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Ochenta
A horas de entrar no dejo de repetirme lo pendejo que fui por no haber cumplido con esto antes. Excusas tenía, más bien eran argumentos. Aunque para ser sinceros cuando cumplí los dieciocho estaba trabajando para el Coronel Sanders, mi puesto de “Store Trainer” me había costado muchas cosas, entre ellas semanas enteras de briaga y tardes donde extrañaba ir a la prepa, la bella sensación de hacerte pendejo simulando que vas a la escuela y que pones atención a las clases, pero como sí me pasé de reata, me dieron de baja.
Pagué, me quedé sin escuela, el sistema me pospuso el regreso a clases hasta tres años después, o podía empezar en otro lado, y entre que sí y que no, pues entré a otra prepa, pero era de paga. De las más pinches de Toluca, pero era pa´lo que alcanzaba. Entraban chingos de dinero a las arcas de los polleros y los culeros no me pagaban lo suficiente para pagar la colegiatura. Los mandé a la verdureria, entré al Domino´s, la misma pantaleta. Por eso cuando me enteré de que no podías pagar la colegiatura siempre y cuando barrieras la escuela no lo pensé, lo único que me dejó intranquilo fue postergar por dos años más el trámite, a sabiendas de que era obligatorio presentarme los sabadabas en la prepa a la limpieza exhaustiva, si no iba me quitaban “la beca”. Pero ¿Y luego?
Cuando las miradas de compasión y lastima hicieron eco en mi amor propio, por ser “un conserje” de la escuela, me entró el complejo de superación, decidí hacer examen en la facultad. Quedé. Fue más una acción de querer encontrar un camino más fácil a la “vida plena” y un mejor trabajo, que de amor a la profesión. La incertidumbre de sí mi salario de intendente (no de la prepa, si no del hospital donde chambeaba mi jefecita) me alcanzaría, siempre estaba latente. Solo iba los fines de semana, ochocientos varos me pagaban, malos para vivir durante quince días, pero buenos para largarme al Vive Latino, pero ir al Vive me llevó a reencontrarme con Dany, un amigo de la prepa
-deja de andar trapeando miados vas a agarrar una pinche enfermedad. Andan contratando en la Gandhi, deja le digo a la encargada si te dan chance porque estudias güey-
Un mes después dejé el hospital, ya no iba a ser más el affair de las doñas engañadas. Pero la librería suponía era una mejor entrada de capital, y hasta supondría podría llevar a cabo el tramite. Nel. El tiempo que llegara tarde a trabajar, lo tendría que pagar los sábados. Prácticamente iba todo el pinche día.
Fue hasta ahora. Acabé la facu, tenía que hacer el Servicio Social, al segundo día de haber entrado me dieron chamba, todas las noches dormitando y cogiendo a escondidas por fin se iban a acabar, las aspiraciones a una vida mejor y con garantías de pago y horario de Godinez se hacían realidad. Pero cuando vi la lista de documentos la sangre se me fue a las nalgas. Me preguntaron por qué no llevé los documentos, lo tuve que aceptar
-No tengo cartilla liberada , ni siquiera la he sacado-
Todos se rieron de mi, hacer el pinche servicio Social sin paga es horrible y más en mi caso, no había garantías de quedarme a trabajar ahí, la chance la había perdido.Por eso no tardé en ir a tramitarla al día siguiente.
Ahora me reprochaba todo eso, estaba a kilómetros de mi casa, de mi familia, de Giovanna, preocupandolos hasta el extremo. Vestido con una sudadera gris Oxford y el pantalón negro de mezclilla que compré para ir al Corona a ver a LCD, con el pinche calor insoportable de las carreteras que rodean al DF, una de ellas la carretera a San Juan Teotihuacan, la que me llevaría a mi destino.
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Formas para controlar la ansiedad. Paso 1: Escribir.
¿Existen métodos para controlar la ansiedad? ¿Hay alguna manera de controlar la nostalgia? A diferencia de otras personas que controlan sus “traumas” con pastillas, dulces o cualquier esponja antiestreante, yo encontré la solución perfecta en escribir.
(Lease con tono de vendedor de infomercial) Así es querido lector!!!!! Usted puede controlar esos nervios malditos por querer ver a su persona amada con solo escribir. ¿Recuerda esos días de llanto, nostalgia y saudade que eran contrarrestadas con canciones que solo provocaban más saudade? ¡¡¡¡Pues ya no más!!!!!!
