#Seth and Blanco
Explore tagged Tumblr posts
dreagonarts · 2 years ago
Text
Tumblr media Tumblr media
Wholesome'Tober. Featuring a bonus colored version. Number 16 Ok not as wholesome as some others, I just miss my pirate cats sometimes ^^
Angrily accepting a Pop-Tart
#ocs #dragon #wholesome #CLIPSTUDIOPAINT #wholesometober
3 notes · View notes
otterandterrier · 4 months ago
Text
Tumblr media
→ 'i'm sorry.' 'hold me.'
{listen on spotify}
ilomilo billie eilish | lay me down sam smith & john legend | long & lost florence + the machine | stratosphere mutemath | colour me in damien rice | see you again, love me like you do, sugar megan davis, jaclyn davies & tasha peter | work song hozier | heart's on fire passenger | i'm so in love with you jill andrews & seth avett | northern wind city and colour | i'm gonna be (500 miles) sleeping at last | call it dreaming iron & wine | ultralife oh wonder | you benny blanco, marshmello & vance joy | die with a smile lady gaga & bruno mars | hold me william fitzsimmons | superstar marina | we're still here sleeping at last
49 notes · View notes
athousandgateaux · 10 months ago
Text
I spend a lot of time seeking out and listening to queer music and artists, so I thought I'd share a list of some of my favourite artists* in case anyone's interested and doesn't know where to start.
*disclaimer: these are just some of the artists I like, not an exhaustive list of queer musicians. If you want to add suggestions, that would be awesome. I tried to group artists by genre, but many of them cross genres or are difficult to classify in that way.
Anyway, list is under the cut!
punk/metal/hardcore/post-punk
-Dog Park Dissidents
-She/Her/Hers
-Priests
-DITZ
-Crack Cloud
-Limp Wrist
-Queen Zee
-Danny Denial
-G.L.O.S.S.
-Slouch
-Tribe8
-Fit For Rivals
-Nervus
-Tacocat
-The Total Bettys
-Dyke Drama
-Pansy Division
-Art Project
-Trash Boat
-Against Me!
-Sloppy Jane
-Queen Zee
-The Degenerettes
-Size of Sadness
-Seth Bogart
-The Spook School
-Dream Nails
-Gina Young
-Mhaol
-Artio
-Arcadia Grey
-thotcrime
-VIAL
pop/hyperpop
-Rina Sawayama
-Kim Petras
-girli
-Regina Gently
-MUNA
-Janelle Monae
-George Michael
-Divine
-Noah Davis
-Sir Babygirl
-Myylo
-The Communards
-I Blame Coco
-MNEK
-Haley Kiyoko
-Boy Jr.
-Sofya Wang
-Allie X
-COBRAH
-Tayla Parx
-SOPHIE
-Hikaru Utada
-Alice Longyu Gao
indie rock / alt-pop / art pop
-Perfume Genius
-Model Child
-Shamir
-Lynks
-ZEE MACHINE
-Cry Club
-The Magnetic Fields
-Patrick Wolf
-Owen Pallett
-Black Belt Eagle Scout
-Moses Sumney
-Yves Tumor
-Anna Calvi
-Ah-Mer-Ah-Su
-Xiu Xiu
-Black Dresses
-NoSo
-Rostam
-Left at London
-Sneakyseabear
-Rosie Tucker
-MEN (JD Samson)
-Le Tigre
-Lord Troy
-Hunx & His Punx
-Arthur Russel
-Cris Derksen
-Ezra Furman
-Rhumba Club
-Arca
-Dizzy Fae
-The Spook School
-Jeremy Dutcher
-corook
-Saucy Santana
-Lilac Boy
-Knife Girl
-Mega Mango
-serpentwithfeet
-Bree Runway
-The Irrepressibles
-Becca Mancari
-MAN ON MAN
-Jayne County
-Gentleman Reg
-Tom Robinson Band
rap/hip-hop
-Chris Conde
-Kalifa (Le1f)
-Quay Dash
-Young M.A.
-Backxwash
-Mykki Blanco
-Ocean Kelly
-Cakes da Killa
-Ddm
-Big Dipper
-Cartel Madras
-Angel Haze
-Deep Dickollective
-Saucy Santana
-Big Daddy Karsten
-Ayesha Erotica
-CHIKA
-Tayla Parx
-Doechii
-DAMAG3
-Fly Young Red
r&b/soul/funk/disco
-Remi Wolf
-Arlo Parks
-Syd
-Shea Diamond
-Meshell Ndegeocello
-Dua Selah
-Jackie Shane
-Sylvester
-Bronski Beat
-SuperKnova
-be steadwell
-Orion Sun
-Labi Siffre
country/folk/blues
-Sufjan Stevens
-Mary Gauthier
-Trixie Mattel
-Lavender Country
-Lord Troy
-Beth Elliot
-Paisley Fields
-Onsind
-Holly Miranda
-Rae Spoon
-Grace Petrie
-Orville Peck
-Villagers
-Lucille Bogan
-Ma Rainey
-Kokomo Arnold
-Peg Leg Howell
house/electronica
-Quanah Style
-Divoli S'vere
-Boy Pussy
-Fritz Helder
-Mx Blouse
-Chippy Nonstop
-Gendered Destruktion
-dj genderfluid
-Electric Fields
-Urias
-vivivivivi
10 notes · View notes
lasmoivras · 3 months ago
Text
Tumblr media
Santo, pecador, las diferencias son mínimas cuando la invitación de Gaspar Zovel te abrió las puertas a un universo que conocías bien o, por el contrario, que ni siquiera sabías que existía antes de anoche. La iglesia St. Paul fue el lugar elegido por la Agencia Pembroke y tú tenías una única tarea para el resto de la velada: recibir el llamado para la próxima. Santo, pecador, o santo pecador, hoy tuviste la oportunidad de probarle al círculo si podían confiar en que no lo echarías a perder mientras respetabas la consigna inicial: ninguna regla aplica. ¿Lo lograste? Ya veremos. 
La alfombra roja —o más bien verde esmeralda— recibió a los atenienses como al resto de sus celebridades, si bien no todos los presentes tenían un nombre en la élite neoyorquina o la élite en general. Eran estos quienes tenían el verdadero deber de impresionar al comité de Zovel para ganarse el favor de una futura segunda invitación. Algunos lo hicieron mediante sus parejas, otros mediante sus atuendos, y hay pocos que lograron hacerlo con ambos. Si había una cosa clara, es que ningún integrante abandonaría la iglesia siendo un donnadie. Tal fue el caso de Sereia Tennant. Si bien Sereia es el foco de muchas de nuestras habladurías, no se le podría llamar más que una celebridad de nicho y el nicho se reduce a Pomona. Ahora es otro el escenario. La cita de Seth Harbolt, el actor del momento, no fue particularmente impresionante en la alfombra, pero no por eso tuvo una noche sin eventualidades. La pareja de mejores amigos decidió jugar con los límites de dicha amistad. Entre confesiones airosas y palabras reconfortantes, Harbolt y Tennant sellaron la cita con un beso. O más. 
Pero Sereia es una mujer del siglo XXI, y como tal no puede reducir su noche al encuentro con el príncipe azul. Oh, no. Tras aparente rechazo a sus avances de nombres como Gideon Buchanan y Percival Grigsby, Sereia probó su suerte con otra mujer moderna: Nola Wainwright. Como Sereia, Nola también fue una pecadora, aunque tal vez el rojo no sea del todo su color. Pero no importa, porque eso no la detuvo de tener otro de sus particulares encontrones con el mayor de los hermanos Grigsby. El joven político lució un Ta Gueule de color blanco en solitario aunque rápidamente fue visto de la mano de su jefe, el alcalde. ¿Santo, o campaña de marketing? Dudamos que la segunda dé muchos resultados, porque sucumbió al pecado tan pronto las cámaras no estuvieron presentes. Ah, pero Percy es un pecador generoso, en especial con la boca, ya que los rumores dicen que demostró sus habilidades orales con una llama nueva y una que creía apagada: Herae Borsuk y Carmine Arbury. 
Después de una discusión sobre su situationship que no los llevó a ningún lado, Nola y Percy partieron caminos. Curiosamente, los dos terminaron en el Puerto Arbury. ¿El equipaje? Unas cuantas líneas. Mientras que la inglesa le confió su desdicha laboral tras su reciente despido, el oriundo de la ciudad no tuvo ningún reparo a la hora de ir a recuperar lo que era suyo. Algunos presentes cuentan que vieron al par de exes ingresar al retablo con un sobre blanco en las manos, y abandonarlo con ausencia de prendas y caras de haber visto a Dios. Percy no se habrá arrodillado a rezarle al señor, pero quizá debería, considerando que no mucho más temprano Carmy había sido visto con nada más y nada menos que Niall Byrne. ¿No es curioso cómo funcionan las cosas, atenienses? Tan solo un mes atrás este parecía un escenario imposible, pero las imágenes dicen más que mil palabras, y estas nos revelaron que el cineasta y el crítico no podían sacarse las manos de encima. Literalmente. Ah, pero como bien dicen, el hombre tiene dos manos. En el caso de Carmine, con una implora y con la otra ordena, o por lo menos esa fue la información provista por nuestros testigos auditivos, que escucharon que, entre gritos y ruegos, Percy se declaraba propiedad de Carmy apenas unos momentos después de oír cómo el segundo hacía lo mismo con el ex de su mejor amiga, Malena Almaguer. 
Una que seguramente se sintió en su elemento fue la española. Luciendo un Mugler de color rojo, Malena introdujo al mundo a su más reciente conquista: Peter Landry, y tanto la prensa como sus fans perdieron la cabeza cuando las fotos circularon en X (f.k.a Twitter). No todos los comentarios fueron positivos, claro, pues más de uno destacó el nulo esfuerzo de Landry por quedar a la altura de su cita en pleno debut fotográfico. Pero la ropa es lo de menos entre estos dos, pues algunos sospechan que la visita a la biblioteca del interior de la iglesia no fue con la intención de iniciar un club de lectura eclesiástica. ¿Ustedes qué opinan? ¿Son stans de #Laguer? Una que no parece muy contenta es la mismísima Sereia. El pasado amoroso entre ambos les precede, y es que parece que no importa cuántas advertencias le dé Malena a la escocesa, ya sea en palabras o en tragos derramados sobre su vestido, ella se niega a soltar la mano del que nunca pudo ser. 
