#daniela rubio
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beatrack92 · 1 year ago
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Daniela Rubio 🇪🇸
2024 Spanish 5000m Championships U20 (Gavà)
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realmadridfamily · 2 months ago
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Gabriely Miranda with Daniela Ospina and Pilar Rubio attend the Carrera Y Carrera ambassador presentation at Carrera y Carrera Flagship Boutique on April 23, 2025 in Madrid, Spain.
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coolpizzazonkplaid · 1 month ago
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La heredera del Infierno
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Un corazón roto
Hacia horas, Daniela y los demás se encontraron volando rumbo a las islas Córcega y Cerdeña. La avioneta tuvo algunas turbulencias, la muchacha vio a Ashrah y Syzoth tragar con fuerza y mirar a cualquier lado y empatizó con esa sensación recordando las primeras veces que había volado con Mariano. Sus risas al verla vomitar luego de un horrible aterrizaje y las interminables charlas con Adelina con sus experiencias más descabelladas que habían tenido.
–¿Qué le harán a Adelina, Syzoth? –preguntó Daniela–. ¿Qué fue lo que vieron en los laboratorios?
–Shang Tsung experimenta con los infectados por tarkat –respondió el zaterrano–. Hace clones despiadados y letales, los que sobreviven son alimento para los enfermos o los disecciona buscando una cura… Los más fuertes les quita sus almas.
–Casi nos electrocuta y envenena –agregó Mariano–. Esperemos Adelina no le ocurriera.
–Los Fosos de Carne eran una auténtica pesadilla, querida Daniela –dijo Johnny–. Mejor que no lo hayas visto.
–Si pudo llamarnos, significa que puede caminar –dijo Kenshi–. Sino ya la hubieran experimentado o matado.
–Si algo de la daga de esa diosa está atormentando a Adelina, la mantendrían casi intacta –especuló Raiden.
–Nada se sabe con Shang Tsung –susurró Syzoth cabizbajo.
El estruendoso motor fue lo único oíble. La pelirroja mantuvo su escopeta pegada a su pecho, sus dedos estrujaron el metal frío y mantuvo la mirada en sus botas negras. El estómago le revoloteó, el corazón le latió con más intensidad y se quedó mirando el suelo. Luego, sus ojos se posaron en el paisaje nocturno, las ciudades fueron más que puntos luminosos y las nubes taparon algunas.
Durante todo el transcurso hacia Europa, Daniela apenas se atrevió a cerrar los ojos imaginando los horrores que pasaba Adelina y las miles de cosas que pudo haber hecho para evitarlo. Decirle sobre su relación con Shang Tsung a Mariano cuando había llegado a la Tierra o confrontarlo sobre lo que ocurría en el Mundo Exterior. Se maldijo por lo descuidada que había sido y cerró los ojos soltando un suspiro y guardándose las ganas de llorar. Se acomodó un rulo que obstruía su campo de visión y movió su pierna una y otra vez. Necesitaba encontrar a su amiga.
–Ya pasaremos Europa Oriental –dijo Mariano–. Dentro de poco llegaremos a Italia.
–Está bien –susurró la pelirroja asintiendo.
–La vamos a encontrar, Dan-Dan.
Volvió a asentir y se percató por los vidrios que surgía el amanecer. Los primeros rayos del sol tiñeron el cielo rosado y se acomodó en el asiento duro al lado de Mariano.
–Sí, debo cambiar los asientos.
Daniela sonrió y se mantuvo callada.
–Descansa, yo luego te llamo cuando estemos cerca.
–No puedo dormir.
–Te vi peleando contra el sueño. Anda a dormir, yo te llamo.
La cabeza de Daniela cayó contra el asiento y sus ojos se cerraron sin titubear.
–Ya estamos cerca de las islas –soltó Mariano–. En pocos minutos, vamos a aterrizar.
–¿A cuál vamos primero? –cuestionó Kenshi.
–A Córcega –respondió.
La ciudad se hacía más grande al igual que la pista de aterrizaje, las personas se movían aquí y allá alrededor de los otros aviones y se preparaban para despegar. Daniela se sorprendió que Mariano haya aterrizado con normalidad por primera vez y escuchó cómo sus amigos soltaban el aire contenido. El rubio tomó un mapa de entre las profundidades de su mochila, mientras se levantaba y se dirigía con el resto desplegándolo en la pared metálica.
–Bien, tenemos ocho ciudades costeras y nueve playas –informó Mariano–. ¿Por dónde empezamos?
–Conozco un poco las playas y también, las de Cerdeña –dijo Johnny alzando la mano–. Hice una película hace unos años. Algo recuerdo.
–Bueno –dijo Raiden–. Entonces ve con Kenshi y Daniela, creo que puedo llevarlos si Johnny recuerda bien el sitio. Estuve practicando mi teletransportación y puedo usarla para largas distancias.
–Está bien, entonces nos encargamos de las ciudades costeras –afirmó Mariano–. Pero por favor, Ashrah y Syzoth, vístanse apropiadamente.
–¿Qué hay de malo con nuestra ropa? –preguntó la demonio observándose y luego al zaterrano confundida.
–No parecen turistas –dijo Daniela–. Si los hechiceros están aquí o sus secuaces, los van a descubrir. Tengo una muda de ropa que creo que te queda bien.
–Yo tengo allá en la esquina, por si preguntas, Syzoth –soltó el rubio.
Mientras la pareja se cambiaba, el resto del grupo se fue de la avioneta. Daniela se quedó sentada en un ala mirando el paisaje frente a sus ojos y el corazón le bombeó con más intensidad. El calor del sol la azotó, el sonido de las olas y el barullo de la ciudad inundó sus oídos. Aspiró el aire salado y vio a Raiden llevarse a Johnny y Kenshi. Los rayos los rodearon y desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos dejando un leve aroma a quemado.
Los demás fueron hacia la capital de la isla, Afaccio. Estaba atestada de turistas hablando en diferentes idiomas, los vendedores ambulantes ofrecían diferentes productos y los músicos tocaban sus instrumentos mientras la gente los observaba dándoles dinero. Daniela no se despegó de Marino y vislumbró a Syzoth, Ashrah y Kung Lao temiendo que se perdieran entre la muchedumbre. Sus rostros mostraron sorpresa y curiosidad por lo que veían. Los locales atiborrados, la arquitectura sofisticada, las estatuas desgastadas, las plazas con calles empedradas y los autos pasar de un lado al otro.
–Es un sitio hermoso –soltó la demonio hipnotizada–. ¿Hay más ciudades así?
–Todavía no viste Buenos Aires –dijo Mariano sonriente–. Ni Tokyo…
–O Barcelona, Nueva York, Hong Kong –siguió Daniela–. Todas son hermosas y tienen algo que las diferencia.
–Que maravilloso.
Buscaron por toda la capital. En las cercanías de los puertos, las orillas del mar, las alcantarillas y la playa más próxima. No había ningún rastro de los hechiceros ni indicios del laboratorio. Llegaron a la avioneta al atardecer, el cansancio le pesó en los hombros a Daniela, Mariano soltó una maldición pateando la tierra y la pelirroja le puso una mano en el hombro dedicándole una sonrisa pequeña.
–Mañana volveremos a buscar.
–Está bien.
Los truenos sonaron por el alrededor y los rayos comenzaron a caer en el suelo, Daniela vio a Raiden, Johnny y Kenshi aparecer caminando hacia la avioneta. La muchacha se les acercó, pero el mafioso negó con la cabeza apagándole la esperanza.
–Voy a buscar algo de carne, sino voy a enloquecer quedándome sentado –dijo Mariano poniéndose de pie.
Se perdió entre las calles poco iluminadas y los demás empezaron a preparar lo necesario para la cena. Cada poco tiempo, la muchacha se acercó a fisgonear las calles mientras mezclaba lo poco que tenía de ensalada y siguió pensando en dónde podían buscar a Adelina. La joven volvió a salir de la avioneta viendo una vez más las calles vacías y miró por varios minutos.
–En un momento ya vendrá, Daniela –dijo el zaterrano y se volteó.
La ropa de Mariano le quedaba bien, aunque le resultó fuera de lugar verlo sin su atuendo del Mundo Exterior. La joven le dedicó una sonrisa débil. No se acostumbraría a verlo con la remera negra de One Piece ni jeans negros y zapatillas blancas. Tampoco ver a Ashrah usar una camisa verde agua, jeans azules y zapatillas negras.
–Lo sé, Syzoth, pero igual estoy preocupada. No quiero perder a otra persona más por culpa de Shang Tsung.
–Te entiendo. Ese sentimiento nunca se va tan rápido.
–Yo… Syzoth –empezó la chica–. Perdón.
–¿Por qué te disculpas?
–Por lo de Shang Tsung y no saber quién era realmente. Sé que queres odiarme, por estar con el hombre que asesinó a tu familia.
El zaterrano sonrió con melancolía.
–No es tu culpa, Daniela –dijo–. Nada de esto lo es ni siquiera lo sabías. El intentó entrar a la Academia Wu Shi usándote, lo mismo que con lo de tu amiga. No es tu culpa. No lo sabías y no dejes que eso te consuma.
–Me siento mal –susurró–. Pensé que era bueno.
–Yo también –dijo Syzoth–. Pero tienes que aceptarlo y debes enfrentarlo. Ya me perdoné a mí mismo y a ti. Debes hacerlo contigo misma.
–No sé si puedo hacerlo, siento que no tengo la fuerza.
–Tienes que encontrarla sino nunca podrás superarlo.
Las palabras la tomaron desprevenida y Daniela no pudo negar la verdad de ellas. Tarde o temprano el problema iba a tocar su puerta y debía prepararse. La joven asintió con cuidado y vio la silueta de Mariano cargando las bolsas. Se acercó a él ayudándolo, el zaterrano la imitó y el rubio agradeció en un susurro mientras caminaban hacia la avioneta.
–Estuve buscando hasta la loma del culo para que uno de esos putos me hablara en inglés. No quieren hablar otro idioma que no sea francés, hijos de puta.
–Ya está, Mariano –dijo la muchacha sonriente–. Lo bueno es que estas en casa.
Prendió las hornallas eléctricas usando el artefacto que Mariano había hecho para cargar los celulares. Colocó una sartén, esparció un poco de aceite y, al calentarse el aceite, dejó la carne. El chisporroteo se escuchó por toda la avioneta, el olor inundó la nariz de Daniela haciendo que su estómago rugiera y mezcló lo poco que tenían de ensalada. El jugo de la carne comenzó a emerger, les dio vuelta y, luego de unos minutos, sacó los primeros bifes dejándolos en los platos de plástico. Continuó enfocándose en los que quedaban y apagó las hornallas.
Todos empezaron a comer en silencio, la carne inundó el paladar de la joven y, al terminar, Mariano la ayudó a lavar los platos. Le resultó extraño no escuchar música ni soltar un comentario ingenioso, eran pocas veces que lo veía en ese estado. Discutieron quiénes empezarían hacer guardia y Daniela y Mariano fueron los primeros en ofrecerse, mientras los demás caían rendidos al sueño. Se sentaron en el ala metálica, la pelirroja vislumbró a su amigo estudiando el mapa de la isla y preguntó:
–¿A cuál ciudad nos toca ir, después?
–Estaba pensando en ir a Bonifacio, tiene acantilados y puede que esté ahí la guarida.
–Esperemos que sí.
Las horas pasaron con lentitud, las gaviotas revolotearon en el cielo soltando chillidos y las olas chocaron contra las rocas una y otra vez. El ambiente se volvió más fresco, Daniela se frotó los brazos descubiertos y empezó a caminar por los alrededores tratando de quitarse el sueño. Bostezó varias veces y la pesadez de sus párpados la fue consumiendo. Intentó mirar su celular buscando con lo que distraerse y dejar de pensar en las torturas de Adelina, mientras vislumbraba a Mariano caminar y luego limpiar sus ametralladoras. A veces, se quedaba mirando un punto fijo y volvía a lustrar las armas con más fuerza.
Una vez que su turno terminó, el dúo llamó a Kung Lao y Raiden para que vigilaran. Daniela se recostó en la pared metálica, se tapó con las mantas y usó su campera como almohada. Cedió ante el sueño sin importarle la incomodidad y se sumergió en la negrura.
–Ya buscamos dos veces en todas las ciudades –dijo Kung Lao mirando el mapa de la isla.
��También, las playas… –agregó Syzoth.
–Hicimos dos inspecciones en cada lugar y no encontramos nada fuera de lo usual –dijo Johnny–. Hay que ir a Cerdeña.
Ya habían pasado cinco días desde que comenzaron a buscar a Adelina. Mariano creyó que enloquecería por los esfuerzos inútiles. Buscaron en cada rincón y recoveco de la isla, no hubo rastro de los hechiceros ni guardias del General Shao. Comenzaba a amanecer, cuando todos equiparon las últimas pertenencias a la avioneta y, al escuchar la puerta metálica cerrarse, Mariano encendió el motor respirando hondo y contuvo el aliento. Estrujó el volante, hizo que la avioneta empezara avanzar, maniobró y surcó los cielo. En cuestión de minutos, la pista se volvió un punto diminuto, las nubes inundaron la visión del rubio y vislumbró las ciudades de Cerdeña.
Aterrizó en la capital de la isla, Cagliari. El calor volvió azotarlo, el sudor corrió por su nuca y la ropa de Mariano se le pegó al cuerpo. Volvieron a dividirse en los mismos grupos de búsqueda y empezaron a caminar por las cercanías de los puertos de la capital. Mariano escuchó la maquinaria de los puertos, los capitanes hablaban en italiano y las órdenes que se vociferaban mientras desembarcaban las mercaderías. Indagaron cada puerto, se metieron en las sucias alcantarillas y no hubo indicios de una guarida o soldados imperiales. Buscaron por muelles, vecindarios cercanos a las playas…nada.
Llegaron al anochecer a la avioneta, Mariano se recostó en el frío suelo, se cubrió el rostro con las manos tratando de no soltar un grito. Escuchó un par de pisadas, se quitó las manos del rostro viendo los ojos cafés de Daniela, le transmitieron algo de calma entre las incertidumbres y la joven le tendió la mano. Se levantó soltando una exhalación, se metió en la avioneta, observó el mapa de la isla y, con una lapicera, Mariano tachó la capital. Se enfocó en las otras ciudades costeras a las que ir, mientras escuchaba a Daniela preparar la cena.
Los truenos hicieron temblar las pertenencias, Mariano se levantó y abrió la puerta de metal viendo los rayos caer en el suelo. En un parpadeo, aparecieron Raiden, Kenshi y Johnny sin buenas noticias y el rubio maldijo en un susurro. Vislumbró a su amiga entrar a la avioneta a continuar con la cena, la imitó y preparó los platos y cubiertos de plástico. Apenas saboreó la comida, no soltó una sola palabra y, cuando terminó, la ayudó a lavar los platos. Se ofreció con Raiden a hacer guardia y le prometió a Daniela que haría el siguiente turno. Aceptó cabizbaja, se acomodó con las pocas mantas y su campera y Mariano la vio dormir.
Se quedó sentado en el ala de la avioneta observando la ciudad iluminada, mientras Raiden caminaba por los alrededores. El rubio pudo ver algunos autos atascados en las autopistas, los aviones saliendo del aeropuerto, varios departamentos con las luces y las avenidas poco concurridas. Limpió el rifle del Viejo Mario, mientras escuchaba las olas de mar y una pregunta de Raiden lo trajo a la realidad.
–¿Cómo?
–¿Cómo se conocieron? –volvió a preguntar el granjero–. Me refiero a ti y a Daniela y Adelina, si quieres hablar. Estás más callado de lo usual y me preocupa.
El rubio solo pudo sonreír.
–El Viejo Mario las salvó de un degenerado, cuando yo tenía diez años… Desde ahí, se volvieron mis amigas y hermanas. Pasamos por mucho, le prometí al Viejo Mario que las cuidaría… Y ahora, me siento un reverendo pelotudo…
–Entiendo eso –coincidió el granjero–. Si alguien llegara a lastimar a mi hermana, creo que también reaccionaría así.
El rubio alzó la cabeza.
–¿Tenés una hermana?
–Sí, está con la señora Bo –respondió Raiden con su innata tranquilidad–. Seguramente siga trabajando en la granja.
–¿Tenés una hermana y nunca nos lo dijiste? ¿Cómo no se te ocurrió comentarlo en los meses que llevamos juntos?
–Porque no vi la necesidad de hacerlo –respondió Raiden cruzándose de brazos.
–Sí, pero podrías decirlo o contar una anécdota de la infancia dónde aparece.
–No voy a hacer eso.
–Te lo perdes. Da risa.
Raiden negó con la cabeza sonriente, ambos continuaron vigilando y Mariano se puso a limpiar las ametralladoras. Al terminar, se le levantó el cabello rubio con el leve viento, se lo ató en una cola de caballo mal hecha y aspiró hondo el aire salado mientras estiraba las piernas adormecidas. Las horas pasaron de forma tortuosa, tuvo pequeñas charlas con Raiden hasta que su turno terminaba y llamó a Daniela y Kenshi. Mariano se recostó en el frío suelo metálico, le trajo algo de incomodidad e intentó dormir, aunque sea un par de horas.
Habían pasado otros cinco días sin encontrar a Adelina. Buscaron en las ciudades Olbia, Alghero, Oristano y otras más que Mariano no recordaba. Al terminar con la última ciudad, el rubio pateó un montón de tierra, la mano de Daniela tocó su hombro y la furia se fue. Le tanteó la extremidad, volteó la cabeza y le dedicó una leve sonrisa mientras la estrujaba entre sus brazos. Tenía que ser fuerte.
La muchacha entró en la avioneta y la escuchó preparar la cena. Mariano decidió quedarse un rato más afuera observando el mapa, borró otra ciudad y estudió las restantes. Las playas y ciudades costeras mayoritariamente fueron tachadas. Quedaban Costa Verde, Costa Esmeralda, Orosei, Budoni. El muchacho se frotó los ojos, el aroma de la comida invadió su nariz y le trajo una leve sensación de alivio, pero se desvaneció al pensar en dónde podía encontrarse Adelina. Las ciudades, autopistas, bosques y plazas dejaron de tener sentido. Solo observó el mapa.
–¿Qué nos queda en Cerdeña? –preguntó Kenshi.
–Un par de ciudades más, las costas Verde y Esmeralda –respondió mirando el mapa.
–Ya buscamos en todas las playas y no encontramos nada –dijo Raiden.
–Iremos a Costa Verde –afirmó Mariano–. Luego, veremos las últimas ciudades.
Escucharon la llamada de Daniela avisando que la comida estaba lista. Mariano y los demás entraron a la avioneta, comió en silencio apenas saboreando la comida y al terminar, ayudó a su amiga a secar los platos de plásticos, mientras observaba a Kenshi y Johnny prepararse para la vigilancia. Daniela se acostó cerca de Mariano tapándose con las mantas, él acomodó la campera que usaba como almohada e intentó dormir.
Cuando el sol empezaba a salir, Mariano encendió su avioneta mientras el resto del grupo revisaba si tenían todo listo para irse y despegó viendo algunas nubes en el cielo. A los pocos minutos, el rubio pudo vislumbrar la ciudad Oristana y las playas de Costa Verde, logró aterrizar y todos salieron de la avioneta. Decidieron dividirse en las playas de la costa y pusieron un punto de reunión. Los turistas se apelotonaron en las calles empedradas, los músicos tocaron sus instrumentos y los vendedores ofrecieron sus productos y comidas callejeras, mientras Mariano y Daniela buscaban cerca del mar.
