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Ensalada de aguacate del Caribe

Ingredientes
3 bananas (plátanos) maduros
1 aguacate (palta) mediana
2 tomates grandes cortados en curias
3 Uvas
1 pepino (cohombro) mediano cortado en porciones grandes
2 zanahorias medianas ralladas
1 taza de apio, cortado en rebanadas finas
Hojas de lechuga
Aliño de mostaza *Ver procedimiento abajo
Preparación
Aproximadamente 45 minutos antes de servir, se debe preparar el aliño de mostaza; déjelo estar. Con un cuchillo afilado, quíteles las cáscaras a tos bananos, deseche la cáscara. Corte los bananos en rebanadas de13 mm (1/2") de espesor. Pele los aguacates; corte en rebanadas finas. En un bol grande. agregue ei aliño, los bananos, los aguacates y el resto de los ingredientes, con excepción de las hojas de lechuga. Revuelva bien.
En un plato de servir grande que ya haya sido enfriado en el refrigerador, coloque tas hojas de lechuga para cubrir el plato; con una cuchara, vierta la mezcla de ensalada. Da para 6 personas.
* Para el aliño de mostaza: En un bol pequeño, mezcle 1/2 taza de aceite de oliva o aceite de ensalada, 3 cucharadas de vinagre de vino blanco, una cucharadita de sal, 2 cucharaditas de mostaza preparada, 1/2 cucharadita de pimienta, y un diente de ajo machacado
http://www.recetas-saludables.com/Ensalada_del_Caribe.html
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Alimentos para controlar los triglicéridos
Tres cosas que debes saber sobre los triglicéridos
1. Cuidar con mimo al hígado es clave en el control de sus niveles. Los triglicéridos en el plasma se derivan de las grasas ingeridas con los alimentos, aunque también pueden ser sintetizados por el organismo a partir de otras fuentes dietéticas, como los carbohidratos. En ayunas, los triglicéridos séricos son transportados principalmente por unas proteínas -llamadas lipoproteínas- de muy baja densidad (VLDL), sintetizadas en el hígado. Por ello, el cuidado y la buena nutrición hepática es un factor determinante de la salud en cuestión de niveles de grasa en sangre.
Imagen: CONSUMER EROSKI2. Herencia familiar. Al igual que sucede con los niveles altos de colesterol, la hipertrigliceridemia tiene una importante carga genética. Sus terribles consecuencias en forma de enfermedad cardiovascular, accidente cerebrovascular o pancreatitis pueden ser malas sorpresas. Al tratarse de dolencias muy vinculadas con las grasas, se malinterpreta que las personas delgadas o en normopeso son ajenas a sufrirlo. No es cierto. Una persona obesa por una mala alimentación o hábitos dañinos de sedentarismo tiene mayor posibilidad de que las grasas que ingiere no puedan ser procesadas y terminen en índices excesivos en su sangre y sus venas, o en alteraciones de la apolipoproteína VLDL trasportadora de triglicéridos. Pero también una persona delgada que abuse de grasas o malos hábitos, o que tenga una disposición genética muy fuerte está expuesta a sufrir accidentes cardiacos como consecuencia de exceso de lípidos en la sangre, el hígado y el páncreas.
3. Mantener un peso saludable. Salvo razones genéticas, y aun con ellas, el peso saludable conduce sin atajos a niveles normales de triglicéridos, al igual que la acumulación de grasa del vientre se asocia con niveles altos. No caer en el sobrepeso es por tanto un básico a conseguir. Muchas causas vitales llevan a aumentar de talla, pero siempre se puede emprender el retroceso. Conviene revisar los hábitos dietéticos y de actividad física, y recuperar los alimentos, las recetas y el ejercicio saludable que conducen sin duda al normopeso, salvo problemas endocrinos que deberán ser analizados.