Pero Sereia no fue su único enfrentamiento de la noche. @carlenaupd ha estado siguiendo la reciente riña del icónico par, y es que tan pronto como aterrizaron en su ciudad de origen, Carmine y Malena no han hecho más que dar a entender que su amistad está sufriendo un importante bache, tal como señaló una usuaria en X tras filtrar fotos de ambos en pleno Bemelmans intercambiando miradas incómodas, o el usuario que le respondió con una captura del evidente unfollow de Malena a Carmine esa misma noche. Sus fanáticos teorizan sobre diferentes raíces del desencuentro: la relación con Niall Byrne o la presencia de Vesper Tate-Hayes en el bar, figuras polémicas en las vidas de ambos. Sin embargo, nuestras fuentes más fidedignas nos cuentan que el desencuentro entre estos mejores amigos se dio cuando Malena decidió haber tenido suficiente de los vicios de Carmy y se tomó la atribución de limpiar su departamento de cualquier droga con más de dos carillas en la página de la FDA. Oh, Malena, ¿no te han contado cómo se ponen los adictos cuándo les tocas el botín? Súmale a esto los infortunios de amenazar a su buena amiga Vesper de querer robarle su lugar y tienes una receta para el desastre.   
A propósito de Vesper, Arbury caminó la alfombra vistiendo un David Koma original al lado de su ex novia. Aunque ambos formaron parte del grupo de mejores vestidos de la noche, es evidente para nosotras que entre ellos no hay ninguna llama por volver a encender. Tal vez Carmine pueda sentirse inspirado por su hermano mayor, quién recientemente salió del armario para anunciar su próximo compromiso, o por qué no por la mismísima Vesper, que tras constantes idas y vueltas decidió de una vez por todas darse una oportunidad con Jesaiah Ortega, cuya cita fue nada más y nada menos que el irlandés. Este cuarteto de pseudo-swingers que combinaba a una pareja de pecadores y a otra de santos pudo gozar de la noche tal y como lo pedía el anfitrión de la velada. O por lo menos este fue el caso antes de que el infierno se desatara en el templo del señor con el infame exposé de Harrison Cavendish. 
2 notes · View notes
loshijosdebal · 1 year ago
Text
Capítulo XXIV: Bienvenida a casa
Tumblr media
Cuando llegaron al nacimiento del río Hjaal, Seth la ayudó a desmontar del caballo. El majestuoso frisón tenía un aura morada que no recordaba, aunque la verdad es que sus recuerdos del día en que la rescató de los falmer eran algo borrosos. Miró a su alrededor, inquieta y llena de dudas. Había imaginado que irían al Cerro, pero allí estaban, en mitad de la nada. Lo único que había allí era un islote en cuyo centro había una vieja torre en ruinas. Alicent abrió la boca para preguntar dónde estaban, pero no tardó en cerrarla; él ya le había repetido en varias ocasiones que se lo explicaría todo a la vuelta, ya que ahora el tiempo apremiaba. 
Miró hacia el islote, preguntándose si ese sería su destino. Como si Seth hubiera notado sus dudas, alzó una mano y frente a ella hubo un ligero destello blanco seguido de una vibración sutil bajo sus pies. Poco a poco, un camino de piedras empezó a emerger de las profundidades del lago. Las piedras eran lo bastante grandes como para pasar despreocupadamente, pero aunque parecían estables, Alicent vaciló, temerosa de caer al agua helada. Seth la tomó de la cintura, pegándose a su espalda
—Puedes cruzar —susurró con cariño desde atrás, sobre su pelo—. Quiero que conozcas ya nuestro nuevo hogar.
¿Viviremos en unas ruinas? Alicent giró la cabeza para mirarlo, dubitativa. Sonreía. De hecho, parecía estar de muy buen humor. ¿Cómo puede estar tan tranquilo? Ella tenía un nudo en el estómago, estaba de los nervios pensando en su madre y en Idgrod, pero también en todos sus vecinos.  
Seth le dio un empujón suave para animarla a cruzar. Alicent sujetó los pliegues de su vestido con las manos y lo levantó un poco. Tras juntar algo de valor, se subió a la primera piedra tras tantear su estabilidad. Una vez lo hizo, saltó a la siguiente y así hasta seis veces hasta que alcanzó el islote. Conforme se iba acercando, algo empezó a cambiar a su alrededor. Como si cayera un velo o, mejor, como si lo cruzara, la torre en ruinas se fue transformando ante sus ojos. La maleza desapareció, revelando un bonito jardín, y también lo hicieron los escombros. La torre mostró su forma original, tal y como debía haber sido antaño, antes de que las guerras y el paso del tiempo la hicieran trizas. Era magnífica, de piedra gris clara y tan alta que imponía. Su arquitectura no se parecía a ninguna que ella hubiera visto antes; parecía mágica.
Se bajó del puente, ya en el otro extremo. Un pequeño camino empedrado bordeado de campanillas moradas llevaba hasta la entrada y Alicent correteó hasta la mitad, fascinada, olvidando por un momento lo que qué estaba pasando en Morthal. Allí se giró hacia él. Seth bajó de la última piedra del puente y caminó hacia ella con parsimonia. Cuando estuvieron frente a frente, él volvió a coger su cintura para pegarla contra sí y besarla. 
—Bienvenida a casa.
Alicent sonrió, con el corazón latiendo tan fuerte que podía sentir el pulso en los oídos. Vivirían en una torre escondida donde nadie podría encontrarlos salvo que ellos quisieran. Parecía un cuento de hadas. 
—Ahora debo irme, Ali —siguió él—. Entra y ponte cómoda. A mi regreso te lo explicaré todo —prometió una vez más.
—Vuelve pronto —pidió ella en un susurro. 
—Te lo prometo.
Tras decir esto, Seth se alejó, desandando el camino hacia el puente. 
—¡Ten cuidado! —gritó, viendo cómo desaparecía de su vista.
Cuando quedó sola, Alicent se abrazó a sí misma. Todas las preocupaciones volvieron a su mente y se le hizo un nudo en la garganta. Por un lado quería que él volviera a Morthal rápido para poner a salvo a sus seres queridos, pero, por otro, tenía miedo de que le pasara algo durante el combate. Esa parte deseó que se quedara con ella allí, donde nadie podría hacerles daño nunca.
Una nueva ráfaga de viento le provocó un escalofrío y la hizo volver en sí. Cogió aire y recorrió el camino que la separaba de la entrada. Las puertas de metal eran pesadas, pero se abrieron solas en cuanto posó la mano sobre ellas, como si la torre la aceptara y le diera la bienvenida. Aunque sus ojos se habían acostumbrado a la oscuridad del exterior, la luz del interior era tenue y no la molestó en absoluto. En cuanto se dio cuenta de los pequeños orbes azules que flotaban junto a las paredes, emitiendo luz, jadeó impresionada. Si por fuera la torre parecía mágica, el interior dejaba claro que lo era.
Avanzó mirando todo a su alrededor. A la izquierda, nada más entrar, había unas escaleras de piedra que daban al piso superior, y un gato recostado sobre uno de los escalones se quedó mirando hacia ella. A la derecha había otras escaleras que bajaban. Alicent siguió al frente y llegó a una gran sala circular, en cuyo centro había otra otra sala más, también redonda. Había tanto por explorar que se sintió abrumada. Desde su posición pudo apreciar que en la sala exterior había varias mesas. Una se parecía a la que Falion tenía en su casa, donde a veces encantaba armas, joyas o armaduras. Al otro lado había una parecida que tenía varios bastones al lado. Aunque la curiosidad la invitó a rodear el anillo exterior de la torre, escuchó voces hablando en la sala interior. ¿Serán los criados? Como noble que era, tenía sentido que Seth los tuviera. No supo cómo sentirse al respecto, ya que ella siempre había tenido que hacerlo todo por su cuenta. Como fuera, se animó a entrar para presentarse. 
La puerta era de madera oscura y no chirrió cuando Alicent la empujó. Abrió la boca para saludar, pero lo que vio en el interior la dejó sin habla. Había cuatro personas en el centro de la habitación. Un hombre al que no conocía, calvo y fuerte, estaba de pie frente a un atril sobre el que dibujaba algo en unos planos. Cerca suyo, sentadas junto a la mesa, reconoció a Alva y a Laelette. Entre ellas había otro hombre, arrodillado en el suelo y con la mirada clavada en este. No llevaba más que un taparrabos harapiento y parecía herido. Que Alva estuviera allí era raro, sin embargo, ella y Seth eran amigos. Pero, ¿Laelette? ¿Qué hacía ella allí? ¿Y por qué estaba así ese hombre?
Cuando se quiso dar cuenta, todos salvo el esclavo la estaban mirando. Alicent les devolvió la mirada uno a uno, deteniéndose en Laelette. Sus ojos, extrañamente rojos, se cruzaron con los suyos y la mujer sonrió de par en par. 
—¡Alicent! —exclamó, levantándose de la mesa y abriendo ambos brazos—. ¿Te acuerdas de mí? 
—Laelette —murmuró, demasiado confundida como para articular alguna de las muchas preguntas que tenía en aquel momento—. Pero tú… te fuiste con los Capas de la Tormenta.
Laelette se acercó hacia ella, pero Alicent retrocedió por instinto. Aunque Laelette seguía sonriendo, había algo extraño en ella, algo que no le inspiraba confianza. Sus ojos brillaban con el tono de Masser, su piel tenía el color de Secunda y contrastaba con su pelo oscuro. Esto, mezclado con sus rasgos finos y afilados, la hizo sentir bastante intimidada. Recordaba a Laelette como una mujer frágil y dulce que siempre parecía un poco confundida, pero ahora eso se había desvanecido. Seguía pareciendo frágil, pero de otro modo. Ya no parecía dulce, sino salvaje. Y la confusión se había convertido en algo más. Inestabilidad. Esta se transmitía en su mirada, pero también en su voz aguda. 
—Me fui para empezar una nueva vida, como tú —respondió Laelette, indiferente a su aversión—. Si te conviertes ahora serás joven eternamente. Qué envidia no haberlo hecho a tu edad —lamentó. De pronto sus ojos se abrieron, como si hubiera tenido una idea. Luego, brillaron con ilusión. Su sonrisa se ensanchó y se hizo más fina—. Alva me ha contado que Lami pasa mucho tiempo con mi marido. Si ella se va a quedar con mi pequeño Virkmund, es justo que yo me quede con su hija. Siempre quise tener una niña, ¿sabes? —Laelette giró su cintura en dirección al hombre calvo y batió las pestañas, coqueta—. ¿Qué me dices, Movarth? ¿La adoptamos? 
