Hay sentimientos a los que no se puede dar cuerpo verbal, más que es posible seguir perfectamente con los ojos cerrados.
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alertameteorologica · 3 years ago
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¿28?
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Hola, Agus! ¿Cómo va todo por ahí? Veo que te estás por ir a la escuelita así que voy a intentar ser breve. ¿Cómo anda ese pie izquierdo? Veo que va mejorando de a poco, tené paciencia que con el tiempo ni se va a notar la diferencia. Te van a hablar de operaciones, de traumatología y seguramente Cecilia te esté esperando para la kinesio de los viernes pero no le des tanta vuelta porque mamá te va a llevar y te vas a divertir escuchando que vas a ser presidente y otras charlas con tuco y tico. Son todos nombres raros pero es lindo saber que los caminos largos a veces también tienen sus finales felices.
No te creas que es en serio lo de presidente igual, no hace falta. Te juro que no es necesario ser el mejor en todo. Seguramente pienses que ese delantal es como una especie de capa de super héroe y muchas veces lo sea, realmente vas a aprender a ayudar y acompañar a otrxs. Pero quiero que sepas que no está mal pedir que te ayuden a vos también. ¿Tanto te iba a gustar ir al colegio? Bueno, sí. En realidad siempre te gustó ir a buscar gente con la que jugar y charlar un rato. Todavía nos gusta y hasta se te cruce como sueño ser vos el que de las clases con otros agustines.  
¿Las malas? No está tan buena la vida como te van a decir. Sos más pesimista de lo que esperan de vos. Te enoja cuando los demás no están a tu altura y sos un poco soberbio. Te peleaste por estupideces más de una vez y te arrepentís de no soltar el orgullo más fácil. No sabés recibir muy bien amor y a veces lo esquivás por miedo. Y eso que hay gente que te va a llevar de la mano para que sea más fácil.
¿Las buenas? Tenés un montón de gente que te quiere y eso está buenísimo. Todavía estás a tiempo de cambiar un montón de las cosas malas que te dije antes. Te vas a cruzar con amigues toda la vida y en muchos de ellos vas a poner parte de todo lo que tenés. Te vas a cruzar con el amor en una de esas personitas y te vas a querer quedar ahí. Hoy quizás parezca imposible pero algún día vas a dejar de vivir con mamá y papá porque ¡no te los bancás más! y ellos a vos tampoco, pero son detalles, ¿no?
Si en algún momento la tía te quiere dar otro mate hirviendo y se te quema la lengua, no pienses que va a ser así para siempre. De hecho, es probable que te crucen por algún pasillo de la vida con un termo y un matecito seguido. ¿Hay otra forma de vivir la vida feliz, chino?
Ah, casi me olvidaba. Faltan unos años, pero eso de chino es algo que se le ocurrió a unos pibes con los que jugabas al fútbol y que volvió a aparecer en otros y otros y otros contextos. Viste que cuando alguien te nombra, un poco se te fija que sos ese. Seguramente aparezcan otros nombres que te gusten más, otros menos; ya los vas a descubrir solo. Por suerte Agustín siempre te pareció un lindo nombre, con una linda historia. Ni idea qué les hace pensar eso de vos, creo que es por los ojos. Pero si te gritan chino por ahí, podés darte vuelta sin miedo.
Te gusta la música y es una pena que no te motive tanto hacerla. Creo que es tu forma de conectar con todo. Te gusta mirar lo que pasa pero no siempre actuar. Es que hay mucho para ver, como cuando te acostabas a ver quién encontraba más satélites entre las estrellas de la cumbrecita o cuando comías mandarinas en el cielo de chaco. O cuando te tirabas en lago puelo y el viento te tapaba los oídos.
Creo que hoy tenés un acto en el cole y te van a regalar tu primera lapicera. No te voy a spoilear toda la sorpresa pero está increíble, tiene un montón de colores y te van a dar ganas de escribirlo todo. Hace rato ya te felicitaron porque dibujás los cuerpos con cuello y estás con ganas de más.  Vas a encontrar en la escritura un punto de refugio y de escape de algunos sentimientos. Cuando no te salga linda la cursiva, hacelo como mejor te salga. Cuando te canses de la imprenta, inventate alguna otra. No sos el mejor en esto pero ya te dije que no hace falta serlo. Hoy no vivís de la escritura, pero escribir es de las cosas que te mantienen vivo.
Bueno, no te quiero entretener mucho más que vas a llegar tarde. Más tarde te cuento otras cosas si querés. Y si preferís vivirlo sin más info, andá y hacelo. Después de todo, eso nos trajo hasta acá. Vos elegís, yo te voy a estar esperando acá en la puerta de Martinez, Arredondo, Tronador, Estomba, Solano, Blanco o donde sea que nos crucemos otra vez.
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alertameteorologica · 5 years ago
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Títulos que vienen y se van
En los últimos días, todo me suena a cuarentena. Y no conozco a nadie que no haya atravesado lo mismo. Son horas del día; momentos por los que todos vamos pasando; inevitables. Están esos en los que todo va bien, y aquellos que...bueno, también están esos otros.