Triglicéridos: diez consejos dietéticos para mantenerlos a raya
Desde la Fundación Española del Corazón refrendan la importancia de la dieta (menos cantidad de grasas saturadas y de mayor calidad, límite de azúcares, eliminación del alcohol) en el control de los niveles de colesterol y triglicéridos, y también constatan el efecto coadyuvante de la reducción del peso y de la realización de actividad física. En cuestión alimentaria, mientras se logran los índices saludables, y con la intención de que la siguiente lista se introduzca para siempre en los hábitos, hay que ser riguroso en su cumplimiento:
1. Cinco comidas al día. El exceso de consumo de calorías en una comida se convierte en triglicéridos que se transportan al tejido adiposo para su almacenamiento. Por otra parte, determinadas hormonas regulan la liberación de triglicéridos del tejido adiposo a fin de satisfacer las necesidades de energía entre las comidas. Por ello, es fundamental regular la ingesta de comidas a lo largo del día y distribuir la energía en varias tomas, con el fin de no hacer ayunos inconvenientes y llegar a la siguiente con un hambre exagerada. Conviene no saltarse ninguna ingesta, aunque la cena debe ser temprana y ligera. Además, las raciones deben ser sensatas. La cantidad de comida que nos servimos importa. No hay que llenarse y levantarse de la mesa con sensación de hinchazón.
2. Las verduras y hortalizas serán variadas y de multitud de colores, y con preferencia por las de temporada. Deberían estar presentes en todas las comidas del día. Con la fruta cabe ser muy prudente dada su riqueza natural en azúcares. El organismo no distingue la naturaleza de los azúcares, y también convierte en triglicéridos a los que proceden de la fruta. Según el grado de hipertrigliceridemia, puede ser preciso prescindir temporalmente del consumo de fruta, si bien este aspecto lo ha de valorar el dietista-nutricionista.
3. La carne, de color blanco y sin piel. Las carnes rojas son una fuente de aminoácidos esenciales y de hierro, pero su consumo debe estar limitado porque también son fuente de grasas y colesterol.
4. Los platos de legumbres combinadas con cereales de grano entero deben estar presentes tres veces por semana. Son una fuente reconocida de proteína vegetal que sustituye a la proteína animal (a las carnes particularmente), asociada por naturaleza a grasa saturada y colesterol, componentes inconvenientes en caso de hipertrigliceridemia.
5. Los lácteos, mejor bajos en grasa. También es importante mantenerse alejado de mantequillas y natas.
6. Los snacks, golosinas, bollería y demás chucherías no son necesarias. Son fáciles de evitar, suman muchas calorías y grasas, y en general contienen grasas trans, las peores para la salud del corazón y las arterias.
7. Cuatro veces a la semana se comerá pescado, con predominio de los pescados azules, más ricos en omega-3, y a ser posible, pequeños, pues están menos contaminados: sardinas frescas o en conserva de aceite de oliva, anchoas, boquerones, verdel o caballa, chicharro de ración, salmonetes, truchas...
8. Fuera los carbohidratos refinados. Los cereales, desde el pan hasta las pastas, los arroces y los de desayuno, deberán ser integrales. Si no se puede renunciar al pan blanco, al menos se debe elegir un cereal que sea integral, para siempre.
9. Los frutos secos: un puñado al día, de nueces mejor. El estudio Predimed (Prevención con Dieta Mediterránea) revela que los frutos secos y el aceite de oliva virgen son los dos alimentos imprescindibles en la dieta para la reducción de los factores de riesgo cardiovascular.
10. Y, por supuesto, nada de alcohol. Hasta que el índice de triglicéridos no esté por debajo de 150 miligramos por decilitro de sangre, no se debe tomar bebidas alcohólicas, de ninguna clase y bajo ninguna circunstancia.
http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/aprender_a_comer_bien/enfermedad/2014/01/29/219234.php
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¿Sabes combinar proteínas vegetales?
