#Microrelato

[welcometomyhxll]

Te quiero, me gustas. ¿Que más quieres que te diga? ¿Que me gustan tus ojos y sonrisa o con eso te basta? ¿Quieres más indirectas muy directas?

2018-2019

[piafgodalhiworld]

«Todos anhelamos ser escuchados, auscultados, no con la mirada veloz de lo superficial, sino con una sincera, capaz de oír más allá de nuestras penas. Que escuche el alma con sentido crítico y comprensivo, y complemente lo que llevamos dentro: lo más profundo del ser, ante la desnudez de lo humano.»

[de-letras-somos]

Chica ojos de lluvia.

Con coraza de invierno

Y melancolía de otoño.

Pero allá en su seno, existe un corazón de sol.

Un verano que no se extingue.

Aún cuando de sus cuencas llueva intenso y sienta el gris sobre sus hombros.

Aún cuando sienta que su tristeza la consume.

Ese calor termina por arroparla de noche y decirle entre susurros de cuna que ella siempre puede.

Emilia R.B

[tiempoydestino]

De una cuerda floja cuelgan mis palabras. Entre el abismo y el sol que lo revela todo, aprieto la cuerda en el espectáculo de las voces mientras mi corazón desborda entre coladeras lo que no se quiere callar.

[noapagueslaluz]

𝔑𝔬 𝔢𝔰𝔱𝔞́𝔰 𝔰𝔬𝔩𝔞

El blog de Helena llevaba años abandonado. Lo había creado en su adolescencia para escribir sobre su vida, pero con el tiempo perdió el interés y lo dejó a la deriva en internet. Nunca lo cerró. Nunca pensó que tendría que hacerlo.

Hasta que llegaron los comentarios.

Al principio eran inofensivos. Un usuario anónimo escribía cosas como “Me gusta tu blog” o “Deberías volver a escribir”. Pero luego se volvieron más extraños. “Recuerdo cuando subiste esa foto en el parque”. Helena nunca subió fotos. “Qué bonita te veías con ese suéter rojo”. Ella nunca escribió sobre ropa.

Borró los comentarios y cerró la sección de mensajes. Pero los comentarios seguían apareciendo.

La última entrada de su blog era de hace siete años, pero alguien estaba escribiendo debajo de ella. “Sé que me puedes leer”.

Helena sintió un escalofrío recorrerle la espalda. ¿Cómo? Había desactivado los comentarios.

Decidió borrar el blog. Pero cuando intentó entrar a la configuración, la pantalla parpadeó y apareció un mensaje en rojo:

NO ME BORRES

El cursor se movió solo. Letras aparecieron en la pantalla.

NO ESTÁS SOLA. ESTOY AQUÍ, DETRÁS DE TI.

Un sonido detrás de ella. Un roce apenas audible.

El monitor se apagó de golpe. Y en la negrura de la pantalla, Helena vio el reflejo de alguien que no debería estar ahí.

Alguien que sonreía.

Muy cerca de su cuello.

Y luego sintió el aliento helado en su oído.

No pudo moverse. No pudo gritar. Solo vio cómo su reflejo cambiaba: ya no era ella la que miraba la pantalla. Era el otro. Su boca moviéndose en un susurro silencioso.

El monitor se encendió de nuevo con una página en blanco. El cursor parpadeaba.

Poco a poco, comenzaron a aparecer letras.

NUEVO AUTOR: HELENA.

Helena no se movía. Sus dedos escribieron solos. Sus labios sonrieron contra su voluntad.

Y entonces entendió: ella ya no estaba ahí.

El blog no estaba abandonado.

Nunca lo estuvo.

𝓯𝓲𝓷

💀 Moraleja: La moraleja de esta historia es clara y aterradora: no siempre eres tú quien controla tu propia historia.

En el mundo digital, creemos tener el control, pero a veces, algo o alguien nos observa, nos sigue, y nos atrapa sin que nos demos cuenta. Helena pensó que su blog estaba olvidado, pero su ausencia no significaba que nadie lo estuviera usando.

En un sentido más profundo, esta historia advierte sobre los peligros de dejar rastros en internet. Lo que creemos abandonado puede seguir vivo, acechado por ojos invisibles. Y, en el peor de los casos, aquello que ignoramos puede terminar poseyéndonos.

Cierra bien las puertas que abres en la red… porque nunca sabes quién podría entrar.

[no-importa-cuando]

La calle está vacía, pero todavía huele a ti.. El eco de tus pasos sigue ahí, como si el asfalto supiera que prometiste volver.

Fue justo en esa esquina donde me dijiste que volverías pronto, y donde me quedé, mirando pasar los inviernos.

Con el tiempo entendí que no todos los regresos se anuncian.

Algunos llegan en forma de ausencia, otros se hacen desde dentro, como quien se busca y por fin se encuentra.

[tontopoetico]

Sin título.

[historiasvidaycafe]

Ya no duele como ayer.

Ya no duele como ayer.

Photo by cottonbro studio on Pexels.com Ya no duele como ayer. Está empezando a doler menos. Sí, ya no duele como ayer. Las cicatrices invisibles arden más. Duelen. O quizás queman… Queman como tus besos en mi piel. Como ese abrazo en invierno. Pero ya no duele como ayer. Mañana dolerá menos. Lo difícil ya pasó. La tormenta se hizo llovizna. Y aquí estoy, en la calma que antes pedía a…

[pochaulloac]

VELLOTERAPIA

Genngiskatiuska la conocí en un viaje en China, me llamo la atención su extraño nombre, ella dijo que significaba "Cajita de sorpresa" con una gran risa, que se agarraba el vientre de tanto gozar, su sonido de bebé relajado.