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alertameteorologica · 5 years ago
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Días de cuarentena 1*
Recién veo que el SMN decretó una alerta meteorológica. ¿Ustedes también se levantaron de la cama por la lluvia? Porque para mi fue el último barrote de la celda. De esta en la que vivo hace unos cuantos días. ¿Salir de la cama? ¿A hacer Home Office? ¿Con lluvia? Imposible. 
Recién leo que el SMN sacó una alerta meteorológica y no, no es noticia para nada. Algunas veces no se piensa en otra cosa, Otras veces fue la reina del día. Hoy apenas acompaña el legado de su dinastía mayor. ¿A cuánta gente infectó la lluvia? ¿Cómo que a ninguna? Si a mí me hizo volver a este espacio, a revivirlo por un rato. Nos vemos más tarde...
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alertameteorologica · 5 years ago
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El fín de los principios
Hace dos años atrás llegamos a Puelo, creyendo que ese era el fin del mundo. Hace dos años atrás, el panorama era diferente. Todo lo que habíamos planeado empezó a concretarse lentamente. Planificamos durante meses el viaje soñado hacia el destino elegido. El principio era muy básico: no necesitábamos nada más que de la buena compañía del otro. Y es que siempre llega, cuando vas de camping, ese momento del día en el que no hay nada más que agua, o estrellas, o árboles, o piedras, o pasto; o la mirada del otro. Es parte del todo, de lo que lo hace - para algunos - tan especial. Enfrentarse al otro es enfrentarse a la incómoda pregunta - para muchos- de que quizás, tal vez, no hace falta otra cosa para ser felices. 
Yo celebro los cuestionamientos, las dudas, las inquietudes. Me gustan porque generan desplazamientos en la vida. Evitan que uno se estanque en pensamientos o sensaciones puntuales. Te obligan a correrte y a mirar desde otra perspectiva. La vida en carpa encierra eso. Hace dos años atrás todo fue así, perfecto. El viaje fue un realismo mágico, cuya génesis era huir de los problemas, vivir como si todo fuera una fantasía. Y les juro que lo logramos. Pero eso dura un tiempo, como toda escapada o vacación. Ojo, quizás eso lo hace más entrañable, pero a veces no dejo de pensar que es una ilusión que nos creamos durante 15 días. Una que se extiende a 18 o 20, cuando seguimos pensando qué bueno sería vivir ahí, mudarse a un lugar en el medio de la nada y borrarse de la ciudad. Una historia que también se extiende al mes siguiente, cuando la melancolía se los devora y empezás a entender que quizás no ibas a conseguir trabajo en otra ciudad, o que el plan en cuotas para financiar la casa no está a tu alcance. Hay algo que está mal, que está muy mal. Es algo que no se corrige en dos semanas, que se arrastra todo el año. ¿Nunca te sentiste prisionero de tu propia vida? ¿De qué te estás escapando realmente? Qué genial cuando te cuentan que se puede, que se fueron a vivir solos a córdoba y empezaron de cero. Que hay otra vida posible. Pero qué mal cuando  te venden que eso es para cualquiera que lo desee. Porque yo también deseé alguna vez no volver a mi ciudad. Quizás lo deseé tan fuerte que empujé a otros a hacerlo, pero tan débil que no me animé a hacerlo yo. Vacacionar es eso, salir, irse, moverse. Y hace dos años atrás, se sintió así de perfecto y posible.
 ¿Tandil? Sí ¿Cumbrecita? Sí ¿Rosario? Sí. Pero como El Sur, hasta ahora no hubo nada. Y es que habíamos conocido el fin del mundo, y nada es más imponente que eso. ¿Qué puede hacerte más feliz que descubrir que en los bordes del mapa, sin nada más que una mano en tu mano, ya tenías todo lo que necesitabas?
Hoy, dos años más tarde, volvemos a elegir la misma aventura. La de cuestionarnos todo lo que somos y hacemos en nuestra vida, en un par de días. Seguramente creamos que es donde queremos vivir, y pensemos planes para vivir en la montaña. Seguramente nos veamos las caras en el reflejo del fogón y nos preguntemos qué estamos haciendo. Quizás hasta nos recuerde porqué elegimos estar ahí, sólos, en la compañía de los chispeos, del guiso y del otro. Sobre todo del otro. Es muy probable que nos molestemos con algún calambre de piernas o que tengamos que masajear algún dolor de espalda después de las primeras noches de piso. Les aseguro que también vamos a reirnos, a discutir, a molestarnos y a sentirnos abrumados. Por el sol, el agua, el frío o el calor; el bosque, la montaña, los lagos o las moscas. Pero también les aseguro que nada de eso nos va a frenar de hacer lo que nos gusta. Entendemos que huimos, pero que estamos ahí por el placer. Motivados por el deseo de romper con todos los principios y presupuestos que nos llevaron a donde estamos. Me atrevo a decirles, que a la vuelta de este viaje, no va a haber vuelta atrás. Cuando este viaje termine, seguramente empiece el de nuestra vida juntos. Hace dos años atrás llegamos a Puelo, creyendo que ese era el fin del mundo. Hoy elegimos irnos mucho más al sur, a un frío más crudo, a un viento más hostil; a paisajes más impactantes, seguro; a un mundo nuevo, desconocido. ¿Qué hay más allá del fín del mundo? No lo sabemos, no. Pero sí conocemos con quién vamos. Hablando de galaxias, estrellas, del tiempo y del pasado, siempre pienso: ¿Qué habrá más allá del fin de los finales? Hace dos años atrás, llegamos a Puelo creyendo que ese era el fin del mundo. Pero eso era, en realidad, donde empezaba el siguiente.
