discriminación de sus hijos.
26.11.2011 | Por Marisol Parnofiello [email protected]
A Florencia de la V le llevó dos años y toda una vida estar sentada ahí. Ahí, en ese sillón color arena repleto de almohadones del que asoma Paul Alexander, el mellizo varón de frágiles tres meses. “El quiere estar así, sentadito y que jueguen, porque extrañó mucho a su mamá, ¿no”, le balbucea ella mientras un bebote de perfectos ojos azules devora el living de la casa con su mirada, se detiene en ella y dibuja una sonrisa, tan suave y pura que hasta el más frío de los mortales sentiría ternura.
La vida se entiende hacia atrás. Ahora, en ese piso 14 de Recoleta, la flamante mamá comprende que todo el camino recorrido la acercó a este vínculo que la encuentra en una etapa de plenitud artística (ver Cómo será...
) y personal. “No podía pasar de la vida sin sentir esto”, confiesa. “Cada vez que me levanto y los veo -asegura-, me doy cuenta de que no me equivoqué. Desde el momento en el que los vi por primera vez, me di cuenta de que mi vida ya no me pertenecía”.
El momento en el que los vio fue el 25 de agosto pasado. El lugar: California. En los Estados Unidos las agujas marcaban las 9.07 cuando De la V (35), en compañía de su esposo, Pablo Goycochea (con quien se casó hace tres meses y ya comparte 13 años de relación), oyó el llanto de Isabella. Un minuto más tarde, llegaba al mundo Paul y, desde entonces, Florencia no se sentiría “nunca más sola”.
La pareja viajó cuatro veces al país del norte entre marzo de 2010 y agosto de este año. Pablo (45) donó el esperma necesario para la concepción, que se completó con el óvulo de una mujer, elegido por catálogo, y la gestación en el vientre de otra. El centro genético elegido fue Growing Generations, el mismo en el que siguieron igual proceso Ricky Martin y Sarah Jessica Parker. Los chicos nacieron en el Cedars Sinai de los Angeles, maternidad en la que también dio a luz Angelina Jolie. ¿El costo? Unos 200 mil dólares. Y en el medio, fotos, muchas fotos: de la panza, de las ecografías. E informes: un coordinador latinoamericano le contaba a la pareja cómo evolucionaba todo, incluso esa vez en el que el embarazo pendió de un hilo. Flor se encargaba de hacer llegar su música preferida ( Glee y Dread Mar I), para que los nenes escucharan desde la panza.
¿Qué sentiste al verlos? Sentí que eran parte de mi cuerpo. Como si fueran una extremidad. Los ves tan indefensos y te das cuenta de que dependen absolutamente de vos. Es muy fuerte cuando entendés que en tus manos tenés la psiquis de una persona.
¿Lo hablás en terapia? Sí, trato mucho ese tema. También me da miedo ser autoritaria con ellos. Quiero criar dos personas libres, que puedan pensar por sí mismas. Entonces lo comparo con mi infancia, con cómo ejercer la autoridad sin que sea una dictadura.
¿Qué es lo que más te cuesta? Dividirme. Aprendí qué es la culpa desde que soy madre. Trato de no estar ausente por más de tres horas. Me levanto a las 8, voy a ensayar, a mi productora, hago spinning en mi casa.
¿A qué otras cosas les temés? ¡A cuando caminen! Pienso cómo los chicos son inconscientes ante el peligro.
Cuando yo era chica, con una prima que se llama Flavia, armamos una pirámide humana en el patio de cemento, me caí de cabeza y me dieron cinco puntos ¡Y había pasto al lado! ¿Pensás mucho en tu infancia? Quizás porque yo no tenía mamá y sentí esa ausencia (murió cuando ella tenía 2 años), quiero ser una madre muy presente. Mi trabajo tendrá que esperar y ellos tendrán a la madre para que les haga la leche a las cinco de la tarde, para mirar dibujitos o hacer la tarea.
¿Te da miedo el qué dirán cuando sean más grandes? La gente me dice: “¿Cómo se los vas a explicar?”. Y yo respondo: “No tengo nada que explicarles”. Porque mis hijos son mis hijos, yo soy la madre, y ellos van a saber. Hay cosas que no se necesitan explicar con palabras. Me dicen: “Afuera los van a discriminar, afuera les van a pasar cosas”. Y bueno... es la vida. Uno no los puede tener en una caja de cristal, porque ellos van a salir al mundo y se van a enfrentar con un montón de cosas. Lo importante es que los padres podamos hablar con ellos. La vida es así, no es todo color de rosa.