El calor lo agobió, el cabello largo y rubio se le pegó al rostro y se quitó el sudor de la frente. Continuó caminando entre las arenas sintiendo cómo se le metían en el calzado, volteó la cabeza viendo apenas a la pelirroja tratar de alcanzar su ritmo soltando respiraciones pesadas y el rubio le tendió una botella de agua. La chica lo tomó como si su vida dependiera de ello y Mariano siguió buscando algo fuera de lo usual. No había nada que despertara las alarmas, su cerebro se había vuelto puré por el insoportable calor y el rubio sentía que cada movimiento le transpiraba más el cuerpo.
El atardecer había llegado, no encontraron nada en la playa ni los acantilados del alrededor. Se quedaron en la cima de una pequeña colina, Mariano se sentó en una pequeña roca soltando un quejido, sus pies estallaron aliviados y miró el extenso mar. Una vez más, todo un día desperdiciado y con la certeza de que Adelina sufría una horrible tortura de Shang Tsung y Quan Chi. Se guardó las ganas de tirar cada cosa que veía y las maldiciones que pasaron por la cabeza.
–No hay nada –susurró–. Otro día más sin encontrar nada, una mierda.
–Pásame tus binoculares –ordenó Daniela.
–¿Por qué?
–Mira ahí –señaló la pelirroja extendiendo con el índice–. Creo que vi algo.
Mariano miró hacia donde apuntaba su amiga, un acantilado que no se había percatado. Sacó de su mochila los binoculares y los puso en sus ojos. En efecto, había un pequeño muelle hecho de madera donde caminaba un soldado del Mundo Exterior y se metía dentro del acantilado. La sonrisa de Mariano apareció en su rostro y le pasó los binoculares a Daniela. Los días sin dormir, de buscar en ciudad en ciudad y no tener ninguna pista...
–La encontramos.
La chica se quitó las lágrimas con una sonrisa gigante y les avisó a sus amigos por la radio, mientras corrían hacia el punto de reunión. Al llegar, Mariano caminó en círculos con la adrenalina fluyéndole por las venas, pensó que el tiempo se volvía más lento de lo que creía y se masticó las uñas. Tenían que atacar cuanto antes el laboratorio y rescatar a Adelina. A las pocas horas, llegaron Kung Lao y Ashrah.
–¿Es verdad? –preguntó Kung Lao entre exhalaciones–. ¿Encontraron la guarida?
–Sí, está a unos kilómetros de aquí dentro de una colina –respondió Daniela sonriente.
–Había un guardia del Mundo Exterior –agregó Mariano.
–¿Pudieron ver algo más? –preguntó Ashrah.
Ambos negaron con la cabeza. Mariano vio a Raiden, Kenshi, Syzoth y Johnny venir soltando jadeos y tratando de recobrar el aire. Su mente empezó a maquinar cualquier forma de entrar, pero nada le surgía y caminó otra vez mordiéndose las uñas sintiendo la arena meterse en su calzado. El muchacho vislumbró a Daniela mover la pierna izquierda rítmicamente, escuchó las olas de mar y las gaviotas revoletearon en las cercanías soltando chillidos.
–Tenemos que volver a la avioneta y armar un plan –dijo Kenshi.
–Estamos muy cerca, hay que atacar ahora –argumentó Mariano–. No vamos a dejar a Adelina a su suerte.
–Tienes razón, pero si entramos de cabeza nos van a masacrar y no vamos a poder ayudarla.
Mariano se quitó el cabello rubio de sus ojos.
–¿Entonces qué hacemos?
–Necesitamos trazar un plan –dijo Raiden cruzándose de brazos–. Así, podemos saber si Adelina se encuentra ahí y sacarla antes de que los brujos se enteren.
–Hay que tener la cabeza fría en este asunto, Mariano –dijo Johnny.
–Es la primera vez, que te escucho decir algo coherente –soltó Daniela–. Es raro.
–Creí que Mariano estuviera más serio de lo normal, lo era –argumentó.
–Él tiene sus momentos maduros y cuando esta así, es por buenas razones. Lo tuyo es como si algo estuviera fuera de lugar.
Sonrió con ligereza por las palabras de su amiga. Por mucho que le doliera, Raiden y Johnny tenían la razón. No podían lanzarse a algo tan suicida sin saber lo que se enfrentar en ese momento. El grupo regresó a toda velocidad a la avioneta, Mariano cerró la puerta metálica y se sentó con el resto en un silencio opresivo.
–Syzoth puede infiltrarse y ver si hay un mapa del interior –dijo Daniela–. Tal vez, ver a qué nos enfrentamos.
–Podríamos entrar usando la vestimenta de soldados –agregó Kung Lao–. Sacaríamos más rápido a Adelina.
–No creo que podamos –negó Ashrah–. Si su amiga pudo avisarnos, eso despertará la paranoia de los hechiceros. Inspeccionarán a cada soldado constantemente, si nos descubren nos matarán.
Por varios minutos, quedaron en silencio. El cerebro de Mariano no le dio otra idea a la que aferrarse, lo único que pensaba era en entrar y sacar a Adelina lo más pronto posible de las garras de Shang Tsung y Quan Chi.
–Primero déjenme infiltrarme –dijo Syzoth enderezándose–. Luego, veamos qué podemos hacer con lo que tenemos en mano.
Todos asintieron y prepararon la cena que había sobrado la noche anterior. Mariano apenas consiguió saborear la comida, no podía dejar de pensar en Adelina y cómo salvarla. El apetito se le esfumó dejando a medias su plato y la frustración creció. Avisó que sería el primero en montar guardia, mientras guardaba lo que quedaba del bife y escuchó la voz de Ashrah diciendo que lo acompañaría. Una vez que Mariano terminó de ayudar a Daniela, salió de la avioneta con la demonio y se sentó en el ala. Miró la ciudad infestada de edificios iluminados, las estrellas titilaron en el cielo oscuro y el aire fresco invadió el ambiente.
Las horas pasaron entre los ruidos de las olas de mar, el estruendo de las autopistas y el chillido de las aves. El rubio caminó por los alrededores intentado sacarse el sueño y conteniendo las ganas de sentarse por el horrible dolor de pies. Pero, otra parte de él, no quería dormir en el frío suelo metálico. Por más que apreciara su avioneta como una extensión de su cuerpo, su amor tenía un límite. Cuando fue la hora del cambio, llamó a Raiden y Daniela y se recostó en la pared envolviéndose con su campera. Al cerrar los ojos, el sueño lo tomó por completo.
–Ese es el lugar, ¿vas a poder infiltrarte, Syzoth? –preguntó Mariano dándole los binoculares.
–Si logré dar una distracción en Sun Do, voy a poder con esto –respondió sonriente.
–No lo olvides, busca un mapa de la estructura y escucha todo lo que dicen los guardias –dijo Raiden.
El zaterrano asintió, miró por unos segundos a Ashrah y se arrastró por la hierba verde volviéndose invisible. Mariano y los demás se quedaron en sus lugares, observó con sus binoculares el muelle perdiéndose en el reiterado movimiento de las olas y las pocas idas y venidas de los soldados y algunos mercenarios de la Tierra. Tuvo que hacer un esfuerzo titánico para no entrar de cabeza al muelle y disparar a lo que encontrara. Afiló los cuchillos que tenía, revisó si las armas estaban cargadas y miró fijo el acantilado.
–Me aburro –soltó Johnny, después de un par de horas–. ¿Cuánto tiempo va a tardar Syzoth en buscar un maldito mapa?
–Ya voy a tener un brote psicótico de tanto ver olas de mar –agregó Mariano.
–Va a tardar lo que tenga tardar –dijo Ashrah–. Sé que estará haciendo un buen trabajo.
El rubio vislumbró la sonrisa de la demonio, ella y el zaterrano debieron unirse más con el pasar de los días en la academia y le alegró para sus adentros. Deseó que en algún momento pudiera compartir su vida con una buena mujer.
–Tengo noticias –dijo Syzoth apareciendo detrás a ellos.
Mariano dio un brinco conteniendo un grito y una maldición. Daniela le dio un espacio y el zaterrano se sentó.
–¿Encontraste algo? –preguntó Kung Lao.
–Estuve escuchando a los guardias del General Shao –empezó Syzoth–. Dicen que hubo un alboroto en los laboratorios, gritos y retuvieron a su amiga en una celda. La tienen muy vigilada, por lo que entiendo.
–¿Y el mapa? –preguntó Daniela.
Syzoth negó con la cabeza.
–¿Qué pasó en los laboratorios? –preguntó Kenshi.
–No pude escuchar mucho –respondió Syzoth–. Dicen que fue por culpa de los artefactos de la diosa y su espíritu…
–¿Cómo que el espíritu de Hela? –cuestinó Kung Lao.
–¿Encontraste algo que pueda ayudarnos a entrar? –increpó Daniela
–No sé si puede servir, pero vi interruptores de luz –dijo Syzoth–. Eran las mismas que usaba en los laboratorios del Mundo Exterior. Podríamos hacer un corte de electricidad e infiltrarnos.
–Pero si saben que Adelina nos llamó, eso alertaría a Shang Tsung y Quan Chi –argumentó Kenshi–. Un corte intencional es arriesgado.
Todos guardaron silencio.
–¿Y si lo hacemos por accidente el corte de luz? –preguntó Mariano.
–¿Cómo? No te entiendo –soltó Daniela–. Habla mejor.
–¿Si hacemos que Raiden corte el sistema? –cuestionó Mariano–. Van a creer que es por cuestiones climáticas. Tenemos que buscar la antena y antes de que el rayo salte, Raiden lo canaliza y logra cortar las luces.
–Es un buen plan –dijo Kung Lao–. Pero necesitamos una ubicación exacta de Adelina.
–No pude encontrar la celda –dijo el zaterrano–. Debe haber celdas subterráneas.
–Estoy viendo y parece que habrá una tormenta eléctrica mañana –informó la pelirroja mostrando la pantalla del celular–. La rescataremos mañana. Va a estar mañana con nosotros, Mariano…
Daniela la abrazó contagiándole el entusiasmo y la esperanza. Liberarían a Adelina y parte de la pesadilla terminaría. Se alejaron del lugar con lentitud, Mariano vislumbró el muelle desvanecerse entre el mar y las playas de Costa Verde.
El pronóstico había acertado, el día estuvo nublado y envuelto de oscuridad. Mariano creyó que serían las seis de la tarde, pero en realidad eran las once de la mañana. El grupo se mantuvo en las cercanías de la guarida turnándose en la vigilancia y el rubio se frustró por la rutinaria actividad de los guardias del Mundo Exterior. Movió la pierna repetidas veces, caminó en círculos por algunas horas y miró las playas vacías. Para su alivio, a la tarde, las gotas comenzaron a caer volviéndose un torrente, los truenos y relámpagos se escucharon en la lejanía y, en un instante, estuvieron sobre las cabezas del grupo.
Las ropas de Mariano quedaron empapadas en pocos segundos y el cabello se le pegó al rostro. Se levantó quitándole el seguro a las ametralladoras, mantuvo en su espalda el rifle del Viejo Mario rezando que la fuerza del veterano lo acompañase y observó el cielo gris. Los rayos comenzaron aparecer esparciéndose un lado al otro cada pocos minutos y los truenos hicieron temblar la tierra al igual que el pecho de Mariano. Todos se dirigieron hacia el acantilado, el barro les manchó los calzados y Raiden se aproximó al borde.
–¿Podrás canalizarlo, Raiden? –preguntó Kung Lao.
–Lo lograré.
Alzó el medallón que le había regalado a Liu Kang, soltó pequeños chisporroteos y los rayos estuvieron sobre sus cabezas. Los soldados proliferaron exclamaciones, un rayo cayó sobre las antenas y el olor a quemado no tardó en inundar el aire. El humo salió del interior de la cueva y los guardias comenzaron a dar órdenes. Mariano estrujó sus armas, se mentalizó y aspiró todo el aire que sus pulmones le permitían.
Saltaron hacia el muelle, la madera emitió un crujido y Mariano desenvainó un cuchillo cortando de un tajo el cuello de uno de los guardias. Antes de que otro pudiera soltar la alarma, Kung Lao lanzó su sombrero y la cuchilla le cortó la cabeza cayendo en un ruido sordo. Mariano y los demás continuaron avanzando entre el humo, mientras Ashrah y Kenshi desenvainaban sus espadas. Las luces titilaron, la kris de la demonio emitió la luz suficiente para poder guiarlos por los laberínticos pasillos y Mariano vislumbró las tantas puertas de maderas. Algunas cerradas con llave o con candados oxidados; otras levemente abiertas mostrando repisas llenas de papeles viejos, camillas para pacientes destrozadas y repletas de sangre y armas de todo tipo.
Varios guardias pasaron frente a ellos, el grupo se ocultó en un montón de cajas de madera y Mariano agudizó el oído escuchando el mínimo ruido y cada palabra que soltaban. Daniela volteó la cabeza y susurró:
–Siguen ahí.
Syzoth se volvió invisible, mientras Ashrah se ponía de pie. Uno de los guardias acabó sin la parte superior del cuerpo apareciendo la verdadera forma del zaterrano y la demonio se lanzó hacia otros tres guardias dejándolos degollado. Avanzaron hasta llegar a una bifurcación donde el humo salía de ambos caminos.
–Bueno, toca dividirse –dijo Mariano encendiendo una linterna.
–Si encuentran a los hechiceros e incluso a Adelina, avisen por la radio –dijo Daniela y le dio el objeto a Johnny–. Nos vemos acá, si las cosas se complican.
–Buena suerte –dijo Kung Lao y se fue junto a Raiden, Johnny y Syzoth perdiéndose en la negrura.
Mariano, Daniela, Ashrah y Kenshi se encaminaron por el lado derecho. La espada de la demonio y la linterna de Mariano proporcionaron una mejor visión del gigantesco pasillo. La sangre manchaba las paredes, las antorchas estaban apagadas, las puertas de madera mostraban cadenas oxidadas y rasguños en las paredes y el aire destilaba un olor a moho y putrefacción. La humedad le dio calor a Mariano, estrujó una de sus ametralladoras escuchando el lejano eco de las voces en el extenso pasillo y la radio emitió distorsión.
–Dani… chicos –la voz de Johnny se escuchó entre el silencio, pero las voces siguieron su conversación–. Aquí están las celdas subterráneas, pero no se encuentra Adelina. Seguramente, esté en el camino que eligieron. En unos minutos estaremos allá.
–Está bien, Johhny –dijo la pelirroja mirando a Mariano.
Sus ojos cafés destilaron un brillo que supo que significaban… Esperanza. Estaban cerca. No podían ni iban a retroceder ahora.
Solo había negrura. Adelina tuvo que hacer un esfuerzo titánico para abrir los ojos, sus brazos agonizaron y vislumbró que estaban extendidos y sus manos cubiertas de metal. Apenas recordó lo que había pasado. El poder que la había absorbido y el desastre que causó. Sintió la ira de Hela… su pérdida y dolor. Sus piernas no respondieron, cada movimiento le trajo agonía y solo observó la puerta que se ennegrecía más y más. Intentó hablar, pero soltó un quejido lastimero. Escuchó un chirrido, voces desconocidas hablaron y no entendió nada de lo que decían. Manos la tocaron y la arrastraron por el duro y frio suelo. Todo le dio vueltas y las náuseas se posaron en su garganta.
–¿Pudiste dar con la ubicación del último artefacto de Hela? –cuestionó uno de los hechiceros.
–Sí, está justo en la Fortaleza de Ying –respondió Mateo entre risas–. Estuvo en nuestras narices todo este tiempo… Ya estamos cerca…
–Entonces, en cuanto terminemos… iré a buscarlo con Quan Chi…
–¿Qué piensas del estado del estúpido de Dimitri? –cuestionó Mateo estrujando con fuerza las muñecas de Adelina–. ¿Crees que sirva si transfiero mi sangre a él?
–Tiene un estado preocupante, pero logrará reponerse en la…
Adelina volvió a sumergirse en la negrura.
El grupo continuó avanzando con el máximo de silencio posible, mientras las voces se volvían más fuertes. Mariano reconoció una… la soberbia de Shang Tsung y la de un hombre desconocido. Se ocultaron en un montón de cajas y Mariano agudizó su audición escuchando la conversación de los hombres. Vio a su amiga mirar fijamente la pared, perdida en sus pensamientos y el rubio deseó meterse en su mente y ver qué le ocurría.
–¿Crees que funcione, Shang Tsung?
–Hay que ver si el espíritu de Hela posee un rastro de poder para localizar el cuerpo –respondió el extraño y sus pisadas se escucharon cerca de las cajas donde se mantenían ocultos–. Si no, tendremos que buscar al líder de la revuelta y quién sabe dónde está.
Mariano contuvo la respiración y se encogió más en su sitio rezando que no los vieran.
–Deberías infiltrarte en la Academia Wu Shi –propuso el desconocido–. Si estás teniendo una aventura con la amiga de Adelina, convéncela de que te deje entrar y usa tu poder para pasar desapercibido.
–Es arriesgado hacer eso y más en territorio de Liu Kang –argumentó el hechicero–. El mínimo error puede costarme la vida y por lo que entendí de Daniela, no hay nada en sus bibliotecas que capture mi interés o información de Hela.
–¿Por qué te acuerdas de su nombre? Me resulta extraño –inquirió el hombre–. ¿Es interesante esa chica o las vas a usar en uno de tus experimentos? ¿Le preguntaste si sabe algo de las bibliotecas de la academia?
–No te atrevas a insinuar que tengo un mínimo interés por una habitante de la Tierra –gruñó el hechicero–. Simplemente la utilizo para sacar un beneficio, es solo un peón. No hay nada en sus bibliotecas que llame mi interés o información de Hela ¿Entendido?
–Quan Chi tenía razón en que estabas bastante a la defensiva con respecto a ella –soltó el desconocido riendo.
–Quan Chi no entiende que es mejor tener a un ingenuo dentro de la academia y funciona como un informante sin darse cuenta. Solo por eso, me acuerdo el nombre.
Mariano pudo escuchar un leve moqueo.
El corazón de Daniela se encogió al escuchar la voz de Shang Tsung, pero no era la amable que recordaba. Destilaba soberbia y arrogancia. Mantuvo su escopeta en su pecho estrujándola entre sus dedos, las palabras escarbaron en su interior y una molestia recorrió en su pecho. Todo atisbo de esperanza que tenía sobre él, se esfumó en ese instante. Quiso creer que había algo bueno en Shang Tsung, que fue utilizado o amenazado… Esas palabras apagaron toda duda. Antes de que intentara levantarse, Mariano y Kenshi la tomaron por los hombros y la obligaron a quedarse en su lugar.
Los ojos celestes de Mariano le dijeron todo. No podía moverse. Cualquier movimiento y todos estarían muertos. Notó la ira en sus ojos como el surgimiento de un tsunami, Daniela apretó los dientes, estrujó aun más la escopeta y se mantuvo en su lugar escuchando las palabras de Shang Tsung y el otro hombre, mientras se limpiaba las lágrimas.
–Ahora, enfoquémonos en encontrar a Hela –dijo el hechicero–. Acérquenla y manténgala bien encadenada, no quiero que vuelva a caer poseída.