El hombre rodó los ojos como respuesta y Alicent retrocedió un paso más. Quiso gritar que mentía, que su madre no se había buscado otra familia sin contárselo a ella, pero los recuerdos del último año cayeron sobre Alicent como una revelación. Lami había pasado mucho tiempo con Thonnir y ella se había alegrado por tener un poco de libertad, ¿era posible que se hubieran hecho novios? Sacudió la cabeza, negando para sí. Se aferró a la única incógnita que se atrevió a confrontar en aquel momento. 
—Yo no me voy a convertir en nada, ¿de qué hablas? —preguntó con un hilo de voz. 
Alicent miró a Alva, buscando una explicación. Y la obtuvo, aunque no como esperaba, cuando ella se inclinó sobre el esclavo. Abrió su boca pintada de rojo y sus dientes se volvieron afilados y grotescos antes de hincarse en el cuello del hombre. 
Alicent tardó unos segundos en asimilar lo qué estaba viendo. Vampiros. Son vampiros. Su rostro se descompuso en una expresión de pánico y rompió a temblar.
—¿Te encuentras bien, cielo? Te has puesto pálida —dijo Laelette. 
Alicent la miró a tiempo de ver que le acercaba una mano, dispuesta a tocar su frente. La apartó de un manotazo. 
—¡No me toques! —exclamó, retrocediendo un paso más, aterrada. 
Giró sobre sí, buscando la entrada con la mirada. Estaba a punto de salir corriendo cuando Laelette la agarró de la muñeca y la sujetó con fuerza. Su piel estaba helada y su agarre era tan brusco que le hizo daño. 
—¿Es que Lami no te ha enseñado modales, niña? —preguntó enfadada. El falsete agudo desapareció y dio paso a una voz ronca de tono frío—. Muy bien, si piensas comportarte así, tendré que enseñarte algo de respeto.
—¡Suéltame! —gritó Alicent, asustada, y empezó a forcejear. Se volvió hacia Alva—. ¡Alva! ¡ALVA, AYÚDAME! —suplicó.
Pero Alva levantó la mirada despacio y, luego, negó. Tenía un poco de sangre en la comisura del labio y la retiró con el pulgar. Lo chupó para limpiarlo antes de pronunciarse.
—Te avisé de que te alejaras de él, pero no me hiciste caso. Ahora, te aguantas.
Laelette tiró de ella hasta las escaleras y la obligó a bajar. Por más que forcejeó, no consiguió zafarse de su agarre. El sótano estaba oscuro, tanto que Alicent no podía ver nada, aunque por la soltura con la que se movió su captora, parecía que ella sí que podía ver. La arrastró por la sala y Alicent avanzó a ciegas tras ella, a la fuerza. Cuando pararon, sintió un empujón seguido de un chirrido metálico; no tardó en descubrir que venía de la puerta de la celda en la que Laelette la acababa de dejar encerrada.
Aterrada, gritó y lloró en la oscuridad. Suplicó que la sacaran y amenazó, también a voces, con que Seth se lo haría pagar cuando volviera. En algún momento comprendió que, si Seth sabía que ellos estaban allí, entonces no podrían hacerle daño; él no lo permitiría. Aquello la consiguió calmar algo pero, aunque dejó de gritar, lloró tanto que se quedó sin lágrimas. La oscuridad era insoportable y aterradora. De vez en cuando sonaba algún gemido tenue, vacío, que le daba escalofríos. Recordó al hombre semi desnudo y se preguntó si habría más así en aquel sótano. ¿Cómo puede Seth permitir algo así? La pregunta se repitió en su mente, pero se negó a ella. Quizá había algún motivo, quizá él no lo sabía. Había prometido que se lo explicaría todo a su regreso, pero no imaginaba cómo podría justificar algo así.
No supo cuánto tiempo pasó allí encerrada. Sentía los ojos hinchados por el llanto cuando escuchó un chasquido de dedos, tras el cual varios orbes rojos repartidos por las paredes se encendieron, iluminando el sótano, también circular. Cuando la luz iluminó la estancia, Alicent vio a Seth acercándose a ella, pero también que la sala estaba llena de jaulas como la suya, la mayoría ocupadas por esclavos, hombres y mujeres con aspecto cansado, atolondrados, semi desnudos y casi sin vida, como el hombre que había visto antes. Se le revolvió el estómago y, por un instante, creyó que iba a vomitar.
Seth abrió la puerta. Cuando Alicent alzó la mirada vio que, además de cansado, parecía enfadado. 
—S- Seth —murmuró, con la voz seca y ronca. Lloriqueó sin lágrimas, con un nudo en la garganta y los ojos entumecidos—. Sácame de aquí, por favor. Me… Me quiero ir —suplicó cuando él se agachó junto a ella. 
Alicent intentó abrazarse a él, pero él la sujetó por los hombros y la miró con severidad. 
—¿Qué has hecho? —preguntó. La agarró por debajo de los brazos y la levantó—. Laelette dice que te portaste con ella como una…
Las piernas de Alicent fallaron en cuanto se puso en pie y cayó de bruces contra su pecho, cortando su reproche. Seth olía a sudor, a cenizas y a sangre. Era desagradable, pero no lo suficiente como para apartarse. Se abrazó a él, desesperada.
—Te dije que te lo explicaría todo a la vuelta —reprendió él, acariciando su espalda para tranquilizarla—. ¿Es que no podías esperar?
Alicent negó, apoyada contra su pecho.
—Quiero volver a casa, Seth —pidió, ignorando sus palabras—. Tengo miedo. Esto no me gusta. Esto… ¿Qué es esto? —levantó la barbilla para poder mirarlo a los ojos. Pese a la duda, seguía teniendo la certeza de que él no le haría nada malo, así que no se alejó incluso cuando preguntó—: ¿Eres un vampiro? 
Seth parpadeó, perplejo. 
—¿Qué? No, claro que no soy un vampiro Alicent. Venga, vamos a nuestra habitación y te lo explicaré todo. 
Alicent se tensó contra él. 
—No. No voy a ir a ninguna habitación —aseguró. Lo hizo con tal firmeza que hasta ella misma se sorprendió—.  Quiero… —vaciló al ver que él la miraba con el ceño fruncido, entre extrañado y cabreado—. Quiero ir a casa, Seth.
Seth frunció todavía más el ceño.
—Alicent, no puedes ir a casa. Y lo sabes. Además, esto es lo que querías. Lo que queremos. 
—¿Que esto es lo que quería? —negó, sorprendida—. ¡SETH! —alzó la voz, y él levantó ambas cejas—. ¡VIVES EN UN NIDO DE VAMPIROS! 
Las cejas de Seth volvieron a su lugar, pero apretó la mandíbula. Parecía aún más enfadado que antes. 
—Ya veo. —Su voz sonó fría, decepcionada—. Lo tenías todo planeado, ¿verdad? —Alicent parpadeó—. Querías que te mantuviera a salvo durante el ataque para luego buscar cualquier excusa para volver a Morthal sin mí. ¿Cómo puedes ser tan egoísta?
—¿Qué? Eso no…
—¿Es cierto? Pues muévete —ordenó Seth. Fue tan brusco que Alicent quedó helada. 
A pesar del miedo y la angustia, a Alicent le bastó un nuevo vistazo a su alrededor para devolverle la mirada con firmeza. No tenía ninguna intención de quedarse en aquel lugar horrible. Desvió la mirada hacia las escaleras. Su plan todavía no había terminado de coger forma cuando Seth se adelantó a sus intenciones.
—¡SUÉLTAME! —gritó cuando la cargó sobre uno de sus hombros, como un saco de patatas—. ¡SETH, BÁJAME! ¡QUIERO IRME! 
Seth la llevó escaleras arriba varios pisos, hasta llegar a lo que debían de ser sus aposentos. Alicent no dejó de patear y sacudirse todo el trayecto y estuvieron a punto de caer un par de veces, pero no le importaba, solo quería irse de allí cuanto antes. Cuando llegaron, Seth  estaba tan harto que prácticamente la arrojó de su hombro. De no ser porque chocó de espaldas contra la pared, se habría caído al suelo. Ni siquiera se molestó en ver cómo era la sala sino que, cuando recuperó el equilibrio, clavó sus ojos en los de él, desafiante, antes de dirigirse a la puerta. Pero Seth se interpuso entre ella y la salida.
—Déjame ir, Seth —exigió.
—Tú no vas a ir a ninguna parte —replicó despacio, enfatizando cada sílaba.
Para esas alturas saltaba a la vista que no le quedaba ni una gota de paciencia. Aunque en cualquier otra ocasión se habría sentido intimidada, estaba tan enfadada que intentó empujarlo. Alicent no tenía demasiada fuerza, así que Seth ni se movió. Frustrada, empezó a golpear su pecho con los puños.
—¡Déjame ir! ¡Déjame ir! ¡Quiero volver a casa! ¡Déjame ir! —exigió sin alzar la voz, atragantándose por los nervios con sus propias palabras. 
—Alicent, si sigues así me vas a obligar a hacer algo de lo que te arrepentirás —avisó. Lo hizo en un tono tan frío y afilado que la consiguió frenar. 
Alicent se detuvo y lo miró, procesando sus palabras. La amenaza avivó su enfado y volvió a empujarlo. Nuevamente, no consiguió nada, así que se dispuso a hacerlo otra vez, pero en esta ocasión Seth la paró a tiempo. Le apartó las manos con las suyas hacia los lados y Alicent perdió el equilibrio. Aunque estuvo a punto de caer de culo al suelo, solo retrocedió dos pasos tambaleándose, hasta que se volvió a erguir. Lo miró a los ojos, con la rabia encendida. No recordaba haber estado así de enfadada con nadie.
—¡Déjame marchar! No quiero vivir contigo, ¡TE ODIO!  —chilló. 
Seth quedó ojiplático, tan sorprendido que tardó en reaccionar cuando Alicent lo esquivó y se escurrió entre él y la puerta. Ya había puesto un pie fuera cuando, de repente, los dedos de Seth se enredaron en su pelo y tiró de ella hasta el interior de la habitación. Aunque su primer impulso fue gritar por la sorpresa, la ira escaló la violencia. Alicent se giró como un resorte y le pegó un bofetón con todas sus fuerzas. El impacto sonó tan fuerte que hasta ella abrió los ojos como platos al ser consciente de lo que acababa de hacer.
