tachinohana

[tachinohana]

Va a tener que aceptarlo porque a Kagami seguramente no le gusten las cosas que puedan comprarse con el presupuesto de Kaede. Ya veremos.

Si... Hablas con él, si realmente vamos a conocernos... Le coge el teléfono a Kaede y apunta su número. Házmelo saber.

Gracias por ayudarme... Aunque creo que te lo he compensado bien. Asiente lentamente. Buenas noches... Matsumura.

¡Un momento, un momento! Grita Kaede, apoyándose en una farola. Coge amplias bocanadas de aire, mirando al suelo. Siente que por más que se esfuerce no consigue llenar sus pulmones de oxígeno, como si tuviera una pelota de ping pong atorada en la tráquea.

Unos metros más adelante, Taiga se queda trotando en el sitio para no perder el ritmo. ...No te voy a esperar, si no puedes seguirme el ritmo nos vemos en el gimnasio. La chica se da la vuelta y sigue su ruta. ¡Y no tardes o Satomura se va a enfadar contigo!

¡SI, HOMBRE, ¿Y LO DE NI UNA MUJER ATRÁS?! Grita Kaede a la cada vez más pequeña silueta de la campeona. Iba a gritar algo más, pero una arcada le sube por el torso y tiene que calmarse. ...vaya... ruta me hace la tía, además. Masculla para si mismo, mientras empieza a andar en dirección al gimnasio.

Como ya va a llegar tarde, y su compañera tiene razón, Satomura va a matarle, decide que por lo menos va a disfrutar del paseo. Se pone la capucha de la sudadera, se mete las manos en los bolsillos para calentarlas y coge un camino un poco más escénico hasta su objetivo.

[tachinohana]

La mira. ¿De verdad no sabes lo que es? Rueda los ojos. Un taxi, básicamente, te llevará a casa, ¿Vale?

Vacía una de las bolsas de la ropa que ha comprado hoy y se la tiende. Toma, para que pongas tu ropa sucia.

Mientras llega o no el coche, se despide de los pilares con unas caricias. Su Stuful aún no parece entender qué son esos gestos

¡Un momento, un momento! Grita Kaede, apoyándose en una farola. Coge amplias bocanadas de aire, mirando al suelo. Siente que por más que se esfuerce no consigue llenar sus pulmones de oxígeno, como si tuviera una pelota de ping pong atorada en la tráquea.

Unos metros más adelante, Taiga se queda trotando en el sitio para no perder el ritmo. ...No te voy a esperar, si no puedes seguirme el ritmo nos vemos en el gimnasio. La chica se da la vuelta y sigue su ruta. ¡Y no tardes o Satomura se va a enfadar contigo!

¡SI, HOMBRE, ¿Y LO DE NI UNA MUJER ATRÁS?! Grita Kaede a la cada vez más pequeña silueta de la campeona. Iba a gritar algo más, pero una arcada le sube por el torso y tiene que calmarse. ...vaya... ruta me hace la tía, además. Masculla para si mismo, mientras empieza a andar en dirección al gimnasio.

Como ya va a llegar tarde, y su compañera tiene razón, Satomura va a matarle, decide que por lo menos va a disfrutar del paseo. Se pone la capucha de la sudadera, se mete las manos en los bolsillos para calentarlas y coge un camino un poco más escénico hasta su objetivo.

[tachinohana]

¿Qué? Frunce el ceño. No puedes quedarte. Por su tono se nota que no habla de espacio, claramente sobra.

Si mañana por la mañana viene mi madre y te ve aquí... Primero pensará que eres un chico y se desmayará. Luego verá que eres una chica y le tendremos que explicar quién eres... La otra hija de la primera mujer del hombre al que amó. Y no sé si eso la va a disgustar...

¡A-Además ya te he dado de cenar! ¡Y no es tan tarde! Suspira y saca el móvil. Te pido un uber...

¡Un momento, un momento! Grita Kaede, apoyándose en una farola. Coge amplias bocanadas de aire, mirando al suelo. Siente que por más que se esfuerce no consigue llenar sus pulmones de oxígeno, como si tuviera una pelota de ping pong atorada en la tráquea.