Lo que los guardias habían dicho era cierto. El corazón se le salió al oír quejidos. Los de Adelina. Sus llantos lastimeros fueron débiles, Daniela volvió a mirar a Mariano y sus ojos celestes estallaron en ira.
–Apresúrate, quiero buscar el tercer artefacto de Hela –soltó el extraño–. Además de ver el estado del estúpido de Dimitri.
Daniela miró por encima del hombro. Shang Tsung y el otro hombre estaban de espalda al grupo y miraban a una Adelina que flotaba. La joven casi suelta un grito, pero se cubrió la boca. Miró a Mariano y supo lo que harían. Los cuatro se pusieron en cuclillas y se dividieron los enemigos. Mariano y Daniela se encargarían de neutralizar al desconocido, mientras Kenshi y Ashrah a Shang Tsung.
Se lanzaron hacia el extraño disparando, pero ya no estaba… Un agujero negro apareció frente a Mariano y salió el hombre. El rubio bloqueó el ataque usando una de las ametralladoras, mientras Daniela apuntaba con su escopeta y escuchaba los choques de espadas de Kenshi y Ashrah. El extraño se lanzó hacia Daniela, pero Mariano volvió a bloquear el ataque y le propició una patada. La pelirroja disparó, el extrañó esquivó todas las balas y se recompuso mirando con desprecio a ambos.
–Ayuda a Adelina –dijo el rubio.
La chica asintió y corrió hacia el cuerpo flotante de su amiga. La acercó como pudo, se le encogió el pecho al ver con detenimiento las heridas y contuvo un llanto. Las quemaduras sin sanar, los moretones morados y negros desperdigados por el lado derecho de su cuerpo y las uñas rotas y rojas. Al alejarla de todo el alboroto, los ojos cafés de Daniela se posaron en la mirada de Shang Tsung y... todo se detuvo. Esos ojos chocolate que tanto había adorado no mostraron un ápice emoción y el hechizo que mantenía a Adelina flotando se esfumó. Cayó como una muñeca y Daniela la sostuvo antes de tocar el sueño.
–Adelina, vamos soy yo –susurró la pelirroja quitándole el cabello negro del rostro–. Soy Daniela, Dan-Dan…
Su amiga no reaccionó. Sacó los primeros auxilios y empezó a tratar las heridas. Vendó los cortes y quemaduras, le limpió la sangre seca y la desesperación la inundó.
–¡Dale, Adelina! Despertate.
El grito de Mariano la trajo devuelta, la vio estrellado contra la pared y cayó al suelo como una bolsa de papas. El extraño giró mirando a Daniela destilando furia en sus ojos avellana, caminó hacia ella arrastrando su espada y disparó, pero ninguna bala lo había atravesado. La chica se lanzó hacia él tratando de asestarle un puñetazo, el extraño bloqueó el ataque y le dio un golpe haciéndola retroceder. Daniela se reincorporó esquivando el pie del hombre, lo tomó y apuñaló el muslo con una navaja. Preparó su escopeta y el extraño abalanzó con la espada en mano. La pelirroja bloqueó la estocada, las armas chocaron y ambos se miraron. Daniela mostró los dientes y gruñó.
–Este asunto no te incumbe –dijo el extraño.
–Lo es si te metes con mi amiga, forro.
Daniela le propició un cabezazo seguido de un golpe con la culata de la escopeta. Se alejó lo más rápido que pudo, el extraño se tocó la nariz inundada de sangre y corrió desapareciendo en un agujero negro. Surgió nuevamente dándole una pata directo al pecho, gritó sintiendo el aire esfumarse de sus pulmones y cayó lejos de Adelina. Se puso de pie tambaleante, la boca le supo a sangre y las costillas le dolieron. El hombre se preparó para embestir… pero no llegó. La espada de Ashrah lo bloqueó y se posicionó a la defensiva.
–Mi kriss ve oscuridad en tu alma… Eres algo fuera de lo común.
–Mis actos están justificados.
La demonio arremetió y el extrañó esquivó el ataque. Los intercambios de espadas continuaron, Daniela se dirigió hacia Mariano y lo zarandeó varias veces. El rubio se reincorporó, tomó el rifle del Viejo Mario y volvió a combatir. Mientras que Daniela corría hacia su amiga, la llevó a rastras a una esquina de la pared y la zarandeó una y otra vez, pero no respondía. La desesperación la inundó.
La muchacha volvió a enfocarse en curar las heridas de Adelina. Pasó alcohol por las quemaduras y cortes y, antes de que pudiera continuar, salió disparada con una llamarada hacia un costado. Vislumbró a Shang Tsung emanar a fuego de sus manos y sus ojos no mostraron un ápice de remordimiento.
–Retrocede, Daniela.
–¡Morite! –gruñó la joven levantándose a trompicones.
Tomó su escopeta y disparó, pero el fuego de Shang Tsung derritió las balas. La chica se abalanzó y escuchó gritos… Soldados aparecieron, empezaron a rodearlos y, cuando iban a atacarlos, el sombrero de Kung Lao rebanó un par de cabezas. El otro grupo había venido justo a tiempo. Raiden le propició una patada de rayos a otro soldado saliendo expulsados a la pared, Syzoth devoró hasta la mitad del cuerpo de un guardia y Johnny le dio un puñetazo a otro.
Todos pelearon contra la amenaza más cercana. Daniela procuró mantenerse cerca de Adelina y alejar a cualquiera que se le acercara. Disparó y apuñaló a cada enemigo que veía y Shang Tsung se enfrentó a ella entre todos los gritos de batalla.
–No te acerques –dijo la muchacha.
–Esto no te incumbe, Daniela.
–¡Claro que sí, hijo de puta! ¡Es a mi amiga a quien secuestraste!
Antes de poder abalanzarse contra él, Mariano se interpuso intentando atacar al hechicero. Hizo un combo de ataques unido a Johnny y lograron hacerlo retroceder. Contratacó con una llamarada, Syzoth intervino bloqueando el ataque con una bola de ácido y el extraño apareció en un agujero negro lanzándose hacia él, pero Kenshi y Ashrah lo contuvieron.
La batalla continuó, Daniela dejó de contar a los enemigos que eliminaba y no se atrevió a moverse de donde estaba Adelina. Uno a uno los soldados cayeron dejando solamente a Shang Tsung, el extraño y un soldado que sostenía entre guantes una daga y una bolsita de cuero… Los artefactos de Hela. Un portal de fuego surgió, Shang Tsung y el extraño se metieron.
–¡Párenlo! –gritó Daniela–. ¡Tiene los artefactos!
Mariano disparó con sus ametralladoras, una de las balas le dio en la espalda del soldado y siguió corriendo. Ashrah lanzó su espada, pero lo esquivó y Raiden soltó un rayo haciendo que el hombre cayera. El portal se cerró dejando el lugar en silencio. Mariano se acercó a él con Daniela detrás suyo, tomó los artefactos con vendajes y los guardó en su mochila. La joven se dio la vuelta y se enfocó en su amiga. Su cuerpo tirado, el cabello negro cubriendo su rostro y las heridas a medio tratar.
–Dale, Ade… Despertate, soy yo, Dani.
–Vamos, Adelina –susurró Mariano acercándose y empezó a curar las heridas de la chica–. Vinimos a buscarte… No te vas al otro barrio tan fácilmente.
Le dio leves golpes en las mejillas pecosas. No reaccionó. Daniela soltó un chillido, mientras Ashrah le cortaba las esposas. Ayudó a Mariano a tratar a Adelina, las lágrimas nublaron su desesperación y su desesperación aumentó.
–Soy Dan-Dan, Ade –susurró la pelirroja–. Escapamos del orfanato juntas, sos fuerte. No te podes rendir.
Volvió a zarandearla y lloró… Una tos leve y los ojos de su amiga se abrieron levemente.
–¿Dani…? ¿Mariano…?
–Sí, Ade estamos acá –dijo el muchacho entre risas–. Te encontramos… Te encontramos…
Vislumbró un par de lágrimas salir de los ojos de su amiga y ambos la tomaron por los hombros, mientras Kenshi y Ashrah iban delante. El corazón de Daniela brincó de alegría al escuchar a su amiga.
–La Fortaleza de Ying… –susurró Adelina y tosió–. Shang Tsung... va a estar en la Fortaleza de Ying…
–Ya, Ade. Vas a estar bien –dijo Mariano–. Te vamos a curar.
–Tengo… que ir… el tercer artefacto… –dijo entre exhalaciones–. Los artefactos de Hela… hay que llevarlos…
–Los tenemos –afirmó Daniela–. Descansa, te vas a poner bien…
Adelina volvió a caer inconsciente. Por primera vez en mucho tiempo, sintió que volvía a respirar. Mantuvo con fuerza el brazo de Daniela, mientras caminaba entre los pasillos. Al escuchar el aguacero y los truenos, apresuró el paso junto a Mariano y pudo ver el exterior de la cueva.
Salieron del lugar, Raiden se puso a la delantera y extendió sus manos transportándolos hacia la avioneta. Mientras Daniela y Mariano la sostenían, el resto del grupo preparó una cama improvisada. La colocaron con cuidado y la pelirroja junto a los demás intentaron tratarla con lo poco que tenían. Adelina volvió a cobrar la conciencia y le sostuvo la mano…
–¿Dani…? ¿Mariano…?
–Nos vamos a la Academia Wu Shi, Ade –dijo el rubio secándose las manos–. Ya estas a salvo…
–Estamos acá, te vinimos a buscar –susurró Daniela–. Te vas a poner bien… Es mi culpa…
El rostro magullado de Adelina mostró una sonrisa pequeña, las lágrimas cayeron por su rostro y le apretó suavemente la mano. Miró a Mariano que observada por el hombro mientras preparaba todo para despegar. Estaba con ellos y eso, le alegraba. Todos los días anteriores de incertidumbre terminaron. Pero una parte de su mente, diminuta, le dolía lo que había visto de Shang Tsung… La enojaba y ella misma se encargaría de eliminarlo por haber lastimado a su amiga… su familia.
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dear-indies · 2 years ago
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Hello! Would you be willing to share any Venezuelan FCs anywhere from their early 20s to late 40s that are actors/actresses? Or possibly know of anyone in the RPC who can point me towards some please? It's okay if they don't have gifs yet because I would love to make some! Thank you kindly!
Scarlet Ortiz (1974) Venezuelan.
Marieh Delfino (1977) Venezuelan [Spanish, Basque, Catalan, Portuguese, Italian, and Dutch], Colombian / Cuban, English, Irish, German, Scots-Irish/Northern Irish.
Alicia Machado (1977) Cuban / Spanish.
Gaby Espino (1977) Spanish, Native Venezuelan and Lebanese.
Dayana Garroz (1978) Venezuelan.
Marianela González (1978) Venezuelan.
Maritza Bustamante (1980) Venezuelan.
Marjorie de Sousa (1980) Venezuelan [including Portuguese].
Doris Morgado (1981) Venezuelan.
Majandra Delfino (1981) Venezuelan.
Daniela Bascopé (1982) Venezuelan.
Daniela Navarro (1983) Venezuelan.
Sabrina Seara (1985) Venezuelan.
Gaby Espino (1986) Venezuelan.
Juliette Pardau (1986) Venezuelan.
Adriyan Rae (1987) African-American, German, Native American, and Venezuelan.
Genesis Rodriguez (1987) Venezuelan and Cuban [Spanish, possibly other].
Abril Schreiber (1987) Venezuelan.
Yelena Maciel (1988) Venezuelan.
Yuvanna Montalvo (1988) Venezuelan.
Scarlet Gruber (1989) Venezuelan [including German].
Carla Baratta (1990) Venezuelan.
Natasha Domínguez (1990) Venezuelan.
Cinthya Carmona (1990) Venezuelan.
Rosmeri Marval (1991) Venezuelan.
Laura Chimaras (1991) Venezuelan.
Irene Esser (1991) Venezuelan.
María Gabriela de Faría (1992) Venezuelan [including Portuguese].
Sheryl Rubio (1992) Venezuelan.
Kimberly Dos Ramos (1992) Venezuelan [Portuguese].
Marielena Davila (1992) Venezuelan.
Humberly González (1992) Venezuelan.
Estefany Oliveira (1993) Venezuelan.
Raquel Rojas (1994) Venezuelan.
McKaley Miller (1996) Venezuelan (paternal grandmother), English, Scottish.
Luiseth Materán (1996) Venezuelan.
Oriana Sabatini (1996) Argentinian / Venezuelan - is bisexual.
Vanessa Silva Sperka. (1997) Venezuelan / Slovak.
Emily Tosta (1998) Venezuelan / Dominican.
Simoné Marval (1998) Venezuelan.
Lilimar Hernandez (2000) Venezuelan.
Brigitte Bozzo (2001) Venezuelan.
and:
Albi De Abreu (1975) Venezuelan [including Portuguese].
Juan Alfonso Baptista (1976) Venezuelan.
Édgar Ramírez (1977) Venezuelan.
Luciano D'Alessandro (1977) Venezuelan.
Pastor Oviedo (1977) Venezuelan.
Daniel Elbittar (1979) Venezuelan.
Guillermo García (1981) Venezuelan.
Alejandro Nones (1982) Venezuelan.
Rodolfo Salas (1983) Venezuelan.
Victor Drija (1985) Venezuelan.
Rafael de la Fuente (1986) Venezuelan [including German], Lebanese / Spanish and Cuban - is gay.
Willy Martin (1987) Venezuelan.
Reinaldo Zavarce (1988) Venezuelan.
Arán de las Casas (1989) Venezuelan.
Jonathan Jose Quintana (1990) Venezuelan.
Esteban Velásquez (1990) Venezuelan.
Emmanuel Palomares (1990) Venezuelan.
José Ramón Barreto (1991) Venezuelan.
Sean Teale (1992) Venezuelan, Spanish, Welsh.
Tommy Martinez (1992) Venezuelan.
Aaron Dominguez (1994) Venezuelan.
Omar Rudberg (1998) Venezuelan - has said that he "he falls in love with the person regardless of the person's sex.
Antonio Andrés Rosello (2001) Venezuelan and Italian.
Here you go!
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sporadiceagleheart · 1 year ago
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There was a Shooting outside of my streets Sunday night and an 18 year old was shot and killed that's why I'm making this edit to honor that 18 year old and other young kids and people who passed away sadly over the years it breaks my heart to see so many gone so young and innocent That 18 year old was in Augusta Georgia Hicks Road At the time of the shooting and Robb elementary school shooting was in 2022 Makenna Lee Elrod, Eliahna Torres, Jackie Cazares, Layla Salazar, Jayce Carmelo Luevanos, Jailah Nicole Silguero, Nevaeh Bravo, Alyssa Alhadeff, Rachel Joy Scott, Kelly Ann Fleming, Judith and Maria Barsi, Heather Michele O'Rourke, Lucille Ricksen, Catherine Violet Hubbard, Chase Kowalski, Jesse Lewis, Jessica Rekos, Emilie Parker, Avielle Richman, Caroline Previdi, Olivia Engel, Josephine Gay, Dylan Hockley, Madeleine Hsu, Star Hobson, Saffie-Rose Brenda Roussos,Lily Peters, Olivia Pratt Korbel, Elizabeth Shelley, Sara Sharif, Charlotte Figi, Charlotte Bacon, Daniel Barden, Charlotte Louise Dunn, Hannah Louise Scott, Skylar Annette "Sky " Neese, Tristyn Bailey, Adriana Dukic, Little Scarlett Taylor, Sara Fay Rivazfar, Daniela Carolina Vasquez Mazariegos, Lavinia Trematerra, Prince Octavius of Great Britain, Jenna Renea Mosier, Emma Grace Brinkerhoff, Alexis "Lexi" D'Shea Norred, Isabella Sara “Bella” Tennant, Rachel Marie D'Avino, Joanna Caroline “JoJo” Ross, Megan Rochelle Jenkins, Amberly Mendoza, Ana Grace Marquez-Greene, Mhairi Isabel Macbeath, Grace Audrey McDonnell, Amerie Jo Garza, Alexandria "Lexi " Rubio, Bella Bond, Sable Gibson, Olivia Dahl, Peggy Montgomery, Shirley Temple Black 1928-2014 and Baby LeRoy, Ashanti Grinage, Ava Martin White, Ava Jordan Wood, Amanda Todd, Sidra Hassouna, Zainab Momin, Selena Lau, Lacey Foy, Sarah Radney, Nylah Anderson, Park Boram, O.J. Simpson, Sophie North, Cassie Bernall, Jaime Guttenberg, Hana St. Juliana, Gina Montalto, Alaina Petty, Meadow Pollack, Emily Grace Jones, Natalie Danielle Brooks, Lois Janes, Louis XVII, Melissa Helen Currie, Corey Tyler DePooter, Kevin Allan Hasell, Paige Ann Herring, Rachael Elizabeth Hill, Emily Keyes, Emily Horten, Mei Leung, David Charles Kerr, Abigail McLennan, Dunblanesandyhook
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danielwege-blog · 13 hours ago
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Busca champús para barrer el cobre
News https://portal.esgagenda.com/busca-champus-para-barrer-el-cobre/
Busca champús para barrer el cobre
Atención a todas las rubias naturales o teñidas: llega la temporada de bañarse en la piscina y en la playa. Sabemos lo que eso significa, ¿verdad? Así es, proteger el pelo del daño solar, el cloro y la sal pasa a ser una de nuestras prioridades de belleza a partir de ahora—sobre todo en el caso de los rubios más claros—pues uno de los mayores inconvenientes que puede sufrir este tono de cabello durante esta época del año es adoptar un color verdoso, debido a los componentes que se encuentran en el agua de las piscinas.
Este dilema llega todos los veranos, y uno de los trucos más extendidos para restaurar el rubio consiste en aplicar ketchup en el pelo y dejarlo actuar. Aunque, bien es cierto que existen ciertos remedios caseros que funcionan, si quieres devolver la vitalidad a tu pelo en profundidad es mejor que sigas los consejos de las expertas. Y respecto a este último truco, vamos a explicarte—basándonos en los consejos de una dermatóloga—que echarte ketchup en el cabello rubio no ayuda en absoluto a eliminar el verde, sino que es simplemente un mito.
Por qué pensamos que el verde causado por el cloro de las piscinas se quita con ketchup
Para que no te arruines el cabello por utilizar los productos equivocados, muchas especialistas en el cuidado capilar comparten sus consejos profesionales en redes sociales. Una de las más famosas es la dermatóloga Daniela Pascali, conocida como @drapascali en TikTok. Entre sus vídeos más populares se encuentran aquellos que desmienten bulos de belleza sumamente extendidos entre la sociedad, aportando alternativas a los mismos. En el caso de los rubios verdosos en verano, la dermatóloga explica cómo podemos eliminar este color y por qué pensamos que el ketchup o el vinagre lo soluciona.
La creencia de que el ketchup es la solución a todos estos problemas capilares viene dado por el circulo cromático. Resulta que, echando un vistazo a esta rueda, se observa que el color contrario al verde es el rojo, por eso es que muchas mujeres sienten que, aplicando esta tonalidad, neutralizarán el verdoso de su pelo, lo cual es totalmente falso e incluso contraproducente.
Para empezar, hay que entender que este efecto se produce, efectivamente, por elementos como el cloro o el cobre. Cuando estos dos se juntan, se crea una reacción química que hace que el cobre se adhiera con más fuerza al pelo, tiñéndolo de ese verde tan molesto.