Ahora para combatir ese sentimiento solo se necesita escribir el nombre de su persona amada, para ello solo necesitamos que su amada tenga un nombre hermoso...
Su nombre siempre fue objeto de culto para mí, siento la necesidad insostenible de escucharlo de su boca, de escucharlo en la voz de su familia, de pronunciarlo, de deletrearlo, pero principalmente de escribirlo.
He cultivado un amor a su nombre de manera independiente al de toda su persona y lo que ella representa, conozco lo que hay que conocer de su nombre (en cuanto escritura), las ocho componentes que le dan sentido, el orden numérico del alfabeto (del español) y las letras que se repiten, algunas de manera conjunta, las otras a la mitad y al final.
Supe que su nombre representaba un método de control de ansiedad, el momento que lo descubrí fue cuando nos separamos por primera vez, esos días tomé como terapia escribir su nombre en mi pierna, en letra cursiva, letra molde, con minúsculas, en mayúsculas, tamaño grande, mediano y Arial ocho. Esta terapia servia mucho en los días anteriores a verla. Funciono.
Va casi un mes y medio de limitar nuestro tiempo junto, su nombre ha estado escrito en papeles y papeles, he completado pedazos de cinta adhesiva,paso el tiempo llenando hojas con su nombre, paso horas escribiendo, paso las horas controlando mis ganas de verla con mi vicio ESCRIBIR SU NOMBRE.
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Quote
...espera con paciencia lo que te depara y sobreponte a todo sin pensar en nada, olvida tu cansancio, olvida tu dolor, olvida que eres débil. Siéntete el mejor
Canto Marcial
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Los días... los horarios
Llevaba casi 4 días reclutado, lloré las casi cinco noches, hice dos o más lagartijas cuando ordenaron “...una más por su noviecita que los espera en casa”, sin un reloj para medir el tiempo decidí comenzar a definirlo por el cansancio y por la ansiedad.
Y llegó el jueves, lo supe por el ambiente, lo supe por la sensación de alivio en el pecho y estomago, lo supe porque escuché tu voz, porqué te imaginé vistiendo tu sueter nuevo, tus chinos de leoncita o tal vez tenías puesta tu chamarra verde para ir al trabajo, lo supe porque de mis ojos corrieron más lagrimas que el sudor que había transpirado los días anteriores, lo supe porque quise intentar detener el llanto y no provocar las preguntas de sí estaba bien.
Lo supe, porque quise preguntarte ¿Cómo pasan los días allá afuera? ¿Cómo corre el reloj ahí contigo? Lo supe porque dejaron de sonar las canciones de añoranza y saudades, por las de libertad, por las que hacen los días felices.
Te amo Giovanna Filoso.
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Just like heaven
Llevo más de un año y medio intentando buscar la canción perfecta que la defina, que se acerque a los que somos y a lo que tenemos, a como me transforma y me convierte en otra persona... parece que nadie lo ha intentado.
Recuerdo muchas de las canciones que le he dedicado:
“Apreovechate” de Café Tacvba fue de las primeras, incluso me trae buenos recuerdos: nosotros dos en su sala viendo el vídeo y bailando con su pies sobre los míos, o cuando ponía el disco en la librería y comenzaba a sonar a canción, entonces ella se asomaba por el barandal a verme y sonreíamos como tontos.
En ese momento el principal mensaje que quería dejar claro era (y es): conmigo puede hacer lo que quiera, desde el primer momento me entregaré en cuerpo y alma por hacerla feliz y por protegerla “Puede aprovecharse de mí, porque estoy enamorado...”
“See you tonigth” de Kiss (versión Unplugged), esa canción es muy especial para mí, principalmente porque el día que fuimos novios esa canción no dejo de sonar en mi mente, más aún cuando le estaba leyendo unas palabras que había escrito en una hoja de papel.
Fueron días tensos o mejor dicho de “nervios de debut”, muchas expectativas rondaban a mi al rededor, es una princesa y había (hay) mucho encanto al rededor de ella “ I'll see you get it tonight, and if I can't I'll cry and cry”. Esa noche era un niño.
