b-l-uemoonlight

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ay hijo de mil perra como te extraño, volve.

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for us

Me siento un poco limitada pensando que algun dia podrias llegar a leer esto. Pero de cualquier manera ahí va.

No me digas que no te pasa ese momento donde tu mente cruza la liena de lo politicamente correcto y pensas en mandar todo a la mierda.

Considero que son muchas las razones que impiden que nuestro tipo de relación cambie a otra muy distinta.

Nos encuentro reflejados en los personajes de nuestra serie preferida, atrapados en un acuerdo que firmamos tácitamente, comprometidos a no cruzar esa linea para no arruinar lo especial de esta amistad.

Y no me mal entiendan, no estoy perdidamente enamorada, pero me encuentro a veces pensando si no estamos simplemente reprimiendo lo que con cualquier otra persona sería un amor real.

Estoy más que bien con tenerte en mi vida en la forma en que se pueda. En tanto vos también estés bien con eso. Porque lo que me gusta de nuestra relación es la innegable quimica que hay entre nuestras mentes.

Aún si estoy completamente con lo que hay, y no considero necesitar más. Si pienso que eventualmente vamos a querer probar si no hay algo más, aunque sea solo para eliminar la duda.

Soy tu fan numero 1, te creo capaz de mucho más de lo que te puedas imaginar. Confio en vos hasta en tus peores decisiones.

Estoy incondicionalmente y voy a mantener mi palabra hasta el final de mis dias. Sin importar lo que sea, una llamada a las 6 a.m despues del boliche, un mensaje durante el horario laboral, una llamada simplemente para saber de tu dia.

Espero verdaderamente que sepas el valor de tu amistad para mi. Que más allá de que a veces mi espiritu quiera saltar a la pileta para ver si hay agua, no arriesgaría nuestro vinculo para despejar una simple duda.

Confío que si verdaderamente hay algo más acá lo vamos a resolver juntos.

Pero el trato que esta sobre la mesa no incluye sentimientos de ningun tipo y mientras no los haya respetaremos los limites que el mismo establece.

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dolor

El dolor es tan dinámico,

Silencioso y cauto.

Te abraza en las noches más duras,

Parece que te suelta en los días más brillantes.

Va y viene como las olas del mar,

Sube y baja como la marea.

Quizás por eso es por lo que le temo tanto al océano, no es el agua, no es el movimiento de las olas. Es la persistencia que tiene para regresar una y otra vez, el miedo de una gran ola ahogándome es el paralelismo del terror que me da que el dolor vuelva en un tsunami de emociones que no pueda manejar.  

Intento una y otra vez plantar los pies sobre la arena que se escurre cada vez que el agua regresa al mar, he intentado plantar los pies sobre la tierra cada vez que el dolor pareciera irse de nuevo al mar de emociones de done vino, pero me tambaleo cada vez que la vida me desafía de nuevo.

Realmente mi gran miedo es un día caer sin previo aviso ante las provocaciones de la vida misma.

Siento palpitaciones cada vez que un “amigo” me traiciona de nuevo, porque soy fiel creyente de las segundas oportunidades a pesar de que cada vez que di una seguro fui yo quien salió lastimada dos veces.

Entonces aparecen nuevas personas que me hacen sentir segura, pero siento un conflicto interno porque una parte de mi espera que la vida me apuñale por la espalda otra vez.

Se me estruja el pecho cada vez que recuerdo la traición de mi padre a nuestra familia, pero también siento el cariño que siempre le tuve porque no puedo soltar esa parte que me dice que es tan humano como yo.

Y se me aprieta el esternón sin saber realmente cuando y cuanto se puede confiar en los demás.

Una parte de mi quiere soltar ese apego ansioso hacia los demás, otra parte quiere ayudar a los demás a seguir mejorando y encontrando las formas de avanzar por la vida sin dañar al resto.

Tal vez debería resignarme para aceptar que hay muchas personas dispuestas a dañar, a traicionar y jugar con los sentimientos ajenos porque simplemente no les interesan.

Siguiendo esa línea algo en mi estalla en furia porque siempre quiere pensar lo mejor de los demás.  Siendo de esta forma me toca reconocer que yo tengo que lidiar con mi temperamento y aprender a no involucrarme de más, a no entregar todo de mí, a cuidar las palabras que uso, no abrir mi ser a quien me inspire confianza simplemente por tener afinidad con esa persona.

A lo mejor de esa manera logre mantener lejos el dolor, para que esa ola no vuelva una y otra vez a recordarme cuan frágil soy.

x x B l u e G i r l x x

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inner child

Aunque la vida me cueste muchisimo o me sigan asaltando las dudas y miedos, permaneceré serena porque ya no estoy donde estaba. Crecí, me cuidé, me animé a descubrirme.