Creo que generé un cambio en la Argentina. Nunca sentí que enarbolaba la bandera de las minorías, pero me parece que en un momento me metí en los hogares. Para mí la gran victoria fue cuando se pudo sacar del foco la sexualidad, para poder destacar lo artístico.
¿Las oportunidades laborales para los trans cambiaron? Antes, la palabra “travesti”, estaba asociada a la clandestinidad, a la prostitución. El conflicto más grande para una travesti es elegir para dónde querés llevar tu vida. ¿Es la prostitución porque no me queda otra? ¿O estudio y trato de salir? Uno elige la vida que quiere tener. Ahora, con la ley de Identidad sexual que se va a tratar, las chicas y los chicos trans van a poder tener más oportunidades. Es violento tener una identidad y que tu documento, cuando vas a una entrevista de trabajo, diga otra cosa.
¿Qué consejo le darías a alguien que teme ser discriminado por su sexualidad incluso por su familia? En primer lugar, con respecto a los padres: los padres saben todo de los hijos. Yo no creo que ningún padre no se dé cuenta de que su hijo tiene una inclinación o un gusto. En la vida uno no está con su familia. Uno está solo. Si el día de mañana tenés una pareja, ésa es tu familia. Vos no te casás con tu mamá o con tu papá. Tenés que buscar tu felicidad desde adentro. Yo nunca me victimicé ni busqué la aprobación ajena.
¿Cómo es tu relación con los hijos mayores de Pablo? Es buenísima. Ellos son tres: Gonzalo (22), Martina (20) y Pía (18). Martina va a ser madrina de Paul y los cuida muchísimo. Es importante conocer a los hijos, yo de ellos sé todo, cómo se llaman sus amigos, qué música les gusta...
¿Los sentís tus hijos? Son nuestros hijos.
¿Qué desearías para todos ellos? Sueño con una sociedad inclusiva, que respete y valore la diversidad humana. Quiero que ellos se críen con eso, que sepan que tienen esta madre y que la gente puede elegir ser lo que quiera. Puede ser tu amigo, la profesora del colegio o el bañero de la pileta. Lo importante es que uno respete a las personas por lo que son, porque ante todo, somos seres humanos.
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solparnofiello · 13 years ago
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Presentación de El elegido en MDQ
Presentación de "El Elegido": La fiesta del año
Mega lanzamiento en Mar del Plata A una semana de su debut (el lunes, por Telefe), la tira -sobre los pecados capitales- que produce y protagoniza Pablo Echarri realizó una conferencia de prensa, con “alfombra roja”, en el Hotel Provincial. Por allí desfilaron todas las figuras (Paola Krum y Leticia Bredice, entre otros), con los fans del otro lado de las vallas. Toda la intimidad del viaje y la fiesta de cierre. Los looks y la palabra de los actores. 
| Por Marisol Parnofiello [email protected]
La señora que a las 20.50 del sábado se acercó a la vereda lateral del Hotel Provincial de Mar del Plata con una reposera con arena bajo el brazo no sabía que Pablo Echarri había estado nervioso todo el día. No lo imaginaba ella ni los cientos de chicas que se amontonaron detrás de las vallas que rodeaban la alfombra roja a pocos metros de los históricos lobos marinos. El morocho que las mujeres quieren de pareja y las madres, de yerno, el pibe de barrio, que ya tiene 41 años, el galán que conserva ese no-sé-qué-que-qué-sé-yo , creció y desplegó sus alas. Y lo hizo poniéndole fichas a eso que tan famoso lo hizo, la telenovela: después del éxito de Resistiré y de Montecristo , Echarri apostó a la productora propia (El árbol, en sociedad con Martín Seefeld y Ronnie Amendolara) y el próximo lunes, a las 22.30, por Telefe, se lo podrá ver en El elegido , el primer fruto de esta nueva etapa de trabajo.
Con un lanzamiento poco usual en la historia de la televisión nacional, el elenco de la nueva ficción viajó en avión hasta este centro turístico, el sábado a la tarde, y pocos minutos antes de las 21 desfiló por una alfombra roja ubicada en el mismo hotel en el que se hospedaba.