“Como te extraño mi amor” de Café Tacvba: se había ido a Orlando, nuestra primera separación (no por pelea, por vacaciones) “Ay amor divino, pronto tienes que volver... me falta todo en la vida si no estás...” posiblemente no se agregué a un playlist o se la dediqué directamente.
En el momento en el que la ví con sus botitas y su pijamita fue encantador, parecía un cuento como los que ella leé: luces al rededor, noche oscura y ella corriendo hacia mí. Era un sueño.
“Ojos claros, labios rosas” de Ely Guerra: No haré una descripción de lo que paso, porque solo lo sabemos ella, su alfombra, su almohada y yo.
“Into my arms” de Nick Cave puede ser la canción que defina mis rezos y mis plegarias “I don't believe in the existence of angels, But looking at you I wonder if that's true” posiblemente no tuvo un protocolo tan armado como las otras, dedicársela nació en su sala, mientras me ayudaba a sacar unas cosas en internet.
El Columpio Asesino fue nuestra banda de soundtrack al conocernos, pero no había letras que definan algo. El tiempo libre siempre es bueno
“You/Soft and only/
You/Lost and lonely/ You/Strange as angels Dancing in the deepest oceans Twisting in the water You're just like a dream You're just like a dream
¿Será que The Cure (”tristes, pero alegres” Sing Street) digan lo que es ella, lo que me hace sentir, cómo me transforma?
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Seguimos perdiendo.
spotify:track:7zl4oyQ8c2EgJYneYJq5Nc
Carta al futuro.
Escribir esto nació cerca de la calle donde trabajaba papá “Refaccionaria Magallanes” inmediatamente recordaste esas tortas gigantes, esas a las que posiblemente nos mando cuando quiso estar solo con alguien. Pero no voy a hablar de comida o de los servicios urbanos en Toluca, vine a hablar de nuestra desesperación, de mi desesperación, porque quiero dejar algo claro; quiero que en unos años cuando leas esto te encuentres mejor que ahora, que hayas madurado lo suficiente y que estés por cumplir los compromisos que tienes (tenemos) con mamá.
Y es qué han sido unas semanas difíciles aunque en realidad solo han pasado dos del año, tienes muchas cosas inconclusas y sigues metiéndote en otras: no terminas tu tesis; no has aclarado lo del servicio en Inegi y en la escuela; perdiste oportunidades de trabajo por la re-putisima cartilla; sueñas con acercarte a un político para vender tu proyecto de cartografía, pero te da miedo que no te lo paguen; ésta semana empezaba tu capacitación en Atento y no vas a ir porque tienes que ir a la UNAM para el examen de Relaciones Internacionales; sigues siendo un pinche impuntual, dejaste el box y estás hecho un marrano, mamá no lo dice porque le da pena, pero el Güero ya te tiene harto; tocas un chingo de puertas, pero todas se niegan a abrir porque estudiaste Planeación Territorial, algo que ni mamá ni Giovanna saben de que trata, a veces ni tú lo tienes claro.
Tuvimos una infancia hostil, nadie te pide nada: mamá, Giovanna y el Güero te ayudan muchísimo, te aman más que cualquier otra cosa. Si no fuera por ellos, hace rato que hubieras desistido. Crecimos sin envidiar los éxitos de los demás, pero te empieza a parece injusto lo que tienen otros y cómo tu momento se niega a llegar, crecimos resistiendo, sobreviviendo, creyendo en milagros y con una fé infinita, pero parece que se acaba, todo lo que predicabas y siempre presumías tener INSISTENCIA, parece llega a su fin. Tú sabrás porque pasaron las cosas, pero ahora estoy esperanzado de la buena obra de Alonso y de algunos maestros, estoy pensando en trabajar gratis para demostrar mi capacidad, pero sabes más que nadie como necesitamos el dinero.
No es necesario que escriba la fecha, sí el apocalipsis no nos ha alcanzado es posible que puedas verla (o pueda), te escribo a ti (a mi) porque tú eres yo. No te rindas, acepta los golpes, enfréntate, llévate al límite, termina la pelea, hazlo por el amor que tienes a esos tres que son tu vida, hazlo por ese amor propio que parece hace días ser menos, No te rindas, a esos días, a los que vendrán ya les he puesto un nombre “Días de Prosperidad”.
PD: No dejes pasar otro año sin regalarle algo a mamá, otro año sin ir a la bombonera con Giovanna a un Toluca vs América, y sin pedir prestado al Güero para el pasaje.
