"A rose can never be a sunflower, and a sunflower can never be a rose. all flowers are beautiful in their own way, and that's like woman too."
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박. the begin. › august ; semana temática. › jeonghwa.nim ft Elly. › #PJH95 + #AHJ91. › #ig #mssn1 El silencio abrazaba las carreteras a las afueras de la ciudad, haciendo del oscuro cielo inmenso y del canto de los insectos algo vacío. Mostrando a Jeonghwa como algo pequeño en medio de ese casi desierto. —Qué venga alguien, por favor... —Suplicó en un susurró, poniéndose en cuclillas a un lado del cartel abierto a su lado. ¿Hace cuantas horas estaba allí? La gasolinera no estaba tan lejos de ella y sin embargo parecía que no había más nadie aparte de ella allí. Pero parecía automático, una súplica y las luces de un vehículo se hicieron frente a ella. Parando lentamente al tenerla cerca. Lentamente se levantó, acercándose a paso poco sofisticado a la ventanilla del conductor. —Seguro necesita renovar gasolina, ve aquí. No te arrepentirás. —Ofreció una pequeña tarjeta de presentación a la par que con seguridad en una sonrisa, convencía con sus palabras al extranjero. Y, por allí no tardaron en verlo... el primero de tantos. [ flashback ; 2001 ] —Papá... por favor. ¡Por favor, no quiero! —¡Cállate! Rápidamente voló un golpe al rostro de la menor y sin más, todo dentro de ella se movilizó. Sintiendo como su interior era atacado de forma feroz, haciéndola moverse de arriba a abajo en contra de su voluntad. Él con la punta de una pistola invisible apuntaba en su espalda amenzando con apretar el gatillo, haciendo que no pudiera negarse nuevamente a la situación. ¿Cómo iba a acabar con esto? Ya habían pasado más de dos años desde la primera vez y Jeonghwa tan solo tenía seis años. Ya tenía la consciencia suficiente para saber que ya no quería eso. Si jugar con su padre dolía tanto, quería negarse. Pero no podía, la niña debía hacer lo que su progenitor pedía. "Así" se jugaba según él y de esa manera le habían enseñado. Salir al mundo a vender baratijas en la calle, era mejor que jugar con su padre que siempre estaba borracho o escuchar a su drogada madre decir lo inútil que era por no traer dinero a la casa como se debía. Recibir un nuevo moretón era el pasatiempo de una coleccionista ya. Años así. Estaba cansada. Y las conversaciones con su mejor amiga, Lirio, comenzaban a sentirse distorcionadas con el pasar de los años. Las risas asustarían, si alguien las escuchaba. Ella le aconsejaba, cada día era lo mismo hace un tiempo ya: "Mátalos, JeongHwa." Cabía destacar que Lirio no hablaba. Jamás lo hizo. Seis años, pero los suficientes como para saber que la gasolina serviría para hacer reaccionar una lágrima de fuego. . . . Ni un psicólogo, ni un psiquiatra lograron que los sentimientos más oscuros de la pequeña pelinegra abandonaran su ser, purificaran si corazón. Sin embargo, alguien fue capaz de alivianar sus pesares, compartir su retorcida mirada al mundo. Ahn Hyo Jin. —JeongHwa, nosotras vamos a salir de aquí. Sus años en el orfanato le habían dado a la única persona real que se convirtió en la más importante en su vida. La única que hablaba con las perturbadas voces de su mente, mostrando que ella no era la única así. Una hermana mayor, como la que nunca tuvo. [ a few years later... ] La mirada de asco iba disimuladamente del gordo asqueroso de su jefe, que creía que con un traje barato y una mirada lasciva las tenía a sus pues, a la de HyoJin que sin duda correspondía y así nuevamente a su trabajo. Una gasolinera en medio de la nada, no tenía muchos clientes, pero desde la incorporación de dos jóvenes y ardientes cuerpos, la misma comenzaba a tener lujosas visitas de extranjeros, como también de empresarios con poca actividad sexual de la ciudad en busca de una buena charla con algunas señoritas. No había más nada que hacer, estaban ganándose la vida de aquella manera y sin embargo, no dejaban de asquerase ante el simple deseo mundano que el hombre tenía. Creer que con palabras bonitas las compraría. No. Ella había aprendido de la peor manera como hacer oídos sordos, tanto como había aprendido a hacerse de sus beneficios. Y tan pronto como pudieron, el jefe se había retirado a tomar un eterno viaje al más allá, tras una 'simple' taza de café. Nadie lloraría la muerte del viejo jefe Choi, lo único que le quedaba en la vida era aquel lugar. Hacerlo desaparecer, había sido más fácil que lidiar con todos aquellos locos que querían saber sobre la muerte de sus padres. Pero sin duda, siendo la mejor elección para HyoJin y Jeonghwa. El hacerse de la gasolinera, simplemente había sido el primer paso. . . . —Va en camino, cambio. —Pronunció divertida tras el woki-toki, rápidamente recibiendo una respuesta de la más grande. Era momento de poner manos a la obra.
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박. fears. › august. › jeonghwa.nim ft Linh Kennie. › #PJH95 + #KSJ96. › #ig #mssn6. Los sentimientos son parte de un mundo donde aún, a pesar de los años, el ser humano no tiene total entendimiento. A veces cree que los entiende y a pesar de sus extensas explicaciones muchos cabos sueltos han quedado, dando a sus siguientes sucesores lugar a nuevas teorías. Pero siempre existió esa obsesión de buscar respuestas a lo que no comprendemos, olvidando así que lo importante es vivir para descubrirse a uno mismo y así poder conocer. Aún así, muchos somos conocedores del «miedo» que sin necesidad de encontrarle una explicación racional o irracional. Todos hemos huído de lo desconocido infinidad de veces, pero a veces los miedos se hacen reales y el enfrentarlos solos no es una opción. Así que como muchos, Jeonghwa se apoyaba en sus seres queridos al igual que agradecía que ellos se apoyaran en ella en situaciones así. Y esta era una de esas tantas veces donde alguien que ella adoraba la necesitaba, y sin duda alguna la más pequeña del único grupo femenino de Banana Culture correría a ayudar en todo lo que pudiera. La idea era visitar a su preciosa «Boogaboo» y como lo hacían cada tanto tiempo se juntaban a hablar de la vida, a actualizarse sobre los últimos hechos en la vida de cada una. Desde los más felices, hasta los que le daban alguna clase de preocupación. Era una especie de terapia para aquel par. —Siento un poco de envidia al ver lo preciosos que son estos niños, SeJeong-ah. —Musitó esternecida por el momento. Estaban las dos rodeadas de seis pequeñas criaturas que entre risas y ladridos se divertían de lado a lado de la habitación. Los tesoritos de Kennie se habían planteado toda una persecusión a patas de las mascotas de que ambas tenían en su casa como parte de la familia. Debía de admitir que tenían que supervisar el juego de los niños y que los besitos de cachorro no fueran más allá de solo eso. Sin embargo, verlos tan felices no les hacía perder su objetivo inicial de aquella reunión. Recorrió la habitación con una lenta mirada. Analizó cada rincón, cada objeto, finalmente llegando a las fotos que la sala llevaba como decoración. Algunas cuantas fotos de los niños, de ella con ellos. Pero... se sentían los espacios en blanco de las viejas fotos, como si sus huellas han permanecieran allí incluso luego de una capa de productos de limpieza. Sin más se volvió a los niños y los cachorros, soltando un suspiro camuflado. Podía sentir el peso de los recuerdos sentada allí, el silencio de seguro ahogaba. Y lentamente su mirada inquieta llegó a posarse en su amiga. Tener que cuidar de todos, seguramente no era fácil y conociéndola hacerse la fuerte era lo mejor que podía hacer en esos momentos. Obligarse a ser fuerte por alguien más... era curioso. Esperaba que con esa mirada la menor por fin dijera lo que le estaba molestando últimamente y que Jeonghwa ya había notado hace días ya. Algo por arriba sabía, pero necesitaba que ella se abriera completamente y así poder ayudarla. Era la única manera de alivianar el corazón de su preciada amiga.
