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coliseo

Nuestra capital es un tesoro de tesoros históricos y artísticos que todo el mundo nos envidia. Visitarlos todos llevaría mucho más de una semana, pero hay algunos lugares en Roma que se consideran entrada coliseo sin colas por su inestimable valor cultural. Están entre las atracciones más bellas del planeta y no hay persona que no quiera admirarlas con sus propios ojos. 1 Coliseo Descubrir el lado menos conocido del Coliseo Ideal para:

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Construido en el año 80 d.C., el Coliseo es el anfiteatro más grande de la era imperial y todavía es testigo de la grandeza, pero también de la barbarie, de ese período. Aquí se celebraban luchas de gladiadores, luchas entre bestias feroces y los famosos venationes, durante las cuales se cazaban y mataban animales salvajes.

¿Realmente quieres saber todos los secretos del Anfiteatro Flavio? Luego participa en una visita guiada: puedes explorar los túneles donde los animales fueron conducidos y ver con tus propios ojos las áreas subterráneas donde los gladiadores esperaban antes de entrar en la arena. Descubra todo lo que necesita saber en la pequeña área de exposición que traza la historia del Coliseo y los trabajos de restauración para devolverle su antigua gloria. Ver las instalaciones cercanas Mapa 2 La Basílica de San Pedro Respira la atmósfera solemne de la Basílica del Santo Padre Ideal para:

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Considerado uno de los lugares más sagrados de la cristiandad, la Basílica de San Pedro es el símbolo de la Ciudad del Vaticano. Sus suntuosos interiores están abiertos al público, pero para entrar hay que llevar ropa adecuada, con los hombros cubiertos y pantalones o faldas por debajo de las rodillas.

Antes de visitarla, tómese un momento para admirar la columnata de Bernini con la inconfundible cúpula al fondo y, si le apetece, suba los 320 escalones hasta la cima para tener una vista impresionante de la ciudad eterna. Ver las instalaciones cercanas Mapa 3 La Fontana de Trevi Lanzar una moneda a la fuente más famosa de Roma Ideal para:

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La Fontana de Trevi, en la plaza del mismo nombre en el corazón de Roma, es la mayor fuente de estilo barroco de la capital. Aunque no sea la primera vez que visitan Roma, vale la pena detenerse aquí porque no se cansarán de admirar las bellas esculturas mitológicas, como la del dios romano Neptuno, dominada por el suntuoso Palazzo Poli de fondo.

Únete a los otros turistas y lanza una moneda a la fuente: según la leyenda, tendrás más posibilidades de volver a nuestra espléndida capital. En las calles que serpentean alrededor de la plaza encontrarás un montón de trattorias, pizzerías o simples quioscos donde puedes tomar un café o un helado, pero siempre consulta la lista de precios antes de hacer el pedido. Ver las instalaciones cercanas Mapa 4 Foro Romano Redescubrir el antiguo esplendor del Imperio Romano Ideal para:

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Un paseo por el Foro Romano es como darse un chapuzón en el pasado, en el centro político y económico de la Roma Imperial. Las ruinas que vemos hoy en día, que se extienden desde el Palatino hasta el Capitolio, una vez albergaron instituciones, lugares de culto, basílicas y baños.

Entre los templos más notables se encuentran los de Venus y Roma, Divus Julio, Vespasiano y Tito, y Divus Rómulo. De la más famosa e importante de todas, la consagrada a Saturno, sólo queda la columnata delantera, pero sigue siendo tan imponente que domina toda la zona. Una forma inusual y divertida de explorar este enorme museo al aire libre es alquilar un segway. Ver las atracciones cercanas Mapa 5 Panteón Visita la Tumba de Rafael en el Panteón Ideal para:

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El Panteón es uno de los monumentos más increíbles de Roma y, a pesar de tener 2.000 años de antigüedad, está perfectamente conservado. Este antiguo templo romano, con vistas a la Plaza de la Rotonda, conserva las tumbas de algunos de los personajes que han hecho la historia y la cultura de nuestro país, como Rafael y el rey Vittorio Emanuele.

Los altares adornados con imponentes columnas de mármol, esculturas renacentistas y mosaicos azules y dorados son un verdadero espectáculo. Mire hacia arriba y admire la imponente cúpula y su óculo, la abertura circular por la que entra la luz que ilumina el interior. A la salida, la fuente de la Piazza della Rotonda con su altísimo obelisco te espera.