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El Silencio
Y entonces me preguntó
-¿Serías capaz de engañarme? A mí no me dan las más remotas ganas-
Mi reacción pareció más la de alguien inseguro, alguien que se ve encerrado entre la verdad y sus frágiles mentiras, torpe, estúpido, alguien invadido por una deficiencia mental adquirida por los enervantes, alguien sin neuronas. El microsilencio que prosiguió a la pregunta era parecido al de un mentiroso que busca encontrar una señal divina.
-no, jamás-
Solo eso salio de mi boca, y es qué en esa pausa infernal no pude ser capaz de encontrar el orden correcto de las maravillosas palabras que describen lo que me hace sentir, del amor profundo que le profeso y de la fidelidad tatuada que tienen sus besos en mi piel. “Jamás” describía qué nunca veré en otra chica el más mínimo atractivo que me haga dudar cuanto la amo.
Hay quienes aseguran qué “él que calla otorga”, dudo que esas personas sean capaces de tener la capacidad de encontrar el orden perfecto de las palabras que describen las virtudes de mi amada, seguro estoy que como yo, aguardarían unos segundos, el silencio los invadiría, y sentirían en lo más recóndito de su médula la urgente necesidad de contestar esa pregunta con un beso profundo que busquen dure una eternidad.
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Escorpio

Hay misterios en la vida qué exigen no ser resueltos; durante mucho tiempo la belleza del cielo nocturno se ha postrado frente a mí para contemplarlo a placer, más aún en el ocaso del otoño y durante la totalidad del invierno.
Tener acceso a un cielo en calidad de HD, me ha permitido observar a entes brillantes y errantes, a los que inmediatamente relaciono como estrellas fugaces e inmediato levanto una plegaría o un deseo; aunque realmente desconozco el propósito natural que cumplen en el espacio.
Y fue durante estas largas caminatas, pude percatarme de una sección en el cielo donde las estrellas forman una figura similar a un signo de interrogación, saber de ésta figura en el cielo fue por largo rato mi tema de conversación con algunas chicas, en otras situaciones fue solo para farolear (cabe destacar que siempre tuve éxito).
Llevo diez años (aprocs) que supe del garabato de interrogación dibujado en el cielo, pero también preguntándome: sí tenía un nombre, sí desde otro ángulo del planeta se observaba con mayor claridad, si era una constelación, sí acaso era objeto de tener fanáticos religiosos.
Fue hasta unos meses atrás que supe formaba el aguijón cósmico de la constelación de Escorpio, obviamente influyó directamente en la conformación del Horóscopo que rige a mayoría de la población en el mundo.
Hoy en día, siento cierta nostalgia y tristeza por ese sentimiento infantil de creer que eres el primero en descubrir algo; por un momento cuando ví la imagen explicativa que dibujaba la forma total del escorpión, sentí rabia y enojo, en otras palabras, fue similar a cuando te dicen que tus papás son los reyes magos.
Pero los sentimientos que me producen ver a la figura refulgurosa en el cielo del insecto ponzoñoso, también son los contrarios. Por el resto de mi vida asociare al signo interrogativo en el cielo, con el sentimiento de profunda certeza de saber qué representa al amor de mi vida. Giovanna nació el dos de noviembre de 1997, bajo el signo de escorpio, ahora sólo me falta encontrar la figura que representa a su ascendente: Aries.
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98/05/10
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Son pocos los buenos recuerdos que tengo de mi padre, casualmente uno de los más bellos fue el día de las madres, domingo diez de mayo de mil novecientos noventa y ocho; si hay algo en mi vida que siempre me tendrá ligado al señor que me dio la vida, es la copia exacta que soy de él, la segunda es nuestro amor por el Club Deportivo Toluca.
El torneo del Verano 98 lo recuerdo casi con exactitud, mi asistencia quincenal al estadio, en ese entonces llamado “Bombonera 70 86″ solo se vio interrumpida en un juego (creo contra Tecos de la UAG, ese donde Cardozo anotó un gol de antología), y venía precedida del Invierno 97 en uno de los primeros juegos del Profe Meza al frente del Deportivo, marcador Toluca 4 - Veracruz 0; rememoro de manera muy fresca una frase casi profética de Rolando González “La Perra” (líder de la perra brava) -Ahora sí se les va a aparecer el diablo- se auguraban buenos tiempos; además del marcador abultado, recuerdo el partido porque regalaron unas playeras rojas de muy mala calidad, con el escudo del Deportivo en el frente.