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박. psychokil lers. 𝘁𝗵𝗲 𝘀𝘁𝗼𝗿𝘆 𝗯𝗲𝗵𝗶𝗻𝗱: 𝗍𝖾𝖽 𝖻𝗎𝗇𝖽𝗒 › august ; semana temática. › 𝐠𝐫𝐚𝐯𝐢𝐭𝐲宇宙 ft jeonghwa.nim. › #PJH95 + #KMS92. › #ig #mssn5.
Algo dentro ocurrió cuando sus ojos se encontraron frente a la silla eléctrica. Durante todo ese tiempo jamás se imaginó enfrentándose a la realidad, al castigo impuesto por la sociedad que por tanto tiempo le tachó de desiquilibrado. Ted, estaba por primera vez asustado, sabía que esa noche del 24 de enero de 1989, moriría. Se recostó en el lugar que le respondía, bajo un lugar metálico, frío, que calaba con el simple contacto. Tenía el mismo semblante tranquilo y elegante de siempre. La barba de un par de días nacía en su barbilla, sin embargo, su sonrisa fue notoria cuando el guardia encargado de leer su sentencia se posó frente a él y comenzó a hablar. Ted pensó en muchas cosas en ese momento, tantas emociones fluyeron en un mismo instante que, le fue inevitable sentirse un tanto, ¿emocional? A lo lejos, escuchaba el barullo de quienes ansiaban y pedían entre gritos y coros su muerte, a Ted le divertía. Le hacía sentir que al final, todo había valido la pena. Sus ojos se encontraron con los de su madre, en ese segundo, vio resbalar de ellos una lágrima. Sintió lástima por ella. En ese momento, dos mil voltios arremetieron contra su cuerpo. Un crudo grito de dolor se le escapó de los labios cuando sus entrañas fueron calcinadas debido a la electricidad. Los presentes pegaron un salto, unos, se cubrieron la nariz y boca por el olor a la piel quemándose a cada centímetro durante, lo que parecieron horas en lugar de minutos. Los gritos no se detuvieron, sino, hasta que el último respiro salió de su cuerpo sin vida. . . . Ted tenía todo listo, salió llevando un bastón consigo y un par de libros entre los brazos. Estacionó el auto a unas calles de la Universidad de Ohio, misma donde cursaba los estudios de Derecho. El hombre, que se encontraba ya cerca de los treinta, consiguió llamar la atención de Julie Cunningham, una mujer de cabellos largos, nariz afilada y una figura esbelta. Bundy dejó caer los libros bajo una actuación convincente, llevando así a Julie, una estudiante al igual que él, a acercarse con tal de ayudar. — ¿Está bien si llevo estos libros por usted? — Oh, muchas gracias. Eso sería muy amable.—sonrió el hombre, apuntando hacia su derecha, en donde se hallaba un auto oscuro. — Es por ahí. La señorita Cunningham jamás imaginaría que aquella tarde sería su último día con vida pues tan pronto el futuro abogado se hubo cerciorado de que nadie estuviera observando, dio entonces un golpe justo en la sien con una herramienta de metal. Dejando así a la mujer inconsciente justo para tomarla entre sus brazos y colocarla dentro del auto, el cual se hallaba sin el asiento trasero. Condujo a toda prisa hacia las afueras de la ciudad, un bosque casi desértico en el que más de una docena de sus v��ctimas había muerto también y que, Julie se sumaría a una más de ellas, de aquellas estúpidas mujeres las cuales detestaba con cada partícula que conformaba su cuerpo. Con las manos esposadas, bajó a Julie del auto, la dejó en el suelo, todavía sin señales de despertarse. Y así, sin su pleno consentimiento, le despojó de sus prendas, dejándola al desnudo tan solo para, proseguir a tomar su cuerpo entre penetraciones y besos salvajes.
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박. I don't care.
› august. › Pluie de fleurs ft jeonghwa.nim. › #PJH95 + #KYR99. › #ig #mssn2.
Yerim-ah, es probable que pronto podamos debutarte es cuestión de paciencia– Aquella mención dada por uno de los encargados del itinerario de los rookies de la empresa tan solo provocaba que los frustrantes pensamientos de la castaña invadieran por completo su mente. La respuesta siempre era la misma a pesar de que en un principio aseguraba un lugar con sus compañeras de SMrookies quienes eran presentadas en ciertas ocasiones dentro de eventos “familiares” entre grupos o mejor conocido como SMTOWN. Sabía que no era tiempos de reclamar ante su corta estadía, no obstante el que estuviese tan presente aquella promesa bastante vaga al igual que todas aquellas platicas en el que se llegase a incluir la palabra “debut” podían llegar hasta ser el punto de su fastidio por el cual muy difícil lograría deshacerlo. No era desesperada, sin embargo, la molestia de creer ante aquello le resultaba bastante fatídico tras no ver ni un resultado que lograse asegurar por lo que se había esforzado bastante tiempo. Los rumores se hacían fuertes o al menos en un principio, las respuestas del mismo no se hicieron llegar pues estas jamás aparecieron o no al menos en el tiempo que para la castaña creía correcto. Sonreír como una total tonta ante aquellos momentos llenos de decepción le traía un malestar y un mal sabor de boca que ni el intentar olvidar lograría el eliminar aquellos tormentosos pensamientos negativos que rodeaban el aura de la menor. Tenía curiosidad, curiosidad por el hecho de que quizás si hablara con otra persona la cual pasó por lo mismo en lo que se encontraba ella le daría la respuesta por la cual tanto esperaba. En realidad no esperaba mandar un mensaje o un correo a quien para ella sería la salvadora , no obstante su mente fue capaz de ordenar a cada parte de su cuerpo desde el tomar el celular, hasta teclear palabra por palabra en búsqueda de un mensaje que fuese corto pero a su vez que explicara lo importante de aquel asunto. Las palabras eran concretas y aunque a pesar de que desease sonar seria alguno que otro emoticon por su parte se hicieron expresar. “JeongHwa eonnie, necesito ayuda con urgencia. T T” Tras enviarlo, su desesperación se hizo presente, el morder sus labios una y otra vez se hicieron su propia manía al no recibir como tal una respuesta. Sabía que podía ser rechazada o no su invitación, una vez que esta fue enviada, no obstante la única manera en que sabría de aquella respuesta sería únicamente al intentarlo y no quedarse en búsqueda de alguno que otro pretexto de los cuales siempre hacía uso tras no encontrar una manera de desahogarse. Estaba harta, su paciencia no era suficiente para volver a ser aquella Yerim feliz de la que muchos conocían, sin embargo, por primera vez mostraba aquellos colores que desconocía y de los que únicamente la cantante de la agrupación EXID lograría entender.