Cómo solucionar el problema
Ahora bien, ¿qué puedes hacer si te ocurre este verano y no quieres estropearte en pelo? La alternativa que propone la dermatóloga consiste en utilizar dos tipos de champús: quelantes y/o clarificantes. Estos productos irán poco a poco quitando el cobre del pelo y devolvi��ndole su color rubio original. Sin embargo, como bien explica la experta, este tipo de champús resecan bastante el pelo, por lo que es importante hidratarlo en profundidad para que recupere toda la vitalidad.
¿No sabes a qué champús se refiere exactamente?Aquí te dejamos dos opciones a tu disposición.
Acaba con el exceso de metal
Evita que el color se deteriore y mantiene los cabellos teñidos en su mejor estado gracias a su capacidad para quitar los metales. Además, la glicoamina hace que el cabello se rompa un 99% menos, conviertiéndolo en un champú ideal para utilizar este verano.
L’Oreal Metal Detox
Elimina los contaminantes
Está diseñado especialmente para cabellos rubios, porque consigue devolver la luminosidad y la suavidad al pelo de una forma impresionante. Notarás la diferencia.
Redken Blondage High Bright Champú
¿Conocías este truco?
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evo-a-lab · 2 months ago
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CRITDAY Puebla, 2025
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Agradecido por la oportunidad de participar como jurado junto con Daniela Arias Laurino en el CRITDAY de la Escuela de Arquitectura, Arte y Diseño del Tecnológico de Monterrey Campus Puebla. Este valioso ejercicio académico abre las puertas de los talleres a estudiantes de otros grupos, profesores y profesionales externos para recibir retroalimentación desde perspectivas frescas y diversas.
Tuve el privilegio de revisar proyectos en distintas etapas formativas: • Equipamiento Comunitario (4º semestre) • Arquitectura de Mediana Complejidad – Grupos 1 y 2 (6º semestre) • Concentración Emprende Ciudad (7º semestre) • Arquitectura y Emprendimiento (8º semestre)
Gracias a los directivos Daniel Savedra Olivo, Claudia Mucino y Milena Dzib Rodriguez por la invitación, y a la comunidad académica por su generosa apertura.
Fue un honor dialogar un sinnúmero de estudiantes y con un cuerpo docente tan comprometido y diverso: Alvaro Argaiz , Daniella Arámburo, Denise López, Federico de Zatarain, Fernando Fernando Curiel, Javier García, José Sanuy, Rubén Olvera, Adolfo Meneses, Ale Rubio, Myriam Peregrino, Rafael Oliva, Ángel Morúa, Berenice Vidal, Elizabeth Pérez, Fabrizio Pizar, Mariana Covarrubias, Miguel del Río, Sergio Gallardo Sergio Gallardo, Paola Bárcena, Margarita Cuesta, Martín Quiroga, Kitty Murillo y Guillermo Nieto.
Espacios como este fortalecen el pensamiento crítico, la creatividad colectiva y la excelencia académica. ¡Gracias!
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notihatillo · 5 months ago
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@NotiHatillo /X/Facebook /Instagram
El Hatillo, 5 de Febrero del 2025
Buenos días, nuestro diario resumen de noticias llega a ustedes gracias a @NotiHatillo /Alcaldía de @ElHatillo /Redes Sociales
TITULARES
MUNICIPALES
@eliasayegh
En #ElHatillo el trabajo no se detiene.
A través del Plan de Bacheo #CuidemosElHatillo, hemos logrado tapar miles de huecos en calles y avenidas de todo el municipio.
Este esfuerzo permanente busca garantizar vías más seguras, mejorar la movilidad y elevar la calidad de vida de nuestros vecinos. #ElHatilloPOSIBLE #4Feb
@eliasayegh
Realizamos la primera entrega de canastillas del año a futuras madres hatillanas en el Ambulatorio Jesús Reggeti de #SaludElHatillo. Con la presencia de nuestra Primera Dama, Daniela de Sayegh, y el apoyo de la Fundación Pastoral Social de la Parroquia Santa Rosalía de Palermo. ¡Un gesto de amor y cuidado para nuestros bebés hatillanos! #ElHatilloPOSIBLE #4Feb
@eliasayegh
Cada espacio deportivo que construimos o recuperamos es mucho más que cemento y pintura: es un lugar donde la comunidad se une, donde los niños, jóvenes y adultos desarrollan sus habilidades. ¡El deporte une, inspira y fortalece! #ElHatilloPOSIBLE #4Feb
@ServiciosEH 📢 #ServiciosEHInforma 🚛 #RutaVactor #4feb
🚧 Continuamos haciendo mantenimiento preventivo y limpieza a colector de aguas servidas, para evitar colapso a futuro. ¡Comprometidos con su bienestar!
📍La Boyera, Av. Intercomunal El Hatillo, (frente al Central Madeirense).
@ServiciosEH 📢 #ServiciosEHInforma 🚛 #RutaVactor #4feb
🚧 Realizamos labores de despeje, limpieza y mantenimiento para evitar obstrucciones futura ¡En El Hatillo el trabajo no para!
📍La Boyera, Av. 1 (frente a Qta. Mi Bohío)
@ServiciosEH
📢 #ServiciosEHInforma 💦| #Mantenimiento
El día de hoy, gracias a la incansable labor de la cuadrilla de aguas, se realizaron trabajos de destape y mantenimiento en el colector de aguas servidas de 8", a través de boca de visita.
@ServiciosEH
📢 #ServiciosElHatillo | #SabiasQue ⁉️ #04Feb
El #Varillaje es un importante servicio que ofrece la Alcaldía de #ElHatillo para la limpieza y destape de tuberías de aguas servidas en caso de desbordamiento y obstrucción.
NACIONALES
Vente Venezuela denuncia la detención de Danis “Lenin” Ojeda, coordinador de partido Unión y Progreso en Mérida
Maduro no asistió a la conmemoración del fallido golpe de Estado de Chávez
El sábado 8 de febrero comienzan las jornadas especiales de renovación de cédulas sin previa cita.
Partido Comunista de Venezuela pide a Maduro liberar presos tras comicios "tal como hizo con estadounidenses"
Magalli Meda exige acciones para ayudar a opositores refugiados en Embajada de Argentina
Familiares denuncian suspensión indefinida de visitas a Josnars Baduel
Foro Penal contabiliza 1.196 presos políticos en Venezuela, 405 menos que hace dos semanas
Rubio: Cuba, Nicaragua y Venezuela son enemigos de la humanidad
Provea exige medida humanitaria y libertad para Rocío San Miguel
Pancartas de "SOS Venezuela" aparecen en varias ciudades
Comerciantes del centro de Barquisimeto reportan disminución de ventas en enero
CIDH otorga medidas cautelares a favor de Jesús Gabriel Useche Moncada detenido en Lara
Maduro anunció que entregará el primer proyecto para la reforma constitucional el 15 de febrero
Autoridades incautan 655 kilos de cocaína en Jesús María Semprún en el Zulia
Primero Justicia pide que se mantenga el respaldo internacional a la "lucha democrática". "No avalaremos diálogos sin condiciones claras, ni cuyo propósito sea distinto a una transición democrática"
DÓLAR BCV Bs. 58,79. Bs/$
Más de Bs.41 millardos 064 millones recaudó el Seniat en enero.
Agentes aduaneros aseguran que importaciones crecieron 35% durante el 2024.
Telefónica invertirá 482 millones de euros en desplegar 5G y reforzar el 4G en Venezuela, en los próximos dos años.
Estiman en US$300 millones las exportaciones no petroleras de Venezuela a China en 2024
José Guerra: Es necesario cerrar el ciclo de inestabilidad política que se generó el 4 de febrero de 1978 para recuperar la estabilidad del país.
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El Salvador condena con penas de más de 1.000 años a miembros de un "grupo de exterminio"
La Casa Blanca confirma que EE.UU. ya ha comenzado a enviar migrantes a Guantánamo*
Veintiocho fallecidos en el accidente aéreo en Washington pertenecían al patinaje artístico
México inicia despliegue de guardias nacionales a frontera norte tras acuerdo con EE.UU.
Siete muertos y 14 heridos en un motín en una cárcel del sur de México, el segundo en menos de dos meses.
Tropas norcoreanas en Rusia fueron apartadas del combate tras sufrir graves bajas en Ucrania
Rubio escala en la política dura hacia Cuba, mientras La Habana no libera a los presos que prometió
Nicaragua anuncia su retiro de la FAO y exige cierre "inmediato" de oficinas
Maduro insulta al canciller de Panamá y dice que "no es capaz de defender" el Canal
Noboa ofrece a los migrantes retornados a Ecuador un bono de 470 dólares por tres meses
Marco Rubio responsabiliza a gobiernos de Venezuela, Cuba y Nicaragua por crisis migratoria
WOLA: Eliminar el TPS no resolverá la crisis migratoria en EE.UU.
Unas 9.000 personas han abandonado Santorini por temor a la oleada de terremotos
Escándalo en Francia por presiones de Nestlé al Gobierno para purificar agua con filtros ilegales
La congelación de la ayuda exterior del gobierno de Trump podría resultar una "bendición" para los dictadores del mundo
China impuso aranceles del 15 % al carbón y gas de EEUU en respuesta a las políticas de Trump
China contraataca medidas de Trump con aranceles a productos estadounidenses
Cadena de comida de EE.UU. aumenta el precio de sus platos con huevos debido a escasez
Indignación en Italia por un video de Donald Trump jr cazando en la laguna de Venecia.
Luz verde del Gobierno español a la reducción de horas de la jornada laboral: de 40 a 37,5 horas la semana laboral
Las acciones chinas caen al suspender el servicio de correos de EE.UU. la entrega de paquetes desde China y Hong Kong.
Estée Lauder recortará hasta 7.000 empleos ante la caída de ventas.
Google hace historia al romper la barrera de los 100.000 millones de dólares de beneficio.
Google elimina política de límites al uso de IA en armas o vigilancia
Netflix retiró a Karla Sofía Gascón de la promoción de "Emilia Pérez" en EEUU
China lanza una investigación antimonopolio contra Google tras el decreto de aranceles a EE.UU.
Se espera que el enorme concierto benéfico para recaudar fondos para los afectados por los devastadores incendios forestales de Los Ángeles recaude más de 100 millones de dólares
DEPORTES
Argentina abre con triunfo 2-1 ante Chile la fase final del Campeonato Sudamericano Sub-20.
Cardenales de Lara necesita vencer a los nipones en el evento caribeño
TAL DÍA COMO HOY
62 en la actual Italia, la ciudad de Pompeya, a los pies del volcán Vesubio, es dañada por un fuerte terremoto. Temiendo una erupción del volcán, gran parte de sus 20 000 habitantes dejan sus hogares en una huida provocada por el pánico. (17 años después, una erupción sepultará Pompeya con todos sus habitantes).
1323 en España, el Hospital de la Herredada otorga a la aldea Vega de Doña Olimpa la Carta foral.
1518 en España, el marino Sebastián Gaboto es nombrado piloto mayor de la Casa de Contratación de Sevilla, después de haber servido a la Corona inglesa.
1556 en España, el rey Carlos I de España firma con el rey francés Enrique II la Tregua de Vaucelles.
1597 en el estado de Nuevo León (México) se funda la ciudad de San Nicolás de los Garza.
1597 en Japón, el Gobierno crucifica a los jesuitas Pablo Miki, San Pedro Bautista y otros 24 religiosos.
1752 en el mar Mediterráneo, fuerzas franco-españolas derrotan a los británicos y toman Menorca.
1764 el Vaticano condena el libro Justini Febronii juris consulti de Stata Ecclesiæ et legitima potestate Romani Pontificis líber singularis ad reuniendos dissidentes in religione christianos compositus (Bullioni apud Guillelmum Evrardi, 1763) de Julius Febronius (seudónimo de Johann Nikolaus von Hontheim), fundador del febronianismo.
1783 en Calabria (Italia) a las 12:00 del mediodía un terremoto de una intensidad estimada de 7,0 grados en la escala de Richter destruye unos 180 pueblos en Calabria y Sicilia, causando la muerte de unas 25 000 personas. En los próximos 50 días habrá cuatro terremotos intensos (6 y 7 de febrero, y 1 y 28 de marzo) que cobrarán 25 000 vidas más.
1810 tras apoderarse de Jaén, Córdoba, Sevilla y Granada, las tropas napoleónicas entran en Málaga al mando del general Sebastiani.
1818 en Suecia sube al trono el mariscal napoleónico Jean Baptiste Bernadotte con el nombre de Carlos XIV.
1819 tratado entre Chile y Argentina para colaborar en la independencia del Perú.
1825 en la costa alemana del mar del Norte mueren ahogadas unas 800 personas debido a una marejada ciclónica.
1852 en San Petersburgo (Rusia) se inaugura el Museo del Hermitage.
1857 en México se promulga de la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos.
1864 Dinamarca se rinde en la guerra contra Prusia y Austria.
1876 el Capitán General José Malcampo y Monge sale con la flota de Manila (Filipinas) hacia la isla de Joló, para acabar con su independencia y con su foco de piratería.
1877 en Madrid, con la colocación de la primera piedra de la Cárcel Modelo se inicia la reforma penal en ese país.
1878 el Imperio otomano y Rusia firman un armisticio.
1885 el Estado Libre del Congo se convierte en posesión personal de Leopoldo II, rey de los Belgas.
1887 en Chile se firma la ley que habilita a las mujeres a obtener grados universitarios.
1887 en Milán (Italia), se estrena la opera Otello de Giuseppe Verdi.
1888 en Zalamea la Real (provincia de Huelva, España) se produce un enfrentamiento entre manifestantes anarquistas y la Guardia Civil con el balance de más de veinte muertos.
1902 en España se emplean tropas para cobrar las contribuciones.
1902 en Francia, la jornada de trabajo de los mineros se fija en nueve horas.
1902 en Londres se funda el primer club de fans, en honor del director teatral Lewis Waller.
1903 en España, doce mil barcelonesas firman un peticionario, dirigido al alcalde de su ciudad, para que emprenda una campaña contra la blasfemia.
1907 en Madrid se registran temperaturas de −13 °C durante la ola de frío.
1912 en España se bota el acorazado España, primero de los barcos de guerra construidos tras la destrucción de la Marina española en las guerras de Cuba y Filipinas.
1915 en México, Pancho Villa asume plenos poderes militares y civiles.
1916 se celebra por primera vez el cabaret internacional creado por el movimiento dadaísta.
1917 en la ciudad de Querétaro (México) el Congreso Constituyente promulga la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que nombra al general Venustiano Carranza como primer presidente constitucional del país.
1919 en Barcelona se inicia la huelga de La Canadiense.
1919 en Estados Unidos, David W. Griffith, Charles Chaplin, Douglas Fairbanks y Mary Pickford, forman United Artists.
1920 en el Teatro Nacional de la Ópera de París se estrena El canto del ruiseñor, de Ígor Stravinski.
1923 en el Sarre (Alemania) se celebra una huelga general provocada por el recorte de salarios.
1923 en Italia, Benito Mussolini ordena la detención de centenares de militantes socialistas.
1927 la Conferencia de los Embajadores en París acepta que Alemania fortifique sus fronteras del sur y este, siempre que su desarme sea efectivo.
1929 se descubre en Barcelona una necrópolis ibérica en Montjuich.
1931 se concede el Premio Nacional de Literatura a Mauricio Bacarisse.
1933 en las Indias Orientales Neerlandesas, marineros amotinados secuestran el acorazado De Zeven Provinciën.
1936 se constituye una compañía para explotar la pizarra bituminosa en la serranía de Ronda (Málaga).
1938 el presidente de la República Mexicana, el Gral. Lázaro Cárdenas del Río inauguró el ingenio Emiliano Zapata, ubicado en Zacatepec de Hidalgo, Morelos.
1940 en la India, Mahatma Gandhi se reúne con el virrey británico.
1943 en Nueva York, el boxeador Jake LaMotta consigue vencer a los puntos a Sugar Ray Robinson.
1946 en la Ciudad de México es inaugurada la Monumental Plaza de toros México, proyecto del empresario yucateco de origen libanés Neguib Simón.
1947 en el Teatro Poliorama de Barcelona actúan Lola Flores y Manolo Caracol.
1947 en Polonia el Parlamento elige presidente de la República a Bolesław Bierut quien, hasta entonces, había desempeñado el cargo de forma provisional.
1948 se reabre la frontera franco-española.
1949 Alberto Larraguibel y su caballo Huaso baten el récord mundial de salto alto a caballo, superando los 2,47 metros.
1949 en Irán, se disuelve el Partido Tudeh, de orientación comunista.
1953 en México, un violento terremoto deja seriamente afectada la región meridional del país: Tila, Yajalón y Chilón.
1954 el Viet Minh cerca Dien Bien Phu.
1955 cae el gobierno francés de Pierre Mendès France debido a la situación en el norte de África.
1955 en un barco en el Mediterráneo se produce el primer encuentro de Josip Broz, Tito, y Gamal Abdel Nasser.
1958 en Egipto, Gamal Abdel Nasser es nombrado el primer presidente de la recién creada República Árabe Unida.
1958 frente a la desembocadura del río Savannah (estado de Georgia), durante un ejercicio de práctica a las 2:00 de la mañana, un bombardero B-47 que cargaba con una bomba de hidrógeno Mark 15 de 3500 kg rozó en el aire a un avión de combate F-86. Para proteger a la tripulación de una posible explosión, la bomba fue tirada a las superficiales aguas donde creían que se podría recuperar fácilmente a pocos kilómetros de la localidad de Tybee Island. Nunca se logró recuperar.
1960 en Meyrin, cerca de Ginebra, se inaugura el mayor acelerador de partículas mundial, un sincrotón de 25 GeV de potencia, construido por el CERN.
1964 en Cuba, Fidel Castro corta el suministro de agua potable de la base estadounidense en Guantánamo (Cuba). La víspera, cuatro barcos de pesca cubanos habían sido apresados por Estados Unidos.
1965 en EE. UU., Martin Luther King es liberado cuatro días después de su arresto en Selma (Alabama) junto con quinientos manifestantes antisegregacionistas.
1966 en las violentas manifestaciones antiestadounidense celebradas frente a la Embajada de Estados Unidos en Madrid, los manifestantes piden la evacuación de las bases militares en España.
1966 Estados Unidos confirma la venta de carros de combate del tipo Patton a Israel.
1967 en su carpa cultural en La Reina (cerca de Santiago de Chile) se suicida la cantautora Violeta Parra, de 49 años.
1969 en la cueva de Altamira (España) se aplica un nuevo sistema protector a las pinturas prehistóricas, que estaban degradándose a causa de la luz artificial.
1970 en La Haya, la Corte Internacional de Justicia rechaza la demanda del Gobierno belga contra el español en el litigio que mantienen sobre el asunto de la empresa Barcelona Traction, Light and Power Company.
1971 en Guipúzcoa (España) se levanta el estado de excepción.
1971 los astronautas estadounidenses Alan Bartlett Shepard y Edgar D. Mitchell se posan en la Luna con el módulo Antares y recorren andando el cráter Fra Mauro.
1972 el diario Madrid anuncia la venta de su patrimonio.
1972 en Vitoria, 3500 trabajadores en huelga provocan el cierre de la fábrica de neumáticos Michelin.
1975 en Lima (Perú) la huelga de la policía resulta en saqueos y desorden en varias áreas de la ciudad.