Las estadísticas de torneo del 98 son sabidas por todos: la derrota contra Guadalajara en el Jalisco 2-0 en torneo regular; en la liguilla: el portento de gol de Víctor Ruíz al Atlante en tiro libre o el gol de palomita de Estay al América. El ambiente en Toluca previo a la final rompió los pronósticos de clima: había escepticismo y un tanto de hostilidad, generado con las federaciones de Chile y de Paraguay por solicitar a Fabián y Saturnino se reportasen con sus respectivas selecciones en la antesala de Francia 98. Del conflicto de Pepé no se hizo mucho bulla, él decidió quedarse; pero la situación de Fabián fue un misterio durante la semana, él jugo el jueves en el Azteca, pero nadie sabia sí el sábado antes del partido seguía en la concentración o si posiblemente en las primeras horas del Domingo ya había tomado un vuelo escala en Paris, Madrid, Londres o en algún aeropuerto estadounidense para llegar a la fiesta mundialista. Lo cierto es que toda preocupación se disipo, porque el domingo en el estadio aparecieron dos regordetes de cabello encrespado: uno era el originario del país de los Prisioneros, el otro era mi padre.
Mi chief decidió portar una peluca de cabello rizado en obvia alusión a la posible ausencia del diez diablo, se me viene la imagen de nuestra llegada a Aurelio Venegas, calle donde se encontraban la Perra Brava y la Porra de Toroz Neza (quienes para ese entonces habían fraternizado e inclinado su apoyo a la escuadra chorizera) recuerdo los murmullos y los gritos y el éxtasis que originó la peluca de mi padre en las afueras del estadio
-Ahí ésta Estay- -¿Dónde Estay`s?- -Sí vino Estay-
Mi padre pensó que los gritos llegarían a ser incomprendidos por mi ingenua infancia, y dada la fraternidad con los de Neza, se dejo pintar la cara por la porra del Toros, lo cierto es qué su camuflaje rojo estilo Gene Simmons, no detuvo los gritos de algarabía de una afición que quería coronar una temporada y liguilla cuasi perfectas, terminar con una sequía de veintitrés años, con escuadra completa.
En mi cabeza persisten los recuerdos de la final tan latentes como sí tuviera un reproductor de vídeo en mi cerebro, erizan mi piel las imágenes de un estadio pintado de rojo, las banderas del mundo que adornaban las tribunas de las dos sombras y de palcos, el lugar donde ví todo el torneo y la cercanía que guardaba con los carretes de cuetones y el orden simétrico que mantenían al ser acomodados sobre una pared listos para ser detonados esperando que alguno de los once de rojo pasara el balón por dentro del arco rival, la forma en qué doblaba las revistas del Deportivo para convertirlas en confetí, al “Greñas” vendedor de cervezas,amigo de mi padre y su cuidador cuando mi viejo perdía el conocimiento entre tanto vaso blanco de Corona; recuerdo hasta la alineación del partido: Mario Albarran (GK), Omar Blanco, Flaco Macías, Adán Nuñez, Toño Taboada, David Rangel (C), Victor Ruíz, Vallarta Alfaro, Fabian Estay, Manuel Abundis, José Saturnino Cardozo.
Pero también tengo presente el sentimiento de decepción, de ira, de impotencia, el ambiente festivo se apago casi iniciado el encuentro; Montes de Oca cruzaba al poste derecho de Albarran, cero-uno, global Toluca 1 Necaxa 3; no podía entenderlo, nadie podía creerlo. Mi incredulidad creció instantes después, cuando ví a un balón dirigirse al área del diablo, era una pelota fácil, pero a Albarran se le escapo; viene a mi mente el número siete a la espalda de Aguinaga corriendo hacia a portería, en ese momento quise ser Omar Blanco y correr tan rápido como el ecuatoriano; ellos ya habían encajado el segundo, y aún no pasaban ni dos minutos.
