clavesparaganar
clavesparaganar
CLAVES PARA GANAR
22 posts
Don't wanna be here? Send us removal request.
clavesparaganar · 8 years ago
Text
UN AÑO MÁS SABI@S (1/3)
.
Madrid, 18 Diciembre 2017 ©
¡¡¡Hola!!!
Último correo del año...
Año con nuevos aprendizajes y descubrimientos para añadir al zurrón. Lo que nos hace más y más sabios.
Sólo que… podemos saber que somos más sabios o puede ser que seamos ignorantes y ciegos a que somos más sabios que hace un año...
La pregunta clave, una vez que consideres esto, podría ser: ¿cómo puedo hacer para sí ver y sí saber en que soy más sabio, qué he aprendido y descubierto este año para añadirlo a mi zurrón y poder usarlo y aprovecharlo el resto de mi vida?
Os voy a contar con fotos y memes (sí, he descubierto Instagram y estoy encandilado…) qué me dicen mis clientes que les pasa durante un proceso de Coaching, para qué los hacen, qué descubren, aprenden, en qué se hacen sabios (parte de su sabiduría de todo el año, claro) y qué consiguen.
Todo empieza con que los clientes suelen acudir a mí por alguna de estas causas...
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
.
Suelen incluso venir sabiendo ya qué hacer, cómo y cuándo... sólo que el miedo... de momento... puede a su valentía...
Tumblr media
.
También puede/suele pasar que cuando ya saben cuál es la solución opten por recular y preferir "enamorarse" de...
Tumblr media
.
Así mismo... mientras me cuentan todos los detalles van descubriendo que es totalmente cierto que...
Tumblr media
.
Hay también un momento en que quieren analizar el pasado y darle vueltas y vueltas y vueltas y vueltas y vueltas... Ahí mi responsabilidad es:
Tumblr media Tumblr media
4 notes · View notes
clavesparaganar · 8 years ago
Text
UN AÑO MÁS SABI@S (2/3)
.
Luego llega otro momento donde parece todo taaaaaaan sencillo que debo ejercer otra responsabilidad mía como Pepito Grillo... Hacerles conscientes de esto...
Tumblr media
.
Para otros clientes más de la mitad de su "problema" es que eligen el lado oscuro, nublado y problemático...
Tumblr media
.
También ocurre que hay clientes que descubren que la solución es sencillamente un lugar diferente desde el que mirar/abordar las situaciones...
Tumblr media
.
Los que descubren que del laberinto se puede salir de otras maneras que encontrando la salida...
Tumblr media
.
También ocurre que otros descubren que sí tienen las herramientas necesarias sólo que...
Tumblr media
.
Hay clientes que descubren que la solución (o el origen del problema) es el escalón en el que deciden ponerse y se ponen día a día...
Tumblr media
.
En definitiva... El Coaching y un Coach Profesional son responsables de que esto ocurra...
Tumblr media
.
Y... ¿cuáles son los objetivos finales de las personas que hacen un proceso de Coaching?
Siendo diferentes, muchas veces se parecen y se suelen complementar, sumar y mezclar entre ellos... Algunos de los más habituales son:
Hacer que ocurra esto...
Tumblr media
.
Construir el puente de confianza...
Tumblr media
.
Aprender...
Tumblr media
0 notes
clavesparaganar · 8 years ago
Text
UN AÑO MÁS SABI@S (3/3)
.
Si es necesario, hasta crear...
Tumblr media
.
Romper bucles...
Tumblr media
.
Cambiar tendencias feas, malas, improductivas, malsanas,...
Tumblr media
Nótese en este cuadrante de toma de decisiones que donde pone “feliz” podemos poner cualquier calificativo (“saludable”, “productivo”, “líder”,…)
.
Y, en definitiva,... atrevernos a...
hacer las cosas para...
hacerlas fáciles.
Tumblr media
Séneca
.
Como siempre, besos y abrazos enormes para tod@s. Y... por supuesto...
¡¡¡FELICES Y PRECIOSAS FIESTAS!!!
El año que viene más y mejor (porque seremos tod@s más sabi@s).
Tumblr media
Alberto Conejos ©
SI QUIERES SABER MÁS DE MÍ Y DE MI PROFESIÓN TE INVITO A VISITAR MI WEB O MI PERFIL DE LINKEDIN:
http://www.clavesparaganar.com
Además, en mi perfil de LinkedIn encontrarás opiniones de clientes míos.
0 notes
clavesparaganar · 8 years ago
Text
SOMOS MUUUUYYYY TONTOS
Tumblr media
Madrid, 20 Septiembre 2017 ©
 ¡¡¡Hola!!!
 Una semana para que se acabe el verano oficialmente...
Espero que hayáis tenido muy buenas vacaciones y que estés volviendo al dí­a a dí­a llenos de energía e ilusiones.
Por mi parte ha sido un verano lleno de sol, aire, mar y... ¡natación!
Digo en exclamaciones natación porque ha sido la primera vez en mi vida que he hecho natación. Todos los días a primera hora de la mañana me he bajado al mar a nadar una media hora. Nunca antes habí­a nadado de manera regular.
Un descubrimiento estupendo.
 Este correo, no lo habí­a pensado antes de ponerme a escribir, tiene que ver justo con cómo podemos conseguir algo como eso: nadar todos los días.
Como tantas veces, lo hago gracias a una sugerencia de un cliente o a algo que ha sucedido durante su proceso de Coaching.
De hecho, os pongo su frase textual cuando hizo el cuestionario de evaluación final tras acabar el proceso completo de Coaching: "...la parte de conseguir crear un hábito, como una exigencia...”.
 Lo primero que es indicado plantearse es: ¿para qué?
¿Para qué quiero crear ese hábito?
Responderme qué beneficios obtendré creándolo. Y también qué daños o perjuicios eliminaré.
A cada uno le vendrán respuestas diferentes. Son todas válidas puesto que somos los más sabios sobre nosotros mismos.
 En mi caso las respuestas eran sencillas y muy poderosas.
Me encanta hacer ejercicio fí­sico. Me encanta la naturaleza. Me encantan todo tipo de bichos. Por lo que nadar en el mar (aún siendo muy friolero, como soy), reuní­a todos esos requisitos en uno solo.
También que, para mí­ al menos, un dí­a habiendo hecho algún tipo de ejercicio fí­sico es un día más completo, me sienta estupendamente y me ayuda en todas mis demás facetas.
Para cada asunto/hábito habrá respuestas diferentes. Como os decía todas son válidas y adecuadas.
 En segundo lugar es interesante conocer las fases que se suelen pasar para conseguir crear un hábito.
Hay una primera que es “dura”. La de apetecerte hacer cualquier otra cosa en lugar del hábito en si. Te vendrán a la cabeza mil opciones. Interesantes, oportunas, tontas y hasta estúpidas. Y todas tendrán ese aroma a “mejor hago esto que lo otro... que ya lo haré luego...”
¿Cómo superarla? En mi caso fue muy útil recordarme el ¿para qué? También en mi caso fue muy importante asignarle una hora concreta y tener muy claro qué ya tení­a que haber hecho antes y qué harí­a después. Que el hábito tuviera su momento asignado en el dí­a. 
Hay una segunda fase inmediatamente después.
Es la de pensar cosas tipo: esto es una tonterí­a, qué necesidad tengo yo de hacer esto, no me va a servir para nada,...
Es una fase fastidiada. El cerebro parece que está muy a gusto no haciendo eso y no le apetece lo más mí­nimo que le saquemos de su rutina.
A mí­ aquí­ me funciona irme al futuro. Pensar en cómo estaré y me sentiré cuando lleve varios días o semanas gracias a mi nuevo hábito. Así­ tengo algo con lo que contrarrestar ese boicot.
 21 días.
De esto hay hasta libros. Mejores y peores, claro, pero es casi una verdad universal.
Si quieres crear un hábito tienes que realizarlo de manera sistemática durante 21 dí­as.
Sí o sí o sí o sí o sí­.
Y saber que los primeros días serán “malos”. O, incluso, “muy malos”.
En mi caso, los primeros días... Uffff.
Qué fría estaba el agua.
Qué viento gélido a primera hora.
Qué desagradable ponerme las gafas.
Qué poco se veí­a.
Qué mal me iba la respiración.
Cómo me dolían los brazos y las piernas al acabar.
Menudo enredo bajar, nadar, salir, aclararme, secarme, subir, vestirme,...
 Poco a poco, dí­a a dí­a de sí­ o sí­ repetir el hábito, de manera natural todo esto se irá disipando y aparecerán otras sensaciones y pensamientos (luego vamos con esto).
Si paras un día.... Prácticamente tendrás que volver a empezar. Así­ que... Ya sabes... Sí­ o sí­ o sí­ o sí...
 Ayudas.
¿Qué te puede ayudar a sí­ realizar el hábito durante esos primeros días o veces?
Nuevamente, cada uno, tendremos nuestros mejores aliados en quién sabe qué. Sean los que sean, cero vergüenza. Si hay algo, lo que sea, que te ayuda a cumplir contigo y tu hábito, ¡Aprovéchalo!
A mí­ me ayudó muchísimo en este caso pensar en los peces, rayas, sepias, conchas,... que podría ver mientras nadaba. Como me encanta eso, al final, los primeros dí­as, no me contaba que bajaba a nadar, sino que bajaba a ver toda esa fauna y flora... mientras nadaba.
 Otras ayudas...
El móvil, ayudante estrella.
Utilizamos el móvil para mil y una cosas. En general, todos lo llevamos o tenemos 24 horas.
Y... Además de para chatear, mandar correos y llamar por teléfono, todos los móviles tienen una excelente agenda con sistemas de avisos, alertas, recordatorios,... Programables en tiempo, forma y con multitud de opciones.
Tenemos un ayudante 24 horas pegado a nosotros para que nos ayude. Si queremos aprovecharlo.
Para generar un hábito podemos tener a este ayudante presto a darnos avisos, recordatorios, a almacenar datos relevantes, fotos, notas,...
Y siempre está a mano... ¿verdad?
 Trampas mentales.
Esta es la parte más peligrosa.
Habrá días que nos saltemos el hábito. Por múltiples motivos. Resumido en uno sólo: Pereza.
Y las trampas mentales que nos contaremos serán de lo más convincente y de lo más estúpido.
Estamos hechos para obtener placer lo más rápidamente posible y todo lo que sea demorar ese placer (y si incluye esfuerzo, por pequeño que sea) es un incordio para nuestra cabeza.
Así­ que, ¡ojo!, con tus trampas mentales. Sólo son maneras de obtener un pequeño placer a corto plazo en lugar de un gran placer o beneficio a medio y largo plazo.
 Preparar los tropezones.
Relacionado con lo anterior...
Vas a tropezar.
Sí­.
Seguro.
Sí, tú también.
Así­ que... prepárate. ¿Cuál es tu plan y estrategia para cuando falles e incumplas?
Ya sabes... 
Tenlo preparado antes de empezar porque vas a tropezar, sí­ o sí­, y es mejor tener un sencillo manual de instrucciones que leer y ejecutar que tener que, en medio de la crisis, crear y preparar dicho plan anti tropiezos.
 Celebra los beneficios.
Según avances durante varios días y tras pasar los primeros en los que casi lo único que pasará serán las “agujetas” que tendrás...
Empezarán a pasar cosas. Cosas buenas e interesantes.
Paladéalo. Analízalo. Evalúa tu nueva situación e intuye qué nuevas opciones y posibilidades se te están abriendo ahora que estás viendo los primeros resultados y tus nuevas sensaciones.
 Recuerda y venera la situación anterior.
En contraste, también recuerda y compara tu situación anterior.
Hazte consciente del cambio.
Y hazle un pequeño homenaje a esa situación tuya anterior. Parecerá extraño lo que voy a decir... Esa situación y estado anterior, aunque querí­as cambiarla/eliminarla, también es artí­fice de haber podido cambiar a esta otra nueva.
 También eres y eras tú siendo o actuando así sólo que ahora has elegido una nueva situación/actuación.
 Descúbrete haciéndolo sin esfuerzo y celébralo.
Y... ¡Tachán!
Llega el momento donde, un día, sin darte cuenta, estás haciendo tu nuevo hábito sin darte cuenta.
Lo haces, sin más.
No hay trampas.
Te sale fácil.
Está integrado en tu día a dí­a.
No le das vueltas a si hacerlo o no.
Hasta incluso las ayudas que creaste para asegurarte hacerlo “te molestan” porque no las necesitas (no las quites, son como un seguro).
Pues...
El dí­a que descubras que esto es así­: ¡celébralo! Como te parezca oportuno. Pero, por favor, celébralo. Una comida especial. Un regalo a ti mismo. Cuéntaselo a alguien muy querido. Lo que para cada uno sea la mejor pequeña y más especial celebración.
Has cambiado un trocito de tu vida y merece la pena, además de que es una forma de rendirte homenaje.
��Ya has creado el hábito... Pues date algún dí­a libre... Tú controlas el hábito y la rutina, no él a ti.
Demuéstrale al nuevo hábito quién lleva las riendas y que tú lo haces porque quieres hacerlo, sin más.
Eso sí,,, Un dí­a libre es eso, un dí­a libre. Un dí­a por mes, por ejemplo. Un dí­a o dos por semana... serí­a incumplir con tu nuevo hábito... ¡Cuidado! Pues las trampas traicioneras y la pereza malvada no han desaparecido, sólo se han hecho muy pequeñas y muy débiles porque ya no les das de comer. Pero a la más mínima energí­a que les des se reactivarán de su letargo...
 Somos muuuuuuuy “âtontos”. Una vez instaurado el hábito "necesitaremos" hacerlo.
Esto es de lo mejor y más aprovechable.
Igual que cuando empezamos a hacerlo fue duro y doloroso, ahora que lo tenemos instaurado nos es fácil y hasta necesario hacerlo. Nuestro cuerpo y mente nos lo pide y lo quiere hacer. Porque somos animales de costumbres.
Porque el nuevo estado ahora nos da casi todos los beneficios que imaginamos al principio y algunos otros que no esperábamos.
Nuestro cuerpo y mente lo esperan cada vez que toca y nos “dicen” y “piden” que le demos su dosis diaria de nuestro nuevo hábito.