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박. my travel. › august. › jeonghwa.nim ft hani. › #PJH95 + externo. › #ig #mssn4 Lo último del confetti comenzaba a entrar en contacto con el suelo de aquel escenario en Londres y a su vez disminuyendo con lentitud el sonido de la música que los parlantes del lugar amplificaban. Finalmente dando por terminado el 'Feel Korea festival' del que varios grupos de Corea habían viajado para participar, entre estos EXID. No quedando más que hacer en el recinto del espectáculo, el regreso al hotel se tornó más animado de lo normal: aquel concierto era lo último de su agenda para el primer día, por lo que hacer turismo era lo que más les emocionaba para ese entonces. —“¿Qué hacemos? —Vamos a pasear. ¡Tenemos qué!” Sin duda había sido un pacto entre las cuatro. Así, rápidamente como llegaron a cambiarse al hotel, salieron a recorrer las históricas calles de esa ciudad que para EXID. Realmente habían ansiado demasiado ese tiempo que era solo para ellas en ese lugar que era algo completamente desconocido e innovador, a comparación con Seúl. Londres era un lugar de maravillas, tanto que les fue inevitable no rogar por ir a pie en cuanto el flujo de turistas parecía ser normal. Hacerse en primer lugar de la historia y la belleza de aquel lugar parecía ser un sueño. Quedando fascinadas cual infante ante cada cosa que su querida Corea, les brindaba de otra forma. Debían de agradecer el perfecto día que les abrazaba, haciendo del paseo algo sumamente agradable. Y a pesar de eso, el deseo de una mujer por las compras era más. Por lo que en cuanto llegaron a la zona de tiendas, se hicieron de cada vidriera hasta dar con el shopping. Tan grande como parecía ser, las tiendas abundaban y el flujo de gente ahogaba a medida que te ibas adentrando más a este. No les costó mucho decidirse por la manera de evitar ser arratradas por la gente: decidieron escapar ingresando a cada tienda que tenían al paso. Puede que el vagar entre ropa comenzaba a tornarse divertido para las chicas, tanto que algunas acabaron entre sus manos con algo nuevo para su guardarropa. Sin embargo, el 'escapar' de las personas parecía todo un juego de estrategia. Estrategia que se volvió aún más real en la mente de la menor del grupo, que sin duda el aburrimiento seguía dándole muchas ganas de molestar a sus mayores (incluyendo a su manager) a pesar de estar lejos de casa. —Unnie, venga. Vamos a comer... sin Elly y Hyerin unnie. ¿Mhn? —Susurró JeongHwa a Hani, aprovechando que estaba enganchada de su brazo. Una sonrisa pícara se contagió del rostro de la más grande, así, llevando su mirada al otro par que seguía sumergiéndose entre las prendas de la última tienda que habían ingresado. —Maknae, avancemos poco a poco hacia la puerta mirando ropa. De manera que ellas se den cuenta un poco tarde de que no las seguimos. —La menor asintió animada sin más. Y como su compañera sugirió lentamente lo hicieron de esa manera. Paso a paso se iban adentrando entre la ropa que se encontraban mirando hacia la entrada, fingiendo estar interesadas. Mas, el interés estaba fijo en algo que no era tan tangible. Pareciendo estar en un juego de niños de parvulario, la visual line llegó hasta la salida con un éxito indiscutible. Siendo la más chica quien soltara una pequeña carcajada al cumplir su primera meta. Ahora, solo les quedaba dar con el lugar que por fin les sacaría el aburrimiento y claro, llenaría sus estómagos. Un poco de adrenalina no le haría mal a absolutamente nadie.
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; our songs — ✨ .
› july. › Kyeong; 여신 ft jeonghwa.nim. › #PJH95 #KMK97. › #ig #mssn4.
“I believe in you you know the door to my soul you’re the light in my deepest and darkest hours
you’re my savior when I fall.”
Para las personas que conocían a Roa por más de un par de días ya estaba de más el que les contaran de la relación que ella mantenía con la maknae EXID. Desde el día de su debut, el permiso para utilizar teléfonos libremente había regresado y de la misma forma el estrecho lazo que mantenía con Jeonghwa se volvió a fortalecer. Todo iba viento en popa, su reciente carrera como idol, el crecimiento del fandom, buenas ventas...pero la vida de un artista no podía ser así de fácil y no se equivocó. No pasó mucho tiempo para que salieran rumores sobre ellas, vinculándolas con los sunbaes de su empresa, llevando a que el CEO de su empresa las reprendiera a las diez y de pasada también a los otros que también se habían visto envueltos. Aquello hubiese quedado ahí si no fuera porque las carat (fans de Seventeen) la tildaban de zorra y decían que "mínimo" había seducido a tres miembros de dicha agrupación. Eso era el tema de moda en las redes sociales. Demasiadas críticas eran las que había recibido desde que Pledis decidió exponerla ante las cámaras en Produce101. No era algo de lo que podía quejarse del todo, pues, era el camino que eligió y tendría que lidiar con todas las cosas que se vinieran encima, fueran buenas o malas, pero, su fuerza iba apagándose y comenzaba a no saber qué hacer ni como reaccionar a pesar de los constantes ánimos de las demás miembros de Pristin, incluso de sus sunbaes de Seventeen y de Nu'est, con los cuales tenía una gran amistad. (ㅡ) Ese día había quedado en encontrarse con su salvadora en aquel café que se había convertido en una especie de guarida para ellas, lugar que casi siempre frecuentaban. Incontables veces fueron en las que recibió su ayuda pero no quería ser una preocupación más, así que optó por no mencionar nada del tema que ahora la atormentaba, esperando que la mayor no se percatara de ello.
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› july. › 910221 ; Solar ft jeonghwa.nim. › #PJH95 #KYS91. › #ig #mssn1.
