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Te amo tanto que te elegiría a ti una y otra vez, pero soy tan egoísta que cuando la muerte tenga que separarnos, me eligiría a mi misma para no sufrir por tu ausencia.

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Siempre sentí que nuestra relación era una amistad que persistía desde mi nacimiento. Ahora veo los pequeños retazos que quedaron de nuestra relacion e igualmente sigue dibujandose la misma sonrrisa que impregnaste en mi en el momento que me hiciste reír. Aunque en este momento se mezcla con la amarga sensación de melancolia.

Siempre me pregunté como iban a acabar las cosas en respecto a los demás pero nunca sobre ti.

Ahora quiero correr hacia ti y hacer como que nada pasó. Se que tu también lo harías si tuvieras oportunidad, así podríamos sentarnos y platicar por horas y convivir como si nos conociéramos desde siempre.

Pero se que eso ya no es posible y tenemos que conformarnos con el hecho de que te convertiste en otro nombre más. Otro en el que estaré noches sin dormir debido a que no puedo dejar de pensar en el, otro que soñaré una y otra vez cuando ya creí haber sanado. Otro nombre que expresaré ante las personas como un intento de recordar lo que alguna vez fue y honrar nuestras memorias.

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Tal y como tu temías, terminaste como un nombre, como un recuerdo, como esas veces en las que hablábamos durante la madrugada y te contaba de lo mucho que extrañaba a otras personas que fueron importantes en la vida.

Te prometí que nunca sería así, se supone que estaríamos juntas el resto de nuestras vidas.

Tú lo creíste así.

Yo lo creí así.

En el momento que me hicieron ver la realidad, recordé que estabas llena de espinas que nunca quise ver, las acepté y las adapté a mi vida, aún si cada momento que pasara se desgarraba una pequeña parte de mí hasta quedar irreconocible.

Ahora encontré a la persona indicada.

Encontré la dueña de mi vida, alma y esencia.

Alguien que me acepta tal y como soy.

¿No se supone que deberías estar feliz por ello?

Siempre buscaste mi felicidad.

Ahora yo soy la mala por ponerme primero tan siquiera una vez en mi vida, soy la mala por negar un amorío el cual yo no estaba enterada, soy la mala por hacerte volver a tus trincheras cuando tú vuelves a la misma guerra una y otra vez.

Eso no era una vida para mí.

Así como tú creaste tu propio mundo durante guerras antiguas, yo tuve que crear el mio mientras era uno de tus fieles soldados.

Uno en el que te volviste un simple nombre que volverá una y otra vez en conversaciones las cuales mis heridas vuelvan a abrirse.

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Recordé que el viernes me dijiste que te gustaba pensar que eramos almas gemelas.

Que no es la primera vez que nos encontramos debido a nuestro click instantáneo.

Yo te dije que no me gusta pensar acerca de ello, debido a que la idea sobre una segunda vida, me suena más como un método de escape ante nuestra inevitable murte.

Pero no puedo dejar de pensarlo.

Internamente me asusta, ya que considero que no tengo un control de mis acciones.

Y por otra, me hace sentir alivio.

Me da tanto miedo dejar de sentir y vivir experiencias.

Me aterra la idea en la que en algún momento, algo que no esté en nuestras manos nos pueda separar, algo irreversible que me hará lamentarlo aún si no fuese la culpa.

Pero por las que la muerte nos separe.

Siempre encontraremos la manera de reunirnos con la otra.

Nos miraremos como esa primera vez en la que quedamos cautivadas la una a la otra.

Y nos volveremos a enamorar.

Secretamente me escondo bajo la idea de que todo ocurre bajo un ciclo.

Uno en el que estemos destinadas a ser una.

Desde la primera vez que te vi, sentí cosas que nunca creí que sentiría y eventualmente te volviste en algo tan fundamental en el que no tengo ni idea de como pude sobrevivir sin ti.

Te necesito para toda la eternidad.

Eres el hogar que siempre deseé tener, eres el espacio en el que ouedo llegar y desmoronarme como si fuese una pequeña niña.

Te dije que te seguiría a todos lados solo para estar contigo.

Así que si existe más de una vida.

Le ruego a todos los entes y fuerzas presentes que me lo cumplan.

Entregaría mi mente, cuerpo y alma.

Solo para tener un día más en el que puedo mirarte al despertar y saber que todo esta bien.

Y si eso no existe.

Nunca me arrepentiré de haber dedicado toda mi vida en ti.

También me dijiste que eso es algo hermoso, es hermoso dedicarle todo tu tiempo a la persona que más amas.

No entiendo como le puedes mirar el lado bueno en algo tan fatídico.

Yo tengo miedo de no despertar y no volver a verte.