Así­ que, escúchate y hazte caso...
 Vale, somos muuuuuuuuy tontos pero, como ves, es maravilloso, aprovechable y hasta gracioso que así sea.
 Así­ de contundente: empezando hoy, 20 de septiembre, para el 10 de octubre puedes tener un nuevo hábito instaurado en tu vida para lo que tú quieras... Parece mucho más que razonable la inversión, ¿no?
  Como siempre, de todo corazón, besos y abrazos enormes para tod@s.
¡MARAVILLOSO OTOÑO!
 Alberto Conejos ©
SI QUIERES SABER MÁS DE M͍ Y DE MI PROFESIÓN TE INVITO A VISITAR MI WEB O MI PERFIL DE LINKEDIN:
http://www.clavesparaganar.com
Además, en mi perfil de LinkedIn encontrarás opiniones de clientes mí­os.
0 notes
clavesparaganar · 8 years ago
Text
MÍDETE  &  MÍDELE
Tumblr media
Madrid, 31 Julio 2017 ©
 ¡¡¡Hola!!!
 ¿Qué tal las vacaciones?
Seguro que estás leyendo esto en algún lugar estupendo relajándote y disfrutando de todo tu tiempo y tu gente querida. ¡Pásalo genial!
Los que aún no habéis ido... ¡seguro que ya os falta poco!
 En esta ocasión este correo va a tratar sobre las mediciones.
Medir las cosas. Medirnos a nosotros. Medir a los demás.
 Mi enfoque será quí­ntuple.
La importancia de usarlas.
La importancia de que sean sencillas y útiles. Sobre todo sencillas (y pocas). Sencillas que no simples, por terminar de matizar.
La importancia de medir en intervalos de tiempo "prolongados".
La relevancia de anotar y realizar sencillos gráficos visuales que nos hagan fácil la interpretación y estimación de la tendencia.
La importancia de compartirlas.
 La importancia de medir.
¿Por qué es importante medirnos?
Porque lo que medimos es lo que podemos cambiar para mejorarlo.
Aquello sobre lo que medimos es aquello sobre lo que ponemos nuestra atención, esfuerzo y foco.
 Mediciones sencillas (y pocas).
Algo, para mí­, clave, es que los indicadores de medición sean los menos posibles.
Los necesarios tirando a pocos.
Si estipulamos un montón de indicadores estaremos diversificando esa atención, esfuerzo y foco consiguiendo cumplir eso de "el que mucho abarca, poco aprieta".
Y mucho más importante aún que dichas mediciones sean fáciles de entender y de evaluar. Que el que mide pueda realizar dicha medición en 5 minutos.
El objetivo es tener una foto de la situación cuando se mide. No es hacer un estudio sesudo de la situación.
Dicho estudio será o no necesario según la foto que salga.
 Ejemplo muy típico es el cuadro de indicadores que nos da el coche de un vistazo rápido.
Otro ejemplo rápido es en el campo de las ventas. Con cinco indicadores tendremos “casi” todo: ventas, margen, visitas, ratio visitas/clientes nuevos, cobros pendientes.
 Medir en el tiempo.
¿Cada cuánto tiempo? Depende... El sentido común nos dará esa frecuencia.
Si queremos medir las visitas a posibles clientes nuevos puede ser mensual.
Si queremos medir las ventas puede ser trimestral (y varios años seguidos).
Si queremos medir el ejercicio realizado y las calorí­as quemadas puede ser semanal (entre 3 y 12 meses).
Si queremos chequear nuestro estado de bienestar, quizá cada dos meses puede ser la frecuencia idónea (durante 1 a 2 años, según prefieras).
 ¿Durante cuánto tiempo medir?
Al menos un año. “Nunca” menos de medio año.
Y es que lo que sabes que medirás durante un año de manera natural es casi seguro que lo convertirás en hábito.
 La importancia de los gráficos.
Hacerte unos sencillos gráficos nos da la información ordenada y cobran mayor importancia las mejoras.
Ver en un gráfico que antes cumplí­a mi planificación mensual un 40 % y ahora un 75 % combinado con que antes conseguí­a 1 cliente nuevo por mes y ahora 3, tiene un efecto enorme sobre la consolidación del hábito de cumplir la planificación y sobre la alegría de ver los resultados de dicho esfuerzo.
 Comprobar cómo mi bienestar ha crecido del 20 al 80 consolida y refuerza seguir haciendo todas esas nuevas acciones y enfoques que introduje.
 Igualmente, ver cómo antes sólo daba feedback negativo en un 10 % de las ocasiones necesarias, logré un 80 % y he bajado al 50 % me indica que he relajado mis acciones y que puedo volver a subir con ligeras correcciones.
 O que mi equipo valora mi calidez en el trato (no mi firmeza o exigencia, que será otro indicador complementario) en un 60 % cuando venía del 20 % y que he tenido picos del 90 % me dirá mucho y muy útil para que reconduzca ese valor.
 La importancia de compartirlas.
No es lo mismo medir y saberlo sólo yo... Que compartirlo con alguien...
En el segundo caso mi compromiso será mucho mayor. Sí­, somos así...
En las empresas el realizar indicadores de seguimiento se hace por dicho motivo. Además de porque dichos indicadores suelen tener mucha incidencia en bastantes consecuencias (formación, feedback negativo, feedback positivo, de carrera profesional, salarios,...).
 En definitiva, lo que medimos será lo que cambiemos.
Lo que no midamos... Será mucho más difí­cil que lo cambiemos, que pongamos nuestro foco en ello y que lo convirtamos en rutina.
 Un apartado final: ¿qué medir?
Nuevamente, depende...
Aquello que decidas medir pondrá tu foco en qué y cómo te comportarás.
Así­ que elige bien y elige sencillo.
 En mi caso por ejemplo yo me mido a mi mismo por cuatro criterios.
Satisfacción del cliente por su proceso de Coaching.
Valoración cuantitativa del cliente de la mejora global conseguida.
Valoración de la utilidad futura de sus nuevos descubrimientos y conclusiones.
Probabilidad con la que recomendará a otra empresa o persona realizar un proceso de Coaching conmigo para temas laborales o personales.
 Y a los clientes tras acabar su proceso de Coaching les estoy mandando indicadores de medición durante 6 a 12 meses (depende de lo pactado) para que se evalúen en sus áreas de mejora y/o acciones o estrategias puestas en marcha.
Así­ ellos tienen su seguimiento y pueden medir qué pasa tras acabar su proceso siguiendo pendientes y atentos en mantener y consolidar sus mejoras.
Además, yo sumo todos esos valores cuantitativos de todos los clientes cada 6 meses para tener un indicador para mí de % de mejora por un lado y de consolidación en el tiempo de las mejoras (puesto que ambos valores son el objetivo final de todo proceso de Coaching, primero cambiar/mejorar y, más importante aún, mantener dicho cambio/mejora en el tiempo).
 Por lo tanto...
¡Mí­dete! ¡Mí­dele! Mí­delo!
Hecho bien y para lo que se debe hacer (para medir la evolución del cambio/mejora que se quiere lograr), es un regalo. Para ti y/o para el otro.
 Como siempre, de todo corazón, besos y abrazos enormes para tod@s.
¡MARAVILLOSO VERANO!
 Alberto Conejos ©
SI QUIERES SABER MÁS DE M͍ Y DE MI PROFESIÓN TE INVITO A VISITAR MI WEB O MI PERFIL DE LINKEDIN:
http://www.clavesparaganar.com
Además, en mi perfil de LinkedIn encontrarás opiniones de clientes mí­os.
0 notes
clavesparaganar · 8 years ago
Text
CULTIVA TU VINO
Madrid, 15 Junio 2017    ©
¡¡¡Hola!!!
Espero que estés llevando bien este calor adelantado y si no es del todo así que al menos te estés centrando en lo que significa: ¡inminentes vacaciones!
Este es mi escrito número 53 (colgados en este blogg están sólo 15). Parece mentira. Cuando empecé a hacerlos las ideas del principio fueron tomando vida propia y transformando los objetivos iniciales. Mitad por lo el feedback que me habéis ido dando. Mitad por la relación que se ha establecido entre ellos y yo mismo.
El primero de mis escritos relacionados con el Coaching fue en Septiembre del 2011. ¡5'5 años ya! En ese momento llevaba un año ejerciendo y me surgió esta necesidad de compartir. Por un lado lo que para mí es el Coaching (idea inicial) y por otro, lo más relevante e importante, lo que los clientes me regalaban (idea final clave que surgió de manera natural según avanzaban los escritos). Muchas veces lo que trabajan y consiguen los clientes son aspectos que no son novedosos en absoluto. Lo que sí es especial y único es el enfoque y los matices que cada persona impregna a dichos temas. Hay muchísima literatura tanto científica como divulgativa de muchos de los temas que he ido exponiendo en los escritos. Lo que no está en ningún sitio son esos matices estrictamente personales que cada persona le damos a esos temas y que es lo que yo he ido exponiendo en mis escritos. Ese es uno de los motivos más poderosos por lo que el Coaching funciona. Es un trabajo 100 % individualizado y adaptado a cada persona. Cada uno en nuestro proceso de Coaching descubrimos cómo conseguir lo que queremos. Esa solución es íntimamente personal y funciona a las mil maravillas para cada uno. Otra persona lo haría de otra manera y le funcionaría, seguro. Cada uno necesitamos nuestra propia fórmula mágica. La formación tradicional puede ser exquisita, buenísima y útil. Sin embargo, esa adaptación 100 % a la persona, a sus valores y estilo único es la que hace al Coaching tan potente y útil.
Por todo ello, cuando me plantee abordar este escrito número 53 me di cuenta que hace una barbaridad (seguramente desde el 2012) que no cuento exactamente qué se consigue, qué es y cómo se hace un proceso de Coaching individual. Así que decidí que justo de eso iría este escrito. Como es mi costumbre te lo voy a contar haciendo un símil.
Un proceso de Coaching individual es como hacer un vino. Al escribir esa frase estuve tentado de cambiarla por la de "un proceso de Coaching es como los toros...".
En el caso del vino es hacer uno de autor. Una obra artesanal extraordinaria como, por ejemplo, éste maravilloso: www.eloilorenzo.es
¿Qué necesito para hacer un vino? Tierra. Cepas. Uvas. Agua. Sol. Clima. Quizás algunos tratamientos. Cultivar. Tratar las uvas. Vendimiar. Exprimir. Quizás filtrar. Embotellar. Una bodega. Una botella. Barricas. Dejar reposar. Quizás abonos.
Con esto nos vale para el ejemplo, aunque seguramente algún viticultor pondría o quitaría alguno. Mis disculpas.
Lo que cada uno quiere es el mejor vino posible del que seamos capaces, ¿verdad? Un vino del que estar orgullosos y que todo aquel que lo pruebe quiera repetir y lo recomiende y ensalce efusivamente.
Pues justo eso es lo que cada persona que hace un proceso individual de Coaching quiere. Conseguir un vino exquisito, sabroso, del que uno esté muy orgulloso y que el resto de las personas admire, disfrute y recomiende.
Si os fijáis en los ingredientes para hacer nuestro vino hay tres partes. Las "fijas", las "variables" y las "imprevistas".
Las fijas son las que "no se pueden cambiar o hay que hacerlas sí o sí". ¿Cuáles son? Tierra. Cultivar. Tratar las uvas. Vendimiar. Exprimir. Embotellar.
Las variables son las que "podemos nosotros cambiar". ¿Cuáles son? Cepas. Agua. Uvas. Quizás abonos. Quizás algunos tratamientos. Quizás filtrar. Una botella. Barricas. Dejar reposar. Una bodega.
Las imprevistas son las que "pueden cambiar y no dependen de nosotros". ¿Cuáles son? Agua. Sol. Clima.
Así que, para hacer nuestro vino tenemos una serie de ingredientes. Unos sobre las que tenemos más control y otros sobre los que incluso no tenemos control. Unos factores que son fijos y otros mucho más variables.
Además, un vino no se hace de una semana para otra. Es un proceso natural que requiere un tiempo y espacio natural para que se produzca finalmente ese extraordinario vino. Cuando una persona inicia su proceso de Coaching lo que quiere es tener un resultado inmediato, rápido y eficaz. Lógico, normal y esperable. Mi primera labor es explicarle este símil (u otro parecido). Conseguir un vino extraordinario es un proceso natural que requiere cierto tiempo y en el que hay que trabajar en cada momento lo que toca y como toca. Por eso es un proceso de 9 sesiones espaciadas al menos una semana entre ellas (mejor aún es si son dos semanas).
Lo primero que hacemos es conocer las partes fijas. Las partes fijas es cómo y quiénes somos. Sería el carácter, estilo personal, tendencias de comportamiento,... Esto es la Tierra, que es la que es. Lo hacemos para saber cuál es esa materia prima que tenemos y cómo podemos sacar lo mejor de ella. Con esto no habremos conseguido ningún objetivo ni cambiado la situación. Sabremos cuál y cómo es ese ingrediente indispensable y único. Es cierto que puede ser que nos planteemos tratar la tierra con alguno de los ingredientes variables.
Os recuerdo que hay otras partes fijas porque hay que hacerlas sí o sí. O que están en el proceso sí o sí. Cultivar. Tratar las uvas. Vendimiar. Exprimir. Embotellar. Éstas son fijas justo porque estarán sí o sí aunque es evidente que podemos hacer algo con ellas. El objetivo en el proceso de Coaching es hacer consciente a la persona de que estarán o se tendrán que hacer, sí o sí. No se pueden eliminar de la ecuación y, por tanto, hay que abordarlas y tenerlas presentes. Llegados a este punto, seguimos sin haber conseguido "ningún cambio". Y ya llevamos 2 ó 3 sesiones...
En un segundo momento empezamos a abordar las partes variables. Son aquellas sobre las que tenemos el mayor control posible y margen de maniobra por nosotros mismos. Es donde haremos el trabajo de cambio, mejora y aprendizaje más significativo en el proceso de Coaching. Os recuerdo cuáles son: Cepas. Agua. Uvas. Quizás abonos. Quizás algunos tratamientos. Quizás filtrar. Una botella. Barricas. Dejar reposar. Una bodega.