La definición del diccionario para "mejores amigas" no era suficiente para YongSun y JeongHwa. No, ellas eran más que eso. Eran hermanas por elección, el cual era un lazo aún más fuerte. Toda la vida habían estado juntas, por más problemas que tuvieran, no había nada que las separara. Se conocían como la palma de la mano, sabían gustos y disgustos, incluso los más extraños. Se aconsejaban, se acompañaban, se protegían y se amaban con sus enormes corazones. Eran polos opuestos, YongSun era la calma y JeongHwa el caos, estaba llena de energía y eso hacía que las vidas de ambas fueran divertidas. Se necesitaban y se complementaban a la perfección. Era una unión que era admirada y envidiada por muchos. Hasta que el caos llegó. Se casarían, en el mismo lugar, en la misma fecha y en la misma hora. Era el sueño de ambas, la boda que siempre habían soñado desde pequeñas y por esa razón ninguna iba a ceder. Por dos meses todo fue caos. Se sabotearon una la otra, YongSun hizo engordar a JeongHwa (entre otras cosas) y esta última logró que todos creyeran que su ex-amiga estaba embarazada y esa era la razón de su matrimonio (también hizo que su bronceado fuera naranja, pero eso eran detalles). La relación estaba rota y no había nada que la arreglara, sin embargo, ¿por qué YongSun la extrañaba como si se fuera a morir? Estaba furiosa, pero al mismo tiempo no. Los sentimientos estaban encontrados, después de todo, habían estado toda la vida juntas, no era un cariño que desaparecería de un día al otro y tampoco quería dejarle ir tan fácilmente. ㅡSiempre has hecho todo lo que ella quiere. Es una manipuladora de primera. ㅡEs que no la entiendo, ¿por qué no puede ceder? ㅡNunca ha sido una buena amiga, de alguna manera cambia tu personalidad cuando estás con ella. Esa mujer en la que te conviertes no me agrada. ㅡpara YongSun fue como un balde de agua fría, ¿en serio el hombre con el que se iba a casar decía eso? ㅡ¿Te das cuenta de lo que estás diciendo? Es como si me odiaras. ㅡNo te odio, es sólo que... JeongHwa es mala influencia. ㅡse calló, buscando alguna respuesta ante las cosas que el hombre en su cama decía. No podía creerlo. A pesar de estar peleadas, su mejor amiga era parte de toda su vida y no aceptarla era como si tampoco lo hiciera con ella. . . . La vida da giros y aunque todo parezca perfecto en un solo segundo todo se puede desmoronar. Lo entendió cuando comenzó a buscar los anillos, la manera en que no congeniaban era algo que la tenía deprimida, ¿era de verdad el hombre con el que pasaría el resto de su vida? Porque sí, habían estado años juntos y cuando dijo "sí", parecía lo correcto, sin embargo, ya no se sentía así. Se sentía como si todo estuviera colgando de un hilo. La necesitaba más que nunca. Se sentó en una banca cerca de la plaza y lloró. Nada estaba saliendo como planeaba y no era solo estrés, era pena por todo lo sucedido. Era como si le faltara una parte de su corazón. Decidió tomar su teléfono y, con esperanza en el alma, la llamó.
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; angel — ✨ . › july. › jeonghwa.nim ft Kyeong; 여신. › #PJH95 #KMK97. › #ig #mssn3. “—Tú... ¿quién eres y cómo es que tienes mi número? —Yo soy tu salvadora.” En un principio lo había dicho como una broma, por lo que esas palabras fueron acompañadas de algunas risas y tras eso la explicación de lo ocurrido la noche anterior. Podría decirse que en otra situación no hubiera ocurrido, pero allí había nacido una nueva amistad. Amistad que duró años, y hoy en día seguía con la misma llama que el primer día a pesar de la lejanía. Si, desde aquella noche en el bar, tal vez Jeonghwa se había convertido en aquel ángel de la guarda que la menor necesitaba. Brindaba el cariño y la atención que merecía tener. Y la ayudaba a todo momento. Sea pequeño, sea un gran problema: 'La salvadora' estaba allí siempre para cuidar de MinKyeong. También haberse ganado el apoyo de los padres de esta, había sacado muchas cosas a favor de la menor. Y lentamente, sus prioridades fueron cambiando. “—Unnie, quiero ser Idol. Audicionaré. Quiero intentarlo, quiero ser cómo usted.” Aquellas palabras llegaron al corazón de la maknae de EXID como flechazo. No solo porque le había llenado de cariño y orgullo, sino porque no quería que ella fracasara tanto como sentía que por su parte estaba fracasando en el mundo del entretenimiento. Sin embargo, apoyó con cada centímetro de su ser a la menor. Aún cuando ya casi no se podían ver, aún cuando las horas de esfuerzo y trabajo superaban a las de ocio que ambas tenían juntas. No había llamadas, no había siquiera un mensaje. Nada. El tiempo pasó y el contacto de ambas se había perdido. Quería creer que de alguna manera eso le decía que la promesa seguía intacta. Confiaba ciegamente en ella. Ahora, solo quedaba esperar por nuevas noticias. Ver su nombre en titulares, bajo estos. Verla algún día en la televisión brillando como solo ella sabía hacerlo. —Yah, Park Jeonghwa... ¿no es esa MinKyeong? —¡Es MinKyeong, si! ¡es MinKyeong! Su mirada subió esperanzada hacia la pantalla, el orgullo se hizo del Ángel. Esperaba ansiosa el primer programa desde que se enteró que su niña estaría allí, era fiel seguidora de la duzura que esta contenía. Ese programa de supervivencia era más de lo que Park Jeonghwa podía soportar, pero confiaba en su protegida. Ella era talentosa, se llevaría el mundo por delante, si este le daba la oportunidad. Era increíble. Aunque por otro lado existía cierta preocupación: el pasado de la menor podía hacerle crueles jugadas en el mundo al que estaba ingresando. Y de alguna forma, se hizo presente. La necesidad de decirle algo se hacía cada vez más fuerte, pero no había manera; quería aconsejarle pero no había manera de estar allí. Había llegado tan alto como le habían dejado llevar. Jeonghwa sentía que aún le quedaba por recorrer. ¡Tenía que llegar a ser como ella, incluso más genial! Y con el dolor del alma.... la eliminación la trajo de nuevo a ella. “—Ayúdame, unnie... ven...” se sintió una destruída voz del otro lado del teléfono. «Número desconocido», decía la pantalla y el pánico se hizo de la mayor al reconocer la voz. —¿MinKyeong? Kyeong-ah, ¿dónde estás?
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; lonely nights — ✨ . › july. › jeonghwa.nim + rosé. › #PJH95 + #PCY97. › #ig #mssn2 “El karma se mueve en dos direcciones. Si actuamos de forma virtuosa, la semilla que plantamos resultará en nuestra felicidad. Si actuamos de forma no virtuosa, sufriremos resultados.” Sakyong Mipham. Últimamente su nombre se oía demasiado a cualquier lado al que iba y más que ser agradable, cómo alguna vez lo había soñado, era molesto. El escuchar como cada letra del mismo era degradado de tan desagradable manera, hacía hervir su sangre. Lo peor de todo era de que estaba acompañada, haciendo de su enojo algo más grande. Días atrás Jeonghwa había sido invitada a una fiesta en la que su mayoría serían artistas de YG Entertaiment, no obstante muchos ídolos de otras empresas formarían parte de la misma: como acostumbraba serlo. Allí había conocido nuevos rostros y entre estos la dulce jovencita que lamentablemente se había vuelto el segundo nombre que formaba parte del nuevo tema de conversación del medio. ¿De dónde habían salido tales cosas? No entendía quien en esa fiesta tenía tanto veneno para escupir sobre la cálida imagen que transmitían Rosè y Jeonghwa, que más que verse en escándalos siempre se habían visto en emocionantes noticias. De tantos famosos que habían asistido a ese evento, ¿por qué a ellas dos? Simplemente habían tenido el placer de congeniar bien en el mismo grupo de amigos. “—Chaeyoung-ssi, ¿has oído lo que nuestros nombres rumorean tras la fiesta?”, interrogó días después de esa divertida noche. Al parecer, no había faltado hombre esa noche al que no habían coqueteado, no había faltado el que metió mano y siquiera habían faltado la idea de alguien entre las piernas de ambas. ¿Tan amenazante era la buena amistad que había nacido esa noche? Y la furia de aquel par fue aumentando a medida de que el rumor crecía, que nuevas cosas salían a la luz. ¿Lo peor de todo? Maldecían al aire, la mancha a sus historiales no tenia nombre ni apellido. Sin embargo ansiosas esperaban día a día que el karma se hiciera de esa o esas personas y ellas pudieran estar allí para reírse. [ kakaotalk to chaeyoung-ssi. ] ¿Lo has leído? ¡Ha salido a la luz! Las noticias viajaron tan rápido como pudieron y en vez de ver al mundo silenciarse sin pedir disculpas, el autor salió a la luz haciendo que el mundo hablara al verlo hacerse al fin de la mala cosecha que había sembrado. Interrogantes llenaron su cabeza todo ese tiempo, tantas que de cruzarse con esa persona nuevamente no les daría el tiempo para responderlas a todas sin antes sentir la necesidad de que trague sus propias palabras. Y ahora que al fin había un rostro, había un nombre... tanto Chaeyoung como Jeonghwa debían tomar cartas en el asunto.