Ningún niño a los ocho años que esté cercano a fútbol, puede sufrir una decepción por amor a una chica, porque al único ente que profesa su fidelidad inquebrantable es a una escuadra de fútbol, esa que entrena cinco o seis días a la semana, se concentra uno y el restante se lo dedica a jugar; su objetivo y su única obligación es ganar, máxime si es una final ¿Qué decepción más grande puede haber para un niño de ocho años que vio a su equipo aplastar a los rivales, y qué no gana el partido en el que tiene la obligación? ¿Que decepción más grande qué ver a tu equipo perder cero a dos, transcurridos apenas dos minutos de haber iniciado la final decisiva?
Recuerdo no haber llorado por pena, por vergüenza a ser señalado y posiblemente hasta por ser captado por las cámaras de transmisión, pero sé que los treinta mil aficionados que estaban en el estadio querían hacerlo, incluso la figura siempre estoica de mi padre pude verla frágil, sudorosa y ansiosa, entonces le pedí regresáramos a casa; lo acepto, estaba huyendo de la primer catástrofe que me tocaba presenciar, antes de eso solo había sentido el dolor en la muerte de Goku a manos de Mayunia (a.k.a. Picollo), pero ahí, mi padre en una acción forjó (tal vez sin querer) un espíritu de persistencia, de confianza, de fé ciega, de amor hasta el final
-¡Perate! ¡perate! ¡¡Esperate!! ¡¡¡Chingada Madre!!!-
Su dialogo no había sido tierno, suave, ni siquiera considerado por mis siete años, pero sus ojos fijados duramente a los míos, instaló un mensaje en lo más recóndito de mí, ese acto cambio mi actitud hasta ahora.
Las fallas de un equipo que estaba invadido por la inexperiencia y el miedo al fracaso levantaban sonidos de desaprobación, tronidos de boca, gritos de desesperación, contemplé la mutación de la perra brava, de la porra de Neza, de todo el estadio: de ser aficionados a directores técnico, el Greñas incluido. No lo podía entender, parecía que se apoyaba con indicaciones técnicas y no con cánticos. Mi padre y su frente amplía sudando, reprobando las pérdidas de balón en medio campo de Nuñez, Rangel, Taboada, los malos despejes de Albarran, las faltas innecesarias cometidas por Macías y Blanco, la imposibilidad de mandar un buen centro por parte de Alfaro. Lo increíble de todo esto es que solo habían pasado tres minutos.
Dicen que el fútbol es un juego de once contra once (más los cambios), pero un argentino doce años atrás había demostrado que Dios puede tomar partido por una de las dos escuadras. Entonces lo ví, lo sentí: treinta mil aficionados con nada más que suplicas revivieron a un equipo que parecía muerto, lo sé porque yo fuí uno de ellos. En un balón rechazado por la saga necaxista al filo del área grande hicieron que apareciera la figura de Toño Taboada, él no lo pensó y en un mar de cuerpos se coló un balón razo que en campo abierto pudo haber llegado hasta la Ex-cama de Piedra, afortunadamente las redes de la portería lo detuvieron, el alarido se sintió caliente, las tribunas (en ese entonces permisivas con la entrada de banderas) se pinto de rojo, y un grito que nació en el béisbol infantil se instaló en suelo mexicano, se adaptó a las circunstancias hostiles y desalentadoras del fútbol
-SI SE PUEDE, SI SE PUEDE, SI SE PUEDE-
Los otros cuatro goles del Deportivo vinieron empujados por toda una ciudad, es innecesario que los describa, vine a describir como se concretó el recuerdo más bello que tengo de mi padre: la sensación de rozar por primera vez y otras cuatro ocasiones más la bandera gigante que se desplegaba sobre la Perra Brava desde el tablero electrónico a cada gol, los estallidos de los cuetones y el olor a pólvora en las celebraciones, la desnudez de mi torso, y que compartía con otros tantos en la tribuna, el hedor de cerveza sobre los vasos a las doce del día, la imagen de Cardozo corriendo a la esquina de Sombra Preferente y Sombra General, y el estallido cronometreado de unas bengalas que hicieron más histrionico su festejo, ver a los periodistas metidos en el campo sobre la figura de Pepé en el gol definitivo, el marcador electrónico:
45:00
2o. Tiempo
Toluca 5
Necaxa 2
El abrazo en el que nos fundimos mi padre y yo cuando Brizio pitó el final; e´l fue Estay, yo llevaba una playera con el 23 de Abundis. Domingo día de las madres de mil novecientos noventa y ocho: el recuerdo más bonito que tengo de mi padre.