1978 en Costa Rica, Rodrigo Carazo Odio, candidato de una coalición derechista, vence en las elecciones presidenciales.
1979 regresa a Teherán el estadista y jefe de la comunidad chií iraní Ruhollah Jomeini.
1980 en Grenoble, el físico alemán Klaus von Klitzing descubre el llamado Efecto Hall.
1982 en Vizcaya (España), la banda terrorista ETA libera al empresario vasco José Lipperheide tras recibir 20 millones de pesetas de rescate.
1984 en España, el duque Alfonso de Borbón y Dampierre sufre un grave accidente automovilístico, en el que perece su hijo mayor, Francisco.
1985 en Cádiz (España), el gobernador civil abre la verja de Gibraltar para el tránsito de personas, vehículos y mercancías, en aplicación del acuerdo firmado por España y Reino Unido en noviembre de 1984.
1985 se descubre una presunta evasión de capitales que afecta a la alta sociedad y cuyo cerebro sería el diplomático Francisco Javier Palazón.
1987 la URSS lanza la astronave Soyuz TM-2 con dos cosmonautas a bordo, cuyo objetivo es poner en marcha una estación espacial permanente.
1988 el Tribunal Supremo soviético reivindica la memoria de Nikolái Bujarin y Aleksei Rikov, ejecutados por orden de Stalin en 1938.
1990 en Galicia, Manuel Fraga Iribarne jura su cargo como nuevo presidente de la Xunta de Galicia.
1990 los resultados de las elecciones presidenciales de Costa Rica dan como ganador al socialcristiano Rafael Ángel Calderón Fournier.
1991 en Colombia se instala la Asamblea Nacional Constituyente, estamento cuyo objetivo era dar forma a la Constitución política de Colombia.
1994 en el mercado central de Sarajevo sucede un ataque serbio; mueren 69 civiles y resultan heridos 197.
1997 en Nueva York, las firmas bursátiles Morgan Stanley Group y Dean Witter Reynolds anuncian su fusión, creándose así la sociedad bursátil Morgan Stanley, la mayor de Wall Street, con unos fondos de 270 000 millones de dólares.
1998 en la nueva zona financiera de Caracas, un incendio destruye la torre Europa, de 14 pisos de altura.
1999 Ecuador vive una jornada de protestas generalizadas contra el régimen del presidente Jamil Mahuad.
2000 en el distrito de Aldi (al sur de la capital chechena), al menos 62 civiles inocentes son ejecutados por el Ejército ruso, según la organización Human Rights Watch (HRW).
2001 en España, las compañías eléctricas Endesa e Iberdrola anuncian la ruptura del proceso de fusión, iniciado en el mes de octubre de 2000.
2002 el juez Baltasar Garzón decreta la ilicitud de Segi y Askatasuna por tratarse de estructuras que forman parte de la organización terrorista ETA y que realizan «la misma actividad delictiva que sus predecesoras Jarrai y Gestoras Pro Amnistía».
2002 el Senado italiano aprueba un decreto ley para permitir el regreso a Italia de los descendientes del último rey del país, Humberto II, que tuvieron vetada su entrada durante 56 años.
2002 en Buenos Aires (Argentina), el presidente provisional, Eduardo Duhalde, anuncia elecciones generales para el 14 de septiembre de 2003.
2003 en La Haya la Corte Internacional de Justicia ordena a Estados Unidos suspender temporalmente la ejecución de tres presos mexicanos.
2004 a la costa de Tenerife (Canarias) llega un barco con 227 inmigrantes subsaharianos a bordo.
2004 cerca de Kabul (Afganistán) aparecen los restos de un avión, en el que viajaban 104 personas, siniestrado durante una fuerte tormenta de nieve.
2004 en Japón, nueve japoneses mueren en dos vehículos después de pactar el suicidio por Internet.
2004 en Nayaf (Irak), el ayatolá Alí Sistani líder de la comunidad chií sale ileso de un atentado.
2004 en Pekín mueren 37 personas al caer de un puente cuando participaban en la tradicional «fiesta de las linternas».
2006 en Beirut en el marco de las protestas por la difusión de caricaturas de Mahoma, grupos de musulmanes radicales queman el consulado danés. En Europa continúan las protestas.
2006 en la cueva de Vilhonneur (oeste de Francia), investigadores franceses hallan unos grabados parietales prehistóricos de 27 000 años de antigüedad.
2006 en Suiza, la selección masculina de balonmano de España consigue la medalla de plata en los Campeonatos de Europa tras perder en Zúrich la final contra Francia por 23-31.
2008 en Rafah (Gaza), el ejército israelí mata a dos seguidores de Hamás durante una incursión.
SABÍAS QUE
De los 206 huesos de un humano adulto, 52 se encuentran en los pies
LA CITA DE HOY
Nunca pierdas el tiempo lamentando errores. Basta con que no los olvides.
William Faulkner
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inaudacias · 7 years ago
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La candela viva
Cuando conocimos los resultados, estábamos ambas que nos cagábamos del susto. Acechaba el final de la tarde y la vida, toda, parecía estar detenida entre los sorbos que dábamos a aquellas tazas. Esperando.
A ninguna de las dos nadie nunca nos había enseñado cómo era que podíamos —o si podíamos siquiera— entender todas esas emociones que nos estaban haciendo latir con semejante brío las entrañas. Allí estábamos… sin saber, aunque necesitando saber: qué esperar, a quién esperar, cómo esperar. Pero nada: la vida detenida, como si cualquier cosa; y nosotras sentadas, como si todas las cosas—intentando quemar en compañía ese tiempo infinito de las ignorancias.
Allí, bajo un día cálido de cielos azules y ventiscas atrevidas, en un cafetín cualquiera, de un lugar cualquiera, con un nombre cualquiera. Allí, el espíritu de nuestra época nos acariciaba, pícaro, los dedos.
“Gato gris”, decía el cartelito de la entrada.
Gris (gris, gris).
II
No sabíamos, sí. Pero algo sabíamos, también. Al menos, algo queríamos saber, algo buscábamos imaginar, o soñar incluso. Porque es valiente soñar cuando una tiene tanto miedo.
Ante la incertidumbre de esos momentos, solo nos mirábamos insistentemente como diciéndonos a nosotras mismas:
—Oíste, si sabés que hoy, aquí, la Historia nos va a pasar de frente en la mitad de alguno de estos tragos, ¿no? Y yo la verdá no sé si podremos darnos cuenta de cuando sea que eso pase.
[…]
—Yo lo que no sé, nos respondíamos ambas en silencio, es si estaremos dispuestas a darnos cuenta.
Nadie allí parecía tener ni pistas de cómo responder a eso.
III
¡Ay santísimo! Y aquella ansiedad. Aquella ansiedad terrible. Aquella angustia de lo que no tiene nombre, de lo que no puede ser nombrado. Aquella sensación abrumadora que nos hacía temblar los párpados involuntariamente. Aquella tremebundez que nos hacía sudar frío hasta por las encías.
Aquella ansiedad, sí.
La misma que fue rota, casi sin aviso, cuando nos llegó la bofetada.
Trece nudos se nos conjuraron a las dos en la garganta cuando alguno de los comensales del lugar, de esos grises como el mismísimo gato del cartelito, se dispuso a anunciar la noticia a alta voz, envalentonado por algunos litros de licor:
—¡Tenemos presidente, tenemos presidente!
IV
En nuestros rostros no tardó asomarse la pena. Esa pena del mal presagio, claro. Esa pena de la pérdida.
Oíamos, así como sin querer oír, los vitoreos que se levantaban desde esa gran mesa que celebraba tal chabacanería con risas festivas, hirientes como balas.
Veíamos incrédulas el espectáculo, Eran unas diez cabezas, todas con cabellos absurdamente rubios; todas cínicamente extranjeras—como son, desde luego, las cabezas de quienes tienen los escrúpulos para festejar cosas así.
“¡Tenemos presidente!”, repetían aleves.
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Respirar el alba, de Daniela Silva Sarmiento, en: Instagram
Era un anuncio que nos golpeaba la bilis con sarna. —¿Será…?, nos decíamos sin decirnos. Ahí, con la lágrima de la derrota asomándonos sobre las pieles. Ahí con el desasosiego histórico de las gentes de nuestra nación prendido de todas las fibras del alma. Ahí. No podíamos hacer otra cosa sino preguntarnos ¿… será posible?
[…]
Sí. Lo era. Y sí. Lo fue.
V
Mirábamos esa pantalla con una zozobra apabullante, de esas que solo se pueden entender cuando se sienten, hondo, con todas las carnes.
Flotábamos en ese lugar como con ganas de descreer de toda realidad; como buscando sin tregua ese pellizco del mesero, esa trastabillada de las sillas, ese derretir de los relojes que nos despertara al fin de aquella pesadilla, amargamente presagiada, que estábamos presenciando; algo que nos sacudiera de ese exceso, descontrolado y burlón, que se posaba sin pudor en frente de nosotras.
Diez.
Diez. Millones.
Diez. Millones. De. Personas.
Aquel número. Aquel número que nos hacía pensar que no debe existir en ningún idioma ni lengua del mundo seña, gesto, palabra o cosa en la que pueda caber tanta, tanta… y tanta tristeza.
VI
Como no podía ser de otro modo, el despertar nos llegó en forma de canción. Una algarabía de tambores que empezó a retumbar en aquel cafetín como recibiéndonos aquel duelo que nos estaba desgarrando las ánimas.
En esa canción moramos, ambas, mientras la mesita de los rubiecitus indolentes echaba al aire gritos de ofensiva alegría. En ella nos quedamos, arrullando los llantos, las rabias y las dignidades, todas.
Y entonces entendimos que lo que estábamos haciendo nacer al mundo ese día no era la derrota, ni la pena, sino la resistencia —siempre hermosa y siempre terca— de la vida, de lo vivo.
Supimos, con aquella profética canción, que la Historia, no nos había pasado de largo en ese cafetín; no se estaba riendo en la mesa de lus cínicus, sino que estaba de nuestro lado. Y acompañaba a esos ocho millones de nudos en las gargantas —las de lus vencidus— que muchas gentes, como nosotras, estaban sintiendo entonces, en otros cafetines—esos, de golpe, azules y no grises; o en inmensos campos verdecidos; o en caudalosos ríos: en todos sitios, de todas maneras.
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Ocho
Ocho. Millones.
Ocho. Millones. De Personas.
Todas altivas, todas bellas. Todas juntas. Todas soñando y construyendo sin descanso un país encendido y vibrante para las gentes de hoy, de mañana y de ayer. Todos los fuegos encendidos por aquella candela rebosante de esperanza que persiste en abrir, ardorosa, el camino de nuestra segunda oportunidad sobre la tierra.
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xoxolilicarabina · 8 months ago
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Lejos de la Ciudad
Sumário: Maddox va a visitar su compañera de banda. Ella tiene una sorpresa para él.
Classificación Etária: 16
Palabras: 645
AO3
Maddox no había visto a Louise en más de una semana.
Ella había estado entrando y saliendo del hospital recibiendo tratamiento durante el último mes. Quimioterapia, radiación, más quimioterapia. Apenas había podido levantar la cabeza la última vez que la vio, pero hoy ella dijo que se sentía bien.
Estaba en casa, sus padres enviaron a su ama de llaves para que se quedara con ella y la ayudara en la casa. En el momento en que ella lo llamó para invitarlo, él estaba en el auto que se dirigía hacia ella. Llegó apenas diez minutos después de que ella lo llamara, se saltó a toda velocidad algunos semáforos y dejó un mensaje a su asistente personal para que cancelara todas sus citas de esa tarde.
Maddox subió los escalones y entró en la casa. No podía esperar a verla, a abrazarla, a calmar la ansiedad latente que había albergado desde que fue diagnosticada. Llamó a la puerta, balanceándose de un lado a otro sobre los talones mientras esperaba.
"¡Está abierto!” Su voz provenía de adentro.
Sonaba igual que siempre, fuerte y dulce, valía un millón de dólares. Abrió la puerta y vio a Louise en el sofá, con una manta envuelta alrededor de sus hombros, partituras extendidas sobre la mesa frente a ella. Ella se giró con una sonrisa cuando él entró, pero algo andaba mal
“¡Jesucristo, Oriole!” Gritó, deteniéndose en seco.
Su hermoso cabello rubio había sido cortado, una pelusa amarilla desigual de melocotón ocupando su lugar.
Él la miró en silencio por un momento, acogiéndola. Ahora parecía una verdadera paciente de cáncer. Sus ojos tenían bolsas pesadas, su piel pálida y translúcida. Podía ver el bulto en su pecho donde se había colocado el puerto para la quimioterapia. Sin embargo, sus ojos eran los mismos, de un azul vibrante y llenos de vida.
Ella alzó una ceja hacia él. "¿Has terminado de mirar con los ojos?"
"Sí, lo siento Louise, es solo que... ¿Es nuevo? ¡Se ve bien!"
Rodó y palmeó el sofá a su lado. "Mi mamá todavía está enojada por eso. Lloró cuando me vio, luego le gritó a Cynthia que fuera a comprar comestibles y se fue en medio de una tormenta".
Louise tenía una mirada en los ojos, lejana, triste, conflictiva. Fue esta expresión familiar la que rompió cualquier miedo que pudiera haber tenido hacia ella. Él se sentó, sus hombros se relajaron y su mandíbula se tensó.
“¿Qué te parece?” Preguntó.
Se tocó la cabeza inconscientemente. "Honestamente, no lo sé. Le pedí a la enfermera que lo hiciera esta mañana y todavía no he tenido el coraje de mirarme en el espejo."
“¿Quieres verlo?”
Maddox casi esperaba que Louise dijera que no, pero ella asintió y le tomó la mano.
“Si vas conmigo.”
Guió suavemente a su compañera de banda al baño, con el corazón dolorido mientras la tocaba. De pie, se dio cuenta de lo débil que se había puesto en las últimas semanas. Estaba más delgada y ya había perdido gran parte de su tono muscular. Le preocupaba que una ligera brisa la empujara, la llevaba para siempre.
Sin embargo, siguió adelante, forzando el nudo fuera de su garganta.
"¡Mantén los ojos cerrados, ya casi llegamos!"
Encendió las luces y la colocó frente al espejo, sujetándola por detrás.
"Está bien, estamos aquí. Puedes abrir los ojos".
Maddox observó cómo Louise se asomaba a través de sus largas pestañas, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas al tocarse la cabeza, pasando las manos por lo que quedaba de su cabello. Era devastadoramente hermosa, enferma y moribunda, pero llena de determinación y vida.
“Creo que te conviene.”
Fue apenas más que un susurro cuando sus propios ojos comenzaron a llenarse de lágrimas. Ella asintió y se volvió hacia él, enterrando su rostro en su pecho. Él la rodeó con sus brazos, sosteniéndola mientras ella lloraba.
“Gracias, Madd.”
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laguaridadelnagual · 1 year ago
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Se acerca HERA HSBC, el festival del verano
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Bomba Estéreo, Camila Cabello, Daniela Spalla, Danna Paola, Demi Lovato, Ely Guerra, Evanescence, Francisca Valenzuela, Garbage, Hello Seahorse!, Juliana, Kaia Lana, Kesha, Ladytron, Las Villa, Lido Pimienta, Maria Becerra, Natalia Lacunza, Rubio, Tash Sultana, Sorry Papi, Viento Florido, Villano Antillano, Ximena Sariñana, Yahritza y su Esencia. ¡Se acerca el verano y con él llega HERA HSBC! Este nuevo festival subirá el ritmo para hacer vibrar a los asistentes con lo mejor de la música internacional. En su primera edición, HERA HSBC tendrá lugar el próximo 24 de agosto de 2024 en el Autódromo Hermanos Rodríguez. Los boletos están disponibles en www.ticketmaster.com.mx.  HERA HSBC es una experiencia única donde la música toma el centro del escenario invitándonos a celebrar su magia. Un evento que te conmoverá, te inspirará y te hará sentir la fuerza arrolladora de cada nota impuesta por las grandes artistas nacionales e internacionales que se reunirán a celebrar su trayectoria. Camila Cabello tendrá su regreso triunfal a nuestro país, luego de haberse presentado por primera vez en México hace más de cinco años. Mientras que Demi Lovato, la compositora y actriz estadounidense, nos cautivará con un setlist que te trasportará a tu adolescencia. Evanescence, liderada por Amy Lee, hará vibrar a todos los asistentes con su mezcla de pop gótico y melodramático, perfecto para cantar con hits como “Going under” y "My immortal". Por su parte, Kesha regresa a México luego de haber pisado por primera vez nuestro país hace más de 10 años. Garbage, la banda de rock alternativo liderada por la icónica Shirley Manson, te dejará sin aliento con su sonido único que combina elementos de rock, electrónica y dance. En tanto, Danna hará su debut en el festival con su nuevo disco “Childstar”, una versión más auténtica de sí misma. Todo el talento musical de la cantaautora multiintrumentalista de Tash Sultana hará vibrar a todos los asistentes del festival No te pierdas a estas y muchas más grandes artistas que te harán pasar una tarde festivalera única e irrepetible, mientras disfrutas de las mejores bebidas y alimentos. HERA HSBC contará además con diversas actividades y un escenario con bandas en desarrollo, para que descubras nuevos proyectos encabezados por mujeres. También tendremos la presencia del bazar La Marketa, creado por Now Girls Rule, así como la participación de 20 expositoras y talleres de serigrafía, merch y diseño.   Read the full article
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coolpizzazonkplaid · 3 months ago
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La heredera del Infierno
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Bendita y poseída
Avisos: La canción que canta Daniela es Ultraviolence de Lana del Rey.
–¡Dale, Raiden! –gritó Mariano desde su habitación–. Hace devuelta la descarga.
–¡Está bien!
El chisporroteo de electricidad atronó desde el techo y la radio emitió cortocircuito. El olor a cable quemado invadió las fosas nasales del rubio, tosió mientras volvía a ordenarlos de manera diferente soltando maldiciones entre susurros y colocó una vez más el selector de canal. El muchacho se quitó el sudor de la frente y ajustó las tuercas del selector.
–¿Pudiste, Mariano? –cuestionó Daniela corriéndose un mechón pelirrojo de sus ojos cafés.
El rubio vislumbró la mirada de su amiga notándola melancólica y decaída. Después de que hablara con Liu Kang sobre Shang Tsung, había decidido hacerlo con sus amigos durante el almuerzo y tanto Kenshi como Ashrah habían sido comprensivos con ella, pero el zaterrano se mantuvo callado a la confesión de Daniela y Mariano se percató la decepción en los ojos marrones de Syzoth. El estado de ánimo de la muchacha había cambiado radicalmente. Comía lo más rápido posible, se ocultaba en su habitación y escuchaba música triste en un volumen moderado.
Mariano continuó manteniendo su humor y se enfocó en terminar la torre de radio. Se recordó el esfuerzo titánico para convencer a Raiden que fuera al techo y diera corriente a la antena, pero no funcionó en el segundo intento ni el actual tercero. El rubio creyó que ese sería su día más frustrante en toda su vida, peor que cuando le habían robado su última mochila.
–A ver, no sé qué estoy poniendo mal, para que esta poronga no ande –exclamó Mariano conteniendo el impulso de revolear la radio por la ventana–. No quiere funcionar. Es una mierda.
