adrianepigmenio - Tumblr blog

adrianepigmenio · 5 years ago

Text

El gobierno que merecemos

Merecemos aquello por lo que hacemos merito; y es este, el gobierno que la gente mexicana ha demostrado que se merece, no más, no menos. Podría estar generalizando de manera extremista, pero, como país, es su pueblo y su gente quienes se encargan de dar presencia y habla a lo largo del mundo. No encuentro otra mejor manera de expresar mi opinión por el contexto en el que ahora mismo nos encontramos.

Una pandemia mundial, es la terrible situación por la que atravesamos en la actualidad; claro que eso no está de más mencionar, ya que los medios de comunicación se han encargado de que sea el tema que este en boca de todos y sabemos que la cosas no ha ido tan bien como lo esperaríamos, basta con ver las cifras de contagios y muertes hasta la fecha para darnos una clara idea.

Recapitulemos un poco, el 28 de enero fue dado a conocer el primero contagiado de covid -19 en Europa y con ello se empiezan a dar las alarmas para acudir a resguardo en países como Alemania, Corea del sur, Nueva Zelanda que si investigamos, sabremos que son de los países que mejor combatieron la pandemia, en nuestro caso nuestro gobierno y nuestro presidente avisa que no tengamos miedo que no es necesario tomar medidas extremas, a su vez el presidente llama a la población a no discriminar; el 27 de febrero el presidente deja atracar un crucero internacional, bajo la excusa: “no debemos ser inhumanos”, el cual contaba con 6,00 pasajero a bordo en el que en principio se presumía no contenía ningún pasajero con síntomas de contagio. Los residentes de Cozumel (donde atraco el crucero) protestaron para que no se recibieran a los pasajeros; el 28 de febrero se da a conocer el primer caso de contagio en el país.

Estar preparado para una pandemia no es totalmente posible en el sentido de que, al llegar un nuevo virus, al no saberse como combatir al virus, eso es algo que debemos tener claro, por supuesto, durante el tiempo que el sector salud ha combatido los contagios, hemos podido ver como no cuenta con la preparación. Sin embargo, no desacredito el gran trabajo que ha realizado; más quisiera que cierta parte de la población pensara de la misma manera, terriblemente no ha sido así y hemos visto como los trabajadores de hospitales han sido agredidos por pobladores con argumentos como: “no queremos que nos contagien”. Si somos un pueblo unido, que esperamos recibir a cambio si nuestras acciones dejan ver que no somos capaces de siquiera se consientes por un momento.

Y las acciones del pueblo no terminan ahí, el 13 de marzo se declara cuarentena obligatoria para todos aquellos que no tengan una función básica de servicio básica de servicio a la comunidad; a lo que pueblo reacciona de manera contraria y sigue saliendo a pesar de las consecuencias. Llega el punto que puede resultar gracioso ver a la población reclamando al gobierno la situación, pero a su vez no hacer caso a las indicaciones que se le solicitan. El mismo que sale a la calle a comer sin respetar indicaciones, es el mismo que puedes escuchar quejarse con la frase: “que pésimo gobierno tenemos”. Lo mismo para los que deciden creer que el virus no existe.

Algo que debe ser mencionado es el sistema judicial, si bien es entendible que la población no atiende a instrucciones, el sistema judicial parecer tomar demasiada importancia hacia aquellos que no las siguen. Lo podemos ver con el caso de Giovanni López el cual fue privado de la vida por agentes judiciales se presume por no tener el cubrebocas puesto. También, en las redes sociales, está recorriendo un video en el cual una señora, no cuenta su caso en el que menciona como ha sido despojada de sus bienes (flores), por policías en más de una ocasión, los cuales ella vende para poder sustentar a su familia y de manera muy nostálgica pide al gobierno que le ayuden.

Casos como estos son tan lamentables y deshumanizados; podemos seguir culpando al gobierno y hablar de la población que decide pasar de seguir las reglas, es eso mismo lo que nos lleva a tener a el gobierno que tenemos, porque aun encontremos gente que si decida seguir las medidas – tristemente me atrevo a decir—que el país se ha adoctrinado con la idea de que por uno pagan todos. Lo que se nos olvida, es que vivimos en un estado democrático, en cual el pueblo elige y maneja a sus gobernantes; esta frase nos lleva de vuelta al inicio: tenemos al gobierno por el cual su gente ha hecho mérito.

0 notes

adrianepigmenio · 5 years ago

Text

Pasando de la sartén al fuego.