Aquí pondremos en marcha la mayor parte de las acciones para conseguir nuestro vino excepcional.
Ojo: siempre adecuándonos a la parte fija, tierra, y a las partes a hacer sí o sí. Toda acción que sea anti natural respecto a esto, nos llevará a unos resultados casi seguro negativos.
Aquí se trabaja, se buscan, se crean, se descubren,... y se ponen en marcha nuevas estrategias y nuevas acciones. Podemos llegar a conclusiones y descubrimientos más expeditivos como cambiar las cepas o a descubrimientos "más sencillos" pero tremendamente eficaces como el tipo de barricas, tratamientos a usar, botella elegida,... Las decisiones se toman en función de cinco aspectos: porqué, qué, cómo, cuándo y para qué. Y se planifica cómo conseguir hacerlo u cuándo hacerlo.
Según avanzan las semanas cada vez tenemos nuestras cepas con más uvas y ya hemos empezado a vendimiar, incluso destilar y hasta a hacer las primeras pruebas de embotellado. Podríamos decir que andamos entre la sesión 5ª y 7ª (al ser un proceso artesanal y natural no es seguro que todos los vinos vayan al mismo ritmo).
Nos quedan pendientes una parte de los ingredientes: los "imprevistos". Pero... si son imprevistos, ¿qué se puede hacer con ellos? Parece ilógico que se pueda hacer algo con lo que es inesperado e imprevisible, ¿no? Pues no... O al menos, no del todo. Os recuerdo de nuevo, cuáles son en el caso de hacer un vino: Agua, Sol y Clima. Cada año lloverá lo que llueva, nos guste o no, nos venga bien o no. Hará el sol que haga y habrá el clima que haya.
Ahora bien, sabemos cuáles son esos ingredientes imprevisibles. Y sé que puede pasar en cada uno. Para muy bien o para muy mal.
En los procesos de Coaching estos aspectos "imprevisibles" salen a escena de manera natural. Así que, si salen, ¿cuánto de imprevisibles siguen siendo? Por otro lado, si ya sé cuáles son las opciones para muy bien y para muy mal, ¿no son aún menos imprevisibles? Cierto que seguirán teniendo una parte fuera de nuestro control ya que no decidimos nosotros ni el cuánto, ni el cómo ni el cuándo. Lo que sí es cierto es que yo puedo estar preparado con diferentes planes de reacción y contingencia por si... Puedo estar preparado para... lo que venga, cuando venga y cómo venga. Esa es otra labor del proceso de Coaching, la que pone casi el lazo final. Y esto irá sucediendo durante las sesiones 5ª a 7ª.  Iremos reformulando adecuadamente nuestro plan y objetivo para conseguir nuestro vino excepcional.
Y ya con todos nuestros ingredientes abordados y trabajados, en las sesiones 8ª y 9ª terminaremos de embotellar y dejaremos reposar para etiquetar. Nuestro vino está ya listo para empezar a disfrutarlo, usarlo y que cambie nuestra vida.
Resumiendo, un proceso de Coaching es como hacer un vino excepcional. Si quieres hacerlo rápido quizás consigas un vino pero sin ricos matices ni excelentes aromas. Si quieres que tu vino sea tu mejor vino posible y que sea excepcional en aromas, matices y gusto, tienes un proceso natural por delante en el que tienes que trabajar "sin prisa" (y sin pausa) para que la Naturaleza y tú (que también eres Naturaleza) deis como fruto algo que te cambie la vida. Además, podrás repetir ese proceso de manera natural todos los años de tu vida siempre que lo necesites.
Por eso mismo cuando algún cliente nuevo me llama para urgencias de un día para otro (necesita el vino excepcional para la semana que viene o para dentro de 15 días) o cuando me preguntan que porqué 9 sesiones y no menos o más, mis respuestas son éstas. Al primero le digo que será dificilísimo conseguir un vino excepcional. Sí conseguirá uno pero será dificilísimo que le cambie la vida o que le dé resultados extraordinarios. Al segundo le digo que los vinos excepcionales son fruto de procesos naturales. Que requieren del tiempo y pausa adecuados. Para ello esas 9 sesiones que garantizan un proceso natural con un resultado extraordinario.
Como siempre, de todo corazón, besos y abrazos enormes para tod@s. ¡FELIZ VERANO!
Alberto Conejos © SI QUIERES SABER MÁS DE MÍ Y DE MI PROFESIÓN TE INVITO A VISITAR MI WEB O MI PERFIL DE LINKEDIN: http://www.clavesparaganar.com Además, en mi perfil de LinkedIn encontrarás opiniones de clientes míos.
0 notes
clavesparaganar · 8 years ago
Text
ACEPTAR LO NUEVO
Madrid, 27 Abril 2017 © ¡¡¡Hola a tod@s!!! Ya un tercio del año y el buen tiempo está aquí un día sí y casi otro también. Cada año va sumando y sumando nuevos matices, posibilidades y descubrimientos. Con todo lo nuevo podemos hacer varias cosas. Rechazarlo, aceptarlo, adaptarlo, aprovecharlo, sufrirlo, disfrutarlo, integrarlo,... Yo os voy un contar un caso mío concreto en el que he pasado por casi todas estas etapas. Os pongo en situación. A principios del 2013 ya llevaba 2 años y dos meses haciendo procesos de Coaching. Contaba con 34 clientes a mis espaldas. Todo marchaba muy bien. Mi cliente 35 estaba ya en su 5ª sesión. En concreto: 16 de enero del 2013. Como de costumbre empezamos su sesión por videoconferencia a través de Skype (vivimos en ciudades diferentes). De repente dijo: "oye Alberto, a mí esto de la videoconferencia no me termina de convencer, prefiero que colguemos y que sigamos la sesión sencillamente por teléfono". No me estaba preguntando ni pidiendo mi opinión, sólo me estaba informando. Cuando le oí decir eso debió de quedárseme una cara entre de póker y de asombro. Balbuceé algo como "sí, claro, si así lo prefieres tú". En el minuto que debió durar entre colgar por Skype y empezar la llamada telefónica por mi cabeza pasaron un montón de frases e imágenes. Terror porque iba a perder el 65 % de la información de la comunicación con el cliente. Yo soy psicólogo y tengo muy inculcado lo de que la comunicación es 65 % no verbal, y 35 % verbal (entre contenido en sí, tonalidades, pausas,...). Por otro lado me repetía, para sobrellevar lo anterior: "el cliente tiene razón, el cliente manda, es el cliente quien tiene que estar a gusto,...". También me decía: "no pasa nada, él lo pide y con lo que pase ya le podré yo reorientar, con datos, para volver a la comunicación completa”. Y pavor, Estaba completamente convencido que la buena marcha de este proceso de Coaching se iba a perder y que mi falta de asertividad con el cliente iba a suponer que terminara siendo un proceso insatisfactorio para él. La llamada telefónica empezó mientras yo seguía en ese torrente de pensamientos e imágenes. Y con una inquietud muy presente. Esa sesión la terminé como pude. Reconozco que ejecuté a la perfección un pecado mortal para un Coach. Estar pendiente de mí mismo en lugar de estar pendiente de mi cliente. Casi lo único que hice bien fue preguntarle al finalizar la sesión que cómo se había sentido y si había sido una sesión productiva. El cliente, para completar mi total estupefacción respondió: "genial, creo que ha sido la sesión más productiva y eficaz, me he sentido mucho más a gusto y me va a ser de mucha utilidad todo lo que he descubierto y voy a poner en marcha". Vamos, la frase soñada cuando se acaba una sesión de Coaching. Colgamos y... allí me quedé yo completamente revuelto, sorprendido y dándole vueltas a lo que había sucedido. Este cliente se convirtió en la excepción. Era el cliente que cada nueva sesión era la sesión a la que yo iba con miedo a que aquello explotara como creía que tenía que explotar. Las sesiones con el resto de mis clientes seguían siendo cara a cara (por residir ambos en la Comunidad de Madrid) o por videoconferencia. Como había decidido aceptar la excepción y que fuera eso, nada más, la excepción, aceptaba estas sesiones y ya no me cuestionaba nada. Si el cliente estaba contento, yo... "debía" estarlo también. Era la excepción y, por supuesto, yo debía seguir haciendo mis sesiones para que el 65 + 35 % de la comunicación de cada cliente me llegara. El caso es que... la excepción fue un proceso estupendo, eficaz, riquísimo en matices,... Y ahí estaba yo, con mi excepción, dándome datos y datos de que la pérdida del 65 % parecía no tener el efecto devastador en el proceso de Coaching que yo hubiera asegurado y apostado que debía tener. Eso sí, seguía siendo la excepción. Si hay mil estudios que dicen lo del 65 %, por algo será, ¿no? Y así seguí. Hasta enero del 2014. Un año entero, sí. En ese mes empiezo con un cliente que las sesiones tienen que empezar a las 20'00 horas y, aunque es de Madrid, le digo que de acuerdo a ese horario pero por Videoconferencia para que sea el horario algo más razonable. En la primera sesión Skype funciona mucho peor que mal. Es horroroso, para ambos. Sea yo, sea él, aquello es tortuoso y muy incómodo. Lo salvamos ambos con buena voluntad y humor. Llega la segunda sesión y empezamos con las mismas. Y, nuevamente, el cliente dice: "esto es un desastre, ¿lo hacemos por teléfono?" Sí, otra vez me lo proponen. Esta vez no tuve sudores fríos, no tuve un torrente de pensamientos ni imágenes, no tuve terror, no anticipé ningún desastre,... Respondí "claro, te llamo yo". E hicimos todas las sesiones del proceso por teléfono maravillosamente para ambas partes. Había pasado de sufrir el sacrilegio de mutilar la comunicación a ser parte activa en el sacrilegio. Aún con reticencias pero con todos los datos y evidencias que ya tenía, me lancé a proponer la nueva alternativa a los clientes nuevos. Que eligieran entre cara a cara, videoconferencia y por teléfono. Prácticamente a mi pesar, la verdad. Y empecé a tener clientes a los que jamás había visto su cara. Incluso de Madrid. Toda la comunicación y todas las sesiones las hacíamos por teléfono. Seguía atesorando datos y pruebas aún a pesar de mis últimas reticencias. También descubrí ganancias inesperadas para mí y mis clientes que ni me planteaba antes. En mi caso, por motivos personales y familiares, puedo estar en hasta 4 casas diferentes en un mismo mes. En dos casas tengo un excelente wifi, en otra muy lento y en otra no tengo. La opción telefónica me funciona perfectamente en las 4. Con los clientes telefónicos yo podía adaptar 100 % mi vida personal y familiar a mi trabajo. Con los clientes de videoconferencia al 50 %. Y con los presenciales pues lo justo y necesario. Otro descubrimiento fue la ganancia en tiempo y calidad de vida. Un residente en Madrid o Barcelona (los casos más exagerados) puede estar dos horas del día, o más, desplazándose de un sitio a otro entre atascos, distancias,... Con la opción telefónica con teléfono tradicional o a través de Skype, o Line, o… (al no tener tampoco que garantizar un excelente wifi) eliminaba eso de mi vida y tenía más tiempo para mí para cada día. Esto lo mezclé con hacer una distinción de precios según la modalidad del canal del proceso. Si eran cara a cara, tendrían el precio más elevado. Si eran por videoconferencia tendrían un precio menor. Y si eran por teléfono tendrían el precio más bajo. Y claro, con todo esto cada vez, más y más clientes iban optando por las sesiones telefónicas. Aquello funcionaba cada vez más y más y mejor y mejor. Claro, yo ya no lo sufría o lo aceptaba a secas, sino que era parte activa, lo había ido mejorando y puliendo y, sí, hasta lo disfrutaba. Faltaba una cosa más. Que yo entendiera porqué funcionaba igual de bien, incluso mejor me atrevería a decir, aunque me faltara a mí, el Coach el 65 % de la comunicación del cliente y al cliente también mi 65 %. Yo ya me había rendido a las evidencias pero seguía faltándome algo. Entenderlo yo, como fuera, con lo que fuera. Un buen día, un cliente, en su 4ª sesión telefónica dijo explícitamente lo que otros ya habían insinuado de muchas maneras. "Alberto, saber que tengo la sesión contigo y que tendré que contarte cómo está mi situación y que tú estarás ahí completamente atento y con mi historia al día, me hace prepararme la sesión, me hace repasar toda mi evolución, me hace pensar en qué quiero trabajar en la siguiente sesión, me hace decidir qué contarte y para qué. Y lo mejor, sé que me escucharás con mucha atención y que sólo me dirás aquello que necesito escuchar. Es un tiempo en el que estoy completamente dedicado a mí con tu ayuda". ¡Ahí estaba! La explicación. Potente y contundente. La sesión de Coaching, y esto es mi interpretación y mi opinión a día de hoy, no teniendo porqué ser cierto ni correcto, es una reunión del cliente con... el propio cliente. Yo, como Coach, ni siquiera soy un acompañante. Soy, en todo caso, un espectador al que le permiten en ciertos momentos interrumpir la obra para hacerle ciertos comentarios al actor o plantearle dudas. Pero no soy, en absoluto, parte de la obra que está escribiendo e interpretando cada cliente. Cada sesión de Coaching es una reunión privada de cada cliente consigo mismo. Y mi papel es hacer que dicha reunión sea lo más eficaz posible y garantizarle que se concentra al máximo en el guión que está escribiendo, en su interpretación, en los recursos que utiliza y en descubrir otros posibles. Para pasar de la zona y estado de dudas y preguntas iniciales a la zona y estado de soluciones y acciones eficaces finales. ​ Por eso, que yo me pierda, supuestamente, el 65 % de su comunicación y el cliente mi 65 % no es importante ni crucial. La verdadera comunicación relevante es del cliente con el propio cliente. Y esa comunicación siempre es elevadísima. Esa reunión que vas a tener contigo mismo/a y que tiene un espectador de excepción que ni escribe ni actúa, sólo interrumpe respetuosamente, a veces, para que el único actor, director y guionista (el cliente) se plantee ciertas cosas de su guión, actuación y dirección (si lo cree oportuno). Y, hoy, 27 de abril del 2017 puedo decir, y digo, que estoy cerca de terminar este recorrido mío comunicando que en 2018 (si me atrevo…), y si no, en 2019, sólo ofreceré y realizaré procesos de Coaching por teléfono. Ni cara a cara ni tampoco por videoconferencia. ¿Única opción desde Enero 2018? Porque, cierto, sin haber hecho un estudio científico exhaustivo, puedo decir, y digo, que el Coaching mediante sesiones telefónicas es igual, o más, eficaz que en persona o por videoconferencia. Y que la clave y explicación de esto es que la clave no es la reunión entre cliente y Coach sino la reunión entre el cliente y él/ella mismo/a cliente. Aquí os dejo mi historia personal de aquello que empezó, medio traumatizándome, el 16 enero del 2013 y que culminará en enero del 2018 o 2019 cuando complete mi proceso completo. Tres apuntes finales. Que sean sesiones telefónicas facilita enormemente las posibilidades de horarios para ambas partes. En especial para personas con horarios complejos o viajes frecuentes. Es la opción más respetuosa con el medio ambiente, la conciliación de horarios y con los otros conductores atascados… Y, nuevamente sin estudios científicos, puedo decir y digo, que el nivel de concentración de ambas partes es mucho más elevado. Lo que redunda en productividad y eficacia del proceso. Como siempre, de todo corazón, Besos y Abrazos enormes para tod@s. ¡FELIZ DÍA! Alberto Conejos © SI QUIERES SABER MÁS DE MÍ Y DE MI PROFESIÓN TE INVITO A VISITAR MI WEB O MI PERFIL DE LINKEDIN. http://www.clavesparaganar.com En mi perfil de LinkedIn encontrarás opiniones de clientes míos. 650923803 [email protected]
0 notes
clavesparaganar · 8 years ago
Text
Y TÚ... ¿A QUÉ JUEGAS?