–Esa “poronga”, la hiciste vos con la intención de hablar con Adelina –argumentó Daniela–. Fuiste a Argentina a buscar las cosas y a pueblos cercanos, más te vale que funcione. No quiero soportar más tus insultos, me basta y sobra que los aguanté cuando vivíamos juntos.
–Pensé que me ibas a retar por la música –soltó Mariano en una risa pequeña.
–Ya me quejé de eso con vos y Adelina, en la adolescencia y no funcionó –espetó Daniela iluminando mejor con la linterna de su celular–. Nunca logré que le bajaran a su heavy metal y no voy a poder hacerlo ahora.
–Que buena reflexión –replicó Mariano sarcásticamente y Daniela le aventó una almohada del futón.
Volvió a enfocarse en colocar el selector de canal y se levantó hacia la ventana. Mariano alzó la cabeza hacia el techo y pudo vislumbrar el sombrero de paja de Raiden y el de cuchillas de Kung Lao.
–¡Dale de vuelta, Raiden! –gritó.
–¿Otra vez? –cuestionó arrodillándose en la madera del techo–. Es la cuarta vez.
–Si no funciona, lo seguimos mañana –dijo Mariano y se acomodó los mechones rubios–. Volvé a dar electricidad.
Raiden revoleó los ojos, pareció contener una mueca y se levantó. El rubio entró la mitad de su cuerpo a la habitación, la cabeza le dio vueltas y se enfocó en la radio. A lo lejos, se oyó el cortocircuito y la radio emitió distorsión. La alegría y el alivio lo inundaron.
–¡VAMOS CARAJO! –gritó Mariano saltando.
Escuchó la risa de Daniela. Después de tantas noches quedándose hasta la madrugada, de coleccionar todo tipo de cables y metales y de un altibajo de emociones, había tenido éxito. En cuanto terminara la hora de la cena, Mariano comenzaría a buscar la frecuencia de Adelina. Tuvo la esperanza de que contestara rápido y pudieran actualizarse de todo lo que estaba pasando.
Salió de la habitación soltando risas y exclamaciones victoriosas. Escuchó cerrarse la puerta de los aposentos de Daniela y la música empezó a sonar en un volumen bajo. Vislumbró a Kung Lao y Raiden bajar de los techos, mientras Kenshi y Johnny se encontraban entrenando en los jardines del complejo. Mariano no logró ver a Ashrah ni a Syzoth, seguramente debían estar en las cercanías.
–¿Lo lograste? –preguntó el ex mafioso envainando su katana.
–Mariano Baldor siempre lo logra –exclamó el rubio sentándose en los escalones de piedra.
–¿Qué vas hacer ahora? –preguntó Johnny sonriente–. ¿Un centro de comando? ¿Un generador de energía?
–Descansar y no pensar en nada.
Mariano relajó los músculos, se soltó el cabello rubio y no se movió del escalón. Estiró los brazos adoloridos y las piernas adormecidas viendo los últimos atisbos de sol, le dieron un reconfortante calor y observó el bello paisaje frente a sus ojos azules. Los faroles comenzaron a iluminar los diferentes caminos de piedra, monjes iniciaron sus patrullas por las murallas de la academia y otros, se sentaron delante de las grandes estatuas de guerreros recitando sus oraciones. Una brisa fresca hizo silbar a las hojas anaranjadas de los árboles y elevó el cabello rubio de Mariano.
Por varios minutos, observó el lugar y dejó de prestar atención a la conversación con sus amigos hasta que el gong anunció la hora de cenar. Vio a Daniela salir cabizbaja de su habitación, se quedó al lado de él y no le dirigió la palabra, solo le dio una sonrisa triste. El muchacho comprendió su estado de ánimo, pero un lado de él le molestó por los tiempos que corrían.
La guerra con el Mundo Exterior dejó en alerta a Liu Kang. No tenían idea de cuándo iban atacar, pero todos estaban preparados y se rumoreaba pedir ayuda a los Lin Kuei. Mientras, el dios del fuego se había enfocado en averiguar si el hechicero tenía otra guarida o laboratorio. Mariano deseó que el corazón roto de su amiga se recompusiera rápido y se preparara para lo que se avecinaba.
Se sentó esperando con ansías su plato y escuchando los rugidos de su estómago. Su mente lo llevó a las milanesas con papas fritas, los asados, las empanadas y el placer de algo tan sencillo, como un bife con puré de papas y ensalada. La boca se le hizo agua con solo recordarlo, deseó volver a probarlas cuando terminara el conflicto. Vio a los maestros y monjes acomodarse en sus asientos y Liu Kang apareció en la gran mesa.
Uno de los cocineros le entregó el cuenco repleto de fideos y carne de cerdo desprendiendo el exquisito aroma. Mariano lo engulló con entusiasmo, la textura de la carne inundó su paladar junto a la masa de los fideos y se apresuró a terminar el cuenco dejándolo limpio y reluciente. Pidió otra porción, mientras veía a Daniela terminar el suyo.
–Disculpen –susurró–. Me voy a ir a dormir.
Los otros hombres asintieron, mientras Ashrah se acercaba a Mariano y le preguntó:
–¿Cuánto tiempo va a estar así?
–Ni yo lo sé –respondió Mariano sosteniendo su nuevo plato de comida–. Le pasa a cualquiera.
–¿Qué podemos hacer? –preguntó Syzoth mirando su cuenco repleto de insectos–. ¿Podemos ayudarla? Entiendo por lo que pasa. Shang Tsung logró hacerme creer que mi esposa e hijo seguían con vida.
–Por ahora, toca dejarla en su espacio –dijo Mariano devorando su plato–. Es abrupto saber que la persona que quería, resultó ser un tremendo forro de mierda. Pero espero que lo digiera rápido y se recomponga.
–Me pasó lo mismo con mi ex esposa –dijo Johnny soltando una risa pequeña–. Hay que darle tiempo.
–Es una batalla de que debe afrontarla sola –agregó Kenshi.
Mariano devoró tres cuencos más y soltó un eructo dejando de lado el último. Se tocó la panza con júbilo, la alegría lo inundó en su interior y el cansancio por el arduo de día le cobró factura, pero su entusiasmo de probar la radio lo invadieron. Soltó un bostezo, se levantó, se inclinó ante Liu Kang como los demás y este los imitó. Lentamente, todos abandonaron el comedor entre barullos.
Las conversaciones continuaron hasta llegar al complejo de estudiantes, Mariano se despidió y se acercó a la puerta de Daniela. La deslizó con el mayor silencio posible, los lloriqueos destrozaron a Mariano y la música inundó los oídos del rubio.
“…Jim raised me up/He hurt me, but it felt like true love/Jim taught me that/Loving him was never enough/With his ultraviolence…”
Entró a sus aposentos cerrando con fuerza la puerta. Se abalanzó a la radio tocando el selector de canal y tratando de pensar en otra cosa que no fuera matar a Shang Tsung a la primera que lo viera, la mano de Mariano se dirigió hacia el micrófono y empezó a buscar la frecuencia de Adelina. Dejó la música en un volumen bajo entonando algunas letras de Paranoid de Black Sabbath, la interferencia azotó los oídos del rubio y soltó varias maldiciones. No quería que tantos días de insomnio y esfuerzo se derrocharan porque no lograba contactar con Adelina.
–“…All day long, I think of things/But nothing seems to satisfy/Think I'll lose my mind if I don't/Find something to pacify…” –entonó entre susurros mientras la interferencia sonaba–. Vamos máquina de mierda y la recalcada concha de tu hermana.
Golpeó el costado de la radio, la palma le dolió por unos segundos y la máquina se apagó. Mariano casi suelta una maldición, pero la interferencia volvió a atronar el parlante y los dedos del rubio fueron nuevamente al selector de canal.
–A ver, si esta poronga funciona –murmuró apretando el micrófono.
–¿Mariano? –preguntó una voz conocida entre la distorsión–. ¿Sos vos?
Una gran sonrisa adornó el rostro del rubio e inmediatamente, apagó la música.
–¿Ade? –cuestionó–. Es bueno escucharte.
–¿Me escuchas? –la muchacha pareció no recibir lo que había preguntado. Notó que su voz era diferente, de seguro debió ser por las interferencias.
–¡Adelina! –dijo Mariano alzando la voz alegremente–. Mi radio por fin funciona, fue una tortura ¿Cómo te va con los Lin Kuei? ¿El Doctor Frío sigue igual de amargo?
–¿Me escuchas? Por favor –suplicó su amiga y la interferencia azotó con más fuerza la radio–. Necesito que me busquen.
–¿Está todo bien? –preguntó Mariano con una sonrisa, pero algo dentro de él le decía que no.
La distorsión cortó la respuesta. El rubio trató de mejorar la frecuencia, pero se mantenía inestable y soltó una palabrota.
–¿Qué? –cuestionó Mariano–. ¿Cómo, Ade? Hay mucha interferencia.
–No estoy en Arctika –confesó la chica–. Me secuestraron… Me quieren matar…
 ¿Quién quiere asesinarla? ¿Por qué los Lin Kuei no lo notificaron a Liu Kang? ¿Por qué no la protegieron? ¿Cuánto tiempo pasó en cautiverio? ¿Qué carajos pasó en ese lugar perdido?
–Ade –dijo el rubio enderezándose y buscando papel y lapicera en el desorden de su habitación–. Tenes que ser fuerte. Decime dónde estás, dame pistas de tu ubicación.
–No sé –sollozó la joven y la distorsión aumentó. Tenían que apresurarse–. Solo vi mar y barcos. Sé que estoy en una isla de la Tierra.
Mariano se tocó la frente y respiró hondo. Debía haber algo que lo pudiera ayudar.
–Bueno ¿Tenes una ventana o algo que te deje ver el exterior?
La distorsión invadió toda la habitación. Los minutos parecieron horas y volvió apretar el botón del micrófono con el corazón en la boca.
–¿Ves algo? ¿Símbolos o banderas?
–Hay banderas… –respondió Adelina con la voz entrecortada y el rubio empezó a anotar–. Son europeas, de Italia y Francia. También, Grecia y España… Creo que estoy en alguna de las islas del Mar Mediterráneo, vengan rápido… Quieren matarme…
–Todo va estar bien –afirmó Mariano–. Tenes que aguantar y ya vamos para allá ¿Quién te quiere matar? ¿Los conoces?
–Son hechiceros del Mundo Exterior… Se llaman Shang Tsung y Quan Chi –contestó y Mariano se corrió el cabello rubio maldiciendo para sus adentros. Tenían que estar metidos en el asunto–. Y hay dos hombres más… Mateo Thorsen y Dimitri… Por favor, ayúdame. Quiero irme a casa, no quiero estar acá.
–Tenes que ser fuerte, Ade. Ya vamos para allá. Aguanta todo lo que puedas ya vamos a buscarte…
–¡AHHH!
Entre la distorsión, Mariano oyó objetos romperse, los gritos y chillidos de su amiga y el gruñido de un extraño. El rubio apretó con fuerza el micrófono.
–¡Adelina! –gritó–. ¿¡Estás ahí!? ¡Contestame!
Pero supo que no iba hacerlo. La interferencia cortó la frecuencia quedando la habitación en silencio, Mariano se levantó a trompicones sin soltar el papel y chocándose con la chatarra desperdigada y los muebles y no le importó. Abrió de golpe la puerta corrediza y vociferó:
–¡DANIELA! ¡DESPERTATE! ¡DANIELA!
Entró a la habitación de su amiga encontrándola envuelta entre todas las sábanas, la llamó reiteradas veces, tomó una de las almohadas y la golpeó repitiendo las mismas palabras. La pelirroja abrió los ojos notándolos levemente rojos por el llanto y volvió a cerrarlos.
–¡Vamos, Dani! –gritó Mariano y la zarandeó–. Nos vamos, dale. Levantate.
–¿Qué pasa, Mariano? –preguntó la chica frotándose los ojos y soltó un bostezo–. Es tarde…
–Adelina está en problemas –dijo tirando la almohada y la pelirroja abrió más los ojos–. Dale, levántate, llama a los demás y carga todas las armas en la avioneta.
–¿Qué le pasó? –cuestionó quitándose las sábanas del cuerpo–. ¿Está bien? ¿No está con los Lin Kuei?
–Se fue de Arctika, la secuestraron–respondió Mariano saliendo a las corridas de la habitación–. ¡TODOS DESPIERTEN! ¡NOS VAMOS!
El rubio salió del complejo de estudiantes, corrió por los caminos de piedra y casi cayéndose en su carrera hacia los aposentos de Liu Kang y apenas notó los raspones que se había hecho. El sudor corrió por su cuerpo, los pulmones le exigieron aire y la adrenalina lo incentivó a seguir adelante. No le importó que los guardias y monjes lo vieran de manera extraña. Tenían que irse lo antes posible. El tiempo de vida de Adelina se acababa.
–¡LIU KANG! –gritó–. ¡LIU KANG!
Corrió sobre la hierba pisando algunas flores y cruzó gigantescas columnas chinas con faroles encendidos. Llevó a las afueras del complejo del dios y una tenue luz anaranjada iluminó el interior mostrando su silueta. Se levantó, caminó a la puerta corrediza y Mariano se detuvo buscando aire para sus pulmones.
–¡LIU KANG!
–¿Qué ocurre, Mariano Baldor? –preguntó el dios saliendo de sus aposentos.
–Nos vamos –respondió Mariano y le faltó el aire. Se agachó sosteniéndose sus manos a las rodillas–. Dame un segundo… Tenemos que irnos… y necesito un mapa de toda Europa.
–¿Qué pasa, Mariano Baldor? –volvió a cuestionar el dios acercándose al rubio.
–Adelina…–soltó entre respiros–. Está en problemas… Shang Tsung y Quan Chi la tienen…
En un parpadeo, la mirada del dios pasó de la tranquilidad a la seriedad. Sus ojos no mostraron emoción alguna.
–¿Dónde está? –cuestionó–. ¿Se encuentra en el Mundo Exterior?
–No, está en la Tierra… –respondió Mariano entre exhalaciones–. Se lo digo en el camino… vaya al complejo…
Se dio la vuelta y echó a correr. El viento azotó su rostro, los pulmones volvieron a quedarse sin aire y no le importó. Los pies descalzos le empezaron a doler; en pocos minutos, Mariano logró reconocer los jardines del complejo de estudiantes y vio a sus amigos bajando a las escaleras, mientras Daniela se acercaba más rápido a él.
–Ahora sí, decime qué pasa con Adelina –dijo sosteniéndolo con los brazos y le dio una bofetada haciendo que reaccionara.
–Shang Tsung y Quan Chi la tienen –soltó Mariano sentándose en el suelo–. Necesito un puto mapa y algo con lo que anotar.
–¿Cómo la atraparon? ¿No está con los Lin Kuei? –cuestionó Kenshi desde las escaleras.
–Necesito agua… Y mapa y algo para escribir… –dijo Mariano sosteniéndose de los brazos de Daniela.
Vislumbró a Ashrah yendo hacia el interior del complejo, volvió con un cuenco repleto de agua y a su lado, Syzoth sostuvo una lámpara, mientras Raiden traía una mesa de madera pequeña y Kung Lao una lapicera. Cuando Ashrah le tendió el cuenco de agua, Mariano lo bebió sin importarle que el agua mojara su ropa y lo poco que quedaba, se lo tiró al rostro. Todos lo miraron esperando una mejor respuesta.
–Estaba probando la radio –empezó el rubio–. Recibí la frecuencia de Adelina, no está con los Lin Kuei. O la secuestraron dentro de Arctika y Bi Han no avisó o se fue por su cuenta. Ella me dijo que Shang Tsung y Quan Chi la tenían y la querían matar.
–¿Te dijo dónde se encontraba? –preguntó Johnny.
–Es una gran pregunta, Johnny Cage –soltó Liu Kang y todos se voltearon a mirarlo. Un monje sostuvo un mapa y se lo tendió a Mariano.
–Casi sé dónde puede estar –respondió desplegando el mapa sobre la mesa en las escaleras, ubicó cerca la lámpara que trajo Syzoth y tomó la lapicera observando el papel–. Adelina dijo que había visto barcos y tenían banderas europeas. Eso, ya nos da pistas.
–No podemos buscar en todo el continente –espetó Kenshi cruzándose de brazos–. Tardaríamos mucho y Adelina morirá a manos de esos dos hechiceros.
–Las banderas que había visto, son de Italia, Francia, España y Grecia –dijo el rubio corriéndose el cabello de su campo de visión y marcó los países en el mapa–. Cree que está en el Mar Mediterráneo y yo támbién lo pienso. Hay que buscar en ciudades costeras e islas de la zona.
–Son muchísimas –dijo Kung Lao observando el mapa.
–Es como buscar una aguja en un pajar –soltó Raiden.
Todo el lugar quedó en silencio. Mariano observó detenidamente la hoja y reproduciendo las palabras de Adelina en su mente.
–Deberíamos buscar en el Canal de Suez, el Peñón de Gibraltar, las Islas Baleares, Malta, Creta y las islas Córcega y Cerdeña –dijo Kenshi señalando los lugares–. Después, nos extenderemos a las demás. Empecemos con el Canal de Suez, son las puertas al Mar Mediterráneo
–No creo que esté ahí –soltó Mariano–. Si lo estuviera, hubiera visto más banderas porque es un nexo de comercio.
–Tampoco, podría estar en Malta –agregó Raiden extendiendo el dedo índice en la diminuta isla–. Su posición central es imposible que no vea barcos.
–Adelina solo vio las banderas de Italia, Francia, España y Grecia –repitió Mariano observando mejor el mapa–. No debería estar en Creta ni las Islas Baleares ni el Peñón de Gibraltar, porque se verían más banderas de España y Grecia.
El silencio volvió a azotar en todo el grupo. El rubio vislumbró a Daniela acercándose más a la mesa de madera.
–Para mí, hay que empezar con estás dos islas, Córcega y Cerdeña –dijo la pelirroja marcando el par cerca de Italia–. La primera pertenece a Francia y la otra a Italia, ambas tienen cerca a España y encima, solo un par de kilómetros navegando está Grecia. Empecemos por ahí y vayamos extendiéndonos a las otras.
Nuevamente, el silenció inundó entre todos. Los engranajes de la cabeza de Mariano comenzaron a dar vueltas, la sugerencia de su amiga tenía sentido. Podría ser que Adelina se encontrara ahí y evitarían una gran expansión de la búsqueda. Notó que Daniela se mordía las uñas y observó apenas a sus amigos como si temiera que la golpearan.
–Es un buen plan, Daniela Ramoter –dijo Liu Kang–. Luego, solicitaré la presencia del Gran Maestro Sub Zero sobre este asunto. La otra pregunta es ¿por qué la quieren a ella?
Mariano y Daniela se miraron entre ellos. Quizás sabían la respuesta. La investigación sobre Hela y la daga.
–Creo que sabemos por qué –respondió la pelirroja.
Tanto Mariano como su amiga se turnaron para contar lo que sabían de la investigación de la diosa; lo que Adelina les había contado de la daga y los tatuajes que le había dejado en el lado derecho. Todos escucharon cada palabra de ambos.
–Era posible que los brujos se interesarían en Hela –dijo Liu Kang mirando a los campeones–. Pero no pensé que robarían su poder. Me sorprende que no lo hayan comentado.
–Preferimos no hablar mucho de lo que investiga Adelina –espetó Mariano–. Son sus cosas y no le gusta comentar de eso, solo con nosotros. Perdón, Liu Kang.