Me volví fiel a mi misma, a pesar de que ello implique caminar sola. Ya no temo al vacío, a la muerte o la vida. Aprendí a confiar que la vida me va a llevar donde deba estar. Mi alma arde por la pequeña flama que un día encendí para calentar mi ser; aunque puede disminuir su intensidad según el día, no ha pasado un solo día apagada desde que se prendió dentro de mi alma.

Aprendí a ser mi gran amor, el que realmente sabe lo que necesito y en que momento. Nadie me enseñó a quererme, solita me encaminé en la oscuridad de mi depresión y llegué a mi yo interior.

Encontré una pequeña, austada, rota y desconfiada. Una niña muy solitaria, convencida de que nadie nunca la iba a querer. Fue difícil hacerle entender que la vida es mucho más compleja que las malas experiencias y traumas.

Sin embargo, esa pequeña confió en su version adulta para sanarla, curar sus heridas y validar su dolor. Confió en que la invitaba a vivir otra vida, porque genuinamente se sentia segura para sanar un alma destrozada en compañia de la unica persona que observó su dolor y deseo sacarla de ahí.

Cada paso que dí desde ese dia fue con el consentimiento de mi niña interior, que acompaña mis decisiones, los dias buenos y sobre todo los malos.

Nos cuesta sentir que encajamos, que lo que estamos haciendo nos lleva por el buen camino, nos cuesta confiar en que realmente nos quieren y no van a lastimarnos de nuevo, cuesta creer que no hay nada malo en nosotras, que somos dignas de ser amadas, respetadas y escuchadas.

Pero, cada tanto mi niña interior me deja recuerdos, palabras o mensajes que me recuerdan la valentiá que nos hizo salir del pozo. Me recuerda cuanto nos queremos la una a la otra, dejandome ver que es por eso que seguimos vivas. Porque ambas somos parte de un futuro brillante gracias a nuestro propio esfuerzo.

Tal vez llegue el día en que ya no brillemos igual, que nos apaguemos y olvidemos para que hicimos tanto esfuerzo. Si tal hecho ocurriese, las personas que elegimos para acompañarnos van a iluminar la oscuridad con su cariño, para reencontrar el camino. Pues nos aseguramos ser competentes con las personas que conocen nuestro interior.

Sabemos ambas que no estamos ni estaremos solas mientras estemos juntas, sea en los dias brillantes o las noches más oscuras. Aprendimos a disfrutar del sol, el pasto, las olas del mar, la sombra y el viento refrescante. Pero trambien sabemos buscar luz en la noche en la que solo brilla una estrella, a dejar que la luna nos inunde de su valor para llenar de luz un cielo oscuro cargado de destellos, incluso aprendimos que cuando una estrella ya se apagó en el cielo su luz continua viajando hasta nosotros durante miles de años luz. Porque la luz no solo le pertenece al cuerpo celeste, sino tambien a la distancia que recorre hasta encontrarnos. Dejando ver que el espacio tambien tiene un poco de nosotros en la distancia que nos separa de quienes nos aman.

No puedo saber como será la vida en el futuro, solo espero que brille tanto como merecemos. Hace tiempo abandone las fantasías de un cambio rotundo por arte del universo, sé que ese futuro soñado solo será posible si pongo mis esfuerzos en ello. Nada es casualidad porque todo lo que sucede tiene una razón en el camino que nos lleva a nuestro propósito. Descubriremos en aquel momento cual era nuestro destino, pero aun sin un rumbo fijo disfrutamos el camino confiando que siempre vendrán días mejores.

x x B l u e G i r l x x

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Me vibra el pecho, no me duele ni me preocupa, pero me vibra porque desconfío.

Desconfío y no de vos, desconfío hasta de mí sombra porque tantas veces me lastimaron y me lastimé que todo es incierto en mi mente.

Y me vibra el pecho porque no se si debería confiar, si debería jugarmela o arriesgarme.

Intenté, te prometo que lo intenté, pero no puedo dejar de ver a las personas como pequeños capítulos de un libro completo que es mi vida.

Inevitablemente siento que esa intuición que en mi infancia me decía que iba a terminar sola, tiene que ver con un deseo de no sufrir más. He aquí el resultado, un corazón desconfiado y herido.

Pero no temo amar, no temo entregar hasta lo último de mí por amor. No me da miedo nada, no me achico y sigo esperando que llegues a mi vida.

Hoy si sé que en función del esfuerzo que pongas, en la confianza que me transmitas, me liberare y disfrutaré de tu compañía.

x x B l u e G i r l x x

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Ojalá todo lo que pienso en las noches se haga realidad, tal vez en un pequeño destello al menos, pueda sentir como se concreta un deseo que se encuentra aún escondido.

Quisiera coincidir, con vos, con otros, con quién sea que tenga que ser. Pero concretar, porque no hay dudas que tengo muchas ganas de amar, muchas ganas de compartir algo diferente.