Ambos se miraron a los ojos unos segundos, congelados. Luego, Seth alzó la mano y le devolvió el golpe. También lo hizo con fuerza, tanta que la cabeza de Alicent se giró tan de golpe que le giró la cara tanto como su cuello dio de sí. Tanta que, en esta ocasión, sí que cayó de culo al suelo. Lo miró desde allí, con la boca abierta, sin dar crédito a lo que acababa de pasar. La había pegado. La había pegado, y con ganas. Puede que ella lo hubiera hecho antes, pero él ni se había movido. Él sin embargo tenía más fuerza y ella notó el dolor ardiendo en su mejilla. Me ha pegado. Se llevó una mano a la cara, temblando. Su labio tembló y sus ojos se llenaron de lágrimas. 
Quedó tan desconcertada, tan incrédula por lo que acababa de pasar, que ni se enteró de que Seth había salido de la habitación hasta que escuchó el sonido de la llave cerrando la puerta. Alicent levantó la mirada despacio, comprobando que Seth se había ido. Su pulso se volvió frenético. Tengo que escapar. Se puso de pie casi de un salto, con la adrenalina dirigiendo sus acciones. Alicent giró el pomo plateado varias veces pero la puerta, de madera robusta, no se abrió. Se agarró al pomo y volcó en él todo su peso pero, aunque la zarandeó con todas sus fuerzas, la puerta siguió cerrada. La desesperación continuó creciendo en su pecho. 
Miró a su alrededor por primera vez desde que había llegado, buscando alguna otra vía de escape. Igual que la primera planta, la estancia tenía la forma de una rosca, aunque en este caso las paredes concéntricas eran medios muros que definían la zona del dormitorio. Nuevamente, la iluminación venía de unos orbes que, en este caso, emitían una luz anaranjada y tenue. Alrededor del círculo interior había varias zonas, delimitadas por la organización de los propios muebles; Alicent vio muchos armarios, un tocador e incluso un pequeño hogar alrededor del cual había varias butacas y estanterías llenas de libros. Siguió caminando y llegó a un escritorio y otra mesa que dedujo que sería para comer. En otra zona vio una bañera inmensa, cuadrada y de piedra blanca. Aunque el espacio era magnífico y estaba decorado con gusto, Alicent no sintió ninguna fascinación.
Había unas cuantas ventanas alrededor de la habitación. Una de ellas era especialmente grande, como una puerta.  Alicent se acercó y comprobó que podía abrirla. Con el corazón palpitando y la esperanza en el pecho, la atravesó para comprobar que daba a un balcón tan espacioso que incluso parecía una terraza. Se acercó a la balaustrada, solo para comprobar que la altura era inviable. Si saltaba desde allí, lo más probable es que se partiera las piernas, si es que no moría en el intento. 
Agobiada, sintió el pánico creciendo todavía más en su pecho. Retrocedió hasta volver a entrar en la habitación e intentó abrir la puerta una vez más, sin éxito. Sus pensamientos eran cada vez más difusos. El ambiente, agobiante ante la creciente certeza de que no había escapatoria. Finalmente se dejó caer sobre el suelo, agotada. Se tapó los ojos con las manos y rompió a llorar desangelada, sintiendo que cada vez le costaba más y más respirar por el pánico. Tanto que las últimas bocanadas de aire que tomó sonaron ahogadas entre los sollozos.
No podía estar pasando aquello. Estaba en una torre lejos de todo el mundo, donde nadie la encontraría nunca si él no quería. Lo que al principio pensó que sería un cuento de hadas se había convertido en una pesadilla.
2 notes · View notes
drzito · 1 year ago
Text
Las 242 peliculas que he visto en 2023 (parte 1)
Tarzan y su compañera (Cedric Gibbons, 1934).
2. El fantasma y la Sra Muir (Joseph L Mankiewicz, 1947)
3. Odio entre hermanos (Joseph L Mankiewicz, 1949)
4. Testigo accidental (Richard Fleischer, 1952)
5. El rastro de la pantera (William A Wellman, 1954)
6. El tigre dormido (Joseph Losey, 1954)
7. El quinteto de la muerte (Alexander McKendrick, 1955)
8. 40 pistolas (Samuel Fuller, 1957)
9. La maldición de Frankenstein (Terence Fisher, 1957)
10. Ocho horas de terror (Seijun Suzuki, 1957)
11. The Trollenberg terror (Quentin Lawrence, 1958)
12. La Venganza (Juan Antonio Bardem, 1958)
13. Un golpe de gracia (Jack Arnold, 1959)
14. A todo riesgo (Claude Sautet, 1960)
15. La evasion (Jacques Becker, 1960)
16. El sabor del miedo (Seth Holt, 1961)
17. Detective bureau 2 3. Go to hell bastards! (Seijun Suzuki, 1963)
18. The white tiger tattoo (Seijun Suzuki, 1965)
19. A traves del huracan (Monte Hellman, 1966)
20. El Tiroteo (Monte Hellman, 1966)
21. La soltera retozona (Silvio Narizzano, 1966)
22. Dimension 5 (Franklin Adreon, 1966)
23. Los Productores (Mel Brooks, 1967)
24. Un hombre (Martin Ritt, 1967)
25. Sebastian (David Greene, 1968)
26. El Bastardo (Duccio Tessari, 1968)
27. El lagarto negro (Kinji Fukasaku, 1968)
28. La louve solitaire (Edouard Logereau, 1968)
29. Aquel dia frio en el parque (Robert Altman, 1969)
30. Corazones en fuga (Michael Powell, 1969)
31. La bestia ciega (Yasuzo Masumura, 1969).
32. El bosque del lobo (Pedro Olea, 1970)
33. El grito del fantasma (Gordon Hessler, 1970)
34. Drácula y las mellizas (John Hough, 1971).
35. ¡Que viene Valdez! (Edwin Sherin, 1971)
36. Sangre en la tumba de la momia (Seth Holt, 1971)
37. El Otro (Robert Mulligan, 1972)
38. Hermanas (Brian de Palma, 1972)
39. Imagenes (Robert Altman, 1972)
40. Morgiana (Juraj Herz, 1972)
41. El ataque de los muertos sin ojos (Amando de Ossorio, 1973)
42. El programa final (Robert Fuest, 1973)
43. Flor de santidad (Adolfo Marsillach, 1973)
44. Lemora, un cuento sobrenatural (Richard Blackburn, 1973)
45. Messiah of Evil (Willard Huyck y Gloria Katz, 1973)
46. Una vela para el diablo (Eugenio Martin, 1973).
47. Daguerrotipos (Agnes Varda, 1975)
48. La noche de las gaviotas (Armando de Ossorio, 1975)
49. Picnic en Hanging Rock (Peter Weir, 1975)
50. El otro Sr Klein (Joseph Losey, 1976)
51. Terror al anochecer (Charles B Pierce, 1976)
52. El desafio del bufalo blanco (J Lee Thompson, 1977)
53. Largo fin de semana (Colin Eggleston, 1978)
54. El grito (Jerzy Skolimowski, 1978)
55. Los ojos del bosque (John Hough, 1980)
56. Alison’s birthday (Ian Coughlan, 1981)
57. Muertos y enterrados (Gary Sherman, 1981)
58. Wilczyca (Marek Piestrak, 1983)
59. En compañia de lobos (Neil Jordan, 1984).
60. Sangre Facil (Joel Coen, 1984)
61. Sole survivor: Unico superviviente (Thom Eberhardt, 1984)
62. Tasio (Montxo Armendariz, 1984)
63. El tren del infierno (Andréi Konchalovski, 1985)
64. El corazon del angel (Alan Parker, 1987)
65. Jovenes Ocultos (Joel Schumacher, 1987)
66. La chaqueta metalica (Stanley Kubrick, 1987)
67. El fluir de las lagrimas (Won Kar Wai, 1988)
68. Ensalada de gemelas (Jim Abrahams, 1988)
69. Kadaicha, la piedra de la muerte (James Bogle, 1988)
70. Pacto de Sangre (Stan Winston, 1988)
71. Avalon (Barry Levinson, 1990).
72. Misery (Rob Reiner, 1990)
73. La Teranyina (Antoni Verdaguer, 1990)
74. La Tutora (William Friedkin, 1990)
75. Morir Todavia (Kenneth Branagh, 1990)
76. La jungla de cristal 2 (Renny Harlin, 1990)
77. Solo en casa (Chris Columbus, 1990)
78. Alien 3 (David Fincher, 1992)
79. Mi novia es un zombi (Michele Soavi, 1994)
80. Nadja (Michael Almereyda, 1994)
81. Esto (no) es un secuestro (Ted Demme, 1994)
82. Dos Policias Rebeldes (Michael Bay, 1995)
83. El demonio vestido de azul (Carl Franklin, 1995)
84. Heat (Michael Mann, 1995)
85. Jovenes y brujas (Andrew Fleming, 1996)
86. Agarrame esos fantasmas (Peter Jackson, 1996)
87. Herbert's Hippopotamus: Marcuse and Revolution in Paradise (Paul Alexander Juutilainen, 1996).
88. La Roca (Michael Bay, 1996)
89. Tierra (Julio Medem, 1996)
90. 99.9. La frecuencia del terror (Agusti Villaronga, 1997)