Unos metros más adelante, Taiga se queda trotando en el sitio para no perder el ritmo. ...No te voy a esperar, si no puedes seguirme el ritmo nos vemos en el gimnasio. La chica se da la vuelta y sigue su ruta. ¡Y no tardes o Satomura se va a enfadar contigo!

¡SI, HOMBRE, ¿Y LO DE NI UNA MUJER ATRÁS?! Grita Kaede a la cada vez más pequeña silueta de la campeona. Iba a gritar algo más, pero una arcada le sube por el torso y tiene que calmarse. ...vaya... ruta me hace la tía, además. Masculla para si mismo, mientras empieza a andar en dirección al gimnasio.

Como ya va a llegar tarde, y su compañera tiene razón, Satomura va a matarle, decide que por lo menos va a disfrutar del paseo. Se pone la capucha de la sudadera, se mete las manos en los bolsillos para calentarlas y coge un camino un poco más escénico hasta su objetivo.

[tachinohana]

Eso es, eso es. Se crece cuando la llama así, aunque se le acaba escapando la risita, con Kaede.

¿Tener... Una empresa de seguridad? Alza las cejas, se pregunta si realmente Kaede cree que solo tiene a Momotsuki Security y no a todo el Conglomerado Tachibana. Es decir, claro, somos inclusivos.

Ella es más alta, pero es femenina y el deporte que suele hacer es más ligero, así que tampoco es que necesite muchas piezas más de sushi para estar llena. Lo cual es una pena, porque les queda una mitad entera del bol grande.

Ha estado delicioso. Agradece con las manos una vez más. Se gira a Kaede. ¿Tú cuarto... Para qué?

¡Un momento, un momento! Grita Kaede, apoyándose en una farola. Coge amplias bocanadas de aire, mirando al suelo. Siente que por más que se esfuerce no consigue llenar sus pulmones de oxígeno, como si tuviera una pelota de ping pong atorada en la tráquea.

Unos metros más adelante, Taiga se queda trotando en el sitio para no perder el ritmo. ...No te voy a esperar, si no puedes seguirme el ritmo nos vemos en el gimnasio. La chica se da la vuelta y sigue su ruta. ¡Y no tardes o Satomura se va a enfadar contigo!

¡SI, HOMBRE, ¿Y LO DE NI UNA MUJER ATRÁS?! Grita Kaede a la cada vez más pequeña silueta de la campeona. Iba a gritar algo más, pero una arcada le sube por el torso y tiene que calmarse. ...vaya... ruta me hace la tía, además. Masculla para si mismo, mientras empieza a andar en dirección al gimnasio.

Como ya va a llegar tarde, y su compañera tiene razón, Satomura va a matarle, decide que por lo menos va a disfrutar del paseo. Se pone la capucha de la sudadera, se mete las manos en los bolsillos para calentarlas y coge un camino un poco más escénico hasta su objetivo.

[tachinohana]

No... Coge de salmón, no habla hasta haber tragado porque es una señorita. Aprendí la lección... De no meterme en cosas que no se llevar. De no dejar que me coman el tarro con promesas de grandeza.

Soy una Tachibana, mi futuro es ya brillante. Alza la mirada con una pequeña sonrisa. Y esto... Sé que sí puedo hacerlo. Y se come uno de anguila.

Suelta una risita. Los pobres sois unos exagerados. Hace una pausa. Mhh, no, por el de erizo me tienes que llamar "Kagami-nee-sama"

¡Un momento, un momento! Grita Kaede, apoyándose en una farola. Coge amplias bocanadas de aire, mirando al suelo. Siente que por más que se esfuerce no consigue llenar sus pulmones de oxígeno, como si tuviera una pelota de ping pong atorada en la tráquea.

Unos metros más adelante, Taiga se queda trotando en el sitio para no perder el ritmo. ...No te voy a esperar, si no puedes seguirme el ritmo nos vemos en el gimnasio. La chica se da la vuelta y sigue su ruta. ¡Y no tardes o Satomura se va a enfadar contigo!