“Lucas”, ni siquiera recuerdo por qué no solíamos llamarte por tu nombre, de hecho, esa era la característica por la cual te conocían en la escuela y así siempre fue; hasta cuando trabajamos juntos, nadie solía referirse a ti como “Jesús” era bastante curioso, pero a ti no parecía molestarte ni un poco.

“Jesús Lucas Ávila”, mejor amigo, mejor persona, ¡bastante responsable!, borracho profesional – las fiestas que hicimos en su casa lo confirman – claro que solo son adjetivos basados en lo que yo viví con él. Tendrías que darte la oportunidad de conocerlo a fondo durante 9 años para poder definir siquiera una mínima parte de todo lo que este hombre es capaz de ser o hacer.

A sus veintidós años, el joven ha logrado llegar más lejos de lo que cualquiera de nuestros compañeros de clase en aquel entonces – hay algunas excepciones – a la fecha es subchef de una muy reconocida cadena de restaurantes, los cuales puedes encontrar en toda la República Mexicana, Estados Unidos y algunos países de Sudamérica.

Hoy que me di la oportunidad de estar con él, para realizar esta entrevista, planeo ahondar un poco a lo que es su trayectoria gastronómica.

Todo viaje comienza con el primer paso y me imagino que el tuyo no es la excepción, pero antes de ello, ¿Recuerdas que te llevo a entrar a el mundo de la gastronomía?

—Desde chico, yo siempre me dije que quería ser cocinero o ser chef, me gustaba cocinar, aprender… la cocina de mamá tú sabes, de preguntar como se hace o que lleva, desde ahí empezó mi pasión por la cocina –

Y ¿recuerdas desde que edad empezabas a cocinar?

– Sí, desde los 6 años, ya estaba intentando aprender – vaya desde muy joven en realidad, eso es de verdad tenerle gusto a cocinar.

Y si hubiese sido diferente ¿Si hubieses decidido elegir alguna otro camino o carrera?

—Quizá hubiese elegido algo así como “veterinaria” o “mecatrónica”; esa última me vendría como anillo al dedo, tú sabes, por aquello de que me gusta armar y desarmar cosas—

Definitivamente estarías en otra situación muy diferente, claro que viendo tu historial puedo decir que tus decisiones fueron bastante acertadas, mira donde estas ahora. Lo que me lleva a preguntarte ¿no te arrepientes de tus decisiones?

—No, en realidad estoy muy a gusto con todo lo que he elegido, si estoy es por algo y me gusta pensar que puedo ser ejemplo para las nuevas generaciones—

Es genial que podrías instruir a los nuevos, aquellos interesados en comenzar en la cocina, claro que no debemos olvidar que ambos estuvimos en la misma escuela, cursando la carrera de “alimentos y bebidas”; yo tengo mi experiencia de aquel tiempo, pero ¿Cómo recuerdas tú aquella experiencia?

— Recuerdo sentirme motivado cuando recién comencé, las idea de que aprendería a cocinar, nuevas técnicas de cocina, quizá no fue lo que yo en verdad esperaba, pero debo decir que me llevo mucho de mis 3 años estudiando ahí—

Algo que yo recuerdo mucho de ti y que jamás se me va a olvidar es lo matado que solías ser en las clases, siempre sacando las mejores calificaciones de todo el grupo ¿había una razón en especial para que te desempeñaras así?

��Por supuesto que la había, dos razones, la primera tenía que ver con no fallarle a mis papás, ellos veían mucho por mí y decepcionarlos no era opción, en segunda, así estaba seguro de que aprendería mucho más, lo cual era de mis principales objetivos a cumplir.

Tanto que pasamos, clases, practicas de cocina, saltarnos clases, irnos de pinta –solo a veces – y muchas más experiencias me hacen sentir muy nostálgico, pero, dando un gran salto en el tiempo ahora eres alguien digno de admirar, por supuesto aun el mejor cocinero siempre tiene que empezar desde abajo ¿Tú recuerdas tus inicios dentro la cocina?

–Mis inicios se remontan a cuando fui practicante de Fifty Friends, en aquel entonces uno entra con el miedo de que podría echar a perder cualquier cosa o que podrían regañarte, cuando llego a Pf Chang’s como trabajador, porque también ahí fui practicante, empiezo a ver como mi confianza va aumentando y poco a poco me voy haciendo de más experiencia—

En mi tiempo de cocinero, se que para llegar a la cima hay dos puntos que influyen bastante; siempre ser muy constante con el trabajo y la otra perdona la expresión es: “lamer botas”. Conozco a varios que así llegaron a donde están. Sin embargo, estoy seguro de que no es tu caso y te pregunto: ¿A que le atribuyes tu éxito en la cocina?