91. Fallen (Gregory Hoblit, 1998)
92. Un plan sencillo (Sam Raimi, 1998)
93. El halcon ingles (Steven Soderbergh, 1999).
94. Ilusiones de un mentiroso (Peter Kassovitz. 1999)
95. Flores de otro mundo (Iciar Bollain, 1999)
96. Ravenous (Antonia Bird, 1999)
97. Wisconsin Death Trip (James Marsh, 1999)
98. Dagon: La secta del mar (Stuart Gordon, 2001)
99. Escalofrio (Bill Paxton, 2001)
100. Dracula: Pages from a Virgin's Diary (Guy Maddin, 2002)
101. 2 hermanas (Jee-Woon Kim, 2003)
102. Dos policias rebeldes II (Michael Bay, 2003)
103. Los Angeles Play Itself (Thom Andersen, 2003)
104. El reportero: La leyenda de Ron Burgundy (Adam McKay, 2004)
105. El Septimo Dia (Carlos Saura, 2004)
106. La vida que te espera (Manuel Gutierrez Aragon, 2004)
107. Los Edukadores (Hans Weingartner, 2004)
108. Misteriosa obsesion (Joseph Ruben, 2004)
109. Yo, Robot (Alex Proyas, 2004)
110. Hostel (Eli Roth, 2005)
111. Wolf Creek (Greg McLean, 2005)
112. Bajo cero (Frank Marshall, 2006)
113. El Inadaptado (Jens Lien, 2006)
114. Sheitan (Kim Chapiron, 2006)
115. The last winter (Larry Fessenden, 2006)
116. 30 dias de oscuridad (David Slade, 2007)
117. Borderland. Al otro lado de la frontera (Zev Berman, 2007)
118. Diarios de la calle (Richard LaGravenese, 2007)
119. Frontera(s) (Xavier Gens, 2007)
120. Hostel 2 (Eli Roth, 2007)
121. Water Lilies (Celine Sciamma, 2007)
2 notes · View notes
ao3feed-moonknight · 2 months ago
Text
Cuando el Olimpo Besó a Egipto
read it on AO3 at https://ift.tt/BvYxFjP by Blackmoon2750 Muchos dicen que cuando los Dioses son olvidados estos mueren y se pierden entre el polvo del plano de la creación. Pero también existen Dioses que al llevar tanta irá, rabia, dolor y pena en sus vidas inmortales hasta su triste muerte. El destinó se apiada de estos dándoles la oportunidad de quizás tener un nuevo comienzo siendo un lienzo en blanco. Solo que Seth quería era desaparecer, no quería que nada quedara de el y ser quizás olvidados donde nada o nadie pudieran lastimarlo. Pero el destinó era caprichoso y este lo enviaría a donde quizás fuera feliz, malditos sean todos si lastimen otra vez aun alma que brillo tanto que tuvieron que apagarla y romperla porque envidiaban o codiaban esa llama ardiente. Mientras los desiertos extrañan la alegría y la luz. Los mares y el Sol, finalmente tendrían a su amado. Words: 7353, Chapters: 6/?, Language: Español Series: Part 3 of Percy Jackson 💙🧜🏼♀️ Fandoms: Percy Jackson and the Olympians & Related Fandoms - All Media Types, 엔네아드 ENNEAD (Webcomic), Sumerian Religion, Ancient Egyptian RPF, Moon Knight (TV 2022) Rating: Explicit Warnings: Graphic Depictions Of Violence, Major Character Death Categories: F/M, M/M Characters: Apollo (Percy Jackson), Seth (ENNEAD), Percy Jackson, Poseidon (Percy Jackson), Marc Spector, Khonshu (Marvel), Ennead Gods, Camp Half-Blood Campers (Percy Jackson), Chiron (Percy Jackson), Dionysus (Percy Jackson), Castor (Percy Jackson), Pollux (Percy Jackson), Annabeth Chase (Percy Jackson), Gods and Goddesses (Percy Jackson), Hades (Percy Jackson), Inanna | Ishtar (Mesopotamian Mythology), Astarte (Canaanite Religion), Sekhmet (ENNEAD), Hathor (ENNEAD) Relationships: Apollo (Percy Jackson)/Percy Jackson/Seth (ENNEAD), Apollo/Percy Jackson, Khonshu/Marc Spector, Poseidon/Marc Spector Additional Tags: Alternate Universe - Canon Divergence, Ancient Egyptian Literature & Mythology, References to Ancient Greek Religion & Lore, Seth fainted/died after the trial after losing to Horus, Percy is half Egyptian, Bisexual Percy Jackson, Percy born in Chipre, Jewish Marc Spector, Bottom Marc Spector, Parental Khonshu (Marvel), Khonshu Being a Little Shit (Marvel), Large Khonshu (Marvel), Manipulative Khonshu (Marvel), Possessive Khonshu (Marvel), Poseidon Loves Percy Jackson, Protective Poseidon (Percy Jackson), Dark Percy Jackson, Dark Apollo (Percy Jackson), gods being gods, Good Parent Hades (Percy Jackson), Powerful Percy Jackson, The Demigods have certain mythical aspects of their divine parents, Implied/Referenced Sexual Assault, Psychological Torture, Implied/Referenced Torture, Victim Blaming, Annabeth Chase Bashing (Percy Jackson), Female Percy Jackson, Mesopotamian Mythology - Freeform read it on AO3 at https://ift.tt/BvYxFjP
0 notes
spryshin · 3 months ago
Text
Así una cosita bien rápida de Seth y su hermano (aún no me decido por el nombre lol) por k les quiero a mostrar más de su lore
Tumblr media
Tumblr media
Y aquí completo yay
Resumen corto de su lore, el está relacionado con la magia desde más joven, años antes de que Seth siquiera fuera mandado al Devildom, pero odia a los demonios así que no se relaciona con ellos. Por eso también tiene mechones blancos (como el HC que mencioné en otro post)
Es el medio hermano, resultado de una infidelidad de parte de su padre (we como en LATAM) pero tienen tenían una relación cercana. Es el hermano de en medio.
0 notes
mundoxnews · 3 months ago
Text
Elon Musk en la mira: críticas lo convierten en el hazmerreír de la red
Elon Musk, reconocido por su liderazgo en empresas como Tesla y SpaceX, ha sido blanco de burlas y críticas en redes sociales y programas de televisión, donde cuestionan si un genio también puede cometer errores tontos. El comediante y presentador Seth Meyers, en su programa Late Night, resaltó una serie de errores cometidos por Musk en su incursión en la política, especialmente tras su…
0 notes
stratverse · 5 months ago
Text
4/5/13: Giants Beat Cards With Late Runs
STL: 010 000 000 // 1-7-0 (LoB: 9) SF: 000 000 30x // 3-8-0 (LoB: 6)
WP: Gaudin (1-0); LP: Westbrook (0-1); S: Romo (2) HR: none
Ángel Pagán laced a 1-out, 2-run triple in the 7th inning and came home on Marco Scutaro's subsequent sacrifice fly, giving the Giants a 3-1 lead that they would preserve en route to a victory in their home opener for the 2013 season. The Cardinals started the scoring first, getting a run in the 2nd on back-to-back hits, sandwiching a stolen base, but were unable to break through after that as Barry Zito and 3 relievers combined to shut them out the rest of the way. On the other hand, the Giants didn't get to Westbrook until very late - 3 double plays helped ensure that. However, in the 7th, a 1-out walk followed by a single led to the end of the night for Westbrook, and Pagán and Scutaro greeted reliever Seth Maness with hard hit balls that flipped the script on the game. Pagán went 2-4 with the triple and the 2 RBI to lead the way for the Giants.
(Strat notes: A couple reliever swaps for cardless players for both teams, including Seth Maness for the Cards - that didn't work out so hot today, though. The bigger issue for both teams was injuries - the Giants came in without Gregor Blanco so they had to start Andrés Torres; the Cardinals were without Daniel Descalso and Matt Carpenter, so they started Kolten Wong - who in reality would not be called up till much later, but they have a dearth of middle infielders - and Ty Wigginton. The 2 replacement Cards combined to go 0-6 with a walk; Torres went 0-3 with 2 of the Giants 3 GIDPs.
Got burnt once again by leaving the starter in too long, maybe - Westbrook was at 6 IP - I think his PoW is 6, maybe 7 - but he'd only allowed 6 hits and 3 walks to that point. Of course, backfired almost immediately - maybe the fact a lefty was coming to the plate should've been enough to overcome the good start. Still need to get better about that. Same for the Giants, though - Barry Zito, him of a PoW 5, started the 7th having only given up 5 hits and 1 run, and gave up 2 that inning. But I left him in to face 1 last batter, a lefty, which worked out as he got a K, and Gaudin came in with 2 outs and got an out to keep the score at 1-0. I keep thinking "go until they hit fatigue," but always end up falling short of that while still leaving them in long enough to pick up the loss when the reliever allows the inherited runners to score.)
San Francisco 2-2; St. Louis: 1-3 Next game in replay: SD (Marquis, 0-0) @ COL (Francis, 0-0)
0 notes
ainokawa-man · 5 months ago
Text
I Made My Stepsister Squirt
I Made My Stepsister Squirt スタジオ: Devils Film 更新日: 2024/12/27 時間: - 女優: Adira Allure Chanel Camryn Coco Lovelock Gizelle Blanco Nade Nasty Nathan Bronson Seth Gamble Victor Ray ***********************************
Tumblr media
【DVD・ストリーミング エロ動画 ネクスト】 https://uradvd-next.com/ ストリーミング・ダウンロード・DVD お得なポイント制導入 $1.69~ ***********************************
0 notes
motorsportverso · 5 months ago
Text
Dakar rally results etapa 10
Tumblr media
Cars
O Nani Roma voltou a vencer uma etapa após jejum 10 anos , sua ultima vitória de etapa foi em 2015 com Mini, é foi a primeira vitória de etapa da Ford.
1-227-Nani Roma\Alex Haro-Ford Raptor T1+-Ford M-Sport-T1+-2:06:34
2-203-Lucas Moraes\Armand Leon-Toyota GR Hylux T1+-Toyota Gazzo Racing-T1+-2:06:52
3-214-Baragwanath\Cremer-Century CR7 T1+-Century Racing Factory-T1+-2:04:14
4-242-DANIEL SCHRÖDER\Henry Carl-VW Amarock WCT T1+-PS LASER Racing-T1+-2:11:45
5-216-Juan Yacopiani\Daniel Oliveiras-Toyota GR Hylux T1+-Over Drive Racing-T1+-2:11:52
6-212-Cristina Guttierrez\Pablo Moreno-Dacia Sandririder T1+-Dacia-T1+-2:12:19
7-217-Krotov\Zhiltstov-Mini Cooper 3.0 T1+-X-Raid Mini-T1+-2:13:10
8-204-Seth Quinteiro\Dennis Zenz-Toyota GR Hylux T1+-Toyota Gazzo Racing-T1+-2:13:41
9-234-Koloc\Delauday-Red Lined Revo T1+-Buggyra ZM Racing-T1+-2:14:21
10-209-Serradori\Minaudier-Century CR7 T1+-Century Racing Factory-T1+-2:15:52
Na geral Hank Lategan voltou a liderança porque Yazeed All Raghi perdeu 18 minutos na etapa de hoje.