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El dia que supe que My mom is the most bigger shit
Soy víctima de la pobreza, en sus diferentes clasificaciones y con cualquiera de las variables e indicadores que la analicen, sí, LA PADEZCO; eso desde que era niño y como muchas familias mexinacas, resultado de la huida de un padre que había sacado de trabajar a su esposa por celos, esa huida de mai fader hizo que nos refugiáramos: mi jefa, mi hermano y yo, en la casa de los abuelos de mi madre, jefes de sus jefa.
Eran buenas personas, habían dado asilo a casi todos mis tíos, en el pináculo de su existencia “los abues” fueron responsabilidad de mi madre y en parte mía y de mi hermano, los abues no tenían mucho capital, la mayoría la habían maladministrado o lo invirtieron en terrenos que después habrían de heredar a sus vástagos, por lo que muchas cuentas de la casa recayeron en el monedero de mi má, la despensa, el gas, la cocacola, pero la luz no.
Tito uno de los tíos de mi mamá le sabía a la luz, enseñanza que le heredo a la mayoría de sus hermanos, entre ellos Jaime; las casas de Jaime y Tito le hacían sanduich a la casa de los abuelos, ellos tuvieron hijos, y sus hijos tuvieron esposas,en ese polígono urbano se lego a formar una especie de vecindad, y en la precariedad de su arquitectura improvisada, muchas paredes se compartían, muchas tomas de agua y drenaje tenían el mismo curso, y muchos cables de luz se combinaban, por lo que tres casas, en algún momento, llegaron a compartir la misma bajada.
Las bajadas de luz, durante algún tiempo estuvieron a cargo de Luz y Fuerza, pero entre los 9 a 14 años no recuerdo una visita de los trabajadores a la casa, ni siquiera de escuchar la súplica de -Joven, no la corte y le doy pa`l frutsi-. Pero un día todo cambio, empezaron a hacer mas cortes que carnicero, la pobreza nos agarro con la guardia baja que no alcanzamos para completar para el chesco del joven electricista, por lo que Jaime tuvo que conectarnos a la toma de la casa de Tito (quién ya había colgado los tennis); el recibo de luz de la casa de Tito comenzó a llegar alto (casi como si fuera cantina clandestina... o como sí fuera proveedor de dos casas más -_-). Y eso no paso desapercibido para Esmeralda, nuera de Tito y comadre de mi mamá (acá mi madrina). Un día, a ellos también se les hizo imposible pagar la luz, por lo que se hizo el apagón en las tres casas, Jaime tuvo que improvisar unos diablos que proveyeron de luz a su casa y a la de los abues, eso hasta que fuera el próximo recorrido; y como no hay fecha que no llegue y plazo que no se cumpla, the exorcist electricists llegaron a cortar diablitos, yo me había dado cuenta de su (sagrado) arribo porque había salido por la Coca inmediato le avise a mi mamá, aunque cuando llegue a la cocina la casa seguía en ON.
-Pinche Jaime!! no se desconectó de la casa de la comadre- dijo mi mamá
Esmeralda había pagado su recibo, por lo que no sufriría corte, y víctima de sus sospechas no tardaría en llegar a la casa de los viejitos
Puta! la que se va a armar, pensé
-Afloja los focos, él de aquí, él de el cuarto y él de el cuarto de los abuelos, APURATE- dijo mi mamá
La puerta pequeña del zaguán se azoto rápidamente, mi madrina corto la comida y en actitud socarrona dijo
-ahí están los de la luz ¿Ya se las cortaron?- y prendió el interruptor
Pero el foco no soltó chispa, su cambio en el semblante fue visible, aún me sigue siendo imposible describirlo. Cuando ella se fue mi mamá nos volteo a ver, en sus ojos vi satisfación, pero también un gran vergüenza, y no sé sí con la primera o la segunda pronuncio
-¿Ya ven? Si su mamá es bien chingona, cuando ellos vienen yo ya vengo-
Aunque siendo “puritano” creo que era un acto desleal, esa para mi fue el acto de Superviviencia, esos actos que solo los pobres saben improvisar para seguir un día más, pero por su frase y su autoproclamación supe que aún entre la pobreza, mi mamá in the most bigger shit.
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