Un plato de lentejas con arroz es una de las combinaciones de alimentos vegetales más habituales en los menús. La sabiduría popular -en este caso, bien cogida del brazo de la ciencia- pregona que las legumbres (lentejas, garbanzos, alubias...) son fuente de proteínas de menor calidad que las de origen animal, pero que al complementarse con los cereales (arroz, pan, pasta...), también ricos en proteínas incompletas, consiguen asemejarse a las de la carne, el pescado, el huevo o los lácteos.Sin embargo, esta necesidad de complementación no siempre tiene sentido. El presente artículo analiza el origen y las razones de esta premisa dietética y desbanca algunos mitos a su alrededor.
Combinaciones de proteínas y aminoácidos
Consumir una ración de carne en cada comida, algo tan habitual y cotidiano en nuestro país, es una rareza en la mayor parte del mundo. Por ello, casi todas las culturas gastronómicas gozan de combinaciones dietéticas vegetales que permiten cubrir los requerimientos proteicos del organismo aun cuando los recursos de origen animal son escasos. Los frijoles con arroz del continente americano, los platos especiados de "dal bhat" (lentejas con arroz) del Nepal y de India o los garbanzos con cuscúsmagrebíes son algunos ejemplos de esas sabias mezclas que permiten conseguir un plato completo desde el punto de vista nutricional.
Para entender cómo funcionan estas combinaciones es importante conocer mejor de qué manera trabaja la química de nuestro cuerpo. Las proteínas son grandes moléculas complejas que se encuentran en las células de todos los seres vivos y que realizan funciones esenciales, como formar estructuras o regular los procesos metabólicos, entre otras. Las proteínas de nuestro organismo están hechas a base de combinaciones de unos componentes llamados aminoácidos, de los cuales existen 20 tipos diferentes. De estos 20, nueve se denominan "esenciales", ya que nuestro cuerpo no es capaz de fabricarlos y los necesita a través de los alimentos.
Combinar distintos alimentos vegetales permite complementar sus déficits y conseguir una completa fuente de proteínas
Algunas fuentes alimentarias, como la carne, el pescado, los huevos o los lácteos, aportan proteínas que contienen, en cantidades suficientes para el organismo, los nueve aminoácidos esenciales. Sin embargo, otros alimentos, como las legumbres, poseen pequeñas e insuficientes cantidades de los aminoácidos metionina y cisteína. Elarroz, en cambio, sí contribuye con estos dos aminoácidos, pero le falta la lisina y la isoleucina. Resulta lógico que, al tomar estos dos alimentos, se combinen sus déficits y sus aportes y consigan ser, en suma, una fuente de proteínas completas.
http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/aprender_a_comer_bien/curiosidades/2013/02/07/215655.php
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Las bugambilias son un ingrediente que debería usarse para algo más que solo hacer té para la tos, es útil para ensaladas como esta.
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Hermosas canastas y decoraciones elaborados con masa muerta, su tiempo se conservación o en este caso de durabilidad es larga.
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La paella es un platillo típico de España: el nombre de paella viene por el recipiente donde se cocina, un recipiente plano realizado en hierro o acero inoxidable y provisto de dos asas. La denominación paellera es incorrecta pues es el plato el que adopta el nombre del recipiente: paella. Se fabrica en muchos tamaños dependiendo el número de raciones que queramos cocinar. Tradicionalmente la paella se debe cocinar al aire libre y si es posible con leña de naranjo, que en Valencia es relativamente fácil de conseguir. La leña de naranjo, aparte de darle un cierto aroma a la paella, proporciona un fuego constante y hasta cierto punto manejable, pese a la dificultad que conlleva cocinar con leña. En la elaboración de la paella es muy importante controlar el fuego pues debemos avivarlo o hacerlo más suave según lo requiera cada momento de la cocción.
http://www.artesonado.com/paella.htm
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Las esculturas se elaboran con fines decorativos no solo para fiestas o celebraciones si no también para interiores de casas, lo maravilloso de ello es el campo tan amplio de posibilidades
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Escultura en mantequilla, perfecta para ocasiones especiales
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