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alertameteorologica · 6 years ago
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El puente mágico
“Ya estuviste acá.”, fue lo primero que pensé cuando surgió la idea de hacer este viaje, pero nunca supe bien qué significaba esa frase para mi. ¿De dónde había salido? ¿Por qué no dejaba de darme vueltas en la cabeza? No habíamos comprado pasajes y apenas habíamos consultado algunas opciones de alojamientos, pero resonaba todo el tiempo “Ya estuviste acá”. En el tren a retiro, en el micro a Villa General Belgrano, en todo el remis a La Cumbrecita no podía dejar de decirlo. Eso sí, sabía que en algún momento iba a escribir sobre esa frase pero no se la podía decir a nadie, me parecía que era muy poderosa que encerraba algo que ni siquiera yo comprendía.
“Ya estuviste acá”. Sí, estuviste tantas otras veces que no podés acordarte cuántas. La primera - a los seis meses - y la última - hasta ayer a la tarde - son las más fáciles de nombrar. Le dan un marco, un antes y un después. Pero hubo otras, con memorias y vacíos que finalmente iba a poder rellenar.
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Y es que también pienso lo siguiente: La Cumbrecita no existe. Por lo descontrolado, lo desmedido, lo exagerado y lo irreal de un pueblo de montaña, enclavado en la Europa de principios de siglo XX pero a unos 700 kilómetros de acá. Por su gente, injustamente relajada y su belleza alemana, ilógica para nuestra piel cordobesa. De La Cumbrecita te vas, sin saber cuándo vas a volver, porque - como todo viaje en el tiempo - tiene cierta irracionalidad que no se puede controlar. La Cumbrecita no existe en nuestro espacio tiempo, y quizás por eso, los turistas la destruyen poco a poco. La colonización de este pueblito llegó como toda incomodidad: olas vienen, olas se van; usan, desechan y arruinan, como las hormigas que huelen algo dulce.
Pero ¿Qué hacés? ¿Por qué ellos están mal y vos estás bien? ¿Qué te diferencia? ¿De dónde sale esta bandera suizo alemana a la que te abrazaste? Ya estuviste acá, y no podés verlo.
Y es que hacés esto con todo. Lo racionalizás y lo destruís, le sacás el encanto de lo único e irrepetible para poder entenderlo y tener perspectiva. Te encanta el control y La cumbrecita nunca te lo permitió. Quizás por eso a todos nosotros nos guste tanto.  Qué decepcionante, ya estuviste acá pero esa respuesta tampoco estaba. La última vez habías pensado lo mismo y volviste a ir. Quizás más de uno pensó lo mismo y vos no lo sabés. Te lo conocías de memoria, aunque fragmentado. Y volviste con el pegamento en la mano, dispuesto a comprender de una buena vez. ¿Tu historia es diferente? ¿Es mágica y tiene un aura? 
Pero se ve que no estás aprendiendo nada de todos tus viajes:
En algún momento pensaste que ibas a armar el mapa completo, porque la nueva mirada te iba a permitir eso: conectar las imágenes y tener esa perspectiva más general. Pero no. Qué decepcionante,  ya estuviste acá y seguís sin entenderlo. Sí, es cierto. Ahora hay menos nubes y todo está un poco más claro que antes, pero el mapa sigue incompleto. Ahora te acordás del bosque, de la escalera y la fuente. Sabés dónde está la capilla y la entrada al lago. La piedra más grande y el bar más pintoresco. Ahora conectás los puntos y la cara se va dibujando, pero hay algo que no termina de cerrar. Está el dispensario donde lo habíamos dejado, y las cabañas del cerro con las mismas sillas de plástico que antes. El monolito del Wank no se movió ni cambió la piedra de arriba aunque algunos ingenuos digan lo contrario. Te enfermaste, te ahogaste, te bajó la presión y la energía. Qué decepcionante, ya estuviste acá y nada de esto te había pasado. Este era otro momento, otra oportunidad diferente a las anteriores. Fuiste de punta de lanza y con los ojos bien abiertos esperando ganarle y perdiste, una vez más.  Quizás por eso, a pesar de lo avasallante que puede ser algo tan pequeño, hay lugares de los que siempre me acuerdo. Y de todos ellos, el puente siempre fue mi lugar favorito. Sin pretenciones ni lujos, siempre tuvo un encanto particular. La madera está vieja y los hierros desgastados, pero tengo la sospecha de que siempre fue así. Como esas cosas antiguas que nunca no fueron viejas. El puente nació y moriría de esa manera.