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; primer concurso: my first love story — ✨ . › june. › jeonghwa.nim. › #PJH95. › #ig #mssn5 ¿Recuerdas la primera vez que lo viste? Seguro aquella sonrisa aún persiste en tu mente y el sonido de su voz aún es la mejor melodía de cada primavera. ¿Recuerdas el brillo de sus ojos bajo los tenues rayos de sol a la sombra de los cerezos? ¿y el cómo cada pétalo rosa los envolvía en un suave danzar? No podría olvidarlo jamás. Incluso hoy cuando el cansancio frente a un espejo parece que lo es más, ese pensamiento le hacía fuerte a Jeonghwa. Allí lo había visto ella por primera vez: bajo la sombra de esos árboles de copa rosada buscando el camino a su misma secundaria. En cuanto la chica se le acercó al muchacho, se encontró la más perfecta curva que alguna vez había visto en algún rostro. Curva que aún hoy en día ve brillantemente al cerrar sus ojos. “—Disculpe, ¿va a la secundaria cercana? Solo debe de seguir de aquí derecho. —Oh, ¿de verdad? Muchas gracias, ¿....? —Jeonghwa, me llamo Jeonghwa. Seguramente nos veremos mucho de ahora en más. —Soy Jonghyun, cuida de mi ¿si?” Y se despidieron con un suave vaivén de sus diestras. El sin mirar atrás, ella sonriente, sintiendo que el mundo se congelaba tan solo viéndolo partir. Desde allí, los días tomaron una energía diferente. Había tenido la suerte de poder ver aquella sonrisa más de cerca en su misma aula cada día, y aunque no se animaba a acercarse mucho al principio, fueron esas sonrisas cada mañana y cada tarde que les hicieron volverse más cercanos. Jonghyun había logrado ser parte de la clase, estar rodeado siempre de personas que siquiera eran de su mismo salón era normal. Sin embargo, disfrutaba de aquellos momentos en dónde por fin podía ser él mismo. Jeonghwa acostumbraba a estar sola, normalmente en la primera fila a un lado de los enormes ventanales que cada aula ofrecía. Amando el exterior lejos de lo que ella podía vivir. Amando cada centímetro de ese tan vivo mundo y agradeciendo que antes de que acabara la primera primavera de su primer año, se había hecho de una agradable compañía. “—¿Sabes? Dicen que son cinco centímetros por segundo. —¿Eh? ¿qué cosa? —La velocidad a la que caen los pétalos de cerezo. Cinco centímetros por segundo. —Jjeong-ah, tú sabes mucho de estas cosas, ¿verdad?” Moría por ser interesante para él. Buscar un tema para que cada mañana y cada tarde estar a su lado, era el nuevo entretenimiento de aquella chica que aún era un cero a la izquierda en el mundo normal e incluso en el entretenimiento, a comparación de la popularidad que el chico había ganado en poco tiempo. Esos eran los únicos momentos que podía tenerlo solo para ella. El tiempo pasó. Verano, otoño, invierno, primavera. Siendo esta última época la que se había vuelto favorita para aquel par que parecía haberse vuelto uno solo. Inconscientemente parecían buscarse, incluso la más mínima felicidad o tristeza eran la excusa perfecta para apartarse en cualquier momento de la sociedad. Ellos dos juntos. Solos. La secundaria les trajo tres años en los que a pesar de las burlas por su relación, ellos se volvían aún más unidos. Alegres y vivos como las flores decorando con inocencia la copa de cada árbol, logrando que sus sentimientos se compararan ante la felicidad que daban los pétalos de cerezo al envolver a cada paisaje y persona antes de dar su último suspiro. Sumando cada dulce danzar, lo de ellos parecía eterno. Al igual que lluvia de verano, las hojas en otoño, la nieve en invierno. Ellos eran eternos. Sin embargo, el día de la graduación trajo más lágrimas de las que ambos hubieran pedido llorar. Más dolor, del que ambos se habían despedido tras la perfecta amistad de tres años. “—Jonghyun... —...¿De verdad no podremos vernos la primavera siguiente? —¿Quién dijo que no? Te buscaré, como siempre. —Ya no será lo mismo... —Me seguirás gustando como el primer día... tu sonrisa permanecerá en mi.” Y lo vió sonreír con dolor. No sabía si él estaba feliz por aquella confesión, por el hecho de que por fin Jeonghwa estaba cercana a debutar. O le destruía el hecho de que para ello, debía alejarse un poquito más de él. Lentamente, a la sombra de una futura cabellera rosa y en el escondite de un cuerpo esbelto, los labios de ambos se juntaron con tanta dulzura que el pasar de los años jamás borraría la huella. Y si, tal vez había algo de dolor e incertidumbre por el mañana, pero eso estaba lejos de su poder. “—Tú también me gustas. Siempre me has gustado, Jjeong-ah.” Sonó en un suave susurro y sintió su mejilla humedecerse, no sabiendo si se trataban de sus propias lágrimas o las del chico. Incluso si Jeonghwa debutaba y se olvidaba de él, siempre estaría para apoyarla, siempre la buscaría bajo la sombra de algún cerezo y sin duda alguna siempre recordaría que la dulce danza de un pétalo de aquel árbol iba a tan solo cinco centímetros por segundo.