UTVs Challenger
1-305-Dania Akeel\Sthephanie Duple-Taurus T3 Max-Team BBR-T3.1-2:08:14
2-304-Pau Navarro\Lizandro Herrera-Taurus T3 Max-Team BBR-T3.1-2:11:18
3-319-Gonzaçalo Guerreiro\Cadu Sachs-Taurus T3 Max-Red Bull Off Road JR Team BY BFG-T3.1-2:14:02
4-312-Oscar Ral\Xavier Blanco-Taurus T3 Max-Buggy Masters Team-T3.1-2:14:03
5-325-Leverton\Perry-Taurus T3 Max-Red Bull Off Road Jr Team By BFG-T3.1-2:14:19
6-301-Nicolas Vagliasso\Valentina Pertagrini-Taurus T3 Max-Team BBR-T3.1-2:16:00
7-326-Khalid All Attyah\Bruno Jacoby-Taurus T3 Max-Nasser Racing-T3.1-2:16:58
8-327-Antoine Meo\Guilhem Alves-Apache APH-01-T3.U-Apache-T3.U-2:17:27
9-302-Puck Klassen\Chare Moore-G Rally OT3-G Rally Team-T3.1-2:19:02
10-308-David Zille\Sebastiam Cesana-Taurus T3 Max-Zille Rally-T3.1-2:19:24
Na geral a dupla Argentina Nicolas Cavigliasso e Valentina Pertagrini com uma vantagem de 26 minutos para o Portugues Gonçalo Guerreiro e o navegador Brasileiro Cadu Sachs.
0 notes
heraeb · 2 months ago
Text
Tumblr media
carmines se mantienen presionados entre sí, asintiendo un par de veces. "como te dije, no te le acerques y mantén distancia con ella, honestamente no creo que a nadie le beneficie estar cerca de amelia melbourne, ni siquiera a los amigos de otis." nombre le deja un sabor agridulce en la boca, siente que ni debería mencionarlo en voz alta por temor a mal augurio o algo; sabía muy bien lo que había hecho en contra de platinada e iba a morir en esta montaña porque, por ahora, le aseguraba tanto su seguridad como la de amistades. "no sé qué haría de estar en su lugar." si la sola idea de toparse con zephyr le helaba la sangre, siendo que sólo tenía unos cuantos meses de haberlo visto, no se imaginaba cómo sería con una ex pareja que sólo desapareció del mapa sin dar ningún tipo de señal. "igual dudo mucho que lo dejen estar a solas con ella, hay muchas personas que le quieren y se preocupan por él." está segura que ni era necesario entrometerse, sin contar que también tomaba mucho en cuenta que probablemente mencionado la estaría repeliendo después de tantos años. entrecejo se frunce apenas se siente expuesta, observándola como si le hubiera salido un tercer ojo en la frente. "supongo que algunas costumbres nunca mueren del todo." pica con una sonrisita, codeándola con suavidad. "me da la sensación que seth debe estar buscándote, estoy segura que se está dando la tarea de cuidarte." no hay una segunda intención cuando lo menciona porque de hecho, su nombre lo relaciona con alivio y protección; consideraba que ojiazul lo necesitaba. niega con la cabeza reiteradas veces, esmeraldas incluso se afilan un poco. "eso quiere ella, sereia, no le vayas a poner una mano encima." prácticamente repite lo mismo que le dijo a jesaiah en el instante que se dio cuenta que la miraba demasiado. "papá sigue en el pueblo con su novio, eros llegó hace poco y estoy quedándome con ellos hasta que decidan regresar a new york." deja los ojos en blanco, no le molestaba la convivencia, pero era obvio que las cosas seguían tensas entre patriarca y blonda. "¿qué hay de ti? me imagino que también te saliste."
Tumblr media
“lo estoy intentando, sé que no es tonta, que no está aquí simplemente para causar una impresión… está buscando algo.” aunque no está segura de qué, más le gustaría. sabe que quizás la única manera de poder tener una idea un poco más certera es conversando con ella, acercándose para presionar botones, utilizar el filo de su lengua en búsqueda de alguna respuesta o al menos indicios, más nunca se atrevería a hacerlo. no confía en sí misma. “odio que percy tenga que estar pasando por esto.” admite, confesión parece escaparse de entre los labios, más no es algo que le moleste mencionar, vínculo con mencionado ya es conocido y que existe cariño también, por lo que no se detiene en pensar demasiado. porque concuerda con ella, sabe que va a buscarlo, que intentará con sus encantos ganarse su perdón, y también está segura de que no lo logrará. a lo siguiente, sonrisa que se alza en comisuras es pequeña, más sí carga con cierta gracia. “me gusta cuando te preocupas por mi,” molesta, claro, hay confianza implícita entre ambas y se pone en evidencia en aquellas sutilezas. “ —pero si se acerca, yo tendría más miedo por ella.” volumen de voz disminuye al hablar, procura mantene comentario entre ambas, porque lo sabe desafortunado dadas las circunstancias. “por cierto, ¿estás quedándote de nuevo en la mansión de los buchanan?”
63 notes · View notes
goalhofer · 1 year ago
Text
2024 Houston Astros Players By Nationality
American: 19 (Brandon Bielak, Alex Bregman, Hunter Brown, Víctor Caratini, Shawn Dubin, J.P. France, Josh Hader, Grae Kessinger, Seth Martinez, Chas McCormick, Lance McCullers; Jr., Jake Meyers, William Murfee, Jeremy Peña, Thomas Pressly, Jon Singleton, John Sousa, Kyle Tucker & Justin Verlander) Dominican: 8 (Bryan Abreu, Ronel Blanco, Miguel Díaz, Yainer Díaz, Cristian Javier, Rafael Montero, Oliver Ortega & Framber Valdez) Cuban: 2 (José Abreu & Yordan Álvarez) Venezuelan: 2 (José Altuve & Luis García) Honduran: 1 (Mauricio Dubón) Mexican: 1 (José Urquidy) Puerto Rican: 1 (Víctor Caratini) South African: 1 (Tayler Scott)
0 notes
loshijosdebal · 1 year ago
Text
Capítulo VII: La visión de Idgrod
Tumblr media
Alicent, Joric e Idgrod se reunieron tras el aserradero al caer la tarde, cuando ya habían cumplido con sus quehaceres. Habían pasado unas tres semanas desde el Festival de la Bruma y, pese al mal presagio, las cosas seguían igual en Morthal. 
Casi todas, pensó Idgrod al reparar en que Alicent miraba una vez más en dirección al camino que unía el aserradero con el pueblo, mientras apretaba ansiosa la falda de su vestido con una mano. Siguió su mirada y la esperanza de su amiga le produjo ternura; la densa niebla ya había caído sobre la comarca y era casi imposible ver nada que no estuviera en un radio de tres metros a la redonda.
—¿Habéis quedado otra vez? 
A Alicent se le escapó una sonrisa y asintió. Desde el festival, cada vez que Seth visitaba Morthal buscaba un rato que pasar con ella. Aunque al principio no le había hecho gracia la idea, su presencia había ayudado a su amiga a sobrellevar el hecho de no haber podido hacer su ofrenda anual.
—Pasó antes por la tienda para preguntar por los huevos de cabro. —Idgrod apretó los labios para no reír por la forma en que Alicent llamó a los cauros. Pero no dijo nada, para no avergonzarla—. Se fue rápido, pero prometió que luego vendría a buscarme.
Idgrod miró a su hermano de reojo, notando que apretaba los puños con un enfado que se reflejaba en su mandíbula tensa.
—De verdad que no sé qué le ves, Ali. Da miedo, con esa mirada fría parece que te quiere robar el alma. —Su expresión se tornó teatral, y un escalofrío fingido recorrió su espalda—. Y esa sonrisita falsa —siguió—, me pone de los nervios. Ese tipo no es trigo limpio, escuchad lo que os digo.
Idgrod vio como su amiga se ponía a la defensiva. Ahí van otra vez.
—Para ya de hablar mal de él, Joric —protestó Alicent en un tono infantil—. Solo intenta ser amable y hacer amigos, ¡no te ha hecho nada!
—Por su culpa no pudimos hacer nuestra ofrenda, ¿¡te parece poco!? 
Idgrod intervino antes de que volvieran una vez más sobre el mismo tema. Habían discutido aquello al menos siete veces desde el festival.
—Chicos, parad de una vez. De verdad, empiezo a no saber cuál de los dos está más obsesionado con Seth.
Ambos se cruzaron de brazos y desviaron la mirada, cada uno a un lado. Se formó un silencio incómodo que se prolongó varios minutos. Entonces tuvo una idea. Quizá no era la mejor broma del mundo dado el contexto, pero no pudo resistirse.
Quedó inmóvil, como paralizada. Tensó los músculos de su cuerpo y entrecerró los ojos, haciendo todo lo posible por dejarlos en blanco antes de romper a temblar, como si hubiera caído en trance. Su interpretación debió de ser lo bastante creíble, ya que no tardó en sentir que alguien a su espalda la sostenía por los hombros.
—Tranquila, estoy aquí —murmuró su hermano con tono protector.
Se sintió un poco culpable por lo que estaba haciendo, pero ya no tenía sentido echarse atrás. Empezó a hablar con voz trémula.
—Alicent, te veo cruzando el templo de Mara. Y ahí está Seth junto al altar, esperándote. Pero, ¡oh no! Joric irrumpe en el templo, espada en mano, listo para desafiar a Seth por tu mano.
Relajó la mirada, curiosa por ver sus expresiones. No pudo ver a Joric, que seguía a su espalda, pero Alicent la miraba con el ceño fruncido y los labios entreabiertos, confundida. Aquello le arrancó una carcajada que fue incapaz de contener. 
Joric la soltó de golpe al escuchar su risa, y cuando se giró vio el reproche en su expresión dolida. 
—No tiene gracia, idiota —masculló con la voz ronca—. ¿Sabéis qué? Me vuelvo a casa. Tengo que hacer algunas cosas. 
—Oh, vamos Joric. No seas enfadica. 
Joric se limitó a alzar una mano reafirmando su despedida, antes de perderse entre la niebla. Idgrod intercambió con Alicent una mirada cargada de remordimiento. 
—¿Crees que me he pasado?
Alicent no sabía mentir y desvió la mirada.
—Sí… pero creo que yo también. No debería hablar de Seth cuando estamos con Joric…, ¿verdad?
Idgrod se acercó para abrazarla; Alicent era la persona más dulce y empática que conocía. Incluso en aquella situación, no podía evitar sentirse mal por herir los sentimientos de Joric a pesar de que este no tenía ningún reparo en intentar boicotear su relación con Seth.
—A Joric le gustas mucho, Ali —confesó sin romper el abrazo—. Vas a tener que ser paciente con él. 
—Pero a mi me gusta Seth —replicó Alicent con un tono cargado de culpa, alejándose un poco para hacer contacto visual. 
Sus manos quedaron sobre los hombros de Alicent y rodó los ojos.
—No me digas. No lo había notado.