Y es que siempre fue mi favorito, porque el puente de entrada siempre delimita el afuera del adentro. Lo mágico de lo de siempre. Ya estuviste acá, pero nunca de la misma manera ni con las mismas personas. Ya estuviste acá, pero nunca tan feliz como cuando descubriste que a la magia no se le gana. Ahora estás más completo que antes, sí. Algunas piezas encajan mejor que antes y probablemente no vuelvas a ir nunca más a buscar cómo hicieron el truco, sólo a disfrutarlo. Ya estuve acá - con la mirada y la inocencia de los seis meses de vida - y aunque no recuerde nada de esa experiencia, sé que la llevo adentro en algún lugar. Lo que ahora entendí es que a La Cumbrecita se la debe mirar siempre con los mismos ojos; los de la inocencia y del asombro. Ya estuve acá, y algo de mí siempre va a estar allá. Desconozco si algún día voy a volver.
El puente siempre fue mi lugar favorito. Porque es el que cuando llego me dice y me pregunta:“Ya estuviste acá”, y que cuando me voy me llama y me responde. “también sé que vas a volver”.
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alertameteorologica · 6 years ago
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Feliz cumple, flaco. Donde sea que estés
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alertameteorologica · 7 years ago
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Hincha de...?
Hoy me atacó otro sentimiento de impulsividad para escribir. Si alguna vez pasaste por acá ya sabés que esto es así. Y es más, voy a volver a hablar de fútbol. Pero también de algunas cosas más. ¿Alguno recuerda haber prometido la bandera en 4to grado? Tal vez alguno se acuerda haber prometido dar la vida por su nación, su patria o algún derivado similar. ¿Alguno recuerda el final del himno nacional? ¿En que problema nos metimos, muchachos? ¿Por qué y para qué? Prometimos violencia en nombre de unos colores y lo cumplimos a rajatabla. Sin cuestionamientos, sin culpas ni pretextos. Porque de ese mandato no se sale, pero ¿De quién es la culpa real? ¿Quiénes son (somos) estos “indisciplinados de siempre” que en nombre de otros aceptamos la que venga y hacemos lo que se nos exige sin importar las consecuencias? La verdad no sé, pero ayudame a pensarlo un rato:
Es que siempre detesté esa pregunta infumable que te hacen de chiquito: ¿De qué cuadro/equipo sos? No debe haber pregunta más incómoda y respuesta más impuesta que esa. Lo único parecido e igualmente perverso es cuando te preguntan qué carrear vas a estudiar. Porque la verdad es que cuando sos realmente chico - y muchas veces de grande tampoco- no tenés mucha idea de lo que sos en ningún aspecto. No hay claridad sobre la sexualidad, sobre lo que queremos ser, lo que deseamos o lo que esperamos de los demás. Pero sí hay una mochila de expectativas, deseos, intenciones que los demás depositan sobre nosotros y que esperan que seamos. Miradas depositadas que nos borran las libertades en un minuto o dos. Estamos llenos de familiares y amigos que más o menos concientemente nos agobian con preguntas sobre lo que somos y elegimos, con la inevitable y no casual intencionalidad de que en realidad seamos/respondamos a lo que ellos quieren. 
Será que de chiquito me hicieron de un equipo que no elegí y que durante varios años “defendí” sin que me gustara. Es más, hoy puedo decir que perdí años de vida detestando o ninguneando al fútbol porque “no lo entendía” o “no me gustaba” como a todos mis amigos. Pero me doy cuenta recién ahora, de que me hicieron una suerte de maldad con esa mochila que me depositaron, a pesar de que - les juro - mi viejo es el tipo más bueno y comprensivo que hay con estas cosas. Me doy cuenta ahora que era malo jugando a la pelota o que no sabía lo que era el Milan o el Barcelona en los torneitos de play. En su momento no, vivía como cualquier otra persona, sin el fútbol en mi vida. Les aseguro que no fue un problema. Claro, porque no sabía que lo era hasta ahora. Y alguno podrá decirme: “Che, yo vivo sin el fútbol en mi vida y está todo bien” y por supuesto tiene razón. Pero yo le contestaría “¿Qué pasa si no sabés que te gusta porque nunca te dieron la oportunidad de que te guste?” Porque a mi me pasó eso. Estuve años sin disfrutar algo que hoy me genera enormes satifsfacciones. Obvio, también tristezas como las que se suceden últimamente. Hace varios años que un amigo dice ser “hincha del fútbol”. Hasta hoy sigo creyendo que eso es algo tan liviano como decir “Estoy a favor de la vida”. Pero sí creo que es una necesidad ser hinchas del fútbol por un tiempo. Unos días, unos meses, un par de años.