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; home — ✨ . › june. › jeonghwa.nim. › #PJH95 + #KSJ96. › #ig #mssn6 No para todas las personas, «hogar» significa lo mismo. Para algunas es ese lugar donde sabes que hay alguien esperándote, donde siempre quieres volver para encontrar la calma que el mundo exterior no te da. Para otros, tal vez la vida aún no les ha dado a entender el real significado de esa palabras y otros más, simplemente... no quieren saber de uno nuevo, la traición les es más. No para todos tiene que tratarse de su casa, ese lugar al que cada noche van a dormir luego de un difícil día. O ¿por qué debe de tratarse de algo material? Jeonghwa estaba en esa parte de su vida, que debía de buscar el significado de esa palabra una vez más, independientemente de esa casa en la que vivió casi quince años de su vida. ¿Qué tenía ella planeado para su vida? “—Sejeong-ah, ¿cómo va la familia?” fue lo último que preguntó a su amiga la noche anterior, antes de acordar ir de compras un rato en la tarde al día siguiente. ¿Y por qué no? Ambas necesitaban un respiro y la excusa era perfecta: ambas tenían mucho de que actualizarse, y por teléfono no era divertido. Y tan pronto como cortaron aquella llamada, el día y la hora de encuentro no tardó en llegar. Una vez ambas juntas por fin, la tarde de chicas comenzó. Recorrerse de arriba a abajo cada tienda de la avenida iba a ser su misión del día, todo su ser pedía probarse aunque sea algo de cada tienda. Hace tiempo no paseaba un poco, así que se divertía junto a la menor. Sin embargo el cansancio llegó, y el hambre les saludó. Aprovechando que estaban cerca, le invitó a pasar lo que les quedaba de tiempo juntas a una cafetería o algo por el estilo, pues, este lugar era un poco más grande que eso. Lo más cercano a París que ambas podían estar en ese entonces.... era ese lugar. —Sejeong-ah, ¿Entonces cómo va la vida de casada y eso de «Home, Sweet Home»? —Inquirió con curiosidad. Habían acabado de pedir, por lo que ya debía de seguir con la línea de la conversación; hablar con la chica los últimos tiempos le había causado curiosidad esa vida. Sabía que había sido así desde hace unos años ya y para el «fracaso» que Jeonghwa se consideraba en ese ámbito, investigar se había vuelto necesario. Era hora de que se pusiera en marcha para crear su «hogar ideal», lejos de la dependencia de sus padres.
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; meeting… again — ✨ .
› june. › Kyeong; 여신 + jeonghwa.nim. › #KMK97 #PJH95. › #ig #mssn1. 「Back in the days ㅡ 2012」 Entre risas, copas y un poco de humo, la hija única de casa no dejaba de lanzarse miradas insinuantes con el único chico que se encontraba en la misma mesa que ella y sus amigas. Ni siquiera sabía la razón por la que hacía eso, el tipo en cuestión no era atractivo ni mucho menos interesante; quizás solo buscaba que pagara por el resto de bebidas que tenía pensado pedir minutos más adelante. Llevaba ya bastante rato colgando las llamadas que le hacían y es que debería de estar en clases en lugar de encontrarse en un bar. Las horas fueron pasando y sus demás compañeras iban dejando la mesa con una u otra excusa. Aún estaba sobria (o eso creía) pero su acompañante no parecía estar ni siquiera en tres de sus sentidos. Sin que pudiera darse cuenta, él ya se encontraba a su lado, abrazándola y queriendo tocar sus piernas con “disimulo”. MinKyeong sentía que era momento de irse pero tan pronto como quiso ponerse de pie, todo se volvió confuso y su equilibrio falló como nunca antes. ¿Cuánto había bebido? No tenía ni la más mínima idea y no se iba a poner a contar las botellas de cerveza y whisky que estaban regadas por doquier. Fueron varias las oportunidades en las que salió librada de aquellos hombres con los que compartía una copa o dos pero parecía que esta vez no sería tan fácil; se había descuidado de los niveles de alcohol. Ya casi se estaba resignada cuando alguien la tomó del brazo y prácticamente la arrastró lejos de ahí. Estaba tan fuera de sí que realmente no pudo recordar nada más que regaños y más regaños hasta el día siguiente que despertó con un horrible dolor de cabeza y unas náuseas que no tenían comparación; se quedó en casa, encerrada en su habitación con la finalidad de evitar la mirada que sus padres podrían lanzarle pero ni eso ayudó pues un número desconocido no dejaba de mandarle mensajes preguntando sobre su condición. Hubiera podido pensar que la “billetera” de ayer consiguió su número de alguna forma pero era imposible que él le dijera que no quería volverla a ver en algún bar de nuevo…muy extraño. ㅡTú…¿quién eres y cómo es que tienes mi número? ㅡYo soy tu salvadora. 「Nowadays ㅡ 2017」 Sound out, we are PRISTIN! Un día más de presentación. No había pasado demasiado desde el debut de su agrupación y no podía estar más feliz con la aceptación que iban teniendo, era un sueño hecho realidad. ㅡEXID sunbaenim harán comeback mientras promocionamos, ¿no es maravilloso? ¡¡Podremos verlas!!ㅡ Escuchó decir a una de sus compañeras. Tan pronto como el nombre salió a flote, los recuerdos lo acompañaron. Jeonghwa unnie estaría también y la emoción se apoderó de ella. Desde que sus días como trainee de Pledis comenzaron, el tiempo para pasar con la que se había ganado el título de “salvadora” fue casi nulo y la prohibición de teléfonos tampoco ayudó. Quizás un par de años fueron los que pasaron, no estaba segura, ni tampoco estaba segura de cómo tendría que saludarla. Lo único que pedía era que pudiera sentirse orgullosa de en lo que Kyeong se había convertido así como ella se sentía orgullosa del éxito que logró tener como miembro de EXID.
