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Blog de cosas.
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eu-mae-writes · 4 years ago
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Día 3. Enmárcalo
Hoy no tengo inspiración. O el tema del día no me ayuda demasiado. Lo segundo lo más probable. “Enmárcalo”. ¿Qué fue lo último que colgué en la pared de mi cuarto?
...
Ah, ya. Un puzzle. Un puzzle que hice con mi madre, aunque en su mayoría lo hice yo. Un puzzle que ilustra los signos del zodíaco con sus nombres inscritos en latin. Muy apropiado. Mis padres me lo regalaron el año pasado, después de estar pasando una mala racha. Me hizo sentir peor. Y el sentirme así me hizo caer más bajo aún. “Para que te animes”. ¡Pero yo no quiero preocuparos! Yo no quiero nada de esto. No quiero dar pena. No quiero ser una carga para nadie. Lo hicieron por mi bien, y me sentó mal porque sentí que yo era una molestia de la que hacerse cargo porque todavía no me he independizado. Y esa hilera de pensamientos fue peor aún, porque ellos hacen el esfuerzo, ¿y tú lo echas por tierra saboteándote de ese modo? Por favor...
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eu-mae-writes · 4 years ago
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Día 2. Fracaso
Yo no elijo los temas del día; son puntos aleatorios de una lista de 365 ideas. Y sin embargo aquí nos encontramos, con un título que augura el futuro de este proyecto (esperemos que no).
A lo largo de mis 23 años de vida he fracasado en tantas cosas que no sé qué podría tener cabida aquí. He echado a perder relaciones, ideas, historias, personajes, oportunidades, conversaciones. Tantas cosas que podrían haber sido y nunca fueron. Todo por mi inconsistencia para conmigo y para con los demás. Tal vez ese sea uno de mis mayores fracasos: el olvidarme de la gente, el ignorarla. Porque una vez pongo tierra de por medio, el hecho de dejar de hablar con alguien tiene poco valor para mí. ¿Tengo realmente amigos si no me importa dejarlos ir? Exceptuando a un puñado de ellos, realmente nunca he llegado a guardar grandes sentimientos por otros. Lágrimas falsas que surcaron mi cara en numerosos días en respuesta a diferentes personas. Me he mentido tanto que a veces me cuesta diferenciar lo que me digo de lo que me pasa.
Otro gran fracaso es el compromiso con mis proyectos personales, con mis “hobbies” (que ya no sé si realmente los tengo o son solo hiperfijaciones momentáneas que acabarán pasando al cabo de un par de meses, tres como mucho). ¿Cuántas historias tengo a medio hacer? Ni si quiera a medio hacer. ¿Cuántas historias tengo que me encantaría ver plasmadas en papel? Y de todas ellas, es probable que ninguna lo consiga, porque por tener, no tengo ni el esqueleto. Tengo huesos astillados. Los restos de un churrasco literario.
Digo que me gusta escribir, ¿pero es realmente cierto? Mi voz interna, mi consciencia supongo, o tal vez los restos de Laurence, dicen que sí. Pero yo no estoy tan segura. Eso me gustaría creer.
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eu-mae-writes · 4 years ago
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Día 1. Musa
El hábito hace al maestro, y para hacerlo crecer uno tiene que esforzarse en crear una nueva rutina. He empezado incontables veces tantos proyectos que han acabado hechas una pila de escombros que no quiero ni numerarlos. ¿Conseguiré salir adelante con este? Es el día 1, el día que se empieza con ilusión. Tal vez sí, pero mi visión realista, basada meramente en mis experiencias previas, me dice que no. Y al mismo tiempo tengo la vocecilla en la cabeza repitiendo una y otra vez que eso es lenguaje negativo y que no me puedo hablar así. Pero no puedo evitar algo que sé cómo es porque ya ha pasado otras veces. Y ahí está, la voz de nuevo hablando: tienes que romper ese hábito. Tienes la experiencia de haber hecho lo mismo miles de veces, pero con que solo una vez te desvíes de tu norma, ya tendrás una primera experiencia haciendo las cosas bien.
¿Es esa voz mi musa? Una musa escueta y que solo me hace caso cuando estoy al borde del abismo. Que solo me alienta con sus palabras en la mínima expresión de comunicación, diciendo cosas que ya sé. ¿O es solo la voz de la razón? Si la musa es el aliento creativo que te suspira en el alma, entonces la mía se ha ausentado durante un tiempo, se ha ido de vacaciones. Aunque lo más probable es que siempre haya estado conmigo, alimentando mi cerebro con imágenes de historias y personajes que nunca consigo plasmar en tinta y papel. Y esa incapacidad es ya culpa mía, por supuesto. Eso sí que lo asumo. Creo cientos de proyectos, empiezo apenas una decena, y abandono al poco tiempo. El ciclo de mi vida es un constante círculo de vida y muerte creativa.
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