¡SI, HOMBRE, ¿Y LO DE NI UNA MUJER ATRÁS?! Grita Kaede a la cada vez más pequeña silueta de la campeona. Iba a gritar algo más, pero una arcada le sube por el torso y tiene que calmarse. ...vaya... ruta me hace la tía, además. Masculla para si mismo, mientras empieza a andar en dirección al gimnasio.

Como ya va a llegar tarde, y su compañera tiene razón, Satomura va a matarle, decide que por lo menos va a disfrutar del paseo. Se pone la capucha de la sudadera, se mete las manos en los bolsillos para calentarlas y coge un camino un poco más escénico hasta su objetivo.

[tachinohana]

Bueno soy una mujer de negocios, me toca estar atenta a las noticias... No miente, lo hace. Revisa su aplicación de la borsa cada día, aunque haya decorado esta con un icono cuco se lo toma en serio. No creas que te iba buscando específicamente o algo. Aunque lo que más le gustó de verla fue comprobar que estaba bien.

Pero bueno, tampoco quiero... Ser desagradable contigo. Nos solíamos gritar y llamar de todo, y eso... Pero el pasado pasado está, ¿no? Traga saliva. Te has portado hoy bien conmigo, así que... Mereces regodearte un poco. Coge el de erizo, lo he pedido... Como premio.

¡Un momento, un momento! Grita Kaede, apoyándose en una farola. Coge amplias bocanadas de aire, mirando al suelo. Siente que por más que se esfuerce no consigue llenar sus pulmones de oxígeno, como si tuviera una pelota de ping pong atorada en la tráquea.

Unos metros más adelante, Taiga se queda trotando en el sitio para no perder el ritmo. ...No te voy a esperar, si no puedes seguirme el ritmo nos vemos en el gimnasio. La chica se da la vuelta y sigue su ruta. ¡Y no tardes o Satomura se va a enfadar contigo!

¡SI, HOMBRE, ¿Y LO DE NI UNA MUJER ATRÁS?! Grita Kaede a la cada vez más pequeña silueta de la campeona. Iba a gritar algo más, pero una arcada le sube por el torso y tiene que calmarse. ...vaya... ruta me hace la tía, además. Masculla para si mismo, mientras empieza a andar en dirección al gimnasio.

Como ya va a llegar tarde, y su compañera tiene razón, Satomura va a matarle, decide que por lo menos va a disfrutar del paseo. Se pone la capucha de la sudadera, se mete las manos en los bolsillos para calentarlas y coge un camino un poco más escénico hasta su objetivo.

[tachinohana]

Mira a Kaede de reojo mientras le da un sorbo a su bebida. Maa, es porque eres aún una niña. No pasa nada, ya tendrás tiempo para acostumbrarte a sabores más adultos. De nuevo, lo suyo es más bien un coctel, fuerte pero azucarado. Sonríe al ver a los pequeños salir.

Simplemente coge unos platitos y unos pequeños boles para la salsa de soja. Kagami-san... Niega con la cabeza. Kagami-sama, querrás decir. La mira un poco por encima, aprovechando esa pequeña diferencia de altura entre ellas. Se le da mucho mejor aparentar estar seria cuando bromea que cuando lo necesita para ocultar los nervios.

Buen provecho. Hace una pequeña reverencia y empieza por el de toro, la parte más cara del atún.

Ah-...

...

Acerca su lata a la de Kaede. Y felicidades... Por las Olimpiadas. Dice un poco más bajito, pero con menos vergüenza que hubiera tenido de no pasar ya la tarde con ella.

¡Un momento, un momento! Grita Kaede, apoyándose en una farola. Coge amplias bocanadas de aire, mirando al suelo. Siente que por más que se esfuerce no consigue llenar sus pulmones de oxígeno, como si tuviera una pelota de ping pong atorada en la tráquea.

Unos metros más adelante, Taiga se queda trotando en el sitio para no perder el ritmo. ...No te voy a esperar, si no puedes seguirme el ritmo nos vemos en el gimnasio. La chica se da la vuelta y sigue su ruta. ¡Y no tardes o Satomura se va a enfadar contigo!