–No tienes por qué disculparte –dijo–. Lo importante es que tenemos un indicio de donde puede encontrarse.
–Está bien –susurró Mariano sintiéndose avergonzado y tomó el mapa–. Ahora, nos vamos y hay que cargar todo lo que podamos en la avioneta.
Sus amigos asintieron, se inclinaron ante Liu Kang y se fue del complejo, mientras los demás comenzaban a hacer los preparativos. La única persona que se quedó a lado de Mariano fue Daniela. La vio soltar un par de lágrimas, los brazos del muchacho se estrecharon en el cuerpo de su amiga y su llanto fue ahogado por el pecho de Mariano. Le dio un beso en la frente, las lágrimas le empaparon la remera de Dragon Ball y el corazón se le estrujó.
–La vamos a volver a ver, Dan-Dan –susurró y la furia recorrió su cuerpo.
Si Mariano encontraba a Shang Tsung, lo mataría. Las dos personas que más quería, su familia, sufría por culpa de él. Una tenía el corazón roto por sus mentiras y la otra, estaba luchando por vivir. Le había jurado al Viejo Mario de cuidarlas y cumpliría su palabra. No iba a irse de este mundo sin que el brujo pagara por lo que les hizo y lo que había causado a su alrededor por querer poder.
–Es mi culpa… Todo es mi culpa… Lo dejé entrar…
–Escuchame una cosa, Daniela –empezó el rubio obligándola a que lo mirara. Sus lágrimas cayeron por la ropa de la joven perdiéndose en el suelo–. Nada de esto fue tu culpa. Shang Tsung te mintió y está causando estos desastres ¿Me entendiste? Sacate esa culpa de la cabeza, te va a llevar por un mal camino.
Daniela volvió a refugiarse en los brazos del rubio y la abrazó con fuerza. Odió verla en ese estado de tristeza, se encargaría personalmente de Shang Tsung.
–La vamos a encontrar –dijo el rubio tomándola por los hombros. Daniela se limpió las lágrimas y asintió–. Tenemos que prepararnos e irnos cagando fuego.
La pelirroja soltó una risa pequeña y se fueron a cargar todo lo necesario.
Adelina escuchó voces… la visión fue negra y borrosa. Su cuerpo estalló de dolor.
–¿Qué descubriste del artefacto? –cuestionó una voz.
–Es… en China… –respondió otra voz
Adelina despertó abruptamente. Trató de levantarse, la cabeza le dio vueltas y el cuello le estalló de dolor. Quiso tocarse la cabeza, pero sus manos estaban elevadas y esposadas; vislumbró que sus botas tenían grilletes y sonaron al moverse. Cada músculo de ella agonizó, volteó ligeramente la cabeza y vio a Dimitri. El pánico la envolvió por completo. Empezó a luchar contra las ataduras y el hombre le dio una bofetada.
–¡Quédate quieta! –gruñó y se puso encima de ella–. Por más que me muestres tus colmillos, voy a romperte como la estúpida muñeca de porcelana que eres.
Las lágrimas emergieron como una cascada, las rodillas de Dimitri apretaron las caderas de Adelina y comenzó a besarla. Los labios fueron al cuello recorriendo la zona, Adelina apretó con fuerza las esposas y se revolvió, pero las manos de Dimitri estrujaron cada parte de ella y el asco la inundó. Los besos bajaron al pecho igual que sus manos e intentó luchar. El corazón le latió con más fuerza y su mente la llevó a Tomas. Extrañó sus besos, su sonrisa, su actitud, los abrazos y los momentos que pasaron.
Dimitri soltó pequeñas risas entre los besos. Adelina odió su voz arrogante, sus manos continuaron estrujando la zona, las lágrimas continuaron saliendo y las fuerzas la abandonaron. El dolor la azotó nuevamente, su lucha fue apagándose y las manos de Dimitri no dejaron la tarea de apretarle cuerpo. Adelina soltó un lloriqueo.
–Así, me gustas más –dijo Dimitri observándola–. Luchadora, pero las llamas de tus ojos se apagan. Te aferras a los últimos atisbos y voy a esfumar esa esperanza.
El hombre la tomó por las mejillas y Adelina le destiló una mirada de odio. Sus besos y toqueteos se acrecentaron, apretaron la piel y el pecho con insistencia. Soltó sonidos de depredador ante cada quejido que hacía Adelina. No volver podía a ocurrir.
–¡Eres un imbécil! –gritó Mateo alejando a Dimitri de Adelina–. ¡Depravado sin cerebro!
Le asestó un puñetazo al rostro haciendo que soltara un quejido de dolor. La muchacha solo pudo abrir más los ojos por lo que veía. Mateo volvió a golpear a Dimitri, saltó a una velocidad sobrehumana y le asestó una patada. Cayó al suelo soltando una tos seca y antes de poder levantarse, Mateo pisó el pecho del hombre con fuerza. Las manos fueron a la bota, pero el chico de cabello castaño no se inmutó en sus acciones.
–Todos los desastres son por tu culpa, Julius –dijo Mateo entre dientes–. Ella logró alertar a alguien y casi logra escapar por tus impulsos.
El pie ejerció presión en el pecho de Dimitri. Soltó quejidos y maldiciones.
–No voy a permitir que hagas más estupideces –continuó–. Recuerda tu lugar, Julius.
Adelina pudo escuchar el crujido de los huesos. Mateo lo soltó, Dimitri emitió un quejido y formó una mueca. Adelina no se atrevió a hacer ningún movimiento, el chico de cabello castaño se le acercó y le quitó las cadenas. Antes de que la muchacha tuviera la oportunidad de alejarse, Mateo la sometió y luchó por zafarse, pero el cuerpo le gritaba de dolor y la arrastró entre las bifurcaciones de los pasillos. Las luces le dañaron los ojos heterocromáticos y las muñecas le sangraron. Mateo continuó manteniendo su agarre sin inmutarse en los forcejeos de Adelina.
La obligó a entrar a una habitación tirándola como si fuera una bolsa de papas. Vio una camilla para paciente, una mesa de madera con frascos y líquidos de muchos colores, focos y antorchas dando luz anaranjada y muebles destartalados. Mateo le quitó las esposas, la obligó a recostarse, la ató con las correas de cuero y Dimitri le quitó la cinta de la boca. Por unos segundos y la observó sonriendo con arrogancia, pero Mateo le destiló una mirada asesina y Dimitri se la devolvió. Adelina se revolvió en la camilla tratando de zafarse de las correas y Mateo le dio una bofetada. Sus ojos avellana destilaron furia y rencor, Adelina vislumbró a Shang Tsung y le susurró algo inentendible al hombre.
Un par de guardias aparecieron sosteniendo con pinzas la daga y la bolsa de runas de Kolbein y la dejaron en la mesa gigantesca repleta de frascos y químicos. Shang Tsung le dio la espalda a la joven, mientras Mateo y Dimitri la vigilaban.
–Eres un estúpido –soltó Mateo–. Por no querer contener tus bajos instintos.
–No es mi culpa que tu tengas furia contenida con ella –espetó Dimitri–. Deja a otros divertirse, después la matas de la forma que quieras.
–Tengo asuntos familiares que atender, no me dedico a saciarme de placer sexual–argumentó Mateo mirándolo con odio.
–Basta ustedes dos –vociferó Shang Tsung dándose la vuelta y sosteniendo una gran jeringa–. Reténgala, necesito su sangre.
–Morite –vociferó Adelina percatándose de su voz afónica.
Mateo pareció contener sus intenciones de propiciarle una bofetada. Las correas de cuero lastimaron a la chica, las manos de los hombres hicieron que sus músculos agonizaran y soltó un grito. Vislumbró a Shang Tsung alzar a la jeringa vacía, la aguja se incrustó en la piel de Adelina y un dolor indescriptible azotó su cuerpo. Los tatuajes de la anatomía del esqueleto le ardieron, era peor que los cortes de la daga. Una oleada de escalofríos le recorrió su columna vertebral, una furia indescriptible recorrió su ser y se entregó a ella completamente... a ese poder.
Mateo Throsen observó a Adelina revolverse en su agarre. La odiaba. Pero supo que algo malo le pasaba en cuanto Shang Tsung empezó a extraer la sangre. Sus gritos y quejidos se volvieron más desesperados de lo que eran, sintió cómo su cuerpo temblaba y tuvo que contener el impulso de ahorcarla como la última vez. Varias veces, lo invadió las ganas de terminar con la vida de Adelina e incluso, acrecentar su dolor de una manera inexplicable, pero la coherencia le mostraba el premio mayor. La muerte de la diosa Hela.
–Shang Tsung –llamó mirándolo–. Algo no está bien con ella.
–Nada está bien con ella, Mateo ¿Qué le pasa ahora? –preguntó Dimitri soltando una mueca.
El aire se volvió más helado de lo usual, el vaho salió de la boca de Mateo y Adelina se retorció más en la camilla. Vio escarcha formarse en las paredes; en un solo parpadeo, el fuego de las antorchas se tiñó de verde y llamearon con más intensidad. Los gritos de Adelina se volvieron iracundos, sus ojos se echaron hacia atrás desapareciendo el iris y dejando solo la blancuzca capa mucosa, tembló y las convulsiones la azotaron. De la boca de Adelina, salió saliva tiñéndose de rojo, se contorsionó contra las correas y los tres hombres se alejaron de ella.
Los gritos de Adelina se combinaron a los sonidos de los huesos contorsionarse. Cada articulación, se dobló como si se tratase de papel, las correas de cuero se rompieron y la espalda de Adelina se arqueó de una forma imposible sosteniéndose con las manos torcidas. Cayó a la silla como un trapo entre temblores y convulsiones escupiendo líquido negro.
Un humo verde salió de sus ojos blancuzcos y de la boca de la muchacha, se dispersó por todo el cuerpo y poco a poco, fue tomando la forma de una silueta. Mateo desenvainó su espada sosteniéndola firmemente entre sus dedos, vislumbró a Dimitri desenfundar una pistola y las manos de Shang Tsung destilaron fuego ¿Qué truco estaba haciendo Adelina?
–¿Qué carajos está haciendo, brujo? –cuestionó Mateo entre dientes.
El hechicero no respondió. La figura de humo tomó la apariencia de una mujer esbelta y delicada, el cabello ondulado hasta las caderas y su mirada reflejó seriedad, pero a su vez analítica. Era Hela, llevaba un vestido vikingo y no se le veían sus pies. Miró a los tres hombres de forma imperturbable, sus ojos destilaron furia, el lado derecho de su cuerpo vaporoso cambió drásticamente tornándose putrefacto y soltó un grito rabioso. Sus manos se movieron disparando escarcha haciendo retroceder a los tres hombres, la daga nórdica se unió a la extremidad del espíritu y antes de arremeter, desapareció.
El laboratorio quedó en silencio. Los leves quejidos de Adelina fueron lo único escuchable, el grito de Hela atronó el lugar, se abalanzó por detrás a Shang Tsung tratando de apuñalarlo y la alejó disparando llamaradas. La daga se fue de las manos de la diosa, pero púas de hierro surgieron del suelo y el hechicero las esquivó. Mateo corrió alzando la espada hacia el pecho de Hela, contratacó desplegando pedazos de hielo y los lanzó hacia el hombre. Antes que se incrustarán en su cuerpo, se sumergió en la sensación familiar del agujero negro y salió cerca del espíritu, pero antes de poder embestirla, una enredadera de hierro se aferró a su tobillo y lo lanzó hacia la pared.
–¡NUNCA ME PODRÁS DERROTAR, ABOMINACIÓN! –vociferó el espíritu de Hela.
–¡Vengaré a mi familia! –gritó Mateo levantándose con la espada en mano.
–¡MORIRÁS!
El espíritu arremetió contra Mateo destilando fuego verde de sus manos y Dimitri se interpuso disparando, pero las balas traspasaron a Hela y sonrió con arrogancia. Las llamaradas verdes dispararon hacia Dimitri chocando contra la pared de piedra. Shang Tsung contratacó con su propio fuego, pero Hela no mostró expresión alguna a su ataque. Su cuerpo vaporoso se volteó lentamente hacia el hechicero.
–¡LADRÓN!
Shang Tsung recitó un conjuro y sus manos se tornaron verdes. Un halo del mismo color surgió e intentó suprimir el espíritu, pero soltó un grito iracundo y desapareció en un parpadeo. Volvió a emerger cerca de Adelina en un estado inconsciente, se movió usando sus manos como un depredador hacia la muchacha y su figura de humo verde se deformó soltando un alarido ahogado y metiéndose en la boca y ojos de la joven.
Los tres hombres se le acercaron y Mateo la zarandeó varias veces. Adelina abrió abruptamente los ojos soltando gimoteos y bocanadas fuertes seguido de gritos. Sus ojos se echaron más atrás mostrando los vasos sanguíneos y volvieron a aparecer, pero cambiaron. El ojo izquierdo, de color café, empezó a ser reemplazado por otro de color ámbar y Mateo dejó de tocarla. Los huesos de la chica crujieron y sus extremidades volvieron a contorsionarse de una manera imposible. La muchacha se levantó con las manos torcidas, curvó la espalda formando un arco inhumano y el ojo verde destiló un resplandor.
Comenzó a moverse como un animal hacia la pared. La muchacha soltó quejidos mientras subía, volteó todo su cuerpo y el trío retrocedió más. La boca se le tiñó de negro como la noche al igual que el contorno de los ojos dejando solo ver los iris ámbar y el resplandeciente verde. Los ojos le salieron líquido negro y verde, el lado derecho mostró signos de descomposición donde se encontraba los tatuajes de la anatomía del esqueleto. Adelina soltó un grito iracundo.
–¡Pelea, maldita diosa! –gritó Mateo.
–¡ERES UNA OBOMINACIÓN! –vociferó Adelina, pero no era solo su voz sino también la de Hela–. ¡POR TU CULPA, MI HIJO ESTÁ MUERTO!
–Podemos ayudarnos, Hela –dijo Shang Tsung elevando sus manos entre llamas–. Tu poder nos puede ayudar a derrotar a Liu Kang.
–¡LADRÓN! –gritó la muchacha poseída–. ¡Usaste mi poder junto al otro brujo para hacer trucos baratos! ¡Ese poder es mío por derecho! ¡Resquebrajan el balance!
Se lanzó hacia Mateo y lo rasguñó tirándolo hacia la mesa de laboratorio. Soltó un quejido, escuchó las pisadas de los guardias, desenvainaron sus espadas y la rodearon. De los pies de Adelina, surgió escarcha y formaron púas de hielo incrustándose en los soldados. Los pocos que sobrevivieron se abalanzaron hacia la muchacha, esquivó cada estocada con agilidad escuchándose los huesos doblarse anormalmente y se lanzó hacia uno de los soldados. Mateo cayó al intentar levantarse, vio a Adelina rasguñarlo, le arrancó parte del cuello y el líquido carmesí emanó a borbotones. La daga se dirigió a las manos de la joven, la hoja filosa se incrustó en el pecho del soldado, soltó el cadáver y la muchacha se enfocó en otro.
El guardia intentó embestirla, pero el cuerpo de Adelina lo esquivó y tomó el brazo que sostenía la espada. El arma cayó estrepitosamente, la muchacha comenzó a tirar la extremidad sonriendo de forma siniestra y el guardia soltó quejidos. La piel se desgarró, Adelina le arrancó el brazo, sacó el hueso y se lo incrustó en todo el pecho. El soldado cayó con la sangre saliendo a borbotones de su boca y la muchacha poseída se enfocó en Dimitri.
–¡TÚ, MALDITO DEGENERADO! –vociferó la muchacha poseída–. ¿¡Cómo te atreves a mancillar a mi sangre y carne!?
–No es mi culpa que tenga unos hermosos genes, diosa de los muertos –argumentó Dimitri apuntando con la pistola–. Y voy a divertirme con ella en cuanto terminen de experimentarla.
Mateo pudo ver la ira en el ojo ámbar de la diosa. Eran los mimos que los de él. Los mismos que buscaban la venganza por la familia que habían perdido. La joven poseída soltó un grito, las enredaderas de hierro surgieron tomando el tobillo, lanzaron a Dimitri de un lado al otro y, por último, lo arrojó al techo haciendo que soltara un quejido lastimero. Adelina comenzó a acercársele, un aura verde la rodeó y una púa de hielo se formó en la palma de su mano incrustándose en el hombro de Dimitri. Mateo intentó levantarse, pero sus fuerzas lo abandonaron y solo pudo observar la masacre.
Adelina alzó la daga y antes de que pudiera apuñalar al hombre, Shang Tsung recitó un conjuro y sus manos salió un halo verde disparado a la espalda de Adelina. Gritó haciendo que Mateo se cubriera los oídos, Adelina tembló soltando la daga y se desplomó a un costado de Dimitri. Sus ojos volvieron a ser los mismos de siempre, su piel recobró el mismo tono de siempre, tosió y pareció recobrar el sentido. Mateo se levantó a trompicones y los pocos soldados vivos lo acompañaron, Adelina abrió más los ojos y tomó la daga soltando un rugido. Uno de los guardias se aproximó a ella tratando de arrebatarle el arma, pero lo acuchilló en el ojo y el guardia gritó cubriéndose la herida. Emanó negro extendiéndose por todo el rostro y cayó sin vida al suelo. Adelina miró con terror en sus ojos la escena, tosió y vomitó derrumbándose como una muñeca.
Mateo escuchó el gorgoteo de Dimitri, se acercó a él estudiándolo y se asustó. Sus costillas estaban rotas y posiblemente tenía un pulmón perforado. Vociferó:
–¡Llevenlo a enfermería! ¡Ahora!
–¿Qué hacemos con ella, hechicero? –preguntó otro guardia.
–Encadénenla –respondió–. No con las mismas de su celda. Quiero que cubran sus manos y la sometan bien. No queremos otro incidente. Supervisaremos el resto.
–Está bien –dijo Mateo.
La adrenalina lo abandonó y el dolor por el combate lo azotó. Se maldijo internamente por su debilidad, significaba que le faltaba entrenamiento para enfrentarse a una diosa. Si su espíritu era un problema, no quería pensar en enfrentarla cuerpo a cuerpo. Se marchó del laboratorio caminando a paso apresurado a sus aposentos, se cruzó con guardias que lo miraban por arriba y cerró la puerta estrepitosamente. Mateo sacó un medallón negro como la obsidiana y emitió un resplandor verde mostrando la figura de Nyagust.
–¿Qué ocurre, Mateo? –preguntó el demonio.
–Hela dejó algo dentro de Adelina –dijo Mateo sin pelos en la lengua.
Le explicó todo el combate que había tenido hace solos unos instantes. Detalló todo lo que memorizaba y notó la mirada analítica del demonio.
–¿Cómo no sabías que Hela tenía ese truco guardado en su familia? –preguntó Mateo manteniendo la voz lo más normal posible, mientras caminaba en círculos–. Tenías que estar aquí. No supervisando los ladrones de almas de la Fortaleza de Ying.
–Es posible que Hela haya dividido su alma –respondió Nyagust–. El líder nunca lo comentó o posiblemente, no la escuchó recitar el conjuro.
–¿Cómo le sacamos ese espíritu? ¿Eh? –cuestionó Mateo–. Ni siquiera Quan Chi pudo hacerlo.
–Hela misma tiene que hacerlo voluntariamente –respondió.