Internamente para mí es una realidad, porque vibro naturalmente en esa frecuencia. No se con quién sea, pero sé que está cerca y yo estoy esperando con los brazos abiertos.

Me daba miedo no encontrarte, pero se que estás cerca, estamos orbitando al rededor del otro, estamos conectados, perdidos, desencontrados y desorientados, incluso puede que distraídos. Pero sin dudas, estamos cerca y eso es bellísimo porque se que más temprano que tarde nos vamos a encontrar.

Agradezco al universo que seas parte de mi vida, que nos estemos acercando y que ya casi nos reencontremos.

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Fue una serie de eventos muy desafortunados los que me trajeron a este lugar, este preciso momento, en el debido presente.

Muchas veces me cuestioné si no fue un error mío, tal vez si no hubiese actuado de cierta manera, si no hubiese imaginado que nos pasaba lo mismo, o quizás no tendría que haber compartido ínfimos detalles con nadie y hoy estaríamos en otra situación. Pero entonces recuerdo como es que compartíamos, todo se trataba de abuso de drogas, alcohol y confianza. Porque por supuesto que yo confiaba en vos, de hecho más de lo que se hubieran imaginado cualquiera de los que nos rodeaban. 

Claro que no es tu culpa que yo confiara de esa manera, con esa intensidad y seguridad sin conocerte de nada, sin embargo, perturbaste mi salud física y mental adrede sin remordimiento. 

No se distinguir cuantos textos te dediqué a esta altura, cuantos quedaron sin compartir, otros tantos inconclusos y unos pocos expuestos solo a quien pudiera entender mi pesar. Pero mi corazón, puedo garantizarte que este es el último porque ya no me duele, ya no espero cruzarte en alguno de los lugares que concurríamos y, si así fuera, no siento ese cosquilleo incesante en el estómago, ya no te sueño, ni te extraño, no te pienso y aunque me llevo mucho más tiempo ya no deseo tenerte. 

Quizás poco te importe todas las palabras, todos los pensamientos, sueños, charlas, meditaciones o cigarrillos en mitad de la noche te dediqué; pero he aquí el buen crecimiento, lo aprendido y lo desaprendido. No tengo miedo de olvidarte, en definitiva ni fuiste tan importante como individuo, lo que te hizo valioso en mi vida fue lo que a mi me generaste y eso, corazón, quedará ligado a mi y solo a mi. 

Por ultimo, me gustaría agradecerte un par de cosas que considero fueron involuntarias pero que me dieron el empujón a ser quién soy: primero quiero enfatizar en el hecho de que me devolviste un poco de la adrenalina que estaba dentro de mí reprimida, personalmente me hiciste sentir atractiva, sexual e interesante (aun si para vos era simple rutina), me enseñaste a querer sin importar el pasado que condiciona a otros, abriste un poco mi corazón compartiendo la infancia de tu hijo, me alentaste a probar cosas nuevas sintiendome segura, me diste el poder y la comodidad de experimentar la sexualidad por primera vez con un hombre a mi tiempo, me invitaste a tu intimidad, me recordaste que soy super sociable, me hiciste reir después de mucho tiempo. 

Que lo malo se vaya, que ya no viva en mi ni en vos, que se encuentre en el pasado donde pertenece porque ya no lo quiero en mi. Todo lo malo que me hiciste hoy lo dejo ir, lo suelto al universo para que ello se transforme en nueva energía para lo que se me presente. 

No sé en que nivel yo puedo haberte afectado de forma involuntaria, pero mi deseo es que también lo puedas dejar ir y que te descubras a vos verdaderamente, que dejes de lastimar y lastimarte, que entiendas que sos valioso, solo estás un poco vacío y solo. Quiero que aprendas que nadie va a poder salvarte porque eso queda en nosotros y nadie va a poder luchar por tus dificultades. Pero, por sobre todas las cosas quiero que seas feliz, que encuentres aquello que te haga sentir tres veces lo feliz que me siento en este momento, que nada te detenga de ser quien sos para que puedas dejar de pretender que estas dentro de estándares que no te acomodan, te deseo que todo lo que venga a mi vida, te llegue multiplicado a la tuya. 

En estas últimas palabras quiero decirte que tal vez llegué a amarte, de una manera más maternal que amorosa, pero en fin, te amaba. Hoy no coincido con nada de lo que sentí en ese momento, pero fue sincero y no un método para acorralarte, lamento que hayas huido de ese cariño. Aunque no me preocupa porque probablemente se transforme en algo distinto, o bien, me lo dedicaré a mi misma que nunca me viene mal un poquito más de amor propio.

Hasta nunca, Corazón.

x x B l u e G i r l x x

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Nuevo

Año nuevo, amores nuevos, amigos nuevos, cariño nuevo.