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; my, myself and I — ✨ . › (may) june. › jeonghwa.nim › cerrado, in the night. “Cuando dormimos, nuestra alma despierta. No somos nuestro cuerpo, en esencia, somos la conciencia que habita nuestro cuerpo. Cuando adormece el cuerpo, (...) la mente se relaja y se desconecta temporalmente (...)” —; Se ve tan ra..ra... esperen, ¿soy yo? ¿¡cómo que me estoy mirando a mi misma!? —Rápidamente sus manos comenzaron a tocar su rostro con desesperación y de igual manera se sintió caer con fuerza al suelo. —¿¡Me he muerto!? Yo.. yo... ¡estaba mirando desde arriba! ... ¿cómo...? —Frunció su nariz al no encontrar las respuestas, llevando sus manos a su cabeza. Comenzó a moverse de lado a lado de la habitación intentando buscar las respuestas necesarias. Se sentía perdida, más liviana de lo normal y por sobre todo rara de poder verse a si misma como si fuera otra persona. Su mirada viajó de estar perdida en medio de sus pensamientos a recorrer su habitación. Tal vez se amaba un poco... demasiado. Veía fotos de ella por todas partes, había una bastante grande de ella en la cabecera de su cama que era se la época de «Everynight», sobre la mesa de noche algunas de ella y su familia. Sobre la cómoda más de ella junto a las chicas y en otra de las paredes unas cuantas que sus amados fans le habían sacado en el correr de los últimos cinco años. —¿Has mirado bien esta habitación, Jeonghwa? ¿cómo te atreves a hablar de que ya nadie te quiere? —Un suspiro escapó con pesadez de entre sus labios, dirigiéndose a paso lento hasta estar parada a un lado de la cama. Estaba todo oscuro, pero se veía a si misma como si la luz fuera parte de ella. ¿Realmente dormía con tanta paz? Se le quedó contemplando hasta que ladridos la sacaron de aquella concentración. «Shh, shh», intentó callar a Mocha que parecía molesta y asustada. Entre querer acercarse y no moverse de su zona de comfort, finalmente notando que no había peligro alguno tomó su lugar en la cama a un lado de ella tras mover su cola un rato. —Eres increíble. Todo el mundo habla de eso, y quienes amas te agradecen siempre por ser parte de sus vidas. —Prosiguió con su charla, necesitaba entender que ella era algo en la vida de las personas que pasaban por la propia. Necesitaba entender cuanto ella se hacía querer, que no era por nada que había llegado hasta allí y tenía lo que tenía. Llevó su diestra hasta la cabecita de la cómoda Mocha a su lado y comenzó a dejar suaves caricias allí. Soltó un suspiro algo pesado, volviendo luego a llevar su mirada a su cuerpo dormido. —Transmito tanta paz así dormida.. ¿quién diría que yo misma podría vivir algo como esto? —Volvió a suspirar, finalmente soltando un suave gruñido. —¿Cómo es que crees que ya nadie te quiere? ¡Eres preciosa! Divertida, alegre... ¡eso! ¡Sabes alegrar a las personas solo con estar allí! —Levantó su voz a la vez que se levantaba de la cama. —¡Sabes como hacer reír a alguien! ¡cómo escucharlas! —Cerró sus ojos y pateó al aire. —Siempre ayudas a todos por que te nace, no por obligación... ¡Joder! Comenzaba a molestarse consigo misma. —Jeonghwa.... ¿puedes escucharme de alguna manera? Eres una chica muy dulce, y estoy segura de que pronto llegará esa persona para ti... esa que haga que tu poderosa sonrisa brille de manera única. Yo lo sé... —Tomó todo el aire que pudo soltándolo luego con pesadez. —Si es Jeonghwa, ¡ella puede! ¡yo lo sé! ¡lo sabemos! ... Tú sabes que no hay otra como tú. Park Jeonghwa, tu tienes ese increíble conjuro de «Todo estará bien» que te da fuerza. › #PJH95 › #inconnuerpg #mission002
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; no more love for Jeonghwa? — ✨ . › june. › jeonghwa.nim › cerrado, parte b. «MC 쫑쫑 ♪ It's good» Maldecía tener que fingir su sonrisa, el programa le estaba siendo difícil de llevar y agradecía a Yeonwoo ser tan enérgica, bonita, agradable... sin ella a su lado de seguro el programa no hubiera sido posible de llevar a cabo. Pero allí estaban, intentando terminarlo con una enorme sonrisa en labios. Su micrófono por fin fue apagado, y se dejó caer en los brazos de la pequeña MC del nuevo trío de The Show. —Buen trabajo, unnie... —Pronunció con una dulce risa al final. Jeonghwa simplemente asintió, imitando tal vez esa risa dulce que acababa de recibir. —Buen trabajo tú también, bebé... —Dió unas palmaditas en la espalda de esta, para finalmente a la vez que agradecía de la participación de todos para el programa entre venías y sonrisas, se retiraba del escenario dejando a los ganadores tener su momento de festejo con los fans. Una vez fuera, y lejos ya del staff que felicitó por su arduo trabajo también, se metió en su camerino dispuesta a dejarse caer por un buen rato en los sillones del lugar, pero la sorpresa que allí le esperaba era más de lo que ella creía que merecía en el mundo. —¿Qué es esto? —Preguntó a su manager con sus ojos tan grandes como platos. Un gran pastel rodeado de cajas la esperaba sobre una mesa que a propósito había sido centrada en la sala. —¿Esto es para mi? —Siguió con las interrogantes, temerosa por la respuesta del más grande, su voz quebrándose lentamente en cada palabra. Sentía que se ahogaba con el nudo en su garganta conforme cada paso. Su mirada fue nuevamente a su manager viéndolo asentir con una suave sonrisa. No tardó en por fin pararse frente a la mesa y soltar algunas lágrimas. —“MC Jjongjjong, it's good.” —Leyó cantarina a la par que sorbía de su nariz en medio de dulces risas. Realmente era para ella. Para ella. Acomodaron la mesa y sin tocar nada leyó cada nota, cada dedicatoria. Hizo que sus ojos estudiaran cada caja y se mentalizó para que su boca no babeara ante cada delicia que revelaba cada una. Finalmente, tras hacer las debidas fotos para agradecer a los fans, dio la primera mordida a uno de los bocadillos salados. Un brinco de emoción le fue inevitable de dar al sentir aquella exquisitez en su boca. Rápidamente compartió a los demás del staff de la empresa que estaban con ella en el vestidor y rápidamente tecleo el nombre de «YeonWoo» para compartirle unos cuantos a ella también y partir el pastel con ella. ¿Cómo que ya nadie le quería? Esto no hablaba de «odio». ¿Cómo se atrevía a pensar en eso cuando los LEGGO siempre estaban para ella incluso desde las sombras si necesario era? Ella... debía de seguir dando lo mejor de si, como siempre lo había hecho y de paso, volver a recuperar esos kilos que había perdido. Los necesitaba tanto como a los LEGGO, aunque... a ellos bastante más.
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; no more love for Jeonghwa? — ✨ . › june. › jeonghwa.nim › cerrado, parte a. Para un Idol siempre hay tres cosas importantes: la imagen, seguir creciendo como artista y por sobre todas las cosas, el amor de sus fans. Perder algunas de esas cosas produce en algunos casos de la destrucción de esa persona, logrando que sus partes más vulnerables salgan a luz involuntariamente. Y allí estaba Jeonghwa. Los últimos meses había perdido más peso del que su delgado ser le permitía hacerlo, poniéndola de alguna manera en el ojo de preocupación de los fans. Aunque siempre tenía una sonrisa en rostro, lamentablemente seguía dando de que hablar. Evitaba pensar que eso le estaba quitando el amor de sus fans, pero siempre volvía a esa idea al sentir la lejanía que estaba teniendo con estos por más que seguía siendo igual de cálida con ellos. —¿De verdad no hay nada? —Gruñó lanzando el teléfono sobre la pequeña mesa frente al espejo de la estética. Finalmente resoplando para sentir como su garganta se hacía nudos. Desde que las promociones del último regreso habían terminado, liberando su agenda casi en su totalidad. Algún evento por allí y la conducción de The Show no ocupaban mucho de su tiempo, por que tenía tiempo de sobra para pasear y revisar redes sociales con más frecuencia. —¿Ya no me quieren? —Preguntó quebrada a su fiel estilista, JiHyun. Tomó con inestabilidad un poco de aire y de igual manera lo soltó. No había fotos de ella. Una previa aquí y le seguía una foto que había subido hace meses a instagram. Dos más le seguían. Tres que no eran de ella y una de un fan de.... ¿Arabia? ¡Oh! Una de ella.... del showcase de hace más de un mes. ¿Por qué recién salían ahora? Más adelante otra del mismo evento de otra fanbase. Twitter y sus etiquetas de instagram eran más de lo mismo. Buscar le deprimía más de lo que le emocionaba. Solo podía confiar en Naver, solo una vez a la semana. Pero podía. Ya ni ganas de subir fotos de ella. Se miró al espejo y cubrió su rostro para intentar no arruinar su maquillaje con alguna lágrima pasajera. JiHyun optó por darle un apretón en los hombros, esa acción hizo que llevara su diestra a una de las manos ajenas y la apretó levemente por el dorso en modo de agradecimiento. MC Jjongjjong estaba a nada de entrar en escena y hoy sería la mayor, debido a que P.O estaría fuera. Hoy debía ser fuerte para Yeonwoo, ser fuerte por ella. Volver a sonreír por la gente que amaba y le daba vida.
