irresponsablemente
irresponsablemente
Histérica, esotérica, erótica.
3 posts
Don't wanna be here? Send us removal request.
irresponsablemente · 2 months ago
Text
Ego, obsesión, gente rota y sexo sin piel: II
El ego es su armadura. Y vos, sin quererlo, terminás siendo el espejo donde se miran para saber si valen algo. Quieren que los desees, pero no que los conozcas. Quieren poseerte, pero no mostrarte lo que les pasa. Porque si se abren, sienten que pierden poder. Y ahí está el problema: creen que amar o desear es perder. Entonces se obsesionan en silencio, te controlan a la distancia, se jactan de no sentir nada mientras se comen la cabeza.
La persecución no es siempre física. A veces es mental. Te stalkean, te piensan, comparan a otras con vos. Les dejaste una marca y no lo soportan. Porque no te pueden tener, y tampoco pueden soltar. Entonces vuelven con excusas, con silencios, con medias palabras. Y vos, si no estás fuerte, te enganchás en ese juego.
Pero no es amor. Es control. Es ego lastimado. Es un hombre que no puede con lo que sentís vos, ni con lo que le pasa a él. Que en vez de hablar, desaparece. Que en vez de decir “te extraño”, se esconde atrás de su orgullo y espera que vos lo busques. Porque necesitan ser deseados, pero no vulnerables. Porque aprendieron que sentir es peligroso, y no saben cómo correrse de eso.
2 notes · View notes
irresponsablemente · 2 months ago
Text
Ego, obsesión, gente rota y sexo sin piel: I
Hay algo que se repite. Como un patrón que no importa cuántas veces lo veas venir, siempre vuelve con otra cara. Tipos que se obsesionan. Que te buscan, te desean, te miran como si fueras lo único que los mantiene despiertos, pero después no pueden sostener ni una emoción básica sin esconderse atrás de su ego.
Empieza sutil. Te idealizan. Sos “distinta”, “misteriosa”, “intensa”. Te siguen, te escriben, se meten en tu mundo como si fueran parte. Pero no saben qué hacer con lo que sienten. Porque sentir, para ellos, es peligroso. Es debilidad. Es perder el control. Entonces te quieren, pero no lo dicen. Te extrañan, pero no lo admiten. Te espían, pero no te hablan. Se excitan con vos, pero te critican si mostrás demasiado. Y todo eso lo disfrazan de indiferencia
1 note · View note
irresponsablemente · 2 months ago
Text
¿𝙌𝙪é 𝙘𝙖𝙧𝙖𝙟𝙤 𝙣𝙤𝙨 𝙥𝙖𝙨𝙖 𝙘𝙤𝙣 𝙚𝙡 𝙙𝙤𝙡𝙤𝙧?
El dolor, cuando se mezcla con el sexo, tiene mala fama. Pero la realidad es que a mucha gente le calienta. No es raro, no es de locos. Es humano. Hay algo en el dolor, en la entrega, en la humillación o el control, que prende una parte del deseo que lo “romántico” no llega a tocar.
La sumisión, por ejemplo, no es debilidad. Es decidir soltar el control. Dejar que alguien más tome las riendas. Y eso, para mucha gente, es un descanso. En un mundo donde todo el tiempo tenés que decidir, resolver, tener la cabeza en mil cosas, ser sumisx es poder apagar la mente. Es confiar, rendirte, y encontrar placer en eso.
El masoquismo no es que te guste sufrir porque sí. Es que el dolor genera algo físico real: endorfinas, adrenalina, un subidón que se parece al orgasmo. El cuerpo no distingue mucho entre dolor y placer. El cerebro mezcla señales. Lo que a uno le dolería en otra situación, en un contexto sexual se vuelve excitante. Y también hay algo psicológico: el dolor valida. Te hace sentir. Te saca de la indiferencia.
El sadismo, en cambio, es poder. Es tener a alguien enfrente que te dice “hacéme lo que quieras” y entender que hay una responsabilidad en eso. Que no es hacer mierda por hacer mierda, es llevar al otro a un lugar intenso, sin romperlo. Es un juego de control, de tensión, de saber hasta dónde.
Y ahí entra el erotismo. El sexo que explora estas cosas es otra cosa. Es más sucio, más visceral, más real. Nos atrae el dolor porque es límite. Porque ahí donde empieza a doler, también empieza el deseo. Porque hay algo en el cuerpo marcado, en el grito, en la lágrima, que conecta con una parte animal, descontrolada.
No todo el mundo lo entiende, ni hace falta. Pero para los que sí, el dolor no es lo opuesto al placer. Es parte del mismo viaje. No se trata de violencia sin sentido, se trata de sentir más, de ir más profundo. De romper lo superficial.
𝙉𝙤𝙨 𝙘𝙖𝙡𝙞𝙚𝙣𝙩𝙖 𝙚𝙡 𝙙𝙤𝙡𝙤𝙧 𝙥𝙤𝙧𝙦𝙪𝙚 𝙣𝙤𝙨 𝙝𝙖𝙘𝙚 𝙨𝙚𝙣𝙩𝙞𝙧 𝙫𝙞𝙫𝙤𝙨.
21 notes · View notes