Sin importar el tiempo, los días, los años, seguimos avanzando a través del tiempo. Porque el tiempo no se mueve, yo me muevo en el.

Lo lindo de este movimiento constante, coercitivo, inherente a mi consciencia, es que verdaderamente me lleva al lugar donde tengo que estar.

Y a pesar de que a veces no espero nada, me muevo en ésta vida llena de dudas, de preguntas e incertidumbre. Porque claro, me encantaría saber hacia donde voy, que me espera en ese lugar incierto próximo a conocer.

Independientemente de la carencia de respuestas, he adquirido en el tiempo la capacidad de aceptar, de resilir y sanar de manera autónoma.

Como siempre lo nuevo es una puerta a otras oportunidades, lo viejo que antes fue nuevo, ahora es solo la bisagra de la puerta que se acaba de abrir.

Lo nuevo siempre incierto, incómodo y distinto, es por excelencia, el desafío que todos necesitamos para iniciar una nueva etapa.

Me regocija pensar en como durante la novedad nos inquietamos, estamos incómodos y avasallados por la inmensidad de lo nuevo por descubrir, no obstante en la brevedad que nos implica adquirir un nuevo hábito, recordamos el estallido de la novedad llenos de risas, de aprendizaje y coraje.

Lo último que me nace pensar cuando me enfrento a lo nuevo es, no hay coraje sin miedo y a la inversa el miedo solo se sostiene por una reacción opuesta: el coraje. La relación de causalidad que abunda en todo lo que nos rodea, a todo efecto le precede una causa.

Que vivan los miedos que son combustible del coraje y la valentía.

Feliz año nuevo.

x x B l u e G i r l x x

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A mi abusador.

Es extraño escribirte cuando fuiste la persona que tal vez más daño me causó en esta vida. Lo más triste es que te aprovechaste de mi inocencia y edad.

Hoy te escribo porque no me callo más, porque me inquieta saber que seguiste tu vida como si nada hubiese pasado, porque no quiero seguir cargando con la culpa, no quiero que mi familia sienta esa culpa tampoco; porque desde cualquier punto de vista el culpable fue uno y eras vos.

A pesar de ser menor de edad cuando lo hiciste, vos tenías conciencia de que era algo que no estaba bien, por algo siempre esperabas el momento en que todos se dieran vuelta para aprovecharte, no solo de mi cuerpo, sino de mi psiquis, de la confianza que mi familia tenía en vos.

Dudo mucho que esto sea publicado porque no quiero reabrir una herida en mi familia, porque sé que quienes más sufrieron por esto en el momento en que ocurrió fueron ellos. Ellos que desde ese momento tuvieron que pensar en mi seguridad manteniéndome lo más sana y protegida posible.

No quiero tus disculpas, no quiero saber que te va mal, no quiero que te lleguen cosas malas a tu vida. Porque esa lógica fue la misma que me lastimo y me mantuvo en silencio por años.

No me callo más, no te deseo el mal, pero no me voy a callar el dolor y el trauma que me generaste. Procedo a comentarte, crecí de una manera muy diferente, yo a los 7 años ya me tocaba obviamente a escondidas, yo tenía pensamientos de índole sexual, cuando a esa edad tendría que haber disfrutado de jugar con mis amigos con mi inocencia intacta.  Agradezco que mi familia me haya acompañado para vivir mi infancia que no tengo por ningún lado quejas, disfruté y jugué con mis amigos, baile, cante y seguí con una infancia aparentemente normal. Aun con aquellos pensamientos que yo consideraba normales.

Conforme fui creciendo de manera inconsciente yo temía a los hombres, no quería estar con ningún varón a solas porque tenía miedo que cuando nadie mirara me fuera a tocar sin mi consentimiento.  Tuve por muchos años una lógica que me impedía relacionarme con hombres por miedo a no poder decir que no, una lógica donde solo me sentía atraída por mujeres porque pues, consideraba que los hombres solo sabían lastimarme.

Tu momento divertido, gustoso o de disfrute me costó años de terapia y de llantos ahogados por no poder ser normal. Por no poder creerme lo suficientemente linda ni buena para nada. Me costó años y años de estar deprimida y esconderlo porque creía no tener motivos para estarlo, me costó oportunidades, momentos y etapas.

Por años creí imposible la posibilidad de “curarme” porque sentía que tu daño era irreversible, y no voy a negar que como sea es algo que va a vivir conmigo hasta mi muerte, pero con las personas adecuadas y armándome de valor me pude recuperar. No hay cura para un trauma que te provocaron a la temprana edad de 6/7 años.

Quizás jamás te hayas enterado del daño que provocaste en mí, arruinaste muchas cosas, a nivel físico y personal.