Los últimos en pasar al salón fueron, claro, Echarri y Paola Krum, la mítica dupla ( Montecristo ) que volverá a enamorarse en la tele. El, con un traje negro y camisa blanca, ella con un fogoso vestido rojo. Escena no apta para oídos sensibles, los gritos de las mujeres liberaron pura líbido en formato acústico: una ovación en continuado.
“De chiquito, yo transitaba estas calles, y ahora Mar del Plata va a ser parte de la geografía de la novela”, contó Echarri luego de atravesar la alfombra y ya dentro del salón en el que se realizó el cóctel para la prensa: un espacio enorme, en la planta baja del hotel, en cuyas columnas se pudo ver una exposición de fotos y algunas escenas de la tira, y cuyos ventanales contaron con las caras de las fanáticas aplastadas contra los vidrios durante las casi tres horas de reunión.
Echarri pidió una copa de vino tinto sin hielo y encendió un habano. ¿No era que no fumaba más? “Bueno, es que estoy muy nervioso. Dejé de fumar los 40 cigarrillos diarios que fumaba antes. Ahora fumo menos y, en una ocasión así, un cigarrito como este (...) Estoy muy nervioso”, le decía a sus compañeros en el freeshop, antes de emprender el viaje. “Estoy muy nervioso”, repetía por la noche. Y lo estaba, sí.
“Esto -confesaba Echarri- es mucha responsabilidad y es, también, el corolario de un sueño que se proyectó en mi cabeza hace muchísimo tiempo y que hoy tiene la verdadera forma que esperaba que tuviera.
El elegido es la cuarta novela en la que tengo una incidencia en la artística y el armado (y ésta es la primera de producción propia). Me inicié en eso con Los buscas , Resistiré y Montecristo . Mi historia me impulsaba a ponerme los pantalones largos y gestionarlo desde mi lugar”.
Lo logró y el resultado se vio en la galería de fotos y en los avances. Y también en las caras sonrientes de los actores, los que participan en la novela y los que no, pero son parte de ella, como Nancy Dupláa que, firme, acompañó a su esposo en el viaje. “No siento que mi familia me haga sentir culpa cuando no estoy en casa porque tengo que trabajar. Todo lo contrario, ellos me impulsan. Tengo una gran mujer detrás y no es casual que esté con ella a esta altura de mi vida”, reconoció el actor y flamante productor.
Los hijos de la pareja no estuvieron en el lanzamiento. El que sí estuvo fue Mariano, el nuevo y excéntrico novio de Leticia Bredice, que, consultado por la prensa, se describió como “científico e inventor”.
¿Por qué Echarri pensó en Leticia Bredice? “Leticia es una actriz diferente a todas. Una gran primera figura. Cuando le ofrecimos el personaje no sabíamos cuál podía llegar a ser su respuesta. Pero quedó seducida por la idea. Ella es una obsesiva de su trabajo, los textos que tiene los peina, los cambia. Sabíamos que con ella íbamos a tener a ‘la’ mujer de aristocracia, la clase de mujer que su personaje exige”.
La otra primera figura es, una vez más, Paola Krum. La actriz con la que Echarri ha trabajado más en su vida, tanto en teatro como en televisión, y con quien ha realizado la adaptación de El conde de Montecristo , de Alejandro Dumas. Paola asegura que, luego de ser madre, le costó volver a trabajar, pero que ahora disfruta de la actuación aún más que antes. “Cuando tenés un hijo, ir a trabajar es como un recreo pago”, considera.
¿Es mejor para los artistas que el productor de un programa sea un actor? La respuesta, siempre auténtica, la ofrece Bredice: “Los actores conocemos mejor el oficio. Sabemos entender al otro artista. Sabemos que si está cansado es mejor decirle que no vaya a grabar, que descanse, que si tiene que ir al médico porque le duele un dedo, vaya y lo haga tranquilo. Hay muchos actores que son productores y sí… es mucho mejor”.
Echarri sigue nervioso y en su relato se encuentra la causa. Está nervioso porque, dice, “soy un tipo inconformista. Cuando estoy quieto en un lugar y se han logrado ciertas cosas, necesito desestructurarme y probar que puedo llegar a ser capaz de algo más. No pude negarme a producir El elegido ... Si hubiera querido escapar de esto, no lo habría logrado”.
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