Madrid, 17 Marzo 2017    © ¡¡¡Hola a tod@s!!!
Vamos a rematar dentro de poco el primer trimestre del año. ¿Qué tal os va?
Espero que todas las áreas de vuestra vida estén llenas, o llenándose, de satisfacción, bienestar, tranquilidad, calma y de felicidad.
En este correo trato de algo que influye mucho en la consecución de lo anterior. Aquello a lo que jugamos internamente antes, durante y después de los sucesos y de nuestras actuaciones. El JUEGO INTERIOR que cada uno nos traemos con nosotros mismos en cada faceta y actividad que desarrollamos y en el conjunto de nuestra vida.
¿A qué me refiero con juego interior? Todos somos atletas de alto rendimiento. Sí, lo somos. Os declaro a todos atleta de alto rendimiento. Porque todos tenemos tenemos la empresa más importante de todas: nosotros mismos y nuestra vida.
Al igual que, por ejemplo, el impresionante Rafael Nadal, hemos aprendido mucho, entrenado mucho, nos hemos dotado con los mejores medios que hemos podido, nos hemos rodeado de las personas que hemos creído mejores,... Antes de aclarar porque menciono al Sr. Nadal voy a poner un ejemplo mucho más cercano a todos. Cada uno podéis pensar en vuestro propio ejemplo. Hablar y entender un idioma. Hay personas que saben y controlan mucho un idioma y... no se atreven a usarlo por lo que se cuentan personalmente. Hay personas que saben mucho menos y se atreven a usarlo muchísimo. ¿Cuál es la diferencia? Ese juego interior que a unos les limita (y les hace ejecutar mucho menos y peor de lo que saben) y a otros les potencia (y hasta les lleva más allá de sus posibilidades “reales”).
Cuando llega el momento de saltar a la cancha, o en nuestro caso de hacer lo que tengamos que hacer.... al igual que a Rafael Nadal durante un tiempo reciente… puede ser que lo que nos reste efectividad, rendimiento y satisfacción seamos nosotros mismos y nuestro juego interior.
¿Cómo es posible? Porque le fallaba lo que facilita la conexión entre lo que sabe y quiere hacer y lo que hacía finalmente. Puede fluir dicha conexión. O puede ser una batalla tortuosa que merma nuestras capacidades y rendimientos.
El ejemplo concreto de mi idolatrado Rafael Nadal. Este hombre tiene una carrera deportiva espectacular como todos sabéis. Con estas cifras objetivas y frías tras 15 años como profesional: Ha estado en 101 finales de torneos ATP. Ha ganado 69 de ellas. Es decir, un 68 % de las finales que ha disputado. Para lograr estos resultados en finales ha disputado en su carrera un total de 980 partidos profesionales. Ha ganado 806. Es decir ha ganado el 82 % de sus partidos. Es decir, en su carrera ha habido 806 veces donde ha tenido que conseguir rematar el trabajo de todo un partido y ganar el último punto, juego y set. Idéntico con sus 69 títulos ATP. Donde ha ganado 2 de cada tres finales gracias a ganar el último punto, juego y set para llevarse el partido. Pues este tío impresionante con estos datos estratosféricos hace poco declaró: "Sí, me cuesta cerrar los partidos. Ahora mismo no sé más".
Y yo, no conociendo en persona al Sr. Nadal me atrevo a decir esto. No es cuestión de que no sepa. Es cuestión del juego interior que ahora mismo juega, en este momento de su vida y carrera, cuando llega el momento de cerrar los partidos. Supo y sabe. Sólo que ahora cuando piensa en ese momento o cuando llega el momento, su juego interior es "me cuesta cerrar los partidos, no sé más".
De hecho, realmente, con sus cifras, el Sr. Nadal es un experto en cerrar partidos. Sabe mucho muchísimo más de cómo cerrar partidos ganando que de cómo no cerrar y perder. Sin embargo... su juego interior ahora mismo es el que declara él mismo.
Volvamos a un ejemplo mucho más cercano para muchos de todos nosotros. Hablar en público.
Yo puedo ir a dar una conferencia con este juego interior. "Siempre me pongo nervioso en las charlas y conferencias. Tartamudeo. Se me seca la boca y me trabo. Siento un nudo en el estómago. Veo en las caras de la gente que no les interesa ni les entretiene lo que cuento. Aún recuerdo aquella charla que di en la Universidad donde me temblaban las manos y tuve que beber varias veces agua para poder mal terminar mi exposición..."
O puedo llevar este otro juego interior. "Ya sé de mí que cuando empiezo una charla o conferencia me pasa que tengo la boca seca, un nudo en el estómago e incluso me cuesta vocalizar bien. También sé que en esos momentos si me fijo en la gente me parece que me lo están notando. Ahora ya sé, tras muchas charlas y conferencias, que eso me dura 2-3' nada más. Que si me centro en disfrutar en lo mucho que me gusta lo que estoy contando y en pasármelo bien esas sensaciones, de repente, "desaparecen". Y que me lo empiezo a pasar mejor aún. Para mí es clave haber preparado la charla para, en primer lugar disfrutarla yo, haciendo disfrutar a las personas que van. Así que como todo eso "horroroso" sólo me dura dos o tres minutos dejaré que suceda sin más. O, si quiero, para empezar, me meteré una pequeña juanola en la boca o beberé un poquito de agua justo antes de empezar y ya está... y a disfrutar..."
Como veis… Son juegos interiores muuuuuuy diferentes... Y el impacto es radicalmente diferente en cómo vivo la situación y en cómo la ejecuto.
Así que, nuestro juego interior se convierte en una batalla tortuosa cuando no encontramos la manera de conectar lo que sabemos hacer y la teoría que sabemos con la ejecución en sí. El juego interior en estos casos es la vorágine de pensamientos que cortocircuitan dicha conexión. Y… en esos casos… nos convertimos en nuestro peor enemigo.
Además, cuando dicha batalla empieza, surge un segundo "enemigo". El torrente de hormonas y reacciones secundarias por dicha ineficacia. Que, a su vez, nos debilitan y entorpecen un poquito más aún porque estamos muy atentos a percibirlas y exagerarlas. Entramos en una vorágine negativa que se retroalimenta a sí misma. Lo que sabemos hacer y sabemos que deberíamos hacer se convierte en algo complejo, áspero, tortuoso y difícil, cuando… pensándolo tranquila y serenamente, sabemos que sabemos hacerlo y que es, hasta “realmente fácil”.
En cambio, cuando encontramos y creamos los pensamientos adecuados que hacen fluida y sencilla la conexión entre nuestro saber y nuestro hacer todo se vuelve armonioso y fácil. Suscribiendo la frase anterior de "mi peor enemigo soy yo mismo"... también suscribo y postulo esta otra: "MI MEJOR ALIADO PUEDO SER YO MISMO".
Todos somos atletas de alto rendimiento puesto que sabemos hacer muchas cosas y sabemos hacerlas muy bien. Y todos sabemos muchas cosas que deberíamos hacer y cómo hacerlas. Y también, como los grandes profesionales deportivos, tenemos una capacidad casi infinita de aprendizaje y mejora. Es el juego interior el que marca que dicha conexión facilite y potencie todo eso o se convierta en algo tortuoso e infructuoso.
Aquí es donde el Coaching es tremendamente potente y hasta “mágico”… Consigue que encontremos ese puente que une el saber con el hacer. Lo facilita, lo hace fluido y hasta hace sencillo pasar del saber al hacer. Lo hace, además, haciendo florecer en cada uno los valores y los ideales que a cada uno le hacen sentirse más satisfecho y en armonía con uno mismo. Cada uno somos completamente diferentes y es una obra de pura artesanía hacer florecer y dar forma concreta y tangible a esos valores, pensamientos e ideales que nos permiten jugar nuestro juego interior con satisfacción, disfrute y bienestar. Cuando eso sucede el camino entre el saber y el hacer se nos hace hasta placentero y sencillo y todo nuestro potencial se manifiesta en el hacer. Es una maravilla ver cómo las personas pasan de ese “UFFFF, no sé más…” al “WOW, qué poderoso soy…”
Así, nos encontraremos disfrutando y paladeando nuestra cadena completa: “qué quiero + cómo sé hacerlo + valores e ideales íntimos y personales + hacerlo + disfrutarlo + resultados”.
Se puede conseguir y se puede hacer. ¿Te animas? ¿Quieres hacer fluir de manera armónica alguna habilidad? ¿Quieres empezar a hacer o mejorar algo de manera fluida y eficaz? Se puede.
Como siempre, de todo corazón, Besos y Abrazos enormes para tod@s. ¡FELIZ DÍA!
Alberto Conejos © SI QUIERES SABER MÁS DE MÍ Y DE MI PROFESIÓN TE INVITO A VISITAR MI WEB O MI PERFIL DE LINKEDIN: http://www.clavesparaganar.com En mi perfil de LinkedIn encontrarás opiniones de clientes míos.
0 notes
clavesparaganar · 9 years ago
Text
INTERRUMPE REUNIONES
Madrid, 27 Enero 2017    © ¡¡¡Hola a tod@s!!!
¿Qué tal os va tras este casi primer mes completo del 2017? Espero que estupendamente y que el resto se os presente especialmente bueno, tanto personal, sobre todo, como profesionalmente.
Para este primer correo del año 2017 voy a hablar de una posibilidad y responsabilidad que podemos deber ejercitar casi cualquiera: interrumpir y aplazar reuniones ya iniciadas.
No voy a hablar de las responsabilidades iniciales. Las de planificar, organizar y convocar dichas reuniones. Responsabilidades clave, muy importantes y necesarias. Sobre esas responsabilidades y los ingredientes que tiene que seguir el convocante y la convocatoria hay innumerables escritos, infografías,...
Voy a hablar de esa otra responsabilidad, para mí, casi aún mayor. Una gran desconocida. S habla muy poco de ella y se hace casi menos aún. INTERRUMPIR REUNIONES QUE HA YAN COMENZADO.
Nuevamente son mis propios clientes los sabios que me inspiran. Os pongo en situación. Durante un proceso de Coaching vamos creando entre el cliente y yo un documento en el que plasmamos y reflejamos el avance de los asuntos tratados. Para cada asunto reflejamos qué quiere conseguir el cliente. Cuál es su punto de partida. Qué habilidades y estrategias que va descubriendo y practicando le van facilitando conseguirlo. Qué aspectos se lo hacen difícil. Y también qué "deberes" (compromisos) se va poniendo para entrenar ese aspecto, así como aprender, descubrir y caminar hacia los resultados que persigue. También qué le aportará conseguirlo y cómo cambiará todo esto su vida de manera global.
De esta manera, cada sesión es una continuación de un proceso global de 9 sesiones. Así, cada sesión es una reunión en la que inicialmente se hace un seguimiento del proceso global y, posteriormente, se abordan las cuestiones específicas de dicha sesión.
Sucede, en algunas ocasiones, que el cliente, acude a dicha sesión sin haber revisado dicho documento acumulado de trabajo y al preguntarle "¿cuál es la evolución de los temas que estamos tratando?" la respuesta tipo, más o menos, es la siguiente (puede incluir una, varias o todas estas partes indicadas a continuación): - Una parte en la que responde vagamente sin ser explícito ni específico. - Otra donde realiza valoraciones cualitativas genéricas tirando de recuerdos inexactos. - También puede "confesar" que no ha leído el documento ni preparado la sesión. - Otra más donde quiere que yo entienda, comprenda y acepte qué le ha hecho difícil o imposible preparar la sesión (justificaciones y excusas varias). - Incluso una final más donde propone que tengamos la sesión aún no habiéndola preparado el actor principal, el dicho propio cliente, y que hablemos de algo que se nos ocurra en el momento o repasando el documento durante la propia sesión.
¿Qué, os suena...? ¿Os suena haberlo hecho directamente en primera persona...? ¿Os suena haberlo escuchado de otros...? Mi responsabilidad como Coach con mi cliente en estos casos es muy sencilla: - Cortar inmediatamente la reunión. - Indicar porqué se corta. - Indicar qué consecuencias negativas tendría continuarla. - Indicar qué consecuencias positivas se perderá si la seguimos. - Indicar qué pasará si esto se vuelve a repetir nuevamente. - Pactar nueva fecha y hora para tener de nuevo la misma sesión.
Ya sé que volver a agendar una reunión es un incordio, que puede molestar, cabrear, estresar,.... Que puede saturar aún más la agenda,...