No puedo decir que te perdono porque no sos merecedor de mi compasión. Lo tuyo fue un daño premeditado por la cantidad de veces que lo hiciste tal vez pensando que no iba a pasar nada. Pero, ¿sabes? Si pasó. Pasaron y a veces siguen pasando, me impediste sentirme normal, sentirme valiosa, fuerte, merecedora de respeto, merecedora de amor, sentirme atractiva, feliz, sentir deseos de vivir, anhelar con un futuro mejor.

Aunque no pueda perdonarte por el daño que me generaste, te supero. No te doy un lugar importante en mi vida porque realmente hoy pude superar gran parte de los traumas que me dejaste, aprecio mi vida, le doy valor a mi voz, a mis deseos y sueños, me siento hermosa porque lo soy, doy amor y acepto recibirlo, tengo sueños y motivos, hay algo que no pudiste romper en mí y fueron mis ganas de demostrarte que soy mejor y más fuerte que vos. Porque yo no me escondo, porque no me quede atrás de tu sombra como la víctima.

Tome fuerza de donde no tenía, me fortalecí de la energía que me transmitieron distintas personas a lo largo de mi camino, me levante y hoy quiero decirte que ya no sos parte de mí. Ya no me define lo que me hiciste, no soy una pobre víctima. Soy una mujer, me sostengo sola y camino pisando fuerte. No te tengo miedo porque solo sos un cobarde que creyó que tocar a una niña era algo sin malas intenciones y que no iba a generar daños.

A pesar de no verte, de no hablarte ni hacerte llegar esto directamente, te digo a vos, varón, vivo, gracioso, que no me callo más, que no me quedo nunca más en el trauma y el dolor que me generaste.

Después de tanto trabajo a nivel personal y familiar, no lloro más. No te concedo mis lágrimas porque tengo miles de cosas más valiosas por las que puedo llorar. Hoy quiero dejarte en el pasado donde merecías estar todo este tiempo. Mi único y mayor deseo es que esto no se haya repetido nunca más y que si así fue el universo te devuelva lo que das. No tengo pretensiones de ningún tipo, ni ganas de llamar la atención, ni de difamarte, ni de hacerme notar. Simplemente quiero abrir mi corazón para dejar salir todo el veneno que dejaste dentro de mí. No me sirve, ya no vivo en ese lugar. Estoy en un lugar mejor, con mejores personas y más fuerte que nunca.

Esta es tal vez, una de las partes más tristes de mi vida, porque como siempre nos pasa a nosotras creemos que fue nuestra culpa. Pero permítanme decir que con 7 años no fui capaz de provocar a un pibe de 14 años de ninguna manera, que no iba sola por la calle vestida como una trola, que no quise eso en ningún momento y que ocurrió cuando nadie miraba porque el perfil de un sociópata es ese. Aprovecho la confianza que transmitió a mi familia para cagarse en eso cuando nadie miraba.

Gracias a mi familia que me cuido y ayudo toda la vida a sentirme una persona fabulosa (a pesar del tiempo que me costó entenderlo), que me permitió hablar de esto con ellos y romper con una pared de ladrillos que me alejaba de ellos, por bancarsela y escuchar y estar a pesar de lo doloroso que es y fue.

Yo sé que tal vez hayan cargado con la culpa por mucho tiempo, pero vuelvo a repetir que el único culpable fue quien se aprovechó de una nena.

Te comento, que hoy me va muy bien, que ya sané en muchos aspectos y que no te tengo en mi ser determinando quien puedo ser. Que el trauma que me generaste ya lo dejé ir hace tiempo y vivo cada día creciendo, mejorando y liberándome. Nunca más, ni vos, ni nadie va a tener ese poder sobre mí.

x x B l u e G i r l x x 

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serendepia

Te llevo.

No sé si fue algo voluntario, propio de mi ingenuidad o amor incondicional, pero te llevo.

Si, a pesar de todo el daño que me causaste o nos causamos, aún tengo dentro de mí un pedacito tuyo. No creo que haya sido una persona muy sustancial en tu vida, pero tengo la seguridad de que abriste una parte de tu corazón por primera vez conmigo, fehacientemente sostengo que nos unía algo más que una coincidencia, que la piel o las amistades. Nos unían nuestras energías, las vibraciones de ambas partes en armonía. Sin embargo, no ambas partes interpretaron de la misma manera esa conexión y las cosas se fueron retorciendo entre ambos.

En mis planes no estaba un distanciamiento tan pronto, tan doloroso y triste. Esperaba con muchas ansias que debido a la forma en la que nos entendíamos pudiéramos ser responsables y terminar todo por las buenas.

Mi punto es, a pesar de cualquier error que cualquiera haya tenido, hay algo que ningún tiempo o distancia puede suprimir de mí ser. Es esa conexión, que ya no pretendo solo compartir con vos, entendí             que en las circunstancias que sean puedo trasladar esa misma serenidad y disfrutar de esa conexión.  