—Yo atribuyo el dónde estoy a mi constancia y responsabilidad, el que nunca me tuvieran que estar recordando que tengo que hacer, siempre intente demostrar que puedo dar la talla para el puesto y por supuesto mi espíritu de competitividad, no soy el único que quería un puesto de encargado y es algo que me llevo a continuar, esas ganas de querer ser jefe ya no las encuentras en cualquiera—

Por supuesto, la vida de cocinero no es nada sencilla, miles de horas de trabajo, quemadas, cortadas, estrés, gritos, presión y muchas más situaciones que a una persona normal, la volvería loca y sin embargo todos en algún momento sentimos las ganas de jamás regresar a la cocina; vos ¿sentiste en algún momento ese sentimiento de que no querer seguir, tirar la toalla y no volver jamás?

—Por supuesto, todos en algún momento estuvimos ahí, en mi caso fue cuando noté que ya no había un avance, todo el tiempo que dejé en esa cocina parecía no estar mostrando frutos y es ahí es donde te preguntas si de verdad esta valiendo la pena todo ese esfuerzo, todo aquello que te pierdes por seguir trabajando—

Es entendible y comprendo ese sentimiento de frustración en la que parece que caes en un bucle donde se repite lo mismo una y otra vez. No obstante, la cocina no todo es malo, te brinda experiencias de vida y muchas amistades que te dejan marcado a los que puedes describir como un ejemplo a seguir, para ti ¿Hay alguien a quien tu consideres tu ejemplo a seguir?

—Las hay, dos personas que motivaron mi camino en la gastronomía, uno de ellos se llama Gerardo, Jerry como todo le decíamos, cuando comencé a trabajar lo conocí como chef y conforme pasaba el tiempo llego a ser gerente de tienda, de los más jóvenes de la marca por cierto, el siempre vio por mí y por su equipo de trabajo, era alguien quien empatizaba y se mostraba como un líder y no como un jefe, si bien no puedo ser el me gustaría que quienes están conmigo me perciban de esa manera; la segunda persona se llama Memo otro chef que me mostro la verdadera cara del trabajo y como sobrevivir sin que la cocina te devore a ti, aparte de que siempre hay que saber diferenciar trabajo con amistad, eso es algo muy importante—

Debo estar de acuerdo contigo en lo mencionas de Jerry, definitivamente es un muy buen ejemplo para seguir –porque también tengo el gusto de conocerlo— y así como en algún momento tu mirabas a los grandes hacia arriba consideras ¿que ya estas donde te imaginabas que estarías o a donde es que te gustaría llegar?

—Aun no estoy donde quiero estar, pero es uno de los puestos que de verdad esperaba conseguir y bien la meta es ser chef, poder ser el encargado definitivo de la cocina, claro que es una responsabilidad enorme lo que eso supone, pero no es impedimento para lograrlo y quien sabe, tal vez después pueda llegar a ser chef ejecutivo, alguno de los toros de la empresa—

Con esta última pregunta debo agradecer que me hayas brindado la oportunidad de conocer un poco mas de ti y tu carrera en la gastronomía, si excaváramos más adentro encontraríamos anécdotas llenas de emoción o gracia que no podríamos contarlas todas, estoy seguro de ello.

Únicamente y para terminar tengo una pregunta relámpago, espero no incomodarte con ella, pero ¿para cuándo la boda?

*Risa nerviosa* – Aun no lo sé – *se queda callado y después comienza a reír*

Te das cuenta de que la ultima vez que te hice la misma pregunta, lo primero que respondiste fue un gran y rotundo ¡NO!, estoy seguro de que mucho ha cambiado en ti desde la ultima charla profunda que tuvimos. –con alcohol de por medio— de todas formas, esa será historia para otra ocasión.

Y así es como podemos ver que la vida dentro de una cocina es todo un viaje lleno de emociones y experiencias que tiene como finalidad satisfacer a los comensales, lo cual es toda una responsabilidad la que un cocinero adquiere cuando decide embarcarse en esta trayectoria.