Ahora bien, aceptar tener una reunión a la que los asistentes acuden sin haberla preparado es una manera óptima de perder el tiempo, de hablar sin ton ni son para llegar a ningún sitio o a sitios que no llevan a ninguna parte. Aceptar tener una reunión no preparada es la manera impecable de comunicar y enseñar a los asistentes que se puede ir a las reuniones sin prepararlas y, sobre todo, que las reuniones son, efectivamente, innecesarias y un incordio.
Por lo tanto, si detectas que la reunión no ha sido preparada te propongo esto: - Parar la reunión. - Explicar porqué y para qué se para. - Agendar nueva fecha y hora para tener la reunión prevista. - Recordar y explicar la agenda y porqué y para qué hay que llevarla preparada. - Explicitar claramente qué pasará si, de nuevo, se acude a la reunión sin prepararla. Tanto individual como grupalmente, si procede. - Desear buen día y cortar cuanto antes.
¿Te da vergüenza hacerlo?  ¿Te parece drástico? ¿Crees que es exagerado?  ¿Te da apuro pensar qué pensarán de ti? ¿Etc...?
Puedes responder estas dos preguntas complementarias: - ¿Qué conseguiremos y aprenderemos si tenemos esta reunión no preparada? - ¿Qué conseguiremos y aprenderemos si la paramos, aplazamos y tenemos cuando la tengamos preparada todos como toca?
Tu tiempo, y el tiempo de todos, es muy valioso. Es mejor cortar rápido una reunión muy previsiblemente ineficaz que tenerla para, supuestamente, quitártela de en medio. Si la tienes, es muy posible que tengas que volver a tener la misma reunión o volver a hablar de los temas de dicha reunión no preparada. E incluso, muchas veces, la reunión no cortada lo único que hace es embrollar, enturbiar y entorpecer los asuntos y objetivos a tratar.
Como siempre, de todo corazón, Besos y Abrazos enormes para tod@s. ¡FELIZ  2017!
Alberto Conejos ©
SI QUIERES SABER MÁS DE MÍ Y DE MI PROFESIÓN TE INVITO A VISITAR MI WEB O MI PERFIL DE LINKEDIN: http://www.clavesparaganar.com Https://www.linkedin.com/profile/view?id=101876802
0 notes
clavesparaganar · 9 years ago
Text
No haga así
Madrid, 14 Diciembre 2016    ©
¡¡¡Hola a tod@s!!!
Lo primero,  ¡Felices Fiestas!  Que paséis una estupenda Navidad llena de alegría y tranquilidad y que empecéis el año 2017 con mucha felicidad.    
Para rematar este año os voy a trasladar algo muy sencillo y extremadamente útil. Que busquéis y elijáis algo a  “dejar de hacer”  y algo a  “empezar a hacer”.
Los que ya tenéis una cierta edad, 45 en mi caso, seguramente recordéis este vídeo de Emilio Aragón en su programa “Ni en vivo ni en directo” de los años 80.
https://www.youtube.com/watch?v=vJL2N0D4-p0
Ya está, así de sencillo, útil y poderoso. Deja de “hacer así”. Deja de “hacer eso”.     "No hagas así". Las aplicaciones son múltiples. Busca y elije algo muy sencillo y fácil de conseguir. Lo bueno de esta pequeña acción es que el efecto será exponencial. Ya verás.
Como de costumbre, este correo me surgió durante una sesión con un cliente que, de repente, llegó a la conclusión de que repetía con insistencia una acción que no sólo no le daba buenos resultados sino, muy al contrario, le generaba problemas, consecuencias negativas y trastornos varios. Decidió, sencilla y llanamente, dejar de hacerla y descubrir qué pasaba.
¿Qué pasó? Lo primero y más importante: nada. Nada malo, ni negativo, ni catastrófico. Lo segundo: dejó de tener esos efectos negativos asociados. Y tercero, y más importante aún: empezaron a pasar cosas positivas.
Así que… “No hagas así”. Seguro que ya te habrán venido a la cabeza una o dos cosas, acciones, hábitos,… que son dignas candidatas al “no haga así”.
En el otro lado de la moneda estará el “sí haga así”. ¿Hay algo que cuando lo haces te provoca efectos positivos, genera beneficios,…? Pues… Corcho… Hazlo. Hazlo más. Hazlo mejor. Ya está.
Insisto. Póntelo fácil. Busca algo muy sencillo para dejar de hacer y algo muy sencillo para empezar a hacer (o volver a hacer). Y… me cuentas. ¿Suena fácil, verdad?
Entonces, ¿por qué diantres nos “complicamos tanto”? Pues… porque no somos ni perros ni niños, somos adultos responsables y serios…
Y eso está bien, lo de ser adultos responsables y serios, claro. Es oportuno y adecuado ser adulto, ser serio y ser responsable, claro que sí.
Lo que pasa es que igual que nos hemos ido llenando de conocimientos, habilidades, destrezas, soluciones, cualidades, valores,… también, ¡ay!, para ciertas cosas y temas, nos hemos ido llenando de lo que unos llaman creencias, otros ideas preconcebidas, otros suposiciones, otros creencias irracionales, otros creencias limitantes,… Y ahí, el adulto que somos, tan listo y tan capaz, en realidad nos convierte en “tontos” y “limitados”.
Un perro y un niño no tienen todo ese bagaje impresionante de un adulto. A cambio, tienen esa frescura y sencillez. Prácticamente operan como un sistema binario. Sí, no. Me gusta, no me gusta. Lo quiero, no lo quiero. Me agrada, no me agrada. Ellos son simples, maravillosos y grandiosos. ¿Algo les gusta? Lo repiten. Hasta el infinito. ¿Sabéis de qué hablo, verdad…? ¿Algo no les gusta? Ni una vez más. Y si el adulto quiere que lo haga, será laborioso y digno de titanes lograr que lo hagan. ¿A que os suena también, eh?
En cambio los adultos, con todo ese repertorio de “y si lo hago y pasa esto o aquello...”, “qué pensaran de mí si lo hago o no lo hago…”, “hacer eso es inapropiado...”, “hacer eso es ser serio y responsable…”, “no hacer eso es de vagos o maleantes…”, “tengo que hacer esto para ser un adulto serio y responsable”,… Muchas veces nos complicamos la vida demasiado, la verdad.
Este otro vídeo plasma magistralmente esto que os cuento de las “limitaciones” adultas y de la sencillez, frescura y grandiosidad de los niños...   https://youtu.be/Id3asy4I9sI
En un proceso de Coaching cada cliente tiene un objetivo y una misión que quiere lograr. En su camino se va encontrando con una multitud de cosas a hacer y otras tantas a dejar de hacer. El quid de la cuestión, muchas veces, está en qué le impide hacer lo que dice que tiene que hacer y dejar de hacer lo que dice que debe dejar de hacer. La gran noticia es que se pueden cambiar esas creencias y sustituirlas por otras, también absolutamente propias y con las que estemos completamente de acuerdo, para conseguir hacer, o no hacer,... lo que toque.
De veras, con dos cosas muy sencillas, una a empezar a hacer y otra a dejar de hacer, ¿te animas a jugar a probar a hacerlo, sin darle más vueltas, para descubrir con curiosidad y asombro qué es lo que pasa? En modo perro o niño, como prefieras. Desde aquí, te animo a ello. Y me cuentas…
Como siempre, de todo corazón, Besos y Abrazos enormes para tod@s. ¡FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO 2017!
Alberto Conejos © Si quieres saber más de mí y de mi profesión, te invito a visitar mi web o mi perfil de Linkedin: http://www.clavesparaganar.com Https://www.linkedin.com/profile/view?id=101876802
0 notes
clavesparaganar · 9 years ago
Text
¡ A DISCUTIR !
Madrid, 2 Noviembre 2016    © ¡¡¡Hola a tod@s!!! Estamos ya en los dos últimos meses de este 2016. Espero que este año esté siendo provechoso, bonito y lleno de bienestar y felicidad para cada un@ de vosotr@s. Y como quedan justo esos dos meses de este año es un momento excelente para la recomendación que os voy a hacer en este correo. Que os dediquéis a discutir. ¡Toma ya! Ahí es nada. Supongo que muchos estáis ahora mismo pensando que me he vuelto algo loco. Quizás sí. Quizás no. Os voy a contar porqué os recomiendo esto y para qué os será útil. Lo primero que voy a hacer es poner la definición que da la el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española de la palabras discutir y discusión. Discutir: Dicho de dos o más personas: Examinar atenta y particularmente una materia. Contender y alegar razones contra el parecer de alguien. Interesante deciros que discutir viene del latín "discutere" y que su significado originalmente en esa lengua es: disipar, resolver. Discusión: Análisis o comparación de los resultados de una investigación, a la luz de otros existentes o posibles. También interesante que en el propio diccionario ponen: "Sin discusión": Sin duda, con toda seguridad. Bueno. Visto así, igual no me he vuelto tan loco, ¿no? Parece que la acción de discutir es hasta estupenda, sana y productiva entendida y practicada así. Otra cosa suele ser la interpretación interna que solemos hacer de dicha acción. Frases habituales son: "no quiero discutir contigo", "no quiero discutir con nadie", "tuve una discusión muy violenta con esa persona", "¿para qué discutir?",... Podemos acudir al diccionario a un "primo hermano" de discutir: Reñir. Reñir: Reprender o corregir a alguien con algún rigor o amenaza. Ejecutar, llevar a efecto un desafío, una batalla, etc. Contender o disputar altercando de obra o de palabra. Contender con armas. Desavenirse, enemistarse. Dice el diccionario que reñir viene del latín "ringi" y que su significado original es: gruñir, rabiar, enojarse. También muy buena un expresión que aclaran: "reñir de bueno a bueno dos personas". Esto sería "pelear honradamente, sin ardides o tretas reprobables". Por lo tanto, sí, os recomiendo encarecidamente que os dediquéis a tener todas las discusiones pendientes y que, de esta manera, entréis limpios y radiantes en el 2017. ¿Qué os parece como propósito para finalizar el año? ¿Por qué me ha dado por tratar este tema en este correo? En una sesión un cliente me dijo lo siguiente: "...da gusto discutir contigo. Con mi socio no puedo discutir. O bien se convierte en un diálogo lleno de reproches y ataques. O bien me dice que sí, que sí, que sí,... a todo, para que le deje en paz. Y luego es que no, que no, que no,... todo, todo, todo. Prefiero la conversación contigo. Es incómoda, a veces me violenta, me molestan ciertas cosas que me dices. Pero todo se pone encima de la mesa y están todas las cartas boca arriba. El juego es 100 % en abierto y ambos sabemos lo que hay... y lo que no". Esto que dijo tuvo dos efectos. Por un lado, para el cliente. Trabajamos cómo conseguir tener conversaciones llenas de discusiones (según el diccionario...) con su socio. Tuvimos que discutir cómo él mismo afrontaba y actuaba en esas discusiones. Y también discutimos cómo podría facilitar que su socio tuviera estupendas discusiones con él. Vaya, que "les encantara" a ambos discutir con el otro... Para mí, porque me puse a pensar en cómo compartir esto con tod@s vosotr@s. Al menos, para mí, tan terrible es dedicarse a reñir en lugar de discutir (según el diccionario...) como dedicarse a no discutir para evitar riñas... Hasta creo que es mucho peor la segunda opción. Puesto que eso instala un implacable veneno silencioso e invisible en la relación entre dos personas. Así que, venga, ¡a discutir! Es decir, a " Examinar atenta y particularmente una materia. Contender y alegar razones contra el parecer de alguien." Y si es necesario, también a: "reñir de bueno a bueno dos personas: pelear honradamente, sin ardides o tretas reprobables". Ya sabéis discutiendo mucho entraréis en 2017 habiendo disipado y resuelto muchos asuntos (acordaros... del latín "discutere..."). El premio, como decía el cliente, será tener todas las cartas boca arriba encima de la mesa y que ambas partes tengan claro lo que hay y lo que no hay. Incluso si la conclusión es que no hay acuerdo, será bueno para ambas partes. A corto plazo quizás no lo parezca. A medio y largo plazo será lo mejor de lo mejor. No discutir sólo tiene algún beneficio a corto plazo por aquello de, supuestamente, "cuidar" y mantener la relación. A medio y largo plazo es una de las mejores maneras de dinamitar y envenenar dicha relación. Como siempre, de todo corazón, Besos y Abrazos enormes para tod@s y... que disfrutéis muchísimo de vuestras apasionantes discusiones hasta final de año. Alberto Conejos © SI QUIERES SABER MÁS DE MÍ Y DE MI PROFESIÓN TE INVITO A VISITAR MI WEB O MI PERFIL DE LINKEDIN: http://www.clavesparaganar.com Https://www.linkedin.com/profile/view?id=101876802
0 notes
clavesparaganar · 9 years ago
Text
¿Eres Feliz?
Tumblr media
Madrid,14  Septiembre 2016    © ¡¡¡Hola a tod@s!!! Y ayer… casi empezó el otoño… Bajaron las temperaturas y el cielo se cubrió de nubes… Hasta llovió. Se adelantó el tiempo atmosférico unos 10 días a la entrada oficial del otoño, aunque nos quedarán días de temperaturas elevadas las dos próximas semanas. Cada estación tiene su encanto, así que a disfrutarlas. Septiembre es tradicionalmente un mes de arranque para muchas actividades, planes y cambios. Tras conseguir sacudirnos la deliciosa pereza arrastrada tras las maravillosas vacaciones estivales parece que nos inyectamos energía extra para acometer ciertas empresas que habíamos dejado pendientes allá por julio o junio, incluso mayo… Y por ahí va a ir mi correo de este mes. Aprovechando una foto muy célebre. De estas que recorren internet y los foros una y otra vez. Para mí es un encadenamiento de preguntas y respuestas muy sencilla, potente y reveladora. La que encabeza el artículo.
Recuerdo muy bien la primera vez que la vi puesto que me impactó mucho. Consiste en una sencilla secuencia de toma de decisiones para orientarse a la acción. Si realmente la respondes tranquila y seriamente puede llevarte a conclusiones muy reveladoras. Cierto es que si la respuesta es “No” puede ser que inicialmente te revuelva las tripas y el ánimo. Ahora bien, pasados esos incómodos momentos “es tan sencillo” como poner el foco en ese “cambia algo”. Ahí puede suceder que al “cambia algo” la respuesta natural sea: “¡y yo qué sé, si lo supiera ya lo habría hecho!”.