Son horribles los rituales alrededor de la pregunta “hincha de?” con miradas cómplices a los padres de las criaturas. Hablo de machismo, hablo de inseguridades, hablo de un bagaje muy denso de cosas que buscan imponérseles a los chicos. Y hablo en masculino porque todavía no concibo al lenguaje inclusivo sin un tono de sorna o incomodidad, pero les juro que con las mujeres es igual. No hay peor ciego que el que no quiere ver, dicen. Y a mi durante mucho tiempo me taparon los ojos.Ni siquiera sabía que podía ver. Insisto, no culpo a nadie y agradezco que el día que salí de mi closet futbolistico, mi viejo me regalara la camiseta del club que siempre quise querer. Pero vos pensá la cantidad de gente que todavía no puede hacerlo porque se le niega todos los días un pedacito de su identidad: de lo que son, de lo que les gusta, del equipo que quieren ser. de su sexualidad, de su género, de su identificación política y social. y de todo.
En nombre del fútbol y de nuestros clubes le hemos hecho mucho daño incluso sin saberlo. En nombre de la pasión al fútbol hemos arruinado un juego hermoso. En nombre de “ser hincha de” nos creimos que todo valía con tal de defenderlo. Hasta tuvimos que diferenciar a los “hinchas genuinos” de los otros, no sea cosa de quedar pegados o de que alguien nos acuse de ser del bando de los malos. Eso sí, mañana cuando este temblor pase y todos los indignados estemos aburridos otra vez, adivinen qué vamos a volver a consumir. “La guerra” no va más, gente. El día de mañana, cuando alguien tire piedras o bombas o bengalas contra otra persona “en nombre de” o por “ser hincha de” replantéemonos la pregunta que le vamos a hacer a nuestros sobrinos y sobrinas, a nuestros hijos e hijas, a nuestros descendientes más pequeños. Hacer “hincha de” a alguien que apenas sabe cómo se llama no es hacerle un favor, o transmitirle un lindo momento para compartir. Ojo, puede serlo, seguro. Quizás los planetas se alinean y al padre benefactor el pibe/la piba nunca se lo cuestiona, sí. Pero ante todo, eso es un mal. Tan malo como los que decimos que bautizar a los hijos es quitarles libertades. Miremos un poquito para adentro y pensemos bien qué esperamos y qué espacio real le estamos brindando a aquel que le preguntamos....¿Hincha de? Tal vez así algún día todos podamos ver un fútbol más lindo que el que tenemos ahora. Es tan feo escribir desde el enojo y la decepción que salen cosas horribles, como lo que les acabo de hacer leer. Sin alma, sin emoción y sin nada. Vacío de todo lo lindo que debería ser escribir. Les pido perdón y les agradezco la compañía. El fútbol y nosotros nos merecemos mucho más que esto. “Sé que es lo peor pero esta es la mejor versión de mi”
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alertameteorologica · 7 years ago
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Are you ready, hey, are you ready for this? Are you hanging on the edge of your seat?
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alertameteorologica · 7 years ago
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“La música me salvó del servicio militar La música me salvó de hablar con gente que no me entendía”
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alertameteorologica · 7 years ago
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alertameteorologica · 7 years ago
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El estreno
No sé contar esta historia de otra manera. Unicamente escribiendo pueda, tal vez, encontrar cierto orden necesario. Darle un principio y un medio, porque final no tiene. Hace días me encuentro pensando qué decir acá; repasando mentalmente la letra de esta obra; en cierta forma, proyectando qué quiero que diga. Y me equivoco, porque hace tiempo dejé de ser el productor, el escritor o el director. En realidad no sé si alguna vez lo fui, pero se ve que no. No encuentro otra metáfora mejor para explicar lo que me pasa que la del teatro. Porque sí, idealicé y escribí. Taché y borré fragmentos que no me gustaban. Me creí que los personajes de esta historia podían actuar de la forma que yo había proyectado. Y no fue así. Otras cosas pasaron cuando alguien gritó acción y el día del estreno llegó. El protagonista no había ensayado la letra como yo esperaba y no se sabía ni medio guión. Los actores de reparto estaban desdibujados y sin ganas de hacer su parte. Espectadores no había muchos,sólo uno o dos. Y por supuesto yo, una vez más como tantas otras en mi vida, me había preparado los pochoclos para ver como todo prosperaba de acuerdo al plan. Me equivoqué de obra, me equivoqué de película. De función y de historia. Algunas personas me advirtieron sobre esta posibilidad, pero la negación es más fuerte. Inmensamente más grande. Debería repasar mi carrera por completo y revivir cuáles fueron esos “éxitos” que me hicieron creer que esto podía ser me lo había fijado en la cabeza.