Consecuentemente logré entender que nada de esto era propio tuyo, o de mi ser con el tuyo, es parte de ambos. Es por eso que mi mayor deseo es que aprendamos que no necesitamos de la otra persona a pesar de la distancia o adversidades, solo necesitamos revivir aquello que aprendimos o creamos junto a esa persona y transmitirlo a los demás.

Claramente por lo que sea, o con quién sea, no se va a poder revivir la misma experiencia exacta, aunque podemos crear nuevas historias, más bellas y dignas de ser vividas, únicas en su forma. Auténticas por el simple hecho de que hacemos una diferencia sustancial en otros seres, tales a las diferencias que marcamos el uno con el otro.

Y a pesar de que te llevo conmigo en esos aprendizajes, en recuerdos y pensamientos, ya no siento esa necesidad vital de tenerte cerca para sentir que algo especial ocurre. Me basta con aplicar aquello que aprendimos juntos para permitir que nuevas experiencias lleguen a mi vida, con nuevas personas, en nuevos lugares y tiempos distintos.

El fundamento de todo esto es que ya no siento la necesidad de forzar ese encuentro, ese mensaje o esa charla, no necesito volver a verte para que me digas que fue especial, me alcanza con el simple hecho de llevarte conmigo para seguir siendo una mejor versión de mí, aunque sin tu compañía. Porque aún si me diste más seguridad de la que ya tenía, no es tu presencia la que da lugar a esa seguridad sino la experiencia compartida con vos.

Así que si, te llevo, pero no como una carga sino como un aprendizaje, un recuerdo bonito, una foto divertida, una canción distinta que me remite a lo más bonito de nuestros tiempos juntos. Te llevo conmigo y no me pesa porque estoy feliz de que hubiera cosas hermosas en nuestra historia.

x x B l u e G i r l x x

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a veces me caso. aun si pretendo que todo está bien, las cosas no me pasan desapercibidas

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compañera

Cada día parece ser un paso hacia la paz, la estabilidad, la calma y la serenidad. Me levanto cada día lista para enfrentarte, tengo la intención de derrotarte, tengo también la ilusión de que exista una cura, que algún día no existas más. Sé que no me afectas solo a mi sino, a miles de personas que te viven cada día.

Nos absorbes y no nos dejas vivir la vida, alimentas nuestros miedos, fobias o angustias. Sos un sin propósito que nos limita, que aparece en el momento menos esperado y cuando lo hace parece una ola del mar que todo lo arrastra.

Somos tus víctimas, en ocasiones es tanta la presión que necesitamos fármacos para reducir tu efecto tan dañino. Nos señalan de exagerados por el simple hecho de que te padecemos y nos tildan de vagos que buscan excusas para no vivir, cuando en realidad sos la causa de todas nuestras derrotas, autora de nuestros miedos irracionales.

Nadie piensa en nuestro dolor, en lo difícil que es cuando minimizan tu sufrimiento o incluso lo niegan, no hay persona que pueda reconocerte a menos que te padezcan. De hecho, muchos te confunden con tu amiga la impaciencia. Pero quienes tenemos la desgracia de conocerte sabemos la diferencia abismal entre la ansiedad y la impaciencia.

Vivimos una lucha constante por visibilizar nuestro trastorno, que no solo existe en nuestro presente sino que nos va a acompañar toda la vida. En menor o mayor grado siempre va a estar ahí.

A veces nos creen débiles o injustamente ignorantes. Sin embargo, somos personas que viven acostumbrados al dolor en el pecho que te punza el torso de lado a lado, del frente al dorso, acostumbrados a los dolores de cabeza, temblores, respiraciones agitadas, taquicardias, desmayos, ataques de pánico, autolesiones, pensamientos negativos automáticos, y a infinidad de síntomas dinámicos y cambiantes según cada ser, que nos acompañan día a día en silencio.

Naturalizamos el estigma que cae sobre nosotros, asumimos que los demás siempre van a pensar de la misma manera en cuanto al trastorno de ansiedad, que nos van a tomar de una minoría con una susceptibilidad enorme.  Pero seguimos en pie, luchamos día a día por ser vistos, por expandir la verdad sobre lo complicado que es padecer esta enfermedad y difundir la información que acaba con todos los mitos que nos rodean.

Somos un montón, existimos, sufrimos, tenemos metas, sueños, aspiraciones y capacidades únicas. Somos capaces de priorizar a los demás aun en plena crisis, pensamos siempre en el bienestar en nuestros seres amados.

Quizás si nos equivocamos en no pensar primero en nosotros, pero tengo fe que realmente somos personas especiales, con un corazón inmenso y una racionalidad excepcional.

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Sanar

Es el suceso que ocurre cuando estamos muy ocupados prestando atención a otras cosas. Contra mi propia voluntad entendí que mientras más pendientes estamos de sentirnos mejor es cuando menos avanzamos. La sanación llega sola cuando estamos ocupados haciendo otras cosas.