En ese momento, una figura cobró forma entre la niebla. Idgrod afinó la mirada con la esperanza de ver volver a su hermano pero, en su lugar, vio llegar a Seth Athan. Intentó avisar a Alicent con un gesto mudo.
—¿Interrumpo algo? —preguntó al llegar hasta ellas. Seth tenía una sonrisa apretada, como si algo le estuviera haciendo gracia. Por un momento, Idgrod dudó si habría escuchado algo de lo que hablaban. 
Dejó caer las manos de los hombros de Alicent al tiempo que esta giró como un resorte para saludar a Seth.
—No —se apuró a decir, sin quitarle la vista de encima. Sonreía como no lo había hecho en toda la tarde—. Te estaba esperando. 
Seth, por su parte, destensó la sonrisa al escucharla y le tendió el brazo a Alicent. Aquella situación la hizo sentir incómoda. Alzó la mano para saludar a Seth, pero también dispuesta a despedirse de ambos. Cuando su amiga vio su gesto, abrió mucho los ojos y miró a Seth, haciendo uno de sus pucheros. Siempre ponía esa expresión cuando quería algo.
—Seth, ¿qué te parece si hoy nos quedamos con Idgrod? Así os podéis conocer mejor, aprovechando que no está Joric.
Seth asintió sin necesidad de pensarlo, como si la idea le pareciera estupenda. Idgrod sintió cierto alivio ante la oportunidad que se abría. Tenía sus reservas sobre la relación de Seth y Alicent; ella era dulce y un poco ingenua. Le preocupaba que él pudiera aprovecharse de eso. Con un poco de suerte, aquella tarde podría salir de dudas. 
Seth tomó asiento en uno de los troncos y Alicent no tardó en ir a su lado. Ella, por su parte, se quedó de pie, frente a ambos.
—¿Qué tal estás llevando todo lo del festival? —empezó Idgrod. 
Seth la miró como si no supiera a qué se refería. 
—¿Lo del festival?
—La gente sigue hablando de lo que pasó. Y de ti. Imagino que no están siendo muy amables —se explicó.
—Ah, eso. Sí, pero mientras Ali y tú no hagáis caso de lo que digan, todo irá bien.
Idgrod se volvió hacia Alicent, que seguía sin apartar los ojos de Seth. Desde que había llegado parecía como si para ella no hubiera nadie más que él. Podía entenderlo; Seth no solo era atractivo, sino que también cuidaba mucho su apariencia. Joric tenía un punto en lo referente al peinado; de algún modo Seth conseguía estar siempre impoluto, incluso tras haber cabalgado a Morthal desde el Cerro.  
—Sigo pensando que es muy injusto —intervino Alicent—. Tú tampoco pudiste hacer tu ofrenda.
Tras el comentario, se formó un silencio que cayó con tanta pesadez como lo hacía la bruma sobre Morthal. Idgrod pensó en su hermano y en su amiga, en el peligro que se cernía sobre ambos. Comprendió por la expresión de Alicent que ella estaba pensando en lo mismo.
Seth rompió el silencio.
—¿De verdad os sentís tan inseguras por ello? 
—Los ritos son importantes por algo. No cumplir con ellos trae consecuencias. Siempre lo hace, ¿por qué si no iba a haber tanta literatura al respecto?
Seth resopló. 
—Lo sé, pero… ¿no os parece sospechosa la fecha del festival? 
—¿Qué le pasa a la fecha? —preguntó Idgrod.
—Coincide con el día de Mephala —explicó él.
—¿Mephala? —repitió Alicent. 
—Es la daedra de las mentiras, los secretos y las conspiraciones —respondió Idgrod, todavía mirando a Seth contrariada—. Pero eso no tiene sentido… 
—Si lo piensas bien, al hacer la ofrenda revelas parte de tus temores. Cualquier seguidor de Mephala encontraría muy interesante esa información. 
Buscó la forma de rebatir su tesis, pero no se le ocurrió nada. Seth tenía razón. No sabía cómo se le había podido pasar por alto aquello. Lo miró impresionada. Tener a alguien en el grupo que compartiera sus intereses intelectuales era algo nuevo y estimulante.
—Pues es verdad —admitió Idgrod.
—Seth sabe mucho sobre daedras —dijo Alicent inocentemente. 
—¿Lo hace? —Idgrod intercaló una mirada entre su amiga y Seth, quien sonrió.
—Mi tutor me enseñó todo lo que consideró necesario para poder desenvolverme en el mundo. 
—¿Y entre esas cosas había todo un capítulo sobre daedra?
Seth se encogió de hombros, restándole importancia.
—Y aedra. 
—¿Cuál es la diferencia? —quiso saber Alicent. 
La pregunta consiguió irritar un poco a Idgrod. Seth se dio cuenta y se adelantó. 
—Daedra lleva una d al principio y aedra no lleva nada —comentó en broma, arrancándole una sonrisa a Alicent—. No, pero, hablando en serio, podría decirse que la diferencia fundamental es que, mientras que los aedra no suelen intervenir directamente en el mundo, a los daedra les encanta entrometerse en la vida de los mortales. 
Aquello hizo sentir a Idgrod un poco más cómoda. Tal vez se había preocupado por nada y a Seth realmente le gustaba Alicent, dedujo por la paciencia y la forma en que se lo había explicado. Además, Alicent le estaba prestando atención, algo que ni ella misma había conseguido. Quizá Seth fuera una buena influencia después de todo. 
—Pero Akatosh se manifestó durante la crisis de Oblivion —apuntó Alicent. 
Su comentario, exacto y oportuno, sorprendió a Idgrod. Seth también la miró con curiosidad, como si no se creyera que ella hubiera dicho aquello. 
—¿Y tú cómo sabes eso? —preguntó Idgrod. 
—Por un cuento. Mi padre me lo contaba cada noche antes de dormir —respondió Alicent ofendida, probablemente porque parecieran tan extrañados de que ella también supiera cosas. 
Idgrod intercambió una mirada perpleja con Seth. No conocía ningún cuento sobre aquel hecho histórico. 
—¿Recuerdas cómo se llama? —preguntó.
—Qué va. ¿Nunca os lo han contado? —Idgod y Seth negaron a la vez—. Qué raro… ¿A vosotros qué cuentos os contaban? 
—Pues… Sobre todo de Hermaeus Mora —respondió Idgrod—. Por las visiones.
Seth, que había estado escuchando en silencio, la miró de pronto con súbito interés. 
—Hablando de eso, Idgrod…, la visión que tuviste el día que nos conocimos ¿podría estar relacionada con lo que pasó durante el festival?
Idgrod miró hacia Alicent instintivamente. Su amiga la miraba con curiosidad, y también con un ligero reproche. No le había hablado de aquella visión. No porque le gustara guardar secretos, sino porque no había querido asustarla. No pudo evitar lanzar una mirada cargada de reproche a Seth, que alzó ambas manos.
—Discúlpame si he hablado de más. Imaginaba que se lo habrías contado. 
Idgrod negó con un suspiro, restándole importancia al asunto. Hundió los hombros y cerró los ojos, buscando la mejor forma de compartir con ellos lo que había visto. Ya no tenía sentido seguir ocultándolo. 
—El mes pasado tuve una visión, Ali. No te lo había contado porque la visión no es del todo clara y no te quería preocupar —se justificó.
Alicent asintió y miró a Seth de reojo con nerviosismo, pero él no se dio cuenta. Tenía los antebrazos sobre las pantorrillas, y la miraba con sumo interés.
—¿Qué viste? —preguntó él.
—Como decía, fue algo confuso. Mi madre insistió en que probablemente no sería nada pero… había fuego, gritos y magia —tragó saliva y desvió la mirada un instante, antes de clavar los ojos en los de Seth—. Magia negra. 
A Alicent se le escapó un gritito de horror y se tapó la boca con ambas manos. 
—Nigromantes —dijo en un susurro lo bastante alto como para que ambos pudieran oírlo. Idgrod asintió lentamente y Alicent volvió a hablar, ahora en un tono más alto— ¿Por qué no dijiste nada antes?
—Me imagino que la jarl querría mantener la información en secreto para no alarmar al pueblo —intervino Seth. 
Quiso dedicarle un gesto de gratitud, pero él había pasado un brazo por los hombros de Alicent y ambos intercambiaron una mirada; la de ella, asustada, contrastaba con la seguridad de la de él. A Idgrod le dio la impresión de que estaban teniendo una conversación sin necesidad de intercambiar palabras. Que Alicent se relajara un poco en lugar de romper a llorar se lo confirmó.
En cuanto pareció más calmada, Seth la soltó para volver a centrarse en el tema. 
—¿Cómo puedes estar tan segura de que era magia negra? —preguntó con seriedad.
Idgrod apretó los labios. Había evitado a propósito el detalle más escabroso de la historia, pero Seth no parecía dispuesto a pasar nada por alto. Quizá sea la actitud más adecuada si queremos estar preparados para lo que viene.
—Los padres de Agni estaban allí. Pero… No estaban como siempre. Estaban reanimados, lo sé. 
—¿Reanimados? —preguntó él.
—Era como si sus ojos no tuvieran vida. Daban miedo. 
Recordar aquello le provocó un escalofrío. Seth entrecerró los ojos, su expresión seguía cargada de interrogantes.
—¿Viste algo más? ¿Algún detalle que nos pueda ser de ayuda? 
Idgrod se esforzó por hacer memoria, repasando una vez más el batiburrillo de imágenes que habían asaltado su mente en aquel día. Al forzarse a recordar, cayó en algo en lo que no había reparado antes y abrió mucho los ojos.
—¡La nieve! —exclamó mirando a Seth— La nieve empezaba a fundirse, pero todavía cubría el suelo. Eso solo puede significar que ocurrirá…
—Justo después de mi cumpleaños —la cortó Alicent con un hilo de voz. Idgrod la miró y notó que temblaba. En aquel rato, sus ojos se habían empañado—. Yo no quiero que un nigromante me robe el alma, Seth. No quiero que mi alma vaya a Puerto Gélido.
Idgrod frunció el ceño, preguntándose qué clase de historias le había contado Seth. No obstante no le dio más importancia de la cuenta. Él había demostrado cierta pasión por la mitología, así que supuso que le habría hablado de Molag Bal tras el festival. Sin embargo, no le terminó de gustar que le hubiera hablado de aquello a Alicent. Mucho menos, después de lo ocurrido. Claro que Seth no la conocía como ella lo hacía. Quizá debería intercambiar con él unas palabras si aquel par pretendía seguir compartiendo tiempo.