¡SI, HOMBRE, ¿Y LO DE NI UNA MUJER ATRÁS?! Grita Kaede a la cada vez más pequeña silueta de la campeona. Iba a gritar algo más, pero una arcada le sube por el torso y tiene que calmarse. ...vaya... ruta me hace la tía, además. Masculla para si mismo, mientras empieza a andar en dirección al gimnasio.

Como ya va a llegar tarde, y su compañera tiene razón, Satomura va a matarle, decide que por lo menos va a disfrutar del paseo. Se pone la capucha de la sudadera, se mete las manos en los bolsillos para calentarlas y coge un camino un poco más escénico hasta su objetivo.

[tachinohana]

Nueve por ciento. Se encoge de hombros. Si lo quieres probar... Hay de lima también.

Hola, Kawada. Le saluda, contenta. Sí, recuerda los nombres de los pilares de las pocas veces que se los haya oído a Kaede. ¿Te gustan las latano?

Llaman a la puerta, entre dos hombres le entregan el sushi. El del emperador parece ser una enorme bandeja circular con pescado de la más excelente calidad. Hasta hay erizo de mar.

Ella se ha pillado alguno americano también, no son sus favoritos pero le gusta tener donde escoger. Gracias. Los hombres se retiran con una reverencia.

¡Un momento, un momento! Grita Kaede, apoyándose en una farola. Coge amplias bocanadas de aire, mirando al suelo. Siente que por más que se esfuerce no consigue llenar sus pulmones de oxígeno, como si tuviera una pelota de ping pong atorada en la tráquea.

Unos metros más adelante, Taiga se queda trotando en el sitio para no perder el ritmo. ...No te voy a esperar, si no puedes seguirme el ritmo nos vemos en el gimnasio. La chica se da la vuelta y sigue su ruta. ¡Y no tardes o Satomura se va a enfadar contigo!

¡SI, HOMBRE, ¿Y LO DE NI UNA MUJER ATRÁS?! Grita Kaede a la cada vez más pequeña silueta de la campeona. Iba a gritar algo más, pero una arcada le sube por el torso y tiene que calmarse. ...vaya... ruta me hace la tía, además. Masculla para si mismo, mientras empieza a andar en dirección al gimnasio.

Como ya va a llegar tarde, y su compañera tiene razón, Satomura va a matarle, decide que por lo menos va a disfrutar del paseo. Se pone la capucha de la sudadera, se mete las manos en los bolsillos para calentarlas y coge un camino un poco más escénico hasta su objetivo.

[tachinohana]

Coge lo que quieras. Ella coge una Strong Zero de melocotón. Aún no tiene los veinte, pero su madre ya hace un par de años que le deja beber con ella. Es viernes y a ella le gusta sentirse mayor.

Coge una Látano y la acerca a Kaede, no para dársela a ella si no para hacer salir a los pilares, a los que se muere por ver bien y acariciar desde la última vez que los tuvo encima.

¡Un momento, un momento! Grita Kaede, apoyándose en una farola. Coge amplias bocanadas de aire, mirando al suelo. Siente que por más que se esfuerce no consigue llenar sus pulmones de oxígeno, como si tuviera una pelota de ping pong atorada en la tráquea.

Unos metros más adelante, Taiga se queda trotando en el sitio para no perder el ritmo. ...No te voy a esperar, si no puedes seguirme el ritmo nos vemos en el gimnasio. La chica se da la vuelta y sigue su ruta. ¡Y no tardes o Satomura se va a enfadar contigo!

¡SI, HOMBRE, ¿Y LO DE NI UNA MUJER ATRÁS?! Grita Kaede a la cada vez más pequeña silueta de la campeona. Iba a gritar algo más, pero una arcada le sube por el torso y tiene que calmarse. ...vaya... ruta me hace la tía, además. Masculla para si mismo, mientras empieza a andar en dirección al gimnasio.

Como ya va a llegar tarde, y su compañera tiene razón, Satomura va a matarle, decide que por lo menos va a disfrutar del paseo. Se pone la capucha de la sudadera, se mete las manos en los bolsillos para calentarlas y coge un camino un poco más escénico hasta su objetivo.

[tachinohana]

Se la mira, la respuesta de Kaede la deja satisfecha. Si más no le da la información que necesita, así que procede a pedir "La plata del Emperador", alguno de sus usuales y cuelga.