Y no lo pienso al aire, lo siento porque es como lo viví. Estuve tan pendiente de cuando iba a sanar que no me permitía seguir viviendo, como si el hecho de estar herida me impidiera adquirir nuevas experiencias, cuando en realidad, es justamente lo que se necesita para dejar el umbral del dolor en el pasado.

Seremos hijos del rigor que siempre pensamos que necesitamos un escarmiento para entender las cosas. Cuando es tan simple como seguir la vida en su rumbo y dedicar una fracción de nuestra atención a mejorar aquellos errores. No es necesario aislarse y no vivir la vida, solo se requiere un poco de amor y sinceridad, un poco de meditación, autoconocimiento o reflexión.

Si, necesitamos compañía, contención, una palabra de aliento, un abrazo. Nos hace bien que nos miren, que nos hagan saber lo valiosos que somos, que la vida no es la misma sin nosotros.

Pero no siempre hay que esperar que sea otro el que nos recuerde nuestro valor, es la energía de nuestro propio, ser la que nos puede ayudar a cicatrizar, a mejorar nuestras vibraciones y sanar.

¿Será que no nos creemos capaces? Tal vez nos resulta más sencillo dejar que sea el otro quien nos empuje, que nos sostenga y recargue nuestra energía. ¿El problema?  Que en el momento exacto en el que nos sueltan la mano nos encontramos nuevamente en el dolor, solos, heridos y vacíos.  Lo más contraproducente es que, innecesariamente, le otorgamos la responsabilidad de nuestro bienestar a otros, a un tercero, que tiene todo el derecho de marcharse de nuestra vida tal como entró. Y retomando, es precisamente ese desinterés en hacernos responsables de nuestro propio recorrido para sanar,  lo que posteriormente nos impide crecer como personas. Sentimos que el otro tiene la obligación de complacer y llenar nuestro vacío cuando jamás debería tener un ser ajeno a tu mente, el poder de hacerte sanar.

Nadie en esta vida te va a entender o conocer mejor que vos mismo. Sos la única luz constante en tu camino, no dejes que tu luz se apague solo para que otro brille porque le resulta más simple o porque su voluntad le permite ocupar el lugar que te debería corresponder a vos. Porque cuando esa persona se canse de brillar por dos, se va a alejar y no solo la vas a perder, sino que ya no vas a ver luz en tu vida.

blue moonlight

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Me reía, con todas mis fuerzas.

Soltaba lagrimas de alegría, las carcajadas se escuchaban al otro lado del mundo.

Quizás me faltan cosas, muchas cosas.

Hoy lleno ese vacío con drogas, que me remiten a es niña risueña que no podía contener la risa. Que no veía nada malo en soltar una risita inocente cuando salía del corazón. Me faltan cosas, personas o sentimientos.

Con el paso del tiempo fui asumiendo lo que otros me decían, que yo era seria, que me consideraban alguien introvertido o calmado. Me fui alejando de esa inocencia que me permitía fluir.

Estuve años estancada en un limbo de emociones, donde no sabía si merecía reírme de esa manera o si era como yo debía ser. Me aferre a esa imagen y me convertí en quien me decían que yo era. Me reía escondidas, cuando nadie me veía o escuchaba; como si fuera un secreto del que nadie podía saber. Y a pesar de que me reía mucho soportaba gente que me lastimaba mucho solo para poder reirme con ellos, porque entre otras pocas cosas, era lo único que no me impedían. De hecho, no se avergonzaban de que yo riera, de que soltara esa carcajada atascada en mi pecho por años.

En la actualidad no soy infeliz, trabajo todos los dias en mis propósitos y metas, tengo gente que no me lastima en ningún sentido, puedo hacer frente a mis emociones más profundas.

Pero, sigo sintiendo que con ellos no merezco reír de esa manera, y aún si no lo siento así, no es algo que me nazca naturalmente como antes. Y busco ese lugar limpio de juicios, de opiniones y maldad en un momento efímero, cuando estamos bajo el efecto de la sustancia nos dejamos llevar y ahí fluyo más natural que sobria. Lo disfruto y no lo hago con frecuencia porque es un momento privilegiado, lo comparto con las personas que hoy me hacen bien, para que puedan saber que ellos merecen verme reír hasta descostillarme. Que confío en ellos para aceptarme con esa inocencia infantil que ríe sin control.

Algún día espero que esos momentos los pueda vivir espontáneamente sin ayuda de ninguna sutancia que me permita desinhibirme, porque merezco reir siempre que lo sienta y con la intensidad que me nazca del corazón.

Blue girl xx

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Tiemblo.

Amanezco cada día sin recordar lo que sucede, sin saber quién soy, de donde vengo y a donde voy.