Ahora me siento acá y escribo. Y no encuentro mejor forma de explicarlo. Me siento acá,que bien podría ser esta silla o cualquier otra. Pero más bien me siento acá, en tanto lugar indefinido de sentimientos y sensaciones. Me siento acá porque es el lugar que me tocó cuando saqué la entrada, pero no estoy cómodo. Me siento acá frente al papel, para evitar apurarme en lo que escribo. No sea cosa que me invente otra obra de teatro inexistente. Pero como verás, no puedo salirme de las metáforas y metonimias inventadas. No puedo dejar de encubrir lo sucedido. Y ahora me hablo a mí mismo: Ojalá que con la siguiente frase puedas escaparte por un rato de esta forma de pensar que tenés. Ojalá que con la siguiente frase puedas dejar de entender y empezar a sentir para, de una vez por todas, sanar todo lo que cargás adentro tuyo. Espero que tengas ganas de escuchar lo que voy a decir, porque sólo puedo decirlo una vez: Tu hermano no te llamó por tu cumpleaños porque simplemente ya no es quien vos habías escrito y eso te duele. Eso te hace mal y te da bronca. Te genera impotencia e intranquilidad. A veces te deja sin dormir y te hace apretar los dientes demasiado fuerte. Te angustia y te incomoda y no te permite explicárselo a los demás. Nunca escribiste una catarsis así, porque nunca lo necesitaste. Jamás tuviste que sonar a libro de autoayuda, pero acá estás. Escribiéndote a vos mismo lo que te pasa y te pasó, y que no querés volver a sentir nunca más.  Para cerrar te digo, yo te conozco. Vas a releerte y a editar partes. Vas a releerte y a darte cuenta de que una vez más tapaste todo con palabras. Vas a releerte y descubrir que no dijiste nada que no supieras; porque así pensás, porque así funciona tu cabeza. Lo bueno es que te conozco y también sé que esto te hizo bien. Nos vemos la próxima.
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alertameteorologica · 7 years ago
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“Si no suma solo resta”.
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alertameteorologica · 7 years ago
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- misa y + miso
Esto es para vos porque se te ve muy fuerte y lleno de convicciones pero que por dentro sos un flancito. Esta carta es para vos que vivís bajo el manto de seguridad que te da tu ideología pero que abajo estás temblando. Leeme bien, porque sólo tengo una última oportunidad para decírtelo. Si no me escuchaste hasta ahora es porque no quisiste y porque te da pánico que tenga razón. Esto te lo digo porque mi vocación parece ser comunicar y enseñar. Y no te lo traigo desde arriba porque no me gustaría ser uno más de tus mandatos. Yo te lo comento como un par que te va a cruzar en el subte o en el cine y nada más. Lo estás necesitando y yo lo comprendo. No es fácil vivir de los mandatos. No es fácil vivir lleno de dioses y vírgenes. No debe ser nada fácil estar en tu cabeza que dice que no cuando todo afuera te dice que sí. ¿Por qué pensas en mirar para otro lado cuando se te está interpelando? No pasa muy seguido, creeme. No se nos pide nuestra palabra tan seguido y esta es una oportunidad de que eso cambie. No sólo para vos, sino para muchas personas. ¿Qué es lo que te frena? acá el final es uno sólo porque afuera ya se avivaron y esto va a ocurrir. Ojalá sea más temprano que tarde, pero va a suceder. Y te insisto, me gustaría que fueras parte porque de verdad no sé qué estás esperando. 
Acá nadie te va a dar el visto bueno; tenés que decidirte sólo. Rompé tus cadenas del dogma y alejate de lo que te impusieron. No hay nada más lindo que sentirse libre. Tu cabeza y tu cuerpo lo saben. Tenés una oportunidad única de cambiar y ser feliz. Tenés la posibilidad de dejar ser feliz a otros. Te hablo a vos,seas hombre o mujer, te definas como masculina o como femenino; lo hago en el inclusivo masculino porque sé que todavía te cuesta entender otras cosas. Pero no importa, vamos de a poco. Pero vamos. ¿Cómo te explico a vos que andás inseguro que yo no conozco ni conoceré a mi madre biológica? ¿Cómo te hago entender que a mi me adoptaron y me dieron todo lo que soy? ¿Cómo desarmo toda esta historia y te hago entender que todo esto fue gracias a que alguien tomó una sana decisión que a mi y a mis viejos hizo feliz a costa de su sufrimiento? A su pesar y a sus inseguridades; con la mochila de la falta de educación y del abandono del interminable Estado ausente. ¿Cómo puedo hacer que me comprendas si esta es mi historia y la de muchos otros? La historia de un mundo de mujeres al límite del desamparo y la legalidad; al límite de la vida y la muerte; al límite de dar en adopción por el miedo a perderlo todo. ¿Cómo le explico a alguien que yo podría no haber nacido si una mujer no temía por su vida y se guiaba por su deseo real? No puedo. Y tampoco importa. Porque a pesar de las micro historias de vida que componemos este gran libro, lo que importa es la realidad de lo que pasa ahí afuera. Yo no puedo permitir que niguna otra mujer se vea obligada a ir en contra de sus deseos personales y sus motivos más intimos.