Antes de seguir por esta vertiente... Ojo con los que habéis respondido que Sí sois felices. ¡Cuidado! Es muy serio lo que os dice esta toma de decisiones: “Sigue haciendo lo mismo”. Por favor, por favor, por favor,… Os lo suplico, ¡no os despistéis! Si has respondido que sí eres Feliz eso es maravilloso, estupendo y genial. Sí tenéis unos deberes. Muy importantes. Seguir y seguir y seguir ¡haciendo lo mismo! No es casual que seáis felices. Ni es por suerte. Ni son las circunstancias. Ni los hados. Sois vosotros mismos los que conseguís día a día esa sensación de felicidad. Así que, tenéis un plan sencillo de ejecutar: seguir haciendo lo mismo. No cambiéis nada. Como mucho, hacerlo más y mejor. O más fácil aún. O más divertido. O más entretenido… Manteniendo los ingredientes que ya utilizáis…
Volvamos a los que os haya salido que “No” y que “cambies algo”. Lógico y habitual que inicialmente la respuesta sea “No lo sé, no sé qué cambiar o cómo cambiarlo”. Ahí empezaría una segunda secuencia de preguntas. Un segundo proceso que ya no viene implícito en esta foto inicial.
Consistirá primero en una indagación para saber exactamente cuál es tu situación actual. Los ingredientes que la definen. También tendrás que indagar y recordar qué cosas ya has hecho y puesto en marcha para conseguir ese “cambiar algo”. Que seguro que lo has hecho, sólo que no te ha llevado al resultado perseguido. Posteriormente empezarías con la fase de generación de nuevas alternativas. Que pueden ser versiones retocadas de algunas anteriores. O nuevas completamente. Usando recursos y habilidades que ya tienes. O bien teniendo que hacer un pequeño trabajo previo para conseguirlos o generarlas. El siguiente paso… Poner en marcha esas nuevas alternativas y empezar a recabar datos… De pequeños éxitos y fracasos. Lo que parece que funciona reforzarlo y retocarlo para que funcione más y mejor. Lo que parece que no funciona contrastar si se puede cambiar hacia la eficacia y si no… descartarlo, cuanto antes. Finalmente, estarás en una nueva situación. Que se acercará mucho a la situación deseada inicialmente. Generalmente no será idéntica a la que imaginaste. Será una versión. Puede ser mejor incluso. O sencillamente una variedad. Algo muy interesante es que durante este proceso no sólo conseguirás lo que querías sino que, además, descubrirás otras muchas cosas que te serán útiles para otros temas y áreas de tu vida.
Es un proceso apasionante que es más potente y eficaz si se usa una especie de método científico. Es necesario hacer un seguimiento de la eficacia, o no, de tus alternativas puestas en marcha. También, como te decía, es apasionante porque seguramente descubrirás fortalezas, destrezas y posibilidades que no pensabas que tuvieras. ¡Ánimo! Es medianamente laborioso y, sí, te supondrá cierto esfuerzo. La recompensa ya sabes cuál es… ¡Cambiar tu vida! Nuevamente, ¡tú eliges! Si quieres meterte en ese “cambiar algo” pasa por eso para tener ciertas garantías… Si sólo cambias una cosa, la pones en marcha, no funciona y lo dejas… con cariño y con firmeza te diré que estás en la parte de la foto de “No quiero ser feliz…”.
Lo mejor es que esta secuencia de preguntas y respuestas de la foto se puede aplicar prácticamente a todas las áreas de nuestra vida y con las misma secuencia (tanto la inicial de la foto como la segunda parte que te he contado aquí). Algunos ejemplos:
¿Te gusta tu relación con tu jefe? ¿Te gusta la vida que tienes? ¿Estás a gusto con tu estilo de liderazgo? ¿Tienes buena relación con tus compañeros? ¿Estás llevando a cabo tus planes? ¿Te entiendes con tus socios? ¿Estás consiguiendo superar un duro contratiempo? ¿Estás haciendo lo que te haría más feliz? ¿Estás “desencantad@” contigo o con el mundo? ¿Sabes afrontar la tensión, la ira, los conflictos, los problemas,…? ¿Estás resolviendo a tu favor ese gran problema que tienes? ¿“Brillas” lo que quisieras? ¿Tienes organizada tu vida como quieres? ¿Llevas a la práctica las decisiones que tomas? ¿Superas tus miedos y bloqueos? ¿Superas tus limitaciones y debilidades? ¿Dejas atrás las penas y los sinsabores? ¿Sabes cómo quieres que sea tu vida? ¿Te ilusionas y disfrutas con tus proyectos personales y profesionales? ¿Consigues hacer ver y valer tus ideas, propuestas, iniciativas,…? ¿Te organizas y planificas eficazmente? ¿Tu empresa va como tú quieres? ¿Tu departamento va como tú quieres? ¿Tus proyectos van como tú quieres? ¿Llevas a la práctica tus planes y proyectos? ¿Dices no cuando quieres decir no…? ¿Te comunicas cómo quisieras? Etc.….
Finalmente, lo último, recordarte que yo me dedico, como Coach, justo a esa segunda parte del proceso. A eso de “cambia algo”. Acompaño a las personas en ese laborioso proceso de cambiar ayudándoles a que les sea más ágil, fácil y eficaz. El premio que se obtiene: cambiar vidas… sus vidas… tu vida.
Las preguntas que he puesto son algunos ejemplos de los temas y áreas habituales que me demandan. Cuando quieras, encantado de acompañarte y ayudarte en ese proceso de “Cambiar algo…”. A ti o a gente de tu empresa o entorno. Un placer.
  Como siempre, de todo corazón, Besos y Abrazos enormes para tod@s y que disfrutéis muchísimo del Otoño inminente.
Alberto Conejos © SI QUIERES SABER MÁS DE MÍ Y DE MI PROFESIÓN TE INVITO A VISITAR MI WEB O MI PERFIL DE LINKEDIN: http://www.clavesparaganar.com Https://www.linkedin.com/profile/view?id=101876802
0 notes
clavesparaganar · 9 years ago
Text
TIEMPO PARA TI
Denia, 28 Julio 2016    ©
¡¡¡Hola a tod@s!!!
Os deseo un feliz y maravilloso verano. Que disfrutéis muchísimo de estos días tan largos, plenos de luz y de vida.
Por mi parte, ya totalmente tostado por el sol y recibiendo cada día mi dosis de luz y aire del mar, os escribo las últimas líneas de este correo viendo apagarse el sol y dibujando su diario espectáculo color naranja y rojo en el horizonte.
La verdad es que desde el último correo que os mandé a mediados de junio tengo la sensación de que ha pasado una eternidad. No es casual. Yo tengo la sensación general de que la vida es extremadamente larga. Cuando pienso en hace un mes y medio incluso creo que puede ser de otro año. Si pienso en otro año me puede llegar a parecer de hace cinco años. Y si pienso en hace cinco años incluso a veces me parece una película que vi sobre una persona de lo lejano que lo veo.
Esta sensación siempre la tuve. No le daba más vueltas. Me sucedía y punto. Desde hace unos años se me acrecentó la sensación. Mucho.
Cuando oigo que la vida es corta lo respeto porque es una cuestión de sensaciones y percepciones. Sin embargo, me sorprende. Yo tengo ahora 45 años y mi padre tiene 86. Con mi sensación de que la vida es bestialmente larga imagino otros 41 años y alucino.
Hace unos meses tuve una especie de descubrimiento. Gracias a una profesional espectacular. Una psicóloga clínica. Amiga y en su momento mentora, hace ya 20 años. Para mí, en otra vida, literalmente. Elena Domínguez Jorge. ¡Os la recomiendo!
Ella ama y adora su profesión y a sus pacientes. Me invitó a asistir a un curso que impartía ella sobre Plenitud y Felicidad. Muy interesante. Muy instructivo. Muy revelador.
Hubo una parte que me impactó especialmente. Cuando habló del impacto que tiene en nuestra Felicidad y Bienestar la Meditación y la Atención Plena. Una frase especialmente... Bastantes estudios demuestran que realizar las tareas con atención plena en dichas tareas hace que las disfrutemos mucho más y que nuestros diferentes niveles de bienestar, tanto emocionales como psicofisiológicos aumenten y se fortalezcan. Y llegó la frase... "Incluso cuando realizamos las tareas que nos desagradan". ¡Toma ya! Concentrarse y realizar esas tareas con atención plena tiene dos efectos a cual más espectaculares. Uno, quitármela de en medio. Dos, contribuir a mi Felicidad.
Sobre la Meditación contó también muchas cosas sobre cómo influye en nuestro nivel de Felicidad y Bienestar. Nuevamente tanto emocional como físicamente.
Explicó orientativamente cómo hacerlo y en qué consistía Meditar. Explicó (o este es mi resumen y recuerdo, mejor dicho) que es ese espacio y tiempo donde nos dedicamos a estar plenamente con nosotros mismos. A, sencillamente, estar y conectarnos con nosotros, nuestras emociones, nuestros pensamientos, nuestro cuerpo, también con lo que nos rodea. Estar y conectarnos. Sin más. Escucharnos, oírnos y sentirnos. Ya está. Escuchar, oír y sentir lo que nos rodea. Ya está. Nada de darle vueltas, analizar, cuestionar, negar, criticar(nos),... Conectarnos y punto.
Descubrí que siempre he sido un artista (intuitivo) en esto de la Meditación y la atención plena. Y mucho más aún en los últimos años en los que en mi agenda hay mucho más tiempo para estas "tareas". Y ahora, gracias a esta pedazo de profesional, de manera consciente e intencionado. No lo hago más, es que ahora "sé" algo que antes "intuía". Y concluí que ese es el secreto sobre esa sensación mía de que la vida es bestialmente larga y alucinante. ¿Acertado? ¿Equivocado? No lo sé.
Con todo esto, sencillamente quiero llegar a proponeros que os dediquéis tiempo y espacio en absoluta exclusividad para vosotr@s mismos. A conectaros con vosotros. A escucharos y sentiros. Con total atención. Creo que os sorprenderá lo que descubráis.
Muchos de mis clientes me dicen que las sesiones de Coaching son tiempo en los que su mundo se para y se dedican 100 % a ellos mismos. A escucharse, oírse y sentirse. Que mientras lo están haciendo se hacen conscientes de la falta que les hacía. De lo mucho que tenían por ahí esperándoles para ser aclarado, resuelto, puesto en marcha,...
En el fondo, mientras yo oía a Elena en su extraordinario curso, pensaba en mis clientes y me hacía consciente de que, en cierto modo, hacen sesiones de Atención Plena y de alguna manera, Meditación, con ellos mismos. Y yo, sencillamente, soy un invitado de lujo que asiste a cómo se oyen, sienten, escuchan y se conectan consigo mismos.
Meditación y Atención Plena... Fácil y con efectos espectaculares tanto en tu Salud, como en tu Bienestar y tu Felicidad.
¿De veras quieres contarte y pretender que yo me crea que no tienes tiempo, espacio y pausa para parar en tu día a día y escucharte, oírte y sentirte? ¿Ni cinco minutos diarios? No te creo, a mí ni me lo cuentes. Sobre todo porque lo que me estás diciendo es que no te quieres incluir a ti como la estrella principal durante 5 minutos al día en tu agenda.
¿Tampoco tienes tiempo para dedicarte cada quince días dos horas en exclusiva para ti en una sesión de Coaching que cambiará tu vida? Tampoco te creo.
Además... Lo que me estarías diciendo es que no quieres invertir tiempo en ti para mejorar y/o aumentar tu Bienestar, Felicidad y Salud. Por cierto, dedicarte tiempo absolutamente en exclusiva es una regalo generoso para los que te rodean. Lo más lejano de ser egoísta. ¿Por qué lo digo? Relee estas líneas...
Por supuesto, si ya eres Feliz, tienes un enorme Bienestar y tu Salud es estupenda, este correo no es para ti y lo que tienes que hacer, sencillamente, es seguir haciendo lo que vienes haciendo o, como mucho, hacerlo más y mejor.
Que tengáis un maravilloso verano. Espero que este correo os sirva para indagar en estas dos posibilidades y practicarlas durante vuestras vacaciones un poquito a modo de curiosidad. Estoy seguro que puede llegar a sorprenderos.
Como siempre, de todo corazón, Besos y Abrazos enormes para tod@s. ¡¡Precioso y Feliz verano!!
Alberto Conejos ©
SI QUIERES SABER MÁS DE MÍ Y DE MI PROFESIÓN TE INVITO A VISITAR MI WEB O MI PERFIL DE LINKEDIN: http://www.clavesparaganar.com Https://www.linkedin.com/profile/view?id=101876802
0 notes
clavesparaganar · 9 years ago
Text
OIR PLENAMENTE
Tumblr media
Madrid, 15 Junio 2016    ©
¡¡¡Hola a tod@s!!!
Os deseo un verano muy feliz, repleto de alegría y de mucha tranquilidad.
Yo, que disfruto del calor y me encanta ir en sandalias y andar descalzo, la pasada semana fue la primera del año que salí a la calle ¡sin gorro! Estos días de más de 12 horas de luz y ya por encima de 30º muchos días me hacen disfrutar aún más de cada día. Espero que sea así para todos, incluso para los que el calor os derrite...
Como os decía en el anterior correo en este hablaré de los efectos espectaculares para ti mismo y para la otra persona de escuchar con absoluta y plena atención.
Cuando escuchamos a la otra persona así lo que ocurre es que vemos el mundo como lo ve el otro. Es más, literalmente, lo vemos, lo olemos, lo sentimos, lo vivimos,... como si fuéramos esa otra persona.
Lo que sucede es que "pasamos a ser" la otra persona.
El símil que a mi suele salir es el del cine o el teatro. Yo puedo la película desde mi asiento y sentir lo que el protagonista siente, cierto. La plena y absoluta atención hace que yo “me convierta” en el otro y me traslade a la pantalla o al escenario, junto a esa persona. En ese momento, además de sentir lo que siente, veo lo que ve desde su posición.
En ese momento entiendo, mucho más y mucho mejor, lo que me está contando.