Te quedas a cenar, entonces. Se la mira un poco más. Puedo... Darle bayas a tu equipo... Si quieres. De hecho coge a Momo en brazos. Los Stufful no son especialmente cariñosos, pero parece que este se deja hacer. Si más no, parece sentirse seguro en los brazos de Kagami. Mi madre no viene hoy, podemos estar en el comedor... Si no ensucian nada. Camina poco a poco hacia él. Puedes coger lo que quieras de la nevera de bebidas. Habla de la tercera puerta de su nevera, que ya es tan grande como una nevera convencional, que tiene repleta de refrescos, agua fría y alguna que otra bebida alcohólica.

¡Un momento, un momento! Grita Kaede, apoyándose en una farola. Coge amplias bocanadas de aire, mirando al suelo. Siente que por más que se esfuerce no consigue llenar sus pulmones de oxígeno, como si tuviera una pelota de ping pong atorada en la tráquea.

Unos metros más adelante, Taiga se queda trotando en el sitio para no perder el ritmo. ...No te voy a esperar, si no puedes seguirme el ritmo nos vemos en el gimnasio. La chica se da la vuelta y sigue su ruta. ¡Y no tardes o Satomura se va a enfadar contigo!

¡SI, HOMBRE, ¿Y LO DE NI UNA MUJER ATRÁS?! Grita Kaede a la cada vez más pequeña silueta de la campeona. Iba a gritar algo más, pero una arcada le sube por el torso y tiene que calmarse. ...vaya... ruta me hace la tía, además. Masculla para si mismo, mientras empieza a andar en dirección al gimnasio.

Como ya va a llegar tarde, y su compañera tiene razón, Satomura va a matarle, decide que por lo menos va a disfrutar del paseo. Se pone la capucha de la sudadera, se mete las manos en los bolsillos para calentarlas y coge un camino un poco más escénico hasta su objetivo.

[tachinohana]

Sabe que le debe, pero ya iba a gritarle y llamarle "cabeza de chorlito" por ese primer comentario. Suerte que lo retira antes de que pueda hacerlo.

Se calla que cree que, de hecho, ella es un poco más familia de Miyabi, por ser hijos del mismo padre. Maa... Entonces no hay más remedio, ¿verdad? Intenta ocultar una sonrisita ilusionada. Si no estuviera Kaede delante, agitaría los pies y soltaría un chillidito para autoregular su alegría.

Carraspea. Ha estado mostrando mucho su lado más débil a Kaede, ha sido por necesidad, claro, pero aunque se hayan perdonado (¿o eso cree?) no quiere que su relación a partir de ahora sea de ella arrodillándose ante la rubia. Está bien. Se pasa una mano por el flequillo. Me has hecho dos favores, tengo que pagarte dos veces.

Teclea en su teléfono y se lo lleva a la oreja. ¿Te gusta el sushi? Sabe que los pobres no suelen comerlo, o no suelen comerlo de calidad así que de lo que duda no es de si le gusta o no, es de si lo ha probado antes.

¡Un momento, un momento! Grita Kaede, apoyándose en una farola. Coge amplias bocanadas de aire, mirando al suelo. Siente que por más que se esfuerce no consigue llenar sus pulmones de oxígeno, como si tuviera una pelota de ping pong atorada en la tráquea.

Unos metros más adelante, Taiga se queda trotando en el sitio para no perder el ritmo. ...No te voy a esperar, si no puedes seguirme el ritmo nos vemos en el gimnasio. La chica se da la vuelta y sigue su ruta. ¡Y no tardes o Satomura se va a enfadar contigo!

¡SI, HOMBRE, ¿Y LO DE NI UNA MUJER ATRÁS?! Grita Kaede a la cada vez más pequeña silueta de la campeona. Iba a gritar algo más, pero una arcada le sube por el torso y tiene que calmarse. ...vaya... ruta me hace la tía, además. Masculla para si mismo, mientras empieza a andar en dirección al gimnasio.

Como ya va a llegar tarde, y su compañera tiene razón, Satomura va a matarle, decide que por lo menos va a disfrutar del paseo. Se pone la capucha de la sudadera, se mete las manos en los bolsillos para calentarlas y coge un camino un poco más escénico hasta su objetivo.