Desde ya te adelanto que lo siguiente es una falacia que me permito para que entiendas a lo que voy: Yo ‘existo’ porque alguien optó por no abortar, a pesar de ese sentimiento.  Yo ‘preferiría no estar’ acá diciéndote esto si la decisión era otra; una mucho más fiel a un sentimiento del que ni vos ni yo somos dueños. Porque yo no soy yo desde la concepción, sino desde que todo esto devino en esta historia; yo soy  Esteves desde que otra familia me adoptó como Ramirez. Soy Luis a mi pesar y Agustín a mi placer. Soy el chino desde que mis amigos decidieron. Soy “hijo” “hermano” y “tío” desde que así me llamaron por primera vez. No antes, no después. Soy porque esa fue la decisión que alguien tuvo que tomar y porque del otro lado me estaban afortunadamente esperando. Si otra hubiera sido la historia, quizás también tendría miedos e inseguridades. Pero no de esto en particular. Para mi acá no hay discusión ni debate. No hay rivalidades que valgan el dolor ni la muerte, No hay violencia que avale esta discriminación hacia las pibas. Acá hay una sóla dirección y un único camino a tomar. El verde. El de la ley que abrace a la mujer y le permita saber qué hacer y cómo hacerlo. Muchas veces descreí de la política, pero en esta oportunidad te pido que no lo hagas. Es única. Y perder más tiempo es simplemente pecar de indiferente. 
Si hasta acá no te convencí, dudo que yo sea quien lo logre. Pero realmente no sé qué estás esperando. Votá por el aborto legal seguro y gratuito y salvale la vida a las pibas. Eliminá el machismo de tu vida y aceptá las nuevas reglas del juego. Es hora de que este mundo deje el medioevo en el lugar que le corresponde y empiece a atender sus problemas más reales. Los que están acá y no pueden esperar ni un sólo día más. Los que se han convertido tan lentamente en el monstruo que tanto temimos tener bajo la cama.
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alertameteorologica · 7 years ago
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¿Todavia no flasheaste con el 8D? ¿Que esperas?
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alertameteorologica · 7 years ago
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Mi dios
Hoy vengo a contradecirme en lo que dije y a reforzar ideas que no dejo de pensar. Vuelvo a mi espacio de descarga emocional porque otra vez me quema la necesidad. No pasaron ni veinticuatro horas desde que dije que no se nada de dioses ni religiones. Y créanme, sigue siendo así.   Pero hoy vengo a hablar desde máximas y frases hechas. Te hablo a vos que todavía dudas y te sentís solo. Hoy, entre la nube de cosas amorfas que se me cruzan en la cabeza, te vengo a hablar de los dioses.
Te vengo a hablar de dioses, porque creo que aceptaste uno sólo. Ese a imagen y semejanza tuya. El enviado a la tierra que es de carne y hueso, mortal como todos. El que viaja en bondi y la pasa mal en el subte. El que labura en los feriados y que llora a fin de mes. El verdadero, genuino y real que es como vos y como yo. El que, a fin de cuentas, cree que es el único que sufre por los demás. Nuestro dios es salvador y vive en cada uno de nosotros. Todos nos creemos los dioses de nuestra propia vida, que es consecuencia y no causa de nuestro vivir. Más de uno por acá se siente dueño de su propia vida y feliz de tener dioses que lo representen. Por eso Maradona. Por eso aparecen los dioses viejos cuando no los necesitamos. Cuando las papas queman la reivindicación florece. Si nuestro dios no sufre como nosotros, no es nosotros; no lo queremos ni lo sentimos propio.  Y nuestro dios, le pese a quien le pese, es otro tipo de dios. Viene de otro lado y no es quien nosotros esperamos que sea. Por eso lo rechazamos, por eso lo desprestigiamos. Porque vos y yo queremos al otro. Al que llora y canta el himno. Bueno, yo no tanto, pero vos sí. Vos esperás que mañana el tablero se de vuelta, pero también que tu dios sea tu dios. Lamento decirte, amigo mío, que nuestro dios es mejor de lo que todos nosotros nos merecemos.  Sufre y deja todo por tú felicidad; aunque no te lo merezcas; aunque pienses que no te escucha o que dudes de su existencia. Y el día que vos lo hayas olvidado, él va a llorar en silencio no haber podido ser parte de tu vida. Esperemos que no ocurra, y que mañana podamos gritar los tres juntos. Mi dios siempre fue y será el mismo. Ojalá algún día también pueda ser el tuyo. 
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alertameteorologica · 7 years ago
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Para Lio (Leo).