Ojo, entender no es comprar y aceptar por buena la historia del otro. Entender es eso tan usado y hasta manoseado denominado empatizar. Una vez que empatizo, desde ese entender al otro, yo estaré, o no, de acuerdo, con sus posturas y sus sentimientos. Compartiré, o no, sus puntos de vista. Ahora bien, como "seré y sentiré" como la otra persona, podré hablar/le con total legitimidad. Cuando "me convierto" en la otra persona y estoy con ella mirando, viviendo y sintiendo el mundo como lo ve, siente y vive la otra persona pasan cosas espectaculares.
Muchas veces en las sesiones de Coaching me sorprendo de una sorpresa que me trasladan muchos clientes. Y también me sorprende algo que no suelen percibir en bastantes ocasiones.
Su sorpresa que me sorprende una y otra vez es que yo, nada más y ¡nada menos!, les repito cosas que han dicho ellos casi literalmente y les alucina, literalmente, que sea capaz de hacer eso. Me lo dicen muchas veces. Como si fuera una experiencia extraordinaria en su vida asistir al suceso de sentirse oídos completamente.
Lo mejor es que cuando hago esto, lo que sucede es que ellos se oyen y sienten a sí mismos. En ese momento pasan de ser actores a espectadores y tienen el privilegio de verse a sí mismos. Lo que les dota del privilegio de poder hacer ese ejercicio de empatizar ¡consigo mismos! y decidir, después, si están, o no, de acuerdo consigo mismos.
Lo otro que me sorprende es que muchas veces no perciben que en su propio discurso hay tres partes. La que cuenta qué o cómo están ahora y cómo les afecta e influye eso. La que cuenta qué y cómo estarán en el futuro cambiando eso y cómo cambiará su vida, sus logros, su bienestar y su satisfacción. Y otra parte, la más alucinante. En ella cuentan las soluciones, habilidades, estrategias, competencias,... (lo que yo llamo "Claves para Ganar") que usándolas y poniéndolas en marcha les permitirán pasar de la situación actual a la futura.
Cuando se lo hago notar es como si despertaran de un sueño y se dieran cuenta de que es así. O como si, nuevamente, pasaran a ser espectadores de sí mismos y sólo en ese momento, al escucharse a sí mismos, se levantaran de su asiento y le gritaran al protagonista (se gritaran): "¡justo, eso que acabas de decir es la solución, ponte a ello, venga!, ¿a qué estás esperando?".
La verdad, cada vez que pasa me sigo maravillando de que pase. Creo que, basado en mi experiencia, cuando hablamos somos muy conscientes de nuestro presente que queremos cambiar y de nuestro futuro deseado. Tenemos el foco puesto tan intensamente en lo qué/cómo no queremos estar en el presente y en lo qué/cómo sí queremos estar en el futuro que nos despistamos sin dar el valor, tremendo, a las vías que ya sabemos que conectan y construyen el camino entre ambos momentos/situaciones.
¿Qué le pasa a la otra persona cuando se siente oído, entendido y comprendido completamente? Que se maravilla y sorprende descubriendo riquísimos matices de sí mismo. Otras muchas veces alucina escuchando/se ciertas cosas. Si las oyera de otra persona en absoluto estaría de acuerdo... Sólo que las ha dicho él mismo... Y también se maravilla con los recursos y posibilidades que tiene que no estaba dando valor, no estaba dándose cuenta, no estaba teniendo en cuenta,... De hecho, es lo que le diría a otra persona con una situación similar, sólo que “no se escucha” a sí mismo mientras habla sobre su caso/situación. Se divierten y se maravillan... De sí mismos. Se asombran de/con ellos mismos. Con un toque de ternura siempre... Porque, en ocasiones, escuchándose, o lo hacen desde la ternura o se pegarían dos tremendos capones a ellos mismos...
¿Qué le pasa al que escucha así? Que vives muchas otras vidas. Que aprendes mucho de los otros. Es curioso que haya películas, obras o series que nos enganchen y estemos deseando que llegue el próximo capítulo, sintamos y vivamos lo que sienten los personajes... cuando cada persona que nos rodea es una serie única, irrepetible, llena de matices y tramas fantásticas que se entrelazan en un sin fin de planteamientos, nudos y desenlaces...
¿Qué le pasa a nuestra relación? Cambia. Nos convertimos en íntimos. Al sentirnos entendidos (recuerdo que entendido es una cosa y estar de acuerdo es otra) tenemos una unión verdadera con la otra persona. Y.... Lo más bonito y espectacular de todo... Creamos un espacio donde podemos mostrar todo lo, supuestamente, feo, tonto, absurdo, malo,... de nosotros mismos. Y.... También, todo lo bonito, bueno, espectacular y brillante. Sencillamente, nos mostramos completa y totalmente y... Pasamos a ser espectadores de nosotros, que, para mí, es "El mayor espectáculo del mundo".
Esto de "convertirte" en el otro a través de la escucha plena y absoluta… es muy difícil. Requiere mucha práctica. Requiere querer hacerlo. Hacerlo muchas veces mal para empezar a hacerlo regular y después medio bien…
Puedes empezar con algo muy sencillo y básico. Parafrasear. Única y exclusivamente. Tal cual loro de repetición. Cuando el otro hable tú te decidas sólo a repetirlo resumido con tus propias palabras. ¡Atención! Repítelo. Resumido. Con tus propias palabras. ¡Ya está! Repite conmigo: “voy a repetir resumido con mis propias palabras lo que me diga”.
Todo esto será “pecado mortal”: Responder. Opinar. Añadir. Interpretar. Replicar. Contradecir. Repites y ya está. Nada de nada de nada de nada añadido harás.
Otra vez: “voy a repetir resumido con mis propias palabras lo que me diga”. Una vez más…: “voy a repetir resumido con mis propias palabras lo que me diga”.
La Clave es ponértelo como absoluta y única prioridad en una conversación. Repite una vez más: “Sólo haré eso y ese será mi único objetivo y foco”. A ver qué pasa...
Ah, como muchas cosas en la vida, actuar así por primera vez requiere de gran concentración y suele cansar, incluso agotar. Empieza haciéndolo pocas veces a la semana y poco tiempo. Si lo haces mucho o muchas veces para empezar puede ser que las "agujetas" que te produzca y los dolores en ciertas partes de tu cuerpo te "duelan" tanto que no le des valor a lo que estás empezando a conseguir y a los tesoros y maravillas que están ahí mismo, tanto para ti como para las otras personas.
Como siempre, de todo corazón, Besos y Abrazos enormes para tod@s. ¡¡Precioso y Feliz verano!!
Alberto Conejos © SI QUIERES SABER MÁS DE MÍ Y DE MI PROFESIÓN TE INVITO A VISITAR MI WEB O MI PERFIL DE LINKEDIN: http://www.clavesparaganar.com Https://www.linkedin.com/profile/view?id=101876802
0 notes
clavesparaganar · 9 years ago
Text
REGALAR TIEMPO
Tumblr media
Madrid, 27 Abril 2016    © ¡¡¡Hola a tod@s!!!
Espero que estéis estupendamente disfrutando de estos días ya tan largos llenos de luz y cada vez más sol y colores.
Como os anticipé en el correo pasado en este hablaré de los beneficios de regalar tiempo y tempo en las relaciones y en las conversaciones.
Hoy en día es frecuente oír que el día a día nos come, que nuestra cantidad de actividades, responsabilidades, tareas, obligaciones,... convierten cada día, cada semana y cada mes en un sprint constante con “la lengua fuera”. Mientras esprintamos… nos vamos relacionando con otras personas. Que suelen tener ese mismo trajín.
Parece como si en ocasiones ciertas conversaciones con ciertas personas nos estuvieran dificultando llegar a nuestra meta diaria de nuestro sprint diario. O nosotros a ellos. Cuando eso es así pasan dos cosas. Por un lado nos comportamos desde esa sensación. Comportarse es lo que decimos, cómo lo decimos, cómo miramos, qué caras ponemos, qué hacemos mientras,… Y por otro lado está el efecto que esto produce en nuestro interlocutor. Como seguro que todos os habéis sentido así en más de una ocasión, no lo detallo. Ah, eso que acabáis de pensar es justo lo que les pasa a los otros cuando se lo hacéis vosotros…
A este hecho hay que sumarle una variable más. Cada uno tenemos nuestro ritmo y tempo. En las conversaciones y en los asuntos. Unos somos más diesel, otros más gasolina. Unos vamos más al grano rápidamente, otros necesitamos contar la historia y antecedentes concretos. Unos somos más analíticos y otros más sintéticos. Con este panorama… Puffff… Uffff…
Para mí, la primera gran Clave para templar y suavizar esta situación está en saber dos cosas: “Para qué” y “Dónde y/o Qué”. Para la primera puedo responderme esta pregunta: ¿Para qué estamos aquí? La segunda pregunta es: ¿Dónde queremos/quiero llegar y/o Qué queremos/quiero?
Sabiendo eso podré enfocar la conversación de una manera más templada y suave. Para mí y para el otro. Si mi/nuestro objetivo es a corto, medio o largo plazo incidirá en el tiempo y tempo. Si lo que queremos es para mí, para el otro, para nosotros, para otros, también. Si la conversación es ociosa, de análisis, de solución, de síntesis,… también. Es decir, tener claro el para qué y el qué antes de una conversación y/o relación me facilitará templarme y templar mi sprint diario.
La segunda Gran Clave es Regalar tiempo. Así de sencillo. Así de poderoso. Regalarlo de veras.
Si al otro le transmito que me “está robando” mi tiempo en mi sprint diario, como decía antes, eso impregnará la conversación. Mi actitud, su actitud y nuestra actitud. Si al otro le transmito que ahora, en este momento, no hay nada absolutamente más importante en el mundo que estar/charlar con él, nuestras actitudes serán diferentes.
Regalar tiempo no es estar con alguien. Es estar de veras al 100 % con ese alguien. Y entender y respetar su ritmo y estilo.
En el ámbito laboral, en mi trabajo como Coach o en nuestras conversaciones personales, para mí es una de las responsabilidades y regalos más difíciles del mundo. Regalar mi tiempo, de veras, al otro y permitirle su propio ritmo para crear el espacio ideal donde aprenderá/remos, probará/remos, descubrirá/remos, disfrutará/remos,...
Regalar ese tiempo y tempo al otro puede parecer “perder” el tiempo o malgastarlo. Y a veces sucede, cierto. Sólo a veces. En un porcentaje muy alto de ocasiones, cuando yo regalo mi tiempo al otro y le permito que la conversación, relación, asunto,… vaya a su tempo, pasan cosas fantásticas que aceleran y facilitan la conversación, la relación, los asuntos, como no sería posible si le estuviera “metiendo prisa” al otro.
Cuando un responsable de una empresa regala tiempo a un colaborador para explicarse y explicar lo que suele hacer pasan cosas. Conocer más a su colaborador. Saber más de lo que hace su colaborador. Muchas veces darle opción a que él mismo encuentre la solución, marque los objetivos o tome decisiones. Cuando ese mismo responsable adapta su tempo personal a cada persona de su equipo suele suceder que obtiene el máximo rendimiento de cada persona. Y algo más importante, su adhesión al equipo y las tareas. Sí, ya sé… Muchas veces “no hay tiempo” para esto de adaptarse al tempo del otro y de regalar tiempo. Hay plazos y urgencias. ¿Sí? ¿Los hay? ¿Para todo? ¿Todos los días? ¿Con todo? Sólo te animo a que pruebes a hacerlo con algo concreto, con alguien en particular, para algo determinado,.. Que lo hagas 100% y que “arriesgues” a ganar los sorprendentes resultados que te esperan…
Por supuesto, sería fabuloso que el resto de personas hicieran esto conmigo, en lugar de plantearme hacerlo yo con ellos… Por lo que también puedes optar por esta excusa estupenda y rápida de deducir para no hacerlo y perderte lo que conseguirás haciéndolo. Por mi parte, sólo te planteo… ¿y si te estás perdiendo algo estupendo y asombroso? Adaptarse al tempo del otro y regalarle, de veras, mi tiempo es difícil… Extraordinariamente difícil… Los resultados son… también extraordinarios.
Como siempre, de todo corazón, Besos y Abrazos enormes para tod@s.
Alberto Conejos © SI QUIERES SABER MÁS DE MÍ Y DE MI PROFESIÓN TE INVITO A VISITAR MI WEB O MI PERFIL DE LINKEDIN: http://www.clavesparaganar.com Https://www.linkedin.com/profile/view?id=101876802
0 notes
clavesparaganar · 9 years ago
Text
BOSQUES Y TESOROS PROPIOS
Madrid, 16 marzo 2016    ©
¡¡¡Hola a tod@s!!!
  Aunque este año pareciera que ha llegado antes en muchos lugares, ahora sí llega oficialmente la primavera con su luz, su explosión de vida y sus mil y un colores. Espero y deseo que la disfrutéis muchísimo.
  Para el correo de esta vez he querido escribir algo muy personal que nos pasa a mis clientes y a mí durante las sesiones y los procesos de Coaching…
Bastantes clientes cuando acaban una sesión de Coaching conmigo me dicen cosas muy similares a estas: “qué agotamiento, qué intenso, qué cansancio,… qué útil, qué contento, qué de cosas voy a hacer,…”.
Ese es uno de los mejores Feedbacks que me pueden dar.
Yo también termino agotado. Y contento y con una sonrisa enorme.
  ¿A qué nos dedicamos durante una sesión y un proceso completo para acabar así?
Nos dedicamos a que él/ella descubra el bosque que tiene ya a su disposición. Qué recursos le ofrece su propio bosque. Qué herramientas tiene ya disponibles. Cuáles otros alimentos y otras herramientas puede construir, buscar o conseguir. Qué plan tiene que trazar para plantar, regar, cuidar y recolectar. Qué le hará más fácil cada paso y en cada momento. Qué tesoros esconde su propio bosque que le sorprenderán y ayudarán. A cómo está preparado su bosque para superar inclemencias del tiempo y su fatiga propia. Etc.
  ¿Para qué todo esto?
Para que cada cliente descubra y aproveche al máximo el bosque enorme y rico en recursos propios que tiene completamente a su disposición: él/ella mismo/a.