Sus parpados encapotados me daba la pista que debía ser descendiente oriental, la intriga esos azules y profundos iris, enigmáticos.

Le pregunte sobre sus ancestros, evadio, mirando el techo

- no sé, no sé nada

-no sabes en realidad o no quieres contarme

Movio los hombros con indiferencia, terminamos el jugo surtido de frutas tropicales, pague la cuenta, a pesar que ella se negaba, no tome su dinero.

Ella dijo la próxima yo pagaré.

Cinco días hermosos de mirar la ciudad, tomar fotos, la recogí en un hotel pequeño en las afueras de la ciudad, cumplió en el almuerzo, se paro, fue a la caja, pago la cuenta.

Desde ese día pactamos, cada uno come y bebe lo que quiere, cancela su consumo, proteste, pero ya estaba tomada la decisión.

Invito a su habitación, compartida con cuatro señoritas, cada una separada con cortinaje, oscuro y grueso.

Ella dijo el baño es común, pero nuestro descanso es personal, , en la mesita frasquito de inyección, con anotaciones, su contenido un misterio.

Echados nos besamos, solo la abrace y quede dormido, al despertar, la vi llenando los frasquitos de vidrio.

- ¿Qué haces pregunte?

- Lleno la colección

Tome la casaca y me marche, sin dejar de mirarla, no acordamos si la recogería.

Al ducharme quede sorprendido, me faltaba vellosidad en barba, pecho, ingle, cejas y más, me había tusado, mientras dormía.

Al día siguiente fui muy temprano al hotel, las cuatro señoritas, no la conocían, nunca conversaron,

-Se fue ayer, con sus extraños frascos.

- An niong

[instantedelibertad]

Exploré la posibilidad, por más improbable que fuera, que se encontraran en esas sombras tus contornos, y tu aliento en esos vientos que aullaron por mi ventana en la madrugada. Tus labios me sonrieron, pero me di cuenta de que era el amanecer.

[welcometomyhxll]

¿Por qué no puedo dejar de pensarte? ¿Por qué no puedo dejar de hablar sobre ti? ¿Me enamoré? Creo que sí.

2018-2019

[piafgodalhiworld]

«Arrebatado y sumido en un estado de arrobamiento, se creyó sobrenatural. El delirio lo consumía poco a poco, como si sombras desconocidas lo arrastraran hacia un abismo ignoto. Los especialistas trataban aquel extraño caso con cautela, aunque sin descartar la duda: a veces, la realidad trastoca más la mente —la conciencia misma— que cualquier libro de ciencia ficción.»

[de-letras-somos]

Supo que yo sería la indicada.

Supe que yo estaba condenada a suspirar por su mirada.

Emilia R.B

[tiempoydestino]

Tus pétalos se abrieron de par en par en la selva nocturna iluminada por la luz de tu dilatada pupila; el sediento cielo de tu mirada no se conformaría con tibieza, sino la entrega total.

[follame-apolo]

Te encuentro siempre en la noche como si te tratases de un animal salvaje, aullando a la luz de la luna. Con los colmillos sacados a relucir y tus cadenas de plata brillando sobre tu pecho.

Tus ojos se vuelven oscuros como lo es la propia noche, pero estos lo hacen para dejar paso al cielo estrellado que escondes en la mirada.

Tu nariz se perfila y tus orejas se vuelven puntiagudas, las astas de venado comienzan a asomarse por tu cabellera y tus garras se vuelven afiladas como la de los lobos.

Ya no se si eres humano o tan sólo una mera bestia fugada del averno.

Las dagas clavadas en tu corazón recuerdan que eres de carne y hueso, pero tu cabellera envuelta en llamas dicta que perteneces a la divinidad.

Tan sólo la autopsia de tu alma nos revelará que eres realmente.

Y sobre todo, quien eres realmente.

[hanaalcaram]

Todo en ella sabía a Coca Cola.

Todo en ella sabía a Coca Cola. Sus ojos marrones, su sonrisa con los labios siempre pintados de un marrón oscuro… Todo en ella gritaba Coca Cola…  y yo era adicto a ambas. Cada sonrisa suya me dejaba sin aliento, pero al mismo tiempo las necesitaba para respirar. Qué suerte la mía que me fuera tan fácil hacerla reír.

Me fascinaba la forma en la que su pelo, naranja con mechas rubias, caía sobre sus hombros en rizos que recordaban a mares de lava. Los mismos mares de lava que su mirada evocaba en mí.

Sus manos me hipnotizaban. Cada vez que hablaba las movía de forma exagerada, acompañando perfectamente cada palabra que salía de sus preciosos labios. Daba igual si estaba hablando de algo que le encantaba, que le asustaba o si discutía conmigo porque odiaba películas que a ella le fascinaban. Siempre me quedaba embobado mirando sus manos, imaginando cómo sería sentir sus dedos entrelazados en mi pelo y sus uñas acariciando mi cabeza.

Imaginaba una y otra vez cómo sería besarla, preguntándome si sus labios también sabrían a Coca Cola, o si sus besos se sentirían como las burbujas de esta, acariciando mi lengua y provocándome escalofríos.

Intentaba que esto no me desconcentrase de lo que ella decía, porque todo lo que tenía que decir me parecía interesante… pero yo era adicto a la Coca Cola, y todo en ella sabía a Coca Cola.