Escribo en caliente porque es mi estado preferido. Escribo con bronca y emoción, con tristezas y alegrías. Escribo apurado porque perdí un día escribiendo otras cosas sin saber bien qué decir acá. Te escribo desde lejos y sin intenciones de que me leas. Como los nenes que le escriben la carta a papá noel o a los reyes magos. Como un creyente que le habla a sus dioses. Te escribo desde la necesidad y porque nunca lo hice. Me pongo a escribir porque vi muchas cosas escritas; porque leí de todo en estos últimos días. Porque perdí la esperanza en lo que otros tuvieran para decir. Tengo la necesidad de intentar tomar yo las riendas porque nada de lo que se haya dicho me es suficiente.  No pretendas que mi párrafo sea muy coherente ni mucho menos develador. No se trata de algo novedoso ni fantástico. Es más bien un decir verborrágico que no dice nada. Es más para mí que para vos, realmente. Pero necesitaba decírtelo, leo; o como te digo yo, lio.  No voy a decirte nada, porque no sé bien cómo se hace. No busqué escribirte, simplemente lo estoy encontrando mientras pasa. No sé si la palabra es gracias, perdón o por favor. No estoy seguro de qué quiero pedirte. Me siento un crisol de emociones porque todo esto es un caos, un delirio. Una falta de respeto al fútbol y a la vida de los que amamos tu existencia.  Escribo en caliente para no dejar nada afuera, pero siempre algo se me va a escapar. Tengo miedo, lio. Tengo miedo de que lleguen las doce de la noche y que el cuento se termine. Tengo miedo de que te vayas en tu carruaje o que alguien me despierte. Tengo miedo de que esta vez no vuelvas más y que todo lo lindo que viví con vos se termine para siempre. Ojalá que no. Que el Martes lo disfrutes y que el cuento continúe unas páginas más. Pero sólo si te hace feliz, si no te doy permiso para irte.  Tengo miedo de que se hagan las doce y no haberte dicho nada por tu cumpleaños. De no decirte que, aunque no lo sepas, me hiciste disfrutar como nadie (perdoname Martín, pero sabrás entender esta traición). Y no sólo en el fútbol; me diste un amor, me diste sonrisas, me diste lágrimas y más. Me hiciste olvidarme de mi ateísmo por un rato. ¿Se dice así, lio? Perdón, no entiendo nada de dioses. Gracias por ser el mío por un rato. Sé feliz, que todo lo demás es circo.
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alertameteorologica · 7 years ago
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Para Charly
Anoche te entregaron un gardel de oro. Te ternaron por obligación. Al lado de dos tipos que siempre te van a ver desde abajo. Axel y Luciano Pereyra. A mi me pareció una falta de respeto, pero también un lindo recordatorio para todos los que lo estaban viendo en vivo. Estás acá. Todavía estás acá. Y te ternan con quien fuera porque da igual a quién le ganes en un premio. Hoy en día todo da igual porque estás todavía acá.
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Después te hicieron cantar en vivo y te vi en tu peor momento. Me duele tanto no haberte conocido antes; no haber nacido unos años antes. Me duele muchísimo que los músicos tengan que bajar el tempo para acompañar tu voz como si fueras un niño que lo dejan ganar. Me hace mal verte así, porque entiendo que en tu último disco te cuidaron de la misma manera y no tuvieron que exponerte así. No te banalizaron como pieza de museo que había que hacerla tocar un ratito sólo porque se puede. Anoche sí; un poco sí. 
Pero después de escucharte agitado y sin ritmo, te veo sonriendo y se me cae el mundo a pedazos. Te veo ahí en el piano agitando las manos como si fueran algo ajeno a tu cuerpo lento y pesado. Veo tus uñas pintadas de negro moverse como siempre y entiendo lo del piano de dios. Entiendo a los museistas del evento. Entiendo que todos necesitamos verte así una vez más. Los que te conocimos ya de grande y los que crecieron con vos. A todos nos hace igual de felices verte a vos sonreir así. Reirte incluso de vos mismo diciendo que pasó mucho tiempo. Escucharte tocar inconsciente colectivo y flashear con tu legado musical. Cerrar los ojos y agradecerte en nombre de todos a los que vos mencionaste en tu agradecimiento y que lamentablemente ya no están. Vos sí estás y ese es el mejor homenaje que nuestro rock nacional puede tener. El flaco y Cerati ya no están. Quizás su magia reside en que nunca los vimos deteriorarse como nos toca hacerlo con vos. Se fueron arriba de la ola; pero vos volviste a bajar del otro lado y nos sonreiste a todos. Te reiste en la cara de la muerte y le cantaste como pudiste. Te diste el lujo de criticar y polemizar en televisión a los que hacen prefabricados como es tu costumbre. Sos vos quien guió el camino, y por eso todos te vamos a seguir. Hagas el bien o hagas el mal.
Si es por mi, Charly, te digo gracias por siempre. Si es por mi, tenés derecho a lo que quieras hacer. Si es por mi, viví cien años más. Si es por mi, tené en claro que mis hijos van a escucharte. Si es por mi, sabé que nunca vas a desaparecer. Me duele verte así, Charly, sí. Pero si vos seguís sonriendo, te voy a seguir con una sonrisa. Vayas donde vayas.
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