Entre tanto, Seth había tomado el mentón de Alicent, que ahora lo miraba con las emociones a flor de piel aunque intentando reprimir el llanto.
—Shh, Ali, ¿qué te he dicho yo? —preguntó con un tono firme.
 Ella intentó responder, pero se le quebró la voz. Necesitó un segundo intento.
—Que no me pasará nada mientras estemos juntos.
Seth cabeceó secamente, como afirmación.
—Morir a manos de un nigromante es una de las cosas más horribles que te podrían pasar, ¿crees que dejaría que te ocurriera algo así?
Idgrod frunció el ceño. Aunque las intenciones de Seth fueran buenas, su elección de palabras había sido terrible. Le bastó una mirada para confirmar que habían asustado a Alicent más de lo que la había aliviado. Tanto que la joven finalmente rompió a llorar. Fue a abrazarla por instinto, pero Seth se adelantó. Alicent buscó refugio en su pecho.
—Lo siento, no quería asustarte —se disculpó él, acariciando su espalda.
Idgrod se quedó ahí sin saber qué hacer además de luchar contra la estúpida sensación de celos que le había entrado al sentirse desplazada por él. Así que empezó a caminar de un lado a otro, inquieta. 
—Ali, ninguno dejaremos que te pase nada malo. Encontraremos el modo de que estés a salvo —prometió, intentando ayudar.
 —Además, las visiones de Idgrod no siempre tienen que cumplirse ¿verdad?
Seth la miró fijamente, esperando su respuesta. Idgrod dejó de caminar y desvió la mirada. No tenía sentido mentir. No cuando Alicent ya sabía la verdad de primera mano. 
—Siempre lo hacen —respondió Alicent, aún con la voz cortada.
—Siempre hay una primera vez para todo. No pienso permitir que un puñado de nigromantes tome Morthal.
La voz de Seth fue seca, tajante. Tanto que a ella misma le sorprendió. Era como si aquello le hubiera afectado de un modo personal. Volvió a mirarlos a tiempo de ver a Seth de pie y a Alicent con los brazos todavía alzados hacia al chico.
Seth se alejó unos pasos en dirección al camino que bordeaba el aserradero antes de volverse hacia ellas. Idgrod escrutó su expresión; era seria y estaba llena de determinación. También había algo más. Parecía molesto. O enfadado. Pero aquello no tenía demasiado sentido; a fin de cuentas, acababa de mudarse al pueblo, ¿por qué le habría de afectar aquello tanto? 
—Tengo que irme —se intentó despedir él.
Pero Alicent se levantó y fue tras él, volviendo a abrazarlo.
—Quédate un rato más, por favor.
Él la separó, tomándola de los hombros. La miró a los ojos, sin ablandarse. 
—No puedo. Lo siento. Hay algunas cosas que debo hacer. 
Tras estas palabras, soltó a Alicent y, por último, miró a Idgrod y se despidió con un cabeceo antes de girar sobre sí. Echó a caminar e, igual que había llegado, Seth Athan desapareció entre la niebla.
En un claro de bosque bañado por la luz crepuscular, tres jóvenes se encuentran en medio de una reunión secreta. La escena se centra en Idgrod, una joven con expresión intensa, ojos cerrados y manos levantadas como si recibiera mensajes del más allá. A su alrededor, Alicent y Joric observan con una mezcla de asombro y escepticismo. La atmósfera es tensa, cargada de expectativa. A pesar de la seriedad del momento, un atisbo de sonrisa juguetona se asoma en los labios de Idgrod, insinuando que todo es parte de una elaborada broma. El entorno está envuelto en una tenue niebla, añadiendo un aire de misterio y anticipación. Esta imagen debe capturar el momento justo antes de que Idgrod revele la verdad, jugando con la dualidad entre lo sagrado y lo profano, lo místico y lo mundano.
Imagina una escena de tarde, tras el aserradero de una villa medieval a orillas de un río cenagoso, donde una chica adolescente de piel blanca, pelo castaño oscuro y lacio, cara larga y ojos pequeños está de pie y finge tener una premonición. Pone los ojos en blanco, finge temblar y parece estar en trance. A su espalda, su hermano varón la sujeta por los hombros, preocupado por su hermana.
6 notes · View notes
diarioelpepazo · 1 year ago
Text
Altuve jonroneó por segundo día seguido. Los siderales apelaron a la fuerza para sumar su segunda victoria de la temporada. Maikel, quien jonroneó el tercero y Salvador Pérez, se combinaron para empujar tres carreras, pero no pudieron evitar el revés de Kansas. Salvador terminó casi perfecto de 4-3 con dos impulsadas y dejó su promedio en .375. Maikel, por su parte, se fue de 5-2,jonrón, una empujada y anotada y montó su average en .280. Andrés Giménez, como segundo en el orden, bateó de 3-2, con doble, para remolcar una carrera y anotar otra, Robert Suárez se anotó su tercer salvamento. A fuerza de jonrones los Astros de Houston se sacaron la espinita de la jornada anterior, en la que dejaron escapar el juego en el noveno inning, y vencieron este miércoles 8-0 a los Azulejos de Toronto para sumar su segunda victoria de la temporada. José Altuve la botó por segundo día consecutivo para sellar una ofensiva de hasta 15 inatrapables, que incluyó cuatro batazos de vuelta completa. El dominicano Christian Javier pintó de blanco a Toronto durante 5.0 entradas, en las que recibió solo un hit, repartió hasta cinco boletos y ponchó a tres. En ese ínterin los siderales fabricaron cuatro carreras con jonrón y doble de Yordan Álvarez y sencillos de Chas McCormick y Jeremy Peña. Pero la guinda del pastel llegó entre el sexto y séptimo episodio. Con jonrones de Álvarez -el segundo del juego-, Peña y Altuve, los siderales pusieron el definitivo 8-0. Seth Martinez (1.0), Rafael Montero (1.0), Tayler Scott (1.0) y Dylan Coleman (1.0) se combinaron para completar el blanqueo. Álvarez, que terminó de 5-4, y Peña, de 4-2, empujaron tres carreras cada uno. El Astroboy, que ha tenido un espectacular arranque y batea .345, se fue de 4-1 con una empujada y dos anotadas. Christian Javier, que mantuvo su efectividad inmaculada, se apuntó la victoria y Chris Bassitt cargó con el revés, al ser responsable de cuatro carreras en cuatro innings y un tercio. Los Astros tienen record de 2-5. Maikel y Salvador  qué gran combinación [caption id="attachment_84358" align="aligncenter" width="1024"] Maikel García. Foto Cortesía[/caption] La experiencia de Salvador Pérez junto a la explosividad de Maikel García es un verdadero peligro, pero los Orioles de Baltimore pudieron sobrevivir a ello este miércoles y vinieron de atrás para vencer 4-3 a los Reales de Kansas City y quedarse con la serie 2-1. Los Reales llegaron al octavo inning ganando 3-0, gracias a Salvador y Maikel. Pero Gunnar Henderson y Adley Rutschman se combinaron en el octavo para descontar con dos y, una entrada más tarde, James McCann le dió vuelta a la pizarra con un sencillo al jardín izquierdo ante Will Smith. Los criollos no se cansan de producir “Salvy”, que disputaba su juego 1400 en MLB, empujó las primeras dos rayitas, con sencillos ante el abridor Corbin Burnes, una en el primer episodio y la otra en el tercero. Posteriormente, abriendo el último tercio del juego, Maikel García le sacó la bola a Mike Baumann para poner el 3-0. La conexión, que recorrió 377 pies, es el tercer bambinazo de la campaña para el venezolano. Salvador terminó casi perfecto de 4-3 con dos impulsadas y dejó su promedio en .375. Maikel, por su parte, se fue de 5-2 con una empujada y montó su average en .280. Andrés Giménez productivo [caption id="attachment_107796" align="aligncenter" width="1024"] Andrés Giménez. Foto Cortesía[/caption] El segunda base de los Guardianes de Cleveland, Andrés Giménez, tuvo una tarde alegre con el madero y colaboró en la blanqueada de su equipo 8 carreras por 0 ante los Marineros de Seattle, para que el conjunto de Ohio llegara a cinco victoria en la naciente campaña. Giménez, como segundo en el orden, bateó de 3-2, con doble, para remolcar una carrera y anotar otra, poniendo su granito de arena con el bate, además de colaborar como siempre con su excelsa defensa, para ayudar a su equipo a conseguir el triunfo. Con esta tarde, Giménez deja su promedio en .
346, después de pegar nueve hits en 26 turnos, lo que significa un buen comienzo con el madero en la temporada 2024, con seis carreras remolcadas y otras ocho anotadas dejando un OPS de 1.015. Esta, es la campaña número cinco de Giménez en el mejor beisbol del mundo en donde ha vestido los uniformes de los Mets de Nueva York y los Guardianes de Cleveland, con quienes se encuentra desde la zafra 2021, siendo el dueño de la segunda almohadilla. Robert Suárez dictatorial en el morrito [caption id="attachment_107797" align="aligncenter" width="1024"] Robert Suárez. FOTO: CORTESÍA[/caption] La novena de los Padres de San Diego, pasa por un comienzo de campaña intermitente, sin embargo, una de las mejores noticias es la actuación del venezolano Robert Suárez como taponero. El conjunto de la división Oeste del viejo circuito venció este miércoles por la mínima 3-2 a los Cardenales de San Luis y el encargado de lanzar la última parte del choque fue el lanzallamas criollo. ¿Cómo le fue ante los Cardenales a Robert Suárez? La confianza que le tiene el manager Mike Shildt a Suárez es tanta que lo trajo en el octavo capítulo, después de que los visitantes fabricaran su segunda rayita y evidentemente el derecho respondió al llamado, a pesar de que tuvo ligeros problemas de control.  La labor de Robert fue de un inning y dos tercios, aceptando un sólo sencillo, además de propinar dos ponches y dos pasaportes, en una noche donde su principal arma fue su potente recta, la cual siempre estuvo rozando las 100 millas por hora. ¿Cuántos salvamentos tiene Robert Suárez esta temporada? Con este nuevo rescate, el cerrador nativo del país cosecha tres salvamentos, de los cuatro triunfos que tienen los Padres en la naciente zafra. Esto quiere decir, que no ha perdido ninguna oportunidad de rescates porque tiene tres presentaciones en este torneo. Para recibir en tu celular esta y otras informaciones, únete a nuestras redes sociales, síguenos en Instagram, Twitter y Facebook como @DiarioElPepazo El Pepazo/Líder/Meridiano
0 notes