No pasa nada porque tengo quienes me recuerden quien soy y de donde vengo.

Solo tengo que recordar a donde voy, pero cuando me siento en mi cama recuerdo cuál es mi meta y mi sueño.

A veces tiemblo, más de lo normal, cuando la vida siento que se descontrola yo tiemblo.

No es miedo, es energía. Es la electricidad que recorre mi cuerpo cuando siento que todo se sale de control.

Pero a pesar de temblar sigo, camino sobre ese camino sinuoso, me sostengo con mi propio peso para seguir adelante.

No tengo miedo, solo tiemblo.

Blue girl xx

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arde.

Me da miedo reconocer que tengo miedo, temo al fracaso, a la soledad, a las recaídas, a mis obstáculos, a mi tratamiento y su efectividad. 

Quisiera lograr que los demás entiendan que nada en este camino es estable, no es sostenible ni sencillo. Arde el alma de dolor por no lograr exteriorizar todo lo que me pasa por dentro. 

Tengo miedos, múltiples, diferentes y secretos. Hoy quizás logre alejarlos lo suficiente para continuar viviendo, pero jamás los voy a lograr arrancar de raíz. Se han vuelto parte de mi ser, de la sangre que corre por mis venas, del aire que entra y llena mis pulmones, de cada extremidad de mi cuerpo y cada rincón de mi mente.

Mis temores no lograron controlarme, ya no me limitan, en definitiva soy quien yo deseé ser toda mi vida. Pero, a pesar de ser fuerte, de seguir dando batalla, seguir aspirando a la excelencia, de soñar con la recuperación y estar más cerca de la salud mental; aún temo por la veracidad de los hechos que me acontecen y tiemblo imaginando que es todo un espejismo del que voy a despertar ardiendo en el mismo infierno del que deseo salir.

Arde esconder los miedos para no seguir asustando ni preocupando a mis seres amados. Ya no merecen vivir con la conciencia inquieta por mi dolor ni estar atentos a miedos irreales que sólo me quieren boicotear en mi camino de sanación. 

Un día me prometí no volver a fallarles, prometí dejar todo por lograr sanar, por ser feliz y olvidar las penas que me atormentaron durante años.

Voy a sostener mi palabra cada día del resto de mi vida. Por aquellos que me amaron, me aman y me van a amar. Sobre todo por mi. 

Hoy soy consciente de mis virtudes, mi simplicidad, mi sensibilidad e inteligencia. Aprecio cada parte de mi ser, de mis ideas y sentimientos. Sé que soy valiosa y merezco ser feliz, ser amada, amar y vivir. 

Aún si temo en las noches que todo esto sea un sueño, si tiemblo por la incertidumbre o me detengo en el camino por no saber si puedo seguir, soy fuerte, me amo, me cuido y no voy a soltar mi propia mano. Voy a ser la persona que me rescate de mis peores demonios, la misma que me va a abrazar cuando me sienta sola o triste, esa que me va a festejar los logros y me va a amar incondicionalmente. 

blue girl xx

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Insomnio.

Quisiera pedirte que te vayas, que te alejes y nunca vuelvas.

Me gustaría no tener el recuerdo de tus palabras merodeando en mi cabeza.

En este momento deseo creer que lo "nuestro" o más bien lo mío jamás existió.

Me cuesta creer como te miré a los ojos y creí que me decías la verdad, es un ardor en el alma cada vez que pienso en que tal vez si te había empezado a querer.

Sistemáticamente me alejaba de las personas como vos pero, vi en tu alma una señal, un pedido, una mirada que me pidió que me quede, que confíe. Sin embargo, no fue como esperaba y sencillamente me lastimaste.

Sin ningún pudor me heriste, me usaste, fui un parche a tus crisis. Mis sentimientos jamás fueron correspondidos y tus palabras fueron mentiras.

No temiste por mi bienestar en ningun momento, sé que estás perdido, que no te encontras, que no saliste de un profundo dolor. Decidí quedarme a pesar de eso, elegí dar esa oportunidad a un ser que creí diferente.

Solté muchos miedos adelante tuyo, confesé muchas verdades, me animé a muchas cosas y lo único que obtuve fue un golpe de verdad.

Me hubiese gustado darte todo, ayudarte en todo, que me dejaras entrar en tu vida y yo en la mía. Deseaba llegar lejos, pero cortaste mis alas con nefastas palabras.

Por suerte, mi amor propio es más fuerte y nada de esto me sacude más de lo debido. Lamento muchísimo no ser lo que esperabas, soy lo que soy y me amo así. Si no podés querer esta versión de mí, probablemente no soportarias el resto de mi ser.

Todo lo que deseo para vos es felicidad, tranquilidad, paz, amor y prosperidad. Porque eso es querer, aún a pesar del daño seguir deseando el bienestar del otro.

Blue girl xx