[tachinohana]

Iba a preguntar pero como le ha dicho que no lo haga, lo respeta y no lo hace. Vaya... Tampoco es tonta, entiende por qué no quiere hablar de ello.

Se le ilumina la cara de golpe. ¿De-... De verdad harías eso por mi? Ya es el segundo favor que me harías...

¡Un momento, un momento! Grita Kaede, apoyándose en una farola. Coge amplias bocanadas de aire, mirando al suelo. Siente que por más que se esfuerce no consigue llenar sus pulmones de oxígeno, como si tuviera una pelota de ping pong atorada en la tráquea.

Unos metros más adelante, Taiga se queda trotando en el sitio para no perder el ritmo. ...No te voy a esperar, si no puedes seguirme el ritmo nos vemos en el gimnasio. La chica se da la vuelta y sigue su ruta. ¡Y no tardes o Satomura se va a enfadar contigo!

¡SI, HOMBRE, ¿Y LO DE NI UNA MUJER ATRÁS?! Grita Kaede a la cada vez más pequeña silueta de la campeona. Iba a gritar algo más, pero una arcada le sube por el torso y tiene que calmarse. ...vaya... ruta me hace la tía, además. Masculla para si mismo, mientras empieza a andar en dirección al gimnasio.

Como ya va a llegar tarde, y su compañera tiene razón, Satomura va a matarle, decide que por lo menos va a disfrutar del paseo. Se pone la capucha de la sudadera, se mete las manos en los bolsillos para calentarlas y coge un camino un poco más escénico hasta su objetivo.

[tachinohana]

Tu madre es su madre... No sabe mucho de ella, su madre ha comentado alguna vez que el Oni no hablaba de ella, pero que supone que no debió ser una buena esposa. Kagami pese a todo, no le gusta juzgar en base a algo que no ha visto o escuchado de alguien directamente.

Pero entonces su sospecha es cierta. Igual no es un un tipo amable al que le encantaría formar una relación con una hermana perdida, pero definitivamente tiene relación con una. Y si Kaede, que ahora se hurga la nariz, ha tenido una oportunidad... ¿Por qué ella no?

¡NO HAGAS ESO! Le da un manotazo en el brazo que tiene alzado. ¡No seas una cerda en mi cama! ¡En mi casa en general!

Entonces... Tú puedes... Presentarnos, ¿no?

¡Un momento, un momento! Grita Kaede, apoyándose en una farola. Coge amplias bocanadas de aire, mirando al suelo. Siente que por más que se esfuerce no consigue llenar sus pulmones de oxígeno, como si tuviera una pelota de ping pong atorada en la tráquea.

Unos metros más adelante, Taiga se queda trotando en el sitio para no perder el ritmo. ...No te voy a esperar, si no puedes seguirme el ritmo nos vemos en el gimnasio. La chica se da la vuelta y sigue su ruta. ¡Y no tardes o Satomura se va a enfadar contigo!

¡SI, HOMBRE, ¿Y LO DE NI UNA MUJER ATRÁS?! Grita Kaede a la cada vez más pequeña silueta de la campeona. Iba a gritar algo más, pero una arcada le sube por el torso y tiene que calmarse. ...vaya... ruta me hace la tía, además. Masculla para si mismo, mientras empieza a andar en dirección al gimnasio.

Como ya va a llegar tarde, y su compañera tiene razón, Satomura va a matarle, decide que por lo menos va a disfrutar del paseo. Se pone la capucha de la sudadera, se mete las manos en los bolsillos para calentarlas y coge un camino un poco más escénico hasta su objetivo.

[tachinohana]

Asiente lentamente. En el fondo no es que esperase oír otra cosa, le consta que es un tipo duro, o al menos tiene la suficiente confianza en sus habilidades como para ir a por todo un clan de la yakuza y salir para contarlo.

Pero está atenta, por si Kaede en algún momento le da algún tipo de información que le haga creer que igual ese chico, pese a toda la agresión, era en realidad un tipo amable al que le encantaría formar una relación con una hermana perdida.

