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Jueves 13
Abrí los ojos a las 8:00 a.m. en un lugar que no era mi casa. Una voz dijo: sigue durmiendo, es muy temprano y hoy no trabajas. Seguí su consejo; me sentía cómoda y segura, volví a dormir. A las 10 desperté de nuevo y ya no pude seguir en la cama. Hacía calor y me quité las sábanas de encima, me quedé inmóvil unos minutos, me sentí afortunada con dos hombres a mi lado, – la primera vez que amanezco así- dos amigos. Dos hombres mágicos. Dos conocidos, que me hubiera gustado fueran desconocidos. Jajaja. Me levanté, fui al baño, volví y ellos seguían ahí, durmiendo. Me dijeron: ven duerme un poco más, pero ya no pude. Abrí la ventana y sentí el frío de la mañana, la vista era hermosa; el centro de la ciudad de México, la torre latinoamericana, la calle casi vacía, el sol no terminaba de cubrir las banquetas.

Me sentía contenta por esa vista, por el frío de la mañana, por estar con ellos. Pensé – me gustaría amanecer así todos los días.
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La noche anterior
Me sentía bien. Había bebido un poco-bastante, y caí rendida sin embargo no había cruda.
La noche anterior, habíamos trabajado hasta tarde; Serch, Meni y yo. Comenzamos a beber en la oficina y seguimos en un bar-mezcalería que se llama la Clandestina, era la primera vez que yo iba, ellos viven en los bares de la ciudad. Jajaja. Los amo. Nunca había salido solo con ellos. Bebimos mezcal y cerveza. Caminamos por Insurgentes, cenamos en un puesto de hot dogs, caminamos, pasamos a un cajero, caminamos. En nuestro camino se cruzo un table dance y quisimos entrar pero Meni no traía credencial y era requisito. Seguimos caminando, se cruzo un puesto de quesadillas y Cesar y yo comimos, más (cuando estoy peda tiendo a comer MUCHO). Tuvimos la idea de volver al table-dance, Serch le prestaría su licencia a Cesar; casi nos dejan entrar pero nos enseñaron la carta y nos arrepentimos. Queríamos seguir bebiendo pero no había muchas opciones, era miércoles, optamos por ir a la casa de Serch. Subimos a un Uber y de camino pasaron a un Oxxo por alcohol. Yo ya iba dormida, siempre me duermo, no aguanto tanto. Soy una ñoña. Llegamos a su casa. Lo primero que vi al entrar fue la cama, me tire y quedé dormida. Ellos siguieron bebiendo un rato más. Al otro día desperté entre dos hombres. Vestida, por si hay duda. Jajaja. Fue una noche distinta, fue bella. Por la mañana, ellos bebieron y fumaron un rato. Serch tenía que irse a Puebla, a visitar a su familia, a medio día. Sergio es un hombre hermoso pero desordenado. Tenía un tiradero y quería dejar limpio, lo ayudamos y en eso se hizo corta la mañana, perdió su salida. Optamos por ir a desayunar-almorzar. Caminamos unas cuadras de su casa y llegamos al salón corona. Comimos súper rico, coctel de camarón, ceviche de pescado, tostadas de jaiba, quesos fundidos y cerveza (esa no puede faltar) salimos de ahí, con ganas de más pero Serch se tenía que ir y eran la 1 de la tarde.
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Un rico helado
Caminamos un poco, Meni nos invito un helado de Santa Clara. Son un deleite para el paladar. Serch se pidió uno de vino tinto, Meni… (no me acuerdo) y yo uno de Amaretto con almendra. Me encantan las almendras y ese helado estaba repleto de almendras. Me la pase muy bien. Son hermosos, locos, espontáneos. Lo admiro mucho.



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Viernes
Desperté con la idea de acabar con todos mis pendientes de señora. Jajaja. Sólo fui al mercado, compre mis verduras, pollo, pescado, almendras, etc. Saliendo del mercado me marcaron Karla y Jesús; unos de mis mejores amigos aquí en D.F. Me pase todo el día en su casa ayudándolos a pintar. Comimos carne asada y bebimos cerveza hasta quedar tropicales. Me la pase muy bien, como siempre cuando es con ellos.
Yo estaba muy cansada y con cólicos, me fueron dejar a mi casa temprano.
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Domingo 16
Me levanté con ánimo. La noche anterior me hablo Karla para que fuéramos a correr, como era puente no había ido al gimnasio y tampoco me había movido mucho. Llegamos al bosque de Aragón; Karla, Jesús y yo. El parque-bosque es muy grande, no lo recorrimos todo pero si una buena parte. Hay trota pista y gimnasios al aire libre (de esos comunitarios). Comenzamos calentando en los aparatos, no son la gran cosa pero de algo ayudan, pocos valen la pena son muy básicos y no cargas peso alguno. Empezamos a correr. De un tiempo para acá he agarrado condición porque voy a diario al gimnasio y nunca faltan mis 20-40 min de cardio corriendo. Ibamos a trote ligero cuando comenzamos pero en cierto momento el cuerpo exige más y comencé a correr más rápido y los deje atrás. Uno a veces no se da cuenta de sus avances hasta que te ves “compitiendo” jeje. Llegamos al final de la trota pista y los espere. De vuelta ya corrí prácticamente sola porque ellos son algo lentos. Termino nuestra actividad y con unos 6km quedamos satisfechos. Después de correr se nos ocurrió rentar un carrito de eso que hay en los parques y te subes con tu familia. Fue muy divertido. Yo fui la conductora designada y me encanto jajaja. Iba a toda velocidad y pasaba por todos los baches para ponerle emoción, hacia carreras con los demás carros sin que ellos lo supieran jajaja. Ya con hambre, fuimos a desayunar – almorzar a un lugar súper rico y saludable que se llama La buena tierra. Me comí un panini cubano y una agua de piña con perejil, todo súper rico. El lugar esta en una plaza parque Lindavista, estuvimos un rato caminando y comprando algunas cosas de Jesús. Se nos fue el tiempo y cuando nos dimos cuenta ya estábamos en el centro. Cenamos en un bar que esta en el corredor Madero tenía una vista hermosa, la torre latinoamericana dando la hora y veíamos a la gente pequeña por el corredor. Ya era tarde y la iluminación de la calle hacia lo suyo. Era domingo y el ultimo día del puente de semana Santa. Nunca planeo salir los domingos, no me gusta porque el lunes me levanto temprano, cruda en algunos casos y sin energía pero a veces terminamos bebiendo en un bar y la noche es agradable y me olvido del lunes. Jejeje. Fue uno de esos días. Cenamos hamburguesa, papas, alitas y costillas. Las calorías que habíamos perdido por la mañana y lo sano que almorzamos se fueron por la borda. Jajaja. La pasamos muy bien como siempre, ellos son una personas maravillosas y con las que más me muevo en esta ciudad, me siento como en familia cuando estoy con ellos. Los amo.
Estos fueron mis días de puente, no hice mucho, no salí de la ciudad, la mayoría de los días me la pase descansando, pero los momentos que compartí con mis amigos fueron los mejores. Siempre.
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