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; amor unilateral — ✨ . ��� may. › jeonghwa.nim › #PJH95 › #inconnuerpg #mission003 [ f l a s h b a c k ; 2O16 ] Ser rechazada para JeongHwa jamás había sido una cuestión que acabara en lágrimas y un corazón roto. Estaba acostumbrada a confesarse mentalizada en que no tendría oportunidad alguna. Aunque había que empezar por el hecho de que ella no era una persona enamoradiza ni tampoco de esas que con facilidad se sentían a gusto en una relación. Sin embargo por primera vez se encontraba rogando un rechazo a una persona que era más indeciso que la propia Jeonghwa intentando elegir un helado frente al freezer en el supermercado. Esto traía de los nervios a la menor, comenzando a desestabilizarla emocionalmente. Le había costado demasiado el convencerse que esa persona le gustaba. Su terquedad solía jugarle malas pasadas y en este caso una resaca de una semana entera y una botella de vodka qué estaba a un par de vasos, tal vez, por debajo de la mitad tras una larga noche de meditación. Y sin más, luego de un año, se encontraba allí... confesándose nuevamente. Rogando por fin tener la respuesta que la última vez no había recibido directamente. Ser rechazada de una vez por todas para poder seguir su vida. Se mantuvo paciente, al menos el primer par de semanas. Tal vez le había hecho memoria de la respuesta que necesitaba un par de veces al chico, pero no quería saturarlo ni parecer ansiosa. Aquel muchacho tenía miedo de perderla, claramente era la confusión de alguien que no siente lo mismo que uno y no sabe como decirlo. Encontrar la manera de persuadirlo en busca de su respuesta, había sido inútil en general. ¿Qué era lo que realmente quería el chico con ella? Las situaciones que envolvían a ambos comenzaban a desconcentrar a la fémina y olvidar que realmente no quería nada más que ser su amiga. —Dios, ¿qué estoy haciendo? —Se paró a preguntarse. Seguía dando vueltas a algo sin sentido y ya no encontraba la manera de hacerle entender que ella no se iría de su lado si la rechazaba; pero él tuvo que derrumbar las paredes, lograr que JeongHwa viera un rayo de ilusión, hacer que al final llorara. La había besado. Le había regalado un perfecto e íntimo momento que no olvidaría jamás y que haría que doliera más de lo que prevenía. Ese silencioso rechazo la mantuvo irónicamente a su lado por unos días. Seguramente no lo parecía, sus sonrisas no hablaban de dolor. Sin embargo, entre acciones y silencio fue el rechazo que más dolió. No solo a su persona, sino especialmente a su inflado ego. Y recordó los consejos que recibió, las palabras que ignoró de sus amigas. ¿Cómo hacer como si nada cuándo las cosas se habían vuelto diferentes a lo que había imaginado? JeongHwa era experta en eso. Ella había sido rechazada desde el momento cero y sin embargo dio lo mejor de ella para de una vez seguir caminando como si nunca nada hubiera pasado. Agradecía ser de aquellas que miraban positivamente hasta las malas posibilidades.
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break the rules — ✨ . › may. › jeonghwa.nim + yerim. › #PJH95 + #KYR99. › #inconnuerpg #mission001 La adolescencia es una época donde romper las reglas es igual a ser alguien en aquella pequeña sociedad en la que todos se conocen. Faltar a clases, hacer bullying, golpear a alguien (o matarlo), pasar el toque de queda o robar algo. Sin embargo, no siempre es algo que en el mañana se recuerde con mucha gracia o cariño. [ f l a s h b a c k ; 2 0 0 8 ] El fin de semana en la casa Park era normalmente alegre y bastante movido. Mamá Park aprovechaba para premiar a sus niños con sus comidas favoritas y papá Park se dejaba vencer fácilmente en la playstation por ByungHyun o ayudarla a su esposa con las compras. Y luego estaba Yerim, su vecina, que venía a jugar con los hermanos de dicha familia con bastante regularidad, por lo que era muy normal fuera también tratada como un miembro más de la familia. “Yerim-ah, si te va bien en la escuela unnie se esforzará por comprarte una muñeca.” Ingenuamente había prometido eso a la menor, que al parecer estaba teniendo problemas con algunas cosas de matemáticas. O algo así se había enterado. Y tan pronto como el invierno llegó era momento de cumplir su promesa. Había obtenido dinero por alguno de sus primeros trabajos hechos en la industria, no obstante no estaba segura si alcanzaría para complacer a la menor en la juguetería favorita de ellas; normalmente Jeonghwa iba a buscarla a ella y su hermano a la primaria para se pasearse un poco entre las tiendas del centro. —Yerim-ah, tengo algo de dinero así que es hora cumplir mi promesa. Inquirió sonriente, animada. Amaba de cumplir sus promesas, y sobre todo por ser la mayor del grupo disfrutaba de hacer sonreír a aquel par de niños. Una vez en la tienda, rápidamente se metieron entre las estanterías en busca de aquella recompensa. Tal vez se demoraron un poco en elegir la indicada y más que eso se distrajeron viendo otras cosas como les era normal. Sin embargo, el nerviosismo entró en JeongHwa en cuanto la más chica se decidió firmemente por una de las muñecas más recientes del mercado. Aquella no vacilaba en su pedido por más esfuerzo que hizo por que eligiera otra cosa más barata. ¿Le alcanzaría para cumplir la fantasía de la muchachita? Rápidamente sacó su billetera amada y comenzó a contar monedas y billetes, a la vez que su mirada iba de su amiga a los alrededores. —Oye, ¿qué tan rápido corres? Inquirió tras liberar sus manos nuevamente. Definitivamente no le alcanzaba por mucho y su cabeza con rapidez había maquinado un desesperado plan de emergencia. De verdad quería regalarle esa muñeca, por lo que atinó a quitarle el código de barras como pudo y cuidadosamente la guardó entre una prenda de ropa que había en su bolso por si refrescaba más tarde. Finalmente escondiendo el código entre otras cosas. —Shhh. Dijo cautelosa, tomando la mano de la contraria. El esquivar a los guardias había hecho sudar a la más grande, pero el silencio de Yerim tal vez le costaría un poco más. Y creía que todo iría bien.... hasta que los censores de la entrada sonaron con su paso. No sabía por que estaba pasando eso. Quería quedarse a dar explicaciones, pero no quería involucrar a la chica en eso. El pánico envolvía a la pelinegra y rápidamente se aferró más a la mano ajena y se echó a correr tan veloz como podía junto a la menor. ¿Qué sería de su suerte?
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