Ya veo... Por sus palabras, entiende que no es el caso. Pero se mira a Kaede, le crece una pequeña sospecha en la mente y ladea la cabeza. ¿Y... tú le conoces de siempre? ¿Os habéis criado juntos?

¡Un momento, un momento! Grita Kaede, apoyándose en una farola. Coge amplias bocanadas de aire, mirando al suelo. Siente que por más que se esfuerce no consigue llenar sus pulmones de oxígeno, como si tuviera una pelota de ping pong atorada en la tráquea.

Unos metros más adelante, Taiga se queda trotando en el sitio para no perder el ritmo. ...No te voy a esperar, si no puedes seguirme el ritmo nos vemos en el gimnasio. La chica se da la vuelta y sigue su ruta. ¡Y no tardes o Satomura se va a enfadar contigo!

¡SI, HOMBRE, ¿Y LO DE NI UNA MUJER ATRÁS?! Grita Kaede a la cada vez más pequeña silueta de la campeona. Iba a gritar algo más, pero una arcada le sube por el torso y tiene que calmarse. ...vaya... ruta me hace la tía, además. Masculla para si mismo, mientras empieza a andar en dirección al gimnasio.

Como ya va a llegar tarde, y su compañera tiene razón, Satomura va a matarle, decide que por lo menos va a disfrutar del paseo. Se pone la capucha de la sudadera, se mete las manos en los bolsillos para calentarlas y coge un camino un poco más escénico hasta su objetivo.

[tachinohana]

¿D-De verdad? Eso le calienta un poco el pecho, le alivia en cierto modo y le ilusiona. Tener la oportunidad de conocer a Miyabi la pone muy contenta.

Siempre he querido un hermano-... Bueno siempre he querido una hermana, una hermana algo más mayor que yo, para ir de compras juntas y contarlos los problemas. Hace eso con su madre, claro, pero su madre a veces no pilla la moda moderna. Y a sus amigas no le gusta contarles las cosas serias.

Así que saber de repente que tengo uno... Se cubre una sonrisita con la boca. Bueno, me hace ilusión. Momo posa sus patitas delanteras en la rodilla de Kagami, entiende que quiere subirse a la cama así que lo coge por los sobaquitos y lo deja sobre esta. Me gustaría preguntarle por nuestro padre, también...

Uhm... ¿Qué tipo de persona es? Lo poco que me han podido contar los de la banda es que... Era un-... B-Bueno de su forma de... Pelear, que era bueno. Vi que sabía kendo y tenía un houndoom. Asiente lentamente. No pregunto por eso...

Pregunto por él... ¿Cómo es? ¿Qué le gusta?

¡Un momento, un momento! Grita Kaede, apoyándose en una farola. Coge amplias bocanadas de aire, mirando al suelo. Siente que por más que se esfuerce no consigue llenar sus pulmones de oxígeno, como si tuviera una pelota de ping pong atorada en la tráquea.

Unos metros más adelante, Taiga se queda trotando en el sitio para no perder el ritmo. ...No te voy a esperar, si no puedes seguirme el ritmo nos vemos en el gimnasio. La chica se da la vuelta y sigue su ruta. ¡Y no tardes o Satomura se va a enfadar contigo!

¡SI, HOMBRE, ¿Y LO DE NI UNA MUJER ATRÁS?! Grita Kaede a la cada vez más pequeña silueta de la campeona. Iba a gritar algo más, pero una arcada le sube por el torso y tiene que calmarse. ...vaya... ruta me hace la tía, además. Masculla para si mismo, mientras empieza a andar en dirección al gimnasio.

Como ya va a llegar tarde, y su compañera tiene razón, Satomura va a matarle, decide que por lo menos va a disfrutar del paseo. Se pone la capucha de la sudadera, se mete las manos en los bolsillos para calentarlas y coge un camino un poco más escénico hasta su objetivo.

[tachinohana]

¿Caras? ¿Las bayas? Si una latano te puede costar 1000 pokeyenes, mujer. Rueda los ojos, la rubia es una exagerada.

Mira las de Kaede. Las de toda la vida, ya veo... No te mataría limpiarlas un poco, ¿eh? Dice, porque no se atreve a tocarlas.