Para que lo disfrute durante su camino y para que al llegar a su meta, dentro del bosque o tras haberlo cruzado completo, esté 100 % orgulloso consigo mismo/a.
Y sobre todo, para que su camino, sus recursos encontrados, construidos o utilizados sean 100 % suyos, tengan 100 % sentido para él/ella, se adapte 100 % a él/ella a sus cualidades y le lleven a su particular, único e intransferible lugar de satisfacción y bienestar.
  Dicho esto, hay unas técnicas que yo tengo que poner en práctica una y otra vez. Disfrutándolas con/para ell@s. Aplicándolas sistemática e incansablemente.
Oír. Callarme. Repetir. Esperar. Decir no. Impulsar. Ilusionarme. Felicitar. Admirar.
  OÍR
Escuchar mucho, muy bien y con mi máxima concentración a cada persona.
Cada persona trae muy claro (aunque a veces tampoco esto es muy claro) qué le ocurre, qué le pasa y qué le gustaría conseguir.
Y también trae multitud de recursos y posibilidades que, casi sin darse cuenta, va dejando caer durante su discurso (y que muchas veces ni es consciente).
Yo lo llamo así: el baúl.
El baúl, muchas veces cerrado, contiene todos los ingredientes. Las preguntas, dudas, trabas y problemas. Y, mejor aún, las respuestas, facilidades y soluciones.
Está todo dentro completamente revuelto y aderezado por maleza, suciedad y barro.
  CALLARME
Hay momentos que puedo tener la tentación, supuestamente lógica, de interrumpir para hacerles ver ciertas cosas que se deducen de su discurso.
Callarme en algunos de esos momentos es clave.
  REPETIR
Para que la persona pueda empezar a verse a sí mismo/a.
Para empiece a ver su propio bosque tras los matorrales y maleza que también traía.
Para que pueda empezar a abrir, ver y ordenar todos los tesoros de su baúl.
  ESPERAR
Muy difícil. Dificilísimo.  Esperar... Sencillamente esperar… ¿A qué…?
A que el impacto de verse/oírse/sentirse a sí mismo/a empiece a hacer su efecto.
Increíble espectáculo que admiro y disfruto como espectador.
  DECIR NO
A veces lo tengo que hacer. A veces, no.
En ocasiones la persona, que ya ha empezado a ver su bosque, a construir sus herramientas, a sentir sus posibilidades, a intuir y atisbar los tesoros que tiene esperando,… me pide que yo se lo haga fácil construyendo o dándole la solución al rompecabezas.
Con una sonrisa enorme la respuesta que le regalo es muy sencilla: “no”.
  IMPULSAR
Tras ese no (o sin él) llega mi momento de impulsar al cliente para que entre definitivamente en su bosque y empiece a ver, descubrir,… todos los árboles que tiene, los senderos que lo recorren, los ríos y arroyos que lo transitan, los alimentos que lo enriquecen,…
También para que empiece a construirse algunos refugios, a usar ciertas herramientas, a construir otras, a relacionarse con su bosque de otras maneras, a desenterrar ciertos tesoros, a limpiar matorrales y malas hierbas que pueda haber, a…
Esta es la fase en la que el baúl se convierte en múltiples “cofres del tesoro”.
Espectacular.
  ILUSIONARME
Cuando entra por primera vez en su bosque.
Cuando lo empieza a transitar.
Cuando lo empieza a transformar.
Cuando empieza a construir el sendero que le permitirá atravesarlo.
Cada vez que descubre un tesoro.
Cada vez que usa una herramienta o se construye una posibilidad.
Cuando me cuenta sus avances.
Cuando me dice qué le funciona y qué no.
Cuando me dice lo bello y maravilloso que es su bosque.
Cuando me cuenta lo que hay al final del bosque, ese lugar tan maravilloso…
Cuando me muestra cómo es Su Santuario Personal que ha descubierto o creado.
Y todo, como si fuera un niño, volviendo a ser un niño (este soy yo de pequeño).
  FELICITAR
Por sus avances.
Por sus tesoros encontrados.
Por sus herramientas construidas.
Por sus errores, tropiezos y momentos en que se pierde. Son un gran éxito: está en el bosque y se está relacionando con él para atravesarlo y llegar a su destino.
  ADMIRAR Y MARAVILLARME
Cada persona tiene un universo personal único e intransferible de soluciones.
Cada persona tiene una manera absolutamente única de transitar y de resolver.
Y, sobre todo, cada persona tenemos un bosque propio diferente, único y precioso lleno de recursos propios que está ahí, esperándonos.
Y yo, en ese viaje, tengo el honor y el placer de visitarlo, disfrutarlo, admirarlo y maravillarme de todas sus fragancias, sus colores, sus arroyos, sus tesoros,…
  Sí, me podría dedicar a vender tesoros y recursos de mi propio bosque o a contar cómo yo me desenvolvería en bosques ajenos.
Entonces, me dedicaría a que las personas se perdiesen sus propios maravillosos bosques, sus tesoros, sus soluciones, sus claves y a que no llegasen a sus santuarios con total y plena satisfacción, bienestar y orgullo,  sino a… los míos.
Si quieres que te ayude a descubrir tus bosques, tus cofres del tesoro y a construir tus caminos hacia tus santuarios maravillándote de ti mismo y de tus logros… llámame.
Todo eso está ahí… esperándote.  A mí me encantará ser tu invitado de honor.
      Besos y Abrazos enormes para tod@s.
  Alberto Conejos ©
SI QUIERES SABER MÁS DE MÍ Y DE MI PROFESIÓN TE INVITO A VISITAR MI WEB:
http://www.clavesparaganar.com
0 notes
clavesparaganar · 10 years ago
Text
Vulnerable = Valor
Madrid, 28 enero 2016    ©
¡¡¡Hola a tod@s!!!
  Espero que hayáis empezado el 2016 con estupendas perspectivas que ya se estén plasmando en realidades.
  Empezaré confesando que estaba algo “seco” para escribir esta entrada que me tocaba publicar hoy. Tenía varias ideas y no me convencía ninguna.
Hasta que la semana pasada quedé con un antiguo cliente a tomar un café. Mientras le escuchaba lo tuve clarísimo.
¡Muchas gracias! Ya te las di en privado, te las vuelvo a dar aquí.
  Durante nuestro café este cliente me cuenta una situación laboral actual suya.
Me cuenta cómo la está manejando y qué está haciendo.
Me lo cuenta con brillo en sus ojos. Se le nota lo satisfecho que está consigo mismo. Incluso sorprendido. Está muy orgulloso de cómo lo está gestionando, de qué habilidades está poniendo en marcha, de sus porqués y para qués de cada decisión y acción.
Me dice que se acuerda constantemente de mí. De su proceso de Coaching.
Que la situación actual y cómo la está afrontando, gestionando y resolviendo le habría sido imposible hacerlo así antes de su proceso de Coaching.
Que hasta “cree” que el destino le tenía reservado esta situación para poner en marcha todo esto que aprendió y trabajó.
  Vaya regalazo que me estaba haciendo, ¿verdad?
Así da gusto recibir opiniones sobre tu trabajo. Y sobre todo por el brillo y entusiasmo con el que me relataba la situación y sus actuaciones.
  Según me va contando cosas a mí me vuelven a la cabeza datos y momentos de su proceso. Me acuerdo de dos momentos en concreto.
El primero fue, al inicio, cuando me detalló las áreas que quería trabajar y qué resultados quería lograr. Cómo se sentía en su situación/desempeño inicial. Recuerdo cómo me las contaba hasta medio disculpándose por ser/actuar así.
El segundo que recuerdo fue cuando, ya durante el proceso, me decía “me cuesta”, “lo paso mal haciéndolo”, “ufffff,…”. Y, aún así, seguía poniéndose compromisos más ambiciosos cada vez e incluyendo nuevas estrategias y habilidades.
  Mientras le escuchaba durante el café, veía con absoluta claridad el poder enorme que tuvo en su caso (y en el de todos) sus declaraciones de Vulnerabilidad.
  Mientras me agradecía todo lo que le ayudé, yo pensaba en “lo mucho que se ayudó él a sí mismo”.
Empezando por declarar esa Vulnerabilidad, poniéndose manos a la obra con un proceso de Coaching y trabajando y comprometiéndose consigo mismo para lograr sus objetivos de mejora y mejora.
Así veo y siento mi profesión: Yo ayudo a que cada persona se ayude a sí misma.
  Si quieres parar de leer puedes hacerlo ahora. Éste sería ya un correo con entidad propia. Lo que viene a continuación es el torrente de ideas que me sugirió esta situación. Casi es otro correo. O sencillamente es el relato complementario y que ya es más mío desde mi perspectiva como Coach.
  ¿Has decidido seguir leyendo?
  Te voy a hablar del momento en el que cada cliente durante los inicios de su proceso de Coaching declara que está en un sitio que no es dónde quiere estar, o declara que hace cosas que no quiere hacer así, o declara que es ineficaz ejerciendo alguna habilidad, o declara que le falta aún bastante para convertirse en la persona/profesional que quiere ser,…
  Es decir, declara y pone encima de la mesa su/s VULNERABILIDAD/ES.
  Con lo que se hacen claramente reales y tangibles. Al decírselo a otra persona (en este caso a mí) están reconociendo que eso, verdaderamente, es una realidad, es un hecho, es una evidencia. Está ahí esperando a que haga algo con ellas.
  Eso es la primera piedra angular para que empiece la “magia”.
Ese primer acto de Vulnerabilidad donde le dices a otro: “no sé”, “no soy capaz”, “no hago bien”, “tengo mucho margen de mejora”, “estoy muy lejos de lo que quiero”, “sé que puedo mejorar mucho”, “no me gusta estar así/aquí”, etc., inicia un torrente de sucesos.
  Esa transparencia empieza a crear una relación conmigo de absoluta confianza. De complicidad. Para mí implica una enorme responsabilidad. Tengo delante una persona que se muestra completamente ante mí y me expone lo que quiere lograr y no está consiguiendo.
Ese acto de vulnerabilidad me suele producir ternura y dulzura. Puesto que esa persona está depositando sus expectativas en mí y en mi trabajo para ayudarle a pasar del estado actual a otro estado más satisfactorio. Ternura y dulzura porque se ha atrevido a ese acto de ¿debilidad? Y porque yo podría estar contando también las mías. Para mí es un acto de valentía enorme.
  Tengo varias responsabilidades ante estas declaraciones. Algunas son éstas.
Actuar con normalidad puesto que, me cuenten lo que me cuenten, son cosas cotidianas que nos pueden pasar a cualquiera. Desdramatizar las opiniones actuales que pueda tener ya que casi todo es trabajable y mejorable. Usar el humor para reírnos juntos de su estado y sus actuaciones diarias. Aceptar y respetar su actual estado y actuaciones poniendo el foco en su Valor para “hacerlo público” y comenzar un proceso para llegar a otro estado, actuaciones y bienestar.
  Según avanza el proceso tengo otras responsabilidades a poner en juego.
Confiar ciegamente en que cada cliente sabrá cuál es el mejor camino a encontrar/construir para lograr sus objetivos. Cuáles serán los recursos y habilidades a poner en marcha, a trabajar, a mejorar, para lograr sus objetivos. Y qué compromisos tendrá que ponerse paulatinamente en el camino para dar cada vez un paso más.
  Según avanza el proceso hay una responsabilidad que tengo que es la más difícil de todas como Coach:
Guardarme mis opiniones, mis sugerencias, mis consejos, mis “yo haría”, mis suposiciones,...
  Les suelo decir a los clientes que aunque yo piense que haciendo tal o cual cosa se va a equivocar, no le diré nada. Algunos se asustan inicialmente ante esto. Les explico que tan sólo les ayudaré a contrastar que dicha decisión o actuación la tiene razonada y contrastada y que la ha sopesado en contras y pros y a corto, medio y largo plazo. ¿Por qué y para qué hago esto?
Porque en muchas ocasiones lo que yo pienso que sucederá, no sucede. Al contrario. En muchas ocasiones los clientes trabajando una competencia de una manera, ejecutando tal decisión o haciendo tal cosa consiguen grandes resultados. Si yo hubiera introducido mi supuesta sabiduría como supuesto experto les habría robado. Robado, sí.
  Les suelo añadir que si, efectivamente, se equivocan e incluso tienen resultados negativos, esto será una parte muy valiosa del proceso. Será un paso para atrás para poder dar dos hacia delante. Será aprendizaje dentro de un proceso de descubrimiento y construcción como es el Coaching.
Mi responsabilidad en este aspecto es sencilla y muy difícil: centrarme en lo que pueden conseguir (resultados y/o aprendizajes) y olvidarme de mí, de lo que yo haría o sugerería puesto que, entonces, les estaré robando.
Además de respetar al máximo esta premisa: “seguramente todos queremos cambiar algo, lo que no queremos es que nos digan cómo o mediante qué cambiarlo, que nos cambie otro, a fin de cuentas”.
  Según avanza aún más el proceso emerge otra gran responsabilidad a añadir a las que ya traigo y ejerzo constantemente: empoderar.
Es habitual que el cliente avance, aprenda y logre resultados durante el proceso.
Sin embargo, es también habitual que muchos clientes lo cuentan casi disculpándose puesto que ponen el foco más en lo que aún no han conseguido que en lo que ya han empezado a lograr y ya están haciendo.
Mi gran responsabilidad en ese momento es mostrarles claramente a sí mismos. Recordarles dónde estaban y dónde están ya.
¿Es cierto que queda aún camino? Sí, claro.
¿Es cierto que ya no están donde estaban? También.
¿Se puede decir que han hecho lo más difícil: empezar / dar los primeros pasos / desbloquear la situación / etc.? Por supuesto.
  Cuando acaba el proceso de Coaching se puede decir que cada cliente ha cambiado su presente y ha creado/construido otro destino diferente.
Aunque luego nuestra juguetona mente nos lleve a pensar que parezca que el destino nos tenía preparada una prueba para nosotros…
  Besos y Abrazos enormes para tod@s.
  Alberto Conejos ©
SI QUIERES SABER MÁS DE MÍ Y DE MI PROFESIÓN TE INVITO A VISITAR MI WEB:
http://www.clavesparaganar.com
0 notes