–Carajo –susurró Mateo y pateó los pies de su cama–. Estamos tan cerca de nuestros objetivos, pero parece que se hacen más lejanos.
–Cálmate –dijo Nyagust–. La paciencia es una virtud. Debemos enfocarnos en buscar el último artefacto ¿Qué encontraste en las bibliotecas?
Mateo rememoró sus tiempos en los lugares dichos. Horas y horas sentado entre libros de cartografías valieron la pena, pero faltaba más… Mucho más.
–Se encuentra en China –respondió–. Pero no sé en qué zona.
–Enfócate en eso, por ahora –dijo Nyagust–. Luego, veremos cómo sacar el alma de Hela al cuerpo de Adelina.
Mateo asintió y la figura de su amigo desapareció. Se recostó en la cama, sacó debajo del almohadón un viejo caballo de madera y lo contempló. Estaba con mordidas de un infante, las de él. Recordó cómo jugaba con ese caballo junto a su hermano y sus padres lo alentaban a ayudar en arar la tierra de los nobles de tiempos pasados. Se quitó una lágrima solitaria y susurró:
–Ya los vengaré.
–Sí que tienes buenos trucos, Hela –susurró el demonio observando el cuerpo putrefacto encadenado.
Se sentó en una roca cercana. Las cadenas que sometían el cuerpo de la diosa destilaron colores naranjas y verdes. No se perturbó ante su nombre, su cabeza continuó baja y no emitió una sola palabra.
–Nunca te escuché entonar ese conjuro, antes de dejarte en donde estás –continuó–. Me sorprendes, pero tu suerte no durará por mucho tiempo.
El demonio vio gotas de sangre salpicar la tierra roja. Hela lloraba, pero no soltó palabra alguna. No podía hacerlo por su estado de coma. El demonio se puso de pie acercándose a ella y la contempló. Fue trágico dejarla en ese sitio perdido, pero le divertió ver cómo se esfumaban sus últimos atisbos de poder.
–Tu pariente tiene dientes –prosiguió el demonio–. No tan fuertes como los tuyos, pero los tiene. Tiene tu belleza y si escarbo más, posiblemente tu gracia y firmeza en el combate. Sobre todo lo último, lo vi en sus bonitos ojos.
Las lágrimas de sangre continuaron saliendo, pero la diosa no emitió palabra ni grito alguno. Su cabello a medio descomponer le tapó su rostro podrido. Sus ropas se desgarraron con el pasar de los años dejando un atisbo de lo que habían sido. Un símbolo de poder y grandeza olvidado y destruido.
–Morirá y aspiro a que no lo puedas evitar.
El demonio rio mientras ignoraba a la diosa. Se desvaneció en un humo negro dejando el lugar en silencio.
Tomas veía a Adelina encadenada contra la pared. Su cabello negro como la tinta ocultaba su rostro, sus ropas estaban sucias y rotas y soltaba leves quejidos. El muchacho corría a toda velocidad hacia ella
–Adelina… –susurraba agachándose, pero no le contestaba ni se inmutaba a su presencia–. ¡Adelina!
Sus dedos tocaban el rostro de la chica y la ira lo inundaba ¿Quién se lo había hecho? La nariz le emanaba sangre al igual que su frente, las lágrimas manchaban sus mejillas pecosas y Tomas veía las marcas en el cuello. Los ojos heterocromáticos de la joven se movían de un lado al otro como si estuviera perdida y Tomas le tomaba el rostro con ambas manos.
–Mírame, Adelina. Vas a estar bien, vas a estar bien –continuaba tratando de que lo mirara y la sacudía ligeramente–. ¿Quién te hizo esto?
La sangre le brotaba de la boca. El lado tatuado de su cuerpo empezaba a mostrar heridas y quemaduras en lugares aleatorios. Sus ojos se mostraban vidriosos y habían perdido el brillo que Tomas recordaba. La desesperación lo inundaba y empezaba a tirar de las cadenas de la muchacha.
–Vamos, Adelina –susurraba colocando detrás de la oreja los mechones de cabello–. Por favor, por favor…
No podía revivir eso nuevamente. No iba a soportarlo... No otra vez. Adelina soltaba murmullos y Tomas se aproximaba más tratando de escucharla mejor.
–Quema… –decía–. Ayúdame… duele…
Un grito agónico había penetrado los oídos de Tomas cubriéndolos con desesperación. La pared de ladrillo se fragmentaba, un par de manos jalaban a Adelina y trataba de soltarse del agarre. La figura no se inmutaba a la fuerza de ella y trataban de sumergirla a una vasta negrura.
–¡No la toques! –vociferaba el muchacho.
Antes de que Tomas pudiera abalanzarse sobre la silueta, barrotes de celda se habían interpuesto entre ambos, Adelina extendía sus manos encadenadas en súplica y sus lágrimas empapaban más su rostro. Una fuerza inexplicable retenía a Tomas, un humo grisáceo le impedía acercarse a los barrotes y luchaba contra este. La chica era sumergida a la negrura, se empezaba a escuchar sus gritos lastimeros y las manos de humo no dejaban libre a Tomas.
–¡ADELINA! –gritaba Tomas–. ¡Resiste!
Los gritos de Adelina se acrecentaban, las lágrimas empezaban a surcar las mejillas de Tomas y sus manos se dirigían a su cintura buscando el karambit, pero no estaba. No podía repetir la historia. Iba a ayudarla…
–¡ADELINA!
Las manos de humo lo soltaban y Tomas no caía al suelo de piedra, sino a un charco de sangre. Sus ojos se adaptaban a la poca luz, quería volver y buscar a Adelina, pero con cada intento de ascender se volvía imposible. Observaba todo el líquido carmesí y vislumbraba un destello blanco al fondo. Tomas se sumergía más y más tratando de llegar, el paisaje comenzaba a formarse y nadaba con más velocidad. Los oídos le pitaban y los pulmones le exigían aire. La superficie se hacía más visible, el muchacho vislumbraba un cielo nublado y árboles y su desesperación por salir de esas profundidades sangrientas aumentaban.
El aire helado invadía sus pulmones, al salir de la laguna. Tomas nadaba hacia la orilla repleta de piedras pequeñas y nieve, las manos la teñían de rojo y soltaba exhalaciones. Los ojos grises del muchacho se cruzaban con los de Adelina. Se encontraba tendida e inmóvil, de su boca emanaba sangre y sus ropas estaban sucias y manchadas de líquido carmesí.
–¡Adelina! –gritaba Tomas mientras salía de la laguna.
Le corría el cabello negro, sus manos ensuciándole el rostro pálido y los ojos de la joven no mostraban emoción alguna. Estaba muerta. Las lágrimas de Tomas volvían a salir como un torrente y dejaba de importarle que el viento mordaz y congelado azotara su cuerpo. Volvía a pasar.
–Vamos, Adelina –susurraba y trataba de que lo mirara, pero su cabeza caía hacia un lado–. Por favor… No me dejes… Perdóname, debí hacerte desistir de irte… Perdóname…
La estrujaba en los brazos buscando su calor. Le acariciaba el cabello negro y lo enredaba entre sus dedos recordando lo suave y sedoso qué era.
–Es su destino –decía una voz conocida… una que Tomas no había escuchado hace tiempo–. Su destino es la muerte.
La cabeza de Tomas se movía por si sola y se quedaba estupefacto por las personas que veía. Eran su madre y hermana gemela. Sus heridas fatales se exhibían mostrándole el error de años atrás y la sangre teñía la nieve. No podía creerlo. El cuerpo de Adelina se desvanecía entre líquido carmesí tiñendo más las manos del muchacho y solo podía observar con horror.
–Debe morir –decía su hermana gemela… recordaba su voz angelical, pero ahora era un eco del pasado. Se acercaba lentamente a su hermano–. No podrás salvarla ni la verás por última vez.
Tomas se levantó del futón bruscamente. El sudor corrió por su espalda generándole escalofríos, el calor de las mantas lo asfixió y se las quitó de un tirón. Trató de contener un grito y se cubrió los ojos cansados. Por más de que trató de escarbar en su memoria cuál fue la causa de su desvelo, no lo recordaba. Una parte de él, no se atrevió a volver a cerrar los ojos, por más que no recordase el por qué y la otra, comenzó a alentarlo a tirarse nuevamente al futón y cubrirse con las mantas.
Tomas dejó de tener pesadillas desde hace tiempo, no recordaba a que edad había tenido la última. Sus ojos se adaptaron a la negrura de su habitación, se los frotó quitándose por completo el sueño y agudizó los oídos. Sus hermanos continuaron dormidos y le alegró que no lo hayan escuchado. Se levantó del futón y salió del complejo del Gran Maestro.
Los pies del muchacho lo llevaron a la cocina, su mente esperó encontrarse con Adelina tratando de preparar algo con lo que pasar la noche de vigilancia, pero se enfrentó a una cocina vacía y su silencio opresivo. Le extrañó no escuchar la música de la joven ni su canto. También, el aroma de las comidas de su patria. Salió de la cocina sintiendo la culpa revolverse en su pecho, se maldijo a sí mismo por haber hecho disuadir a Adelina, su mente pensó en las mil y una formas en las que había podido convencerla y continuar entrenando… para poder verla y disfrutar de su compañía. Ver su sonrisa y quedarse perdido en sus ojos heterocromáticos tratando de descubrir los secretos que guardaban.
Se escabulló de los guardias y se metió en el pasadizo que iba a la torre. Aspiró el aroma a moho y la humedad lo asfixió. Sus pisadas fueron lo único oíble, subió por las familiares escaleras de piedra y abrió la diminuta puerta de madera dejando ver el cielo nocturno. Las auroras boreales continuaron iluminando y decorando las estrellas entre las pocas nubes. Tomas se sentó en el polvoriento suelo soltando un suspiro, el leve viento azotó su cuerpo resultándole reconfortante y observó las estrellas. Su mente lo llevó a Adelina esperando que le haya ido bien en su búsqueda y con el deseo de volver a verla…
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acapulcopress · 1 year ago
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141 aspirantes a legisladores federales renuncian a sus apoyos económicos
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CIUDAD DE MÉXICO * 5 de marzo, 2024. ) Apro Diputadas y diputados que participarán en la elección consecutiva manifestaron su renuncia voluntaria a apoyos económicos, informó la Cámara Baja en un comunicado. La Mesa Directiva informó que 141 legisladores federales que participarán en la elección consecutiva en el proceso electoral 2023-2024 manifestaron su renuncia voluntaria a los apoyos económicos a que tienen derecho. Estos apoyos consisten en asistencia legislativa, atención ciudadana, casa enlace, transporte y hospedaje y tarjeta Viapass para peaje, y dejarán de contar por ellos por el periodo que comprende del 1 de marzo al 2 de junio. De la cifra total, 45 son de Morena, 47 del PAN, 29 del PRI, 19 del PT y uno del PRD. Estos son los legisladores que expresaron su deseo de renunciar a los apoyos: Morena César Agustín Hernández Pérez, Carol Antonio Altamirano, Reyna Celeste Ascencio Ortega, Ana Elizabeth Ayala Leyva, Manuel de Jesús Baldenebro Arredondo, Rocío Natalí Barrera Puc, Juan Ángel Bautista Bravo, María del Carmen Bautista Pelaéz, Bruno Blancas Mercado, Francisco Javier Borrego Adame, Héctor Armando Cabada Alvidrez, Óscar Cantón Zetina, Olegaria Carrazco Macías, Mario Miguel Carrillo Cubillas, Alejandro Carvajal Hidalgo, Favio Castellanos Polanco, Olga Leticia Chávez Rojas, Armando Contreras Castillo, Armando Corona Arvizu, Roberto Ángel Domínguez Rodríguez, Olga Juliana Elizondo Guerra, Leonel Godoy Rangel, Juanita Guerra Mena, Rosa Hernández Espejo, Arturo Roberto Hernández Tapia, Mónica Herrera Villavicencio, Irma Juan Carlos, Mayra Alicia Mendoza Álvarez, Moisés Ignacio Mier Velazco, Evangelina Moreno Guerra, Julio Cesar Moreno Rivera, Blanca Araceli Narro Panameño, Araceli Ocampo Manzanares, Pedro David Ortega Fonseca, Jaime Humberto Pérez Bernabe, Sonia Rincon Chanona, Carlos Sánchez Barrios, Azael Santiago Chepi, Paola Tenorio Adame, Teresita de Jesús Vargas Meraz, Manuel Vázquez Arellano, Julieta Kristal Vences Valencia, Dulce María Corina Villegas Guarneros, Merary Villegas Sánchez y Joaquín Zebadúa Alva. PAN Marco Humberto Aguilar Coronado, Laura Patricia Ahedo Bárcenas, Salvador Alcántar Ortega, Marco Antonio Almendariz Puppo, Daniela Soraya Álvarez Hernández, Ana Teresa Aranda Orozco, Itzel Josefina Balderas Hernández, Ana María Balderas Trejo, Carolina Beauregard Martínez, María Teresa Castell de Oro Palacios, Román Cifuentes Negrete, Erika de los Ángeles Díaz Villalón, Yesenia Galarza Castro, María Josefina Gamboa Torales, Pedro Garza Treviño, Mariana Gómez del Campo Gurza, Carmen Rocío González Alonso, Karla Verónica González Cruz, Diana Estefanía Gutiérrez Valtierra, Genoveva Huerta Villegas, Jorge Ernesto Inzunza Armas, Julia Licet Jiménez Angulo, Berenice Juárez Navarrete, Diana María Teresa Lara Carreón, José Elías Lixa Abimerhi, Noemí Berenice Luna Ayala, Gustavo Macías Zambrano, Esther Mandujano Tinajero, Noel Mata Atilano, Miguel Ángel Monraz Ibarra, Sarai Núñez Cerón, Ali Sayuri Núñez Meneses, María Elena Pérez-Jaén Zermeño, Gabriel Ricardo Quadri de la Torre, Éctor Jaime Ramírez Barba, Sonia Rocha Acosta, Juan Carlos Romero Hicks, Martha Estela Romo Cuéllar, Paulina Rubio Fernández, Ana Laura Sánchez Velázquez, Rodrigo Sánchez Zepeda, Luis Gerardo Serrato Castell, Armando Tejeda Cid, Héctor Saúl Téllez Hernández, Fernando Torres Graciano, Roberto Valenzuela Corral y Margarita Ester Zavala Gómez del Campo. PRI Norma Angélica Aceves García, Yeimi Yazmín Aguilar Cifuentes, María de Jesús Aguirre Maldonado, Pablo Guillermo Angulo Briceño, Karla Ayala Villalobos, Frinné Azuara Yarzábal, Sue Ellen Bernal Bolnik, Jaime Bueno Zertuche, María del Refugio Camarena Jáuregui, Adriana Campos Huirache, Alma Patricia Cardona Ortiz, Eufrosina Cruz Mendoza, Carolina Dávila Ramírez, Juan Francisco Espinoza Eguia, Xavier González Zirión, Marcela Guerra Castillo, Fuensanta Guadalupe Guerrero Esquivel, Johana Montcerrat Hernández Pérez, Ana Lilia Herrera Anzaldo, Jazmín Jaimes Albarrán, Roberto Carlos López García, Tereso Medina Ramírez, Rubén Ignacio Moreira Valdez, Rafael Alejandro Moreno Cárdenas, Mariana Erandi Nassar Piñeyro, Lorena Piñón Rivera, María Elena Serrano Maldonado, Maribel Guadalupe Villaseñor Dávila y Cynthia Iliana López Castro. PT Lilia Aguilar Gil, José Alejandro Aguilar López, Mary Carmen Bernal Martínez, Francisco Amadeo Espinosa Ramos, Alfredo Femat Bañuelos, José Gerardo Rodolfo Fernández Noroña, Irma Yordana Garay Loredo, Margarita García García, Jesús Fernando García Hernández, Maribel Martínez Ruiz, Luis Enrique Martínez Ventura, Brígido Ramiro Moreno Hernández, Magdalena del Socorro Núñez Monreal, Jorge Armando Ortiz Rodríguez, Ángel Benjamín Robles Montoya, Ana Karina Rojo Pimentel, María de Jesús Rosete Sánchez, Reginaldo Sandoval Flores y Dionicia Vázquez García. PRD Francisco Javier Huacus Esquivel. ] Síguenos en facebook.com/acapulcopress.news ) Síguenos en facebook.com/angelblanco.press ] Síguenos en ) acapulcopress.com Read the full article
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sporadiceagleheart · 1 year ago
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Come On being there for someone makes us feel like a good person the same as being there for the people and children who aren't here anymore we know that they are still with us in our hearts and watching over us from beyond the sky this edit says happy birthday and rest in peace to Ana “Anci” Božović Ana Božović and those who passed away
Adriana “Adri” Dukić, Little Annayah Rosa Balmer, Daniela and Sofia Mendoza, Elayna Grace Sandeen, Jane Eilish Preston January 3, 2017 - October 3, 2020, Lukas Duane Gluck, Grace Elizabeth “Amazing Gracie” Ekis, Grace Elizabeth Ekis, Alayna Renee Bretsik, Kaylynn Bella Mitchell-Broshears, Jocelyn Marie Ducharme
December 3, 2017 - September 28, 2021, Caroline Phoebe “Boo” Previdi, Royalty Rose Martinez
March 15, 2016 — March 12, 2024, Kinsley Reese Sandvik
June 21, 2011 – February 14, 2020, Nex Benedict, Abigail Hernandez, Kiera Lynne Driscoll,Kiera Driscoll,Jakelin Amei Rosmery Caal Maquin, Tamar Haya Torphiashvili, Isabella “Isa” de Oliveira Nardoni, Acelynn Staton-Contreras, Paisley Elizabeth Grace “Pais” Cogsdill, Nyziereya London Moore, Ellie-May Clark, Bella Edwards, Bella Bond, Ava Jordan Wood, Semina Halliwell, Leiliana Wright, Saffie-Rose Brenda Roussos, Lily Peters, Olivia Pratt Korbel, Elizabeth Shelley, Sara Sharif, Charlotte Figi, Jersey Dianne Bridgeman, Macie Hill, Sloan Mattingly, Audrii Cunningham, Emilie Parker, Jackie Cazares, Makenna Lee Elrod, Eliahna Torres, Nevaeh Bravo, Layla Salazar, Jayce Carmelo Luevanos, Jailah Nicole Silguero, Bianca Devins, Catherine Violet Hubbard, Soren Chilson, Aubreigh Paige Wyatt, JonBenèt Ramsey, Rachel Joy Scott, Skylar Annette "Sky " Neese, Emily Grace Jones, Emily, Indy, Savanna and Rylie Nicholls, Joan of Arc, Stevie Stock, Riley Faith Steep, Lily Rose Diaz, Destiny Riekeberg, Colby Curtin, Gabrielle Barrett, Eliana Rose Lara, Natalynn Lea Miller, Maite Rodriguez, Alexandria Rubio, Makayla Lynn Brewster, Riley Ann Fox, Riley Ann Sawyers, Maranda Gail Mathis, Avielle Richman, Star Hobson, Sidra Hassouna, Brianna Florer, Kylie Rowand, Indy Llew, Ariya Jennings, Alexandra Hope Kelly, Amelia Brooke Harris, Makenzie Gongora, RaNiya Wright, Sierra Newbold, and more kids
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loliquiu · 2 years ago
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El Internado: Las Cumbres teaser trailer
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capinejghafa · 4 years ago
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ladies of las cumbres 
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