0 notes

adrianepigmenio · 5 years ago

Text

De estudiante a asistente

“Mañana será un día importante”, era lo que decía aquel mensaje que mandé a mi mejor amiga; a pesar de mostrarle total seguridad, por dentro los nervios me comían al saber que una nueva etapa de mi vida iniciaría.

6:50 de la mañana, un clásico de toda la vida “despertar tarde”; la confianza de más siempre ha sido unos de mis peores defectos y en este caso no fue la excepción. Claro que vivir a treinta minutos de la escuela es una gran ventaja –cuando no hay tráfico— Un baño de doce minutos, una camisa azul, un peinado que diga no me importa cómo me veo, pero no tanto como para llegar a que se mencione “pero que desarreglado” –-aún es temprano— manteniéndome positivo, al estar listo salí corriendo hacia la avenida para poder tomar el transporte público.

No era sorpresa para mi que el transporte viniera tope de gente, claro que como buen mexicano uno se adapta a situaciones así, quince minutos después y al menos 4 kilómetros recorridos aún me mantenía colgado de la puerta del camión –no sería la primera vez que sucede—.

Pocos minutos después y aun con tiempo de sobra antes que iniciara la primera clase, al fin llegue a mi destino la UAM- Cuajimalpa; al caminar hacia la entrada, por mi mente pasaban infinidad de ideas sobre las aventuras que viviría en aquella hermosa institución. Claro que no todas serian buenas experiencias, empezando por que a la entrada los de seguridad estaban pidiendo algún comprobante para dejarte pasar, por supuesto yo tenía el mío, el problema era que donde lo guardaba; terminé sacando todo dentro de mi mochila para al fin encontrarlo y mostrarlo a los guardias, solo para darme cuenta de que había perdido bastante tiempo. Para mi buena suerte ya sabia donde se encontraba mi salón y fue fácil llegar a él, digo fácil, ya que subir las escaleras es bastante agotador – y solo iba al cuarto piso—.

Al entrar al salón, me doy cuenta de que no fui el primero en llegar, pero por suerte tampoco fui el ultimo, eso me lleno de tranquilidad, además de ver que aun no encontraba el profe, tuve suficiente tiempo de ubicar donde quería sentarme, por supuesto al frente, pegado a una de las orillas y justo enfrente del escritorio del profesor.

No paso mucho hasta que un hombre de estatura media con pantalones negros, una larga cabellera que llegaba mas abajo del cuello y con una playera de “Guardianes de la galaxia” entro al salón, de manera muy misteriosa hace una pregunta que nos llena a todos de confusión y temor: ¿quien de ustedes entró en comunicación solo porque esperaba que no hubiese matemáticas? A lo que uno de los compañeros a los que justo si conocía – del curso de introducción— alzó la mano y sin perder tiempo el que creíamos ser el profe le dice que se levante para pasar al pizarrón, le pide que elija alguien más y adivinaste me eligió a mí, de la misma manera me solicita que también elija a un compañero, a lo que sin pensar señalo a “Kuro” para que nos acompañe al frente del salón.

Menciono que creíamos que era el profesor, ya que en un momento de su charla sobre algo sobre las matemáticas sale la más ocurrente frase: “nadie les asegura que yo soy su profesor”. Pasado la confusión no empieza a hablar sobre lo mal de sistema y que se nos ha enseñado de manera errónea desde la primaria y para probar su punto, a los que estábamos al frente nos solicita que resolvamos una simple operación que se le ocurrió al azar. Y hago énfasis en que esta fue mi primera vergüenza de la universidad –que hasta la fecha nadie olvida— no fui capaz de resolver la operación, claro que nadie más del salón pudo, pero, yo estaba al frente en el pizarrón.

El profe probó su punto hasta ahora todo bien después de la vergüenza y continuo con su clase, la cual en un principio solo fue una rápida presentación de cada uno del salón, hasta llegar a mi turno, una rápida introducción y lo mucho que suelo participar en clase llevo al profe a decidir que yo sería su “asistente” vaya manera de llamar a unos de sus alumnos.

Literal durante todo el trimestre fui quien se encargó de hacer anotaciones, limpiar el pizarrón y cosas por estilo.

Al final de la clase, me di cuenta de que no eran más de las 11 y ya había tenido la primera vergüenza de la universidad y encima ya era el asistente de un profesor.

El resto del día fue mucho más normal, clase de comunicación, baños donde venden condones, la amabilidad de todos; me hizo darme cuenta de la excelente elección que hice al inscribirme a la UAM.

0 notes