Eso de podertela hacer personalizada, o al menos decorarla está guay... Podría ir a conjunto con sus outfits, piensa, como hace a veces con las carcasas de sus móviles. En plural, claro, porque claro que tiene uno de trabajo y uno personal.

¿De lujo? La busca, tecleando con sus uñas de gel. No es fea, pero no sé si me acaba de gustar... Dificil de combinar con más de una cosa. Hace una pausa. ¿Sabes a quién le pegaría...?

Y hace otra pausa.

Aparta el móvil y mira a Kaede. Hey, ya que estás aquí...

Podemos hablar...

¿De lo de... "Nuestro" hermano?

¡Un momento, un momento! Grita Kaede, apoyándose en una farola. Coge amplias bocanadas de aire, mirando al suelo. Siente que por más que se esfuerce no consigue llenar sus pulmones de oxígeno, como si tuviera una pelota de ping pong atorada en la tráquea.

Unos metros más adelante, Taiga se queda trotando en el sitio para no perder el ritmo. ...No te voy a esperar, si no puedes seguirme el ritmo nos vemos en el gimnasio. La chica se da la vuelta y sigue su ruta. ¡Y no tardes o Satomura se va a enfadar contigo!

¡SI, HOMBRE, ¿Y LO DE NI UNA MUJER ATRÁS?! Grita Kaede a la cada vez más pequeña silueta de la campeona. Iba a gritar algo más, pero una arcada le sube por el torso y tiene que calmarse. ...vaya... ruta me hace la tía, además. Masculla para si mismo, mientras empieza a andar en dirección al gimnasio.

Como ya va a llegar tarde, y su compañera tiene razón, Satomura va a matarle, decide que por lo menos va a disfrutar del paseo. Se pone la capucha de la sudadera, se mete las manos en los bolsillos para calentarlas y coge un camino un poco más escénico hasta su objetivo.

[tachinohana]

Ya, pero... ¿Cómo escondo todo esto? Suelta un suspiro. Supongo que los puedo tener puestos como decoración y llenarlos solo cuando tenga que darle de comer o beber.

Se levanta del suelo, mirando su teléfono y se sienta en el borde de su enorme cama. Mira a Kaede y le da dos palmaditas para que se siente a su lado. Cuando la rubia se asome puede ver que ya se ha metido en una tienda online donde ha encotnrado un set de boles muy cucos y ya los tiene en la bolsa.

Snacks... ¿De cuales? Mira a Kaede. Los Stufful son de tipo normal, y algo más no sé si hada, por lo que vi... Ah, y los que tienen en el zoo de Ueno comen bamboo, frutas... Arruga la nariz. Insectos...

¿Crees que venderán snacks de bambú? Bayas siempre tenemos en casa, no es problema. Vuelve a mirar a su teléfono. Pero las pokéball no son todas iguales, ¿no? Igual hay de diseñador... ¿Tú cuales tienes?

¡Un momento, un momento! Grita Kaede, apoyándose en una farola. Coge amplias bocanadas de aire, mirando al suelo. Siente que por más que se esfuerce no consigue llenar sus pulmones de oxígeno, como si tuviera una pelota de ping pong atorada en la tráquea.

Unos metros más adelante, Taiga se queda trotando en el sitio para no perder el ritmo. ...No te voy a esperar, si no puedes seguirme el ritmo nos vemos en el gimnasio. La chica se da la vuelta y sigue su ruta. ¡Y no tardes o Satomura se va a enfadar contigo!

¡SI, HOMBRE, ¿Y LO DE NI UNA MUJER ATRÁS?! Grita Kaede a la cada vez más pequeña silueta de la campeona. Iba a gritar algo más, pero una arcada le sube por el torso y tiene que calmarse. ...vaya... ruta me hace la tía, además. Masculla para si mismo, mientras empieza a andar en dirección al gimnasio.

Como ya va a llegar tarde, y su compañera tiene razón, Satomura va a matarle, decide que por lo menos va a disfrutar del paseo. Se pone la capucha de la sudadera, se mete las manos en los bolsillos para calentarlas y coge un camino un poco más escénico hasta su objetivo.